En un momento se tiró el nombre de Carlos Bianchi, pero el Virrey no corre.A menos que el presidente tenga un "tapado", las cartas son tres.Qué tienen Milito, Quinteros y el Kily para seducir a los hinchas.
Fue el segundo refuerzo más caro de la historia de Boca y el 17° futbolista del plantel con menor cantiÂdad de minuÂtos en el año. Su ausencia en la derrota contra RiÂver fue uno de los motiÂvos que precipitaron el desÂpido de FerÂnanÂdo Gago. Y este miércoles, en la segunda práctica del plantel bajo la conducción técnica de Mariano HeÂrrón, reÂcuÂperó su lugar entre los 11 y todo indica que será titular este domingo frente a Tigre.LueÂgo de 70 días fuera del equipo, Alan Velasco tenÂdrá la chance de jugar desde el arranque en el último compromiso previo al inicio de los plaÂyoffs. El refuerzo por el que BoÂca invirtió más de 10.000.000 de dólares fue uno de los puntos más flojos de Boca en lo que va de 2025, pero Juan Román Riquelme quiere verlo cuanÂto antes dentro del campo y el técnico inteÂrino -e íntimo amigo del presidente- está decidiÂdo a cumplirle ese deseo.La compra de Velasco al Dallas, de la MLS, fue una de las más rutilantes de los últimos tiempos. De hecho, Boca no realizaba una erogación tan grande de dinero desde 2007, cuando Mauricio Macri hizo realidad el retorno de Riquelme proveniente del Villarreal. El exIndependiente arribó al Xeneize tras disputar solo ocho encuentros en 2024, producto de una rotura de ligamentos en la rodilla izquierda. Al momento de la firma llevaba dos meses y medio de inactividad, ya que su equipo había quedado al margen de los playoffs de la Conferencia Norte. Aún así, Velasco ingresó unos minutos en la primera fecha con Argentinos y se mantuvo entre los titulares en los primeros seis partidos de la temporada. Arrancó de extremo izquierdo (en un 4-3-3) y también jugó de volante en un 4-2-3-1, de enganche en un 4-3-1-2 y nuevamente como wing, pero jamás marcó la diferencia. Le costó adaptarse al fútbol argentino y no aportó goles ni asistencias. Remató dos veces al arco: una ante Racing y otra con Aldosivi. Y perdió el 60% de los duelos. Gago lo borró tras la derrota en Perú contra Alianza Lima y el penal fallado en la revancha, con el que Boca quedó eliminado de la Copa Libertadores, terminó de condenarlo al ostracismo.¡¡VISCARRA SE LO ATAJÓ A VELASCO Y AFUERA BOCA DE LA COPA!!ð??º Mirá TODA la CONMEBOL #Libertadores por #DisneyPlus Premium pic.twitter.com/nwBMpWgMio— SportsCenter (@SC_ESPN) February 26, 2025Una supuesta lesión en el tobillo -no hubo parte médico oficial- lo marginó de los siguientes dos encuentros del Xeneize: con Central en la Bombonera y con Central Córdoba en Santiago. Boca ganó los dos y Velasco pasó un mes fuera de los 11 hasta la derrota 2 a 0 frente a Newell's, donde volvió a decepcionar. El equipo encontró un mejor funcionamiento sin él, con seis victorias en siete partidos en la previa del superclásico, y Velasco no volvió a tener posibilidades: apenas cuatro minutos ante Barracas y otros siete en la goleada frente a Belgrano.La semana pasada, tras conocerse el desgarro de Edinson Cavani, en Ezeiza se ilusionaron con la chance de que Velasco se abriera un lugar en el equipo. Porque Milton Giménez también estaba lesionado y porque Exequiel Zeballos había aportado poco en los últimos partidos. Sin embargo, Gago pateó el tablero y plantó la famosa línea de cinco que terminaría costándole el puesto. Afuera Zeballos y Velasco. Y adentro Ayrton Costa para plantear el partido de contra. En el partido, Gago realizó cuatro cambios. Dos de ellos, en el final. Velasco, el favorito de Riquelme, no entró ni en el tiempo adicionado.Tras la derrota, el presidente se tomó 24 horas y luego ordenó despedir al DT en los instantes previos al entrenamiento de este martes. Entre otras cuestiones, no toleró ver a Velasco en el banco y decidió echar al entrenador, pese a no tener cerrado a su posible reemplazante. Este miércoles, Herrón dirigió su segundo entrenamiento en Boca Predio y no dudó en incluir al enganche en la formación que se perfila para el domingo. ¿Las novedades? La vuelta a la línea de cuatro y la entrada de Velasco por Costa. Sí, el equipo que le gusta a Riquelme...Cerca del 10 consideran que Gago "quemó" a Velasco al tirarlo tan pronto a la cancha (debutó tres días después de su primera práctica) y que no supo manejar la situación tras el penal errado con los peruanos. "Hizo todo al revés que Gallardo con Driussi", explican, todavía calientes por la derrota contra River. El autor del 2 a 1 en el Monumental también llegó a Núñez proveniente de la MLS y recuperó su nivel gracias al respaldo de Marcelo Gallardo, que fue llevándolo de a poco hasta lograr su mejor versión, incluso cuando estuvo varias fechas sin anotar.Con Velasco titular, Boca ganó tres partidos, empató dos y perdió otros tres. En el ensayo del martes, el volante arrancó suelto detrás de los delanteros (Miguel Merentiel y Carlos Palacios) y luego pasó de wing, con el chileno de interno y el uruguayo de punta.Si bien se trató de una prueba, Velasco tiene grandes chances de jugar ante Tigre. Sin Cavani ni Milton Giménez disponibles, Herrón se inclinaría por el exDallas para volver al triunfo en Victoria. Un cambio cantado que lo pone otra vez en el centro de la escena. Y lo obliga a mostrar lo que todos, incluso Riquelme, todavía esperan de él.
Por cuarta vez en apenas 24 meses, Mariano Herrón vuelve a calzarse el buzo de entrenador de la primera de Boca. Otra vez como bombero, otra vez de urgencia, otra vez a pedido del Consejo de Fútbol, que en los hechos acata lo que decide el presidente, Juan Román Riquelme. Esta vez, tras el despido de Fernando Gago luego de la derrota 2-1 frente a River en el Monumental y en medio de un escenario mucho más apremiante que los anteriores.Este domingo dirigirá en Victoria ante Tigre, y una semana más tarde (si el club no concreta la llegada de un nuevo DT) deberá afrontar los playoffs del torneo Apertura. Mientras, continúa la cuenta regresiva al Mundial de Clubes, que comenzará a mediados de junio.¿Qué formaciones eligió Herrón cada vez que le tocó debutar como DT interino de Boca?La primera vez -como sucesor de Hugo Ibarra- fue el 1° de abril de 2023, en el 3 a 0 ante Barracas Central como visitante Boca. Ese día, el Xeneize formó con Romero; Figal, Roncaglia, Valdés y Fabra; Pol Fernández, Varela y Ramírez; Langoni, Benedetto y Villa.Apenas 7 meses más tarde fue convocado nuevamente tras la renuncia de Jorge Almirón. Su segundo interinato se inició el 8 de noviembre de 2023, en el Nuevo Gasómetro, ante San Lorenzo; el Xeneize saltó a la cancha con apenas tres nombres repetidos: Romero; Advíncula, Figal, Valentini y Saracchi; Medina, Campuzano, Pol Fernández y Barco; Cavani y Merentiel. ¿El resultado? Empate 1-1.Un año más tarde, tras la salida de Diego Martínez, Herrón volvió a escena para dirigir a Boca. Su tercer interinato comenzó con el 1 a 0 ante Argentinos, el 6 de octubre de 2024. Otra vez se repitieron solo tres nombres de la formación anterior: Brey; Advíncula, Lema, Anselmino y Blanco; Zenón, Miramón, Belmonte y Aguirre; Merentiel y Cavani.Este miercoles, Herrón volvió a conducir una práctica con el plantel profesional en el predio de Ezeiza. En su primer entrenamiento paró el siguiente equipo titular: Marchesín; Advíncula, Battaglia, Rojo y Blanco; Belmonte, Delgado, Zenón y Velasco; Palacios y Merentiel. Más tarde, ubicó a Battaglia por Belmonte en el medio y sumó a Lema en la zaga. También probó a Brian Aguirre en el ataque.Comparado con sus interinatos anteriores, tiene como prioridad asegurarse el primer lugar de la Zona A para definir de local los cruces mano a mano de octavos de final en adelante.Hoy, el Xeneize está primero en su zona con 32 unidades, posición que solo podría perder su cae derrotado ante el Matador y Argentinos supera a Estudiantes de local.Herrón ya conoce este terreno fangoso: en su primer paso como interino, tras la salida de Ibarra, dirigió tres partidos con un balance de una victoria, un empate y una derrota. En el segundo ciclo, en noviembre, cosechó dos triunfos, un empate y una caída. El tercero de sus interinatos fue el más breve: apenas un partido (1 a 0 a Argentinos). En total, suma ocho partidos oficiales como DT de Boca: ganó cuatro, empató dos y perdió los otros dos.El próximo domingo tendrá su novena presentación, en Victoria, ante Tigre. Después comenzarán los octavos de final.De la mano de RiquelmeMariano Herrón es parte del universo Boca desde que Juan Román Riquelme asumió como vicepresidente segundo y cabeza del Consejo de Fútbol. Exjugador de Argentinos, Independiente y el Toulouse francés, llegó al club como ayudante de Miguel Ángel Russo, el primer entrenador del nuevo ciclo dirigencial. Luego se mantuvo con Sebastián Battaglia, incluso tras la salida del propio Russo.En 2022, después de la traumática eliminación de la Copa Libertadores, Battaglia fue despedido y Herrón se hizo cargo de la Reserva. Allí logró dos títulos y se ganó la confianza del club. Desde ese rol, dio el salto cada vez que hizo falta un DT de urgencia para el plantel profesional.Como ocurrió con Battaglia y con Ibarra, la apuesta del Consejo vuelve a ser un hombre de la casa, alguien que conoce la dinámica interna y que responde con compromiso. Aunque, otra vez, la intención no es que Herrón continúe en el cargo más allá de este momento de transición. Todo dependerá de las negociaciones que inicie Riquelme para contratar al nuevo entrenador principal, con el Mundial de Clubes a la vuelta de la esquina.
