La jardinería, una actividad que muchas veces asociamos con el ocio o el cuidado del hogar, puede ofrecer beneficios que van más allá de mantener un jardín bello. Según expertos, esta tarea podría incluso superar al gimnasio en cuanto a sus aportes para la salud física y mental. Desde la quema de calorías hasta el fortalecimiento de los huesos y la reducción del estrés, cuidar un jardín es más que una simple actividad recreativa: es una práctica que podría alargar la vida.Esta actividad es considerada un ejercicio de intensidad moderada. Esto teniendo en cuenta que, durante una sesión en el jardín, se queman más calorías que en una caminata ligera, lo que la convierte en una forma eficaz de mantenerse activo. Además, la actividad puede ayudar a reducir la presión arterial, lo cual es clave para prevenir enfermedades cardiovasculares.Estar al aire libre mientras se cuida del jardín también expone el cuerpo al sol, lo que favorece la producción de vitamina D, según Mayo Clinic. Asimismo, esta vitamina no solo fortalece los huesos al facilitar la absorción de calcio, sino que también juega un papel en el fortalecimiento del sistema inmunológico. Es importante, sin embargo, proteger la piel con protector solar para evitar daños por la exposición prolongada.Los beneficios de la jardinería en la salud mentalLa jardinería no solo beneficia al cuerpo, sino también a la mente. Según estudios, esta actividad ayuda a reducir los síntomas de ansiedad y depresión. Esto teniendo en cuenta que su capacidad para desconectar a las personas de la rutina diaria y enfocar su atención en tareas concretas contribuye a un estado mental más positivo y relajado.La tarea del hogar que ayuda con la salud mental y física, según expertosAdemás, cuidar de un jardín fomenta el sentido de logro, especialmente si implica el cultivo de alimentos propios. Este aspecto también puede promover una dieta más saludable, ya que quienes practican la jardinería tienden a consumir más frutas y verduras frescas.¿Qué otras actividades favorecen la salud?Aunque la jardinería tiene beneficios únicos, otras actividades como los rompecabezas, la cocina o la escritura también ofrecen ventajas importantes. Esto debido a que esas acciones pueden mejorar la concentración, reducir el estrés y fomentar la creatividad, demostrando que el tiempo libre bien aprovechado es fundamental para una vida equilibrada.Por Laura Guevara
"Mi sueño es tener una computadora", dice Ludmila Galeano, que cumplió 15 años y a pesar de no tener un equipo en su casa aprendió a programar, a usar una impresora 3D y hasta a configurar robots. En su imaginación, se ve tecleando hasta tarde y en su casa, un espacio con baño y cocina que su familia alquila en un conventillo de La Boca.Todos los días, Ludmila sale de la escuela técnica a la que va, pasa rápido por su casa, come algo, y se apura para caminar las tres cuadras que la separan del lugar en el que usó una computadora por primera vez en su vida. Son 300 metros que recorre convencida de que la acercan a su meta: "Quiero ser una profesional de la informática".El lugar en el que Ludmila pasa todas sus tardes es el Punto Digital de la fundación CasaSan, un espacio ubicado en La Boca que está equipado con 50 computadoras. Cada semana, se acercan a usarlas entre 200 y 300 chicos que, como ella, no tienen una PC en su casa.En el caso de Ludmila tampoco tiene celular ni buena conexión a internet. "Es difícil hacer las cosas del colegio", dice la adolescente, que cursa el segundo año en una escuela pública del barrio.Dos o tres veces por semana, Ludmila usa alguna de las computadoras para hacer tareas de la escuela. "A veces te piden hacer presentaciones PowerPoints o llevar el celular para usar Google Classroom, pero yo no puedo", cuenta. No es la única: en su clase son poco más de 20 alumnos y a 7 les pasa lo mismo que a ella. "En primer año me reprobaron porque no podía acceder al Classroom", se acuerda.No tener una computadora en su casa es una de las 12 barreras que hacen que los adolescentes que viven en hogares pobres tengan muchas menos probabilidades de terminar el secundario que quienes crecen sin carencias, según una investigación publicada por LA NACION en base a datos del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA. De hecho, entre los adolescentes de 12 a 17 años que viven en contextos de pobreza, la falta de acceso a una computadora es el obstáculo más común para egresar: 8 de cada 10 chicos de este universo no cuenta con una en su hogar.Además, no tener computadora es la tercera desventaja que más impacta en la probabilidad de tener déficit educativo. "En el contexto de la pandemia se hizo evidente que era una barrera muy difícil de poder sortear en términos de poder conectarse con el mundo educativo. Hoy, las clases asincrónicas o tareas online siguen siendo una práctica habitual. Muchos de estos chicos que viven en condiciones de pobreza logran hacerlas con un celular, aunque también es un recurso escaso porque en muchas casas tienen 1 o 2 para toda la familia y no siempre tienen datos para poder conectarse", explica Ianina Tuñón, investigadora de la UCA.Para Tuñón, existe una diferencia muy significativa entre manejar un teléfono y una PC: "Muchos de los chicos de sectores populares que terminaron el secundario y entran a la universidad, hacen los trabajos prácticos con celulares y cuando se enfrentan a una computadora, encuentran limitaciones. Si bien la universidad logra sortearlas con asignaturas transversales como la enseñanza de computación, sin dudas una práctica que deberían los chicos adquirir más tempranamente en la escuela secundaria. Es una forma de alfabetización que se exige en cualquier trabajo".Inclusión digitalLudmila participaba de otros espacios de CasaSan, una ONG que busca potenciar el crecimiento y desarrollo de niños, adolescentes y adultos mayores de bajos recursos socioeconómicos. Sin embargo, recién a los 11 años empezó a ir al Punto Digital. "Me entusiasmó la idea de usar una computadora y empecé a venir todos los días. Nunca había tenido ni usado una, y si no fuera por este lugar, probablemente no sabría cómo usar una. Me acuerdo que cuando empecé, los chicos y los profes me enseñaron todo de cero", cuenta.El lugar es parte de una red federal de espacios donde funcionan Puntos Digitales. En esos lugares abiertos al público y gratuitos, brindan conectividad, capacitaciones, talleres y actividades culturales para personas de todas las edades con el objetivo de promover la inclusión digital y capacitación tecnológica. En Casasan, además de computadoras, hay apoyo escolar y talleres de robótica, programación y otras habilidades digitales, además de cursos de inserción laboral para adultos.Hasta hace un par de meses, usaba la computadora para jugar o hacer trabajos de la escuela, pero "se enganchó" con los profesores y con los talleres y aprendió a formatear las computadoras, a armarlas y desarmarlas, a programar y a manipular robots. Ahora, hasta ayuda a los profesores con el mantenimiento de los equipos. Pero su actividad favorita es la impresión 3D: le encanta imprimir "merchandising" de su banda favorita, BTS. Y su próximo proyecto es imprimir un juego de mesa.Otras barrerasLudmila vive con dos hermanos y sus papás en un conventillo en La Boca. "Mi casita es más o menos la mitad de esto", dice refiriéndose al aula en la que guardan la impresora 3D y que tiene dos mesas largas en las que entran unas 10 computadoras. Tampoco tiene un escritorio en donde sentarse a hacer la tarea, así que prefiere ir a CasaSan porque "es más tranquilo".Según el informe de la UCA, la calidad de la vivienda también es otro factor que influye en poder (o no) sostener los estudios secundarios. "Un niño que no tiene su propio colchón y cama para dormir o que no tiene privacidad para hacer las tareas, no tiene un descanso adecuado ni un lugar para estudiar; el que no tiene acceso al agua potable o a condiciones de protección del frío se enferma más y tienen que faltar; y el que vive en un lugar que se inunda no puede ir cuando llueve. Todos estos múltiples aspectos van produciendo siempre un mayor alejamiento de los espacios educativos", aclara Tuñón.Ni la mamá de Ludmila, que es ama de casa, ni su papá, que es albañil pero también trabajó de cartonero, fueron al secundario. Ambos se quedaron en la escuela primaria. Según el estudio de la UCA, un clima educativo bajo en el hogar es la barrera que más repercute en la posibilidad de que un chico de 12 a 17 años pueda terminar la secundaria."La educación que alcanzan tus padres es un determinante muy importante porque todos los procesos de alfabetización de los niños arrancan muy tempranamente. Que un niño esté expuesto desde pequeño a un vocabulario rico, a elementos como libros o computadoras o a prácticas culturales próximas a la educación, como la lectura, es muy importante para que llegue a una situación de mayor equidad a la escuela", señala Tuñón.A Ludmila, es su mamá quien la motiva a seguir aprendiendo un poco más todos los días y la incentivó a sumarse a los talleres de CasaSan: "Quiere que termine el secundario y que estudie una carrera. Me dice que no tengo que ser como ella o como mi papá, que no terminaron, que tengo que salir adelante y tener un título". Y aunque su mamá prefiere que estudie Abogacía, Ludmila está cada vez más convencida de que quiere ser "una profesional de las computadoras" y trabajar arreglando máquinas."Me encanta aprender cosas nuevas que no sabía y después poder enseñarles a mi hermanita de seis años y a mis primos", cuenta Ludmila. Con sus profesores tiene una relación de "confianza mutua", y está muy agradecida con la libertad que le dan para probar cosas nuevas y aprender. No descarta dedicarse a la enseñanza en un futuro: "Me entusiasma mucho poder enseñarles a los demás cosas que aprendí. Veo como los profes nos ayudan a nosotros y quiero seguir esa dinámica".Más informaciónSi querés colaborar con la Fundación CasaSan o ayudar a Ludmila, podés hacer donaciones al siguiente alias: Casa.san.815 o comunicarte por WhatsApp al 1155616772.Podés acercarte al Punto Digital de Fundación CasaSan (Almirante Brown 1351, CABA) de lunes a viernes entre las 15 y las 19 horas.
