Uno de los creadores de contenidos digitales más populares del mundo paseó por las calles porteñas y causó un revuelo en los fanáticos. Las imágenes de su recorrido por los barrios de la Ciudad y su inconveniente con los efectivos de seguridad.
Los cortes argentinos son reconocidos en todo el mundo por sus sabor y prestigio. Desde una esquina porteña se erige una casona transformada en restaurante, que acerca una propuesta de carnes y vinos de diferentes puntos del país.
El evento se realizará el 24 y 25 de enero y reunirá más de 140 bodegas nacionales e internacionales con etiquetas exclusivas para degustar. Este año estarán presentes por primera vez las provincias de Córdoba y Neuquén
-¿Qué es un sommelier?Quien responde es Marina Beltrame, quien trajo la actividad a la Argentina desde Europa y se convirtió en pionera en la formación de profesionales con su escuela que fundó hace ya 25 años en el país. -Es un comunicador; es el puente entre el entre el productor y el consumidor. Tiene la obligación de ser confiable tanto para las bodegas que nos dan sus vinos como para el cliente del restaurante. Su palabra debe ser seria y válida. Y otro detalle fundamental: tiene que saber escuchar lo que el otro quiere. Si no es como ir a almorzar o cenar y que el camarero te diga: "Usted coma pollo, usted pasta, usted carne".La gran incógnita a esta altura es saber qué la impulsó a relacionarse y capacitarse en un tema tan poco difundido en tiempos pasados. "No podría mencionar qué, sí quién. La culpable de todo esto es mi tía Sandra Beltrame, hermana de Jorge, mi padre, que murió muy joven. Ella fue muy importante en mi vida. Te cuento, es una historia muy linda. Había terminado el secundario y no sabía qué hacer. Estaba dando vueltas y me dijo: 'Sabés que hay una carrera nueva de hotelería y te re veo trabajando ahí. Siempre estás pensando en los demás, te gusta hablar con la gente, sos servicial, atenta...'. Era muy viajada, mencionaba que veía muchos chicos jóvenes en las recepciones de los hoteles y que le encantaba porque hablaban varios idiomas. Yo no sabía ni hablar inglés, recuerdo que empecé con un poco de francés. Se le ocurrió eso y me pareció una cosa de locos, pero bueno, le hice caso y acá estoy", señala a LA NACION. Para Marina la hotelería fue nada más que un punto de partida que abrió otros caminos tan sorprendentes como inesperados. "Una divina, me ayudó a pagar la carrera. Y dije: 'Me vino este regalo, lo voy a tomar'. Empecé y me encantó. Cuando salí del secundario me formé en administración hotelera en Buenos Aires. Mi experiencia comenzó trabajando en un hotel, me gustó todo lo relacionado con alimentos y bebidas, llegué al restaurante que me llevó al vino. Sin querer, una cosa trajo la otra". Más allá de los estudios y la tarea profesional y distinguida que fue desarrollando, en la historia de Marina también aparecen hechos tradicionales que eran costumbres años atrás en la mesa familiar: "Es que el vino estaba siempre en la mesa de mi casa. No tengo registro de que no estuviera presente en mi vida. Obviamente en cartón o damajuana, se compraba lo que se podía. Vino común, pero rico. Y a nosotros cuando éramos chicos nos lo servían con bastante soda, se estilaba así". Por supuesto a la capacitación le agregó cursos que se dictaban en el Club del Vino y al concluir su formación profesional, fue clave para ella trabajar en el Hotel Piscis del centro de esquí del Valle de Las Leñas en Mendoza. Luego las experiencias continuaron en restaurantes y hoteles de Punta del Este, Crested Butre, Los Ángeles, Buzios, Haute Nendaz y Londres. Fue sumando idiomas, y esfuerzo y más trabajo, que tanto le inculcaron siempre sus padres, Cristina y Jorge. De regreso en Buenos Aires, en 1995 fue responsable del Departamento de alimentos y bebidas en el Feir's Park Hotel. Y allí conoció un huésped que marcó para siempre su trayectoria: Georges Sabaté, presidente de una empresa con su nombre, productora de corchos ubicada en Perpignan, Francia, quien uno de los tantos días que recibió la carta de vinos de manos de Marina, le dijo sin vueltas: "Tenés que ir a Francia y formarte como sommelier". Se dio cuenta de que ella no estaba en condiciones de solventar semejante formación en París pero él se ofreció a gestionarle una beca y alojamiento, ya que su empresa era sponsor de la Association de la Sommellerie Internationale (ASI). Entonces Marina no dudó, aceptó y se lanzó al desafío. Un determinado día pidió una reunión con el director de la escuela, Jean Frambourt, para agradecerle la beca. Y él le confió que no existía tal beneficio, sino que Georges enviaba el cheque correspondiente todos los meses para pagar sus estudios. Sorprendida, ella lo llamó y le preguntó si era cierto. Frambourt le respondió que sí, pero que si se lo decía de antemano no hubiera aceptado la propuesta. "Así que ahora estudiá, dejá de agradecer, porque no hay sommeliers en la Argentina", le exigió. Marina se quedó sin palabras y asegura que ese tremendo gesto señaló cuál sería su futuro. Luego regresó a la Argentina con grandes expectativas y ansias de compartir lo aprendido. Y era verdad. No había ningún sommelier en el país, Beltrame fue la primera: "Ahora parece increíble. Empezaban a aparecer los vinos despacito. Él me dijo que la actividad iba a explotar en unos años y no se equivocó. La familia Bianchi me pidió que trabajara con ellos. Pero no me había formado para estar en una bodega, sino en un restaurante como lo había hecho en Francia. Los Bianchi me propusieron dar clases sobre sus vinos a camareros y me encantó. Recuerdo que me coloqué frente a un montón de gente que me miraba como si yo les hablara de Medicina Nuclear. Pero se corrió la voz, los chicos comentaban que yo había llegado de Francia y eso generó que empezaran a convocarme de restaurantes. Así se me ocurrió armar un programa de formación. La verdad es que esperaba que vinieran 15 postulantes y llegaron 70, fue una locura. Y ahí arranqué...". Comenzó enseñando en 1999 en un bar que le prestaban y con la plata que ganó alquiló un espacio pequeño en Libertad y Santa Fe. Así nació la Escuela Argentina de Sommeliers (EAS): "Después me moví a Arenales, seguí mudándome hasta que me instalé definitivamente en Maipú y Marcelo T. de Alvear. Tampoco sabía si me iba a salir bien porque no me formé para enseñar sino para trabajar, porque hay que saber transmitir y comunicar, pero salió muy bien. Formamos estudiantes que luego fueron profes. Y hoy tenemos escuelas afuera, en San José de Costa Rica, Lima, Perú y Espíritu Santo, Brasil. También estuvimos en Bogotá y Panamá. Los títulos se certifican en Barcelona, España". En 2001, Marina Beltrame fue condecorada como Caballera de la orden del mérito agrícola en la embajada de Francia en Buenos Aires. Y en 2024 la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires le expresó su reconocimiento por su trayectoria empresarial y aporte al desarrollo económico. Para fines de año celebró los 25 años de aquel emprendimiento que tuvo mucho de aventura: la Escuela Argentina de Sommeliers, nada menos que en el mítico Teatro Colón de Buenos Aires. Cuando se le pregunta acerca de dónde están los mejores vinos, responde que en nuestro país hay excelentes, pero también en distintos lugares del mundo: "Existen vinos espectaculares en Francia, Italia, Estados Unidos... Te puede sorprender Sudáfrica con uno que te vuele la cabeza, es infinito. Y hay que sostenerlos durante muchos años, son vinos históricos, te nombraba Francia donde por ejemplo tenés algunos de ciento y pico de años que son memorables". -Marina, ¿cuál es la clave para lograr ser un sommelier de excelencia? -Tener claro que nuestra tarea es brindar servicio. Y adquirir los mejores conocimientos para ser confiables tanto para las bodegas que nos dan sus vinos como para el consumidor que confía en lo que le transmitimos. La gente debe sentirse atraída para que le entusiasme probarlos. Debe experimentar una ceremonia de placer tan especial como divertida, diría un momento mágico. Si lo logramos, es que estamos haciendo bien nuestra tarea.
La diputada libertaria aprovechó su paso para castigar con fiereza a Victoria Villarruel. En el medio se opuso al proyecto -por ahora frustrado- de poner rejas en las calles de algunos barrios de la ciudad del departamento Colón para combatir la inseguridad. Leer más
La Ley 26.870 declaró al vino argentino como bebida nacional en 2010, pero su historia comienza hace más de 500 años.En Mendoza se cultivan más de 148.000 hectáreas de vid, siendo la provincia líder en producción del país.
Fue un año prolífico en cuanto al reconocimiento internacional, aunque las exportaciones siguieron entre las más bajas de la década. El mercado interno tampoco se recuperó.
Se trataba de uno de los sitios más reconocidos dentro del Parque Nacional Tierra del Fuego. Desde 2021, su acceso estaba prohibido. El adiós a un patrimonio natural de la provincia del fin del mundo.
El proyecto combina un cortometraje y un artículo para contar las historias de pequeños productores de vino casero en Salta. Estas prácticas, arraigadas en la cultura local, desafían un sistema que favorece la industrialización y los mercados globales
En el Anfiteatro se podrán conseguir opciones que van desde un choripán por $7.000 hasta una parrilla de cuatro cortes por $13.000. Además, las bebidas incluyen alternativas económicas como una gaseosa por $2.500 y algunos vinos de $20.000. Leer más
Viajar puede invitarnos, en el lugar menos pensado, a redescubrir la memoria de viejas reuniones familiares.
El declive de este trago afecta gravemente a establecimientos de alta gama, donde el aumento en el consumo de mocktails y vinos blancos refleja un cambio en los hábitos de los comensales
En muchas culturas, los anfitriones deben servir inmediatamente el obsequio recién recibido, por lo que cada vez más personas evitan regalar botellas de vino y prefieren otras opciones
Aumento del 17,6% en la producción de vino en España en 2024, impulsado por Castilla-La Mancha, mientras la UE enfrenta desafíos climáticos y caídas en otras grandes productores como Francia y Alemania
En el caso de que nuestras telas se hayan quedado teñidas de un rojo intenso, gracias a este método podremos eliminar las manchas fácilmente
La demanda de permisos de edificación cayó 10% este año en la ciudad, y 17% en cuanto a la superficie a construir
Gran parte de los motivos que impidieron un viaje a esta parte del mundo, eran las pocas posibilidades de comunicación
En redes sociales se viralizaron videos de la joven atacando a transeúntes y peatones en las inmediaciones del Parque España, llevando a las autoridades a detenerla; este es su pasado
Hace ya unos años que el vino argentino juega en las grandes ligas. Eso demuestran aquellas etiquetas de alta gama que se venden en La Plaza de Burdeos, la red de negociants de vino de lujo más antigua y reputada del mundo. Nuestros vinos que allí se comercian bajo el sistema "en primeur" -en el que se adquieren antes de que salgan de la bodega-, lo hacen con valores menores a los que puede exhibir un gran ejemplar de Borgoña o de Burdeos.Pero quien desafía el precio más alto que hasta ahora podía ostentar el vino argentino es un tinto con base Merlot de Patagonia, cuya primera edición fue adquirida "en primeur" por un multimillonario chino que se enamoró del peculiar paisaje de bardas de Valle Azul, en Río Negro... y de sus vinos. En particular de un blend de cosechas surgidas del Viñedo Araucana, conformado por cinco hectáreas que forman parte de un terroir único y singular donde produce sus vinos la bodega Ribera del Cuarzo.Incluso antes de ver la luz (su salida a la venta en la Argentina está prevista para mediados de 2025), este tinto patagónico se ha ganado el título de "vino más caro de la Argentina". Su nombre es Ribera del Cuarzo Puro, y su historia refleja lo que tiene de alquimia el hacer vino, un proceso en el que aleatoriamente algunas barricas desarrollan cualidades excepcionales que las separan de sus hermanas de cosecha.Pero también esta es una historia que llama la atención sobre la mirada que de nuestro terruño tienen otras naciones, a las que deslumbra nuestra geografía y nuestra cultura.De China a Valle AzulTodo comenzó en 2018, en un viaje a la China, en el que Felipe Menéndez, director de la bodega Ribera del Cuarzo, acompañó a su padre a la botadura de un barco de carga en un gran astillero en las afueras de Shangai (con profundas raíces en la Patagonia, su familia se dedica desde hace generaciones al transporte de ultramar)."Luego de la botadura hubo una comida, en la que un empresario que había hecho una gran fortuna vendiendo piedra de granito durante el boom de la construcción en China manifestó su interés en conocer la Argentina -recuerda Felipe-. Tenía en mente elaborar alimentos con materia prima argentina, por lo que le ofrecimos organizar una visita al Valle de Río Negro, para conocer productores de frutas y vinos".Mr. Lee -como se lo conoce al empresario- visitó finalmente Patagonia, y tras recorrer distintos productores fue invitado a visitar el viñedo Araucana. "El viaje bastó para que se enamore de Patagonia, sus paisajes y su gente", asegura Felipe.Tal es así que el empresario volvió al año siguiente con amigos, también al siguiente y al siguiente. Su amor por la Patagonia y por sus vinos fue creciendo con cada visita. "Al tiempo, cuando con la bodega emprendimos un viaje de negocios a la región asiática decidimos pasar por Shangai para visitarlo y ofrecerle una cata privada en su casa. Llevamos varios vinos, incluido uno nuevo que todavía se encontraba en bodega, sin haber salido a la venta".Un vino muy particular, afirma Felipe "Es un blend de cuatro cosechas (2019,2020, 2021 y 2022), de uva principalmente Merlot, con un pequeño agregado de Malbec y Petit Verdot -describe-. Fue hecho con las barricas que se destacaron por calidad y expresión del resto de la cosecha. Es una barrica por cada año, por lo que solo hay 600 botellas magnum (1,5 litros) de este vino".Mr. Lee, que ya se había enamorado de Patagonia y de sus vinos, quedó maravillado con el inédito blend de añadas. Tal es así que, a la vuelta de su gira por Asia, el equipo de Comercio Exterior de Ribera del Cuarzo se encontró con una sorpresa. "Habíamos recibido una transferencia de una importante suma de dinero proveniente de Mr. Lee -cuenta Rosario Langdon, líder del equipo-. Le consultamos y nos dijo que era la seña por el blend de añadas que le habíamos dado a probar".La conversación siguió más o menos de la siguiente forma:Rosario: -El vino todavía no se encuentra a la venta, y de hecho todavía no hemos definido su precio.Mr. Lee: -Yo pago 1000 dólares por cada una de las botellas. Y compro las 600.Negociación a la distanciaLa bodega aceptó la seña, pero aclaró que solo vendería una parte de la partida, ya que la idea era que el vino primero fuera presentado en la Argentina. "Pensábamos lanzar este vino con un precio alto, pero no tan alto como el que terminó definiendo Mr. Lee", admite Rosario.Por el momento, las 600 botellas de Ribera del Cuarzo Puro descansan en la cava de la bodega en Valle Azul. La mitad será enviada a Mr. Lee, y la otra mitad se repartirá entre Argentina, Inglaterra y Estados Unidos.Sus etiquetas llevarán una ilustración de tono realista que muestra el particular paisaje de bardas de este terruño patagónico que puede hoy exhibir con orgullo el haber pactado la venta en primeur del vino más caro de la Argentina.
La vicepresidenta apuntó contra la decisión que estableció como instancia de revisión al tribunal local.Aseguró que tiene "un solo objetivo: salvar a Macri y a su familia".Además, volvió a cuestionar al gobierno de Milei.
Un rincón único en Chacarita que combina libros raros, copas de vino y noches de jazz.El lugar abre de lunes a viernes de 14 a 20 horas.
El consumo de alcohol ha sido visto como algo beneficioso para la salud si se realizaba con moderación, algo que comienza a ser desmontado por nuevas investigaciones
La lubina, uno de los pescados más apreciados en la cocina mediterránea, es el producto perfecto para triunfar con una receta al horn
El vino blanco es una de las bebidas más elegidas en el mundo gracias a su versatilidad, frescura y amplia gama de sabores que lo hacen ideal tanto para disfrutarse solo como en maridajes con pescados, mariscos y carnes blancas. Sarah May Grunwald, sommelier certificada, compartió recientemente cuáles son las siete opciones que recomienda y que, según ella, son ideales para diversas ocasiones y ambientes.Grunwald, quien comenzó su carrera en la industria vinícola en 2008, destacó su inclinación por productos elaborados con técnicas sustentables y con un fuerte enfoque en la calidad del cultivo y la producción. "Siento que estamos atravesando un renacimiento de las cepas en este momento. Hay tantas opciones disponibles", afirmó en su artículo publicado en Business Insider.Las siete opciones de vino blanco que recomienda la experta1. AssyrtikoEl Assyrtiko es una de las opciones preferidas de Grunwald, en la cual destacó su origen en la isla griega de Santorini. Esta uva ganó popularidad internacional y hoy se cultiva también en regiones como California y Sudáfrica."Esta elección tiene un alto nivel de acidez y un perfil fresco con notas cítricas, minerales y un toque de guayaba", explicó la experta. Gracias a su estructura, es un vino que combina perfectamente con tablas de quesos y fiambres, lo que lo convierte en una opción ideal para reuniones o celebraciones.2. Vinos blancos de ArmeniaAunque Armenia es más conocida por su producción de brandy, los vinos blancos de esta región se posicionan en el mercado gracias a su calidad y sabor único. La experta destacó que este país asiático es una de las regiones vinícolas más antiguas del mundo, con una rica historia que se remonta a miles de años."Las alternativas armenias son excelentes acompañantes de cocinas aromáticas, como la tailandesa y vietnamita", explicó Grunwald. Su reciente viaje a este país le permitió descubrir la diversidad y riqueza de estos productos, que los convierte en una de sus elecciones actuales.3. Vinos ámbaresLas variedades de ámbar, también llamados vinos naranjas, se elaboran con uvas blancas, pero adquieren su particular color y textura debido al contacto prolongado con las pieles de las uvas durante la fermentación."Este estilo se originó en Georgia, pero actualmente se produce en diversas regiones vinícolas del mundo. Su sabor único, taninos ligeros y aromas complejos los convierten en una experiencia especial", detalló la experta. Para ella, encontrar esta opción en una carta es señal de que el sommelier o encargado sabe lo que hace.4. Chenin BlancPara Sarah May Grunwald, la Chenin Blanc es la mejor uva de vino blanco del mundo debido a su versatilidad. Esta, originaria del valle del Loira en Francia, también tiene una fuerte presencia en Sudáfrica."La Chenin Blanc puede producir opciones secas, espumosas y dulces. Sus sabores incluyen manzana, pera, miel y caqui", comentó la sommelier. Por sus características, recomienda esta cepa para maridar con queso de cabra, sardinas o pastas con salsas ligeras.5. GarganegaLa Garganega es una cepa italiana que produce estos famosos jugos fermentados blancos con un perfil fresco y lleno de matices. "Es una opción perfecta para quienes buscan una alternativa al Pinot Grigio", explicó Grunwald.En su juventud, la Garganega presenta aromas frutales como melón y cítricos, pero a medida que envejece, desarrolla notas más complejas como cáscara de naranja y almendras. Es ideal para acompañar mariscos o platos condimentados con hierbas frescas.6. Mezclas de Malvasía y TrebbianoAl vivir en las afueras de Roma, Grunwald apuesta por los vinos blancos elaborados a partir de Malvasía y Trebbiano. Estas uvas son típicas de la región del Lacio y producen variedades aromáticas con una marcada acidez."Estos son perfectos para la cocina romana, que suele ser más pesada y salada, como la carbonara", explicó. Su perfil equilibrado entre cítricos, flores blancas y frutas tropicales los convierte en una excelente opción para platos fuertes.7. ChardonnayEl Chardonnay es uno de los vinos blancos más conocidos. Para Grunwald es uno que siempre debe estar en la lista. "A pesar de que hay quienes lo evitan, creo que es una uva con una versatilidad impresionante", comentó.Esta opción puede variar mucho según su región de origen y el estilo de producción. Puede ofrecer desde notas frescas de limón y frutas tropicales hasta toques más complejos de nueces, flor de jazmín y manzanas verdes. Es una variedad que puede disfrutarse sola o para acompañar quesos blandos, hierbas frescas y platos vegetarianos.¿Cómo se clasifican los vinos?El vino blanco se elabora a partir del mosto de uvas blancas y su proceso puede variar desde meses hasta décadas, según la complejidad buscada. El producto se clasifica de acuerdo a su nivel de azúcar:Seco: menos de 5 gramos.Abocado: entre 5 y 15 g.Semi seco: entre 15 y 30 g.Semi dulce: entre 40 y 50 g.Dulce: más de 50 g.La lista de Sarah May Grunwald ofrece opciones de vinos para todos los paladares, desde variedades frescas y ligeras hasta alternativas más complejas y estructuradas, siempre con un enfoque en calidad, sustentabilidad y versatilidad.
