Cynthia Nixon, quien interpretó a Miranda Hobbes en exitosa la serie de los '90, elige vivir alejada del lujoEn su cuenta de Instagram, publicó un video de una mañana típica haciendo café
Los nacidos entre 1995 y 2010 se vuelcan a las ficciones icónicas de viejos tiempos antes que a las nuevas. De acuerdo a hábitos y costumbres generaciones, esto no responde a un gusto heredado de sus padres, sino a clips virales e intrigantes de TikTok que marcan tendencia.¿Cómo se potenció el regreso de los clásicos de otras décadas a través de las redes sociales?
Rosmery Maturana dio detalles de su relación con el dirigente libertario. Según ella, hace 15 días no se hablan.
Este mes volvió a ser la maestra de ceremonias de la propuesta creada por José María Muscari que ya lleva seis temporadas. Siempre renovado, este regreso la encuentra junto al Tucu López por unas semanas más. Leer más
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"What a feeling". Esas tres palabras que, traducidas al español significan "qué sentimiento", tienen un significado muy especial para los fanáticos del cine, pero sobre todo para los amantes de los musicales. Es el resumen de una película que marcó a toda una generación, Flashdance, de 1983, que hizo que las bailarinas quisieran usar las mismas polainas negras y el buzo gris de Alex Owens y se aprendieran de memoria la icónica coreografía que hizo en su audición con el tema de Irene Cara de fondo, el cual ganó el Premio Oscar a la mejor canción original. Si bien el film pasó a considerarse un clásico del cine de la década del ochenta, su protagonista Jennifer Beals tuvo un destino completamente diferente. Así como a los 18 años brillaba en la pantalla grande, hoy, a los 61, se desarrolla en el mundo de la literatura y acaba de publicar su primer libro. Flashdance fue una de esas películas que generó opiniones divididas. La crítica le bajó el pulgar y el público la aclamó. La historia dirigida por Adrian Lyne (Atracción fatal) tuvo en vista a varias candidatas para el papel de la joven bailarina de la ciudad Pittsburgh, Alex Owens: Demi Moore, Leslie Wing y Jennifer Beals. Según Vanity Fair, también fueron consideradas Melanie Griffith, Jamie Lee Curtis y Daryl Hannah. Con 18 años y con una escasa experiencia (solo tuvo una pequeña aparición en Mi guardaespaldas protagonizada por Adam Baldwin y Matt Dillom) Beals fue seleccionada para el rol protagónico junto a Michael Nouri, quien interpretó a su jefe Nick Hurley.Aunque Beals inspiró a muchos artistas con su interpretación, lo cierto es que se vio envuelta en serias controversias por un particular motivo: las escenas de danza que encantaron al público no fueron realizadas por ella. Fue la actriz francesa Mariane Jahan quien se hizo cargo de las coreografías, mientras que, para grabar la escena de "What A Feeling" se utilizaron a cuatro personas. Las críticas no tardaron en llegar y a pesar de que fue nominada al Globo de Oro a mejor actriz de comedia o musical y ganó el Premio NAACP Image a la mejor actriz, tras filmar la película, decidió seguir con su plan original: ser una estudiante universitaria."Filmé Flashdance cuando ya me habían aceptado en Yale; continuar mi educación en la universidad parecía el siguiente paso lógico. Ni siquiera dudé un segundo. Por el contrario, estaba emocionada porque quería volver a estudiar", sostuvo Jennifer en una entrevista años atrás. Estudió literatura americana en la mencionada casa de estudios, en New Haven, Connecticut, donde coincidió con los actores Jodie Foster y David Duchovny, y se graduó en 1987. Aunque volvió a tener algunos proyectos en el cine como La prometida (The Bride) de 1986 y Besos de vampiro (Vampire's Kiss) de 1990, no logró recuperar el éxito que tuvo a principios de la década y abocó parte de su tiempo a su vida académica. Si bien participó de algunos proyectos tanto en cine como en televisión, en 2004 volvió al mundo del espectáculo en la piel de Bette Porter en la serie The L Word, que se emitió hasta 2009. Una década después retomó el personaje para la secuela de la historia The L Word: Generation Q, que estuvo al aire hasta 2023. En diciembre de 2024, el sitio Deadline anunció que la actriz terminó de grabar Hello Out There, una película dramática de Otis Blum sobre extraterrestres ambientada en Nueva México, junto a Chloe Bennet y Phil Dunster.Actualmente, con 61 años, Jennifer Beals desarrolla a pleno su costado literario. Este mes presentó The L Word: A Photographic Journal al que definió como "un diario fotográfico repleto de recuerdos en forma de fotos analógicas, entrevistas y recuerdos preciados del L Word original". El libro incluye más de 400 fotos que Beals tomó durante las grabaciones de las seis temporadas de la serie, además de sus recuerdos y comentarios del elenco original.Originalmente, armó el libro como un recuerdo personal y después decidió regalárselo a sus compañeros de la serie. Pero, tras participar de una convención de fans de The L Word, impulsada por sus coprotagonistas Kate Moenning y Leisha, decidió hacer público el material. "Soy bastante tímida, pero me dijeron 'tenés que ir, es una experiencia increíble'. Así que fui y los fans fueron increíbles. Estaban muy interesados â??â??en cada aspecto del programa. Fueron muy amables y entusiasmados. Y pensé 'creo que probablemente les interesaría algo así'", le contó Beals a la revista People. Habilitó la venta del libro por un tiempo hasta que, a partir de la insistencia de sus fans (es muy activa en Instagram y tiene más de medio millón de seguidores), encontró una editorial y amplió sus escritos. Este 15 de abril finalmente abrió la venta para todo el mundo.
"José María Muscari me había llamado varias veces para hacer Sex, pero yo le había dicho: 'Cuando sea una obra de teatro, me avisás'". Y así fue. Nicolás Riera cumplió con su palabra cuando el director lo convocó a protagonizar junto con Diego Ramos, Gloria Carrá y Julieta Ortega la primera obra de texto de Sex, que explorará en escena el universo del goce con el sexo como tema central y el humor como lenguaje reflexivo, y debutará en el Teatro Roxy de Mar del Plata el 17, 18 y 19 de abril, y continuará por el interior del país y Uruguay. A punto de cumplir 40 años el próximo 29 de mayo, el actor y productor dialogó con LA NACION sobre este desafío actoral que lo convoca y reflexionó sobre el prestigio, la firme curiosidad que lo lleva a incursionar en diversas actividades -desde la astrología a su propia marca de café-, la disciplina que adquirió como discípulo de Cris Morena y cómo la madurez le permitió encontrar el amor de la mano de Thelma Fardin (32), a quien conoció en otro proyecto de Muscari (Plagio).-¿Qué tipo de desafío representa para vos como actor esta nueva versión de Sex?-Primero, estar a la altura de lo que pide el proyecto, que es un éxito hace seis años. Y un compromiso completo porque hay algo muy genuino que pide el vínculo con lo sexual, donde uno no puede dudar de lo que está diciendo, de lo que está pensando, o sentirse incómodo, porque sino no llega el mensaje.-¿Cómo te vinculás con el tabú del sexo?-Es algo que en el último tiempo se cuestionó mucho. Me considero de la generación con Plutón en Escorpio, que vinimos a cuestionar lo sexual, el vínculo con el sexo, el vínculo con el otro. Hay algo de eso, de romper con lo preestablecido, de darme permiso a que pase, a que sienta tal cosa, a que disfrute tal otra, y es algo medio generacional. Creo que lo mío va por ahí, de confiar y permitirme.-¿Y cómo es llevar eso al escenario, que no es lo mismo que en la intimidad?-Ese es el gran desafío. Una cosa es lo que pasa en tu casa, pero, ¿arriba de un escenario? José María Muscari me había llamado varias veces para hacer Sex, pero yo le había dicho: "Cuando sea una obra de teatro, me avisás". Porque una cosa es estar en un show y otra en una obra de teatro, y creo que lo mío es esto. Acá no hay un show o un número musical que te proteja, acá hay algo muy crudo también, de uno con el público y la temática.-Muchos años fuiste ídolo adolescente, con todo lo que eso conlleva. ¿El sexo era un tabú en esa etapa?-No éramos tan infantiles, nosotros éramos medio adolescentes, entonces se permitía un poquito más. Creo que siempre tuve un vínculo desde un lugar muy lúdico. Si me divertía hacerlo, lo hacía, no había mucho conflicto en ese sentido. Y en esa época no había mucho espacio para pensar nada porque vivíamos al palo todo el tiempo, no había tiempo de cuestionarme nada.-Cuando miras para atrás, ¿qué te dejó esa época de Casi ángeles y el universo Cris Morena?-Fue una gran escuela, como un entrenamiento pseudomilitar. Después, eso no pasa en ningún proyecto televisivo. Hicimos una televisión como la de antes, donde se grababa un capítulo por día, y eran 200 capítulos, y después había que grabar un disco en un estudio, y había que promocionarlo y ensayar para una obra de teatro que encima se hacía tres veces por día durante las vacaciones de invierno. Era tal el nivel de exigencia que después estás recontra entrenado para hacer cualquier cosa. Me dejó un profesionalismo y una disciplina a los que apunto siempre.