El momento de abrir una lata incluye paciencia y concentración. Más aún si en los cajones de nuestra cocina no tenemos un abrelatas, un utensilio indispensable para perforar las circunferencias de metal que almacenan las salsas, arvejas y otros productos.Ante la ausencia de este elemento, los usuarios de las redes sociales vuelcan en sus canales algunos trucos que pueden ayudar a salir del paso. Uno de ellos es el de abrir una lata con una cuchara, algo que parece descabellado desde el inicio, pero que puede ser útil en caso de no tener las herramientas necesarias para abrir la conserva en cuestión.Según los especialistas, este truco es ideal para cuando una persona está de camping o lejos de su casa y no tiene cómo abrir una lata. En este caso, con la cuchara se deberán hacer unos movimientos específicos que perforarán el metal y así podrás disfrutar del alimento que está almacenado.Con sumo cuidado para no cortarse los dedos, hay que tomar la cuchara y con el borde empezar a frotar el filo de la cabeza cóncava del cubierto. Al ir bordeando el aluminio haciendo presión para abajo, la tapa de la lata empezará a ceder de a poco.La clave de este proceso es hacerlo de manera rápida y continua, con la presión hacia abajo para que el metal ceda. Una vez que la cuchara logró agujerear mínimamente la lata, se moverá el cubierto hacia adelante y atrás con el fin de cortar el borde del recipiente metálico.Con movimientos sutiles, sin involucrar la palma de la mano para no cortarse, la lata cederá por completo y la cuchara se convertirá en un utensilio indispensable para sustituir al famoso abrelatas.Por qué no hay que tirar las latas de conserva después de usarlasPor lo general, las personas tiran las latas una vez que usan su contenido. Esto puede provocar una serie de acontecimientos indeseados que obligan a repensar qué hacer con los recipientes metálicos.El problema está en su abertura y cómo la tapa o el borde de la lata se convierte en un objeto peligroso y cortante para otras personas o para los animales que revisan la bolsa y pueden sufrir un accidente.Una de las recomendaciones del caso es no tirar las latas, sino que reciclarlas para realizar una buena acción con el medio ambiente. Además de esto, también los recipientes pueden cumplir varias funciones como una maceta improvisada, un contenedor de velas u otros inventos que le darán una utilidad inesperada y ecológica a este objeto.En caso de que no se te ocurran ideas y tampoco quieras tener las latas en tu hogar, los especialistas recomiendan llevarlas a una planta de reciclaje donde se le da el tratamiento adecuado para que no afecte al medio ambiente. En este lugar, se trata al aluminio de manera tal que al fundirlo a alta temperatura se convierte en un lingote. A partir de ese proceso se podrá construir una nueva lata o utilizarla para otros fines.
El duelo transita entre la tristeza y el alivio.El adiós de nuestros padres, una oportunidad para repensar la muerte.
-I-La vejez está en nosotros. Somos nosotros. Es una realidad que nos constituye. A cada cual y desde siempre. Y que, en un momento dado, ya no se deja soslayar. Ella es, de pronto, lo que nos pasa. En esa medida, nos fuerza a encararla. Se nos impone como nuestra verdad. "Vendrá la muerte y tendrá tus ojos", advierte Cesare Pavese. Al obligarnos a reconocerla en nuestro semblante, ella nos prueba hasta dónde estamos involucrados en lo que significa. No obstante, este reconocimiento no implica una dócil identificación. Algo en nosotros se resiste a ser lo que nos pasa. A consistir en lo que nos sucede. Se trata, por eso, de un acontecimiento en el que, sin perder la familiaridad con nosotros mismos, no podemos dejar, pese a ello, de sentirnos otro que aquel que protagoniza lo que nos ocurre. Y sin embargo, ahí está, rotundamente, esa verdad. Algo, en el espejo en el que nos veíamos idénticos, nos desmiente. Y brota en ese espejo la tristeza de vernos envejecer. La pena de advertir que esos rasgos que aún son los nuestros, no son ya tal como hasta entonces presumíamos. Como un barco que de a poco se aparta del muelle y empieza a desdibujarse en la distancia, así hemos comenzado a ser ese otro que se adueña de nosotros. Lo ineludible ha empezado a hacerse oír en nuestro cuerpo.Hace doscientos años no más, llegar a viejo era más que improbable. La muerte terminaba con la mayoría de los hombres al cabo de cuatro décadas, cuando no de tresEn el mundo moderno, la vejez ha dejado de ser un problema inabordable. Pero no ha dejado de ser, para una inmensa mayoría, un pesar anímico. Su consideración de fondo sigue siendo pobre. El progreso, antes que a suprimir ese pesar, solo contribuye a reconfigurarlo sin afectar su vigencia. Y lo digo consciente de que son muchas las dificultades acarreadas por el envejecimiento que han sido aliviadas por la ciencia y resueltas por la técnica. Otras dificultades, no obstante, han aparecido. Algunas, incluso, a consecuencia de esos mismos avances. Y hasta hay dificultades relacionadas con la vejez que, existiendo desde siempre, se han agravado, sobre todo en el siglo que acaba de concluir. Valen, en este sentido, las palabras de Sebastián Ríos: "Llevado al extremo de la irracionalidad, el esfuerzo de la medicina por preservar y cuidar la salud de las personas ha demostrado que es capaz de volverse en contra de aquellos a quienes pretende proteger. Cuando los médicos se empecinan en extender la vida aun más allá de las posibilidades fisiológicas y del deseo de sus pacientes aparece lo que se ha dado en llamar el encarnizamiento terapéutico".Hace doscientos años no más, llegar a viejo era más que improbable. La muerte terminaba con la mayoría de los hombres al cabo de cuatro décadas, cuando no de tres. Hoy en cambio, lo que entonces era casi imposible, resulta usual. Ello sin embargo no significa que la vejez sea mejor comprendida donde más atendida está. Ahora los viejos acumulan años pero la vejez ha perdido sentido.En tiempos pretéritos, bien se lo sabe, los viejos gozaron de gran estima. Más cerca de nosotros, ese privilegio se fue desdibujando. En un escenario poco expuesto al cambio y siempre lento para incorporarlo, los muchos años cursados aseguraban idoneidad en materia de experiencia. Ser viejo equivalía a saber y a saber lo que importaba. Eran tiempos en los cuales el transcurso de los días no acarreaba mayores novedades. Nada ni nadie jaqueaba el conocimiento ancestral. La monotonía era el fundamento de su solidez, el sustento de su suficiencia. Cuando un viejo se pronunciaba, la sabiduría se dejaba oír. Su prestigio no era gratuito. Estaba asentado en una verdad no desmentida por el transcurso del tiempo.Había que replantearse su sentido comunitario. ¿Un viejo qué es, qué vale? ¿Qué puede contarnos de nosotros ése que ya no cuenta con autoridad?Luego ocurrió el desajuste. El aura del hombre añoso naufragó con las creencias que le daban sostén. Lo imprevisible se impuso, exigió transformaciones. Las respuestas disponibles, tradicionales como eran, no supieron remontar el descrédito. Tras haber sido un hombre superior, el viejo pasó a ser un hombre superado. En él no se vio entonces más que la terca insistencia del pasado por no perder vigencia. ¿Escucharlo para qué? Y si, aun así, se empecinaba en hablar, cabía silenciarlo. Abundó lo novedoso y floreció lo juvenil. Uno y otro se impusieron. Fueron celebrados. El conocimiento, lo que implicaba, fue redefinido. Ahora quería decir estar al tanto de lo no sabido hasta allí. La disposición y la aptitud para innovar dejaron de ser profanas. Una y otra conquistaron un estatuto social inédito. La voluntad transformadora ya no fue sinónimo de transgresión. Menos aún de insensatez. Todo lo contrario: se convirtió en virtud. Dédalo, el inventor mitológico, demuestra en nuestro tiempo su vigencia, el consenso ganado por la facultad de imaginar y crear, el prestigio que rodea al talento capaz de introducir lo inesperado. Lo insospechado y no obstante, propicio y rendidor. De modo que, tras haber sido figura estelar, el viejo cayó en descrédito. Debió replegarse. Primeramente, hacia roles de reparto. Después, hacia el papel de mero espectador. El drama de la lucha por la vida ya nada esperaba de él. Su anonimato cundió. Y con el anonimato, su insignificancia. Había, pues, que replantearse su sentido comunitario. ¿Un viejo qué es, qué vale? ¿Qué puede contarnos de nosotros ése que ya no cuenta con autoridad? -II-Tampoco el anciano sabe qué hacer consigo. Rara vez logra sobreponerse al peso de la sentencia que lo condena. Lo abruma el íntimo dolor de ser quien es. Así, a su intrascendencia social se le suma la autodescalificación. Dos testimonios de ello: el primero es poco menos que remoto. Data del tiempo en que envejecer era inusual y tenía lugar a una edad que hoy estimamos temprana. Está fechado en París el 27 de enero de 1771. Es una carta de Madame Dudeffand enviada a su amigo Horace Walpole, escritor inglés."Es necesario que hagamos una confesión, mi espíritu se debilita, se fatiga, se cansa -escribe-; ya no tengo memoria; ya no soy capaz de participar en nada; apenas hay algo que me interese; vivo disgustada de todo; me parece que uno no ha nacido para envejecer, es una crueldad de la naturaleza condenarnos a la vejez; comienzo a hallar mi situación insoportable. Yo he tenido gatos, perros, que han muerto de vejez, y se ocultaban en los agujeros y tenían razón. En situaciones así nadie quiere mostrarse, dejarse ver cuando se es un objeto triste y desagradable".El envejecimiento y la muerte, entre nosotros, no están meditados sino solo tramitados. Se los concibe, a lo sumo, como materia de administraciónEl segundo testimonio, un poema, lo atribuyó Pessoa, a principios del siglo XX, a su heterónimo Ricardo Reis: Ya sobre la frente vana / se me encanece el cabello del joven que perdí. / Mis ojos brillan menos. / Ya no merece besos mi boca. / Si aún me amas, por amor, no ames: / Me traicionarás conmigo.En un medio donde el tiempo solo importa como herramienta y objeto de dominio, es explicable que se margine a quien evidencia que el tiempo ha podido con él. Sus huellas -las del tiempo- son la lepra de la época. El envejecimiento y la muerte, entre nosotros, no están meditados sino solo tramitados. Se los concibe, a lo sumo, como materia de administración. Geriátricos, cementerios y mausoleos así lo prueban. Se me dirá que no es poco. Pero aquí se trata de otra cosa. Se trata de ver lo que tanta diligencia encubre. La finitud concebida como imposición indoblegable no llega a ser interrogada. El mandato social dominante exige soslayar su evidencia. ¿Cómo va a admitirse su estatuto de dilema decisivo en un mundo donde solo reina la voluntad de desterrarla? Concebidas como manifestación de ese poder irreductible a la voluntad de dominio, la vejez y la muerte están desatendidas aun allí donde más atención se les presta. No hay lugar para ellas como expresión de lo inelaborable. Nuestra ciencia y nuestra técnica no se sienten interpeladas por la evidencia de que ser sujeto también quiere