El capricho del vino propio atraviesa a las celebridades de todo el mundo: del deporte a la moda y de la música a la actuación. Francis Ford Coppola tiene su vino; también Sarah Jessica Parker, Sting y Cristiano Ronaldo; e incluso el château francés en el que Angelina Jolie y Brad Pitt hacían un rosé de gran reputación hoy se encuentra en el centro de sus disputas maritales. Vinos de famosos hay muchos, pero son pocas las celebridades que se asoman a este mundo sin querer poner su nombre o su rostro en la etiqueta.Ese es el caso de Vinos de Potrero, el proyecto que llevan adelante desde hace más de 10 años el futbolista Nicolás Burdisso (47), ganador de tres copas Libertadores con Boca Juniors y campeón olímpico con la Selección en Atenas 2004, y la sommelier Belén Soler Valle (43), su esposa y manager de la bodega."No queríamos confundir. Sabíamos que los protagonistas eran la bodega y el vino. El consumidor tiene que decir: 'Qué buen vino, ¿quiénes son los que están atrás de esta bodega?' No al revés", sostiene Nicolás. Si bien Burdisso comenzó a descubrir esta bebida en las cenas de las concentraciones en Boca Juniors, fue al llegar a Italia en 2004, para jugar en el Inter de Milán, cuando compartió con Belén el descubrimiento de una verdadera pasión, que se tradujo años después en Vinos de Potrero, una bodega boutique presente hoy en más de 10 países, y en cuya etiqueta no aparece ni el nombre ni la cara del futbolista.El nombre de la bodega, destaca Belén, no es casual. "Nos interesa el concepto de potrero como algo muy argentino -explica-. Proponemos una analogía entre el terroir y el potrero. Nuestros futbolistas aprenden en la dificultad del potrero lo que después van a demostrar en los mejores estadios del mundo. El terroir tan árido y adverso de Gualtallary (Mendoza) le suma un plus a los vinos. Creemos que cuanto más pobre es el potrero o el terroir, mejores van a ser los resultados".-¿Cuáles son los primeros recuerdos que tienen con el vino?Belén: -Si voy para atrás tengo el recuerdo muy vívido de que mi bisabuela Felisa, que tenía 91 años cuando yo tenía cuatro, me llevaba a la cocina de mi abuela, donde nos escondíamos, y ahí ella me servía en un vasito de vidrio vino tinto con azúcar. Era algo que me parecía tan, tan rico.Nicolás: -Yo no tuve cultura enológica en casa, pero sí una fuerte cultura gastronómica de parte de toda la familia italiana de mi papá y mi mamá. Los primeros recuerdos del vino están muy ligados a cuando vine a Buenos Aires, y después a cuando con Belén llegamos muy jóvenes a Italia.-¿Cuáles son esos recuerdos de Buenos Aires?Nicolás: -Me fui de mi casa a los 14 para jugar en Rosario y llegué con 16 a Buenos Aires a jugar en las inferiores de Boca, donde estuve hasta 2004. En las concentraciones se usaba dar una copita de vino. Pero también empecé a probarlo en la vida social. En cenas con el club o con el representante salía siempre el tema del vino. Porque el vino deportivamente estaba bien visto. Era mejor que una cerveza, mejor que una bebida blanca y mucho mejor que una gaseosa. Me acuerdo que en ese momento estaba Carlos Bianchi con nosotros, que era un gran apasionado de tomar y comer bien. Entonces en las cenas de los sábados o de los viernes, el profe o el segundo entrenador pasaba con la botella y servía al que quería una copita. Era un lindo momento. Uno de los desafíos más grandes es que el vino y la comida estén a la misma altura, y en las concentraciones se come bien.-Imagino que hoy incluso se debe comer mejor...-Hoy se come mucho más selectivo, mucho más sano. También hay una creatividad más grande en la comida, y ahí es donde el vino hasta está mejor y es mucho mejor seleccionado. Me pasó en mi última etapa de manager de Boca, que llevaba yo los vinos, y que la comida era muy buena. Entonces había un gran maridaje.-¿Los jugadores de hoy tienen más conocimiento del vino que el que tenías vos?-Es muy diferente. Nosotros teníamos una capacidad más grande de tomar; ellos hoy buscan más la calidad. Hay mucho conocimiento y mucha información. Muchos jugadores de fútbol son apasionados del vino, más allá de que tengan un emprendimiento, tienen curiosidad. Porque el vino es como un canal que los saca del mundo del fútbol. Por eso hoy uno lleva una botella y ellos ya conocen de dónde viene, qué vino es. Yo obviamente siempre llevo vino argentino, para hablar del potencial que tenemos.-¿Y cómo fue el acercamiento al vino cuando llegaron a Italia?Belén: -Éramos rejovencitos los dos y Nico tenía un montón de compañeros argentinos. Los lunes a la noche -o si jugaban el domingo a la tarde, el domingo a la noche- hacíamos asado en casa y venían a comer. Y ahí fue que empecé a probar vino, con la esposa de Wálter Samuel. Me acuerdo que Nico se quedaba charlando un largo rato con un vino de por medio. Allá, en Italia, comprábamos distintos vinos argentinos para ir probando.- ¿Por qué vino argentino en Italia?Nicolás: -Estaba esa cosa que tenemos los argentinos cuando vivimos afuera de juntarnos y hacer un asado. Y tomábamos siempre vino argentino, porque nos gustaba mucho. Pero incluso llevábamos esos vinos si salíamos a comer a restaurantes en Milán. Era el año 2005, 2006, pero si tuviera que reproducir esta escena en la actualidad, estaríamos juntándonos para abrir diferentes botellas con un sommelier que nos explique, cosa que entonces no estaba en el radar.-Se fueron metiendo en el mundo del vino entre asado y asadoâ?¦Nicolás: -Además, estando en Italia, salís de cualquier pueblo y hay viñas. Y cuando salís a comer hay siempre un maridaje, y eso nos llenaba de curiosidad en una época en la que éramos muy chicos los dos.Belén: -Para mí fue hermoso, porque empecé a tomar vino y me volví fanática del vino italiano. Nico es muy curioso, y empezó a comprar para conocer, y probamos y probamos.Nicolás: -Además, cuando iba a jugar a Sicilia, por ejemplo, me regalaban vino del lugar; lo mismo que si iba a jugar a Nápoles, que me regalaban su vino y su muzzarella. Creo que la Argentina es el país más parecido a Italia en el sentido de dar afecto a través de la gastronomía. El tema es que de un momento a otro me daba cuenta de que en casa tenía un montón de botellas para probar. Por suerte, comencé a usar Coravin [un dispositivo para servir vino sin sacarle el corcho y que permite conservar en buen estado lo que queda en la botella], que me salvó la vida. Porque sino era abrir una botella y terminarla. En ese entonces, lo que no me dejaba de llamar la atención era la cantidad de uvas diferentes que tenían en Italia. Nosotros en ese momento, en la Argentina, teníamos cinco o seis tipos de vinos, pero ellos tenía un montón. Además te hablaban de regiones; acá no se hablaba todavía de eso.-¿Visitaban bodegas en Italia?Belén: -Sí, en los días libres, casi siempre los lunes. El plan era reservar visita a la bodega a las diez de la mañana, y después ir a comer cerca. O le preguntábamos al dueño de la bodega que nos recomendara dónde ir. Muchas veces, si nos quedaba tiempo, íbamos a tocar la puerta en cualquier otra bodega que estuviera cerca y nos abrían.Nicolás: -Allá hacés 40 kilómetros y tenés una ruta del vino. Son lugares muy lindos, donde hay muy buena comida y muy buena predisposición también. Es fácil que vayas y que después quieras volver.Belén: -Para cuando decidimos comprar la finca en Gualtallary, habremos visitado 50 bodegas en Italia y tres en la Argentina. Allá agarrás el auto y vas. Acá te tenés que tomar un avión.-¿Cómo surge la idea de hacer vino?Nicolás: -Un poco por casualidad. La posibilidad de comprar un terreno inculto en Gualtallary, Tupungato, nos encuentra con la pasión que estábamos teniendo por los vinos. Tupungato no era entonces lo que es hoy [uno de los hot spots de la vitivinicultura], pero era una buena posibilidad. Lo hablamos y decidimos que era el momento para hacerlo.Belén: -Nos encantó el lugar, nos volvimos locos. La idea inicial era tener una casa y plantar viñedos como los italianos, que tienen su vino, su aceite de oliva, sus conservas. Ese fue el input: vamos a tener un vino espectacular y lo vamos a llevar a Italia para convidar a nuestros amigos, para tener en Navidad. Así nos empezamos a entusiasmar.Nicolás: - Una cosa fue llevando a la otra. Pero nos dimos cuenta de que al principio no estábamos con la cabeza ni con la presencia acá como para llevar adelante un proyecto. Entonces los primeros años vendimos la uva. Y ahí fuimos viendo que tenía buena calidad, porque nos la compraban bodegas de renombre. Entonces dijimos: "¿Por qué no hacemos algo nosotros?". Dimos el primer paso pensando en el mañana: haciendo el primer vino con un enólogo. Y ahí cambió la perspectiva.Belén: -"Hagamos algo pequeño pero bien cuidado, con nuestra finca", pensamos. Nico conocía a unos chicos de Wine Idea, que nos orientaron y nos guiaron en lo que podíamos hacer; nos dijeron que mínimo había que sacar cuatro vinos, no uno, y empezamos a pensar desde ese lugar.-¿Cambiaron un poco el foco?Nicolás: -Había que llevarlo a la realidad, y llevarlo a la realidad en Argentina era diferente. Porque esa cosa muy linda que veíamos en Italia era de familias que de generación en generación venían haciendo lo mismo. Tuvimos que pensar en lo que podíamos hacer en la Argentina y nos adaptamos. Ahí empezamos a armar un equipo de trabajo.Belén: -Pensamos qué filosofía queríamos aplicar al proyecto. Porque no íbamos a hacer algo enorme, sino una bodega pequeña que mantuviera la calidad, la cosecha manual y que siguiera siendo un proyecto de familia. Esto además de tener que ser un negocio -porque si no vendemos una botella tenemos que dejarlo-, tenía que ser algo que nos gustara. Por eso armamos un equipo con gente que tenía nuestra misma visión, y con ellos estamos desde el principio.-¿Por qué Vinos de Potrero como nombre?Nicolás: -Buscábamos un hilo conductor con lo que era común y corriente a la familia, con mi trabajo con el fútbol, con ser auténticos, con reflejar el terroir. Queríamos reflejar todo eso como bodega. Y ahí encontramos la palabra "potrero", con la que pudimos hablar del terroir y establecer una analogía con lo futbolístico. Uno va a la finca en Gualtallary y se da cuenta de que es diferente y que los vinos son diferentes, que tienen una cosa muy salvaje y muy linda.Belén: -Nos interesa el concepto de potrero como algo muy argentino. Nosotros queremos contar lo que es Argentina afuera. Acá es fácil saber lo que es un potrero. Pero explicarlo en Estados Unidos o en Francia no. Contar cómo nuestros futbolistas -hoy más que nunca, que son campeones del mundo- se forjan en estas dificultades, en este terreno pobre... Creo que nadie en Estados Unidos se puede imaginar que un Messi haya aprendido en un lugar así. Lo que queremos es contarlo a través de esta analogía entre el terroir y el potrero, que es un terreno difícil, no una cancha perfecta. Nuestro futbolistas aprenden en la dificultad del potrero lo que después van a demostrar en los mejores estadios del mundo. Esa picardía y ese plus se las da el potrero. Y los vinos de Gualtallary son diferentes por todo el laburo que hay que hacer en el viñedo en este terroir tan árido, tan adverso, con estrés hídrico, pocos nutrientes y la amplitud térmica de estar a 1300 metros de altura. Todo eso hace que los vinos sean diferentes, que tengan un plus. Creemos que cuanto más pobre es el potrero o el terroir, mejores van a ser los resultados.-¿En un principio no les tentó poner el nombre de Nicolás, que ya era conocido, en la etiqueta?Belén: -Eso nos parecía horrible. En vez de verlo como algo fácil, lo veíamos como muy negativo.Nicolás: -Creo que el único vino que compré con ese estatus es el de Francis Ford Coppola. Y no me defraudó. Pero también sé que en Estados Unidos es diferente: la figura sostiene una marca de una manera creíble. En la Argentina o en Europa, confunde. Y no queríamos confundir. Sabíamos que los protagonistas eran la bodega y el vino. Lo tuvimos claro desde el principio. El consumidor tiene que dejarse cautivar por el vino, no por quién está detrás de la bodega. Y creo que es lo que hoy está pasando. El vino ya tiene su nombre, su historia-¿Cuál fue el primer vino que hicieron?Belén: - El primero fue El debut, un blend tinto que hicimos en 2012, con la idea de que fuera un vino para nosotros. Pero después nos juntamos con los chicos que nos asesoraron y nos dijeron: "¿Qué variedades tienen?" Teníamos Malbec, Syrah y un poquito de Cabernet Franc. A partir de ahí empezamos con la bodega Vinos de Potrero e hicimos cuatro vinos.-Belén, vos estudiaste después sommelerie, ¿no?Belén:- Sí, yo me había recibido de periodista en Buenos Aires. Siempre me gustó estudiar, y teniendo la suerte de vivir en Italia y hablando tanto de vino pensé: "¿Por qué no hago un curso de sommelier?". Lo hice en 2014 en Génova, cuando estaba empezando el proyecto. Hice este curso y después un máster en viticultura y marketing del vino en Milán. Lo hice por el proyecto de la bodega, pero también porque me gusta estudiar. Nico no estudió, pero porque a él le encanta leer. Es increíble la cantidad de libros de vino que ha leído y que trae siempre a casa.-¿Las decisiones en torno a la bodega son compartidas?Belén: -Si bien yo la llevo adelante, comparto con él las decisiones. E incluso es un proyecto en el que hay muchas cosas que compartimos con nuestros hijos, como las etiquetas. Ahora estamos con el proyecto de una magnum [botella de 1,5 litros], con una etiqueta un poco especial. Cada vez que sale un nuevo vino es una alegría en la familia, y también en la familia de Vinos de Potrero. Con el equipo estamos todos entusiasmados, es un muy lindo ambiente de trabajo el que logramos armar. Estamos muy orgullosos y contentos.Nicolás:-Estamos donde queríamos estar. A mí me gusta más esa parte de ver un poco más lejos, y noto que hemos sido consecuentes con el plan que teníamos.-Ya llevan diez años, ¿qué tienen en mente para los próximos diez?Nicolás: -Estar mucho más establecidos. Que mucha más gente conozca los vinos. Tenemos además el proyecto que por la pandemia o por una cosa u otra no se pudo dar, que es tener bodega propia para poder recibir a la gente. Nosotros crecimos y aprendimos el mundo del vino con el enoturismo; es una herramienta fantástica. Y después, seguir mejorando. Yo siempre lo jodo a Berni [Bernardo Bossi, enólogo de Vinos de Potrero] y le digo que necesitamos sacar 100 puntos con un vino. Y por último, llegar al volumen de ventas que nosotros queremos. Pero la verdad es que fuimos creciendo año tras año. Fuimos sumando fincas, invirtiendo en infraestructura, comprando barricas, tanques...Belén: -Pensá que empezamos con 22.000 botellas [de producción al año] y ahora estamos en 110.000. Con presencia en más de 10 países. Nuestros grandes compradores, después de la Argentina, son Italia e Inglaterra. Pero también estamos en lugares raros, como Islandia.-¿Cuáles son los vinos que más les gusta tomar?Belén: -A mí me gustan mucho los Barolo de Italia, y también los Franciacorta [vino espumoso de la región de Brescia, Italia]. De la Argentina el Chardonnay, pero también el Malbec y el Pinot Noir.Nicolás: -Sacando los vinos argentinos, me gustan mucho los de estilo Barolo y Borgoña, que tienen complejidad pero son livianos. Esa combinación me gusta mucho. También el Pinot y Cabernet de Estados Unidos, el Priorat de España. Me gusta mucho el Torrontés y los blancos de altura, como los que se hacen con Gewürztraminer...Belén: -Ah, sí, esos también me encantan.Nicolás: -Vivimos un tiempo largo sobre el mar, y en esa época todo era vino blanco. De esos son de los que más me acuerdo.-Nicolás, hoy cuando un futbolista está pensando en sacar un vino, ¿te consulta?Nicolás: -Muchos me consultan. Como el flaco Schiavi, o en su momento cuando salió el del tano Angelici, que incluso me consultó porque necesitaba un poco de uva para comprar. Pero los que me consultan son los que les gusta el vino y los que se quieren meter. No me preguntan los que únicamente tienen en la cabeza un producto comercial. Como siempre digo, yo trato de diferenciarme porque nosotros estamos adentro de verdad en el mundo del vino. Más allá de que Belén lleva adelante la bodega -porque yo trabajo en fútbol y voy a seguir trabajando en fútbol-, lo que hicimos lo hicimos de una manera seria. Esto es un proyecto que empezó hace más de 10 años cuando en 2008 compramos la finca. Lleva ya mucho tiempo, y va a seguir adelante.
Es una bebida sofisticada ideal para celebraciones y sin romper el presupuesto
Esta situación es motivo de quejas desde 2018, cuando una antigua residente describió el ambiente como "irrespirable" debido al olor constante
La joven explicó que el individuo mantenía una mano en el bolsillo, apuntándola como si tuviera un arma
Healthday Spanish
Con la llegada del fin de año, es normal que en algunos países las celebraciones vayan acompañadas de vino de alta gama y esto fue aprovechado por algunos delincuentes para llevar a cabo varias estafas. El tribunal de Bayona, en Francia, desmanteló a un grupo de personas que se dedicaban a venderle botellas de vino a un precio diez veces superior a un grupo de jubilados en las zonas de Landas y los Pirineos Atlánticos.Un hombre de 44 años y su cómplice, que vivían en Ambarès-et-Lagrave, Gironda, fueron condenados a dos años y seis meses de prisión. Así lo informó el medio francés Sud Ouest. El juzgado declaró el pasado 10 de diciembre, que estos dos individuos idearon y ejecutaron la estafa entre los años 2018 y 2021, época en la que adquirieron botellas de vino a bajo costo de mayorista y las revendían entre cinco y diez veces que su precio real, ya que las presentaban como "productos exclusivos".Sus víctimas tenían entre 78 y 98 años, y algunos de ellos llegaron a pagar hasta 14.000 euros por vinos que en realidad eran de poco valor, aprovechándose de su condición.Otra de sus víctimas fue una mujer con Alzheimer que, debido a su enfermedad, no pudo detectar el engaño; pero, gracias a sus vecinos, quienes notaron algunas irregularidades, alertaron a su familia. "La idea de que un individuo haya podido presionar a mi madre, que padece Alzheimer, me resulta insoportable", dijo el hijo de la anciana al tribunal. Durante la investigación, el juzgado informó que fueron aproximadamente 25 personas las que resultaron afectadas con esta modalidad de robo.El sistema que usaron los estafadores para no ser rastreadosEstas personas no actuaron solas. Para encubrir sus acciones y para no ser rastreadas, utilizaron un centro de llamadas en Marruecos y allí canalizaron sus ganancias por medio de nueve empresas diferentes.Por utilizar este modus operandi, las investigaciones no fueron fáciles de realizar. En una ocasión, el abogado de uno de los acusados intentó argumentar que su cliente era un simple repartidor dentro de la red, y que la responsabilidad debería recaer en el call center, encargado de gestionar las ventas telefónicas.El tribunal rechazó esta argumentación y los jueces determinaron que ambos acusados participaron en la estafa y se aprovecharon de la vulnerabilidad de sus víctimas. La justicia francesa los condenó a dos años de prisión y, además, deben indemnizar a sus víctimas por los daños ocasionados.Autor: Wendys Pitre Ariza
No solo es reconfortante durante las frías noches de invierno, también puede mejorar la digestión, fortalecer el sistema inmunológico, reducir el estrés y aportar antioxidantes
Con respecto al consumo de vino a lo largo de 2024 en Argentina, el especialista, Fabricio Portelli, recalcó que, "fue un año difícil, como el vino no es un producto de primera necesidad claramente sufrió las bajas". Leer más
Un recorrido interno por Magia De Uco: cómo la sinergia de un equipo apasionado y la tecnología de vanguardia se unen para redefinir la sostenibilidad y alcanzar una calidad inigualable. Leer más
"No quedó nada. En un rato la piedra, el agua y el viento se llevaron todo". Ayer por la tarde, en Carlos María Naón, en el partido bonaerense de 9 de Julio, la intensa y repentina granizada devastó por completo los cultivos que tenían los hermanos César y Rubén Scasso, como a otros vecinos de la zona. No solo se afectaron los lotes en el campo familiar, también en un establecimiento alquilado. En tanto, todavía no hay una dimensión del daño en toda la región, pero se estima importante.Si bien se esperaba algo de lluvia, nunca imaginaron que en menos de 10 minutos los lotes de trigo que estaba siendo cosechado, algunos de cebada que también quedaba por recolectar, de maíz temprano que venía con buen crecimiento y de soja de primera que ya estaba emergiendo, se destruyeran en su totalidad. Tal fue el grado de asombro para César que, cómo había comenzado a llover más fuerte, decidió regresar con su hijo Mariano para cerrar la tranquera del campo por seguridad porque no iba a poder continuar con la cosecha del cereal. Fue ahí que se enteró en primera persona del daño que había provocado ese feroz fenómeno climático.Santa Fe: balance positivo y una sorpresa para la cosecha de trigoHacía un rato nomás había estado recorriendo los lotes sembrados junto a gente de una cerealera de la zona a quien le compra todos los insumos. Es más, una máquina propia estaba yendo hacia allí para terminar de cosechar el cereal. Si bien el granizo no fue de gran magnitud, lo que influyó en el enorme daño fue la cantidad, con decir que dos horas después todavía había graupel dentro de los cultivos, derritiéndose."Destruyó todo, afectó 70 hectáreas de trigo, unas 40 del maíz avanzado y barrió por completo las 60 hectáreas de soja de primera recién implantadas, también la cebada fue dañada. Y me falta recorrer otros lotes para ver cuánto daño hay en total. Estos dos últimos cultivos hay que resembrar porque no se pueden salvar en absoluto", describió a LA NACION el productor."Que Kicillof frene": presentaron ocho amparos en contra de la fuerte suba de un impuesto en Buenos AiresCon 64 años, Scasso, además de hacer agricultura junto su hermano de socio, hace 40 años es también contratista rural pero en los últimos tiempos, por los ajustados márgenes de rentabilidad, está en retirada y trabaja en su mayoría en el campo propio y en los alquilados a familiares.Contó que en un rato van a llegar al campo los de seguro para evaluar el daño. "Pero no tiene salvación. Nosotros, los productores chicos, que no tenemos espaldas para aguantar una cosa así, no nos queda otra y siempre contratamos un seguro por lo menos para asegurar los costos y poder seguir en la próxima campaña. Sumado a que venimos de tres años desastrosos, con secas tremendas y que luego nos agarró el tornado que hubo en el partido. No hay número que dé con las retenciones, encima si no tenés un buen rinde, es imposible pelearle a los números. Nosotros venimos zafando con los animales que venimos engordando todos los años. Ahora, todo lo que pusimos lo perdimos, más allá que recuperaremos algo del seguro. Venimos parejito para atrás. Seguramente, el Gobierno va a leer esta nota y nos van a devolver las retenciones", ironizó."Tras años de seca, teníamos dos salidas: que Milei saque las retenciones o tener una buena cosecha. Lo primero ya es puro cuento por lo que apuntábamos a tener una buena campaña con un clima que acompañe pero de repente nos pasa esto. Aparte, acá hay un montón de esfuerzo y de laburo que no lo recuperás con nada. Solo de insumos llevamos US$35.000 en la cuenta de la planta de ACA", agregó.Frente a ese escenario lamentable, decidió hacer un video para compartirlo con la gente que dos horas antes había recorrido pero rápidamente se viralizó por las redes sociales. Mientras grababa y mostraba el feroz daño en las plantaciones, satirizó: "Acá estamos mostrando un poquito la pedrada que cayó y no dejó nada. La soja de primera no sirve ni para espiar, el maíz no sirve más tampoco y al trigo que está al lado también lo golpeó bastante. Todas las deudas a pagar. Una buena pedrada para festejar y para tomar un buen vaso de vino".Y así, anoche llegó a su casa, agarró de la alacena una pequeña copa de vidrio, se sirvió de una botella abierta un poco de vino tinto y se sentó a reflexionar lo que había sucedido, porque hoy ya todo tenía que estar en marcha.
Trapiche sorprendió a los asistentes con una propuesta que unió la esencia de la tradición argentina con varietales de alta gama y la pasión por el deporte al más alto nivel
Mientras las ventas internas siguen cayendo, impulsadas por una fuerte baja en formatos tradicionales como el Tetra Brik y la damajuana, las exportaciones ofrecen un respiro al sector
El frío y la amplitud térmica, las heladas, el suelo, y los vientos, son todo un desafío para los productores. Pero en Chubut florece el sector, con vinos exclusivos. Cómo es la bodega más austral y helada del mundo.