-¿Renegaste para desprenderte del ídolo juvenil?-Creo que, a veces, se confunde entre el deseo de un actor de no querer saber nada con un proyecto anterior y el deseo de demostrar que ese actor puede hacer otras cosas. Me parece que hay una gran diferencia. Casi ángeles fue una etapa espectacular para mí, la disfruté muchísimo y me enseñó un montón. Pero, como actor, siempre es necesario poder mostrar que uno puede hacer otra cosa. Por suerte, tuve la posibilidad de hacerlo, apenas salí hice Dulce amor. Pero no es algo que se da de un día para el otro, sino con el tiempo y la trayectoria. Uno no puede pretender que a sus veinte y pico lo traten de actor prestigioso cuando era un galancito. Hay que pasar por todas las etapas. El prestigio se gana con los años y con el laburo. Hay que entender que es una carrera larga, que uno puede actuar hasta muy viejo. Siento que la actuación es lo mío, la ficción, contar historias, ya sea como actor o como productor, o las dos cosas a la vez. Pegado a su personaje-¿Te siguen diciendo "Tacho"? En una época te molestaba ese apodo porque estaba muy ligado a tu personaje de Casi ángeles.-Sí, ya está, ya lo acepté hace años. Era una cuestión de no quedar pegado a un personaje, algo que después no pasó. Pero lo recuerdo con mucho cariño, es un personaje con el que hice de todo en esos cuatro años.-¿Te seguís encontrando con fans nuevas?-¡Re! Me piden videos para fiestas de 15, o sea, el programa tiene 15 años, es muy zarpado.-¿Alguna vez te imaginaste una profesión alternativa?-Siempre, porque soy geminiano y así como estudié astrología, siempre estoy estudiando cosas nuevas que me llaman la atención. Pero hay un hilo conductor que es la actuación. Haré otras cosas, pero siempre me mantendré en esto.-¿Cómo llegaste a la astrología y en qué momento?-Llegué en un momento de crisis a los 27 años, donde sentía que mi carrera no iba para ningún lado. Volví a estudiar actuación y lo hice con Augusto Fernández por recomendación de Julio Chávez, con quien había hecho un seminario. En las primeras clases, Augusto todo el tiempo vinculaba la astrología con la actuación. Y le pregunté: "¿Tengo que estudiar astrología para ser actor?". "Definitivamente", me dijo. Al otro día me anoté y encontré todo eso que me voló la cabeza. Es una buena herramienta para la vida.-¿Qué otras cosas te generan curiosidad?-Geminianamente, me gusta un poquito de cada cosa. Si algo me da curiosidad, me meto en eso. Thelma [Fardin, su pareja] me jode porque paso mucho tiempo con la computadora, y ella viene y me dice: "¿Ahora qué estás viendo?". El otro día estaba viendo lugares para ir a surfear en Panamá. O miro resúmenes en YouTube de la Segunda Guerra Mundial. Puedo estar viendo cosas todo el tiempo. El mundo del café de especialidad también es algo que descubrí en el último tiempo y con un amigo estoy armando una marca.-Como productor, ¿estás con algún proyecto? El año pasado produjiste y protagonizaste Motorhome en teatro.-Estoy con el proyecto de una serie ambientada en los 90 con la que vengo dando vueltas hace años y creo que hay una posibilidad de conclusión para este año, pero no quiero adelantar mucho porque todavía tiene que salir. Estoy como productor y como actor, porque produzco para actuar en lo que me gusta [dice entre risas]. El paso que sigue en mi carrera es poder generar los proyectos en los que a mí me interesa estar. Amor y actuación-¿Cómo fue la dinámica de convivir y trabajar juntos con Thelma, tu novia, en las obras Motorhome y en Nunca te fíes de una mujer despechada?-Fue intenso. Nos salvó que amamos lo que hacemos, pero no cortamos nunca. Cuando hicimos Motorhome, producíamos y actuábamos, entonces volvíamos a casa y hablábamos todo el tiempo de eso, y había cosas de la obra por todos lados. Nos gusta potenciarnos a la hora de actuar, de decirle al otro "probá esto o lo otro". También, nos cuesta cortar con el laburo. Somos muy similares en el profesionalismo, tenemos las escuelas de muy jóvenes, y somos muy exigentes, aunque ella más que yo. View this post on Instagram A post shared by Nico Riera (@nico__riera)-En las entrevistas que dan juntos se nota mucho la admiración mutua que se tienen.-Para mí le suma muchos puntos que ella sea una gran actriz. Siento que es un punto fuerte en la relación.-Pero, según dijiste, al principio te costó conquistarla.-Al principio no me daba bola, le escribía por WhatsApp y me clavaba el visto. Yo le contestaba al toque y ella tardaba una horita y media, seis horas. Era como "¿quiere o no quiere?", era muy complejo [risas].-Como sos amante de la astrología, ¿te fijaste si sus signos del zodíaco eran compatibles antes de invitarla a salir?-Sí, se llama sinastría, es la superposición de cartas [astrales]. Pero si hay algo que uno aprende de la astrología es que no se pueden manipular los datos, lo tenés que vivir. El tema es tener el aprendizaje rápido de decir "Ah, mirá esto que está pasando" o "por eso hice tal cosa". Entonces, uno lo encara desde otro lado, pero después la vida te lleva.-¿Volverían a trabajar juntos?-Por ahora no, fue mucho entre las dos obras y toda la prensa que hicimos juntos. Tampoco somos una pareja de actores, somos dos actores que estamos en pareja. Y nada, queremos acompañarnos y viajar juntos.-Has resaltado la madurez en el momento de la vida en el que se conocieron.-Sí, en otro momento no nos hubiésemos mirado. Yo a mis 20 era un poco más liero. Creo que nos agarró en los 30 con una vueltita de vida, con ganas de construir, y eso, creo, es la clave. Cuando hay uno de los dos que quiere construir y el otro no, se termina cayendo. Y acá los dos estamos en la misma, armándonos el hogar, planeando cosas juntos. No se vienen hijos por ahora, estamos mucho con nuestros proyectos y con ganas de poder dedicarnos a actuar.Para agendarSex, la obra. Diego Ramos, Gloria Carrá, Julieta Ortega y Nicolás Riera. Libro y dirección: José María Muscari. Funciones: 17, 18 y 19 de abril a las 20.30. Sala: Teatro Roxy de Mar del Plata (San Luis 1750). La gira continuará por el interior del país.
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Más de 20 años después del estreno de la serie, la actriz reflexionó sobre sus vivencias en el rodaje
Sarah Jessica Parker cumple hoy 60 años, pero desde hace 27 que es Carrie Bradshaw. Es que el papel que interpreta hace más de dos décadas la convirtió en una de las actrices más destacadas de Hollywood y, al mismo tiempo, en una referente de la moda. El estilo que adoptó en la ficción se trasladó a la vida real y resulta prácticamente imposible pensar en Parker por fuera de su personaje en Sex and the City. Intrépida, curiosa y ávida lectora, la actriz supo diversificar la marca personal de su alter ego en distintos negocios. Desde una exclusiva marca de zapatos hasta una línea de Cosmopolitan â??el cóctel favorito de Carrie en la serieâ?? llamada The Perfect Cosmo by SJP, que la artista solía convidar a los clientes de su zapatería de Nueva York, en cada aparición y emprendimiento de Parker se esconde Bradshaw.Sin embargo, fuera de la pantalla, Parker no siempre estuvo rodeada de glamour. Sus inicios fueron humildes y muy alejados de los eventos en los que hoy deslumbra. Si bien en los próximos meses se estrenará la tercera temporada de And Just Like That, la secuela de Sex and the City, después de años de gran exposición en esta etapa Parker se mantiene más enfocada en su familia. Con motivo del aniversario de sus seis décadas, la celebramos con un recorrido por los momentos más destacados de su vida."Me acuerdo de qué es ser pobre"La estrella norteamericana nació el 25 de marzo de 1965 en Nelsonville, un pequeño pueblo en Ohio, lejos de los lujos y los brillos de la ciudad. Su padre, Stephen Parker, era periodista y escritor, y su madre, Barbara, trabajaba como enfermera. Parker era la menor de cuatro hermanos y, cuando ella tenía apenas tres años, su padre abandonó el hogar. Su madre quedó sola a cargo de la crianza de los pequeños y la familia tuvo que enfrentarse a una difícil situación económica.Según contó la propia actriz, al poco tiempo de la separación de sus padres, su madre rehizo su vida amorosa con un camionero que también tenía cuatro hijos, y vivían todos juntos. "Me acuerdo de ser pobre. No había manera de esconderlo. A veces no teníamos electricidad. A veces no podíamos festejar la Navidad, o los cumpleaños; o llegaban los cobradores, o la misma compañía de teléfono llamaba para avisar que nos iban a cortar la línea. Y teníamos edad suficiente para atender las llamadas, o ver las reacciones de mi madre, o a mis padres haciendo malabares con la plata", señaló en una entrevista con