decir saberse sujeto, es decir acotado por la ley, por un límite estructural y no apenas coyuntural. Es esta imposición trascendente lo desoído por nuestra cultura. Eso cuyo efecto sobre la subjetividad no se está dispuesto a considerar sino prácticamente.Dado que nuestra cultura rehuye el trato con lo que no se deja inscribir por entero en un significado y pretende gerenciarlo todo, la vejez, para ella, no puede sino constituir una provocación intolerable. Es agraviante por lo que tiene de indómito. Sin embargo, a medida que la vejez multiplica en nosotros, los actuales, las huellas de su invulnerable fortaleza, nos vemos forzados a admitir lo que tanto empeño se ha puesto en subestimar: la impagable hipoteca contraída por el hombre con la fatalidad. Que el hombre no pueda sustraerse a la subordinación al tiempo, tal como lo atestigua la vejez, es algo que nos afecta donde más nos duele: en la presunción de nuestra supremacía y de nuestra autonomía con respecto a la naturaleza.Envejecer es encaminarnos por la senda progresivamente hostil de un cuerpo que se marchita y de una conciencia que se sabe protagonizando su decadencia. Hay un momento en que el anciano se reconoce en lo que le sucede. Sabe, advierte, que esa cultura en retirada es él mismo. Que él es esa naturaleza en anárquica expansión, ese progresivo desorden que lo destituye como persona. Pero, paradójicamente, al reconocerse como un gradual desconocido, afirma, todavía, la fortaleza de su identidad. Es que aún somos profundamente humanos cuando advertimos que vamos dejando de serlo. El hecho de poder interrogar nuestra vida en retirada es una manera de afirmarla. Es todavía inscripción en la cultura.Hay un vitalismo propio de la vejez que se encuentra en las antípodas de la resignación y de lo burdoSin embargo, envejecer y morir se convierten, a la luz de estrategias escapistas y subterfugios encubridores, en imperativos devaluados. El mandato social determinante es simular que no sucede lo que nos pasa. Si ya no se es joven se debe, no obstante, aparentar que se lo es. Todo, desde la indumentaria hasta la propia piel, tendrá que evidenciar que así se lo ha entendido. El paso del tiempo no debe dejar huellas. El hombre no debe ser un indicio del tiempo. La orden es creer y hacer creer que con uno el envejecimiento no ha podido. Si no somos indemnes al paso de los años debemos actuar como si lo fuéramos.Ahora bien: ¿es ello imprescindible? No, a juicio de Vladimir Jankélévitch, para quien la vejez es también una oportunidad.Leámoslo: "La vejez es un modo de ser como la juventud y la edad madura; y este modo de ser solo es deficiente para una sobreconciencia sinóptica, y a condición de comparar, de medir o de juzgar desde fuera; vivido desde dentro, el presente senil no está más vacío para el hombre anciano de lo que está el presente juvenil para el hombre joven: tiene solo otro cariz, otro ritmo, otro tiempo; una tonalidad diferente.Hay, pues, un vitalismo propio de la vejez que se encuentra en las antípodas de la resignación y de lo burdo. Es otra conformación del goce de la vida. De ese goce que, según Jankélévitch, puede ser codiciado y obtenido en la ancianidad.Envejecer puede también convertirse en un proceso de gradual y relativa adecuación fructífera al paso del tiempo. Constituye, en este sentido, un tránsito hacia una posibilidad y configuración inéditas del goce de vivir y no una mera desaparición de modalidades y recursos previos. Es en este nuevo marco perceptivo donde corresponde inscribir como conjunto el sentimiento de la propia vida cumplida. La vida entendida como "un conjunto", según la designa Jankélévitch, solo se recorta como procedimiento creador cuando el hombre de edad reconoce afirmativamente su ancianidad. Y ya no con melancolía, como alguien en quien la juventud y la madurez, al extinguirse, lo han despojado de todo sentido y de toda tarea. -III-Se trata de aprender a volverse hacia el ayer desde otra percepción del presente propio. Se trata de pasar de la condición residual a la creadora, que también es posible en la vejez. La nostalgia y la disconformidad ante lo perdido no tienen porqué serlo todo. Es factible encarar de otra manera el ayer. Es posible encararlo con expectativa, interrogarlo, explorarlo. Solicitarle una verdad sobre el ser propio que, hasta ese momento no puede concebirse, imaginarse ni alcanzarse. Es la que solo llega a ofrecer una vida cuando se la interpreta como conjunto eventual, es decir como manifestación de una verdad que aún palpita en la temporalidad. Como otra cosa que pérdida, que extenuación, que resto. Esta revelación de la suma de los días es un privilegio de la vejez. Un privilegio hacia el cual rara vez se tiende. Y en esto consiste lo que todavía no nos ha ocurrido, eso que resulta de una nueva manera de relacionarnos con nuestro pasado, de un nuevo saber sobre él que da impulso y contenido inédito al presente. Se trata, quiero decir, de reelaborar nuestra experiencia del tiempo. Del tiempo tal como nuestro cuerpo la tramita, condicionado por la cultura que le infunde o lo priva de sentido.El tiempo que nos constituye es el mismo que nos destituye. Su comprensión usual jamás nos reconciliará con élSe trata, entonces, de restituirnos tiempo. Se trata de proceder de tal modo que el tiempo deje de ser aquello que únicamente acumulamos en nosotros (materia inerte) y pase a reconfigurarse como energía (materia dinámica) de que disponemos para proseguir en la vejez la construcción de nosotros como en lo que en ella somos ahora: ancianos. Estancado en nuestro cuerpo, el tiempo es veneno para el alma. No procesado, detenido, deja de ser lo que nos constituye para convertirse en lo que nos destituye. Nada más que en lo que nos destituye. Su paso ya no nos implica como sujetos sino como objetos. Al no convocarnos a hacer algo con él, sencillamente nos deshace. La pétrea inmovilidad del anciano retrata acabadamente la atroz hegemonía de un tiempo liberado de todo control subjetivo. Reconquistada la relación laboral con el tiempo, reaparece el presente: es el escenario en el que se juega nuestra relación con el futuro. Nuestra posible experiencia de la vejez como tarea y ya no, primeramente, como ceniza de la vida que se fue. -IV-El tiempo que nos constituye es el mismo que nos destituye. Su comprensión usual jamás nos reconciliará con él. Podremos hacerlo, en cambio, si dejamos de entenderlo como duración para empezar a reconocerlo como intensidad. Ni el tiempo ni el hombre duran. No son sino transfiguración. Antes, pues, que al plano fáctico, el hombre y el tiempo pertenecen al orden simbólico. Lo singular de nosotros, lo que hace de nuestra condición una instancia humana, es que no consistimos ante todo en ser sino en significar. Como signo que va en pos de su significado, el hombre está llamado a constituirse en el campo de la valoración.El propósito del hombre, concebido como signo en busca de significación, es el de apersonarse. El de hacerse presente. El presente es la instancia de la significación. El escenario donde cada uno de nosotros algo quiere decir, algo puede significar. Ganar realidad es para el hombre que envejece, tal como Martín Buber lo advirtió, ser reconocido en su personal singularidad."El mundo del pasado -propone Norberto Bobbio-, es aquél donde reconstruyes tu identidad. No te detengas. Cada rostro, cada gesto, cada palabra, cada canto por lejano que sea, recobrados cuando parecían perdidos para siempre, te ayudarán a sobrevivir"
San Lorenzo sigue jugando mal. Lo hacía en el último tiempo con Rubén Insua, lo hizo con Leandro Romagnoli (más allá de algunas buenas intenciones) y lo hace ahora, con Miguel Russo en la conducción. En el debut del experimentado DT le había ganado a Barracas Central por 1 a 0 en el Nuevo Gasómetro. Este sábado perdió por el mismo marcador frente a Independiente Rivadavia en Mendoza. La primera vez oficial, según las estadísticas.Casi, casi sin darse cuenta. Todo gris, monótono. El Ciclón juega con pesimismo, con la convicción escondida en algún rincón de Boedo. El partido arrancó con todo. Con un cabezazo goleador de Victorio Ramis luego de un centro de Sebastián Villa, no convalidado hasta el llamado del VAR. Se sostuvo que no hubo interferencias para la visión de Altamirano, titular por el lesionado Chila Gómez. Generó revuelo, como cada intervención de la tecnología.Matías Reali, condecorado con una plaqueta y protagonista de una ovación, en este tiempo es suplente. El pequeño gigante fue actor involuntario meses atrás de una novela negra, entre acusaciones serias por la falta de pago, por un supuesto comprobante trucho. "Nos estafaron", llegó a decir Daniel Vila, el presidente de Independiente Rivadavia.Iker Muniain no solo se convirtió en capitán en tiempo récord: también es el cerebro de un equipo que busca la reconstrucción, con la tranquilidad de Miguel Russo al mando. Villa es la contracara: a través de su velocidad por el sector izquierdo, provocó sismos momentáneos a la inestable última línea del Ciclón. Pudo empatar Nahuel Bustos, pero el disparo rebotó con el travesaño, en un momento puntual de alta tensión. El resto, poco, casi nada.El partido era oscuro, como la noche. ¿Por qué se jugó tan tarde? Lejos de las temperaturas de verano, no es habitual que un encuentro doméstico un sábado por la noche arranque a las 21.45. Pese a que los horarios para todos los partidos correspondientes entre las fechas 18 y 22 se dieron a conocer el pasado 7 de octubre, pocos días después de la publicación de los horarios de la decisiva jornada 38° de la Primera Nacional, obligó a cambiar el horario del encuentro de la máxima categoría.El encuentro originalmente estuvo programado para las 15. Sin embargo, luego se supo que Gimnasia de Mendoza iba a jugar con Almagro desde las 15.05 en el estadio Víctor Legrotaglie, a tan solo cinco cuadras de distancia del Bautista Gargantini. El Lobo local se impuso por 3 a 1 y se clasificó para los octavos de final del reducido.A raíz de esta situación, y para evitar posibles cruces entre los hinchas de los dos equipos que protagonizan el histórico clásico mendocino, la Liga Profesional alegó "cuestiones organizativas" para atrasar exageradamente el horario del choque entre la Lepra y el Ciclón, que terminó casi a medianoche.Un rato antes, San Lorenzo buscó el empate con movimientos pausados, lógicos. No fue inferior a Independiente Rivadavia, tenía derecho de reclamar por la igualdad. Disponía de otras armas en el ataque como Vombergar, el Perrito Barrios y Leguizamón, otro de los postergados en los últimos tiempos. Tres nombres que en épocas de Ruben Insua eran número puesto. Los tres. San Lorenzo, sin embargo, con el Gallego, Romagnoli y ahora con Russo, no dispone de lugartenientes reconocibles.Prácticamente no hay indispensables. Jhohan Romaña, un solitario, puede escapar a esa tendencia desoladora. Lo acompaña el vasco, que ordena, juega, advierte caminos mejores que los acostumbrados, pero está demasiado solo. Un unipersonal que gravita de vez en cuando. Así no, San Lorenzo.