Diez años atrás, la prestigiosa revista Decanter publicó como título de portada "Los nuevos tintos estrella de la Argentina", haciendo referencia a una variedad que comenzaba entonces a hacerse un nombre. Por aquel entonces, solo había 750 hectáreas de Cabernet Franc plantadas en la Argentina (contra las más de 38.400 del Malbec), y sin embargo en esa época los tintos argentinos elaborados con esta variedad ya comenzaban a destacarse ante los ojos de la crítica internacional.En los últimos 10 años, el Cabernet Franc explotó. Según estadísticas del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), la superficie plantada se incrementó un 131,8% desde 2015, sumando más de 1000 hectáreas, y convirtiéndola en una de las cuatro variedades que más creció en la última década. En cuanto a las ventas, destacó el INV, "las exportaciones han crecido 612,9% en los últimos 10 años y las ventas en el mercado interno aumentaron 585,3% en el mismo período".¿Cuál es la fortalece del Cabernet Franc? "Tiene similitudes con el Malbec: no en los sabores pero sí en el comportamiento. Es la zona la que le da el carácter al vino hecho con Cabernet Franc, y dependiendo de la zona es el tipo de vino que sale. En otras palabras, es una variedad transparente al terroir, con la que podés embotellar el paisaje en la botella. Algo muy distinto a lo que sucede con el Cabernet Sauvignon, donde la variedad es más fuerte que la zona en el carácter del vino", explica Alejandro Vigil, enólogo de El Enemigo Wines y Catena Zapata, que obtuvo en 3 ocasiones 100 puntos de la crítica internacional con sus Cabernet Franc."El Cabernet Franc empieza a elaborarse en Argentina como cepa que intervenía en los blends de tintos, haciendo referencia a los vinos bordeleses. Luego, de a poco, las bodegas se animaron a ponerlo en sus etiquetas como cepa única y hoy la mayoría de las bodegas lo tienen incorporado en una o más líneas de vinos", cuenta Andrea Ferreyra, jefa de enología de La Celia, primera bodega argentina que sacó un vino varietal de Cabernet Franc.Estilo y escasezLa inevitable comparación con el Cabernet Sauvignon surge de cierto parecido entre ambos vinos, así como también de que este es resultado del cruce entre el Cabernet Franc y el Sauvignon Blanc. El Franc tiende a ser más delicado que su hijo: suele tener menos cuerpo y menos color que el Cabernet Sauvignon, pero es más fresco y más expresivo en aromas.Por otro lado, la escasez -pues más allá de su crecimiento sigue siendo de poco volumen su producción- combinada con la alta calidad de los vinos que se pueden obtener con esta variedad ha llevado a que la gran mayoría de los Franc argentinos tenga un precio elevado.... o muy elevado. Aun así, es posible encontrar etiquetas a precios razonables, algunas incluso accesibles.Para los que quieran ingresar a este mundo (y no invertir mucho), conviene ir por dos Franc de gran relación precio-calidad, los mendocinos Salentein Numina Cabernet Franc 2022 ($19.900) y La Celia Elite Cabernet Franc 2023 ($20.500). Algunas etiquetas clásicas, de esas que tienen consistencia a través de las añadas, son las siguientes: Lagarde Guarda Cabernet Franc 2021 ($27.000), Escorihuela Gascón Pequeñas Producciones Cabernet Franc 2020 ($20.150) y Argento Single Vineyard Finca Agrelo Cabernet Franc 2021 ($25.600)Un distinto, el único Salteño de los recomendados es el El Esteco Fincas Notables Cabernet Franc 2020 ($37.736), que ya abre paso a la súper alta gama, con grandes tintos de guarda. Ahí están el Rutini Single Vineyard Gualtallary Cabernet Franc 2018 ($46.500), el Angélica Zapata Alta Cabernet Franc 2020 ($34.650) y el Franc que cambió la historia de esta cepa en la Argentina Gran Enemigo Single Vineyard Gualtallary 2021 ($60.100).Beber con moderación - Prohibida su venta a menores de 18 años
Este jueves 28 de noviembre, Buenos Aires será testigo de un acontecimiento histórico para el mundo del vino: Wine 2 Wine, un evento que reúne por primera vez a Paul Hobbs y Michel Rolland, dos de los enólogos más influyentes del planeta. El escenario elegido, el Faena Art Center, será el punto de encuentro para celebrar el legado y la visión de quienes marcaron un antes y un después en la historia reciente del vino argentino.A finales de los años 80, cuando el vino argentino era prácticamente invisible en el escenario internacional, Hobbs y Rolland llegaron al país como asesores de bodegas locales. Más que consultores, se convirtieron en agentes de cambio. Paul Hobbs, trabajando para Catena Zapata, introdujo las primeras barricas de roble francés y fue pionero en fermentar un vino blanco en roble en Argentina. Fue un hito en la producción vitivinícola. Por su parte, Michel Rolland no dudó en señalar que los vinos argentinos de la época no estaban a la altura para exportar, pero no se limitó a la crítica: compartió su conocimiento y se convirtió en un aliado clave para transformar la calidad y el enfoque de los vinos locales."Ambos vieron en el Malbec y en los terroirs argentinos un potencial que los bodegueros locales no lograban identificar", reflexiona Fabricio Portelli, crítico y moderador de este evento único. "No solo dieron mensajes claros, sino que lideraron con el ejemplo, invirtiendo recursos y apostando por la Argentina", agrega. Hobbs fundó en 1998 Viña Cobos, mientras que Rolland impulsó el emblemático proyecto Clos de los Siete y adquirió el viñedo Val de Flores en Vista Flores. En sus trayectorias dejaron una marca indeleble que hoy posiciona al vino argentino, y en especial al Malbec, como un referente mundial.Un recorrido sensorial únicoWine 2 Wine ofrecerá una masterclass irrepetible, en la que Hobbs y Rolland guiarán personalmente a los asistentes a través de seis vinos seleccionados que narran su legado y visión. La cata comenzará con el Vinculum Chardonnay 2023, un vino que representa la evolución de esta cepa en Argentina, impulsada desde sus inicios por Hobbs. Seguirá con el Clos de los Siete 2021, símbolo del emprendimiento vitivinícola más importante del mundo, y el Mariflor Merlot 2022, un homenaje a las raíces francesas de Rolland y a su maestría con una de las cepas más nobles.La experiencia continuará con el Bramare Cabernet Sauvignon 2020, una muestra del dominio de Hobbs sobre esta variedad tanto en Mendoza como en California. Para el cierre, dos Malbec excepcionales reflejarán la evolución de la cepa insignia de Argentina: el Viña Cobos Chañares Estate 2019, con el sello único de Hobbs, y el Val de Flores 2020, un testimonio del terroir de Vista Flores según la visión de Rolland. "Estos vinos, presentados juntos y por ellos mismos, hacen que esta degustación sea imperdible", asegura Portelli.Más que un evento, una celebración del vinoLa jornada no termina con la masterclass. El encuentro continuará con un cóctel en el salón principal del Faena Art Center, donde los asistentes podrán degustar vinos especialmente seleccionados para la ocasión, en un ambiente diseñado para compartir impresiones y conectar con otros amantes del vino.Finalmente, la velada culminará con una cena de pasos maridada, donde seis vinos, tres de cada bodega, acompañarán platos creados especialmente para resaltar sus características únicas. El cierre, acompañado por música en vivo, promete ser una celebración a la altura de dos figuras legendarias de la enología.Una oportunidad irrepetibleWine 2 Wine es un homenaje a quienes vieron en el Malbec y en Argentina un diamante en bruto que supieron pulir con trabajo, visión y pasión. Las entradas, disponibles exclusivamente en bit.ly/3BqhOzV, ofrecen la posibilidad de formar parte de una noche que promete quedar en la historia del vino argentino.
CÓRDOBA.- Aunque le queda algo de tonada, el cordobés Ricardo Fernández Núñez ya lleva casi 30 años haciendo negocios en Ucrania. Llegó al este europeo en los '90 y, después, se dedicó a los vinos. Su nombre trascendió al inicio de la pandemia porque colaboró con la repatriación de argentinos que quedaron varados en Ucrania, donde su empresa tiene viñedos. Al cumplirse un año de la invasión de Rusia a ese país, en febrero de 2023, sacaron el primer vino a la venta. "Estamos haciendo muy poco, unas 20.000 botellas anuales -cuenta a LA NACION-. Ya tenemos vendida la cosecha que recién termina. Hemos vuelto a poner al país en el mapa mundial del vino"."Big Wines Big Art" Cosecha 2020 Edición Limitada ganó el Oro en el concurso Mundus Vini 2023. Fueron 1.000 botellas numeradas que reproducen en su etiqueta la obra "Despertar", del artista Ivan Marchuk, "considerado el 'nuevo Picasso, mundialmente reconocido", dice Fernández Núñez. Comenta que el Banco Central ucraniano usó la misma obra en una moneda. "Fue un homenaje que hicimos a la resistencia del pueblo; Marchuck nos cedió los derechos", precisa.Vinos de La Luz produce en Valle de Uco (Mendoza), Ribera del Duero (España), Siena (Italia) y en la zona de Odesa, en Ucrania apuesta también al sector en Ucrania. "En la Argentina somos el vino de Mirtha Legrand y Juana Viale", dice en referencia a que acompañan las mesas de Canal 13. Además de producir, también son importadores. En Ucrania es el mismo modelo. Cada bodega del grupo tiene sus propias marcas, siempre con el concepto de "la luz".El primer vino ucraniano que elaboraron es un monovarietal de Odesa Black, uva autóctona de la zona de Odesa. "Representa el terroir y a eso apostamos", añade el empresario, quien aclara que también están haciendo otras variedades.Él mismo y unas 17 familias de los empleados del grupo dejaron Ucrania cuando empezó la guerra: "Pudieron salir con el estatus de residente, pero al poco tiempo empezaron a volver. Los que se iban eran las mujeres y los chicos, los hombres no podían. Hubo desplazados internos y unos siete millones de exiliados. El plan de (Vladimir) Putin era llegar, tomar el país y poner un gobierno adicto en pocos días. En eso fracasó y por eso empezamos a regresar".Fernández Núñez vive entre Ucrania y en España, un esquema que ya tenía antes de la guerra. "Siempre fuimos importadores netos en Ucrania, pero decidimos lanzar nuestro primer vino cuando se cumpliera el primer año de la invasión. Hay una connotación más, ya que antes se importaba todo, y ahora hay un resurgir de los pequeños productores que cubren en parte lo que antes venía de afuera", precisa.Integrante de varias cámaras y organizaciones vitivinícolas a nivel internacional, subraya entre los logros que Ucrania volvió a ser miembro pleno a la Organización Mundial del Vino; en la Universidad de Kiev pusieron en marcha una maestría en vinos y en la de Odesa, una tecnicatura en enoturismo y somelier."Esponsoreamos esas actividades con la convicción de que hay que educar a la gente para el momento de la paz, para cuando vuelvan todas las actividades -relata-. Atrás de las guerras siempre un plan Marshall. Los países de la Unión Europea tienen el compromiso de ayudar a reconstruir las ciudades cunado esto termine".Sostiene que hay varias zonas del país en las que "se sigue trabajando; cuesta mucho más porque hay cortes de luz, hay muchos generadores en las calles, hay restricciones de energía en los centros comerciales. Por la noche se escuchan los bombardeos. Convivir con la guerra es un ejercicio de supervivencia. Como observador, no como militante, estoy persuadido de los ucranianos no se van a rendir".
El Día del Vino Bebida Nacional se conmemora cada 24 de noviembre en honor a destacar la producción de esta insignia argentina. La jornada busca celebrar el rol de todas las personas que pertenecen a la industria vitivinícola en el país e incentivar el cultivo de uva en toda la región. La Argentina es conocida por la elaboración del Malbec, producto que se exporta a 127 países del mundo.Fue el 2 de agosto de 2013, mediante la proclamación de la ley 26.870, que se declaró al vino argentino como bebida nacional.La producción vitivinícola ArgentinaDe acuerdo al Gobierno Nacional, la Argentina tiene un total de 223.585 hectáreas cultivadas con viñedos, lo que representa el 3% de la superficie mundial. De esta manera, el país se posiciona como el quinto productor de vinos en el mundo. Si bien esta actividad se encuentra mayormente asociada a Mendoza, la fabricación de esta bebida se extiende desde Jujuy a Chubut, lo que da un total de 19 provincias. Asimismo, el Ministerio de Cultura indica que existen más de 17.000 productores, 23.931 viñedos y 900 bodegas activas. La cultivación y elaboración de vinos abarca a más de 106.000 empleos directos y 280.000 indirectos.La cepa Malbec se posiciona como una de las más importantes de la nación, con más de 43.000 hectáreas de cultivos. Es una de las propuestas más populares en el mercado internacional, que se exporta cada año a países como Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Brasil y Países Bajos.La fabricación de vinos comprende una amplia variedad de uvas, que le otorga su nombre al producto. Si bien el Malbec, el Chardonnay y Cabernet son las más conocidas, la Argentina cuenta con un amplio catálogo para degustar.A continuación, un listado de los mejores vinos que se producen en el país.MalbecEs, sin dudas, la uva argentina por excelencia, famosa por su cuerpo medio, color intenso y sabor a taninos suaves y frutos rojos. Sus orígenes se remontan a Francia, pero con su llegada al país en el siglo XVIII, se popularizó y posicionó como el principal vino de la nación. Su producción se centra principalmente en Mendoza, la Patagonia y Salta, concentrando el 22,9% del total de vid del país y el 41,5% de las variedades tintas. Es ideal para acompañar carnes asadas y quesos curados.BonardaPertenece a la variedad de vinos tintos, con claras notas de cereza y ciruela, que lo distinguen del malbec. Este tipo de uva se cultiva en Mendoza, San Juan y ciertas regiones del sur argentino. La bonarda proviene de la región norte de Italia y obtuvo mayor reconocimiento en el país en las últimas décadas. En 2022 se cultivaron 1.816.353 quintales, que se refiere al 9,4% de la cosecha total.Cabernet SauvignonEs una de las variantes más intensas, que logra un sabor definido y cuerpo pleno, con las frutas negras, taninos y especias. Su uva se adapta muy bien a diferentes tipos de clima, por lo que se cultiva en diferentes regiones del mundo. Su maridaje ideal combina las carnes rojas, el cordero asado y quesos añejos.MerlotEste vino tinto aporta un sabor suave, que se da por sus bajos niveles de taninos y las notas de ciruela y chocolate. Su producción se centra en Mendoza y San Juan, y resulta una alternativa ideal para quienes deseen una bebida que se adapte a diferentes situaciones y paladares.SyrahOriginario de Francia, es conocido por su profundidad y sabor ahumado, producto del uso de la pimienta y moras. Posee un cuerpo de medio a pleno, por lo que es ideal para acompañar comidas especiadas y platos de carne.ChardonnayEs una de las variedades de uva blanca más populares en el país, conocida por su producción en Mendoza, principalmente en el Valle de Uco. Aporta un gusto frutal, que combina la manzana y durazno, con un cuerpo medio que lo convierte en una bebida fácil de tomar, ideal para acompañar pescados y mariscos.Sauvignon BlancEs otra de las alternativas de vino blanco, conocida por sus notas cítricas y herbáceas, que asemejan un estilo tropical. Su elaboración se extiende de Salta a Mendoza y ciertas regiones de la Patagonia. Es una buena opción para acompañar quesos frescos y vegetales.TorrontésLas provincias de Salta, La Rioja y San Juan son las encargadas en cultivar esta uva blanca, una de las autóctonas del país. El producto final es floral, dulce y fresco al paladar, que resulta versátil para acompañar diferentes preparaciones como sushi, platos picantes o comidas típicas de la región.TempranilloTambién conocida como cencibel, es otra de las variedades de vino tinto, que proviene de España y se produce en Mendoza, San Juan y Río Negro. La influencia de la Patagonia se encuentra en su composición, que destaca notas de frutos rojos y taninos suaves.Malbec RosadoSi bien no es de las más populares en el país, se trata de un vino rosado fresco y ácido. Posee un cuerpo ligero y notas dulces, producto de los frutos rojos de su composición. Se produce principalmente en la región del Cuyo y es ideal para preparar aperitivos de verano, acompañar ensaladas y pescados.Día del vino - Mendoza
Una bebida emblemática por su peso cultural y económico en el país que se produce en 19 provincias.
Un pequeño fragmento de roca encontrado en un campo en Gloucestershire, Reino Unido, podría contener información vital sobre los orígenes de la vida misma.El fragmento cruzó todo el espacio, atravesó nuestra atmósfera y aterrizó en la Tierra como un meteorito
La IA propone los mejores maridajes para destacar el sabor único de cada plato típico argentino.¿Con qué acompañar un asado o el clásico postre vigilante? Encontrá el vino ideal para cada ocasión.