The New York Times.El gran giro del destino apareció cuando Parker, con solo 11 años, debutó en Broadway en la obra Los inocentes. En 1978, con 13 años, protagonizó Annie y nada volvería a ser igual. Su nombre empezó a reconocerse y la adolescente emprendió oficialmente su carrera como actriz.El amor: Robert Downey Jr., Michael Fox y John F. Kennedy Jr.La vida romántica de Parker, a diferencia de la de su personaje en Sex and the City, no presentó grandes altibajos. Sin embargo, a lo largo de su vida la actriz fue relacionada con algunas personalidades del mundo del espectáculo que llamaron la atención de la prensa rosa.Parker y Robert Downey Jr. se conocieron en 1984, en el rodaje de Firstborn. Su historia de amor duró siete años, pero terminó debido a que las adicciones de Downey afectaron mucho a la pareja. Mientras su relación con Robert Downey Jr. estaba en pausa, trascendió que la actriz mantuvo un romance con Michael Fox. Los actores se conocieron durante el rodaje de Corazones de hierro y el flechazo fue instantáneo, pero el vínculo no logró sobrevivir fuera del set.Una vez finalizado su vínculo con Robert Downey Jr., la actriz fue relacionada con John F. Kennedy Jr., uno de los solteros más codiciados de la década del 90 en los Estados Unidos. Se conocieron en el teatro, pero la exposición mediática que persiguió a la pareja se hizo insostenible y a los seis meses la relación llegó a su fin. En una entrevista de 1992, la artista reveló que nunca había experimentado la verdadera fama hasta entonces. Tras la ruptura con Parker, Kennedy empezó a salir con Carolyn Bessette, con quien se casó en 1996. Ambos murieron, trágicamente, en un accidente aéreo en 1999.Un vestido de novia disruptivoLa diva encontró estabilidad amorosa de la mano de Matthew Broderick. Se casaron el 19 de mayo de 1997 con una ceremonia celebrada en Manhattan. La boda llamó la atención por mantener fuera toda pomposidad y tradición. Para la sorpresa de toda la prensa, la gurú de la moda optó por un vestido de novia color negro. View this post on Instagram A post shared by SJP (@sarahjessicaparker)Sin embargo, no todo fue color de rosas: atravesaron algunas dificultades en su largo matrimonio, pero supieron seguir adelante y superar las crisis, incluso una que pareció definitiva en 2008 cuando trascendió una infidelidad de Broderick. "Las relaciones son difíciles. Siempre he sentido que quería invertir más en ella. Lo amo y creo que es brillante. Estoy segura de que yo a veces le molesto porque él a veces me molesta. Pero estoy enormemente orgullosa de la persona que es", destacó la actriz, tras el escándalo.Hoy son uno de los matrimonios más sólidos de Hollywood y se ocupan juntos de la crianza de sus tres hijos: James, de 22 años, y las gemelas de 15 años Marion y Tabitha.Actriz y empresariaCon una fuerte veta comercial latente, Parker supo aprovechar la fascinación que generó su personaje como Carrie Bradshaw. En 2014 decidió lanzar su propia marca de zapatos con George Malkemus, el entonces director de Manolo Blahnik (la marca preferida de su personaje en Sex and the city) en los Estados Unidos. "De alguna manera tonta, creo que es lo que la gente esperaba de mí por Carrie Bradshaw", apuntó la actriz cuando anunció el lanzamiento del proyecto. Después de una década, el negocio atravesó una fuerte crisis y el año pasado la marca decidió cerrar. View this post on Instagram A post shared by INVIVO X, SARAH JESSICA PARKER (@invivoxsjp)La actriz también impulsó productos de cosmética, maquillajes, perfumes, moda. Sin ir más lejos, en 2018, en alianza con la tienda online Gilt lanzó su propia colección de vestidos "para novias modernas no tradicionales". A raíz de su pasión por la lectura, Parker presentó el sello editorial SJP Lit, centrado en "historias amplias, profundas, que invitan a la reflexión y al debate, que incluyen voces internacionales y subrepresentadas", según se presenta en su página web. Además, en 2019 lanzó su marca de vinos.A lo largo de su vida, Parker no dudó a la hora de perseguir sus metas y desarrollar sus intereses. Después del éxito de Sex and the city se animó a ampliar su abanico laboral. Hoy, asentada como artista y como gurú de la moda, la actriz prefiere estar más abocada a su familia. "Adoro cenar con mi esposo. Me encanta estar con amigos, compartir una comida, esa puede ser una parte favorita del día. Entiendo que soy actriz y que muchos me conocen como tal, pero mis momentos favoritos son cuando acuesto a mis niños por la noche o les doy el desayuno por la mañana". Parker sabe que lo importante se mantiene lejos de los flashes de la red carpet: detrás de los brillos y el glamour habita una mujer sencilla que agradece las pequeñas delicias de la vida cotidiana.
La actriz reveló que una secuencia de la sexta temporada de la serie fue particularmente incómoda para ella durante el rodaje
Acaba de sacar una tanda de canciones con el exceso y la hipersexualización como concepto, profundizando en su mix de electrónica, reggaetón y pop.
El emblemático diseño utilizado en una sesión de fotos de la película de 2008 resurgió en condiciones inesperadas, generando revuelo en las redes sociales
Tras años de soportar la presencia de turistas en su hogar, la propietaria del icónico inmueble en Nueva York se puso firme
En Desencriptados, el músico repasó su infancia junto a Gustavo y Cecilia Amenábar, reveló el vínculo inquebrantable con su hermana Lisa y defendió con orgullo su segundo disco solista, en el que siente que alcanzó la madurez artística
Sex and the City es una de las series más icónicas del género de la comedia romántica, con un éxito arrollador que la llevó a la gran pantalla en dos ocasiones. La vida de cuatro mujeres treintañeras y liberadas de los 90 tuvo en vilo durante un largo tiempo a sus fanáticos, quienes no solo simpatizaron con la trama sino también con sus protagonistas; sin embargo, un dato desconocido que reveló la actriz Kristin Davis en los últimos días sorprendió a más de uno. En una entrevista con la revista People, Davis, la intérprete de Charlotte York, cuestionó que era "innecesario" la cantidad de escenas sexuales que había en el guion. "Pensé que era un programa dirigido a mujeres y que ellas se sentirían incómodas viendo tanto sexo en pantalla", sostuvo. Además, comentó que parecía que no era al público femenino al que se quería interpelar, sino al masculino.Fue tal la incomodidad que sentía, que se vio obligada a refugiarse en su camarín. "Tenía que esconderme en mi camarín al final de las grabaciones y llamar a mi mánager en Los Ángeles a las dos de la mañana", contó. Davis también comparó su experiencia con las de sus compañeras de reparto. A raíz de esto, comentó que Kim Cattrall, quien se puso en la piel de Samantha Jones, era "intrépida" y sabía cómo defenderse. Sin embargo, a Sarah Jessica Parker (Carrie Bradshaw) la definió como la más protegida, pero también la más incómoda con la desnudez en pantalla. Sobre Cynthia Nixon (Miranda Hobbes), recordó que se sorprendió sobre la falta de control de contacto físico por parte de la producción: "Me pregunté por qué nadie le decía cómo hacerlo de manera más cuidadosa", se lamentó.En ese sentido, comentó que al principio no se tenía muy en claro cómo iban a representar la sexualidad de cada una de ellas. "No hablábamos de estos temas como grupo, de la forma en que lo haríamos hoy. Si hubieran existido coordinadores de intimidad, habría habido más diálogo", sostuvo. No obstante, esto fue cambiando con los años.Cabe destacar que, en la actualidad, Kristin tiene su propio pódcast Are You a Charlotte?, donde analiza el impacto cultural que tiene cada uno de los episodios de la icónica producción. "Los temas que el programa abordó siguen siendo relevantes hoy en día", indicó. Pero Davis no fue la única que padeció aquellos sets de filmación. Cattrall, por su parte, terminó con un enfrentamiento con Parker, algo que la llevó a estar afuera de And Just Like That, la secuela de Sex and the City. Aunque tiempo después participó de un cameo, pero sin cruzarse con la actriz.La intérprete de Samantha decidió no ser parte de la secuela de Sex and the City debido a su mala relación con su excompañera, la cual expuso públicamente en los últimos años llamándola "hipócrita y mentirosa" en las redes sociales. "Pasé todos los límites al interpretar a Samantha Jones porque me encantaba Sex and the City. La serie fue para mí una bendición en muchos sentidos, pero después de la segunda película sentí que ya había tenido suficiente", dijo durante una entrevista con The Guardian, en agosto de 2019.Ambas tuvieron una enemistad que se hizo pública en 2018. La pelea se debió a varios motivos, entre ellos, diferencias salariales y la cancelación de la tercera película, ya que fue la primera en ventilar que Sex and The City había terminado porque no era justo que las protagonistas no ganaran lo mismo.