El nombre del prócer se metió entre los que suenan para suceder a Gago.A la espera de Gabriel Milito, la alternativa es que encabece un cuerpo técnico.A los 76 años de edad, es una debilidad de Román y lo quiere cerca del club.
El próximo técnico de Boca tendrá 21 días para ser campeón o convertirse en el cuarto entrenaÂdor del club que no logra ganar un título. Así esÂtán planteadas las cosas luego de que Juan RoÂmán Riquelme decidió cesantear a Fernando Gago 48 horas después de la derrota conÂtra River. El presidente ya inició la búsqueda de un reemplazante y maneja al menos tres opcioÂnes para reemplazar a Pintita, aunque el dominÂgo frente a Tigre, por la última fecha, dirigirá Mariano Herrón. La idea es nombrar al nuevo DT antes de que se inicien los playoffs del Apertura, pero si las charlas se dilatan el Xeneize afrontará la definición del torneo con el exmediocampista en el banco.La lista de candidatos la encabezan Gabriel MiÂliÂto y Gustavo Quinteros, con quienes ya se dieÂron los primeros contactos. Los dos se encuenÂtran sin trabajo tras sus últimas experiencias en el fútbol brasileño. El Mariscal en Atlético MineiÂro, donde fue subcampeón de la Libertadores y de la Copa de Brasil, y Quinteros en Gremio de Porto Alegre, donde dirigió apenas 12 partidos. Milito fue compañero de Riquelme en la selecÂción (disputaron el Mundial de Alemania 2006) y pregona un fútbol atildado y ofensivo. Más equilibrado, el técnico campeón con Vélez de la Liga ProfesioÂnal estuvo cerca de ser el DT en octubre de 2024, aunque prefirió respetar su contrato con el Fortín y entonces Gago asumió en su lugar. El que lleÂgue tendrá la misión de pelear el Apertura y haÂcer un buen papel en el Mundial de Clubes, que arranca en 44 días.Como Boca ya está clasificado a octavos y el parÂtido en Victoria solo definirá la posición final del equipo en la Zona B (puede ser primero o segunÂdo), Riquelme se tomará su tiempo para defiÂnir al sucesor de Pintita. A principios de abril, Milito rechazó una frondosa oferta de Fluminense tras la salida de Mano Menezes, por el exiÂgenÂte caÂlendaÂrio de partidos y el poco tiempo que tendríÂa para intentar desarrollar una idea. ComÂpartió la zaga con Marcos Rojo en la Copa América 2011 y luego lo dirigió en Estudiantes, y además fue el encargado de convertir en líbero a Rodrigo Battaglia, bastión del Mineiro que cayó en la fiÂnal de la Libertadores con Botafogo.Con pasado como DT de Bolivia y Ecuador, Quinteros, el exdeÂfensor que fue campeón con San Lorenzo en el Clausura 1995, está en Cafferata, Santa Fe, pasando unos días en familia y tiene pasajes para viajar este viernes al exterior. Pero está dispuesto a escuchar a Boca y le gustaría asumir el desafío. Hay un tema que no es menor: el técnico que se haga cargo del plantel podría chocarse con River en cuartos, semis o incluso en la final.Unos cuantos pasos atrás aparecen otras variantes coÂmo Cristian González (de muy buena relación con Riquelme), Rodolfo Arruabarrena y GerarÂdo Martino, que declinó a Boca en 2023 antes de agarrar en Inter Miami. ¿Gabriel Heinze? Es compadre de Fernando Gago, por lo que resulÂta difícil imaginarlo con el buzo.Es que la salida de Pintita no se dio en los mejoÂres términos. El 25 de febrero se terminó el amor entre el DT y Boca. Lo que sucedió después de la histórica derrota ante AlianÂza Lima en la BomÂbonera fue un largo e inútil intento por reconsÂtruÂir algo que no tenía arreglo. Insólitamente, lueÂgo de que el Consejo de Fútbol le dijera prácticaÂmenÂte en la cara que su ciclo estaba cumÂplido, el preÂsidente dejó en maÂnos del técnico la decisión fiÂnal. Hasta que la caíÂda del domingo con River precipitó el final de la hisÂtoria. Lo citaron a las 7 de la mañana en el predio y entre Chicho Serna, Raúl Cascini y Marcelo Delgado le avisaron que no continuaría.En la decisión final también pesaba el factor ecoÂnómico (Boca buscará pagarle a Gago hasta el último día trabajado, aunque tenía contrato hasÂta diciembre de 2026) y el hecho de que el técniÂco había costeado de su bolsillo la cláusula de resÂcisión con Chivas. Pero más influyeron las cuesÂtiones futbolísticas, el planteo en el MoÂnumenÂtal, la elección de determinados futbolistas (y la no utilización de otros) y la falta de autocrítica en las conferencias y también delante del grupo. "Si seguía, era pan para hoy y hambre para mañaÂna", explicaron desde Ezeiza.El antecedente de Diego Martínez también emÂpujó a la dirigencia a acelerar la salida de Gago. El anterior DT también había sido eliminado de las copas y se quedó sin margen tras la derrota por 1 a 0 vs. River como local. Riquelme decidió sosteÂnerÂlo y el apoyo duró una semana, hasta la caída por 2 a 0 con Belgrano.El ciclo de Gago duró seis meses (uno fue de paÂrate) e incluyó 30 partidos: 17 victorias, seis emÂpates y siete deÂrrotas. Desde 2010 que un técnico no duraba tan poco: Claudio Borghi, con 12 enÂcuentros, tamÂbién dejó el cargo tras una caída contra River. El Boca de Gago fue el más efecÂtivo de los últimos tiempos (63% de los puntos), pero flaqueó en los momentos clave: el 3-4 con Vélez en semifinales de la Copa ArgentiÂna (tras ponerse 3 a 2 arriba a falta de diez minuÂtos), el repechaje de la Libertadores con AlianÂza Lima y los clásicos con IndepenÂdiente (0 a 0), Racing (0-2) y River (1-2).La gota que colmó el vaso fue la forma con la que Boca afrontó el partido del domingo. El enojo no pasó tanto por el esquema utilizado (5-3-2), sino por la avaricia del planteo y la postura del equipo sobre el terreno. "Si así le jugó a River, contra el Bayern ni nos presentamos", esbozó un miembro del Consejo durante el cónclave por la salida del DT. El propio Gallardo reconoÂció que el modo en que Boca se paró en la canÂcha facilitó el juego de River y le permitió maneÂjar la pelota con mayor comodidad.Riquelme no cruzó palabra con el técnico tras la derrota en el Monumental. Para el presidente, su futuro estaba sentenciado. De hecho, esperó dos veces un "gesto" del entrenador que ayudara a desÂcomprimir la situación: después de la elimiÂnaÂción en la Copa y luego del 0-2 contra NeÂwell's en Rosario, con una pésima actuación del equiÂpo. Pero Gago resistió, los referentes los bancaÂron y la agoÂnía se estiró más de la cuenta.En el último tiemÂpo, el presidente no esÂtaba de acuerÂdo con la maÂyoría de las decisiones futbolísticas que tomaba el DT: desde la salida de Marchesin en los penales contra Alianza Lima, la falta de minutos de Miguel Merentiel y las pocas oportunidades para Alan VelasÂco, la gran apuesta del mercado que jugó solo siete partidos de titular y ni siquiera entró en la derrota contra River. A Pintita le cuestionan la rapidez con la que lo tiró a la cancha, teniendo en cuenta la inactividad que traía el volante, el sector donde lo ubicó en la cancha (tirado a la raya) y la falta de respaldo del técnico, después del penal clave faÂllado contra Alianza.En cuatro partidos (o menos), el nuevo DT tenÂdrá la chanÂce de consagrarse campeón. Gago no lo logró. Para él y para Boca, todo se trató de una gran pérdida de tiempo.
El ex presidente se refirió nuevamente a las elecciones porteñas y pidió "cuidar la Ciudad de Buenos Aires". "Hacerlo es votar al PRO", añadió
El expresidente se explayó en una entrevista contra sus exsocios políticos, a la vez que se mostró complaciente con el Gobierno de Javier Milei. También habló de Boca y cuestionó la dirigencia actual. Leer más
El expresidente dio una entrevista y opinó sobre las dificultardes que atraviesa el club.Le pidió al exfutbolista "que reflexione y que cambie 180 grados" en su conducción."No respeta ni a sus pares de comisión directiva, los técnicos no quieren venir", planteó.
La derrota contra River y la salida de Fernando Gago pegó fuerte en los hinchas xeneizes.El conductor, que supo ser vice y renunció por un conflicto, opinó sin filtro.Y tiene una solución para salir de este momento delicado: "Que ponga un mánager".