Pero la cantante admite que se convierte en una borracha "malvada" y peleadora si se toma sólo tres tequilas."Soy británica y puedo beber hasta que cualquiera se quede sin dinero"
Antonio Dimare tiene 81 años. Llegó al país en 1957 desde el sur de Italia, sin saber hablar español, cuando tenía solo 14. Vino con su familia huyendo de las dificultades de la posguerra, sin nada pero cargado de esperanzas. Aunque vivió aquí por más de sesenta años, su acento aún refleja sus raíces. En su infancia, en Brienza, no tuvo juguetes, pero eso no le impidió construir, con esfuerzo y visión, un imperio de juegos y sueños. Primero con la ayuda de sus hermanos y hoy, junto a sus hijos, dirige Juguetes Rasti Sociedad Anónima, la empresa que él mismo fundó y que ha dejado su huella en la vida de muchas generaciones."Vinimos en el Conte Biancamano, un barco muy lindo, especialmente para nosotros que no habíamos viajado nunca. La verdad es que los chicos â??mis hermanos Alfredo, José y yoâ?? no teníamos idea de hacia dónde íbamos, y creo que mis padres, Cataldo y Teresa, tampoco lo sabían del todo. Íbamos 'a la América', sin hablar español y ni siquiera italiano porque hablábamos dialecto. Lo único claro era que las posibilidades de trabajo y progreso en nuestra tierra eran ínfimas. En el barco, un señor me preguntó dónde iba y cuando le conté que viajábamos a Buenos Aires me dio una tarjetita y me dijo que si necesitaba trabajo él me conseguía", cuenta a modo de introducción Antonio.-¿Por qué Buenos Aires?-Acá estaba mi hermana mayor, ella había venido unos años antes y nos incitó a que viniéramos. Cuando llegamos fuimos a vivir a la casa de ella que vivía en Hurlingham, se había casado y ya tenía una hija. Esos fueron los primeros pasos.-¿Qué pasó cuando llegó a Buenos Aires?-A los seis o siete meses dejamos la casa de mi hermana y nos mudamos a Lugano, Capital Federal. Mientras estuvimos en Hurlingham trabajé unos meses en una fábrica que hacía broches para agarrarse la ropa y no mancharse con la bicicleta. Y también fui a visitar Salvador Garófalo, el señor que me había dado la tarjeta en el barco.-¿Y qué le propuso?-Primero, me ofreció trabajar en el correo, pero para eso necesitaba obtener la ciudadanía argentina. Como alternativa, me recomendó para un puesto en Eduardo Sport, una tienda de indumentaria deportiva muy conocida en ese entonces, ubicada sobre la avenida Santa Fe, en Palermo. Ahí me encargaba de colocar las etiquetas con los precios. Aprendí muchísimo y me sentí muy a gusto durante mi tiempo allí.-¿Terminó el colegio?-Sí, pero en la escuela nocturna. Cuando llegué, me ubicaron en séptimo grado, aunque en Italia ya había completado el equivalente a tercer año. Como no conocía el idioma, me asignaron a séptimo. Al principio, viajaba desde Hurlingham hasta la esquina de Boedo y San Juan para terminar la primaria y la secundaria en la escuela nocturna.-¿Cuánto tiempo estuvo en Eduardo Sport?-En Eduardo Sport estuve tres años, me querían y yo quería mucho ese trabajo, pero un día le dije a mi mamá que quería conseguir otro trabajo y renuncié, pero era mentira, yo no quería otro trabajo, lo que quería era hacer algo por mí cuenta. Entonces, en lugar de buscar trabajo buscaba algún negocio, algo propio.Del almacén a los juguetesAsí fue como Antonio encontró un almacén en venta en su barrio: "Estaba muy cerca de casa y tenía un precio muy bajo, pero no entraban ni los perros. Me ayudó mi familia. Fue así que compramos el almacén en el que también trabajaba uno de mis hermanos. Vendíamos de todo: leche, vino, pan, facturas... y los domingos también ofrecíamos pastas frescas que comprábamos en una fábrica de pasta del barrio", dice.-¿Cómo siguieron?-Cuando vimos que las pastas se vendían muy bien pensamos que sería bueno diversificar el negocio y comprar una fábrica de pastas frescas. Con esa intención y con los clasificados del diario bajo el brazo fuimos con mi hermano a ver una, pero no nos gustó nada, las máquinas eran viejas y estaban sucias... Entonces dijimos "esto no es para nosotros", pero como los avisos venían ordenados alfabéticamente el aviso siguiente decía "fábrica de plásticos". Con mi hermano nos miramos y fuimos.Antonio y su hermano caminaron unas cuadras hasta encontrar la fábrica que salía en los clasificados: "En realidad, era un tallercito al fondo de una casa y una pareja grande, aunque más jóvenes de lo que soy yo hoy. Cuando mi hermano y yo vimos lo que hacían, nos entusiasmamos de inmediato"-¿Qué hacían?-Con un polvito, que era urea y unas prensas hacían unos platitos y tacitas que después decoraban a mano y hacían un jueguito de té para las nenas. También hacían la tetera y la azucarera. Nos entusiasmamos y compramos... Así fue nuestro "gran plan de negocios" para entrar en el rubro de juguetes. Yo tenía 22 años.Para ese entonces Antonio ya había conocido a Fulvia, su mujer en un baile de carnaval en un club italiano. La joven era oriunda de Trieste, del norte de Italia: "Siempre digo que nos conocimos doblando el mapa. Yo soy del sur y ella es del norte. Estuvimos siete años de novios y en febrero de 1969, nos casamos. Tuvimos cinco hijos... siempre dijimos que queríamos tener muchos hijos""No me daba el cuero"En los comienzos la empresa se llamaba "Plástico Bar" por el apellido de la familia a quienes compraron la fábrica. "Para empezar, fue un lindo primer paso, nos fue bien. Fuimos evolucionando con esos plásticos, pero los inicios fueron duros: no teníamos capital y lo que ofrecíamos tampoco era la innovación del juguete...", cuenta.-¿Cuál era el trabajo de usted en la fábrica?-Trabajaba con mi hermano más chico, porque el mayor se quedó en la fiambrería. Atendía clientes, realizaba las entregas, un poco de todo... Al principio, usábamos un plástico rígido y en desuso, pero con el tiempo fuimos evolucionando hacia materiales como el polietileno, poliestireno y polipropileno, que son inyectables y permiten crear piezas mucho más atractivas.Las crisis y la separaciónAntonio cuenta que la empresa creció de manera lenta pero constante, y adoptó el nombre de "Dimare Hermanos". Sin embargo, llegó el momento en que tuvieron que enfrentar su primera crisis económica en el país. "Recién ahora me doy cuenta de que fue una crisis, porque en ese momento hicimos manotazos de ahogado. Con la apertura de Martínez De Oz empezaron a llegar los productos importados y no se vendía nada".-¿Y qué hicieron?-A mi siempre me gustaron los ladrillos de juguete. Eran una pasión, sentía que para los chicos era un juguete muy didáctico. En ese tiempo Rasti, que ya estaba en el país, se quiso retirar y yo quise comprarla, pero no me daba el cuero. Entonces, empezamos a fabricar nosotros los ladrillitos que siempre había tenido en mente. Contratamos un matricero para elaborarlos y los llamamos Plastiblock: el juguete pensado para chicos que piensan. Y me dedicaba a trabajar, de la mañana a la noche.Cuando Antonio comenzó a fabricar los ladrillitos, los tres hermanos ya trabajaban juntos en la empresa, y la fiambrería había quedado atrás. "Con los Plastiblock empezamos a crecer; los juegos de té ocupaban demasiado espacio y dejaban poca ganancia. Podías llenar una camioneta con cajas y cuando facturabas eran chauchas y palitos. Competíamos con Rasti, que enseguida desapareció, y también con "Mis ladrillos", que estaban desde antes en el mercado con sus ladrillitos de goma", dice."En los 90, cuando llegó Menem a la presidencia, no se vendía nada nacional, todo era importado. Entonces me reuní con mis hermanos y les conté que había decidido viajar el mes próximo a China para ver con qué podíamos complementar nuestros ladrillitos. Alguna lucecita, un motor... algo. Y ver si encontraba algo también para implementar en nuestra línea para bebés. Algo para modernizarnos. Cuando llegué allá encontré un montón de cositas para sumar a nuestras líneas, pero también vi muchos de juguetes que estaban muy buenos. Traje dos o tres containers de juguetes, además de las lucecitas y motorcitos que cuando llegué se las entregué al matricero para ver qué se podía hacer", agrega.-¿Y qué pasó?-Empezamos a vender los juguetes que había traído y fueron un éxito, volaron... Y el matricero todavía está mirando las lucecitas [risas]. Desde ese momento, tapamos las máquinas y empezamos a importar. Al principio fue algo muy modesto, traíamos lo que no fabricaban los colegas acá, pero al final, lo que había y nos gustaba lo traíamos. Crecimos mucho aunque tampoco fue fácil: una cosa es fabricar y otra es buscar un surtido que tenga salida acá.-Siempre en compañía de sus hermanos...-Sí, hasta que en 1998 que nos separamos.-Estuvieron muchos años juntos, ¿cómo fue la separación?-Fue una separación 90 por ciento consensuada. Digo 90 porque quedamos en una muy buena relación, pero en una separación siempre hay roces después de 30 o 40 años de haber vivido y trabajado juntos no es fácil. Pero estábamos en un momento que había que hacerlo, cada vez se volvía más difícil administrar la empresa y era algo que me tocaba a mí. Mi señora siempre me apoyó en la decisión y la idea era ver que no hubiera peleas ni discusiones.-¿Y su madre?-Mi mamá siempre fue una gran directora. Desde los tiempos en que teníamos el almacén, nos decía: "Ustedes tienen que fabricar algo". Ella como sabía coser, solía decirnos: "Aunque sean las ballenitas de la camisa". Tenía esa visión, por eso cuando nos separamos con mis hermanos yo tenía temor de su reacción. Me tocó a mí contarle la noticia y lo tomó bien, con tranquilidad. Lo único que me dijo fue "no se peleen". Y no lo hicimos.-¿Cómo lograron ponerse de acuerdo?-Separamos lo que teníamos en tres partes. Dejé que mis hermanos eligieran primero cuál de las tres cosas querían hacerse cargo. Me reuní con mis hijos y les dije que a mí me interesaba la empresa solo si ellos querían seguir conmigo y mis hijos me apoyaron. Para entonces el mayor era quien me acompañaba a China, ya conocía del negocio. Cuando me hice cargo de la empresa ellos entraron como accionistas, les cedí una parte de la empresa.Segunda generación: la llegada de los hijosTras la salida de los hermanos de Antonio de la empresa empezaron a trabajar sus hijos. "Primero entraron los cuatro varones y más tarde Sabrina, la menor. Cada uno de los chicos tomó un lugar distinto y fueron absorbiendo mis actividades. Me preguntaban: 'Papá, ¿cómo hacés esto?'. Después me mostraban cómo lo hacían ellos con su computadora y como yo veía que lo hacían mejor les decía 'Bueno, ahora hacelo vos'".-Imagino que ellos eran más jóvenes, profesionales, llegaban con ideas nuevas y otras formas de trabajar.-Sí. Mi tercer hijo, Sergio, asumió la responsabilidad de la producción. Sin embargo, yo notaba que, aunque venía a la empresa, rara vez bajaba a la fábrica. Yo había pasado años entre las máquinas, y me costaba entender su forma de trabajar. Pero él había organizado todo de manera que le permitía planificar las operaciones, dar instrucciones claras y delegar tareas al final, su método resultó más efectivo que estar encima de quien está trabajando.-Pero usted logró adaptarse.-Al principio te cuesta porque desconfías de todo y pensás: "¡¿Este va a manejar la fábrica desde la oficina?!". Pero todos fueron demostrando que había otra manera de hacer las cosas y que también era válida.Otra vez la crisis y el regreso de la fabricación"Después de que ingresaron mis hijos tuvimos dos o tres años más de importación hasta que explotó todo. Otra vez la crisis. La empresa quedó llena de mercadería de mucho valor porque el dólar se multiplicaba casi por cuatro, era imposible vender algo... Estuvimos los primeros seis o siete meses del año 2002 sin vender nada. La gente no nos pagaba y algunos, los más honestos, nos devolvían la mercadería", dice.-¿Cómo salieron adelante?-Volvimos a fabricar. En el mercado empezaron a aparecer productos del día de la escarapela y nosotros nos sumamos. Ahí fue muy importante el rol de mis hijos. Volvimos a fabricar la línea para bebés, Bimbi, y a Daniel se le ocurrió algo que fue fundamental: agregarle un librito que estaba dirigido a las madres con consejos y se llamó "Mi bebé". Eso pegó muchísimo porque la gente se llevaba el juguete por el librito. También lanzamos otra vez nuestros ladrillitos, los Plastiblock, aunque ahí hubo cruce con los chicos.-¿Por qué?-Ellos sostenían que había que cambiar el nombre de la marca porque era demasiado largo. Pero yo insistía era mi única marca que era conocida en el mercado, pero ellos me decían que no la conocía nadie y que necesitábamos un nombre más corto. Además yo pensaba "¿Estos me vienen a cambiar la historia?". Finalmente accedí y así nació Blocky. Durante esas discusiones de negocios les conté a mis hijos que yo, muchos años atrás, había querido comprar Rasti.-¿Cuál fue la reacción?-El menor de mis hijos, Gabriel, me dijo en broma: "Viejo ya no hacés nada, por qué no buscás dónde están las matrices de Rasti". Y a mi eso me quedó... Era un desafío y además yo había estado caliente 30 años por tener esa matriz y eso fue como la chispa.Rasti es mucho más que un juego de construcción; es una historia que conecta continentes y décadas. Su origen se remonta a la empresa familiar alemana Modellspielwaren Dr. Hasel & Co., con sede en Reichartshausen, Baden-Württemberg. En 1968 la familia alemana Müller comenzó a comercializar desde la planta industrial de Knittax, en Villa Martelli, Buenos Aires los juguetes. En 1973 Rasti exportó 26 toneladas de ladrillitos hacia Canadá desde la Argentina. En 1979, la empresa brasileña Hering trasladó las matrices de Rasti a Brasil, marcando un nuevo capítulo para estos icónicos ladrillos de construcción.-¿Y las encontró?-Lo primero que hice fue hacer algunos llamados, incluyendo a un excolega, fabricante de juguetes que estaba viviendo en Brasil. Lo último que sabía era que las matrices de Rasti habían terminado en ese país. Al parecer, cuando los alemanes de aquí quebraron, enviaron las matrices a algún conocido en Brasil. Mi colega me dijo que el país era enorme y que no tenía idea, pero yo insistí con que, si llegaba a enterarse de algo, me avisara, y cada tanto lo llamaba para recordárselo. Pasaron un par de años, hasta que un día me llamó: "Las encontré", me dijo. Y salí para allá.Antonio cuenta que las matrices de Rasti fueron a parar a Blumenau, un municipio situado en el estado de Santa Catarina, sur de Brasil. "Viajé con mi hijo Sergio y fuimos a ver si estaban ahí las bendita matrices. Las tenía un fabricante de instrumentos musicales, las matrices estaban en un rincón sin uso. Cuando la vi traté de ocultar mi emoción, me hice el difícil y dije que me interesaban. Empezamos la negociación y me volví con el negocio acordado.-¿Cómo impactó la noticia en la familia?-Cuando las matrices llegaron al país, en 2005, yo estaba como un nene con el chiche que había deseado durante 30 años...Yo me quería poner a producir pero mis hijos me frenaron. Ellos me decían que había que hacer un estudio de mercado y yo les respondía que hacía 50 años que venía fabricando juguetes y jamás había necesitado de uno y ni siquiera sabía lo que era.-¿Y cómo lo resolvieron?-Los chicos trajeron a un profesor de la facultad que me explicó toda una historia de cómo lanzar el producto, cómo hay que hacer el estudio de mercado, que cámara Gesell... Yo lo escuchaba y pensaba "este está loco". Cuando terminó le dije: "todo muy lindo pero es puro piripi". Pero los chicos insistieron, decían que lanzar a Rasti podía canibalizar a Blocky, que en ese momento se vendía muy bien... Así que cedí, hicimos el estudio de mercado. Gracias a Dios que lo hicimos porque si lo hubiese lanzado como yo pensaba no hubiese tenido el éxito que tuvo. Rasti salió a la venta, dos años después, en 2007."El protocolo familiar"-Trabajar en familia debe tener sus complejidades... ¿Cómo manejan las diferencias y los roces entre hermanos?-No, ellos fueron siempre muy unidos. El único adversario creo que fui yo... pero bueno prefiero que así haya sido. ¿Qué hago? Casi nada [risas]. Soy el presidente, pero hacen casi todo los chicos. A raíz de la pandemia me mal acostumbré, me pusieron la computadora en casa y ahora vengo solo los martes y viernes a la oficina.Interviene Daniel (54), el hijo mayor de Antonio que trabaja desde muy joven en la empresa: "En mi caso, y pienso que también en el de todos mis hermanos, reconocemos y valoramos la experiencia y trayectoria de papá. A eso, nosotros le sumamos lo que aprendimos en la facultad y nuevas ideas. Nosotros nos llevábamos bien acá en la empresa y afuera. Desde hace dos años a papá se le ocurrió empezar a ir unos días todos juntos de vacaciones con nuestras familias y cerramos por una semana la fábrica. Somos 24. Y lo que nos sorprendió es que ni los chicos se pelearon. Tenemos la bendición de que todos nos llevemos bien"-¿Cómo hacen para lograrlo? ¿Hay una receta?-Creo que todo hay que reconocérselos a mis viejos. Mi mamá nos crió prácticamente sola porque papá trabajaba todo el día, de 8 a 10 de la noche. Y después el ejemplo, porque mi viejo se separó de los hermanos y no se pelearon. Nosotros ya previmos esa situación, tenemos un "Protocolo familiar".-¿Qué es un Protocolo familiar"?-Es un documento donde se establecen las pautas de la empresa familiar y la vida empresaria. Y es para evitar roces en el futuro. Desde qué pasa cuándo se muere el fundador o se fija que podemos solo trabajar en la empresa los parientes de sangre, no los políticos. Hasta fijamos qué pasa si mi hermana, el día de mañana tiene hijos y decide trabajar menos, cuánto va a cobrar o qué pasa si alguno se quiere ir, cuánto va a valer su parte. Es como la Constitución de la empresa. El protocolo familiar se elabora durante un año, se redacta y luego se expone a toda la familia. Entonces, por ejemplo, mi mujer ya sabe que acá no pueden entrar a trabajar familiares políticos, por lo que si mi cuñado se queda sin laburo nadie va a decir "dale un trabajo de chofer a fulano" y la empresa se termina convirtiendo en una bolsa de trabajo y después empiezan los roces. Fue una idea de mi hermano, Fabián. En la empresa cada uno tiene un rol y no se superponen.-Antonio, ¿alguna vez pensó en dejar todo, tal vez regresar a Italia?-Mi cuñado volvió, pero yo no. Jamás. Fui un millón de veces a Italia, y a mi pueblo vuelvo, si Dios quiere todas las veces que puedo, pero voy a pasear. Ser empresario acá en Argentina es un desafío, es muy difícil, pero este país te da la posibilidad que no te da el mundo. A mí la Argentina me abrió la puerta el primer día que llegué desde el señor que me mandó Dios en el barco ofreciéndome trabajo y nunca me faltó trabajo. Después, cuando quise trabajar por mi cuenta puse la fiambrería y sin ninguna capacidad. Yo no era nadie especial, ni sabía cortar el fiambre y me fue bien... Así que este país me dio todo, me dio la empresa y lo más importante me dio la gran familia que tengo. ¿A dónde me voy a ir?-¿Cómo analiza ahora la situación del país?-La situación actual es difícil, pero yo viví tantas difíciles... Esto también va a pasar y tengo mucha esperanza. Creo que veníamos bajando, cuando yo llegué, la Argentina era mucho más próspera, independientemente que de cómo me fue a mí, pienso que fueron bajando las oportunidades. Hacía falta un cambio grande, pero va a ser difícil y ojalá que se dé, tengo fe.
Este sábado por la noche, el jefe de la barrabrava de Rosario Central, Andrés "Pillín" Bracamonte, fue asesinado en un ataque poco después del final del partido entre el "Canalla" y San Lorenzo, que se disputó en el Gigante de Arroyito. "Estábamos ahí haciendo cuentas de todo, del tema de plata, y vino un loco corriendo con una pistola y empezó a tirar tiros al aire", contó uno de los testigos en un audio de WhatsApp que comenzó a circular poco después del hecho.Según la información que pudo recabar el medio local La Capital, un hombre le envió a otra persona una grabación en la que relató cómo sucedió el sangriento episodio. Tras dar detalles del inicio, el testigo prosiguió: "Yo me corrí corrimos todos para todos lados, y ellos quedaron adentro de la chata. Le pegaron a él [por Bracamonte] y al Rana [la mano derecha de "Pillín", Daniel Atardo]"."Para mí, Pillo ya respiraba porque respiraba, pero el otro estaba tirado en el piso y lo llevaron al hospital, pero yaâ?¦ tenía tiros en la cara, en todo lados", comentó el sujeto sobre lo ocurrido en el cruce de las calles Avellaneda y Reconquista.Otra persona, en tanto, relató: "Estoy en shock todavía. Estaba al lado de la chata. Cuando los veo que vienen, me corrí a un costado. Tiraron tiros al aire y uno se apoyó en una de las ventanillas [de la camioneta]. Le pegaron al Pillo, que estaba ahí, y después al otro que quiso salir corriendo, pero chorreaba sangre y quedó tirado en la calle. Ahí nomás empezaron a gritar. 'Pitito' se llevó la camioneta con el 'Loco' arriba, porque convulsionaba, pero tenía tiros por todos lados"."Justo tuvieron que frenar (en Avellaneda al 700 bis) porque ahí se junta la barra. Se estaban yendo y justo hubo congestión de autos. Dice que se arrimaron dos. Nosotros estábamos ahí hablando. Uno miró para adentro, metió el brazo adentro de la chata y revoleó como diez tiros. Decí que ningún tiro pasó de largo porque nosotros estábamos cruzando la calle. Fue raro, las luces de la calle estaban apagadas, no aparecía la Policía y una ambulancia siguió de largo. A la chata donde estaba 'Pillín' se subió otro vago y lo llevó al Centenario. El Rana quedó tirado, lo cargaron y se lo llevaron", describió otro testigo.El ataque, que sacudió a la ciudad de Rosario en las últimas horas, ocurrió a pocas cuadras del estadio. Atardo murió en el acto, mientras que Bracamonte fue trasladado al Hospital Centenario, donde falleció minutos después a causa de las heridas de bala. El caso quedó a cargo de la Fiscalía de Homicidios Dolosos, que solicitó se realicen las correspondientes pericias fotográficas, el levantamiento de rastros y un croquis del lugar del doble homicidio. Además, se indicó se realice las autopsias correspondientes en el Instituto Médico Legal de Rosario.Este no fue el primer violento hecho del que fue víctima el líder de la barrabrava de Rosario Central. En agosto pasado, tras el clásico con Newell's, Bracamonte fue víctima de un atentado en Parque Alem, donde recibió un disparo que le rozó la espalda mientras estaba con su pareja, quien también resultó herida.
Las redes sociales se convirtieron en un canal de comunicación donde los usuarios comparten contenido en relación con sus gustos. Mientras que algunos lo utilizan para contar historias personales o mostrar experiencias, otros lo hacen para recomendar e incluso dar tips de cómo realizar alguna tarea en el hogar. En esta oportunidad, se dio a conocer cómo aprovechar las botellas de vino vacías en casa para fabricar lámparas decorativas.A través de redes sociales como Instagram y TikTok, distintos influencers comparten interesantes posteos que muestran cómo reutilizar materiales para construir elementos decorativos para el hogar, una buena manera de reciclar y cuidar el medio ambiente. En esta ocasión, una joven compartió, de manera ingeniosa, cómo transformar las botellas de vino vacías en novedosas lámparas para decorar cualquier parte de nuestra casa.Materiales para fabricar la lámpara:Botellas de vino vacías, limpias y secas.Luces LED o guirnaldas de luces.Taladro con punta de diamante.Un paño para limpiar las botellas.Opcional: pintura, cintas o diversos elementos para decorar y personalizarlas.Lo primero que hay que hacer es sacar la etiqueta de la botella sumergiéndola en agua caliente durante unos minutos, lo que hará más fácil rasparla y dejarla limpia. En este proceso es importante dejar toda la botella sin rastros de ninguna basura.Luego, tomar el taladro con punta de diamante y hacerle un pequeño orificio en la parte inferior o en el lateral. Esto dependerá de cómo quiere cada uno que se vean las luces. Cabe destacar que el orificio debe ser lo suficientemente grande para poder introducir el cable de las luces, pero, a su vez, lo suficientemente pequeño para que estos se mantengan ajustados.El siguiente paso es colocar las luces LED o la guirnalda a través del orificio que se realizó y dejar la batería y el interruptor del lado de afuera de la botella para facilitar el trabajo de prenderlo y apagarlo. En este caso, la persona puede poner en práctica su creatividad al distribuir la luz dentro y así lograr distintos efectos luminosos.En este sentido, también se puede pintar la parte exterior de la botella, decorarla o añadirle alguna cinta para darle otra impronta. Una vez hecho, tendrá un gran elemento decorativo para el living, habitación, quincho y, por qué no, como un aliado para las próximas Fiestas de Navidad y Año Nuevo.Cómo convertir las latas de aluminio en atractivas macetasLas botellas no son las únicas que se pueden reciclar y convertir en un elemento decorativo. Esta otra ingeniosa propuesta no solo contribuye a reducir el desperdicio, sino que también ofrece una solución económica y original para los amantes de las plantas. Las latas de aluminio, habitualmente desechadas tras su uso, encuentran una nueva vida como hogares para suculentas y pequeñas plantas ornamentales.El proceso de creación de estas macetas es sorprendentemente simple y accesible para cualquier persona interesada en el bricolaje. Los materiales necesarios son fáciles de conseguir: latas de cerveza, de gaseosas o de conservas vacías y limpias, un clavo y un martillo para los orificios de drenaje, y como opción, pintura acrílica o materiales decorativos para personalizar el aspecto final.Al igual que sucede con las botellas, el primer paso crucial es la limpieza exhaustiva de las latas. Se deben retirar todas las etiquetas y lavar con agua y jabón para eliminar cualquier residuo de bebida. Una vez secas, el siguiente paso es crear orificios de drenaje en la base, fundamentales para evitar el encharcamiento y la putrefacción de las raíces.La fase de decoración es el momento en el que la creatividad personal entra en juego. Las latas pueden pintarse con colores vibrantes, envolverse con cintas decorativas o incluso cubrirse con papel adhesivo de diseño. Esta personalización permite que las macetas se adapten a cualquier estilo de decoración, desde lo minimalista hasta lo más extravagante.
Así lo indican los testimonios de variadas personalidades que llegaban al país y probaban los vinos elaborados en Cuyo. Qué decían.
Cada vez más productos habituales de nuestro día a día se comprometen con la sustentabilidad, y el boom de los vinos orgánicos es un buen ejemplo. Con certificaciones especiales, las bodegas buscan adaptarse a los nuevos tiempos. Ejemplos en primera persona.
Hablamos con el director desde su casa en Manhattan.Estrena el jueves "Golpe de suerte en París", su película número 50. Cómo es un día en su vida y por qué ya casi no va al cine.