Los días lunes 28 y martes 29 de octubre, se realizarán jornadas intensivas de descacharrado en los 135 municipios bonaerenses.
La crisis económica redobla el peso en los hombros de quienes están a cargo de los cuidados, que en su mayoría son mujeres y/o madres. El tercer domingo de octubre se celebró a las mamás en su costado más rosa y edulcorado: ¿hasta cuando vamos a esquivar lo importante? La feminización de la pobreza y un sistema judicial atravesado por operadores misóginos son el lado B del día publicitario, con cifras cada vez más alarmantes.
AUSTIN, Estados Unidos.- Los periodistas que siguen la Fórmula 1 le prestan mucha atención a Franco Colapinto. Y la mayoría menciona la calma, su forma de hablar tranquila, casi exenta de alegría, tratando de ser objetivo y exigente consigo mismo.Pero este fin de semana en Austin, el grupo de periodistas que lo esperó para sus declaraciones en español, terminaron riéndose junto a él, porque a medida que rememoraba los hechos, sus labios se distendían en una sonrisa contagiosa y le brillaban los ojos. Propenso a sentirse disconforme, estaba valorando lo que había hecho: mantenerse hasta último momento con los neumáticos duros y atacar. Con ellos, en inspiradas maniobras se adelantó a un rival avezado como el español Fernando Alonso y se defendió del veterano dinamarqués Kevin Magnussen, ambos con coches supuestamente superiores al Williams.Y con las gomas duras y aquellas de compuesto medio, mostró un ritmo infernal hasta el final, batiendo al menos a seis pilotos que lo habían superado en la clasificación del sábado: Pierre Gasly (Alpine), Magnussen (Haas), Alonso (Aston Martin), Yuki Tsunoda (Racing Bulls), Nico Hülkenberg (Haas) y al mismo Alex Albon, que se había clasificado por delante de él por una escasa centésima de segundo.Colapinto no podía ocultar su alegría, aunque trataba de disimularla en el área de entrevistas. Siempre consciente de cada una de sus maniobras -algo no muy habitual en los jóvenes pilotos-, procuraba ser analítico en el relato de la que fue quizás su mejor carrera hasta el momento. La mejor porque arrancó desde el 15° lugar y con un chasis que el sábado, en la prueba de clasificación, rebotaba sobre el pavimento mojado, y avanzó por su esfuerzo y estrategia. Sin que las circunstancias lo ayudaran como ocurrió en Bakú, donde consiguió sus primeros puntos.Williams reaccionó el sábado por la noche y regresó a la puesta a punto que le había situado entre los 10 primeros en la clasificación para la carrera sprint del sábado. Tras el deficiente resultado de esa carrera corta, porque habían errado con una modificación de la puesta a punto, bajando la altura al suelo del fondo del coche, Colapinto se recuperó con una herramienta bien afilada.El resumen de la carreraMientras su compañero Alex Albon se tocaba con un Alpine en la primera vuelta y tenía que entrar prematuramente a boxes para restañar heridas en la clasificación, Franco comenzó a construir una carrera monumental desde las primeras curvas. Pasó de 15° a 10° logrando un punto y, como prueba de su velocidad innata, casi se queda con el récord de vuelta. Eso, con un coche que a comienzos de año se arrastraba en las últimas filas de la parrilla.Para él, aunque dio rienda suelta a su enorme talento sorprendiendo otra vez en la pista cuando en Austin se estaba a 30º, con 45º sobre el pavimento, fue todo una continuación de lo que casi siempre privilegia: el proceso, el ritual. Y esto es lo que LA NACION pudo presenciar en el Circuito de Las Américas.El domingo por la mañana, frente al box de Williams. El chasis modelo FW46 del argentino estaba en el centro de la escena, rodeado por seis mecánicos. Ya habían concluido sus trabajos de verificación y los cambios permitidos después de abrirse la situación de parque cerrado establecido por el reglamento FIA tras las pruebas de clasificación. Brevemente se le había dado vida al motor para verificar el arranque y la circulación de líquidos.Sobre el panel de computadoras, que a manera de pared separaba el área de Colapinto del de su compañero Albon, Gaetan Jego, el ingeniero de pista del argentino, observaba las pantallas. Como de costumbre, la suya era más cercana a la salida de ese mini templo de la velocidad.Faltando 10 minutos para salir a pista, Franco apareció desde el fondo, ataviado con su impecable traje ignífugo azul y blanco. Absorbía líquido con sales y electrolitos desde una botella plástica. Esta y su equipo de mate son fieles compañeras con beneficioso efecto hidratante, algo muy necesario.En la calle del pit lane, el sol texano contribuía a una temperatura de 30ºC. Franco se colocó los auriculares. Jego ya tenía los suyos. Por radio le dio unas últimas instrucciones. Junto al pontón izquierdo del monoplaza, un mecánico terminaba de acomodar una pequeña escalera plegable. Apenas dos escalones conducentes al claustrofóbico cockpit, habitáculo del monoplaza. Una metálica metáfora del corto proceso que llevó a Franco a la F1.La charla de Franco con Jego duró cuatro minutos. El argentino volvió hacia el fondo y se enfrentó a una especie de estantería hendida en el panel lateral izquierdo. Allí, como en un santuario, estaba su casco con la bandera argentina rodeando la zona inferior y sus botitas de piloto. Se las puso lentamente. Caminó hacia el lado izquierdo de la que iba a ser su candente oficina por una hora y media. Saludó uno a uno a sus mecánicos. Meticuloso, tranquilo, se puso los guantes. Oficiando de solícito valet, uno de sus mecánicos le acomodó mejor la escalerilla. Franco trepó por arriba del arco de protección denominado halo y se hundió en la funda de carbono rodeada de radiadores, cables, sensores y los motores más potentes del automovilismo mundial, en torno a los 1000 HP. Minutos después, ocupaba su lugar en la grilla.Cuando a comienzos de 1982 Carlos Reutemann dejó la F1 para siempre, la grilla de partida sólo albergaba a algunos miembros de los equipos, a funcionarios de la autoridad deportiva (FIA), periodistas y algunos, muy escasos, invitados especiales. Ahora, 42 años después, nada que ver con el happening social en que se han transformado -y más en Estados Unidos- las grillas de la Fórmula 1 moderna; la F1 de las redes sociales, influencers y estrellas de la TV; la de los deportistas y la de los inversores multimillonarios que gastan fortunas, con tal de situar sus marcas en las relucientes carrocerías.Casi 1000 privilegiados con tarjetas VIP se mezclaban con cadencia entre mecánicos, jefes de equipo y periodistas. Empujones y sonrisas, no queda más remedio que usarlos para esas circunstancias.La actividad frenética se detuvo para escuchar el himno americano; el humo blanco del hielo seco emergía de las bocas de los radiadores de los coches. Terminando el himno, el estruendo de las cuatro turbinas de un ala de cazas que sobrevolaron la recta, explosiones de fuegos artificiales. A cualquiera se le ponía la piel de gallina. La tribuna estallaba entusiasmada. Show en toda su expresión.James Vowles, el jefe de Williams, pasaba más tiempo junto al coche de Colapinto que al de Albon. Con Jego le dieron al argentino, protegido del sol con un paraguas, las últimas instrucciones para el combate inminente.El sobrepaso de Colapinto a AlonsoAllá lejos, en una galaxia aparte de la que de momento habitan Williams y Colapinto, Lando Norris, que tenía la pole, cedió -por tercera vez este año- metros valiosos en la largada. Verstappen, verdadera ave de rapiña de las pistas, le apareó en la curva 1. Ambos salieron lentos de allí con Verstappen por delante. Pero, aprovechando la incidencia, fue Charles Leclerc el que, con su Ferrari, iba a tomar la cabeza de la carrera. La Ferrari del monegasco tenía un ritmo infernal. Y la de su compañero Carlos Sainz, también.El español daba cuenta de Verstappen parando antes que el holandés y a puro ritmo endiablado se hacía con la segunda posición. Max Verstappen cerraba el podio tras un duelo palmo a palmo con Lando Norris, su principal rival por el campeonato.Desde atrás, Colapinto avanzaba como una locomotora desbocada: sobrevivió al toque entre Esteban Ocon y Alex Albon, que arruinó la carrera del tailandés. El argentino tuvo que salirse de pista para evitar males mayores.Después, en maniobra con un amague por fuera y una estocada por dentro, se adelantó al Aston Martin de Fernando Alonso en una acción brillante. Estirar la duración de los neumáticos duros le brindó mejorar continuamente posiciones. Se dedicó a perseguir al Racing Bull de Liam Lawson. El neozelandés también hizo una carrera impecable y lo mantuvo allí atrás, en el arco de tres a cuatro segundos. El Williams no daba para más. Con los neumáticos medios, Franco dio un recital y tuvo por ocho vueltas el punto bonus del récord de vuelta. Increíble para sus circunstancias. Ocon se lo arrebató cerca del final.Otra vez fue de menos a más. Iba a terminar décimo, pero con un trabajo digno de un mejor premio. Dicen que Lewis Hamilton tiene un martillo cuando acelera y aplasta a sus rivales. Será así, pero Franco, cuando aprieta, tiene un hacha. Tuvo solo un momento de duda cuando Yuki Tsunoda hizo un trompo y eso permitió que Lawson se escapara un poco.¡APLAUDAN, APLAUDAN! No dejen de aplaudir... ð??¦ð??· Así esperó el equipo #Williams a #Colapinto para felicitarlo por su punto en el Gran Premio de Estados Unidos ð??? ¿Qué será de su futuro en 2025? ð??º Toda la temporada de #F1 por #DisneyPlus Premium pic.twitter.com/HqVjXTXbhh— SportsCenter (@SC_ESPN) October 21, 2024Así hizo el balance de otra carrera memorable para él: "Estoy muy contento con el auto que tuve. Dimos unos pasos importantes. Nos costó entender lo que pasó en las pruebas de clasificación. Teníamos el auto muy bajo (de altura al suelo). Tocaba el pavimento y por eso perdía el eje trasero. Corregimos al auto, pero el equipo no quería largar con las gomas duras; después los convencí. El año que viene, si no tengo butaca, me hago ingeniero de estrategia -sonrió, paró un instante y continuó-. Creo que los RB (Racing Bulls) y los Haas están más fuertes que nosotros. Pero no nos dimos por vencidos. Corregimos (el auto) y sabía que hoy podía hacer una buena carrera. Este es el comienzo de tres carreras seguidas. Ahora tenemos que defender fuerte estos puntos y no se pueden cometer errores. La primera vuelta fue complicada, porque en el toque de Alex con Ocon perdí un par de posiciones. Cuando pude tener aire limpio tenía un muy buen ritmo. Hoy dimos un salto grande de calidad". View this post on Instagram A post shared by Williams Racing (@williamsracing)Se podría hacer un tratado sobre cómo maniobró para adelantar a Alonso, al estilo de un Max Verstappen, o cómo se defendió hábilmente de Kevin Magnussen, eligiendo trayectorias sesgadas y maximizando la frenada "redonda", regresiva, sin que el danés pudiese emplearse a fondo. Con la calidad y la estatura de un piloto avezado, consagrado. Las próximas carreras, mientras el equipo Williams sigue cosechando los frutos de la extraordinaria jugada que puso en marcha desde Monza, darán su propia opinión.