Hasta los más fanáticos empiezan a no encontrar argumentos para defender a Juan Román Riquelme, el magnífico futbolista que naufraga con su personalista liderazgo dirigencial. La estatua se zarandea como jamás nadie se imaginó, aunque siempre tendrá acólitos embanderados en el recuerdo del excepcional jugador. Pero eso pertenece al pasado. Su gobierno total -porque como vicepresidente de Jorge Ameal, también él ejercía la jefatura- está tapizado de decepciones. De promesas incumplidas, fracasos y sospechas.Riquelme, inconformista, que desestabilizaba con sus estudiadas apariciones públicas cuando estaba al margen de la conducción, ahora ni despide a sus empleados. Envía emisarios y se mantiene en un silencio que aturde. "Se juega como se vive", exclama un viejo axioma futbolero, pero él lo desafía: en la cancha asumía las urgencias, y desde afuera, hace tiempo que parece provocarlas. Preso de sus palabras, las contradicciones guían su mandato. "Como club tenés que tener claro que camino querés, porque si vamos a cambiar cada un año, veremos cuando la pegamos", explicaba y subrayaba la necesidad de proyectos duraderos. Ya en funcionesâ?¦ Russo, Battaglia, Ibarra, Almirón, Martínez, Gago y ahora será el cuarto interinato de Herrónâ?¦ antes del próximo elegido. Todo en algo más de cinco años. Un rayo improvisador. "La Copa Libertadores vale como 10 campeonatos argentinos. Ganar un torneo local con Boca es importante, pero ganar la Copa Libertadores es ser un buen jugador de fútbol. Si querés demostrar que sos bueno, tenés que ganar la copa. Si estás tres o cuatro años en Boca, algún campeonato vas a ganar, alguna Copa Argentina vas a ganar", reclamaba vuelo internacional, desatendiendo el ámbito local. Boca hace dos temporadas que no participa de la Libertadores. Este año ni pertenece a la Sudamericana. Y ni celebra un título fronteras adentro desde marzo de 2023, la Supercopa Argentina ante Patronato. La involución ante la vista de todos."Estoy cansado de que los gallinas sigan festejando", exclamó Riquelme en uno de sus discursos de campaña en Florencio Varela, a poco más de una semana de tomar el poder a finales de 2019. Desde entonces se enfrentaron en 13 superclásicos, con cinco victorias millonarias, tres para el Xeneize y otros cinco empates, con dos festejos boquenses en la definición por penales. Si antes Riquelme estaba harto, ahora también debe estar frustrado porque la inercia no se detuvo. Es más, la actual es la ventaja más exigua a favor de Boca en el historial (92 a 88) desde el 23 de marzo de 1997 cuando empataron 3-3 por el Torneo Clausura, en el Monumental.Astuto, desconfiado, conflictivo, fascinante, provocador, creativo, ocurrente, líder y controlador. Todos esos han interactuado en Riquelme. Muchas veces se comportó como un divo al acecho, siempre consciente de su capacidad de daño. Estratego al fin, la gestión le iba a exigir elevarse y reunir a la familia boquense con un poder único, el del ídolo, quizás el mito también. Lo ha desaprovechado removiendo heridas.Riquelme se lanzó hace algo más de cinco años a un campo en el que ya no tendría privilegios, esos que buscó imponer mientras jugó. Asumió el riesgo al bajarse del Olimpo, y ese coraje fue elogiable, pero no ha entendido que los liderazgos que generan adhesión se nutren de los consensos. Nunca le interesaron, entonces eligió el coro adulador, la fricción y la bipolaridad amigo/enemigo porque siempre sintió que contaba con ventaja: el pedestal popular. Quizás digiera por estas horas que el amor no es para siempre porque la Bombonera tampoco es 'el patio de su casa', como declama. Boca está por arriba de él, aunque le cueste. No es el único culpable, claro, pero desde el momento que impuso un estilo tan absorbente e imperativo le caben todos los señalamientos. Ni los socios conocen a los integrantes de la comisión directiva. Boca cuenta con un plantel descompensado en algunos puestos, sí, y tiene demasiados jugadores desabridos en la cancha e irrespetuosos con la conducta de un profesional de elite, también. Y de esos defectos tampoco puede correrse Riquelme porque él los ha elegido y los apaña desde su gen 'jugadorista' que protege a los futbolistas y expone a los entrenadores."Este año va a ser divertido", supo desafiar Román frente a un oleaje de inconformismo que empezaba a embravecerse. Nadie se ríe en Boca, parado en un escenario inverosímil: aunque marcha puntero y se encuentra a cuatro partidos de ser campeón, muchos hinchas están desahuciados. Eso tendría que atormentarlo a Riquelme: les rompió el corazón. Confirmó lo que muchos intuían alrededor de sus aptitudes, pero especialmente le falló a su feligresía. El cerebro constante en la debacle es él. "Boca puede vivir sin mí, pero yo no sin Boca", reveló hace unas semanas. No fue una declaración de amor, sino la confesión de su autoritarismo. Un reinado oscuro.
El 25 de febrero se terminó el amor entre Boca y Fernando Gago. Lo que sucedió después de la histórica derrota ante AlianÂza Lima en la BomÂbonera fue un largo e inútil intento por reconsÂtruÂir algo que no tenía arreglo. Insólitamente, lueÂgo de que el consejo de fútbol le dijera prácticaÂmenÂte en la cara que su ciclo estaba cumÂplido, el preÂsidente, Juan Román RiquelÂme, dejó en maÂnos del técnico la decisión final. Hasta que la caíÂda del domingo con River precipitó el final de la hisÂtoria.Estaba todo dado para que Gago siguieÂra hasta el final del Apertura. De hecho, PinÂtiÂta planificó el entrenamiento y recién el lunes a última hora le sugirieron que no seguiÂría al frente del plantel.El despido de Gago terminó de cocinarse de maÂdrugada, entre gallos y medianoches. "HasÂta alÂtas horas hemos busÂcado y encontrado la maÂneÂra para que FerÂnando no sea más nuestro enÂtrenaÂdor", explicó Mauricio Serna, integrante y vocero del Consejo. El plan iniÂcial era respaldar a Gago mientras Boca siguiera con vida en el torÂneo. Incluso, desde el enÂtorno del entrenador se deslizó la posibilidad de que fuera el mismo GaÂgo quien resolviera renunciar en caÂso de no lograr el objetivo en el Apertura. El proÂblema, en ese caso, era el caÂlendario: si BoÂca perÂdía una hipotética final del campeonato, el 1° de junio, la situación se volvería "insostenible" y la diriÂgencia tendría menos de diez días para nomÂbrar al nueÂvo entrenador, que llegaría con un puÂñado de ensayos al inicio del Mundial de CluÂbes. Una juÂgaÂda arriesgada que podía salir muy mal.En la decisión final también pesaba el factor ecoÂnómico (Boca buscará pagarle a Gago hasta el último día trabajado, aunque tenía contrato hasÂta diciembre de 2026) y el hecho de que el técniÂco había costeado de su bolsillo la cláusula de resÂcisión con Chivas. Pero más influyeron las cuesÂtiones futbolísticas, el planteo en el MoÂnumental, la elección de determinados futbolistas (y la no utilización de otros) y la falta de autocrítica en las conferencias y también delante del grupo. "Si seguía, era pan para hoy y hambre para mañaÂna", explicaron desde Ezeiza.El antecedente de Diego Martínez también emÂpujó a la dirigencia a acelerar la salida de Gago. El anterior DT también había sido eliminado de las copas y se quedó sin margen tras la derrota 1 a 0 vs. River como local. Riquelme decidió sosteÂnerÂlo y el apoyo duró una semana, hasta la caída 2 a 0 con Belgrano. Ahora Boca no quiso perder el tiempo. Con el equipo ya clasificado, el partido con el Matador servirá solamente para definir si el Xeneize es primero o segundo de su zona. El partido en la Bombonera por los octavos de final será recién el 11 de abril, dentro de 12 días.El ciclo de Gago duró seis meses e incluyó 30 partidos: 17 victorias, seis empates y siete deÂrrotas. Desde 2010 que un técnico no duraba tan poco: Claudio Borghi, con 12 encuentros, tamÂbién dejó el cargo tras una caída contra River. El Boca de Gago fue el más efectivo de los últimos tiempos, pero flaqueó en los momentos clave: el 3-4 con Vélez en semifinales de la Copa ArgentiÂna (tras ponerse 3 a 2 arriba a falta de diez minuÂtos), el repechaje de la Libertadores con AlianÂza Lima y los clásicos con IndepenÂdiente (0 a 0), Racing (0-2) y River (1-2).La gota que colmó el vaso fue la forma con la que Boca afrontó el partido del domingo. El enojo no pasó tanto por el esquema utilizado (5-3-2), sino por la avaricia del planteo y la postura del equipo sobre el terreno. "Si así le jugó a River, contra el Bayern ni nos presentamos", se esbozó un miembro del Consejo durante el cónclave por la salida del DT. El propio Gallardo reconoció que el modo en que Boca se paró en la cancha facilitó el juego de River y le permitió manejar la pelota mayor comodidad. Riquelme no cruzó palabra con el técnico tras la derrota en el Monumental. Para el presidente, su futuro estaba sentenciado. De hecho, esperó dos veces un "gesto" del entrenador que ayudara a desÂcomprimir la situación: después de la elimiÂnaÂción en la copa y luego del 0-2 contra NeÂwell's en Rosario, con una pésima actuación del equiÂpo. Pero Gago resistió, los referentes los bancaÂron y la agoÂnía se estiró más de la cuenta. En el último tiemÂpo, el presidente no esÂtaba de acuerÂdo con la maÂyoría de las decisiones futbolísticas que tomaba el DT: desde la salida de Marchesin en los penales contra Alianza Lima, la falta de minutos de Miguel Merentiel (a los ojos de Riquelme, el mejor futbolista de Boca detrás de Edinson CaÂvani) y las pocas oportunidades para Alan VelasÂco, la gran apuesta del mercado que sumó jugó solo siete partidos de titular y ni siquiera entró en la derrota contra River. A Pintita le cuestionan la rapidez con la que lo tiró a la cancha teniendo en cuenta la inactividad que traía el volante, el sector donde lo ubicó en la cancha (tirado a la raya) y la falta de respaldo del DT después del penal clave faÂllado contra Alianza.La decisión de despedir a Gago en este moÂmenÂto es también una movida de ajedrez. Porque el duelo contra Tigre será fuera de casa. Y cuando Boca vuelva a la Bombonera, el foco de los hinÂchas estará puesto en los playoffs. La situación, claro, empeorará si Boca no obtiene un buen reÂsulÂtado en Victoria o si llega sin DT al partido de octavos de final.Gago se fue caliente del predio. Sentía que el grupo le resÂpondía y tenía fuerzas para seguir hasta el MunÂdial. El presidente, en cambio, notó cierta falta de compromiso de parte de los jugadores (la salida de Rojo a paso cansino, el posteo de Cavani sobre las vacunas, el viaje de Palacios a Chile...) y un técnico que anteÂpuso exageradamente sus ideas por encima de la lógica, de lo que era mejor para el equipo. A faÂvor de Gago: el 100% de los refuerzos fueron elegidos por el club (Alan Velasco, Carlos PalaÂcios, Ayrton Costa, Ander Herrera, William Alarcón y Agustín Marchesin), mientras que los nombres propuestos por el DT (Aníbal MoreÂno, Giuliano Galoppo, Santiago Ascacibar, enÂtre otros) fueron descartados por el Consejo.Ya sin Gago, y con Herrón ratificado solamente hasta el partido del domingo, la intención de la diÂriÂgencia es que haya nuevo DT para el primer partido de playoffs. ¿Candidatos? Gustavo QuinÂteros, campeón con Vélez y despedido recientemente de Gremio de Porto Alegre, encabeza la lista de entrenadores con los que la dirigencia buscará reunirse en estas horas. El exdefensor de 60 años ya estuvo en la órbita de Boca en octubre de 2024, justamente cuando asumió Gago, pero Quinteros tenía contrato con el Fortín y prefirió quedarse en Liniers.Otros nombres que aparecen son los de Gabriel Milito, GerarÂdo Martino, Cristian González y Rodolfo Arruabarrena, quienes también se encuentran sin trabajo. La oferta es tentadora: en cuatro partidos, el nuevo DT tendrá la chance de consagrarse campeón. Gago no lo logró. Para él y para Boca, todo se trató de una gran pérdida de tiempo.