Camino al aeropuerto la aparente calma se desvaneció. Hasta entonces, Rolando Marín había experimentado ciertos miedos contenidos, pero aun así no llegaba a vislumbrar la magnitud de qué estaba aconteciendo: con tan solo 20 años se iba a vivir a otro país, Argentina, ¡uno del que apenas sí sabía algo!Fue en el descenso a Buenos Aires cuando sintió su corazón desbordar. Ver desde el aire la inmensidad de la ciudad lo dejó sin aliento, de reojo observó a su hermano y a sus padres, y supo que semejante emoción era compartida. Su hermano se quedaría en Buenos Aires y él seguiría camino a Rosario; sus padres, por otro lado, permanecerían junto a ellos las primeras semanas para ayudarlos a instalarse, luego retornarían a El Salvador, su tierra de origen.Casi en un abrir y cerrar de ojos, Rolando se halló solo, en la provincia de Santa Fe, en la ciudad de la bandera. Pasados los primeros días en "modo turista", ese miedo que había coqueteado con él regresó: "Fue al darme cuenta de las responsabilidades que tenía que asumir al vivir solo en otro país"."Desde el principio, lo que más me impactó y me sigue impactando de Argentina es que, desde mi punto de vista, tiene todo para estar entre los países de mayor potencia del mundo, pero, por algún motivo que no termino de entender, quedó rezagada en el desarrollo que otras naciones sí tuvieron. También me impactó el tamaño colosal del país y los distintos tipos de paisajes que tiene, algunos de los cuales pude conocer. A modo de comparación, El Salvador tiene en total el tamaño de la provincia de Tucumán".De El Salvador a Rosario: una oportunidad tras la crisis argentina del 2001Si bien en El Salvador tenía a disposición buenas universidades, Rolando decidió que era tiempo de desplegar sus alas. Al igual que tantos otros jóvenes de su país, sintió el deseo de obtener un título que tuviera mayor prestigio internacional y le brindara la posibilidad de conseguir un mejor empleo. Pero, sobre todo, anhelaba estudiar en otro rincón del planeta para experimentar nuevas realidades y abrir su mente. Los primeros países en la mira fueron España y México, aunque pronto tuvo que descartarlos: "No tenía las posibilidades económicas para apostar por esos países".Ranking QS: qué universidad argentina está entre los 10 mejores de América LatinaEn aquello estaba, cuando uno de sus hermanos supo que un amigo se iría a estudiar a la Argentina: "Resulta que en ese momento (año 2006), Argentina aún estaba recuperándose de la crisis del 2001 y estaba muy barato para quien llegara de afuera con dólares (parecido a la situación actual). Esto nos presentó la oportunidad de acceder a universidades privadas prestigiosas a un precio relativamente bajo"."A pesar de conocer muy poco sobre Argentina -excepto lo que todos saben: fútbol, Maradona, asado-, vimos la oportunidad con mi hermano y decidimos embarcarnos a esta aventura, total serían sólo unos pocos años, mientras duraran nuestros estudios universitariosâ?¦ Él se fue a Buenos Aires y yo a Rosario, dado que la universidad que yo elegí estaba en dicha ciudad".Es de Irlanda y quiere jubilarse en Argentina: "Tienen sabor por la vida"Por fortuna, Rolando y sus hermanos contaban con padres de mentalidad abierta, que les brindaron apoyo incondicional. Para sus abuelos, sin embargo, no fue tan sencillo despedirse. Su vínculo era muy fuerte, en especial del lado materno. "Mi abuela pudo darse cuenta antes que nadie de que no volveríamos a estar juntos".Costumbres argentinas: hablar "alresve", un requisito para casarse, lo incomprensible del café negro, y ¡gracias a Dios por el bidet!En los primeros tiempos argentinos, Rolando se alojó en una residencia universitaria, que colaboró en su rápida integración. A su vez, tenía primos en Buenos Aires con los que había tenido poco contacto en el pasado, pero que los recibieron con los brazos abiertos y los ayudaron, a él y a su hermano, a comprender mejor al país.Antes de lo esperado, nuevas amistades surgieron para facilitar su adaptación en un país que no dejaba de sorprenderlo y que, por aquel entonces, aún no sabía que adoptaría para siempre."Podría hacer una lista enorme de las costumbres argentinas que me sorprendieron. Como ejemplo, la manía que tienen de dar vuelta las palabras (`dolobu', `jermu', `ñapi', `bolonqui', `folenca'â?¦); las botellitas o conos que se ponen sobre los autos en venta; que el café tiene que ser lo más negro y caliente posible sin importar si está bueno o no (como originario de un país cafetero esto me escandaliza); la cultura de la amistad, que incluye compartir el mate, el día del amigo, las juntadas organizadas en dos minutos, el porrón de litro que no existe en otros lados", describe con una sonrisa."El bidet... ¡gracias a Dios por el bidet!", continúa con una gran sonrisa. "El saludo con un beso entre hombres (¡otro escándalo!); la pasión futbolera, especialmente en Rosario, donde como `requisito de matrimonio' tuve que hacerme hincha de Rosario Central; y que, si bien son los maestros mundiales del asado, no pueden comer la carne jugosa por nada del mundo, la consideran cruda; y mil cosas más que no me alcanzaría el tiempo para describir".El amor por RosarioA los pocos meses de su llegada a Rosario, Rolando ya contaba con un círculo sólido de amigos, pilares fundamentales que lo llevaron a conocer los diversos rincones y claroscuros de la ciudad, así como el amor, que llegó de la mano de una mujer que terminó de sellar su pasión por la Argentina.Si bien venían de mundos diferentes e intereses aparentemente distantes (ella estudiaba Veterinaria y Rolando Administración de Empresas), tuvieron química al instante y, desde el primer día en que se conocieron jamás se volvieron a separar."Además, ambos veníamos de familias numerosas -ella siete y yo cinco hermanos-, algo que fue otro punto de conexión. Nos casamos en Rosario en 2015 y fue todo un acontecimiento, donde entre ambas familias se formó una verdadera multitud en la fiesta", cuenta Rolando."Sin dudas, mi lugar en Argentina es Rosario, donde tuve la mayor parte de los quince años de esta aventura", continúa el salvadoreño. "Me encantó que es muy universitaria y está bien pensada para que los estudiantes puedan vivir cómodamente. De hecho, hay varias residencias universitarias y, si bien hay pocos extranjeros, la mayoría de mis compañeros eran del interior del país. Por otro lado, es una ciudad agradable para vivir, es pequeña, pero al mismo tiempo tiene de todo, aunque al alcance, sin tener que vivir la locura que es Buenos Aires"."Buenos Aires tiene un lugar especial, ya que nos mudamos por motivos laborales en 2015, recién casados, y allí vivimos cinco años. Ahí nacieron nuestros dos hijos. Es una ciudad que me encanta y verdaderamente te hace sentir en otro planeta, comparado al resto del país; sin embargo, mi lugar en Argentina es Rosario".Calidad de vida y humana en Argentina: la fama de soberbios, la inflación, calor y, ¿qué idioma se habla en El Salvador?Los años transcurrieron y el plan de regresar a su país natal, El Salvador, se desvaneció. Rolando comprendió que se había enamorado de la Argentina y su gente.Un vino en Rusia la trajo a Bs. As.: "Los argentinos me enseñaron a ser real"Por trabajo, había residido en Buenos Aires, pero ni bien le fue posible retornó a la ciudad que lo había conquistado, donde continuó con su carrera profesional rodeado de grandes amigos, su mujer, y sus dos hijos nacidos en territorio argentino."Actualmente trabajo en la administración de una empresa de transporte de Buenos Aires. La pandemia permitió que volviéramos a Rosario este año, ya que puedo hacer una parte de mi trabajo de manera remota y realizar algunos viajes a CABA"."Considero que la calidad de vida en el país es alta, si se la compara con Latinoamérica, por ejemplo. Sólo hay dos cosas a las que nunca pude acostumbrarme y que hasta el día de hoy sigo sufriendo: la inflación, algo casi inédito en el mundo, y el calor del verano, es incomprensiblemente que muchos `team verano' lo amen. La gente cree que por ser del trópico debería estar acostumbrado, pero créanme que el calor que sufrí acá nunca lo había experimentado"."Y quiero destacar que, si bien los argentinos en el exterior tienen fama de soberbios, puedo confirmar que es algo absolutamente falso. Desde el día que llegué, todo el mundo me recibió con los brazos abiertos y de manera cálida", asegura."Lo único que siempre me pareció `ofensivo' es que la mayoría no sabe dónde queda El Salvador y que, algunas veces, luego de una larga conversación, incluso algunos me preguntan qué idioma se habla en mi país. Mi origen siempre les pareció exótico, por más que seamos igualmente latinoamericanos y hablemos el mismo idioma. Fuera de eso, tuve la suerte de hacer muchos amigos y me integré a un grupo bautizado `los Negronis', quienes siempre me hicieron sentir como un argentino más", agrega emocionado.Argentina, el país resiliente: "De una forma u otra siempre salen adelante, sin importar las contrariedades"Dieciocho años pasaron desde que Rolando dejó El Salvador. El país austral penetró en su sangre y lo conquistó irremediablemente. El salvadoreño recuerda con orgullo aquellos días lejanos a los 20, cuando el avión tocó tierra para darle comienzo a una nueva vida que le obsequió un pasar que hoy siente pleno en todos los sentidos, en especial en el amor y la amistad."Si hay algo que aprendí en Argentina es el valor de la amistad", recalca. "Este país también me enseñó acerca de la resiliencia, realmente ha sido aleccionador. De una forma u otra los argentinos siempre salen adelante, sin importar las contrariedades. Tengo amigos que siguen emprendiendo a pesar de la crisis actual. Creo que estas cualidades son valiosísimas y que serán la base para el desarrollo el día que el país se estabilice. No por nada son muy cotizados laboralmente los argentinos en el exterior"."A pesar de que mi hermano retornó a El Salvador, nuestra experiencia fue tan positiva que contribuyó a que viniera a vivir otro de nuestros hermanos, quien actualmente también está en Rosario y, tal como me sucedió a mí, formó su familia acá. Argentina, sin dudas, llega al corazón".*Argentina Inesperada es una sección que propone ahondar en los motivos y sentimientos de aquellos extranjeros que eligieron suelo argentino para vivir. Si querés compartir tu experiencia podés escribir a argentinainesperada@gmail.com . Este correo NO brinda información turística, laboral, ni consular; lo recibe la autora de la nota, no los protagonistas. Los testimonios narrados para esta sección son crónicas de vida que reflejan percepciones personales.
Una familia estadounidense quedó varada durante tres días en su auto en el norte de la provincia de Neuquén. Una alerta inicial y un operativo lograron poner a salvo este miércoles a esta pareja, que viajaba con su hijo de siete años y que decidió tomar un camino casi intransitable. Quedaron atascados en la ruta provincial 53, a varios kilómetros de la localidad de Barrancas.Los tres estadounidenses estaban recorriendo zonas de la provincia en un equipado Jeep, pero quedaron atrapados entre pendientes de barro por tres días. A las 9 del martes el personal de la Comisaría 45 fue alertado por la Policía de Neuquén sobre una familia de turistas que estaba varada en la ruta provincial 53, específicamente en una zona rural cordillerana.El lugar en que quedaron es inhóspito, ni siquiera es transitado por Vialidad. Si bien la familia no tenía celular ni internet, pudo comunicarse vía satelital con un pariente en Estados Unidos. Al respecto, el comisario Raúl Olave dijo: "Nos manifiestan del Centro de Operaciones Policiales (COP) que habían recibido un llamado alertando de unos turistas de nacionalidad estadounidense que se encontraban varados hacía tres días en una zona rural cordillerana de nuestra jurisdicción. Esta gente andaba con equipo digital. Lograron comunicarse con familiares que dieron aviso al COP y gracias a las coordenadas, pudimos darnos cuenta".En ese contexto, las autoridades dieron con la ubicación exacta y montaron una comisión para buscar a los tres estadounidenses con un vehículo de Bomberos, según consignó el portal local LM Neuquén. "La gente estaba enterrada hacía tres días, nosotros les dimos jugo, sanguchitos, agua, el camino estaba horrible, se dirigían hacia el Salto del Agrio, dando la vuelta y después de ahí daban la vuelta a Ushuaia", expresó Naomi Sánchez, la segunda jefe de Bomberos Voluntarios de Buta Ranquil que fue al lugar para asistirlos. Pero el camino fue "horrible", aseguró, ya que la ruta tenía numerosos pozos.ð??? Una familia estadounidense se encontraba realizando una travesía en un equipado Jeep por el norte neuquino. pic.twitter.com/b0t2aREjkM— LMNeuquén (@LMNeuquen) October 31, 2024El comisario, en tanto, sumó: "Una vez que llegamos no fue fácil comunicarse con ellos por el idioma, hubo una comunicación con una familiar que manejaba más el español y ayudaba". Entonces constataron que se encontraban en buen estado de salud, y luego comenzaron a trabajar con palas para remontar el vehículo atascado en el barro.Por otro lado, los bomberos confirmaron que los turistas omitieron el paso de consultar a las autoridades sobre el estado de la ruta antes de transitarla, por lo que emprendieron el viaje a pesar de que no estaba en condiciones."Los inviernos son muy crudos en la zona, quedan totalmente en mal estado las rutas, ese vehículo se encontraba en un tramo que se llama 'Los Barros Malos', porque es imposible cruzar ya que hasta que no trabaje gente de vialidad, personal de tránsito que abra los caminos, es imposible", consideró el comisario de la dependencia policial.El norte de Neuquén se caracteriza por tener rutas "ásperas" y es por ello se solicita transitarlas con precaución; de todos modos este camino de la ruta 53 es prácticamente inutilizado salvo por aquellos que van a caballo o en bicicleta.
"Hay una sensación de pánico generalizada", advierte a LA NACION Florencia Torres Nieva, una argentina de 31 años que vive en la ciudad de Valencia.La Comunidad Valenciana pasó una de las noches más trágicas de los últimos 60 años. Todo fue culpa de la DANA. Al menos 92 personas murieron en unas enormes inundaciones que devastaron las zonas aledañas la ciudad donde se encuentran casi 4000 argentinos empadronados como residentes. Mientras que registraron otras dos víctimas en Castilla La Mancha y otra en Málaga. La inédita cantidad de 400 milímetros de lluvia en menos de 24 horas, arrastró barrios enteros y sembró el caos en muchos pueblos que quedaron aislados y a los que los servicios de emergencia intentaban acceder este miércoles para rescatar víctimas. A estas horas, los servicios básicos se encuentran interrumpidos en algunas zonas y continúan los operativos de evacuación. Soledad Peiró es tucumana, tiene 33 años y hace 5 que vive en Valencia. Cuenta a este medio que las precipitaciones en las poblaciones cercanas a Valencia comenzaron temprano y alrededor del mediodía los canales y ríos ya cargaban con bastante agua. Empezaron a circular imágenes en redes sociales sobre las primeras crecidas pero los ciudadanos recibieron a las 20.11 la primera alerta de Protección Civil. "Los accesos a la ciudad de valencia colapsaron, hay autos y camiones tirados por todos lados por el temporal", indica Peiró, aunque agradece no haber padecido cortes de los servicios básicos. "Se le pidió a los ciudadanos no salir de casa por vía terrestre a menos que no sea necesario", agrega en relación a las indicaciones que se comunicaron desde el gobierno local.Luis Caldani es rosarino, vive hace 4 años en Valencia junto a su pareja y trabaja a unos 20 kilómetros en una empresa que tiene el centro de distribución en Cheste, uno de los pueblos más afectados. "Quedaron 50 personas encerradas en la planta y tuvieron que pasar la noche ahí. Quisimos llevarles provisiones hoy por la mañana temprano pero las autopistas estaban todas cerradas y los supermercados ya estaban medio vacíos, era evidente la paranoia", dice Caldani a LA NACION."En cinco minutos la ciudad se vino abajo", afirmó a LA NACION una argentina de 30 años. Sofia Demarco vive hace un año en Sedaví, un municipio de la Comunidad Valenciana a 15 minutos en auto de la ciudad. En este sector, que se encuentra más cerca del río Turia, el agua superó los dos metros. Inmediatamente después del alerta de la noche, comenzó un temporal muy fuerte que terminó en un tornado que destrozó una contención del río y consecuentemente inundando toda la zona. Cuando se asomó al balcón de su casa vio imágenes devastadoras, "había gente encerrada en sus autos que no podía salir u otros colgados de los techos de los autos mientras los arrastraba la corriente. incluso algunos durmieron arriba de los camiones". "Algunos de mis vecinos de la cuadra que se encontraban en planta baja, intentaban escapar de sus casas porque el agua empezó a subir de un momento a otro, el diluvio no paraba y no sabían hasta donde llegaría", agrega Demarco."Llegó asistencia pero muchas horas después. Pasaron varias horas donde la gente estaba intentando salvar su vida como podía. Esto comenzó a las 21/22 hs y recién a las 6 am pasaron bomberos rastrillando para ver si había cuerpos o sobrevivientes", dice Demarco a este medio. Luego de que comenzó a menguar la lluvia, los locales comenzaron a dimensionar los destrozos, "no tenemos agua, ni luz y toda la ayuda está priorizada para los ancianos y niños", afirma. También empezaron a verse los faltantes por los saqueos.Adrian Vagnozzi vive en Alacuas a 500 metros del canal del río Turia y trabaja para la Asociación de Discapacitados de Torrent que a partir de la tarde de ayer, pasó a ser un centro de asistencia para los damnificados junto con el polideportivo local, donde se alojó a gente para que pasara la noche, se le dio alimentos y algo caliente para pasar el frío. View this post on Instagram A post shared by ADISTO (@adistotorrent)A las 8 de la noche partió hacia el Centro Comercial Bonaire, en la zona de Aldaya, donde gente había quedado varada para intentar rescatarlos. "El agua me llegaba hasta el capot", cuenta a LA NACION Vagnozzi."En Alacuás, no llovía y no se había inundado hasta las once y media de la noche, cuando se cortó la luz y bajó una tromba de agua de un metro, que venía corriendo por la avenida y golpeando contra los frentes de los edificios", dice. "En cinco minutos toda la ciudad estaba inundada y el ascensor de nuestro edificio era una catarata de agua", agrega.Situación actual: los pueblos afectados están sin luz ni agua"A casi 24 horas, nadie en mi cuadra tiene luz y la gente está sacando agua y barro de sus casas con baldes", cuenta Vagnozzi y agrega que de camino a la zona de Torrent hoy, varios puentes estaban destruidos y tuvo que hacer algunos kilómetros a pie para continuar con la ayuda.Federico Miguel, de 28 años, vive en Valencia desde enero y trabaja en Alzira. "Un compañero de trabajo que vive en uno de esos pueblos me dijo que perdió todo y que hubo gente saqueando", cuenta Miguel. "Los supermercados están arrasados, como en la pandemia", agrega Mateo Fuentes, otro argentino que reside en la zona."La gente está muy triste, pero también muy enojada. Hay una sensación de pánico general", afirma Florencia Torres. La joven de 31 años y denuncia que "el gobierno actual de Valencia tuvo una baja en inversión en servicios de emergencias y esta catástrofe lo dejó en evidencia por que los servicios fueron deficientes". El Ejecutivo autonómico de Carlos Mazón, presidente de la Generalidad Valenciana, desmanteló la Unidad Valenciana de Emergencias (UVE), un organismo encargado de garantizar la rápida intervención en cualquier lugar del territorio en caso de emergencias de origen meteorológico o sísmico, extinción de incendios forestales y maremoto.Además, advierte sobre la circulación falsa que comenzó a viralizarse en redes sociales. "Están circulando en redes muchos anuncios fake de que el gobierno iba a cortar la luz y el agua, por lo que la gente corrió a abastecerse a los supermercados y ya se ven las góndolas vacías, a pesar de que el gobierno niega estos cortes", dice Torres a LA NACION. "Después de la inundación de 1957, en la que murieron 300 personas, desviaron el río Turia que recorría la ciudad y gracias a eso hoy estamos bien", sugiere Torres en relación a lo sucedido en la Ciudad de Valencia. En cambio Demarco, quien vive en una de las zonas más afectadas, acusa al gobierno local de nunca haber terminado esas obras, lo que "hizo que el desastre aumente de sobre manera" y le adjudica cierta responsabilidad sobre lo sucedido.
Este restaurante es reconocido por sus cortes selectos y una cava con más de 60.000 etiquetas de bodegas argentinas premiadas.Desde celebridades hasta turistas, todos encuentran acá un destino único y auténtico en Buenos Aires.
Francisco "Pancho" Perkins siempre tuvo un sueño: tener su propio viñedo. Este deseo se despertó durante un viaje a Mendoza, poco después de egresar de la universidad cuando visitó el Valle de Uco para conocer un proyecto de espárragos. Aunque ese cultivo no le interesó, Mendoza le despertó un nuevo anhelo. La dedicación a la empresa familiar, Kikel, y las responsabilidades cotidianas mantuvieron su sueño en pausa por años, hasta que todo cambió hace dos años. En un viaje a Córdoba con su grupo CREA, Perkins visitó un viñedo que lo inspiró. "Sin que le pregunte nada, el dueño del viñedo dijo que las uvas pueden crecer en cualquier parte, y mencionó lugares en Francia, Italia y Sudáfrica que no son necesariamente montañosos", relató. Esta revelación le mostró una realidad distinta: en la Argentina los primeros viñedos se plantaron en Entre Ríos, no en Mendoza.Motivado por esta nueva perspectiva, Perkins se puso "manos a la obra" y, junto a su familia, creó el primer viñedo de Trenque Lauquen, una zona donde el cultivo de la vid no es tradicional. La iniciativa, que integra su empresa familiar que es parte del CREA 30 Agosto Mari Lauquen (región oeste), busca no solo ser pionera en la zona, sino también inspirar a otros productores locales a explorar esta actividad.Una encuesta revela que bajó la confianza del campo y el 65% de los productores no va a invertir"Cuando regresé de Córdoba me reuní con mis hermanos y mi madre, que son mis socios, y les propuse la idea de establecer un viñedo", recordó. Todos aceptaron, aunque acordaron comenzar con un proyecto pequeño que no pusiera en riesgo las otras actividades de la empresa. Con este consenso familiar, Perkins viajó a Mendoza y contactó a Alejandro Tosso, de la cuarta generación de una familia dedicada a la producción vitivinícola y miembro del CREA Los Andes. Juntos realizaron una gira para conocer viñedos, bodegas y enólogos.A su vuelta a Trenque Lauquen, seleccionó el lugar del campo donde instalaron el viñedo, en unas lomas altas y quebradas, donde abunda el pasto llorón y que contrastan con el resto de la superficie del establecimiento, dominado por las planicies. "Cuando subimos ahí parece como si estuviésemos en la montaña", afirmó Perkins. Estas lomas se caracterizan por ser arenosas, con una alta infiltración, que permiten hacer un manejo adecuado del agua mediante riego.Además analizó cómo integrar la actividad del viñedo con la producción agrícola y ganadera. "A partir de ahí empecé a pensar por qué no hacerlo entre medio del trigo, del girasol, de la soja y de las vacas", mencionó. "El desafío inicial más grande fue animarme a hacerlo porque es algo completamente distinto. De alguna manera, no tener viñedos cerca nos desafió a pensar cosas distintas, pero a su vez quisimos basarnos en los que sabían", agregó.Así recibieron el asesoramiento de profesionales de Mendoza para armar los viñedos y en 2022 plantaron la primera hectárea de uvas, con el objetivo de probar las técnicas y aprender, antes de llevar adelante el proyecto completo, que se completaría con tres hectáreas en producción. En esa primera etapa se plantaron, con sistemas de espalderos, dos cepas blancas (sauvignon blanc y viognier) y cuatro tintas (bonarda, malbec, cabernet sauvignon y cabernet franc). En total, calculan que plantaron unas 4000 plantas por hectárea."El primer año fue de aprendizaje. Tuvimos un logro razonable para esa primera instancia; cosechamos pocas uvas, pero registramos más pérdidas de plantas de lo que deberíamos haber tenido. Las heladas nos agarraron con las plantas demasiado verdes y se nos murieron varias. O sea, pagamos derecho de piso. Por eso quisimos comenzar de a poco. Ahora creemos que aprendimos bastante y este año nos animamos a completar el proyecto", dijo.En 2024 plantaron las dos hectáreas que faltaban para completar el emprendimiento, con las cepas malbec y cabernet franc. "Pensamos que el malbec es la uva emblema de Argentina y, a la vez, sentimos que el cabernet franc es la cepa del futuro. Por eso nos jugamos por esas uvas", afirmó. Para 2025 esperan obtener una cosecha, pero las plantas deben esperar unos años más para poder alcanzar todo su potencial. "De todos modos ya tenemos plantas bien formadas y calculamos que vamos a tener algo de cosecha como para empezar a probar la vinificación", adelantó.Lo que viene"La idea es vinificar nosotros. Originalmente pensábamos mandar la uva a Mendoza, pero la provincia no permite el ingreso de la fruta, sólo de mosto. Así que planeamos hacer una microbodega para vinificar directamente en el campo, que cuide muy bien la tecnología, la temperatura en el momento de fermentación, y trabajar con los mejores productos que consigamos. En principio la idea es armar una estructura básica, que vaya creciendo en la medida que crezca la producción", aseguró. El proyecto estaría andando a pleno en cuatro o cinco años, cuando esperan alcanzar una producción de 20.000 botellas de vino al año. "Incertidumbre macroeconómica": una encuesta revela que bajó la confianza del campo y el 65% de los productores no va a invertir"Esa es una de las cosas que nos motivaban y nos plantea un horizonte diferente, porque con los cultivos de trigo, girasol, maíz, soja o maní, sólo debemos esperar seis meses desde que sembramos hasta que cosechamos. En cambio, el proyecto de los viñedos nos obliga a pensar de un modo completamente distinto, de aquí a cinco décadas". Como pionero en una región sin tradición vitivinícola, Perkins enfrenta desafíos en costos y manejo agrícola, adaptándose a un clima más húmedo que Mendoza, con mayores exigencias de cuidado preventivo. "Asumimos que nuestros costos no son los mismos que en Mendoza y tenemos que encontrar la vuelta para ver cómo lo manejamos, pero la idea es tratar de hacerlo con gente de la zona e ir capacitándola", expresó. Además, Perkins busca que el proyecto impulse el desarrollo local y fomente iniciativas similares. También subraya el valor familiar de este viñedo: "El proyecto del viñedo, que equivale a un porcentaje mínimo dentro de la empresa, tiene un valor intangible muy grande porque nos une como socios y familia".