"'Ser madre no es estresante'. Paula, 34 años". El meme circula por las redes y le arranca una sonrisa a más de uno, porque la imagen de la joven, a pesar de estar en sus treinta, parece la de una mujer de unos 75. Exagerado, pero puede ser un buen ejemplo de cómo ser madre en estos tiempos implica un enorme factor de estrés para millones de mujeres. Sin embargo, no afecta a todas por igual. Aunque todas tienen un piso de estrés elevado por la sobrecarga de las funciones de cuidado de la familia y la casa, hay algunas que viven con niveles más elevados aún, en función de factores como la vulnerabilidad económica y la falta de estudios, y una menor participación del padre en las tareas de cuidado.En los sectores más vulnerables, ser madre puede ser aún más estresante, según un estudio que presentó el Observatorio del Desarrollo Humano y la Vulnerabilidad (ODHV) de la Universidad Austral. Mientras que el 72,2% de las madres con secundario completo y pertenecientes a la clase media y media alta evidenciaron patrones altos de estrés, este porcentaje se incrementa hasta el 90,2% en las mujeres de sectores vulnerables.Se trata de un análisis diferencial que combina indicadores que visibilizan la desigualdad de la maternidad argentina. "El aporte fundamental de este estudio implica entender los desafíos de ejercer la maternidad en contextos vulnerables y no vulnerables, tomando como ejes centrales de la vulnerabilidad los niveles socioeconómicos y educativos de la madre de manera conjunta. Así, el estudio proporciona una mirada integral sobre el impacto desigual de las condiciones y el entorno en el que se es madre", explica Lorena Bolzón, una de las investigadoras.Para este informe, desde el ODHV entrevistaron a 211 madres y establecieron un registro de 35 variables relacionadas a la maternidad en la Argentina en sectores vulnerables y no vulnerables. A su vez, definieron como vulnerables a las madres que no habían terminado la secundaria y que pertenecen a los dos quintiles sociales más bajos. A la vez, se sumaron datos de Unicef-Siempro 2020. La información obtenida fue cruzada con datos nacionales recientes del Indec (2021 a 2024) y del Ministerio de Salud (2022), entre otros.Además de Bolzón, el muestreo fue realizado por las investigadoras María Sol González y Victoria Bein del ODHV del Instituto de Ciencias para la Familia de la Universidad Austral. "Científicamente se demuestra que el estrés maternal produce un impacto significativo en las relaciones vinculares (de pareja y materno-filiales), en el bienestar familiar, en la salud integral de la madre y del niño y determinará los comportamientos y estilos parentales. Cuando la mujer se encuentra en situación socioeconómica y educativa baja, aumenta la desigualdad y vuelve a la madre más vulnerable. Es fundamental conocer los distintos factores que incrementan el estrés maternal potenciando la vulnerabilidad, a fin de poder dar respuestas eficaces", explica Bolzón."Cuando la mujer se encuentra en situación socioeconómica y educativa baja, aumenta la desigualdad y vuelve la madre más vulnerable. Es fundamental conocer los distintos factores que incrementan el estrés maternal potenciando la vulnerabilidad, a fin de poder dar respuestas eficaces", explicó González, durante la presentación del informe "Indicadores de la desigualdad de la maternidad argentina: los desafíos que enfrentan las madres en la crianza".El reporte señala que las madres más jóvenes y las más añosas experimentan mayores niveles de estrés comparadas con las que tuvieron su primer hijo a la edad promedio dentro de su medio cultural. "En el caso de las madres más jóvenes, esto se ve asociado a que pueden verse disminuidas en los recursos disponibles, tanto material como emocionalmente, y a la presencia de diversas fuentes de conflictos relacionales", explica el trabajo.Factores¿Cuáles son los factores que incrementan el estrés en la maternidad? La maternidad temprana, la baja participación del padre y la vulnerabilidad económica, entre otros, señala el trabajo. El dato que se señala es que ocho de cada 10 hogares son monoparentales tienen jefatura femenina."La participación de los padres en la crianza es significativamente más baja en los sectores vulnerables en comparación con los no vulnerables. Las madres del sector vulnerable reportaron niveles percibidos de alianza con el otro progenitor significativamente más bajos que las madres del sector no vulnerable", dice el informe. "En los dos extremos de la pirámide social, la participación de los hombres en las tareas de cuidado y del hogar son bajas. Tanto en los hogares más vulnerables como en las clases altas, ellos se involucran poco en estas actividades, siendo los padres de clase media, los que tienen mayor participación", apuntó González."La participación de las personas en las distintas formas de trabajo no remunerado varía según el nivel educativo alcanzado. En las tareas de cuidado, el porcentaje de participación aumenta conforme se eleva el nivel educativo. En lo que respecta al trabajo doméstico, también se observa un incremento del porcentaje de participación a medida que se eleva el nivel educativo. Son los varones los que realizan más tareas domésticas a mayor nivel educativo: el 66,9% con hasta primario incompleto y asciende a 76% para los que tienen terciario o universitario incompleto y más. En el caso de las mujeres con hasta primario incompleto, el porcentaje de participación es del 95,6%, y desciende a 88,3% para las que poseen terciario o universitario incompleto y más", se lee en el informe.Estrés maternal y el castigo físicoEl informe define el estrés maternal como el conjunto de procesos que conducen a reacciones psicológicas y fisiológicas aversivas que surgen de los intentos de adaptarse a las demandas de la crianza de los hijos. Uno de los indicadores de estrés materno, se señala en el informe, es la aparición de castigos físicos frente a conductas no esperadas en sus hijos. "Casi el triple de las madres del sector vulnerable ejercen castigos físicos severos a sus hijos, en relación a las madres del sector no vulnerable", indica el informe. Aunque según los datos que se presentan, el castigo físico está presente en todos los sectores sociales."Para las madres de los sectores no vulnerables las fuentes de estrés parecerían estar más relacionadas a distintas restricciones y desafíos que impone el rol maternal en relación a su desarrollo profesional y realización personal. Mientras que las madres de sectores vulnerables experimentan niveles significativos de estrés asociados a la crianza de sus hijos, dadas las diferencias culturales que existen en torno a las expectativas sobre su rol a nivel social y familiar", señala el trabajo.De acuerdo con los datos relevados en el estudio, "las madres del grupo vulnerable reportaron niveles significativamente superiores de estrés parental que las madres del grupo no vulnerable. Asimismo, se observa que las madres del grupo vulnerable registran mayores niveles de implementación de castigos físicos y reportan mayores desafíos de conducta y dificultades en el aprendizaje en sus hijos". Los niveles de estrés maternal inciden en el estilo parental, incluyendo la frecuencia de implementación de castigos físicos, donde a más estrés la frecuencia de uso de este tipo de castigos aumenta. "De este modo, a más estrés maternal en los sectores más vulnerables, también hay mayor frecuencia de implementación de disciplinas desadaptativas como el castigo físico, que además tienen una incidencia significativamente negativa en el desarrollo de niños y niñas. Asimismo, las conductas desafiantes de los niños, también impactan y son impactadas por los niveles de estrés parental, donde a mayor frecuencia de conductas desafiantes, mayores niveles de estrés y viceversa. Esto genera un proceso de influencia circular entre los desafíos en las conductas y en el desarrollo de los niños, los niveles de estrés maternal y los estilos parentales e implementación de castigos físicos", detalla el informe.Conductas desafiantes de los chicosChicos que patean, muerden o golpean a otros niños o adultos son realidades presentes en todos los grupos familiares. El porcentaje fue del 29,3% en el sector más vulnerable y del 15,4% entre los hijos de familias no vulnerables, siempre según el reporte de las madres.El castigo físico parece ser una evidencia del nivel de estrés de las madres, explica González. Al analizar cómo las madres que implementan distintos tipos de castigo físico en la crianza de sus hijos, se señala que el 22,6% de las mujeres de sectores vulnerables dijo que sacude a sus hijos, contra el 12,5% de sectores no vulnerables.Frente a conductas desadaptativas, el llamado "portarse mal", el 24,7% de las madres vulnerables "le da un chirlo", a sus hijos, mientras que lo hace el 18% de las no vulnerables. El 6% de las madres vulnerables golpea a sus hijos con un objeto o les da una paliza. Este porcentaje baja al 2,2% en sectores no vulnerables.Las investigadoras aclararon que estos números podrían ser aún mayores, o estar enmascarados en las respuestas de las madres, ya que socialmente y legalmente está sancionado el castigo físico. Solo el 2,8% de las madres del sector vulnerable y el 1,7% de las del sector no vulnerable afirmó que "para criar o educar correctamente a un niño o una niña, se le debe castigar físicamente", se lee en el informe.Las dificultades en el aprendizaje de los niños son también, según relatan las madres, parte de este complejo entramado del estrés materno. Y se trata de una situación que se presenta con más frecuencia en ciertos hogares. El 12% de las madres de sectores vulnerables dijeron que se encontraban con esta situación a diario: dieron respuestas del tipo, "cierta dificultad", "mucha dificultad" y "le resulta imposible aprender cosas". Entre las de sectores no vulnerables fueron el 5,4% de los casos.