Fernando Gago dejó de ser el entrenador de Boca Juniors. La decisión, tomada por el Consejo de Fútbol, trajo una gran repercusión en el seno íntimo del club donde exjugadores y glorias xeneizes expresaron su opinión.Uno de ellos fue Juan Simón, quien ganó cinco títulos con la camiseta de Boca entre 1988 y 1994 y no dudó en apuntar contra Juan Román Riquelme, presidente de la institución, quien tomó la decisión de echar a Gago.Juan Simón apuntó contra Riquelme tras despedir a Gago de BocaJuan Simón, sin filtro con Riquelme: "No era el momento""Me parece que no era el momento indicado. Los libros de fútbol indican que al técnico no lo podés echar después de un clásico porque eso te marca. Para mó, no era el momento", comenzó, tajante, Simón, en diálogo con Sportscenter (ESPN).En contacto con la conductora Luciana Rubinska, el histórico jugador de Boca expresó que el ciclo de Gago era la "crónica de una muerte anunciada" y argumentó: "La eliminación con Alianza Lima condicionó todo su ciclo en Boca. Tarde o temprano iba a pasar, pero no imaginé que iba a ser después del partido con River".Tras una derrota por 2-1 en el estadio Monumental, Boca quedó anímicamente golpeado por esta caída ante el clásico rival y eso trajo un coletazo inmediato: la salida de su entrenador, quien asumió a principios de año."La decisión en sí la cuestiono porque me sorprende de personas que conocen el pensamiento del hincha. Al técnico no lo podés echar nunca después de perder un clásico", remarcó Simón, convencido de su sentir y avalado por su experiencia en el Mundo Boca.Aquella derrota, por penales, en la serie ante Alianza Lima, dejó a Boca sin la posibilidad de competir en la actual edición de la Copa Libertadores. Otra caída más, en el plano local, ante River, fue el detonante para que el Consejo de Fútbol determine el fin del ciclo de Pintita.Con el foco puesto en el breve ciclo del entrenador, Simón puntualizó por los constantes cambios de esquema y nombres que, según él, atentaron contra su continuidad del DT al mando del primer equipo."(Fernando) Gago mete mano en un sistema que le venía funcionando. Es más, dijimos en un momento que venía poniendo un equipo 'lógico' que lo mantuvo hasta este domingo. Es verdad que le faltaron jugadores claves como (Edinson) Cavani y Milton (Giménez), pero pienso que podRía haber mantenido el sistema. Otra vez volvió a renegar con lo que le había permitido mantenerse en el club", remarcó Juan Simón, quien no ocultó su enojo por los manejos de la dirigencia y del entrenador.¿Quién dirigirá a Boca? Con Mariano Herrón como entrenador interino -se hará cargo del equipo en el encuentro ante Tigre-, la dirigencia de Boca busca, de manera urgente, un reemplazante de Gago. Los nombres son muchos y variados. Desde la posible vuelta de Rodolfo Arraubarrena, una posible apuesta de Cristian "Kily" González -de paso reciente por Unión de Santa Fe-, pasando por la experiencia de Gerardo "Tata" Martino y un nombre que gusta mucho por Brandsen 805: Gustavo Quinteros, el entrenador que sacó campeón a Vélez Sarsfield y hoy se encuentra sin trabajo tras ser despedido del Gremio de Brasil.
Fernando Gago se convirtió en el sexto entrenador que Juan Román Riquelme echa antes de que finalice su contrato desde que asumió como máxima autoridad del fútbol de Boca en diciembre de 2019. La histeria e inestabilidad de su gestión al mando del club es tal que los lapsos de trabajo duran cada vez menos.En estos cinco años y cuatro meses el club ganó títulos, atravesó crisis internas, disputó finales internacionales... y cambió seis veces de entrenador. El promedio es elocuente: un DT nuevo por año, lo mismo que el ídolo cuestionaba cuando era oposición. Cada uno con su estilo. Cada uno con su historia. Todos, con un final abrupto.Miguel Ángel Russo (enero 2020 a agosto 2021)El primer elegido fue Miguel Ángel Russo. Asumió apenas cambió la nueva dirigencia y dos meses después se consagró campeón (compartido con Gustavo Alfaro, que dirigió las dos terceras partes de esa Superliga 19/20) en una inolvidable remontada en la tabla de posiciones contra River y un triunfo sobre el Gimnasia y Esgrima La Plata de Maradona en los últimos minutos de la última fecha. La pandemia por coronavirus alteró el plan de un equipo que estaba en un nivel altísimo. "Ese Boca volaba", resumió luego Russo.Cuando se reanudó todo, el Xeneize también levantó, en enero 2021, la Copa Diego Maradona. Pero la eliminación polémica ante Atlético Mineiro en octavos de final de la Copa Libertadores 2021 (dos 0 a 0 con goles anulados por el VAR, y luego derrota por penales) y un bajón futbolístico sostenido terminaron con su segundo ciclo en el club. Dirigió 59 partidos, con 27 triunfos, 21 empates y 11 derrotas. Ni siquiera le alcanzó eliminar dos veces a River en cruces mano a mano (Copa Argentina 2020 y Copa de la Liga 2021) para seguir en su cargo.Sebastián Battaglia (agosto 2021 a julio 2022)El jugador más ganador de la historia xeneize asumió como interino y se quedó. Ganó la Copa Argentina 2020 (en diciembre 2021) y la Copa de la Liga 2022, pero no fue suficiente. La eliminación ante Corinthians en la Libertadores 2022 dejó secuelas, sobre todo porque después hizo una crítica pública al Consejo de Fútbol. Y Riquelme no se lo perdonó.Dirigió 57 partidos, con 29 victorias, 17 empates y 11 derrotas. Se fue con dos títulos bajo el brazo y la sensación de que merecía más respaldo.Hugo Ibarra (julio 2022 a marzo 2023)También hijo de la casa, también interino, también campeón. El Negro se vistió de bombero tras la intempestiva desvinculación de Battaglia en una estación de servicio. Pero luego, el trinomio técnico que lideró junto a Roberto Pompei y Leandro Gracián fue ratificado y condujo al equipo al título de la Liga Profesional 2022 y a la Supercopa Argentina 2023. Ese es el último título que ganó Boca, hace ya dos años y un mes. El lapso más extenso sin vueltas olímpicas en los últimos 10 años, y sigue ampliándose.En octubre de 2022, Riquelme tenía la gran oportunidad de buscar otro DT para que pudiera trabajar con serenidad durante los dos meses que había antes de la reanudación del fútbol local (consecuencia del Mundial de Qatar). Pero prefirió renovarle el contrato, para echarlo tres meses más tarde. En total, Ibarra dirigió 36 partidos: 20 ganados, 7 empatados y 9 perdidos.Jorge Almirón (abril 2023 a noviembre 2023)A pesar de subirse a una Ferrari en movimiento, y en un año electoral, Almirón llegó con una misión clara: la Copa Libertadores. Y casi lo logra. Llevó a Boca hasta la final en el Maracaná, pero no pudo con Fluminense. Fue 2-1 en tiempo extra y un sabor amargo. Al mismo tiempo, se descuidó demasiado la competencia local, en donde el equipo nunca respondió y no pudo clasificarse a la Libertadores 2024. Su ciclo fue corto pero intenso. Y se terminó esa misma noche en Brasil.Acorralado por intentos desestabilizadores de la dirigencia en plena competencia (en varios momentos el club dejó trascender que al ciclo solo lo sostenía seguir o no en la Copa), renunció luego de perder la final y dejó un saldo de 43 partidos, con 17 triunfos, 13 empates y 13 derrotas. Sin títulos, pero con una final internacional en el currículum.Diego Martínez (enero 2024 a septiembre 2024)Diego Martínez llegó como una apuesta a futuro. Un técnico joven, con proyección, identificado con el club desde chico. Pero su ciclo fue demasiado accidentado: lesiones, bajo rendimiento y un equipo que tuvo un muy buen primer semestre, pero se fue desinflando en la segunda parte del año.La eliminación en octavos de final de la Copa Sudamericana ante Cruzeiro y una derrota ante River en el Superclásico sellaron su destino. Renunció tras 45 partidos, con 21 victorias, 13 empates y 11 derrotas. Otro que se fue sin títulos.Fernando Gago (octubre 2024 a abril 2025)Había expectativa por su llegada. Riquelme lo fue a buscar a México y el propio Gago pagó de su bolsillo la cláusula de rescisión, que luego el club le estaba devolviendo en cuotas hasta esta decisión unilateral.De paso reciente por Racing, aceptó el desafío de dirigir Boca en un momento caliente. "Vuelvo a casa", dijo apenas pisó Ezeiza. Su equipo tuvo ráfagas de buen fútbol, pero fue irregular. Firmaron hasta fines de 2025, con renovación automática por un año más, pero la derrota 4 a 3 ante Vélez, por las semifinales de la Copa Argentina 2024, la eliminación en la fase 2 de la Libertadores frente a Alianza Lima y la caída del domingo ante River, detonaron la decisión dirigencial de despedirlo. Su estadía duró 30 partidos, con 17 triunfos, 5 empates y 8 derrotas. Con un 63% de efectividad, Pintita logró la más alta entre los últimos cinco entrenadores xeneizes.Seis técnicos en cinco años. Cuatro títulos nacionales. Una final de Libertadores. Muchos volantazos. La sensación de que Boca vive en una eterna urgencia en la que nada es suficiente para sostener proyectos. Cada DT llega sabiendo que se sienta en una silla eléctrica. Y que, si no gana â??y rápidoâ??, el desenlace será inevitable."Siento que con esto volvemos a lo mismo: Vos como club tenés que tener claro qué es lo que querés, qué camino querés. Si vamos a cambiar de entrenador una vez por añoâ?¦ Veremos cuándo la pegamos", criticaba Riquelme en una entrevista con ESPN cuando era opositor de la dirigencia anterior.Ahora, ya como presidente de Boca, el mismo Riquelme comete el mismo error de pegar volantazos cada vez más rápido, mientras sigue buscando un entrenador que pueda sostener un proyecto en el tiempo. Hasta ahora, en Boca Predio, la paciencia cotiza en baja.
El presidente xeneize estuvo reunido con el Consejo de Fútbol hasta altas horas de la noche y tomaron la decisión que comunicaron esta mañana.La trama detrás del volantazo de Román.