"Tenía que esconderme en mi camerino al final de las grabaciones y llamar a mi mánager en Los Ángeles a las dos de la mañana"
EXPORT DIEGO RAMOSA Diego Ramos es imposible encasillarlo. Si bien su profesión principal es la actuación, a lo largo de su carrera demostró que puede conducir, ser panelista, seducir en un show erótico, dirigir una comedia o dar clases en la universidad. Mientras planea un 2025 entre el teatro, la radio y la docencia, el actor revela cómo es dejar los prejuicios de lado y desnudarse sobre el escenario de Sex todas las noches. "Este es el año número seis y estoy feliz de que la gente responda de la manera que responde. No solo que va mucho, sino que la pasa genial en el show. La verdad que es para agradecer", cuenta quién estuvo en todos los cambios y en todos los elencos que pasaron por la obra de José María Muscari.-¿Vos también te fuiste transformando en estos años con Sex?-Nos fuimos transformando los que lo hacemos desde el primer día y el show también. Empezamos con una modalidad totalmente diferente (nos seguían para todos lados) pero ahora es más un show teatral, donde te sentás y podés comer y tomar. A medida que fueron avanzando los años, uno va pensando en sus propios pruritos, en sus propias vergüenzas, en sus propias fantasías o limitaciones y vas avanzando. O corroborás que hay cosas que no te gustan.-Empezaste más tapadito y ahora uno te ve como Dios te trajo al mundo...-Ahora sí. Igual en la primera versión yo ya me destapaba, pero en un cuarto para 15 personas. A mi igual la desnudez física nunca me generó nada; no soy tan pudoroso. Me llama más la atención la proximidad y el contacto desde lo erótico. Con los años me fui convirtiendo en el vínculo entre la gente y el show. View this post on Instagram A post shared by Diego Ramos (@diecramos)-Esta obra despierta un montón de fantasías y hay actores que no se lo permitenâ?¦ ¿Tuviste que convencer a alguno para que acepte hacerlo?-Hay mucho prejuicio. El otro día, por ejemplo, fue Matías Martín (porque está su hijo Luca) y dijo: "Si mi hijo no hubiera estado, no hubiera ido". Y después realmente se sorprendió y se dio cuenta del gran prejuicio que tenía con el show. Me parece que tiene que ver con algo que la gente supone que nos vamos a meter demasiado con ellos, que van a quedar muy expuestos y nada de eso sucede. Sabemos leer muy bien a la gente. Respecto a tu pregunta, a mí no me tocó tener que convencer a nadie pero Julieta Ortega, por ejemplo, sí llamó a Matías Martín para que venga.-Imagino que te habrán pasado situaciones de gente que te haya esperado o mandado mensajes después del show...-No sé si genero tanta fantasía porque a mí no me pasó mucho. Sí me llegan mensajes tipo: "¡Qué lindo!" pero más del lado artístico y eso me copa porque creo que está muy marcado el rol que yo tengo en la obra. Además, tampoco doy lugar. No tengo esa impronta sexual tan marcada tampoco en la vida. Entonces no me pasa. A otros compañeros sí, y buenoâ?¦ Cada uno elegirá por dónde quiere seguir.-Al tener que mostrar tu cuerpo, ¿sos muy estricto a la hora de cuidarte?-Hace muchos años me atiendo con un médico nutricionista que me enseñó a comer sin grasas. Lo que primero empezó como una cuestión estética para que se me vayan los flotadores después se transformó en una cuestión de salud. Soy extremadamente metódico y la verdad que no me cuesta; no es un sacrificio. Cuando tengo que darme un gusto, lo hago sin ningún tipo de problema.-¿Es verdad que tu único gusto es el sushi?-El sushi y el pochoclo, aunque el pochoclo no engorda. No me tienta mucho lo dulce entonces no tengo grandes inconvenientes con la comida. Y entrenar me gusta mucho. Entreno de lunes a sábados una horita. Si no tengo ganas, no lo hago.-Volviendo a Sex, nunca faltaste a una función. Inclusive cuando murió tu papáâ?¦ Contame como es esto de "el show debe continuar".-Para mí el show debe continuar si vos querés continuarlo. Yo estoy de acuerdo con la gente que le pasan cosas y no tienen ganas de ir, o se sienten mal y no lo hace. A mí me pasó ese día que justo era plena pandemia y estamos haciendo la obra virtual, desde casa. Me avisaron que mi papá estaba mal, hice lo que tenía que hacer y después me fui a verlo. No iba a cambiar mucho si llegaba antes o después. Y además me fui preparando para ese momento. Para mí es una gran responsabilidad hacer teatro. Hay gente que me escribe que ya tiene la entrada para dentro de dos semanas entonces siento esa responsabilidad de cumplirles.-Estuviste un tiempo radicado en Colombia. ¿Cómo fue la experiencia?-Genial. Primero, porque el pueblo colombiano y el país es maravilloso y además, en esa época que era la década del 2000, cobraba en dólares; lo que me permitía viajar cada mes para acá o llevar amigos y familia para allá. Me podía dar esos lujos y esa tranquilidad. Estaba muy feliz. Cuando me llegó el llamado era una época muy complicada de Argentina entonces ir a ganar en dólares era un privilegiado total. Ese llamado que era para cuatro, cinco o seis meses se extendió a cuatro años. La verdad que he creado muchos lazos y me llevé gente muy valiosa. El país geográficamente y a nivel humano es hermoso.-¿Los viejos acompañaron siempre la carrera? ¿Les gustaba que su hijo se dedicara a la actuación?-Sí y no. En gran parte, ellos son responsables porque han ido siempre a recitales, a shows, a conciertos. El arte estaba muy presente aunque nadie lo ejercía en la familia, pero sí se necesitaba un título o un estudio universitario. Cuando salí de la secundaria, empecé a estudiar teatro y publicidad, pero a los seis meses dejé la carrera porque para mí no tenía sentido. Sabía que era algo que estaba estudiando para ser socialmente aceptado, no porque me gustara. Empecé a laburar de cadete y a costear mis estudios y al poquito tiempo empecé a laburar en tele. Entonces ya me ganaba mi plata, mis cuentas me las pagaba yo y nadie me podía decir nada.-¿Y te seguían?¿Te criticaban?-Sí, me seguían. Yo supongo que la primera vez que salí en tele mi mamá fue al mercado a pasearse un poco (risas). Varios años después de que mi papá fallezca, me encontré con una persona que era visitadora médica y me dijo: "Cada vez que yo iba al consultorio, tu papá se sentaba y me mostraba tus retratos. 'Este es mi hijo que trabaja en la tele', me decía". Me dio mucho placer porque estaba orgulloso. No era algo que todo el tiempo te mostraba pero estaban todos muy contentos.-¿Y con tu exposición cómo se llevaban?-Re bien porque la verdad yo soy muy tranquilo. No genero grandes controversias ni situaciones de que se tenga que hablar de mí. Digamos que mi vida no cambió para nada.-Hiciste muchas cosas pero me da la sensación de que Montaña Rusa fue un producto que dejó su huella. Incluso una vez por mes se juntan con el elenco, ¿no?-Sí, se charla en el WhatsApp y todo. Éramos tan jovencitos (teníamos todos 16, 17, 18 años) que nos unió para toda la vida. Y nos unió gracias a gente (directores y productores) que nos explicó que era una alegría poder trabajar en un éxito así, que no todos los trabajos iban a ser así en la carrera, que cada uno tenía su lugar; desde los más secundarios hasta los más protagónicos pero que todos éramos importantes. Fuimos muy bien educados. Nosotros realmente sentíamos que formábamos parte de un todo, que sin nosotros no se hacía. Sin dudas, es el programa en el que aprendí, el que más me enseñó.-Cuando se juntan, ¿fantasean con volver a hacer algo todos juntos?-Sí, hubo y hay algunas ideas. Pasa que no nos ponemos de acuerdo (risas). Algunos quieren que sea un evento, otros quieren algo más artístico. Salvando las distancias, cada vez que se juntan los de Friends o Beverly Hills, decimos: "Bueno, juntémonos a hacer algo".-Sos actor hace muchos años pero también, sos muy fanático del mundo del espectáculo. ¿Qué te pasa cuando tenés que opinar y hablar de otro?-Opinar me cuesta más porque a mí no me gusta que opinen de mí. Entonces no quiero abrir una puerta que después no puedo cerrar. Si yo hablo de los demás, ¿por qué no van a hablar de mí? Además uno en la tele opina desde la propia vara, desde la ética y la moral que tiene cada uno y a lo mejor esos valores no son los mismos para todo el mundo. Entonces siempre que opino, trato de hacerlo desde lo que yo veo sin juzgar; a no ser que sean cosas muy tremendas.