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Completó casilleros Lando Norris en la batalla por pulsear por el título. Un fin de semana redondo, con los fuegos de artificios iluminando la avasallante tarea en el exigente circuito de Marina Bay: marcó la pole, lideró los 62 giros, ganó con una diferencia de casi 21 segundos y redujo a 52 puntos la diferencia con Max Verstappen, un líder que minimizó con el trabajo en la clasificación las desventajas que ofrece el modelo RB20 de Red Bull Racing. Personalmente, el talentoso británico rompió un hechizo: por primera vez conservó la posición de privilegio, algo que no sostuvo ni tan siquiera en la primera vuelta en las siete oportunidades anteriores en que registró el mejor tiempo en la qualy. Todos detalles favorables en un espacio crítico del calendario, que cumplió con su decimoctava estación y al que le restan seis grandes premios y tres carreras Sprint para sellar la temporada. Los aplausos para Norris y también un reconocimiento para Franco Colapinto (Williams): finalizó undécimo, fuera de la zona de puntos, pero aprobó el examen en la carrera más delicada del año en su tercera experiencia en la Fórmula 1.El foco en el ala trasera de McLaren quedó en el olvido con la apabullante actuación de Norris. La escudería de Woking se ofreció de forma proactiva a realizar algunos ajustes menores, después de que la Federación Internacional del Automóvil no lo considerara ilegal -superó las pruebas de deflexión-, aunque solicitó retoques tras la carrera en Bakú. Los autos color papaya, con Norris al frente, igualmente se exhibieron por encima del resto: el modelo MCL38, que lució una decoración singular, rememorando al icónico MP4 -debutó en 1981 y estuvo vigente hasta 2016; los años dorados fueron entre 1984 y 1993- es quien marca el pulso en la temporada y la estadística lo refleja con los 41 puntos de ventaja en el mundial de Constructores. El británico entra de lleno en el radar de Verstappen en la pulseada por la corona de pilotos. Con 52 unidades de desventaja, Norris tiene 180 puntos por delante -150 puntos de grandes premios; 24, de carreras Sprint y seis de vueltas rápidas- para torcer el brazo del tricampeón neerlandés, que cuando la aventura consumía el décimo episodio parecía encaminarse a una fácil coronación.El resumen del Gran Premio de Singapur"En algún momento tendremos que intentar darle la vuelta y no terminar siempre por detrás de él [Norris]. De momento, es lo que tenemos. En un fin de semana que sabíamos que tendríamos dificultades, ser segundo está bien, aunque no estamos contentos y tendremos que traer mejoras", apuntó Verstappen, que recibió un castigo de la FIA -trabajo de interés comunitario- por el lenguaje inapropiado en las comunicaciones por radio en el GP de Azerbaiyán. Como respuesta, MadMax prácticamente no se explayó en las respuestas en la conferencia de prensa el fin de semana y en el último intercambio con el equipo en Marina Bay agradeció la vuelta rápida a Daniel Ricciardo, que le quitó un punto a Norris. El australiano, piloto de RB y con contrato con Red Bull Racing, pudo haber completado su carrera despedida del año: sin anuncio oficial, la butaca en la escuadra subsidiaria de Milton Keynes pasaría al neozelandés Liam Lawson.La magnífica tarea de Norris, al que el equipo le pidió en el primer segmento de la carrera que abriera una luz de cinco segundos con Verstappen para neutralizar un posible undercut -el británico cumplió con el recado en la vuelta 11 y estiró a 14 segundos en el giro 20- tuvo un par de pasajes de intranquilidad, producto de cómo intentó sostenerse siempre competitivo y concentrado: Norris nunca desaceleró el ritmo porque consideró que era el modo de no perder el foco en la carrera más crítica para el cuerpo y la mente para los pilotos. En Marina Bay, las 19 curvas y las cortas rectas impiden descansar, la temperatura y la humedad agobian, y es fácil cometer errores frente al cansancio. Como plus, no se produjeron incidentes que provocaran el ingreso del Auto de Seguridad o un Virtual Safety Car, espacios que ralentizan el ritmo y posibilitan un desahogo. "Es un sauna", comentó George Russell (Mercedes), que hizo una preparación singular para el gran premio, con ropa de sudoración para simular las sensaciones en el cockpit.Dos roces con el muro, en las curvas 10 y 14, que no provocaron daños al ala delantera ni tampoco a los neumáticos, los deslices del ganador, que en el final recibió como consejo desde el muro que solo lleve el auto de regreso al garaje, en una clara señal de que dejara de competir contra sí mismo, ya que de Verstappen lo separaban 24 segundos. "Concentración plena y toma agua", refrescó el ingeniero Will Joseph. El baño con agua helada, en la entrevista con David Coulthard -expiloto de McLaren y Red Bull Racing, que trabaja para la transmisión de la F.1-, una recompensa para Norris, por lo que realizó en la pista. "Quizás tomé demasiados riesgos a mitad de carrera", comentó el vencedor, entre agotado y feliz.Sin batalla en el frente, entre los duelos más destacados del gran premio estuvo entreverado Colapinto. Desde la largada, saltando desde el puesto 12 al noveno, y luego defendiéndose del ataque de Sergio Checo Pérez (RBR), quien elogió su tarea en plena carrera. "Si lo ves que está sufriendo, atácalo", el mensaje que recibió el mexicano de parte de su ingeniero Richard Wood, reemplazante de Hugh Bird. El argentino, sin DRS, aguantó los ataques del tapatío, que resaltó: "Es muy bueno, difícil de pasar Colapinto". La comunicación también encriptó una alerta al box, pidiendo gestionar un undercut: la maniobra dio resultado y tras las paradas en boxes, Pérez estuvo delante del pilarense.El undécimo puesto no tiene premio, pero para Colapinto completar la carrera es una medalla. Sin actualizaciones, solo su compañero Alexander Albon las tuvo, se mantuvo en el rango de tiempos del tailandés, que abandonó en la vuelta 15 y tuvo en plena competencia una queja -sin razón- por la largada del argentino. "¡Franco se lanzó en picada! ¿Qué está haciendo?", abrió en la radio con su ingeniero. No hubo respuestas y más tarde, en la rueda de prensa, minimizó la acción, entendiendo que se trató de un movimiento de carrera: Albon hizo una gran partida, pero quedó por fuera en la curva y entre su auto y el de Colapinto estaba Carlos Sainz Jr. (Ferrari). El español también apuntó ese momento: "Tuve que tener cuidado con Charles (Leclerc) y luego con un Williams por el interior que frenó tardísimo. Creo que era Franco, casi nos lleva puestos a dos o tres. Son riesgos que tomas cuando eres debutante, que igual no sabés dónde frenar en la primera curva. No pasó absolutamente nada, pero cuando te estás jugando el campeonato de Constructores con el equipo tiene que tener un poco de cuidado con autos que tienen menos que perder, que les va la vida en la salida".Colapinto sumó kilómetros y aprendizaje, para completar una tarea ideal le faltó coronar la gran actuación con un punto y sostener el avance de Williams. "Hice todo lo que pude. Lo que estuvo dentro de mi control lo hice bien. El equipo me paró tarde, no es algo que pueda controlar. Fue una decisión de ellos y salió mal. Hay que hablarlo para que no suceda otra vez, porque es muy complicado estar en esa posición y cuando estamos ahí hay que defenderla bien", deslizó el argentino, que de sumar repetía lo que realizó Carlos Reutemann entre los grandes premios de San Marino y Bélgica en 1981: puntos en carreras consecutivas. Claro que Lole, aquella vez, también con Williams, ganó en Imola y resultó tercero en Zolder.El Gran Circo tendrá un compás de espera de tres semanas de impase. La aventura se trasladará a América, con las carreras en Austin, Ciudad de México, San Pablo y Las Vegas. Un póquer de circuitos que echarán más luz sobre las pulseadas por los títulos y nuevas vivencias para Colapinto.
El piloto argentino hizo una largada espectacular, llegó a estar sexto y concluyó undécimo, detrás del Red Bull de Checo Pérez. Pudo estar más cerca, pero al cambiar neumáticos la estrategia de Williams no fue la mejor. Ganó Norris por demolición, seguido por Verstappen y PIastri. Leer más
Sin cometer errores y llevándo al límite a su Williams, el piloto argentino quedó noveno, a espaldas de su compañero de equipo Alex Albon. En un rato comienza la clasificación. Leer más
A pesar de las dificultades, la escuela sigue siendo un espacio protector
La respuesta debe basarse y construirse a través del diálogo, reforzando los esfuerzos globales para identificar y enfrentar estas expresiones de odio.