La derrota contra River en el Superclásico marcó el final del entrenador.En plena danza de nombres, hay uno que encabeza la lista.
La conductora de 'América Hoy' criticó al exfutbolista tras sus declaraciones sobre la modelo paraguaya, recordando su propio sufrimiento por la infidelidad del exfutbolista a su madre, Gisela Valcárcel.
El exfutbolista contestó al comunicado de la modelo paraguaya, desmintiendo cualquier intento de romance o sobrepasarse. Aseguró que la salida fue una cena grupal y lamentó la confusión generada por sus declaraciones
El exfutbolista explicó cómo es que se dio su encuentro con la recordada 'Novia del Mundial' del año 2010, luego de que saliera al frente a mencionar que podría tomar acciones legales por hablar de ella
La modelo paraguaya desmiente las afirmaciones de exfutbolista sobre un romance entre ellos, denunciando que el exfutbolista intentó sobrepasarse con ella en un evento, y tomará acciones legales por difamación.
La paraguaya no toleró que el exfutbolista dijera que salió con ella. A través de un extenso comunicado, lo acusó de difamación
El exfutbolista de Universitario sorprendió en el podcast 'Enfocados' al revelar su romance con la modelo paraguaya. Aunque vaciló en los detalles, dejó claro que su relación fue real
Rodrigo Riquelme no jugará contra el Leganés por una "indisposición" y reduce la convocatoria del Atlético de Madrid a 23 jugadores, incluyendo a dos canteranos
El apache busca organizar su partido despedida en la cancha de Boca. La lista de invitados seria de lujo con jugadores internacionales como Buffon, Scholes, Pirlo, Evra, Chiellini entre otros.
El 'Apache' se retiró como futbolista en 2021, tras la derrota ante Racing por semifinales de la Copa de la Liga."Hay que fijarse en qué momento y eso no es fácil", anticipó.
Leonel Coira no olvida su paso por Boca. El joven mediocampista, de 21 años y que hoy milita en Metropolitan FC, de Puerto Rico, rompió el silencio para contar los motivos de su abrupta salida del club xeneize en 2023, y apuntó directamente contra la actual dirigencia encabezada por Juan Román Riquelme. Mientras, desde el club evalúan iniciarle acciones legales por "calumnias e injurias".En una entrevista con el sitio Bolavip, Coira detalló con crudeza una situación que, según afirma, se repitió con varios chicos de las divisiones inferiores y que lo tuvo como uno más en esa nómina. A pesar de haber sido promovido en dos ocasiones a entrenar con la Primera, asegura que fue "colgado" por negarse a ser representado por el entorno del actual presidente del club. "Yo amo a Boca, con otra dirigencia volvería y estoy seguro de que voy a volver. Pero lo que me hizo Riquelme fue feo", sentenció.Su historia en el Xeneize comenzó en 2019, cuando llegó al club para sumarse a la séptima división tras un paso por el fútbol español, en las categorías juveniles de Real Madrid y Valencia. Su talento no tardó en sobresalir, a tal punto que a los 17 años fue convocado por Miguel Ángel Russo para entrenarse con el plantel profesional. "Ahí estuve con Tevez, Villa, Zambrano. Russo me empezó a subir cuando estaba en sexta y anduve muy bien", recordó.Sin embargo, todo cambió tiempo después. Según su testimonio, cuando ya jugaba en quinta división, recibió una propuesta inesperada. "El hermano de Riquelme me ofreció un representante. Yo le dije que no, y cuando le dije que no se me vino abajo todo", expresó.Luego, Coira relata que se acercó otro miembro clave del Consejo de Fútbol: Marcelo Chelo Delgado. "Me dijeron que me querían hacer firmar, que no iban a aparentar que eran mis representantes y que me iban a poner otro representante. Yo pensaba: 'Si les firmo a ellos y después se van, no voy a tener con quién quedarme'. Por eso les dije que no. Ganaron las elecciones y se quedaron cuatro años más", relató, marcando el comienzo de su declive deportivo en el club.ð???ï¸? La fuerte denuncia que realizó Leonel Coira, ex jugador de las inferiores de Boca, sobre el trato que recibió por parte de la dirigencia del Xeneize a la hora de poder firmar su primer contrato. pic.twitter.com/W9g1phebr8— Bolavip Argentina (@BolavipAr) April 7, 2025A partir de ese momento, el juvenil comenzó a notar cambios que afectaron directamente su progreso. "Ya me empezaron a mandar al banco. No me citaban aunque hacía las cosas bien en quinta. Arranqué en cuarta y también me tiraban abajo", rememoró. "Son cuestiones del fútbol de ahora, con quién te manejás y esas cosas. Yo tampoco tuve la suerte de tener ese representante que te ayudara", agregó.Según explicó, su situación era conocida en el club. "Hablé con (Blas) Giunta y con (Diego) Soñora. Me dijeron que me entendían, y claro que me iban a entender, si no estaba jugando. Me dejaron ir".Su salida se produjo a fines de 2023, en libertad de acción. "En Boca tenía un semicontrato hasta los 18, que se había pactado en la época de Angelici. Estaba firmado. Llegó Riquelme y se hizo el pelotudo, no hicimos nada. Entonces me agarré de eso: 'O vamos a juicio o me dejás libre'", declaró sin rodeos.Coira también aseguró que Jorge Almirón, entonces DT del plantel profesional, quiso tenerlo en cuenta al observarlo en un partido de cuarta división. Sin embargo, no le permitieron hacerlo: "Cuando vino Almirón, que no era de la mano de ellos, como Herrón, Ibarra o Battaglia, me vio en un partido y me subió. Le habrán dicho que no me podía poner y listo, me limpiaron".En su análisis del conflicto, el joven volante apunta especialmente al rol que jugó Riquelme: "Román no da la cara. Mandó gente a hablar conmigo. Como yo, hay un montón de chicos a los que les pasó lo mismo. Se manejan mal".Coira quedó libre a principios de 2024. Luego de estar un año en Godoy Cruz -jugó cuatro partidos en Reserva-, fichó con el Metropolitan FC, de Puerto Rico, donde debutó en primera y lleva 6 partidos y 2 goles.Según pudo averiguar LA NACION, desde el Departamento de Legales del club no se quedarán de brazos cruzados y evalúan iniciarle acciones al futbolista para que ratifique o rectifique sus dichos. La dirigencia xeneize asevera que todas las acusaciones que hace Coira no son ciertas y se defenderán de lo que dicen que son "calumnias e injurias".El caso de Valentín BarcoDurante la entrevista, Coira también hizo referencia a un caso resonante en Boca: el de Valentín "Colo" Barco. Ambos jugadores son de la misma categoría, y si bien Barco sí logró afianzarse en Primera, también atravesó roces con la dirigencia. "El Colito tuvo la suerte de que tuvo partidos en Reserva y la rompió toda. Lo querían limpiar y no pudieron. Llegó Almirón, dijo que era bueno de verdad, y que era el lateral que necesitaba", explicó.Según Coira, el presente de Barco no fue casualidad, sino fruto del respaldo que recibió en un momento clave. "Jugó en La Bombonera y se ganó a la hinchada, por más que Riquelme no lo quería", aseguró. Y luego añadió una frase que sintetiza la tensión entre los juveniles y el Consejo de Fútbol: "El otro día Riquelme opinó del Colo y dijo que no estaba preparado. No estaba preparado porque él tampoco lo preparó bien, ni lo ayudó".A diferencia del caso de Coira, Barco logró destacarse y fue transferido a Brighton, de Inglaterra, aunque su relación con la dirigencia también terminó desgastada.Hoy, desde el exterior, Leonel Coira mantiene viva la ilusión de tener una revancha en Boca, el club que considera su casa. Pero su denuncia no pasa desapercibida: exhibe una interna que, de confirmarse, pone bajo la lupa el sistema de representación juvenil y las decisiones de quienes conducen al club. "Yo amo a Boca. Con otra dirigencia, estoy seguro de que voy a volver", repitió. Mientras tanto, su voz se suma a la de otros que ya dejaron el club en silencio. Aunque a diferencia de ellos, él decidió hablar.
Román habló en El Canal de Boca y habló de la Bombonera y de BocaPredio."Hay gente que no puede tener un hijo y le pone Román al perro", contó emocionado.También hablaron los jugadores y referentes de otros deportes del club.