-Te llaman mucho para ser panelistaâ?¦ ¿Con Rial, por ejemplo, la pasaste bien?-La pasé bien. En realidad, me costó acomodarme porque el proyecto iba a ser otro. Al principio iba a ser más de humor, un Bendita, ponele, e inmediatamente trocó a otra cosa. Muchas veces no me sentía preparado o no tenía nada interesante o inteligente para decir entonces prefería quedarme callado. Prefiero parecer medio tibio, pero no decir cualquier cosa con tal de llenar el tiempo. Y más si hay gente preparada que puede opinar entonces en algunos momentos me quedaba tecleando pero dentro del proyecto y dentro del producto, yo la pasé re bien.-¿Y con Carmen Barbieri?-Carmen es lo más, la amo con toda mi alma. Es una compañera ideal, una madre. Labura de sol a sol y cero divismo. Es una gran conductora, no solo de TV sino de grupo; una gran cabeza. Yo la pasé genial y la extraño todos los días de mi vida.-¿Volverías a trabajar de panelista de televisión porque a vos te gusta conducir?-Sí, claro. Me gusta mucho conducir porque la diferencia es que el panelista sí sabe de ciertas cosas mientras que el conductor es como un medio entre la gente y el panel. Yo conduzco mucho desde la ignorancia porque hay un montón de cosas que no sé pero hay gente que está preparada para contármelo y explicármelo. Entonces por eso me gusta más la conducción. Pero de panelista me divierto mucho.-¿Y qué te gustaría conducir?-Cualquier cosa. El magazine me gusta. Yo me crié con Utilísima, con hacer la figura en mazapán y todas esas cosas (risas). Esa tele me gusta mucho.-¿Y los realities?-Sí, un reality me gustaría. Los veo, me divierten.-¿Te gusta Gran Hermano?-Este año no lo estoy viendo tanto porque justo me agarró en un momento donde estoy viajando, yendo y viniendo. Pero he tenido épocas donde dejaba las 24 horas del día prendida la tele mientras limpiaba y renegaba que los chicos no estaban despiertos (risas).-Hablando de eso, sé que tenés varios TOCS importantesâ?¦ ¿Es verdad que en tu casa todo tiene que ser blanco o negro?-No sé si el orden o la limpieza se pueden considerar un TOC peroâ?¦ Hace muchos años decidí que todo sea blanco y negro porque es más fácil. Por ejemplo, hoy vine acá y no pensé lo que me tenía que poner.-¿Te pasa también con la decoración?-Sí, con casi todo. Mi árbol de Navidad es todo negro; lo pinte yo y me quedó hermoso (risas).-¿Y qué pasa cuando alguien te regala algo que no es blanco o negro?-No pasa nada, no entra a casa (risas). Alguna vez la persona con la que convivo me ha traído un tupper con una tapa roja y bueno, está pero en un cajón. Igual es muy fácil convivir conmigo, eh. Ordeno, limpio y no genero esas situaciones de "poné el vaso en otro lugar".-¿Te llevás bien con las redes sociales?-Me llevo bien. Hay cosas que no me salen y otras que me salen más fácil. Soy medio perezoso para subir cosas. Me juzgo y digo: "¿Esto a quién le puede importar?". Entonces, tengo como muy marcado un estilo: perros, calzones, entrenamiento y limpieza. Igual no hay mucho más para mostrar (risas).-¿Y Twitter?-No tengo. O sea, una vez tuvimos que abrir uno para generar contenido para Sex virtual y me quedó. Cada tanto leo pero hay como mucha agresión, mucha violencia. También hay mucha gente muy graciosa. Hay momentos que me encuentro riéndome a carcajadas.-Recién hablabas de tus perros, eran cuatro y ahora quedan tres. ¿Cómo fue contar que se fue?-Lo conté casi en el momento que pasó. Primero, porque me salió expresarlo y compartirlo al mundo. Y segundo, porque a mí me sigue mucha gente por los perros, entonces sabía que iban a preguntar. Para mí fue tremendo. Fue una gran tristeza. Yo me llevo muy bien con todos mis perros pero para ese especialmente yo era su vida. Estaba todo el tiempo conmigo. Con mi viejo (no lo quiero poner al mismo nivel) pero con 86 años y una enfermedad, yo me preparé más. En cambio esto fue muy inesperado. Me costó un montón y me cuesta. Ninguno se sube a los sillones, solo él se subía y me había quedado una pata de él ahí marcada. Yo no lavaba esa funda porque pensaba "el día que la lave, se va". Fue la última marca que dejó en la casa y lo recuerdo todos los días. Me quiero tatuar su nombre y sus patas. No tengo ningún tatuaje pero es la primera vez que sentí lo que puede llegar a significar un tatuaje.-¿Dónde decidiste que descanse?-En ningún lado. Se lo llevaron, lo cremaron pero no pedí las cenizas porque para mí ya no estaba. Los más chiquitos se despidieron, hasta uno le meó la bolsa antes de que se lo lleven. Y el más grande, el que estuvo toda su vida con él, no se quería ni acercar. Durante muchos días, se ponía mirando a la puerta como esperándolo.-Ahora estás viajando mucho a Carlos Paz porque estás dirigiendo a Paula (Chaves) y a Peter (Alfonso)â?¦ Una obra que, con tu dirección, cambió mucho.-Yo trabajé con ellos hace cinco o seis años como actor. Los quiero mucho, son amigos. Comparto muchas cosas con ellos, con Paula fundamentalmente. Y cuando me llamaron para la dirección estuve feliz. Dirigir es algo que a mí me apasiona, me encanta, me meto mucho y además sé la importancia que le dan ellos como compañía a lo que quieren generar con la gente, al divertimento y el respeto que tienen por la gente. Entonces me pareció una tarea genial después de tantos años de temporadas ininterrumpidas de mucho éxito. Continuar ese éxito pero darle algo nuevo me entusiasmaba.-¿Fue difícil dirigir a Pedro que la escribe, sabe los detalles, conoce al público?-Lo conozco mucho y su humor también entonces traté de darle como la visión más integral desde afuera con su impronta. También está Pachu (Peña), Seba Almada, Viviana Saccone, Noelia Marzol y Paula, a la que siempre le digo que es mucho más actriz y talentosa de lo que cree. Yo también quería que ella tuviera su rol protagónico desde el humor. Y se creó una comedia divina con situaciones muy graciosas. Estoy muy feliz artísticamente y con lo que sucede en la gente.-¿Cómo sigue tu año?-Mi año sigue con Sex, con esta comedia que ojalá que venga para Buenos Aires y después empiece a girar, con la radio (estoy en Radio Nacional todas las mañanas) y estoy viendo si puedo seguir con unas clases que estaba dando en la UADE de Teatro Musical, que me encantó y me apasionó hacer. Se generan cosas divinas con las nuevas generaciones.-¿Qué te pasa con la radio?-Amo la radio. Yo me crié con la radio, me levanto y lo primero que hago es prender la radio. Me encanta ese tipo de comunicación, me encanta lo que genera la radio en la gente y más Radio Nacional que llega a todo el país.-¿Qué te pasa con la escucha de la gente?-Trato de escuchar, de informar y de acompañar, fundamentalmente. Yo voy en el auto o estoy en mi casa y le hablo a la tele, a la radio. A mí cuando el programa me hace sentir que estoy en la mesa con ellos, me genera algo genial. Cuando formás parte de la comunicación o de la vida de alguien, está buenísimo.-¿Cómo ves a la Argentina?-La veo convulsionada. Está todo muy violento. Creo que de todos los lados estamos como muy violentos, como muy sin paciencia. Yo creo en un medio y a mí la palabra tibieza no me ofende, no me molesta, no me insulta. Creo que se puede ser tibio en ciertas situaciones y tener tus convicciones, tu ética, tu moral, tus pensamientos sin faltar el respeto; pudiendo convivir con diferentes visiones.-Le ha pasado a Nancy (Dupláa), a Pablo (Echarri), a Florencia (Peña) en su momento, esto de ser muy criticados por opinar públicamente de política. ¿Qué te pasa con eso?-Creo que todos podemos opinar pero no hay tolerancia ni de un lado ni del otro. Tengas la bandera que tengas. A mí me pasa que generalmente hay muchas cosas que no tengo tan claras entonces no genero ese tipo de debate. Lo que sí me parece es que tener tus visiones, tus pensamientos no tiene nada que ver con tu capacidad laboral. O sea, no son ni más ni menos talentosos porque opinen de tal manera. Entonces cuando se los tacha en su trabajo por ciertas cuestiones ahí no me gusta.