El empresario habló de su separación de Pampita.Además, qué dijo del incipiente romance de la modelo con el polista Martín Pepa.
Ásperos cuando no intomables: a veces desequilibrados; otras, un tanto desagradables. En la escena local de los llamados vinos naranjos, el camino está plagado de buenas intenciones, pero no tan buenas concreciones, con ejemplares que no están a la altura de lo que una persona acostumbrada a beber vino de buena calidad espera. De hecho, son contados los que combinan propósito y buena factura. Aunque, por suerte, los hay. Solo es cuestión de descubrirlos entre tanto vino de moda.Es que el naranjo hoy es tendencia en la Argentina y en el mundo, y las cartas de los restaurantes trendy y los estantes de las vinotecas lo saben. De ahí que haya una sobreoferta de estos vinos cuyos orígenes pueden rastrearse unos 8000 años atrás a regiones de Europa como Georgia. Pero, ¿qué es el vino naranjo?"Es un vino proveniente de uvas blancas las cuales, a diferencia de su elaboración clásica, se fermentan con las pieles con el objetivo de extraer polifenoles y pigmentos que profundizan el color y el matiz de los vinos hacia tonos más dorados y en algunos casos de color naranja -responde Juan Pablo Murgia, enólogo de la bodega Otronia que produce un naranjo de Torrontés en Chubut-. En su elaboración se extraen aromas, sabores y texturas que los hacen especiales y con otras aristas".Si bien se trata de vinos con siglos de historia, desde hace unas décadas protagonizan un revival a partir de productores como Radikon o Gravner, en la región de Friuli, en Italia, con grandes exponentes que luego han sido imitados en todo el mundo. "En un contexto de vinos prolijos, lo más perfectos posible, estos productores proponían vinos con borras, con colores que harían pensar en un vino oxidado, pero detrás de los cuales había un estilo, una tensión y un sabor muy divertidos y a la vez sofisticados, e incluso con potencial de guarda", cuenta Alejandro Iglesias, sommelier de Club Bonvivir.El auge del naranjo dio lugar a una explosión de estilos, "Existen distintos estilos: algunos más pulidos, otros un poco más salvajes; algunos limpios, otros turbios -enumera Santiago Mayorga, enólogo que elabora un naranjo en la bodega mendocina Cadus-. En definitiva, tienen una paleta aromática mucho más intensa, con aromas más profundos, de flores, frutas, cáscaras de cítricos y especias, que se producen por el contacto con las pieles"."Cuando comenzamos con el proyecto de investigación en torno a los naranjos nos encontramos con que no había una categoría bien definida, con naranjos tradicionales como los que se hacen en Georgia hasta un vino que se macera con cáscaras de naranjas en Huelva, España -cuenta Javier Lo Forte, enólogo de Pulenta Estate-, En nuestra interpretación del naranjo hicimos foco en las pieles de variedades blancas fermentadas con una orientación similar a la de un vino tinto, buscando extraer estructura, color y, delicadamente, una carga aromática en la que se eviten los amargos. En nuestro caso, apuntamos a un vino limpio, tanto en términos gustativos como en ausencia de turbidez".En nombre de la tendenciaEn ausencia de una historia local en torno a este tipo de vino, hoy en la Argentina casi cualquier cosa puede llamarse naranjo. Pero el problema no es la diversidad, sino que muchos "experimentos" se embotellan, ofreciendo al consumidor productos desprolijos, que conviven en la góndola con vinos sanos y disfrutables."Hoy la categoría es bastante singular -advierte Iglesias-. Conviven vinos muy bien elaborados, respetando el carácter de los naranjos europeos, con otros productos llenos de borras y otros problemas que se desarrollan por una vinificación no tan cuidada. Es una categoría que gana consumidores, incluso algunos dispuestos a tomar vinos que no estén del todo sanos en pos de estar al día con lo que sucede en el mundo del vino"."En la Argentina hace de 10 o 12 años que se elaboran vinos naranjos -agrega Andrés Rosberg, ex presidente de la Asociación de la Sommellerie Internacional y sommelier ejecutivo de Hornero Restaurante & La Morada Lodge-. Los primeros años los resultados fueron algo dispares en términos de calidad, y tal vez por eso tuvo que pasar un tiempo hasta que los consumidores comenzaran a adoptar estos vinos. Hoy en día, sin embargo, encontramos un número cada vez mayor de exponentes de calidad y una amplia gama de estilos, desde naranjos delicados con una leve astringencia hasta bombas sin filtrar absolutamente salvajes".Entonces, ¿por dónde incursionar en el mundo del naranjo, sin riesgo a sufrir la experiencia? Quienes no tienen ningún interés en beber un vino turbio, con borras, pueden optar por vinos filtrados, que permiten explorar sabores y texturas diferentes, pero con claridad en la copa. Algunos recomendables exponentes mendocinos son Pulenta Estate Naranjo, Cadus Appellation Naranjo y Mundo Revés Cuvée Qvevri Naranjo. En Salta se destacan el Pequeñas Fermentaciones Naranjo de El Porvenir de Cafayate, y el Sierra Lima Alfa Torrontés Sacha Naranjo. Y en el extremo sur, el Otronia Lagunar Torrontés de Chubut.Para los que no tiene problemas con la presencia de borras, una etiqueta bien lograda es Un Elefante en un Bazar, que produce Elefante Wines en Valle de Pedernal, San Juan.
MENDOZA.- Les vino la idea y ahora se van a cumplir un sueño. Así es el camino que empezó a recorrer un grupo de jóvenes mendocinos que se alzó con el primer premio de un concurso latinoamericano de "agtech" en proyectos innovadores en el agro. Se trata de una startup que realiza cajas con materiales reciclables para la industria vitivinícola. Con la sorprendente propuesta ya tienen un pie en el avión: viajarán a Francia a fines de noviembre para participar de la Vinitech-Sifel en Burdeos, la feria más grande del mundo en la materia. Y con esto, una puerta de oportunidades y negocios que se abren a nivel mundial.De esta manera, el desafío "Vino la Idea", impulsado por el hub de agro innovación Espacio Lodo, Wines of Argentina (Wofa) y la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo), con un jurado especializado, eligió el proyecto innovador "4m3.bio", un emprendimiento sustentable para el sector industrial madre de la provincia cuyana, que confecciona el llamativo "biopackaging", a base de dos ingredientes: hongos y restos de poda."La noticia del momento": las lluvias le dieron un empujón decisivo al campo en la larga carrera hasta la cosechaEl certamen se enmarca en el Programa Integral de Sostenibilidad para el Vino Argentino "Sustenta Vitis", desarrollado por WofA y posibilitado por Al-Invest Verde, con fondos de la Unión Europea. De hecho, los vencedores del concurso, que tuvo diferentes instancias, formarán parte de la misión "Sustenta Vitis Innovation Tour", junto a su partner europeo Interco Nouvelle-Aquitaine, con los principales referentes de la industria vitivinícola mundial.En la final del desafío, cinco propuestas defendieron su lugar para conseguir no solo el viaje a Francia sino la posibilidad de exponer su proyecto en la feria más importante del sector a nivel internacional, que se realizará entre el 26 y el 28 de noviembre. Los finalistas "pitchearon" ante el jurado especializado, con la explicación cautivante y a fondo sobre su startup y las razones por las cuales revolucionarían el mundo de los agronegocios. Encontrá acá toda la información sobre los próximos remates ganaderos "Estamos muy emocionados. Hemos desarrollado la biocaja, un producto sustentable que ayude a la industria vitivinícola desde Mendoza, que tanto amamos", comentó a LA NACION María José Laciar, integrante de 4m3.bio, y contó sobre el proceso productivo: "Recogemos los residuos de la poda; luego se aplica el inóculo del hongo, utilizando como componente el micelio. Una vez obtenida esta combinación se coloca en moldes, como parte del proceso de cultivación de las cajas. Se da un plazo para que se le dé forma. Luego de ese proceso, por la máquina, se deja estar unos días y estarán listas para comercializar y distribuir, diseñadas y personalizadas según las necesidades de la industria, ya sea para una botella, dos, seis o una docena".El sueño arrancó hace seis meses cuando conocieron las bases del concurso y decidieron embarcarse con la idea innovadora. "Hoy estamos viajando a Francia y concretando un proyecto en el que hemos trabajo mucho. Con el desafío aprendimos a desarrollar el proyecto, trabajar en equipo y nuestra idea es, más allá de ir a Francia, aprender a nivel mundial para implementarlo a nuestro trabajo y a la industria en Mendoza", comentó Laciar. "Ya podemos realizar las cajas de manera artesanal. Esperamos ahora conseguir financiamiento para comprar maquinarias, hacer más moldes y poder costear la capacitación a los especialistas en micología, y salir a vender al mercado nacional e internacional", se entusiasmó la joven, pensando más en la transferencia tecnológica a las empresas que en la venta de cajas en particular.Hubo aspectos determinantes a la hora de evaluar las propuestas. El jurado así lo entendió. "Los proyectos estuvieron orientados a los desafíos de la industria agrícola en general vinculados a la transformación digital e innovación buscando cómo aplicar herramientas para mejorar la productividad de la industria. Se trabajó la sustentabilidad y la sostenibilidad como un factor determinante para la inserción mundial", señaló Federico Morabito, presidente de la Agencia Mendocina de Innovación, Ciencia y Tecnología, en representación de quienes seleccionaron a los ganadores.El desafío demandó cinco instancias para alcanzar el objetivo final. Se trató de la capacitación "Primeros pasos en el Design thinking" y la actividad "Brainstorming", dictados por Lodo. Luego, cada equipo seleccionó únicamente una idea vinculada a la sustentabilidad, economía circular y triple impacto, que fue presentada en el espacio Bardo by Lodo en la Feria Sitevinitech 2024.Posteriormente, los equipos elegidos participaron en un proceso de incubación a cargo de la Incubadora de la Universidad Nacional de Cuyo durante un periodo de cinco meses. "El objetivo del Desafío Vino la Idea apuntó a trabajar en equipos y encontrar ideas originales que madurarán a lo largo del programa de innovación, para convertirse en potenciales soluciones a las problemáticas actuales de la industria", indicó Lorena Fuentes, de Espacio Lodo.Ahora, la propuesta vencedora podrá competir por los trofeos de innovación de la feria internacional, tramitar una visa por cuatro años para la Unión Europea y formar parte de la misión de innovación Wines of Argentina con los principales referentes de la vitivinicultura de la Argentina, consiguiendo así una importante oportunidad de colaboración, networking y desarrollo empresarial.
Estación 83, de Trapiche, ganó el Oro en el concurso de las Grandes Capitales del Vino, en Italia.La propuesta de la bodega de Mendoza une fútbol y vino.
VALLE AZUL.- Corre sangre exploratoria por las venas de la familia Menéndez. José fue considerado "el rey de la Patagonia" por ser pionero en el desarrollo naviero, lanar y social del sur del mundo; desde Punta Arenas y Tierra del Fuego construyó un imperio que cambió la historia de esta región. Su tataranieto sigue sus pasos: durante diez años exploró la Patagonia buscando el mejor lugar para hacer vino y lo encontró al pie de las bardas en Valle Azul, Río Negro. Es único en su tipo."La Patagonia es la historia de nuestra familia", dice Felipe Menéndez. A pesar de que el mandato lo llamaba a ocupar algún puesto en la empresa naviera familiar, oyó el susurro de una musa que lo llevó a desviarse de ese camino y recorrer durante una década la región buscando una señal. "No quedó un solo rincón al que no hayamos ido", recuerda.Cordillera, estepa, mallines y costa. "El viaje nos condujo al lugar donde empezamos", afirma Menéndez. Hicieron más de 70 viajes por la Patagonia junto con Ernesto "Nesti" Bajda, ingeniero agrónomo y enólogo, compañero de aventura.En 2008, Menéndez habían tomado una botella de una bodega que tenía una condesa italiana en el mismo lugar donde hoy hacen vinos. Aquella indicaba que estaba hecho en Valle Azul. "Hay algo de magia y, pese a que pensás que tenés el control, no lo tenés", expresa Menéndez. El destino hace su trabajo y cruza caminos. Los solitarios viajes por la Patagonia profunda lo condujeron al origen de esa botella, la condesa les vendió la propiedad con un viñedo y así nació "Ribera del Cuarzo".El nombre no es casual, el desagote natural de las bardas produjo a través de los millones de años el roce del cuarzo y el suelo brilla reflejando los rayos del sol. El efecto es hipnótico. Para plantar, la condesa hizo un acueducto que llevó el agua desde el río Negro hasta el viñedo."Valle Azul es un paraíso", apunta Menéndez. Desde 2021 cumplió el sueño de hacer vinos al pie de bardas que tienen 33 millones de años, cuando el océano Atlántico bañaba esta tierra hoy agreste, extrema y seca. Solo llueven 200 milímetros al año; a pesar de que el río está a cinco kilómetros, el paisaje es desértico y la dispersión térmica, muy amplia. Es tierra de leyendas e historias.La idea de Menéndez fue más allá. Los pioneros hacen lo que aún no está hecho: en su caso, plantar vides en la ladera de la barda más alejada del río. Algo impensado. Económicamente no era viable, pero las grandes ideas no se rigen por los cánones del mercado."Un rabdomante nos ayudó", admite. Para llevar a adelante su sueño necesitaba hallar una manera de bajar los costos de electricidad y encontrar agua. El riego por goteo necesita de un flujo constante. El agua en la estepa es una quimera, un espejismo que se aleja. Debía explorar. La Patagonia es aún una tierra de oportunidades, solo hay que buscarlas. "Volvimos a la aventura", dice Menéndez.Con su hijo mayor ensillaron un caballo cada uno y se fueron buscando algún rincón en la estepa que tuviera agua y que fuera apto para plantar vides. Cabalgaron durante 45 días, cruzando la mitad de la interminable e inabarcable provincia de Río Negro hasta llegar al embalse Alicurá, en el extremo occidental. Muchos días debieron buscar refugio para hallar reparo del irredento viento patagónico. En este viaje en el que durmieron bajo las estrellas, tuvieron varias revelaciones; la principal, reconocer el encanto de la Patagonia."No encontramos lo que fuimos a buscar", confiesa Menéndez. La siguiente epifanía fue reconocer -una vez más- que el lugar indicado para plantar vides era la ladera de las bardas en "Ribera del Cuarzo". Los viajes esconden misterios, el de los Menéndez fue haber conocido al rabdomante Facundo Catriel. "Me dijo que había ríos subterráneos", detalla. Sin dar más pistas, este personaje se fue hasta su casa en Valle Azul y lo dejó con la duda. Esa noche no pudo dormir."Al día siguiente lo fui a ver", continúa Menéndez. Le contó su secreto: que quería plantar un viñedo en la ladera más alejada de la barda, pero que necesitaba hallar agua, los misteriosos ríos bajo tierra. Ese día no le sacó ninguna respuesta y se despidieron. A la mañana siguiente, mientras Menéndez estaba desayunando, Catriel se presentó a su casa y le dijo: "Vamos a buscar los ríos subterráneos".Bajaron hasta el río Negro y cortaron ramas de sauces para hacer la rabdomancia. Estuvieron todo el día caminando y esas horquetas se cruzaron y apuntaron hacia la reseca tierra de jarillas y piedras. Por la ancestral mancia, hallaron el agua que les permitió tener el viñedo en un lugar donde nadie había podido hacerlo.De las cinco hectáreas originales que tenían de la condesa, pudieron expandirse a las veintisiete actuales, con vides de malbec, pinot noir, merlot y petit verdot. Un dato de color: esta zona fue explorada en la época de la Conquista del Desierto; hombres de la talla de Estanislao Zeballos cruzaron estas bardas a la veda del río Negro y pocos más han pisado el territorio, habitado en tiempos lejanos por pueblos de la Araucanía. Gran parte de esta geografía se halla deshabitada y en plena orfandad de humanidad.Contrariamente a lo que se piensa, las vides que crecen en un clima tan extremo no se expresan en vinos de personalidad fuerte, sino con elegante frescura; el calcio y el cuarzo les dan un sabor único. Los frutos de la Patagonia nacen en forma amable y floral. "Ribera del Cuarzo" y su viñedo "Araucana" producen alrededor de 200.000 botellas al año y exportan a doce países y cinco mercados más con acuerdo para cerrarse. Entre ellos Brasil, Uruguay, Perú, Colombia, Estados Unidos, Reino Unido, Bélgica, España, Hong Kong, Taiwán y la remota Islandia."Navegar por el Estrecho de Magallanes me formó culturalmente", relata Menéndez. La familia tiene una rama argentina y otra chilena; su tatarabuelo, José, es de la segunda y su historia configura la de la Patagonia moderna. Sus hitos más importantes son legendarios. Trabajaba en la ciudad de Buenos Aires y lo mandaron a Punta Arenas para intentar cobrar una deuda a un personaje legendario que estaba al frente de un almacén naval: el comandante Luis Piedrabuena.Menéndez se hizo cargo de esa deuda y se quedó también con el almacén. Entonces, Punta Arenas era un caserío cosmopolita habitado por marineros de dudoso pasado, gran parte de ellos embarcados en balleneros y en precarios barcos que se dedicaban a la caza de lobos marinos y focas. Otros esperaban que el estrecho hiciera valer su categoría de cementerio de barcos e ir a saquear naufragios. Menéndez vio más allá y entendió que el pueblo sería estratégico. Así lo fue.Sin el Canal de Panamá, toda la flota mercante del planeta que tenía que cruzar del Atlántico al Pacífico, o a la inversa, debía hacerlo por el estrecho. El almacén le sirvió de base para desarrollar sus proyectos; entre ellos, comerciar con los marineros, pero también con los tehuelches. Se dedicó a la cría de ovejas y formó una compañía naviera que unió la Patagonia en las costas de ambos océanos.En Tierra del Fuego tuvo, entre otras, la estancia María Behety, donde se encuentra el galpón de esquila más grande del mundo.Una de sus hijas se casó con su principal competidor, Mauricio Braun, con quien se asoció y fundaron la Sociedad Anónima Importadora y Exportadora de la Patagonia, que se expandió con almacenes de ramos generales en todo el sur. Hoy, se conoce a esta empresa como "La Anónima", la principal cadena de supermercados de la Patagonia."Recibió a Shackleton", revela Menéndez desde su bodega en Valle Azul. Luego de estar dos años atrapado entre los hielos antárticos en su Expedición Imperial Transantártica con el buque Endurance y después de rescatar a parte de su tripulación, el explorador irlandés fue hasta Punta Arenas y estrechó amistad con José Menéndez. Aún conserva el libro de visitas una poesía escrita por el expedicionario.La contraetiqueta del vino "Araucana Azul" transcribe esta poesía, pero también evoca los paisajes del fin del mundo. El ilustrador de la expedición que viajó con Charles Darwin, a mando de Fitz Roy a bordo del Beagle, fue realizando dibujos de las costas. José Menéndez fue a Inglaterra a verlo a Leonard, hijo del naturalista, y volvió a Punta Arenas con esos dibujos que ahora decoran este vino con espíritu marítimo.Valle Azul recibe la frescura del río Negro y, a través de meandros, su cauce va formando islas donde viven familias que producen toda clase de frutas. Los animales pastan detrás de las cortinas de álamos. Muchos se deciden por la biodinamia y los cultivos orgánicos. La bodega tiene contacto directo con el pueblo: el vino da trabajo y forma parte de la identidad del valle. ¿Por qué azul? El cielo por las noches tiene ese tono. "Es mágico el lugar", concluye Menéndez.