Vaya si pasó el tiempo, 13 años. Pasó de todo en las vidas de Julio César Falcioni y Juan Román Riquelme. El primero no volvió a ser campeón desde que lo echaron de Boca, pero atravesó cuestiones de vida (la pérdida de su mujer y problemas de salud serios) que lo hicieron más fuerte para hoy recibir amor, respeto y, en palabras suyas, "reconocimiento en la calle", cualquiera sea la camiseta que vista el hincha de turno. El segundo está inmerso desde hace más de cinco años en la política de su club, del que es el presidente a partir de fines de 2023.Ambos confrontaron en su convivencia del comienzo de la década pasada. Hubo múltiples sucesos de los que casi nunca quisieron hablar. Sobre todo, del lado del entrenador, pero en las últimas horas, con postura distendida, Falcioni se atrevió por primera vez a recordar esos problemas. Si bien intentó ser elusivo, no explicitar todo, terminó lanzando bombas.Hoy sin trabajo tras ser alejado de su querido Banfield hace nueve meses, Falcioni visitó ESPN y, entre anécdotas, recuerdos y opiniones, fue inevitable que se quisiera conocer su versión acerca de aquella época de conquistas en el club xeneize, aunque complicada por su frío vínculo con Riquelme. "Fueron muchos los equipos a los que dirigí y muy buenos. Uno de ellos es el Boca campeón invicto [Torneo Apertura 2011]. Creo que cuando salimos campeones en Banfield [Apertura 2009] tuvimos siete goles en contra, y en Boca fueron seis, en los dos casos, en 19 partidos. Terminamos a 12 puntos del segundo. Pero bueno: para algunos jugaba mal, no tenía brillo. No lo valoran, no. Seguramente porque estaba yo y porque no jugaban algunos...", lanzó Falcioni una indirecta bastante directa. No había otro que el entonces número 10.Por eso, el pie estaba dado para la pregunta lógica: si le habían boicoteado la final de la Copa Libertadores de 2012, perdida contra Corinthians (1-1 en La Bombonera y 0-2 en San Pablo). "No, no sé", quiso desentenderse el hombre de 68 años. "Sí, sabés", le retrucaron sin timidez. "Tengo códigos; me los guardo para mí. Cada uno sabe lo que pasó. Es así", se mantuvo el entrenador. Pero cuando lo interrogaron sobre si había dialogado con "él", entendió a la perfección: "No, porque no acostumbro a hablar con los jugadores antes ni después. Antes, sólo para decirle «vení a jugar a mi equipo», pero después, cada uno hace su vida".De a poco, la entrevista iba dirigiéndose a ese jugador enigmático. ¿Era verdadera la versión de que el DT se topó en el vestuario con el llanto de un futbolista antes de aquella final en Brasil? "Y, sí. Le pregunté y me contestó. Le dije «sos un b..., es la última vez que vas a jugar una final de Copa Libertadores». Y así fue, no la jugó nunca más. Cada uno sabe por qué se preocupa".¿LA FINAL DE LA LIBERTADORES CON BOCA FUE BOICOTEADA? Julio César Falcioni y su testimonio como entrenador del Xeneize en aquella definición del 2012.ð??º No te pierdas #ESPNF90 en vivo por #DisneyPlus pic.twitter.com/l5vfOjL25z— ESPN Argentina (@ESPNArgentina) March 19, 2025¿Por qué lloraba? Riquelme había hecho trascender que, tras la final, se iría de la institución. Y lo confirmó ante sus compañeros en el vestuario en San Pablo. Un impacto que, poco antes de un encuentro de semejante talla, corrió el foco, distrajo de lo que tanto importaba: conquistar la Libertadores. El adiós del 10 era una bomba en medio de otras explosiones."Esa final de Copa tuvo muchas situaciones previas. Por lo de Facu [Roncaglia]: habíamos combinado que iba a jugar y el día anterior ya no se concentró porque sabíamos que no viajaría. Después hubo una reunión de los muchachos, antes del viaje, para pedir que Facundo viajara. No había sido una decisión mía; fue institucional porque el jugador ya no pertenecía al club. Y hubo un montón de situaciones que no dejaron tener una noche en paz y tranquila. No fue normal para jugar una final de Copa Libertadores", reveló el Emperador.Con todas las evidencias sobre la mesa, el apellido del hoy presidente fue arrojado a la conversación: se le recordó al director técnico la frase que Riquelme había utilizado para atacarlo en aquellos tiempos: "Hace ocho meses, me hizo correr como un b... contra All Boys y yo no dije nada". Evadió y no evadió Falcioni. "Yo no le contesto a ese dicho. Nunca hicimos correr a nadie como un b... Después de eso, siguió jugando. Cuando estaba bien, lo ponía. Jugó casi toda esa Copa Libertadores. La Copa Argentina [2012] no tanto, y cuando salimos campeones invictos, tampoco. Pero a la Libertadores la jugó casi toda. Ganamos la Copa Argentina y el campeonato. Las otras, no. A buen entendedor, pocas palabras", replicó concluyente."Yo en Boca no me peleé con nadie. Sólo tomé decisiones; nada más. Cuando no veía que estabas bien, no te ponía. Así de simple. Y ponía a otro que estuviera mejor. A algunos les gusta, y a otros, no", continuó. Planteado lo difícil que era en Boca dejar fuera al ídolo Riquelme, Falcioni lejos estuvo de mostrar arrepentimiento. "Sin Riquelme salió campeón invicto ese equipo. Entonces no estaba tan equivocado. Yo no prescindí de él. Estuvo lesionado y no jugó medio torneo del que ganamos. A veces provocás que un jugador acelere su recuperación, y a veces, no", argumentó, ya si nombrando a Román.De hecho, lo responsabilizó de una situación que también hizo mucho ruido en aquel momento, cuando en el regreso de Venezuela, tras el debut por la Libertadores de 2012, se rumoreó sobre una eventual renuncia de Julio. "Yo le decía a determinado jugador que tenía que ir por la izquierda y, desde la cancha, le decían que fuera por la derecha. Nunca me pasó algo así en otro club. Terminé sacando al que no me hacía caso. Porque termino perdiendo autoridad".Aunque intentó guardar los secretos, Julio César Falcioni se descargó, incluso siendo medido. Trece años más tarde. Empieza a cerrarse el círculo de una historia que parecía, y parece, imposible de arreglar.
En toda crisis hay una oportunidad. Lo dijo Albert Einstein en 1935 y lo constató Fernando Gago en estas últimas semanas al frente del plantel de Boca. El DT, que este jueves cumplió 150 días con el buzo azul y oro, logró subsistir en el cargo pese a la dura eliminación en Fase 2 de la Libertadores y validó su continuidad al mando del Xeneize gracias a una sucesión de buenos resultados y una incontrastable mejora en el juego colectivo de su equipo. Sin embargo, la reconversión del técnico fue más allá de lo sucedido en el rectángulo, donde el entrenador parece haber dado en la tecla con un Boca mucho más lógico desde los nombres, el esquema y las posiciones. Sus nuevos hábitos, sus declaraciones públicas y su manera de conducir el grupo fueron quitándole la soga del cuello y estirando un ciclo que lucía a todas luces terminado. El sacudón en la Copa ordenó las ideas y provocó una reacción. Y así Gago dirigirá este domingo frente a Defensa y Justicia en la Bombonera con la sensación de que solo una derrota categórica puede eyectarlo del banco en medio de la levantada. ¿Qué cambió en Pintita desde aquella fatídica noche frente a Alianza Lima?La caída con los peruanos fue un golpe muy duro de asimilar para todo el mundo Boca. Tras un mercado de pases que estuvo a la altura de lo que necesitaba el plantel, el Xeneize se despidió rápidamente de la Libertadores y desde la dirigencia se esperó al partido con Rosario Central para que sea la propia Bombonera la que terminara de bajarle el martillo. Luego de la caída con los peruanos, Juan Román Riquelme había dado el ciclo por concluido, disgustado con el nivel colectivo del equipo y algunas decisiones de Gago en los minutos finales del partido, como el cambio de Leandro Brey por Agustín Marchesin, el no ingreso de Exequiel Zeballos para la tanda de penales y la designación de Alan Velasco para ejecutar el quinto remate cuando el exIndependiente no se encontraba en condiciones físicas ni anímicas para tomar esa responsabilidad. Pero Gago salió airoso del partido con el Canalla y la goleada 3-0 en Santiago del Estero revitalizó a un equipo que alcanzó su pico de mejor rendimiento en el momento menos esperado, con cinco victorias en fila que lo ubican, ya sin la mochila de la Libertadores, como uno de los grandes candidatos a ganar el Apertura.Gago cerró filas en Ezeiza, apostó por lo clásico y el equipo fluyó. Repitió formación por primera vez y con un 11 sin rarezas superó con claridad al líder de la Zona B y le quitó el invicto al Ferroviario en el Madre de Ciudades; con un 5 raspador como Milton Delgado, con Kevin Zenón por la izquierda y dos tanques como Edinson Cavani y Milton Giménez repartiéndose tareas en el ataque. Un 4-3-1-2 a lo Bianchi que le sentó mejor al equipo y, salvo excepciones, potenció el nivel de la mayoría de los futbolistas.Gago también modificó sus conductas y sus formas en el día a día, con un vínculo mucho más fluido con los jugadores más experimentados. Tras la derrota con Alianza, la dirigencia había semblanteado a los referentes del plantel y las referencias hacia el DT no habían sido del todo satisfactorias. En especial, en relación sus constantes cambios en el equipo y algunos comentarios del entrenador que no caían del todo bien, sobre todo los que tenían que ver con su etapa de futbolista.En lo discursivo, Gago también dio un vuelco de 180º. Pasó del "vamos a intentar competir" de su presentación al "tenemos que lograr salir campeones" que pronunció luego de la victoria ante Central, un término que él mismo se tenía prohibido. Se mostró más descontracturado en el diálogo con los periodistas (hasta ofreció su conferencia de prensa con un buzo de Boca tras la victoria contra Central) y también más cercano a los hinchas, con los que se sacó fotos en el aeropuerto previo al viaje rumbo a Santiago del Estero.El desafío, ahora, será sostener estos cambios en el tiempo. En el horizonte ahora aparece el partido de este domingo con Defensa y Justicia, en la Bombonera, y luego un parate por fecha FIFA que servirá para recuperar a algunos jugadores y seguir afianzando una idea que convierta a Boca en un equipo maduro y 100% confiable. El Xeneize afrontará otros cuatro duelos por el torneo (Newell's en Rosario, Barracas como local, Belgrano en Córdoba y Estudiantes en la Bombonera) y el 27 de abril disputará el clásico con River en el Monumental.Por lo pronto, este fin de semana partirá una comitiva de Boca con destino a Estados Unidos para participar de un taller informativo brindado por la FIFA donde terminarán de ultimarse detalles sobre la logística de los planteles durante el Mundial de Clubes de mitad de año. Uno de los integrantes de esa delegación será Diego Cogliandro, uno de los asistentes más cercanos al DT, quien además visitará el predio y el posible lugar de concentración donde se hospedará la delegación xeneize.En la dirigencia, en tanto, siguen expectantes la evolución del equipo y, sobre todo, el nivel de aceptación de los hinchas hacia el DT. Gago fue silbado ante Alianza Lima y reprobado por casi todo el estadio en la previa del partido con Central, aunque luego cambió insultos por algunos tibios aplausos. En distintas encuestas partidarias, el grado de aprobación hacia el entrenador escaló del 23% al 51%, por lo que ahora las aguas volvieron a estar divididas.Este jueves, Gago diagramó una práctica de fútbol en Ezeiza con equipos mezclados y sin la presencia de Ander Herrera, Kevin Zenón y Alan Velasco, quienes arrastran distintas molestias y está en duda para el compromiso con el Halcón. En ese ensayo, en el que Cristian Lema volvió a resentirse de su lesión, el DT volvió al 4-3-3 de sus primeros partidos, pero entre viernes y sábado terminará de definir a los 11.Un Gago en modo supervivencia que acomodó el discurso y el equipo a conveniencia y busca encauzar a un Boca renovado que quizás ya no sienta como propio.