Su imagen de rubia y esbelta deportista y el acierto de un corte de pelo personalísimo (el "Farrah hair", sería imitado en todas las latitudes) la convirtieron en un ícono de estilo que marcó la década del 70. Farrah Fawcett saltó a la fama por su papel de Jill Munroe en la serie Los ángeles de Charlie, fue considerada la mujer más sexy del mundo y tuvo éxito y fortuna, pero su vida estuvo lejos de ser idílica: sufrió engaños, fue el blanco de la venganza de un productor estrella de Hollywood, vivió el infierno del alcoholismo, sufrió al ver a su único hijo, Redmond O'Neal, destruido por las drogas y, finalmente, murió después de batallar contra un agresivo cáncer de colon.TODAS QUERÍAN SER FARRAHFarrah Leni Fawcett nació en Corpus Christi (Texas, Estados Unidos), el 2 de febrero de 1947, y desde muy chica se destacó en su entorno por su cara angelical y sus dotes naturales para el deporte, en especial, el tenis. En 1976, cuando ya tenía 29 y estaba casada con el actor Lee Majors, la compañía de afiches Pro Arts Inc la convocó para que posara para ellos. Una de las tomas de la joven Farrah en traje de baño fue la ganadora y quedó plasmada en un afiche que vendió 12 millones de ejemplares, aunque el sitio oficial de la actriz revela que las versiones piratas superaron los mil millones. Fue tal el impacto de la imagen de Farrah que, en 2007, la revista GQ consideró a ese poster como la pieza de arte popular creada para hombres más influyente en los últimos 50 años y hasta apareció en películas (Fiebre del sábado por la noche, Encuentros cercanos del tercer tipo, Boogie Nights) y series de televisión (That 70's Show y My Name is Earl) como parte del espíritu de la época que retrataban. La distribución del poster coincidió con el estreno en 1976 de Los Ángeles de Charlie, la serie creada por Aaron Spelling, el magnate de la pantalla chica en Estados Unidos. Farrah -una de las bellas investigadoras a las órdenes de un misterioso jefe llamado Charlie- abandonó abruptamente la serie después de la primera temporada. Las razones nunca fueron claras, aunque se especuló con que se debía a que cobraba menos que sus compañeras de elenco -a pesar de ser el ángel más popular- y también con que se habría cansado de las insinuaciones sexuales del productor. El enfrentamiento con Spelling llegó a los tribunales y, si bien Farrah fue sustituida por la actriz Cheryl Ladd un fallo judicial la obligó a aparecer en tres episodios más.La actriz intentó hacer carrera en el cine después de eso: participó en filmes reconocidos, como Saturno 3 (1978) junto a Kirk Douglas y Harvey Keitel, y El doctor y las mujeres (2000), de Robert Altman, con Richard Gere, y La cama en llamas, por la que obtuvo una de las seis nominaciones a un Globo de Oro de su vida. También trabajó en televisión y fue postulada a los premios Emmy en tres ocasiones; sin embargo, a pesar del talento que le reconocía la crítica y la inmensa popularidad que le había dado su personaje en Los ángeles de Charlie, ella nunca logró dar el gran salto en Hollywood. En la industria del espectáculo los rumores siempre insistieron en que habría sido Spelling, con deseos de vengarse, quien boicoteó la carrera de Farrah.UN AMOR TÓXICODesde 1973 la actriz estaba casada con el actor Lee Majors, protagonista de otra exitosa serie de la época, El hombre nuclear. El matrimonio -una relación poco feliz- duró casi diez años y terminó en un escándalo. En 1979, Majors debía viajar por un rodaje y le pidió un favor a su amigo Ryan O'Neal (estrella del famoso filme Love Story): que entretuviera a su mujer en su ausencia. O'Neal, que ya se había casado y divorciado dos veces (con Leigh Taylor-Young y Joanna Moore), era el sex symbol del momento, con fama de seductor serial y varios romances en su haber (entre otras, con Diana Ross y Barbra Streisand)se tomó tan a pecho el encargo de Majors que hizo más que entretener a su mujer: la enamoró en la primera salida. Así terminó el matrimonio de Farrah con Lee y comenzó una tóxica y tormentosa historia de amor con Ryan que duró en total treinta años, con idas y vueltas. En 1985 tuvieron un hijo, Redmond, que de muy joven fue adicto a las drogas. Farrah atribuyó los problemas de conducta del chico a la relación de este con su hermano Griffin, fruto de un matrimonio anterior de O'Neal, pero Griffin culpó de todo a su padre y afirmó que era el propio Ryan quien les conseguía la droga. Tiempo después el actor admitió que era culpable de lo que les pasaba a sus herederos. "Soy un mal padreâ?¦ Creo que no debí haber sido padre. Sólo mira a mis hijos, o están en la cárcel o deberían estarlo". Redmond nunca pudo recuperarse de su adicción -a pesar de haber estado en trece centros de rehabilitación- y terminó en la cárcel por robo y agresión. O'Neal y Fawcett convivieron 18 años. En 1997 se separaron cuando la ex ángel de Charlie lo encontró en la cama, en su propia casa, con otra mujer, el día de San Valentín. Y esa traición no fue lo peor: la actriz Tatum O'Neal, hija de Ryan, aseguró que su padre, además de infiel, había sido físicamente abusivo con su madrastra. Farrah cayó en una profunda depresión de la que intentó salir con otro amorâ?¦ también tóxico. Se comprometió con el cineasta James Orr y se separaron al año: Orr fue sentenciado a tres años de libertad condicional por golpear a la actriz en su mansión de Bel Air.En 1997 la vida de Farrah se convirtió en blanco de especulaciones en los medios cuando apareció en el popular programa nocturno de David Letterman hablando en forma incoherente (aún es recordado como uno de los momentos más bizarros de la televisión estadounidense). La mujer de sonrisa angelical ya no podía disimular su alcoholismo. Su vida iba a los tumbos y estaba a punto de empeorar. En 2001 volvió a los brazos de O'Neal para acompañarlo cuando a él le diagnosticaron leucemia, sin saber que ella también estaba enferma: le descubrieron un cáncer de colon que la llevaría a la muerte años después. Dispuesta a que su experiencia con el tratamiento oncológico les sirviera a otros enfermos, junto a su mejor amiga, Alana Stewart (ex mujer de Rod Stewart) grabó algunas visitas a los médicos y sesiones de quimioterapia para el documental Farrah's Story, que años después emitió la cadena NBC, con gran éxito de audiencia. Y, si bien en 2007 un comunicado afirmaba que la actriz había vencido al cáncer, dos meses después los médicos detectaron un nuevo foco de la enfermedad. Junto a su lecho de muerte estuvo Ryan arrepentido de lo ingrato que había sido con ella y devastado por el dolor. Incluso, llegó a proponerle matrimonio en sus últimas horas, pese a que ella estaba en pareja con un ex compañero de la Universidad de Texas, Greg Lott.Farrah murió el 25 de junio de 2009 y, tristemente, la noticia de su partida fue eclipsada por la de Michael Jackson, ese mismo día. En el funeral -al que Majors no asistió- O'Neal se mostró bañado en lágrimas, caminando junto al féretro con su hijo, que asistió esposado con el permiso de un juez. Redmond se convirtió en el heredero de casi todo lo que tenía Farrah, un patrimonio tres millones de dólares. En su testamento, la actriz también expresó su voluntad de donar a la Universidad de Texas un retrato suyo pintado por Andy Warhol, valuado en 30 millones de dólares. Como si se tratara de una venganza póstuma, no legó ninguna de sus posesiones a Ryan O'Neal.
MAR DEL PLATA.- Para luego conversar distendida, elige primero realizar la producción fotográfica que acompaña esta entrevista. La sesión se convierte en una oda de la gente hacia ella. Un grupo de muchachos sub-30 le gritan desde el balcón de un edificio y, cuando los turistas que regresan de la playa la perciben posando en la terraza del Hotel Hermitage frenan su paso para saludarla. Ella responde a todos. Levanta los brazos como una candidata de la política en su último día de campaña."Mirá en un minuto lo que se generó". Lo dice con inocultable orgullo sobre sí misma.-Tus "votantes" van desde los adolescentes hasta los adultos mayores.-Es increíble.Su colaboración en el tema "¿Quiénes son?" de Lali Espósito, su empatía con colectivos como el LGBTIQ+ y sus siempre disruptivas declaraciones, la convierten en una celebridad que desafía los tiempos y seduce a una multiplicidad de generaciones. Los jóvenes la sienten tan cercana como a un rapero.El año que viene cumplirá 80 años, pero en ella se trata solo de una anécdota. Siempre supo moverse con inteligencia para no quedar anquilosada en un tiempo pasado. Hasta produjo su propio podcast para contar su vida y también hace streaming con su espacio Nave nodriza. Este invierno, Netflix producirá su biopic.No es vintage. Moria es hoy. Acaso por eso sea una de las claves del éxito de Brujas, la comedia coral y eterna que acaba de cumplir 34 años de vida y se volvió a dar en el teatro Atlas de esta ciudad a modo de despedida. "Es un fenómeno social para estudiar por antropólogos". Allí se perpetúa junto a sus compañeras Nora Cárpena y Graciela Dufau, socias fundadoras de la proeza, y Luisa Kuliok y María Leal, las más recientes "adquisiciones" de la obra que fuera dirigida por Luis Agustoni. View this post on Instagram A post shared by Brujas - 34 aniversario (@brujas2025)"Mucha gente que me conocía de mi época de vedette descubre en Brujas que puedo ser actriz de texto. Un chico de treinta años me comentó que les sugería a sus amigos ir a una función para ver a una Moria que 'es mucho más que un meme'".-En tal caso, el meme es consecuencia. ¿Sos consciente de lo que significás para la cultura popular de los argentinos?