Es curioso pero, a diferencia de lo que sus intérpretes muestran en el circuito ATP semana tras semana, el equipo argentino de Copa Davis no se exhibe a la altura de la súper elite desde hace tiempo. Con motivo de la fase de grupos de las Finales, valiosa instancia que otorga los ocho boletos para los cuartos de final de noviembre en Málaga (lugar en el que nuestro país no compite desde 2019), la Federación Internacional de Tenis publicó un registro de alto impacto que desnuda la realidad. El equipo nacional ocupa el puesto N° 20 de los países de la Copa Davis, el lugar más bajo desde que se introdujo el ranking en 2001. La clasificación se basa en los resultados de los últimos cuatro años; en el caso argentino abarca las capitanías de Gastón Gaudio y, desde 2022, de Guillermo Coria.El AO Arena de Manchester, sobre superficie dura y bajo techo, es el escenario en el que la Argentina empezó a buscar un lugar entre los mejores ocho. Los dos primeros del grupo D, que completan Canadá, Gran Bretaña y Finlandia, viajarán a España antes de fin de año. Teniendo en cuenta el poderío de los locales (cuentan con Jack Draper, semifinalista del US Open y top 20, además de Daniel Evans y fuertes doblistas), derrotar a los canadienses se planteaba como una gran necesidad para los argentinos. Pero la derrota por 2-1 ante los norteamericanos, en un estadio semivacío (se jugó en horario laboral/escolar), actuó como un mazazo en el arranque de la semana, complicado el panorama.Ni Francisco Cerúndolo (31°) ni Sebastián Báez (26°), los argentinos de ranking individual más valioso del tour, tuvieron chances ante Denis Shapovalov (100°) y Felix Auger-Aliassime (21°). En el primer encuentro, el porteño cayó por 7-5 y 6-3; en el segundo, el de Billinghurst perdió por un doble 6-3. Andrés Molteni y Máximo González, una pareja establecida entre las mejores del circuito desde la temporada pasada, ganaron por 2-6, 6-3 y 6-2 ante Shapovalov y Vasek Pospisil, de 34 años, 664° del mundo en singles y con escasas actuaciones en la actualidad."Vamos a guardar la formación hasta último momento: esto es ajedrez", había dicho Coria un día antes del partido frente a Canadá. La lógica y los antecedentes indicaban que, a nivel estratégico, Cerúndolo fuera el singlista número 1 de la Argentina y, de ese modo, se midiera con el mejor de los canadienses, Auger-Aliassime (ya que el argentino triunfó en el último desafío entre ambos, en el Masters 1000 de Miami 2023, y los historiales pesan en la mente y en el juego de los protagonistas), pero Coria decidió que el porteño fuera el singles 2 (y así, Báez, de mejor ranking, el 1) y se enfrentara con Shapovalov, contra el que había perdido en su único cruce previo, en París-Bercy 2022.Curiosamente, el movimiento de piezas dejó afuera a Tomás Etcheverry, el argentino que mejor rendimiento tuvo en el reciente Abierto de los Estados Unidos (cayó en la tercera ronda ante el alemán Alexander Zverev, flamante número 2). Además, colocó a Báez en una condición que no le resulta amigable: bajo techo tenía un récord de 4-13 (23.5% de efectividad). Auger-Aliassime, en cambio, es un experto en torneos indoor: sus cinco títulos en el ATP Tour fueron en esas condiciones y también jugó otras cuatro finales de ese modo. Con las caídas individuales en Manchester, el equipo nacional perdió sus últimos ocho singles en la fase de grupos de las Finales: las de este martes su sumaron a las padecidas ante Suecia, Italia y Croacia, en Bolonia 2022, también bajo la gestión del Mago Coria. Por esa instancia, el último éxito argentino fue en noviembre de 2019: Diego Schwartzman contra el chileno Cristian Garín (un largo tiempo)."Para Argentina, si nos tocaba perder, lo ideal era 2-1 para todo lo que queda. Molto y Machi sacaron adelante un partidazo que empezó complicado, con set abajo. Podía pasar de arrancar 2-0 abajo en los singles. Jugábamos contra dos grandes rivales. Shapovalov tuvo un nivel altísimo; juega así, pero no venía demostrando ese nivel de top 15. Aliassime también demostró un gran nivel, como es habitual. Nos ganaron muy bien porque fueron mejores. Estuvieron atentos a las oportunidades que se les presentó y no las soltaron (...) Nos vamos bajoneados, porque a nadie le gusta perder, pero con otro ánimo por el triunfo en dobles, con más fuerza que nunca", expresó Coria.La Argentina tiene hasta el viernes para asimilar el mal trago y planificar la serie frente a Gran Bretaña. Dependerá de una buena actuación ante Draper y compañía y de la complicidad de los resultados de las otras series para llegar al duelo del sábado, con Finlandia, con chances de quebrar la racha y regresar a la súper elite de la Copa Davis, el lugar al que pertenece por su rica historia.
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Los dos telones con el dibujo del Cavallino Rampante desplegados en la recta, debajo del podio del circuito de Monza, y los miles de tifosi que invadieron el dibujo, una señal del gigantesco valor del festejo que se desató en el Gran Premio de Italia. El himno nacional italiano, popularmente conocido como Fratelli d'Italia, lo entonaron desde el ganador Charles Leclerc hasta el jefe de equipo Frédéric Vasseur y Benedetto Vigna, director ejecutivo de Ferrari; también los mecánicos, que saltaron emocionados en la pista junto a la marea roja que tiñó cada rincón del autódromo para celebrar un triunfo singular, inigualable, el que más espera la factoría de Maranello y que en casa no disfrutaba desde 2019. Leclerc sorprendió con la estrategia y quebró el favoritismo de los pilotos de McLaren, que partieron desde la primera fila y debieron contentarse con completar la folclórica ceremonia de una de las carreras más significativas del calendario de la Fórmula 1. Un nuevo golpe en un campeonato que resulta una montaña rusa, con impactos que marcan la imprevisibilidad de una temporada que presentó en sociedad al argentino Franco Colapinto (Williams) y tiene ocho capítulos por delante para consagrar a los campeones del año. Es el mejor estreno desde la presentación de Ricardo Zunino (Brabham), en el Gran Premio de Canadá de 1979."Te dije: para soñar", abrió la radio Vasseur, para felicitar la tarea de Leclerc, apenas el monegasco cruzó la meta, tras el banderazo que bajó la exestrella del fútbol Alessandro Del Piero. En las tribunas, los fanáticos rugían tras una victoria que no entraba en los planes, pero que Ferrari hizo realidad. La frase del francés para su piloto, una referencia a la queja que el monegasco ensayó cuando la Scuderia lo convocó para ejecutar la que sería la única detención en el pitlane. "Para qué hicimos este undercut, porque no nos quedamos en la pista", se quejó Leclerc, que veía cómo Lando Norris -el poleman que perdió el liderazgo con su compañero Oscar Piastri en el primer giro- le arrebataba el segundo puesto y McLaren marcaba el rumbo con un 1-2.Esa única detención, sin embargo, modificó el tablero. Ferrari, que arribó con actualizaciones para el modelo SF-24, demostró en la clasificación tener el auto con mayor velocidad de punta, con una diferencia de cinco kilómetros sobre los rivales. Era un aliciente para la carrera, aunque los autos demostraron a lo largo de la temporada un déficit con la gestión de los neumáticos. Descubrir cómo administrar la degradación era el desafío para establecer una estrategia diferente y ese reto cumplió a la perfección la Scuderia: lanzó a Leclerc por la victoria y utilizó a Carlos Sainz Jr., que a fin de año dejará la escudería para ser piloto de Williams, como escudero para ralentizar a Piastri y a Norris. El español finalizó en la cuarta posición, debajo del podio, aunque demoró el sobrepaso de los usuarios de McLaren y permitió que el monegasco tuviera una ventana tranquilizadora en los giros finales.El resumen de la victoria de Leclerc y el estreno de Colapinto en Monza"Una grandísima estrategia, la máquina también. Se comportó muy bien el auto. Gracias, gracias, gracias", apuntó Leclerc, desde el cockpit. Más tarde, durante la entrevista con Nico Rosberg, para la F.1, hizo un análisis global de la victoria: "Es un sentimiento increíble. Pensaba que la primera victoria, en 2019, sería única y especial, y que si se repetía no sería igualâ?¦ No soy muy emocional, pero con ver las tribunas las emociones brotan: siempre hay alguien en las gradas que tiene un familiar en el equipo, por eso es especial para los tifosi, para Ferrari, para todos, ganar en Monza", relató quien sumó su séptima victoria en 139 grandes premios, el segundo en 2024. "Mónaco y Monza son las dos carreras que quiero ganar cada temporada", apuntó, quien este año ganó en los grandes premios del Principado, donde reside, y en Italia, donde Ferrari es un ícono mundial.La satisfacción de Leclerc y la de Colapinto, el argentino, de 21 años, se estrenó en la F.1 con un brillante duodécimo puesto con Williams -ejecutó maniobras de superación, administró los compuestos de los neumáticos, soportó físicamente la durabilidad de un gran premio que tuvo temperatura de 70° en el auto, superó la mejor posición de Loga Sargeant en las 15 citas anterioresâ?¦-, contrastó con la pesadumbre de los rostros de los pilotos de McLaren. "Consideramos durante toda la carrera la posibilidad de una sola parada, pero por la cantidad de graining era imposible para nosotros. Obviamente que algo decepcionando, pero ellos hicieron un mejor trabajo y así ganaron", explicó Norris. Su compañero Piastri, expuso: "La estrategia era un signo de interrogación. En la posición que estábamos quizás era arriesgado ir a una sola detención. El neumático delantero izquierdo no aguantaría". El ingreso del australiano para ensayar la segunda parada en boxes terminó por elevar la chance de Leclerc: "Dos o tres vueltas después de la detención de Piastri imaginé que podía ganar, porque el grip de los neumáticos era mejor con aire limpio".Criticada en múltiples oportunidades por sus fallos de estrategia, Ferrari acertó un pleno en Monza. McLaren dejó escapar una oportunidad para que Norris se convierta en una gigantesca sombra de Max Verstappen, que advirtió a Red Bull Racing a encontrar el rumbo o defender las dos coronas será muy complejo: la escudería de Milton Keynes aventaja por ocho unidades a McLaren en el mundial de Constructores y el neerlandés, que acumula seis carreras sin triunfos y ayer finalizó sexto, por 62 puntos a Norris, con ocho fechas para el desenlace del calendario.