Para muestra sobra un botón. Tras un triunfo 2-1 sobre Olimpo, en marzo de 2023, Hubo Ibarra planificó la rutina de entrenamientos en Ezeiza y dirigió las primeras dos prácticas de la semana de cara al duelo del sábado frente a Barracas Central. Sin embargo, su suerte estaba echada desde hacía al menos nueve días, cuando el equipo cayó 3-2 con Instituto en la Bombonera. Esa noche, Juan Román Riquelme se fue de su palco con el partido 1-3, en un gesto fuertísimo de rechazo a los jugadores y hacia Ibarra, que había quedado contra las cuerdas.El martes al mediodía, al ver que el DT no tenía pensado renunciar ("yo vine a dirigir, si tienen otra información, hablen con sus informantes", había dicho tras la victoria sobre el Aurinegro"), Ibarra fue convocado a una reunión de emergencia en las oficinas de Boca Predio: "Venite a la tarde que Román quiere hablar con vos".El 10 había estado de gira por España y Paraguay, donde había participado del Partido de Leyendas del Villarreal y del sorteo de la Libertadores. Horas más tarde, Mauricio Serna, amigo del Negro e integrante del Consejo de Fútbol, contó el trasfondo del despido del exlateral, que no quería ser el DT y asumió casi por obligación: "Ya estos días habíamos tomado la decisión, pero era cuestión de esperar a que llegara nuestro vicepresidente para que estuviera presente y hacerle frente a la situación".Dos años después, la historia se repite como un bucle. El protagonista ahora es Fernando Gago, cuestionado dentro y fuera del club, en donde se habla de la espera del famoso "gesto" del paso al costado y la resistencia en el cargo de un entrenador decidido a revertir su imagen. Tras la eliminación ante Alianza Lima en la Fase 2 de la Copa Libertadores, Gago superó la prueba de fuego ante Central en la Bombonera y ratificó su intención de seguir al frente del plantel, pese a que su deseo de buscar revancha encontró contrapeso en la decisión de Riquelme y el Consejo de Fútbol de terminar con el ciclo.El técnico sacó pecho por la victoria ante el Canalla y declaró que Boca tiene que "salir campeón", todo un cambio en su línea discursiva. Mientras Pintita prepara el partido de este viernes en Santiago del Estero, ante el duro Central Córdoba, el Operativo Desgaste no se detiene. Y en Boca ya empiezan a allanar el camino para la llegada de un nuevo entrenador...Como ya ocurrió con Miguel Russo, Sebastián Battaglia, Hugo Ibarra, Jorge Almirón y Diego Martínez, la dirigencia llevó adelante una serie de maniobras para que sea el propio DT quien termine pegando el portazo. Los dos últimos optaron por tomar ese camino. A Almirón no iban a renovarle el contrato y prefirió irse por cuenta propia tras perder la final de la Copa Libertadores. Martínez atravesó la misma situación que Gago: obligado a ganar todo, los resultados lo sostuvieron un mes a partir de la eliminación en la Copa Sudamericana, hasta que perdió con Racing, River y Belgrano y, con Riquelme dentro del vestuario, renunció antes de que el presidente lo eche.En 2021, Russo se había ido por la puerta de atrás tras una racha de diez partidos sin victorias y 27 días después de quedar afuera de la Copa contra Mineiro. La excusa fue un 0-1 con Estudiantes en La Plata, aunque Riquelme ya le había soltado la mano tras la derrota con Santos en semifinales de la Copa pasada, primero tímidamente y después a cielo abierto desde los medios de comunicación, con información que salía de las entrañas del mismo Consejo, que mientras lo velaba desde las sombras lo apoyaba públicamente. Lo insólito del caso fue que Boca había renovado su contrato previo a la serie de octavos de final de la Libertadores 2020, hasta diciembre de 2021, por lo que no resultó gratuito despedirlo a mitad de temporada.A Battaglia le firmaron el 08 cuando dejó de ser ese técnico permeable y del riñón del Consejo a un DT que se cansó de algunos manejos y decidió empezar a tomar determinaciones que hicieron que la relación con Riquelme y sus colaboradores se extinguiera prácticamente por completo. El quiebre se dio en octubre de 2021, cuando el vicepresidente le quitó toda autoridad cuando hizo bajar a los jugadores del micro luego de una derrota con Gimnasia.En febrero de 2022, Battaglia separó del plantel a Almendra, uno de los favoritos del Consejo, y se la jugó por Alan Varela, cuando desde el Consejo querían darle el puesto a Agustín. Riquelme quiso echarlo tras los empates en fila con Lanús y Godoy Cruz, pero el técnico hizo declaraciones en la puerta del predio para dejar en claro que estaba fuerte y desactivó rápidamente la movida de la dirigencia. Luego, a pesar de la consagración en la Copa de la Liga, y de casi dos meses de una falsa calma, Battaglia fue echado de la forma más cruel, tras sugerir que no habían llegado refuerzos en la conferencia de prensa posterior a la fatídica noche con Corinthians que terminó con Boca eliminado de la Libertadores. Lo citaron en el shop de una estación de servicio y le comunicaron que estaba despedido.Pese a la reacción que mostró el equipo ante Central, resulta difícil que Gago logre sostenerse en el cargo si no vence este viernes al Ferroviario y confirma su levantada el domingo siguiente frente a Newell's, en la Bombonera, previo al parate por fecha FIFA. Si bien ningún miembro del Consejo le advirtió a Gago que tenía las horas contadas, Riquelme y compañía imaginan un futuro con Gago fuera de Boca, tal vez con un nuevo interinato de Mariano Herrón, pese a que el exvolante de Argentinos ya manifestó su deseo de continuar al frente de la Reserva.El viernes, frente al Canalla, los hinchas lo recibieron a Gago con silbidos y lo despidieron con insultos al final de la primera mitad, pero luego pasó inadvertido en medio de los festejos por el triunfo. "Hay que cortar este tema. Hablo todos los días con (Marcelo) Delgado, (Raúl) Cascini y (Mauricio) Serna. También hablo seguido con el presidente. Mi continuidad nunca estuvo en duda, en ningún momento, de mi parte. No sé de dónde salió (el rumor de su despido), yo tengo claro que nunca estuvo en duda mi continuidad", insistió en la conferencia. Su vínculo con Boca vence a fin de año, por lo que echarlo implicaría una indemnización de diez meses.Ninguno de los últimos cinco entrenadores de Boca logró reponerse del golpe de las eliminaciones en torneos continentales. Gago está dispuesto a aceptar el desafío, aunque el hilo, pese a las culpas repartidas, se corte siempre por lo más fino...
Intocable hasta esta semana, Juan Román Riquelme se sintió claramente por primera vez en la bolsa del resto. El "que se vayan todos" es el punto más alto al que puede llegar el hincha de Boca en su escala de reproches hacia el presidente. El siguiente paso sería cantarle específicamente a él. Y al ídolo se le reprocha pero no se lo agrede.Boca cosechó el miércoles lo que sembró el año pasado. No tuvo un final en febrero sino un recuperatorio. Tampoco lo aprobó. En 2023 no se había clasificado a la Libertadores. En 2024 no había superado ni los octavos de la Sudamericana. En 2025 no jugará ninguna de las dos. El fútbol avisa. Boca coqueteó con el papelón futbolero hasta que le impactó de lleno.Resultó lógico que nadie quedara a salvo de la bronca popular. Que no es lo mismo que hablar de la bronca en la popular; allí, en la segunda bandeja de la Bombonera, no parecieron enterarse de la eliminación: mientras el resto del estadio se envolvía en la decepción, la hoy burguesa barra brava transitaba su mundo.Es un Boca pochoclero para todos menos para el hincha, que está cansado de los inconvenientes. No le entra uno más. ¿Por qué es imposible que reine la paz? ¿Por la personalidad de quienes lo dirigen? ¿Porque en Boca todo se magnifica? La chapa de ser el club más sonoro, el que tiene a todos pendientes, sea para verlo ganar como para verlo perder, no basta para justificar por qué se vive en estado de conflicto permanente.Nadie puede cuestionarle a Riquelme que Alan Velasco, sin confianza para salir de la presión, haya pateado el quinto penal contra Alianza Lima. Nadie puede marcarle algo sobre la asamblea que se armó para dirimir quién atajaría en la definición. Lo que no puede disimular Román es su participación en el arrastre. El reciente libro de pases fue el mejor de su gestión, es cierto. Sucede que sirvió para maquillar el anterior, en el que había incorporado jugadores suplentes en sus clubes: Ignacio Miramón, Agustín Martegani, Gary Medel. Fue llamativo: Boca tiende a tratar de sacarles las figuras a los otros, no las piezas de relleno.Las falencias de la gestión son variadas. Una de ellas atraviesa las relaciones con algunos jugadores. Varios se fueron luego de cortocircuitos. No siempre tienen la culpa Riquelme y compañía, al contrario; pero sorprende que en un club manejado por exfutbolistas haya habido tantos chispazos con futbolistas. Pocos de esos jugadores ratifican públicamente esas diferencias. Claro, a nadie le conviene irse enfrentado con Riquelme, que en la historia del club ganó el plebiscito de las tribunas nada menos que contra Diego Maradona.En lo futbolístico, la elección de los técnicos ya es el defecto principal en esta era dirigencial. ¿Cómo puede ser que a todos se les haya visto tan rápido las costuras? ¿Ninguno calificaba? El tiempo de permanencia de cada uno lo evidencia. Rodolfo Arruabarrena había permanecido dieciocho meses, Guillermo Barros Schelotto, nada menos que treinta y dos, y Gustavo Alfaro había cumplido los doce. El primer entrenador de esta gestión, Miguel Angel Russo, había llegado a los veinte. Pero los siguientes no completaron una temporada: Sebastián Battaglia se sostuvo diez meses, Hugo Ibarra ocho, Jorge Almirón no pasó de los seis, Diego Martínez arañó los nueve y apenas transcurrieron cuatro desde la asunción de Fernando Gago hasta el partido contra Alianza Lima.Los técnicos llegaron de diversas maneras, con distintas trayectorias, para imponer diferentes estilos. Ninguno logró la imagen de indiscutido. Primero Riquelme descansó en un viejo conocido (Russo), luego pareció desestimar la importancia del entrenador (a Battaglia y a Ibarra les faltaba experiencia), más tarde apuntó a uno de trayectoria (Almirón), a uno de actualidad (Martínez) y por último a otro que reunía tanto pertenencia como proyección de un estilo de juego (Gago). No hay línea coherente que pueda prometer las características del próximo.En otro club pagaría el manager. O los integrantes del Consejo de Fútbol, la analogía en Boca. Pero este caso es distinto. Difícilmente Riquelme dejaría de bancar a Marcelo Delgado, Raúl Cascini y Mauricio Serna. A la distancia, no está claro qué injerencia tienen en las decisiones. En el día a día, se sabe, siempre están. Uno de los entrenadores citados contó alguna vez que, en cada charla con un integrante del Consejo, sentía que escuchaba deseos de Román, no meras opiniones de ellos. Lo contó en off, claro: de nuevo, nadie se atreve a desafiar al presidente.La gestión, incluso este tiempo flaco en resultados, obviamente contiene virtudes. Boca vende por decenas de millones de dólares. Se supone que está capitalizado para lanzar la remodelación de la Bombonera (algún día tendrá que darse). Aun con su estilo divisor, Riquelme demostró hace poco más de un año que no tiene rival en la política del club. Nadie iguala su pasado y, además, pocos saben llegarle al hincha como él. Eso sí, hoy está comprobando que las segundas partes en las dirigencias suelen ser complicadas. Nunca perderá todo el capital ni será tratado como un presidente más. El "que se vayan todos" seguramente haya sido más espontáneo que racional. Pero el fútbol ubica al que se siente intocable. No vale la pena abusar del afecto popular.