El desembarco de Franco Colapinto en la Fórmula 1, la categoría más valiosa del automovilismo, despierta una gran atracción por diversos motivos. Principalmente, por el talento y la seriedad que ostenta el pilarense conduciendo el auto de la escudería Williams Racing. Pero también por la frescura y el carisma que muestra. Esto último lo transforma en un constante generador de contenido simpático y atractivo para los seguidores de la F1 (y también para los que no lo son).El novato estrella. Colapinto no es sólo un boom: aprende, evoluciona, suma y tiene marcas a la altura de los mejores de la Fórmula 1En sus vías de comunicación oficial, el equipo británico difundió una divertida charla entre sus pilotos, Alexander Albon y Colapinto, que giró en torno a muchas de las costumbres argentinas. El mate fue uno de los motivos de risas cómplices. La diferencia lingüística en torno a la palabra "mate" fue motivo de chicanas. El piloto de origen tailandés le planteó a Colapinto una pregunta que dio pie a una divertida confusión: "¿Es 'mate' o 'mate'? (En inglés, mate significa 'compañero' y se escribe igual, pero se pronuncia "meit" en la Argentina)". Colapinto le respondió, sonriente: "Todavía no has aprendido". Albon fue más allá y, entre risas, le replicó: "Nunca me enseñaste".Albon mostró mucha curiosidad sobre la infusión y preguntó: "¿Qué es el mate? ¿Un potenciador de rendimiento? ¿Es legal?". Su comentario generó más risas. Colapinto recogió el guante y respondió, bromeando: "No me han hecho todavía una prueba de dopaje, así que no estoy seguro de si es legal, pero podríamos saberlo pronto después de este podcast". Albon destacó la popularidad del mate haciendo alusión a la tradición de la infusión entre los jugadores de la selección argentina de fútbol. "Todo el mundo bebe mate, por eso somos campeones del mundo", le contestó el argentino.Claro que el interés de Albon por el mate no se detuvo allí. Quiso saber qué sabor tiene. "¿A qué sabe el mate? ¿Tiene sabor?". Colapinto le explicó: "Es muy fuerte, como té verde, más o menos, está bien". Profundizando en la elaboración de la infusión, Albon comentó: "¿Le pones leche de avena y azúcar a tope?". Colapinto aportó: "Es como agua pura, un litro de agua, lo hierves hasta que esté muy caliente y luego lo pones en esto. Son como hojas, pero muy pequeñas, así que todo es como triturado. Sí, pero no es como un polvo, es como si tuviera bastante consistencia. Tiene cafeína y el caso es que bebes mucha. Es como un litro de agua que bebo yo solo la mayoría de las veces".El piloto nacional también destacó los vinos de Mendoza. "Tenés que venir. Tenés que probar el vino de Mendoza. Es realmente bueno", le dijo Colapinto. "Pero no soy un fan de los vinos", retrucó Albon. "No importa. Allá te vas a volver un wineman (hombre de vinos)", le contestó Franco, muy animado."Is it mate or mate?!" ð?§?Alex and Franco get to the bottom of the all important question ð???— Williams Racing (@WilliamsRacing) October 22, 2024El último domingo, en el Gran Premio de los Estados Unidos, Colapinto terminó décimo y sumó su quinto punto en cuatro carreras. La tarea del pilarense fue con altibajos en Austin, donde Williams no enseñó el buen estado que tuvo en la serie de grandes premios en Monza, Bakú y Marina Bay, aunque el argentino se encargó de rescatar un punto para la escudería de Grove. Un premio prácticamente impensado después de una clasificación que tuvo a los pilotos largando desde las posiciones decimocuarta -Albon- y decimoquinta -Colapinto-; en las diferentes estrategias elegidas con los neumáticos y el momento en que los ingenieros provocaron el llamado para cambiar de compuesto duro a medios, el joven talento descubrió cómo avanzar.El sobrepaso sobre Fernando Alonso (Aston Martin) y la defensa ante Kevin Magnussen (Haas) -en la vuelta de salida de los boxes-, fueron las dos perlas que dejó su performance, que hasta tuvo una tercera joya: marcó la vuelta rápida de la carrera en el giro 47, lo que valía sumar un punto extra.En la lucha por los puntos entre los Constructores, que se traduce en dinero, Alpine jugó sus cartas: llamó a Esteban Ocon para calzarlo con neumáticos blandos y arrebatarle esa unidad a Williams. Los franceses y su piloto no sumaron -el punto solamente lo atrapan quienes finalizan entre los diez primeros del clasificador y Ocon llegó 18°-, pero evitaron que su rival se adueñe del premio; además, con ese punto, Colapinto igualaba a Ocon en el mundial de Pilotos.Colapinto ya llegó a México y se prepara para su quinta carrera como piloto de la Fórmula 1. Tras el desempeño que tuvo en Estados Unidos, donde además recibió las visitas especiales de dos estrellas del deporte argentino como Emanuel Ginóbili y Fabricio Oberto, comenzó con los preparativos para el Gran Premio de México en el Autódromo Hermanos Rodríguez, entre el viernes y el domingo próximos."¿Mate o mate?" El video completo (en inglés)
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Para la periodista y conductora, es fundamental que el movimiento estudiantil aúne fuerzas con otros sectores, para que los reclamos confluyan "en una gran lucha".
Era una de las exigencias que debían cumplir los soldados que ingresaban al Grupo de Artillería de Monte 3, en Paso de los Libres, Corrientes.Matías Chirino (22) murió por broncoaspiración en junio de 2022. Uno de sus compañeros declaró en el juicio contra nueve militares y dio detalles impactantes de lo que les obligaron a hacer.
La familia Schumacher parece no tener paz. Desde que el expiloto Ralf Schumacher presentó públicamente a su novio la interna con su exesposa escaló a niveles insospechados. Ahora fue su hijo, David, quien salió en defensa de su padre y arremetió a su madre, Cora Brinkmann.Ralf Schumacher anunció su relación con el empresario francés Etienne Bousquet-Cassagne en julio de este año. Desde entonces, Cora empezó con varias acusaciones contra él: lo llamó "mentiroso" y afirmó que "desperdició los mejores años" de su vida con él.Según el diario inglés Daily Mail, el hijo de la pareja, David Schumacher, quien también es piloto, fue consultad sobre el conflicto público entre sus padres y a través de una publicación en las redes sociales, que luego borró, salió en defensa de Ralf. Ahí afirmó que su madre tiene "problemas mentales" y contó detalles de los conflictos."Normalmente no me gusta hablar de asuntos familiares en público porque estos temas no tienen nada que ver con ser discutidos así", comenzó el comunicado, publicado en las historias de Instagram."Desafortunadamente, mi madre parece ver esto de otra manera. Ahora es el momento de poner fin a esto: solo quiero vivir mi vida en paz, y lograr mis objetivos sin que me cuestionen todas las cosas donde mi madre me acusa a mi padre", continuó.David es el hijo que la pareja tuvo en los 14 años de pareja en los que estuvieron juntos (se separaron en 2015).El joven piloto también reveló: "Cuando mis padres se divorciaron en 2015, mi madre me amenazó con que si no vivía con ella destruiría el sueño de mi vida, es decir, mi sueño de ser piloto de carreras se destruiría porque, debido a la custodia de ambos padres, ya no firmaría los documentos necesarios"."Como ella no estaba en condiciones mentales para cuidarme y yo no quería crecer en un ambiente donde lo único que decía en todo el día era lo mala persona que era mi padre, simplemente no lo hice", dijo.Finalmente, y sin ahondar en detalles, rememoró un hecho violento. "Quiero estar más cerca de ella. (Pero) Hubo un incidente en el que ella quería alejarme de mi padre en contra de mi voluntad y la situación se salió tanto de control que tuvimos que llamar a la policía, porque le pegaba sin parar", concluyó el joven en la publicación.
La mayoría de estos actos son retransmitidos en directo a través de las webs del Congreso y el Senado, lo que permite un acceso más amplio al público
Es reconocida a nivel nacional e internacional por sus aportes a la fitopatología.Investigó y realizó sus estudios de posgrado de forma independiente.Construyó una sólida familia y una destacada carrera profesional sin abandonar ninguna de sus pasiones.
Las Jornadas Nacionales de Turismo del Vino regresan a fines de octubre con su cuarta edición, destacando el gran potencial del sector vitivinícola. Leer más
Alejado del cine desde 2017, ya actúa dirigido por su hijo.¿Qué película filmó en la Patagonia?
Emily Nkhana, una agricultora del norte de Malawi, solía desechar las bananas demasiado maduras o simplemente dejaba que se pudrieran, pero ahora encontró un uso rentable para ellas: hacer vino.El calor extremo estaba provocando que las bananas maduraran demasiado rápido, lo que ocasionó grandes pérdidas para Nkhana y muchos otros agricultores que viven en el distrito de Karonga."Entonces descubrimos cómo hacer vino de banana", le dice a la BBC, mientras pela limones que se utilizarían para preservar el sabor de los frutos en la planta procesadora de Twitule Cooperative Group.Para las agricultoras, no se trata solo de hacer vino, sino también de supervivencia, resiliencia y de aprovechar las nuevas posibilidades que trae consigo un clima cambiante.Solían cultivar junto a las orillas del Lago Malawi, pero sus plantaciones estaban siendo arrasadas por el crecimiento del nivel del agua debido al aumento de las precipitaciones.Eso los obligaba a trasladarse a zonas más altas, pero más cálidas, donde las temperaturas se disparan hasta los 42 °C."En la antigua granja, nuestro desafío era la gran cantidad de agua del lago. Algunas matas de banana quedaban sumergidas en el agua. Otras ni siquiera podíamos ver dónde las habíamos plantado"."Aquí arriba hace demasiado calor y eso provoca que nuestras bananas maduren muy rápido y se desperdicien", señala Nkhana, quien integra un grupo de mujeres que se unieron en la cooperativa para mejorar sus condiciones económicas a través de la agricultura.Balance entre dulzura y acidezLa producción de vino es una iniciativa a pequeña escala en los patios traseros de las casas de las mujeres, donde plantan cultivos de bananasEl proceso de elaboración del vino se lleva a cabo en un pequeño recinto en una casa de cuatro habitaciones en el pueblo de Mchenjere.El proceso es simple: las bananas demasiado maduras se pelan, se cortan en trozos pequeños, se pesan y se mezclan con azúcar, levadura, pasas, agua y se cubren con limones.Luego, la mezcla se deja fermentar durante varias semanas, transformando la pulpa en un vino potente y aromático, que contiene un 13% de alcohol, similar al vino elaborado con uvas."Es un vino de muy buena calidad. Tienes que beberlo sentado para poder disfrutar de su sabor dulce", indica Nkhana.Vino de banana puede sonar extraño para aquellos acostumbrados a los sabores del vino tradicional, pero para quienes lo probaron, la experiencia no es decepcionante.El vino, cuyo color puede variar desde el amarillo pálido hasta el ámbar intenso, tiene un sabor ligeramente dulce y afrutado, a menudo acompañado de un aroma sutil y un ligero sabor a limón y banana."Es suave y ligero, casi como un vino de postre", explica Paul Kamwendo, un entusiasta del vino local que se convirtió en uno de los mayores fanáticos del vino de banana en Karonga."No tenía idea de que se pudiera hacer vino con bananas".Para Nkhana y sus compañeras, la clave para un buen vino radica en el equilibrio entre dulzura y acidez."El tiempo lo es todo", dice. "Tienes que saber cuándo las bananas están en su mejor momento. Si están demasiado maduras, el vino se vuelve demasiado dulce; si están demasiado verdes, es muy ácido".En el mercadoEl auge del vino de banana en Malawi fue recibido con entusiasmo tanto por los productores como por los consumidores.En los mercados locales, las botellas de vino de banana, que se venden a tres dólares, son ahora algo habitual, y los vendedores están ansiosos por mostrar sus últimas creaciones."Las vendemos en mercados de todo Malawi, en la capital Lilongwe y en la ciudad más grande, Blantyre, y siempre se agotan", dice Tennyson Gondwe, director ejecutivo de Community Savings and Investment Promotion (Comsip), una cooperativa que formó a las mujeres en la producción de vino para garantizar la calidad y el sabor.Nkhana dice que hacer vino, en lugar de simplemente vender bananas crudas que a menudo se desperdician, transformó su vida y la de las otras mujeres."Algunas de nosotras hemos construido casas, algunas tenemos ganado y otras tienen gallinas. Podemos permitirnos comer comidas decentes".La cooperativa Twitule produce entre 20 y 50 litros de vino al mes y espera comprar máquinas que les ayuden a expandirse."Queremos producir más vino. Queremos pasar de esta pequeña casa de producción a una fábrica", señala Nkhana.Y el grupo tiene planes aún más ambiciosos: Comsip pidió a la Oficina de Normas de Malawi que apruebe su exportación."La gente siente curiosidad", dice Nkhana, sonriendo mientras revuelve la mezcla de vino, preparándola para la fermentación."Quiere saber a qué sabe. Y cuando lo prueba, se sorprende de lo bueno que es".Anne Okumu & Ashley Lime
Con más de 100 años de historia, logró el premio "Mejor Malbec del Mundo" en el International Wine Challenge. Cómo se combinan tradición, innovación y trabajo en equipo para lograr un éxito global
La ciudad de Buenos Aires volverá a ser sede de la segunda edición de la Feria del Vino del movimiento Slow Food, que se desarrollará el sábado y el domingo próximos, entre las 13 y las 20, en el Mercado de los Carruajes, en Leandro N. Alem 852. Con la presencia de más de 70 bodegas argentinas y con la participación de productores de Uruguay, Chile, Perú, Brasil y Italia, el principio rector del encuentro será el "vino bueno, limpio y justo", entendiéndose por tal el vino que se produce en armonía con el ambiente, pero, también, con las comunidades donde crecen y se desarrollan las viñas."En esta ocasión nos vemos capitalizando el interés que generó la primera Feria. Su éxito, por la calidad de los productores que formaron parte y por la asistencia de los actores gastronómicos más importantes de la Ciudad, incentivó a productores de vino de otras regiones del mundo a querer participar en este nuevo encuentro. Esto nos invita a pensar que esta Feria va camino a convertirse en un punto de referencia regional para el encuentro de los consumidores con viticultores que asumen lógicas de producción sustentables desde lo ambiental y desde lo social", dijo a LA NACION Pia Graziosi, sommelier y una de las organizadoras del encuentro promovido por Slow Wine Latinoamérica, la rama vitivinícola del movimiento internacional Slow Food, que tiene su sede en Italia."La ecuación es ganar-ganar": el objetivo con el que llega la primera mujer a la Mesa de EnlaceDurante las dos jornadas, la Feria contará con un espacio de charlas donde los viticultores contarán sus experiencias y ofrecerán degustaciones de sus vinos. Además, habrá clases magistrales, entre ellas, el sábado, "Un desierto con vida", guiada por la sommelier Camila Torta, donde se hará un recorrido por la Mendoza que todos conocen, pero desde una nueva mirada, del este hasta los Andes, repasando suelos y viñedos. También el sábado, "Cepas Criollas de Latinoamérica", dictada por Willy Vargas Paredes, sommelier que en 2023 publicó: "Criollo: La Primera Guía de Vinos de Cepas Criollas del Cono Sur". Y, el domingo, productores de Slow Wine de Uruguay expondrán sobre vinos con mínima intervención. La muestra también contará con la participación de productores de alimentos de la red de Slow Food en la Argentina.Pia contó que la Feria intenta ser un reflejo de lo que está sucediendo con la producción vitivinícola en Latinoamérica. "En la región se está dejando de mirar hacia afuera para producir vino y se está prestando más atención a las historias propias de generaciones de productores de vinos que, junto con el clima y con los suelos, dan vida a cada uno de nuestros terruños. Hoy, por sobre los estilos que supieron marcar los mercados, empieza a primar la convicción de respetar y de redescubrir la identidad de cada región", destacó.Añadió que en este proceso de redescubrimiento participa la gastronomía, que también puso en un lugar protagónico a los productos locales, por su procedencia y por sus particularidades. "Como gran motor de cambio, la gastronomía abrió la puerta para que productores de vino latinoamericanos comenzaran a contar sus historias y, a su vez, despertó la curiosidad de los consumidores. Esto promovió una conversación que se reedita a diario entre producción y consumo que permite la diversidad y que se nutre con la riqueza de historias y de terruños a lo largo de América Latina".Por ley: crearon una ingeniosa iniciativa de promoción en la provincia que exporta el 97% del queso azul del paísEsta edición de la Feria de Vinos de Slow Food en Buenos Aires brindará el marco para celebrar el acuerdo que recientemente firmaron en Uruguay el Instituto Nacional de Vitivinicultura de ese país y la Slow Wine Coalition (Slow Food Internacional) para la promoción de vinos de producción sostenible bajo la consigna de una vitivinicultura buena, limpia y justa. Como parte de ese acuerdo, que tendrá acciones y actividades locales e internacionales, se incluirá un ciclo de capacitación para brindarles a los vitivinicultores herramientas para enfrentar los desafíos de la crisis climática.Chubut, territorio vitivinícola emergente"Formar parte de esta comunidad de productores de vinos de Slow Food significa aportar un granito de arena a cambiar el modelo productivo que tanto daño causó a la verdadera vida de cada lugar. Estamos atravesando un momento de gran crisis climática y todo aporte, por pequeño que parezca, en pos de recuperar la vitalidad de nuestros suelos y de nuestra biodiversidad, cuenta. Escuchar las experiencias, asombrarnos por el trabajo de otros y ver a la comunidad de viticultores de Latinoamérica crecer y reconocerse entre sí es sumamente motivador. Siempre existirán aspectos dentro de cada proyecto por mejorar y encontrar estos momentos de intercambio, inspiración y reflexión grupal es una gran oportunidad", dijo a LA NACION Camila Lapido, sommelier y productora de vinos en la bodega Rincón de Los Leones, en el pueblo Paso del Sapo, en la meseta central de Chubut.Sobre el proyecto del que forma parte, Camila contó que se desarrolla dentro de la Estancia Los Robles donde, a la producción de vinos con una agricultura orgánica y biodinámica, también se agregan la producción de pasturas, ganadería ovina y bovina, y el servicio de hospedaje, con una posada rural de cinco habitaciones."Desde que comenzó el proyecto productivo, en 2008, la filosofía de trabajo siempre tuvo una base orgánica. Como socio fundador, Juan Giacomino, que es veterinario de profesión, pero agricultor apasionado, expresó en las viñas su amor por la vitivinicultura y los aprendizajes obtenidos de otros productores de la Patagonia, como Bernardo Weinert. Hoy el mayor esfuerzo de nuestro trabajo está puesto los viñedos, observando las características de cada año y buscando conservar la expresión más pura posible del lugar. Dentro de la bodega los procesos son sencillos, fermentamos con levaduras autóctonas, sin control de temperatura, en contenedores de acero inoxidable y de arcilla. Las personas que trabajan en el viñedo durante el año forman parte de nuestra comunidad y la vendimia la hacemos con la participación de amigos y de nuestras familias", destacó la productora.Sobre las 1,7 hectáreas con viñedos, en Rincón de Los Leones conviven cepas Chardonnay y Pinot Noir con hileras de Merlot, Cabernet Franc y Pinot Gris. "Seguimos explorando perfiles de suelo en el lugar, ya que Paso del Sapo ofrece una diversidad geológica única. Las parcelas más antiguas están plantadas sobre arcillas que fueron depositadas para el Río Chubut y otras pequeñas parcelas sobre arena volcánica y rocas de basalto", contó Camila.Respecto de la elección de hacer una agricultura sustentable explicó que Paso del Sapo es una región pura por naturaleza, a la vera del Río Chubut, anclada en un entorno sumamente rico y sano. "Son sólo dos los viñedos que existen en la región y Rincón de Los Leones es el único que hace vino comercial. Nuestra motivación principal es integrar a la comunidad en el proceso productivo, compartiendo los saberes de la viticultura en una zona emergente, con un gran potencial y seguros de que la única manera de producir alimentos es cuidando la naturaleza, su gente y su entorno. También creemos que la agricultura biodinámica nos invita a pensar en los cultivos desde una perspectiva más amplia, teniendo en cuenta que la Tierra está dentro de un Cosmos lleno de energías y de fuerzas que, bien entendidas, colaboran en el trabajo del agricultor. Nos gusta pensar que, luego, un pedacito de esa energía quedará contenida en la botella y que llegará a quien pruebe nuestros vinos. Consideramos que el vino, cuando es un alimento sano, es capaz de generar emociones y sentimientos en quienes lo beben", completó Camila.Al pie de la Cordillera de los AndesPara Andrés Biscaisaque, viticultor de Finca Los Dragones, un emprendimiento familiar que comparte con sus hermanos Martín y Fernando en Barreal, en el Valle de Calingasta, San Juan, la Feria del Vino de Slow Food "es una linda oportunidad para reafirmar las convicciones; crear conciencia colectiva; hacer amigos, e intercambiar experiencias para crecer y mejorar en la actividad".Contó a LA NACION que el proyecto se inició en 2018 en una finca de cinco hectáreas. "En tres de esas hectáreas plantamos vides de Garnacha, Malbec, Syrah, Criolla Chica y de Torrontés Sanjuanino. Y dentro del mismo predio construimos una bodega con capacidad actual para producir 30.000 litros y un pequeño restaurant".Sobre la forma de trabajar la viña, "el Vasco", apelativo que oficia casi de nombre propio para Andrés dentro del sector vitivinícola, explicó que el fomento de la biodiversidad y el dejar fluir la expresión natural del lugar, al pie de la Cordillera de los Andes, son premisas innegociables en Los Dragones. "Trabajamos con corredores biológicos rodeando las viñas y con coberturas vegetales espontáneas dentro de las hileras. No utilizamos herbicidas, ni productos nocivos, algo que, afortunadamente, es cada vez más habitual entre los productores del Valle. Nosotros trabajamos las viñas, pero, sobre todo, queremos vivir junto a las viñas, en un entorno sano para las personas que nos ayudan en las tareas diarias y para quienes nos visitan", afirmó.Destacó que esta forma de trabajar, que en Los Dragones es totalmente agroecológica, se asumió "por convicción; por intentar crear mejores condiciones para nosotros, para quienes nos rodean y para quienes van a venir después".En cuanto a sus vinos, Andrés contó que lo que busca es que expresen las sensaciones, los aromas, las texturas y la complejidad que tienen los lugares donde crecen las viñas, "que sin dudas tienen más riqueza cuando se cuida la biodiversidad. Estoy convencido que en un ambiente sano y diverso los vinos son más ricos, vibrantes y complejos".Del Valle de Uco a La Quebrada de HumahuacaEn 2022 Ulises Fontana y Octavio Antelo iniciaron el proyecto Sucus en el Valle de Uco, Mendoza. "Nuestro objetivo fue elaborar vinos que nos representaran y que pudiéramos compartir con gente querida, con un pie firme en el clásico estilo de los grandes vinos argentinos, pero con el otro plantado en la idea de afianzar un estilo moderno, puliendo la acidez y trabajando sobre los puntos de cosecha y las bajas extracciones", contó a LA NACION, Ulises, ingeniero agrónomo egresado de la Universidad Nacional de La Plata.Sin embargo, tras la primera añada, que dejó como legado un Malbec denominado "Los Filosos" y un tinto de Criollas llamado "Caminando por las Piedras", el proyectó cambió de paisaje y del Valle de Uco pasó a la Quebrada de Humahuaca, donde se sumó Felipe Colloca como tercer integrante. "Una nueva opción de trabajo dentro de la industria vitivinícola me llevó para el Norte, y hacia allí también fue el proyecto", contó Ulises, que se mostró entusiasmado por "la personalidad y la energía increíble que tienen los vinos de La Quebrada".Sin viñedos propios, Ulises explicó que trabajan con pequeños productores, en general de la zona de Maimará, que les garanticen condiciones de manejo sustentable. "Buscamos viñas que nos emocionen, rodeadas de paisajes que podamos trasmitir a través del vino que elaboraremos. La condición que ponemos para la compra de las uvas es trabajar con productores conscientes, no solo sobre el impacto ambiental, sino también sobre la tarea de producir uvas de muy alta calidad, con buen manejo de suelo, de canopias y de la sanidad. En la viña nos gusta trabajar con prácticas agroecológicas y orgánicas. Si usar herbicidas, ni insecticidas, buscando suelos con vida y biodiversidad, rodeados de plantas nativas", explicó.Agregó que promueven una relación muy cercana con los pequeños productores, de manera de colaborar en las tareas agrícolas con propuestas e ideas que ellos pueden aplicar en sus fincas, más allá de la porción de uvas que luego les comprarán para la elaboración de los vinos del proyecto Sucus. "Nos gusta trasmitir estas ideas para que los agricultores de la zona puedan utilizarlas como herramientas para producir de una manera más sustentable, para mejorar los rendimientos y la calidad, y para que también ellos puedan optimizar el rédito económico que las viñas les proveen a las familias productoras", destacó.Ya en La Quebrada, Sucus sigue apuntando a la producción de Malbec y de Criollas, con la idea de mantener volúmenes chicos, con no más de dos mil botellas por año. "La primera añada que hicimos en Jujuy fue la 24, que está criándose en barricas y que recién verá la luz a mediados del año próximo", explicó.En cuanto a la participación en la Feria de Vinos, el agrónomo destacó que lo atractivo de formar parte de esa comunidad es contar con una referencia donde "constantemente se aprende de colegas y se llevan a la mesa problemáticas comunes y abordajes distintos. Creemos que este el futuro de la actividad y nos gusta ser parte y escuchar a nuestros pares".Por último, y en sintonía con Camila y con Andrés, Ulises afirmó que "trabajar en forma sustentable no es una alternativa para nosotros, sino un principio de vida. Vemos como cada año se presentan nuevos desafíos climáticos y con pronósticos preocupantes, es por eso que decidimos aportar nuestro granito de arena con la incorporación de técnicas y tecnologías que nos permitan utilizar los recursos de manera responsable, optimizar su uso y dejar el menor impacto posible. Este enfoque está abordado no solo en los viñedos, sino también en la bodega, ya que adaptamos todos nuestros procesos para elaborar vinos de gran nivel siendo, asimismo, responsables con el ambiente".En la Feria de Vinos de Slow Food participarán: 35.5 Vinos de Montaña; 40/40; Ale Sketini; Alpamanta; Altos Las Hormigas; Amakaik; Argento; Asciende; Atlántica Vinos de Mar; Batallero; Bodega dal Borgo; Bodega Isasmendi; Casa Tano; Chacho Asensio; Chakana; Chaska; Cielos de Gualjaina; Conscientemente Viticultores; Contra Corriente; Delator de Sueños; Descendiente de Viticultores de Montaña; Don Milagro; Efecto Vida; El Bayeh; El Molle; El Monte; El Porvenir; Elefante Wines; Equilibrio Imperfecto; Erase una vez (Matías Morcos); Ernesto Catena (Animal); Finca Cosmos; Finca Los Dragones; Finca Machuca; Flor Silvestre; Krontiras; La Baguala; La Giostra del Vino; La Imaginación al Poder; La Magdalena; La Rosendo; Libarna; Magna Montis; Mil Suelos (Floralia + NatCool); Misachico; Mundo Revés; NODO; Otronia; Passionate Wine; Pepa Wines; Piedra Negra; Pielihueso; Ramona Vino; Rincón de los Leones; Ritmo Lunar; Sante Vins; Santo Grial; Slow Wines; Sol Naciente Bodega; Solito Va; Stella Crinita; Sucus; Suspiro del Viento que llega desde el Oeste; Tacuil; Tequendama; Traslapiedra; Tutu Wines; Verde Vino; Viñas de Huancache; Viñas de Payogasta, y Viñas de Uquía. Entre las presencias internacionales, de Italia, Ceretto; de Perú, Pepe Moquillaza; de Brasil, Cantina Mincarone; de Uruguay, Cerro Chapeu, De Lucca, Federico Urquiola, Pópolo, Proyecto Nakkal y Rooster Vermouth, Uruguay, y de Chile, Erasmo, Finca La Encantada y La Balsa de Itata. Más información en https://slowinelatam.com
Influencers y enoturismo se unen en Valladolid para promover el vino a través de redes sociales, con un evento que destaca la rica tradición vitivinícola de Castilla y León y su proyección internacional
Se trata de Cheval des Andes que se elabora en Mendoza y ya se sirve en todas las recepciones del coloso de Bernard Arnault. Las soluciones de inteligencia industrial que están cambiando los procesos productivos y el cóctel de empresarios y artistas en el que reapareció Mauricio Macri.