El piloto argentino se llevó todos los elogios por su formidable desempeño con el Williams en el segmento de actividad libre en el circuito italiano, y en un rato se viene la tanda de clasificación. Leer más
Son días de purga en La Libertad Avanza. El embrión de partido político con el que Javier Milei llegó al poder atraviesa una crisis de convivencia entre personas sin una trayectoria común, carentes de vínculos afectivos que los unan y a quienes se les recomienda de manera perentoria el confortable ejercicio de hacer caso.La diputada Lourdes Arrieta fue la sexta integrante del bloque oficialista expulsada de mala manera en ocho meses. Otras dos -Marcela Pagano y Rocío Bonacci- están en lista de espera. Al senador Francisco Paoltroni lo defenestraron por oponerse a la candidatura de Ariel Lijo a la Corte Suprema y, sobre todo, por cuestionar al asesor multifunción Santiago Caputo. La vicepresidenta Victoria Villarruel recibe el trato de un enemigo: ya no habla a solas con Milei y cada día se desayuna con una nueva ofensiva proveniente de la usina oficial de agitación en redes sociales. El primer jefe de Gabinete, Nicolás Posse, quedó en la calle en tiempo récord sin un "muchas gracias". La relación con el aliado más persistente del Gobierno, el Pro, marcha a los tumbos.Cuando emergió como figura en la política, Milei repetía como un mantra que él no venía "guiar corderos, sino a despertar leones". Esa manada imaginaria se fue construyendo a ritmo de vértigo. Entraban liberales de alma, conservadores clásicos, fundamentalistas religiosos, caballos de Troya massistas y oportunistas de distinto origen que compraron su lugar en listas electorales que nadie supuso que serían tan exitosas.El triunfo lo colocó en la Casa Rosada sin partido propio y con una fuerza legislativa minoritaria y anárquica. A diferencia de otros que estuvieron en su lugar, el presidente Milei se aferró a un liderazgo digital y se desentendió de la tarea de la conducción política. Delegó en Caputo la gestión cotidiana de los temas sensibles y en su hermana Karina el armado electoral de 2025.La falta de contención, el cuidado de los egos, el relato íntimo de las obligadas contradicciones del poder convirtieron muy rápidamente a los libertarios en un barco sin timón. "Me tragué el sapo de 'Menem prócer', de Pichichi Scioli funcionario y muchas otras cuestiones reñidas con lo que prometimos en campaña. ¿No veníamos a terminar con "la casta"? Lijo es un límite", llegó a decir el formoseño Paoltroni antes de su expulsión sumaria del bloque de senadores por orden directa de Caputo. Milei nunca le atendió una llamada a este empresario agropecuario que saltó a la política para combatir al eterno Gildo Insfrán. La Libertad Avanza se quedó con seis senadores que se operan a diario entre ellos y un herido con mandato hasta 2029.El enésimo estallido interno despertó una reacción de Milei. En los últimos días empezó a escuchar a quienes le dicen que un presidente de la Nación tiene que atender la política aunque le aburra. Recibió al jefe del bloque de Diputados, Gabriel Bornoroni, peón de Karina, y se decidió a interactuar con los legisladores leales, a muchos de los cuales solo vio en un par de ocasiones y siempre en grupo. Preparan una primera cumbre con toda su tropa a casi nueve meses de asumido.Se convenció, a la vez, que necesita cultivar el vínculo con Mauricio Macri, fundador y jefe del Pro. Habían pasado dos meses sin hablarse y ahora llevan cuatro reuniones a solas en cinco semanas. Como señal, invitó a los líderes parlamentarios del partido amarillo y otros bloques afines.En las tertulias con propios y aliados, al Presidente le llegan a los oídos conflictos reales, celos, disputas que requieren de un árbitro. "Tiene que claro que va a tener que mancharse un poco más en el barro. Lamentablemente la política mete la cola en la economía y no podemos darnos el lujo de sumar una tensión adicional a los problemas que ya tiene la Argentina", explica un interlocutor habitual de Milei.TraicionesCuentan en la Casa Rosada que a los hermanos Milei los horrorizó el escándalo del bloque de diputados de La Libertad Avanza a raíz de la visita de siete legisladores a la cárcel de Ezeiza para reunirse con Alfredo Astiz y otros represores presos por delitos aberrantes cometidos durante la dictadura.Gritos, peleas, acusaciones y amenazas terminaron con la salida intempestiva de Arrieta, que dijo haber ido engañada al encuentro en la prisión y responsabilizó al karinista Martín Menem de organizar la expedición de la polémica. Puertas adentro la acusaron de "traidora". "Nuestra única obligación es hacer caso", fue la sentencia con que la condenaron. Arrieta renunció antes de que la echaran. Se quejó de que, entre liberales, lo que se exija sea una obediencia ciega.El pelotón de tuiteros que conduce Caputo la fusiló en el acto. En esa liga de propagandistas que alardean cinismo se impuso una frase con la fuerza de un mandamiento pagano: "Banco, luego leo". Si lo dice Milei (o Caputo) es verdad. Es la lógica de una religión, por cierto nada novedosa en la política argentina. Puede dar fe el kirchnerismo.Son los mismos que aplauden a la ministra Patricia Bullrich sin olvidar los ataques que Milei le dedicó en el pasado, cuando decía que era una montonera que ponía bombas contra niños indefensos. "Nunca me voy a olvidar cuando Patricia construía jardines de infantes en los 70â?³, ironizó el usuario anónimo Piti, a quien el Presidente premia a menudo con el honor de sus retuits.El ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, hizo gala de la virtud que se demanda desde arriba. El martes su visita a la Comisión de la Mujer de la Cámara de Diputados desató un escándalo cuando expresó el "rechazo" a la identidad y la diversidad sexual y negó la violencia de género. No importó que contradijera de manera flagrante sus propias declaraciones de hace dos meses."Boludo, está textual del discurso de Milei", dijo en un momento, sin saber que su micrófono estaba abierto. Por accidente se proclamó héroe por un día de la hinchada caputista. El asesor no lo tiene entre sus preferidos: de hecho lo puentea en los grandes temas judiciales, que trabaja con el viceministro Sebastián Amerio. Manuel García-Mansilla, candidato a juez de la Corte, lo confirmó, en un rapto de transparencia, cuando dijo que Caputo y Amerio habían sido quienes le ofrecieron la postulación.La propaganda mileísta -fiel a ese género- no se ata a la coherencia. Sus cultores explotan de júbilo cada vez que desde el poder se ataca a alguien por haber recibido fondos del Estado (desde un artista hasta un marginado que cobra un plan), pero cultivan el silencio cuando el periodista Hugo Alconada Mon revela que Milei emitió decenas de facturas al Banco Provincia cuando era asesor económico de la campaña presidencial del entonces gobernador Scioli, en 2015.El látigoEsta suerte de liberalismo obsecuente sumado a un liderazgo distante mete al oficialismo en problemas evitables. Las derrotas de la semana pasada en Diputados y el Senado alarmaron a Milei, en especial la sanción de la ley que ordena aumentar las jubilaciones y cambiar la fórmula de actualización de haberes. Ni el Pro votó con los libertarios. A falta de una prevención eficiente, el Presidente quedó ante la decisión impopular de vetar un beneficio al segmento más castigado por el ajuste fiscal."Que te lleven con el látigo funciona cuando todo va bien. Pero cuando las cosas son frágiles y el riesgo del precipicio sigue ahí puede ser muy peligroso", dice un dirigente aliado del oficialismo.Coincide en parte con la insistencia de Macri a Milei sobre la necesidad de construir una alianza operativa entre La Libertad Avanza y el Pro ahora que la popularidad del Presidente sigue alta."Rezo todos los días para que no se le dé vuelta la macroeconomía. No quiero pensar lo que puede ser con un gobierno en minoría, con sus bloques rotos y los aliados heridos", desliza una fuente del macrismo.La resistencia al pacto con el Pro la encabeza Santiago Caputo, a quien Milei mantiene en el "triángulo de acero" junto con él y su hermana. El asesor sin cargo insiste en que los votos de Macri ya los tiene el Gobierno y que lo inteligente sería ampliarse hacia otros márgenes. Mira principalmente a los peronistas ansiosos de desprenderse de la sombra de Cristina Kirchner.La variable suelta en este juego de poder es el tiempo. La imagen positiva de Milei se apoya en el éxito de la política de desinflación, que tapa por el momento los sufrimientos que provoca la recesión consecuente del mismo proceso.Se revirtió así un pronóstico recurrente a principios de año, cuando se pensaba que los mercados iban a acompañar las reformas liberales pero a costa de descontento social. Con agosto terminado, las calles se mantienen en calma y los que desconfían son los mercados.El equipo económico se aferra al cepo como un seguro de vida que permite gestionar la baja de precios y mantener el dólar quieto. Paga el precio de no juntar reservas y sembrar dudas sobre la capacidad de pago de la deuda en el mediano plazo.¿Cuánto se puede agravar el riesgo si el Gobierno sigue alimentando su fragilidad legislativa? En la Casa Rosada asumen como una realidad la frase del economista Ricardo Arriazu: "Si hay una devaluación se acabó Milei, se acabó todo".Milei parece entender el desafío cuando acepta poner un pie en el juego que había delegado en su hermana y Caputo. La mala praxis política puede exponerlo a un accidente evitable. Quiere ser parte de la gestión para blindar en el Congreso el veto a la ley de jubilaciones y de lo que será el tratamiento del presupuesto 2025. Junta a los propios. Ensaya gestos con el macrismo.Los grandes acuerdos se van a sellar a partir de marzo, cuando las elecciones se vislumbren en el horizonte. Es una eternidad para un Presidente carente de partido propio y cuya fortaleza se asienta en las encuestas de opinión. La disyuntiva es compleja: ¿trabajar en un pacto ahora o seguir sorteando obstáculos con una manada diezmada de leones con bozal?