-Nada me mueve la aguja, aunque tengo un gran ego, soy yoica; pero desde el lugar de quererme, priorizarme y elegirme, para no victimizarme, no depender de los demás y atravesar lo que me toque atravesar y seguir adelante sana y no quejosa.-¿No es mucho?-Es un "trabajazo" que hago desde que era chica. Mi madre me ponía barro en la piel, parecía un hornero.-¿Barro?-Sí, y me lo quitaba con una regadera, me exfoliaba suavemente y me untaba leche de almendras. Creo que ahí fue cuando me comencé a construir.Habla Ana María Casanova, tal su verdadero nombre, y hay que atenerse a todo. Tan porteña y federal como el Obelisco. Apodada "La One".Ícono y leyenda, la "última gran vedette", que alguna vez contó con una escultura en el Museo Mar de Mar del Plata de más de diez metros de altura diseñada por el artista plástico Edgardo Giménez. Aquella obra se llamó "Monumental Moria", como su recordado programa de TV.Su porte llama la atención. Mirada penetrante. Atraviesa ese señorial salón del Hermitage que supo aglutinar a lo más granado de la farándula en la década del ochenta (Moria incluida). Pide un licuado de frutillas y se distiende sabiendo que aún le restan tres horas para el comienzo de esa épica de la escena producida por Carlos Rottemberg.Inhundible-Volvamos al barro.-Muy simbólico.-Por eso mismo.-Estuve en el barro siendo una niña de cinco años y luego lo atravesé con el taco aguja, pero nunca me hundí. Me acuerdo que, cuando mi madre me untaba, me quedaba dura, porque sabía que, si me movía, se agrietaba. Nunca hice psicoanálisis, pero creo que en esas prácticas aprendí a meditar.-¿Cómo era el contexto familiar de aquella niña?-Mi madre tenía rigor, pero era muy dedicada a mí y mi padre, a pesar de haber sido militar, era más bohemio, porque también era músico. En casa se escuchaba música clásica. Yo tenía profesora de piano e íbamos al Teatro Colón.De aquella madre que le sacaba el barro "con caricias" a una Moria que acuñó la dinámica de "teflonarse", en referencia a ese tipo de superficies donde nada queda pegado, hubo un largo derrotero donde lo bueno y lo malo pareció nunca atravesarla del todo. Padeció el abuso infantil, convivió con parejas violentas y sumidas en adicciones.Cuando en el programa Bailando por un sueño se arrojó a una piscina y su peluca se desprendió de su cabeza y quedó flotando en el agua, ella sonrió, tomó el apósito y lo mostró como una cucarda.En 2015, pasó varios días detenida en una cárcel paraguaya luego de un confuso episodio en un desfile de modas de donde desaparecieron algunas joyas valiosas. Convirtió a sus compañeras de celda en sus asistentes y hasta se mostró leyendo a cara lavada en una cama más parecida a un catre. Quedó libre de culpa y cargo. Eso, que para cualquier mortal podría haber sido el fin de su carrera, ella lo capitalizó.Como aquel personaje del Titanic llamado Molly Brown, pareciera ser inhundible (aunque ese musical lo protagonizó su excompañera de rubro, Susana Giménez). Moria es Moria."Trasciendo todo, sigo, no me quedo con rencor, lo elimino, como se quita el spam. Nunca tuve apego por nada".-Por nada, ¿y por nadie?-Lo aprendí desde muy chica.-¿Cómo fue?-Hamacándome nueve horas.-No entiendo.-Yo era una niña enfermizamente celosa, al punto tal que no quería que mi mamá y mi papá durmieran juntos.-¿Por qué te cambió una hamaca?-Subida a una hamaca, decidí dejar de ser celosa. Fue en el campo donde vivía parte de mi familia, el lugar donde pasaba los veranos con mi mamá, ya que mi papá prefería el mar. Allí también estaban mis primos y eso me despertaba unos celos terribles.-Dejabas de ser el centro de atención de tu madre.-Una noche me comencé a hamacar a la madrugada y me propuse que, cuando todos se levantaran, dejaría de ser celosa.-Nada menos.-Cuando todos amanecieron, ya había decretado que no era más celosa. Y, a partir de ahí, fui muy feliz. Hasta ese momento era Otelo, una loca; los celos me carcomían.-Qué curioso que la decisión se amasó en una hamaca...-Aunque nunca me analicé, una vez un psicólogo me dijo que hamacarse era una actitud masturbadora.Si lo de la hamaca le torció cierto rasgo de su personalidad, otro hecho se convertiría en un punto de inflexión: "Cuando terminé el colegio primario, lloré desconsoladamente en mi cama y hasta levanté temperatura, pero ahí mismo me propuse no recordar nunca más ese período de mi vida".-¿Por qué?-Significaba dejar atrás la niñez.La adolescente Ana María jamás volvió a pasar por la escuela pública número 12 de la calle Cortina, salvo cuando se dirigió al funeral de su padre.La de todos-Dado tu nivel de exposición, podríamos decir que "sabemos todo sobre Moria". ¿Qué te guardás?-En mi construcción hay mucha soledad elegida por mí, porque me hice muy amiga de mi ser. No soy una fóbica social, tengo amigos, pero primero estoy bien conmigo misma. Para construirse no hay que mentirse y para no mentirse hay que estar sola, saber qué te gusta y qué desechas. En general, no consulto nada con nadie.Recuerda cuando descendió, por última vez, las escalinatas de la Facultad de Derecho sobre la avenida Figueroa Alcorta -acababa de dar un examen de Economía Política con el hermano de Roberto Alemann- para asistir a la audición que le tomaría el empresario Carlos A. Petit, un prócer de la revista porteña: "Bajé aquellos escalones y dos horas después los de la escalera del escenario de El Nacional. Me había ido de mi casa a las siete de la mañana y volví a la madrugada siguiente pintada como una puerta".En aquel debut, que sería el primer paso a una carrera exitosa y extensa, el primer eslabón para construir su propia marca y fabricar su leyenda, se montó de Charles Chaplin y se desvistió en escena ante mil espectadores que elogiaron su desnudez. "Antes me fui a comprar una maquinita de afeitar", dice, a su modo, sin medias tintas ni pudores. De otro modo, no sería ella.Explica que, cuando se está por tomar una decisión, consultar con otro implica poner en juego una "porosidad" propia de la circunstancia y que eso influye definitivamente en la decisión: "Es lo mismo que sucede en el escenario, si uno le pone cara al público está trabajando para esa persona, yo prefiero hacerlo para todos, que no haya un rostro puntual".-¿Cuándo te diste cuenta que tenías un físico llamativo, imponente?-Siendo chica, caminando por la calle con mi madre, recibía las miradas de los hombres. Una vez, cruzando en una esquina, un tipo desde un coche le dijo a mi mamá: "Señora, guárdemela para dentro de unos años".-Una actitud repudiable.-Absolutamente. Era flaquita, "normalita" y estaba vestida como una nena, pero siempre llamé la atención. Cuando salía con mi viejo, él prefería ir delante de mí, porque si caminábamos a la par, la gente decía cosas y él se terminaba peleando con todos.-¿Alguna vez te molestó el cuerpo?-Sí, cuando fui al casamiento de mi mamá y mi papá.-No me das tregua, ¿cómo fue eso?-Mis viejos estaban casados por civil y, cuando mi mamá se operó en el Instituto de Gastroenterología, mi viejo le propuso casarse en la capilla del hospital.-Una celebración posquirúrgica...-Cuando salí de casa rumbo a ese casamiento, caminé tres cuadras hasta tomarme un taxi y varios hombres me dijeron cosas referidas a mis pechos, que ya me habían comenzado a crecer, aunque no eran desmesurados; me los mejoré cuando comencé a trabajar.-Nunca ocultaste tus intervenciones estéticas.-Debuté y me hice figura con mi físico natural, no necesité operarme. Con los años, en lugar de gastar en vestidos, invertí en mí y decidí aumentar el tamaño de mis lolas con el doctor (José) Juri.-Volvamos a aquella vez en la que te piropeaban rumbo al casamiento de tus padres, siendo muy jovencita. Entiendo que no habrá sido grato.-Al punto tal que volví a mi casa para fajarme y que mis pechos no se notaran.Emancipada desde adolescente, le pidió a su padre que le colocara una barra y espejos en el garaje de su casa para que pudiera comenzar a dar clases de danza. "Lo primero que me compré con mi dinero fueron unos zapatos tipo chatitas, algo para caminar, avanzar". Caminó y avanzó. Tan simbólico como el barro. "Nunca le pedí plata a nadie".-Aunque sí sostuviste emocional y económicamente a mucha gente.-Toda mi vida, pero jamás supe lo que es ser mantenida, solo he recibido regalos importantes de algunos señores.Lo peor-¿Cómo superaste el abuso de parte de un familiar que padeciste?-No sé si lo superé.Una rendija de vulnerabilidad parece abrirse en la mujer todopoderosa. Hay dolores, tragedias que diezman hasta el más fuerte. Aquello la marcó de tal forma que la llevó experimentar lo que entendió como una desagravio: "Estaba estudiando Geografía cuando decidí salir a la calle a levantarme a alguien por plata. Me acosté con un tipo que era un asco, fuimos a un lugar e hicimos lo que teníamos que hacer".-Eras una adolescente.-Estaba en el secundario.-¿Por qué hiciste eso?-Fue como un brote.-Una revancha a aquel abuso...-Supongo, me cosifiqué; me puse en objeto sabiendo que era sujeto. Lo hice bañar y hasta gocé.-El abuso, ¿a qué edad había sucedido?-A mis siete u ocho añitos.-¿Quién lo cometió?-Mi abuelo paterno. Fue el primer hombre que conocí, no llegó a penetración, sino a un manoseo.-De todos modos fue un abuso.-Por supuesto.Su noviazgo con Pato GalmariniEstá en pareja con Fernando "Pato" Galmarini, un veterano dirigente político del peronismo que llegó a ser secretario de Deportes durante la presidencia de Carlos Saúl Menem. Su vínculo la llevó a sumarse a una familia de figuras públicas. Malena Galmarini es hija de "Pato" y su esposo es Sergio Massa.