Un total de 67 empresas participarán de ProWine San Pablo, entre el 1 y el 3 de octubre. Brasil ya es el segundo destino de los vinos nacionales. Y buscan ampliar ese mercado por su gran potencial.
Como cada año en septiembre, Cheval des Andes, la expresión nacional de Château Cheval Blanc, da a conocer la nueva añada de su etiqueta, elaborada bajo el concepto de "Vino de Cru", con uvas de sus dos fincas excepcionales en Mendoza
María Gómez Jiménez y Nerea García Lucas arrancaron con esta aventura hace año y medio con el objetivo de demostrar que este mundo puede ser fresco y divertido
En su primera edición este evento incluirá más de setenta expositores entre los que habrá artesanos
Guillermo Castelli, emprendedor y empresario del sector de tecnología, analiza cómo está evolucionando la digitalización y el impacto creciente que tiene en la logística
Los distintos beneficios de la instalación han permitido cosechar una uva con un mayor equilibrio entre alcohol y acidez, así como con un menor estrés hídrico
Este particular perfil aromático podría deberse, según señalan los expertos, a determinadas técnicas empleadas en la elaboración de los vinos. En 2023, en la Denominación de Origen Rueda se cosecharon 115 millones de kilos de esta variedad autóctona de España
Esta bebida es perfecta para compartir momentos especiales con su pareja sentimental y círculo preferido de amigos
Una investigación ha encontrado un riesgo un 28% menor en las personas que toman cada día alimentos ricos en estos compuestos
En la esquina emblemática de Gurruchaga y Cabrera, en el vibrante barrio de Palermo, se encuentra un auténtico templo para los amantes de la carne y el vino: Lo de Jesús y La Malbequería. Este espacio, con una rica historia que se remonta a 1953, se consolidó como un referente gastronómico que celebra la tradición y la excelencia de la cocina argentina. Leer más
En Vinos a la Carta, Fabricio Portelli da tres sugerencias que reflejan el estilo actual de la categoría que revive en esta época del año y explica el gran momento de estos exponentes ideales para disfrutar, ya sea como aperitivos o con platos frescos
Hace tiempo que el vino dejó de ser aquella bebida solo para entendidos y hoy se la relaciona con un momento de disfrute y encuentro sin importar cuánto se sabe del tema. Las pequeñas bodegas fueron abriéndose paso, los consumidores se animaron a probar diferentes especialidades y a darle un lugar en la mesa.Vino de garnacha, el nuevo boom en ArgentinaHace algunos años atrás la enóloga Agustina Hanna se fue a trabajar a Francia y España. Fue en este último donde conoció la variedad de la garnacha, "los primeros registros datan de 1500, es una variedad muy linda porque es muy versátil, hay diferentes estilos: más concentrada, más ligera", explica Agustina.Cuando volvió a Argentina la convocaron para tomar el mando de la bodega Ruca Malen, una bodega con 25 años de historia que buscaba el modo de volver a conectar con su historia y con las personas. No había mejor desafío para Agustina y recordó aquella emoción de las temporadas trabajando con la garnacha y decidió que la bodega tenía que darle esa oportunidad, pero ¿dónde encontrar una plantación de aquella variedad en nuestro país? La tarea no fue fácil, pero encontraron una finca en Ugarteche de menos de 50 hectáreas donde la garnacha crece muy bien.Su mayor característica es la versatilidad que te permite obtener distintos estilos de vino, "en general cuando uno la elabora como tinto ligero es muy delicada, tiene aroma que recuerda a frutas rojas, pero también aromas que van más hacia la hierba, la pimienta y las especias. Tiene una textura muy bonita", describe.La garnacha es una variedad muy sensible a la hora de elaborarla y a la oxidación por lo cual hay que cuidarla mucho tanto en el viñedo como en la bodega. Se adapta muy bien a climas calurosos y los suelos con arena le hacen bien porque necesita del sol. "Lo lindo que tiene es que uno la puede tomar más fría a temperatura de un blanco y va a resaltarse mucho más la parte de frutas rojas con una fluidez muy linda, pero a medida que aumenta la temperatura empiezan a aparecer notas mas especiadas, herbales y aumenta la textura y el volumen en boca", asegura Agustina. Es de esos vinos que van cambiando en la copa y son ideales para sentarse a disfrutar y relajar.Agustina cree en el potencial de esta variedad, en la bodega decidieron elaborarlo como un tinto ligero, debido a las pocas hectáreas hacen alrededor de 2000 botellas al año que apenas salen al mercado se agotan.Vino para principiantesPara quienes saben poco y nada del mundo de los vinos, pero les gustaría empezar a incursionar, Agustina aconseja que lo primero es probar diferentes variedades hasta dar con la que gusta. Hay un mundo por descubrir, si el primero no gustó animarse a seguir explorando entre los dulces, rosados, tinto con madera, tinto sin madera hasta dar con el indicado.Cómo conservarlo en nuestra casaSi bien en las casas de electrodomésticos venden pequeñas cavas, no es algo necesario para el hogar, se puede encontrar un buen lugar en algún armario: "Es fundamental que esté al abrigo de las altas temperaturas y de la luz", asegura Agustina, con encontrar en la casa el lugar más fresco el vino se conserva bien.¿Frío o a temperatura ambiente?Estábamos acostumbrados a que el vino se consumía a temperatura ambiente, pero hoy las temperaturas de 40 grados no son aptas, entonces lo ideal es prever qué queremos tomar y prepararlo. "Siempre es mejor pecar de frío que tomarlo caliente. El blanco y rosado generalmente a temperatura de una cerveza, que esté empañado y después va ganando temperatura en la copa. Los tintos se pueden poner temprano en la heladera para dejarlo todo el día si se toma a la noche y sino mínimo unos 20 minutos en el freezer. Lo mejor es una frapera, hielo y dejar el vino ahí", aconseja Agustina.Para incursionar en el mundo de la enologíaAgustina recomienda empezar con vinos más fáciles de entender y tomar, vinos más frescos, jóvenes, por ejemplo, alguno frutal sin madera con fluidez. Probar un tinto y un blanco para descubrir cuál gusta más. Pero lo más importante es "arrancar sin tanta idea en la cabeza de lo que uno tiene que saber para tomar vino. Hay que estar relajado, abrirse a disfrutar y empezar a entender qué es lo que nos gusta y lo que no", recomienda.Cómo saber si el vino es de mala calidadNos podemos dar cuenta por el sabor, el aroma y el color. Si tenemos un vino joven que el color está caído, oxidado, que se ve amarronado y en el aroma tiende a oler más a vinagre entonces es que algo le pasó.¿Cuáles son los vinos que envejecen bien?En algunos casos la misma bodega o los productores lo escriben en la ficha técnica. Pero también nos podemos dar cuenta por el rango de precio, los de alta gama están pensados para la guarda, "paralelamente si uno prueba un vino y ya siente que tiene mucha estructura, que tiene linda acidez, equilibrio, generalmente son vinos que van a tener mayor evolución", explica Agustina.El maridaje indicadoEn internet existen muchísimos consejos en cuanto al maridaje, por ejemplo, los tintos con carne y los blancos con pesca. Pero hoy día la gastronomía creció y se diversificó tanto que hay que ir descubriendo las infinitas posibilidades. "El vino es un gran compañero de comida y un gran creador de momentos. Hoy hay vinos que no hace faltar tomarlos con una comida para poder disfrutarlos. Recomiendo acompañar los momentos de disfrute con un vino al llegar a casa y abrir un libro, abrir una botella y compartir con un amigo o alguien a quien queremos. Es entender el momento, si uno quiere o no tomar vino y regalarse momentos de disfrute con esta bebida", asegura Agustina.En Argentina nos hicimos muy fuertes con el Malbec y va a seguir siendo siempre nuestra bandera, pero desde hace unos 15 años que hemos empezado a explorar y diversificar nuestros vinos como país productor, hoy tenemos muchísimas variedades para explorar y disfrutar.
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A Eliana Bórmida le gusta pensar la arquitectura en términos fenomenológicos. Sus obras, las que concibe desde el estudio que creó junto a su socio Mario Yanzón, parten desde allí. Con los pies puestos sobre el terreno -en contexto- y los sentidos vueltos espíritu, experiencia y percepción humana. "Me enfoco siempre en los planos que están un poco por encima de la realidad cotidiana", dice la arquitecta nacida en Mendoza en julio de 1946.La docencia universitaria fue parte de un tramo que duró más de tres décadas, con distinciones y conferencias en otros países, de las que todavía participa. Como arquitecta, en cambio, el recorrido continúa activo al frente del Estudio Bórmida & Yanzón, conocido por especializarse en la arquitectura del vino y reconocido internacionalmente por ser pionero en la Argentina."Actualmente estamos con varios proyectos grandes: un hotel en el Lago Moreno, en Bariloche; una bodega en Cafayate, Salta; un edificio de propiedad horizontal llamado Vesta, en la Ciudad de Mendoza; un emprendimiento gastronómico y hotelero en Chacras de Coria bautizado El Borgo y lo que resta para completar la Bodega Bandini, en Luján de Cuyo. Además tenemos trabajos en Bolivia y Brasil, en la zona de la Pampa Gaúcha. Tengo a mi mano derecha, el arquitecto Alejandro Grinberg", comparte Eliana. Estos desafíos también incluyen residencias y chalets, como la casa al pie de los cerrillos del chef Francis Mallmann, próxima a inaugurarse, "una propiedad de chapa muy especial".Las obras del estudio han sido premiadas en numerosas oportunidades y son visitadas por personas de todo el mundo, que llegan a Mendoza motivadas por conocer bodegas. Y no es exagerado pensar que gracias a esta sociedad de arquitectos y la inversión privada, el enoturismo creció tanto en los últimos 30 años. Desde los 90 al presente, más de 40 bodegas grandes y pequeñas, de capitales nacionales y extranjeros, les han confiado sus proyectos.Por mencionar algunos casos, la arquitecta Bórmida es parte del alma máter de Bodegas Salentein -incluida la capilla y la posada-, Alfa Crux (antes O. Fournier), Séptima, Pulenta State, Atamisque, Vistalba, DiamAndes o Garzón. También de hoteles y posadas como The Vines Resort & Spa o Alpasion Lodge. El portfolio incluye trabajos en Uruguay, Bolivia y Panamá. "Todas esas bodegas se dieron en paralelo en los mismos años, entre 2000 y 2010. Trabajamos intensamente y en ese momento no existía la arquitectura de bodegas sino galpones, que generalmente los proyectaba un ingeniero, un constructor y no eran pensados para el visitante. Era arquitectura industrial. Creo que innovamos e hicimos un gran aporte al tema porque empezamos a ver que no se podían repetir, sino que tenían que representar imágenes de marcas competidoras. Eso nos dio afinidad para idear programas de una arquitectura del vino orientada a la producción y al turismo al mismo tiempo", dice la autora del libro Arquitectura del Paisaje (Ediciones Larivière, 2016), donde da cuenta de los lugares que creó para potenciar vivencias entre copas, procesos y montañas.La historia de su trabajo orientado a bodegas se remonta a cuando el empresario mendocino Ernesto Pérez Cuesta les propuso a ella y a Mario, reacondicionar el bodegón antiguo que había comprado para elaborar vinos de crianza: "Ahí nos dimos cuenta lo importante que era mostrar la Cordillera de los Andes, que hasta ese momento no se había tenido en cuenta, básicamente, porque las bodegas no eran lugares turísticos", afirma la arquitecta, Premio Konex 2012, Doctor Honoris Causa de la Universidad de Mendoza, miembro de número de la Academia de Arquitectura y Urbanismo de Argentina y parte del Comité Científico Internacional de Paisajes Culturales."Siempre pensamos que creamos lugares y la arquitectura es un componente principal, pero también está el entorno y el contexto social, económico, cultural y político, porque las decisiones empresariales y de los municipios donde se encuentran las obras influyen al tomar las decisiones. Me gusta, además de pensar en el diseño de un objeto arquitectónico, considerar la relación del edificio con el lugar donde está, con la idiosincrasia propia y de quienes lo visitan, y con la imagen que una empresa quiere proyectar", expresa.Es madre de dos hijas, Ana y Luisa -interiorista del estudio-, abuela de seis nietos y una mujer activa que viaja, estudia y alimenta su curiosidad con actividades nutritivas. Vive en un pequeño departamento de la Ciudad de Mendoza y aunque intentó en dos oportunidades concretar su propia residencia, "por una razón u otra" dejó esa posibilidad de lado.-¿Por qué desistió de la proyección de su casa?-Me gusta tanto proyectar lo que cae entre mis manos, me meto tanto en esos proyectos y los disfruto de tal manera, que es casi como si fueran para mí. Mi vida es agitada y hago muchas cosas, el tiempo que le puedo dedicar a cuidar un jardín no lo tengo. Vivo en un departamento pequeño desde hace años. De todas maneras estoy invirtiendo en un departamento en un edificio que proyecté: Vesta. La vida de departamento me gusta para mi edad y para mí, que estoy sola. Es una manera que se plantea cada vez más en las ciudades: edificios con comodidades dispuestas en un solo lugar: piscina, gimnasio, sala de usos múltiples y sala de televisión. De igual manera está cada vez más presente la relación entre lo urbano y la naturaleza.-¿En qué etapa de la vida se encuentra, en lo profesional y en lo personal?-Me siento en una etapa de mucha productividad. Tengo una enorme experiencia en arquitectura, en docencia, en consultorías y en el trato con grupos de trabajo. He formado cantidad de profesionales en mi estudio, de camadas que se renuevan y emprenden vuelo propio. Es una parte de mi trabajo que hago con gusto. En lo personal es absolutamente importante mi familia y me dedico mucho a mis nietos, a quienes disfruto enormemente. También de las amistades y de la parte intelectual: estoy presente en grupos con los cuales comparto intereses sobre el patrimonio, la historia, el paisaje. Son aspectos de mi vida que complementan lo proyectual y lo específico de la arquitectura.Eliana Bórmida es la mayor de cuatro hermanas que crecieron en un chalet de la Av. Emilio Civit, en la ciudad mendocina. Su padre, comerciante y coleccionista de arte. Su madre, atenta a las imparables actividades domésticas y dispuesta a ofrecer una crianza disciplinada. El jardín de aquella residencia le viene como un recuerdo cercano, con el verde ramificado de los pinos, una pileta a puro juego en verano y una maroma convertida en estructura para armar casitas con toldos. También vuelve la memoria de cuando hubo que demoler la casa, porque mantenerla era una ocupación aparte. Su padre la impulsó a dibujar, leer y estudiar. Su madre le transmitió carácter, decisión y seguridad. A los 17 años fue enviada a una familia estadounidense para terminar la secundaria en un pueblo cercano a Chicago.-¿Qué relación tiene su viaje a Chicago con su devenir como arquitecta?-Muchísima. Cuando viví en los Estados Unidos, el vecino de la casa que me alojaba era arquitecto, además de pariente de la familia que me recibió. Este hombre estaba siempre frente a una ventana, con un tablero dibujando y escuchando música. Esa imagen fue muy poderosa para mí. Un día lo acompañé a comprar materiales para un trabajo que estaba haciendo y me llevó a recorrer edificios modernos en Chicago. Hasta entonces yo solo conocía la arquitectura antigua a través de libros. Cuando volví supe que quería ser arquitecta y me inscribí en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Mendoza, que hacía poco se había inaugurado. Fue una etapa muy feliz. Ahí conocí a Mario Yanzón, que fue mi novio, luego mi marido, el padre de mis hijas y mi socio. Hoy estamos divorciados pero seguimos siendo buenos compañeros de trabajo.-¿Los proyectos de bodega fueron una búsqueda o sucedieron como consecuencia de las primeras experiencias que tuvo en los espacios del vino?-Fuimos los primeros y tuvo que ver también con un contexto macroeconómico que permitió abrir mercados. La revolución vitivinícola de los 90 ofreció ventajas para inversores extranjeros y muchos bodegueros y enólogos vieron esta oportunidad, que se convirtió en un boom. Quién hubiera imaginado estar haciendo bodegas tan grandes al mismo tiempo en los mismos años. Abrimos una puerta en una época donde no había una arquitectura de bodegas pensadas para el turismo. El enoturismo se nutrió de la creación de lugares para recibir visitantes y crear lugares, lo que nos apasiona. El espíritu que le das a un lugar está más allá del manejo arquitectónico, en el sentido tradicional.-¿Cómo concibe la arquitectura?-Entiendo lo arquitectónico con mucha fenomenología, con sensorialidad, y eso lo adquirí con el tiempo y la experiencia. He viajado por culturas muy distintas y es difícil no emocionarse en los lugares que tienen espíritu. Un punto de partida es saber cuál es la intervención que hay que hacer y neutralizar los aspectos negativos o en contra. Esto se va resolviendo en cada caso. El recorrido es fundamental para nosotros, es decir, cómo se ve, cómo se da la aproximación hacia un lugar, qué escala tienen las cosas, cuáles son los movimientos de las personas o cómo es el clima en determinada zona. Creo que todos los materiales me representan, aunque tengo preferencias por los naturales, como la piedra, la granza, la tierra y determinados colores. Si bien soy discreta y serena con las formas, no le tengo miedo a otros desafíos. La Bodega Garzón, en Uruguay, es un ejemplo de esto porque cuenta con una de las formaciones geológicas más antiguas del planeta: el Escudo de Brasilia. Cuando trabajamos en ella respetamos esta particularidad y el resultado es imponente.-¿En qué aspectos se distinguen sus bodegas?-Es probable que se distingan por la relación con el entorno y con el espíritu de algo que se siente y no puede explicarse bien. Buscamos generar experiencias particulares de recorridos. Cuando uno camina por ahí va sintiendo lo que sucede a través de técnicas que juegan con el movimiento y la conexión de espacios, la fluencia y la articulación. La intención es conectar espacios funcionales y generar emociones. Todas las bodegas transmiten algo en particular. Por ejemplo, cuando en Salentein llegás al espacio central, si mirás para abajo ves la cava con su rotonda, y al bajar esa cava se conecta con un lucernario y un entorno curvo. Si te parás en el centro y proyectás la voz, retumba tu interior como una caja de resonancia. En Alfa Crux, entrar a la cava es ingresar a un espacio insospechado y enorme, ubicado debajo de una plaza, en el que una cruz de luz se proyecta en el piso. En las bodegas hay algo de bohemia, inquietud y fantasía. Ojalá esta microcultura que hemos generado nos trascienda.