-¿Cómo es el amor en esta etapa de la vida?-Relajado, Galmarini es un gran personaje, con mucho sentido del humor. Lo que más admiro de él es su lealtad.-¿Lealtad a su ideología?-No sólo a eso, sino también a su familia, a sus amigos, a su gente. Si tiene que hacer doscientos kilómetros para ver a un amigo que lo necesita, los hace. Es muy personal e independiente y jamás le pidió permiso a un hijo para estar con determinada mujer.-¿Cómo te llevás con su familia, especialmente con Malena Galmarini y Sergio Massa?-El vínculo es divino. De alguna manera, son la familia que no tuve. Vengo de una familia pequeña, donde solo estaban las hermanas de mi mamá, pero nunca fuimos de ser los que los domingos se reunían a comer los ravioles de la abuela.-Ahora sí hay ravioles del domingo.-Los hijos de Galmarini me dicen mami Mo y los nietos abu Mo. Son buena gente y muy solidarios entre ellos.-Imagino que las comidas están atravesadas por las charlas sobre la actualidad.-Nunca se habla de política.-¿No?-Jamás. Cuando Malena, Sergio y "Pato" se quedan solos, los escucho que comentan sobre política, pero, mientras estamos todos reunidos, los temas son otros.-¿Sobre qué hablan?-Los tipos hablan de deportes, de los pases de los jugadores; pero, cuando estamos todos juntos, en general hablamos sobre la vida y también sobre el chismerío del espectáculo.-¿Cómo es el sexo en esta etapa de la vida?-Es muy bueno, porque es casi tántrico. Entran a jugar un montón de fantasías y los aparatitos.-¿"Aparatitos"?-Sí, mi amor. Le dije a Galmarini: "Estos son mis sex toys".Parece ser que Moria desplegó un arsenal de elementos que dejó atónito a su novio de 82 años. "'¿Qué es esto?', me preguntaba".-Volvamos a lo tántrico, es más poético.-Es maravilloso. Podemos estar los dos desnudos en la cama, hablando y pasándola bien tocándonos. No quiere decir que no tengas libido, sino que va por otro lado. Es el descubrimiento de una nueva adultez extrema. Es el buen amor, que también tiene pasión, es una adolescencia alargada, donde también vas descubriendo cosas.-¿Qué otro secreto?-Mantenemos nuestra individualidad, él no deja de hacer nada por mí y yo no dejo de hacer nada por él, pero no somos una pareja libre, hay un sumo respeto por el otro.-Siempre dijiste que fuiste muy monógama.-Re monógama, ese es el trabajo. Lo más fácil es ir picoteando por ahí, pero eso tiene que ver con la inseguridad. Ahora, si algo se va terminando, y estoy duelando, puede ser que aparezca algo en el medio. En esos casos, he sido infiel, pero porque una relación se estaba por terminar.-¿Podríamos decir que la China Suárez "duela" muy seguido?(Moria estalla en una carcajada, bebe su licuado de frutillas y arremete) -"No la juzgaría a la China. Hay mujeres que tienen un ángel especial, es una chica libre. Si se enamora de alguien y se juega, me parece que es valiente, no reprime".Luz, cámara, Moria-Con una vida como la tuya, el argumento de tu serie será bien interesante.-Creo que será fabulosa, tengo un equipo LGBTIQ+ que la está haciendo que es una bomba.-¿Se sabe quiénes harán de vos en las diversas etapas de tu vida?-Hay una confidencialidad estricta.-¿Vos participarás frente a cámara?-No puedo decir nada, pero...-Habiéndote llevado tan bien con Susana Giménez cuando compartían el teatro de revista y el cine picaresco, ¿por qué hablás tanto sobre ella y no siempre en los mejores términos?-Me preguntan por Susana y contesto con humor. Cuando me cuentan que se fue a vivir al Uruguay y yo respondo que hizo un "retiro impositivo" o, como dije alguna vez, que se convirtió en una "charrúa albina", se trata de humor. Tal vez, mi humor sarcástico no le cierre o se lo cuenten cambiado. ¿Cómo voy a atacar a una mujer que no me hizo nada?-Se llevaban muy bien.-Nos llevábamos divino, era muy buena compañera y tengo mucho respeto por ella, es una estrella increíble de nuestro país. Susana no podría haber sido otra cosa que estrella, porque tiene un carisma inusitado.-Han viajado juntas...-Hicimos un viaje a Nueva York con Carlos Sexton, mi pareja de entonces, y con Ricardo Darín, cuando se empezaba a encontrar con Susana.-¿Es cierto que fueron de incógnito a un cine que exhibía películas condicionadas para adultos?-Sí, fuimos a ver Calígula y la sala estaba llena de argentinos, nos reconocieron todos y Susana se quería matar. Nos reímos mucho.Antes del final-Tu hija, Sofía Gala Castiglione, es una estupenda actriz. Mirando hacia atrás, ¿cómo fue su crianza?-Le inculqué la libertad. Es más fácil criar en el "no" que en el "sí", pero también le marqué las precauciones que tenía que tener y algunos límites lógicos. Sofía es una extraordinaria persona, una mujer libre.-¿Qué opinión te merece Amalia "Yuyito" González?-Fue una buena "segunda" que tuve en la revista y esto no es despectivo. Era la época en la que ella estaba con (Guillermo) Cóppola y Hugo Sofovich me preguntó a quién quería en el espectáculo y la propuse a ella.-¿Cómo la ves hoy?-La veo muy ubicada a Yuyo. Me gusta cómo habla y conmigo siempre fue muy amorosa y profesional a la hora de trabajar, no tengo nada malo para decir. Vive un romancete inesperado.Como una caja china que no deja de abrirse con sorpresas, Casán cuenta que tiene una fan brasileña que la sigue a todos lados, incluso a sus vacaciones en China.-¿No es un caso estilo Bebé reno?-Para nada, es una politóloga de menos de treinta años que habla cinco idiomas, tiene novio y una gran admiración por mí.Antes de la despedida, es tiempo de pensar en el futuro y de alguna reflexión final. Luego de la temporada marplatense de Brujas, la actriz se sumergirá en los ensayos de la obra Cuestión de género, de Jade Rose Parker, que dirigirá Nelson Valente y que contará con el coprotagónico de Jorge Marrale. "La empresa Rottemberg-Kompel compró esta comedia francesa para mí y me tiene fascinada". El proyecto, que en España estrenó Victoria Abril, se verá este invierno en una de las salas del Metropolitan. "La última vez que estuve en ese teatro fue para hacer La revista de las súper estrellas, con Susana, Jorge Porcel y Alberto Olmedo".La actriz suele darse gustos escénicos y, más allá del género de la picaresca, también ha hecho en teatro Las tres viejas, de Alejandro Jodorowsky; Priscilla, la reina del desierto (primera vez que una actriz realizaba el papel transexual pensado para actores); The Hole (espectáculo en el que una rata le caminaba por el cuerpo); Julio César, de William Shakespeare, (en versión drag) y Una visita inoportuna, de Copi y con dirección de Stephan Druet."Fui lanzada, ninguna mujer de este país ha hecho lo que hice yo, en cuanto a jugarse y ser disruptiva; todas hacen lo mismo y no salen de su comodidad. La comodidad te mete en una avaricia de espíritu".Es hora de terminar la charla. Moria debe cumplir con la función de Brujas, un mojón más de una jornada que comenzó en la piscina del hotel nadando "veinte piletas en ropa interior". Eso sí, ese vestuario es solo para el deporte, ya que en su vida cotidiana no utiliza ese tipo de prendas íntimas. Antes de partir, deja una frase flotando: "Tengo tanta luz que me hago sombra".Agradecimiento: Hermitage Hotel
Nueva York, una de las ciudades más turísticas del mundo, es conocida por ser escenario de algunas de las películas y series más famosas de la historia. Cada año, millones de turistas pasan por la ciudad, muchos de ellos interesados en visitar locaciones que se vieron en escenas de series como Friends, Sex and the City y muchas otras.Y es precisamente esta alta demanda la que viene molestando al propietario del edificio de tres plantas situado en el 66 de Perry Street, en el West Village. El lugar es conocido por ser la fachada de la residencia de Carrie Bradshaw, el personaje de Sarah Jessica Parker en Sex and the City y el spin-off And just like that....Es oficial: hay fecha para el lanzamiento de la Playstation 6Según el New York Times, la Comisión de Preservación de Monumentos Históricos de la ciudad de Nueva York recibió una solicitud del propietario para instalar una puerta frente a la escalera."A cualquier hora del día o de la noche", dice la carta, "hay grupos de visitantes frente a la casa tomando fotos con flash, hablando en voz alta, publicando en las redes sociales, haciendo videos en TikTok o simplemente celebrando el momento de estar ahí".El propietario, según el texto, pretende devolver a los residentes un poco de "calidad de vida y tranquilidad". Recuerda que, hace unos años, era necesario poner una cadena en las escaleras, pero la advertencia de no traspasar sigue siendo ignorada por muchos de los que pasan por allí.Ya está en venta la casa de Jorge Lanata en José Ignacio: cómo es y cuánto cuesta"Con la esperanza de que una puerta sirva como un mejor elemento de disuasión (y más agradable desde el punto de vista estético), el propietario contrató al arquitecto Isidoro Cruz para diseñar una que combinara con la fachada del edificio.Punta del Este: la zona con edificios de millones de dólares que será el "nuevo centro" de la ciudadLa construcción, de estilo piedra rojiza, se hizo en 1866 y es parte del distrito histórico de Greenwich Village, lo que significa que cualquier mejora debe ser aprobada por la comisión. "La carta del propietario va seguida de una solicitud detallada que describe el diseño propuesto de la puerta de acero y hierro fundido a modo de reja", informa el New York Times.
Con su apariencia refinada y preppy, este estilo se distingue por su estética femenina clásica con un toque moderno y fresco