Fernando Gago podría convertirse en el sexto entrenador de Boca que no completa su contrato con Juan Román Riquelme a cargo del fútbol del club. Sin embargo, mientras la dirigencia dejó trascender un escenario de ultimátum, allegados al cuerpo técnico desmienten que el entrenador haya sido emplazado en la reunión que mantuvieron el miércoles, apenas horas después de la estruendosa eliminación de la Copa Libertadores ante Alianza Lima, en la Bombonera. La crisis no cede, en medio de la previa de un partido importante, cuando este viernes Boca reciba a Rosario Central, por la fecha 8 del torneo Apertura.El impacto por la eliminación en la Fase 2 de la Copa Libertadores (la frustración más importante del club en su historia en esa competencia) sigue doliendo en toda la institución. Pero sobre todo en Boca Predio, donde coinciden el presidente Riquelme, los integrantes del Consejo de Fútbol (Marcelo Delgado, Raúl Cascini y Mauricio Serna), el cuerpo técnico y los futbolistas. Según pudo averiguar y reconstruir LA NACION, Riquelme y el CdF esperaban que Gago renunciara en la conferencia post eliminación copera. Como eso no sucedió, durante la madrugada del miércoles los teléfonos de todos los responsables del Departamento de fútbol del club estuvieron muy activos, definiendo cómo seguir.Según dejaron trascender desde el club, en la reunión de ayer con el DT, de la cual Riquelme no participó a pesar de estar en su oficina y a metros de distancia, se le habría planteado a Gago la idea del fin de ciclo, y que todo sería "partido a partido" de ahora en adelante. Incluso, con la posibilidad de que el enfrentamiento contra el Central oficiara de despedida. Sin embargo, desde el entorno del cuerpo técnico xeneize le negaron enfáticamente a LA NACION esa versión. "Hubo una reunión, como suelen reunirse después de cada partido. Pero nadie de los presentes le dijo a Gago algo referido a su continuidad. Mucho menos le hablaron de último partido. Son todas mentiras". Consciente del dolor que significa para Boca quedarse afuera de la Libertadores y de la Sudamericana, y mientras prepara el encuentro ante Central, Gago se mostró firme ante sus dirigidos y con la convicción de que todo irá mejorando. Un mensaje difícil de asimilar en estas horas por un plantel al que se le esfumó prematuramente el objetivo central de esta parte del año.La versión dirigencial es clara: dejaron entrever que ante Rosario Central se evaluará no solo el resultado, sino el funcionamiento del equipo. Y algo más: considerarán el rol que asumirán los hinchas, en una Bombonera que una vez más se convertirá en un Cabildo Abierto o en un coliseo romano, donde el pulgar en alto o para abajo puede sentenciar la continuidad del entrenador."La gente está en todo su derecho de insultar. Es algo normal ante un resultado adverso y doloroso para todos. Pero eso no puede sentenciar un proyecto que se pensó a dos años. Gago tiene contrato vigente con Boca hasta diciembre de 2026. Sería una locura interrumpirlo a los cuatro meses... Aunque puede pasar, claroâ?³, le dice a este diario alguien que trabaja en el día a día con este cuerpo técnico.Ante esta situación, Gago parece acorralado. Porque a la falta de fortuna con el fixture (hubiera sido mejor que a Boca le toque jugar de visitante este fin de semana) se le suma el hecho de que el equipo debería demostrar un cambio profundo de actitud, dinámica y juego, justo después del mazazo anímico del martes. Y el agravante de que Rosario Central atraviesa un muy buen momento futbolístico (los dirigidos por Ariel Holan son líderes de la Zona B).Pero si bien todo eso puede ingresar en el ámbito de lo tangible (herido en su orgullo, el plantel puede demostrarse a sí mismo, y al DT, que apoyan este proyecto con una actuación sobresaliente, también hay algo inmanejable. Las preguntas se amontonan y sus respuestas son indescifrables. ¿Cómo reaccionarán los hinchas cuando la Voz del Estadio dé las formaciones de los equipos? ¿Qué harán cuando nombren a Gago? ¿Cómo se expresarán cuando los futbolistas primero salgan a realizar los trabajos precompetitivos y más tarde ingresen a disputar el partido? ¿Qué pasará cuando el DT pise de nuevo el césped de la Bombonera? Y acaso la más importante: ¿toda esa reacción será realmente genuina o hay en estas horas una bajada de línea dirigencial para que la barra brava le deje en claro a Gago que el ciclo está terminado?El momento del "Que se vayan todos"ð??£ï¸? El grito de los hinchas: "que se vayan todos"â??ï¸? ¿Opiniones? pic.twitter.com/FlSByr3Euq— Boca Juniors - La Número 12 (@lanumero12comar) February 26, 2025Con contrato vigente en las Chivas de Guadalajara, el entrenador se expuso y quedó muy mal con el club mexicano para "volver a casa". Hoy, los "dueños" de esa casa (que pagaron US$ 2.000.000 para romper aquel contrato de Gago con las Chivas) le abren la puerta y lo empujan hacia la salida. Pero no toman la decisión de desvincularlo.El operativo desgaste comenzó este mismo miércoles, cuando desde el club dejaron trascender tres nombres de "los posibles reemplazantes" del DT en funciones y con contrato vigente hasta diciembre de 2025 (con ampliación automática a diciembre de 2026). Ocurre que, si el DT no renuncia y el presidente ya le soltó la mano, el único camino es el despido. Y en ese caso, el club deberá indemnizarlo por los 10 meses que faltan para que concluya el vínculo firmado en octubre pasado.Lo único cierto a esta altura es que Fernando Gago sería en el sexto entrenador de Boca que no completa su contrato desde que Juan Román Riquelme es la máxima autoridad del fútbol en el club azul y oro. Quizás en ese dato quede a la vista que al club le cuesta sostener un proyecto a largo plazo. Y se boicotea cada vez con más frecuencia.
La derrota contra Alianza Lima de Perú erosionó el apoyo al DT, que en conferencia de prensa ya había afirmado que tenía fuerzas para seguir en el cargo.El equipo se entrenó en el Boca Predio y el viernes recibe al Canalla en una Bombonera que será un Cabildo Abierto.
El cambio de arquero sobre la marcha. Su postura en la tanda de penales. Los problemas de comunicación con los jugadores. La decisión de no elaborar una lista de pateadores y que sean los futbolistas quienes definan la cuestión. Sus declaraciones pospartido en las que afirmó que "en el fútbol siempre o generalmente se pierde" y dio a entender que el ingreso de Leandro Brey en reemplazo de Agustín Marchesin, en el séptimo minuto de descuento, era algo que estaba conversado, cuando las cámaras de la TV indicaron lo contrario. El gesto adusto de Juan Román Riquelme en el palco y el "que se vayan todos" de la gente de Boca que atronaba en la Bombonera y que marcó un quiebre en relación con los jugadores, el técnico y los dirigentes.No había que ser un erudito para entender que Fernando Gago tenía los días contados como técnico de Boca. Que la fatídica eliminación ante Alianza Lima había sido la gota que rebasó un vaso que estaba lleno y que podía derramarse por completo si el DT presentaba la renuncia tras la derrota contra el cuadro peruano. Sin embargo, tras una serie de reuniones entre Riquelme, los miembros del Consejo de Fútbol y el propio DT de Boca, la cúpula dirigencial decidió darle una vida más en el banco xeneize y ratificarlo en el cargo de cara al partido de este viernes contra Rosario Central, otra vez en la Bombonera. Eso sí: su continuidad dependerá no sólo de los resultados, sino también del funcionamiento del equipo. "No hay margen de error", fue el mensaje que bajaron desde el Consejo. ¿Es posible resistir de este modo?Fueron apenas 22 partidos los que dejaron a Gago al filo de la cornisa. Pintita cosechó 11 triunfos, seis empates y cinco derrotas, un aceptable 59% de efectividad empañado por las eliminaciones en Copa Argentina (derrota por 4-3 ante Vélez) y en la Fase 2 de la Copa Libertadores. El equipo no apareció y los malos resultados podrían acelerar la salida de un entrenador que utilizó 30 jugadores y diez formaciones distintas a lo largo del 2025."Será partido a partido", es la frase que más se repitió este miércoles en Ezeiza tras la charla que mantuvo Gago con los integrantes del Consejo de Fútbol. Riquelme también estuvo en el predio, pero no habría participado en la reunión.El presidente de Boca observó el partido desde su palco y dejó la Bombonera de madrugada, cuando sólo permanecían allí los empleados de seguridad del estadio. Si Gago presentaba la renuncia en la conferencia, el Riquelme estaba dispuesto a aceptársela. Pero el técnico dijo tener "el 100% de fuerzas para seguir" y la decisión final se pasó para este miércoles, tras el entrenamiento vespertino.Gago dirigió la práctica con normalidad y citó a los jugadores para volver a entrenarse este jueves, cuando dará la lista de concentrados para el encuentro con Rosario Central. Finalizado el ensayo, Gago se juntó con el Consejo y se mostró convencido de poder revertir la situación, siempre y cuando contara con el respaldo de la dirigencia.La realidad es que hay cuestiones del Gago DT que no cierran en el círculo de Riquelme. Entre ellas, la manía del entrenador de rotar permanentemente a los futbolistas (cosa que posiblemente se acabe sin competencia internacional en el horizonte) y cuestiones vinculadas al manejo de grupo. Por ejemplo: el modo en que Gago se dirige a los futbolistas (a Román no le gustó nada el reto a Zeballos en la derrota 1-0 en Perú) y el modo en que los jugadores resolvieron el cambio de Brey por Marchesin y el orden en que se patearon los penales. La transmisión mostró el momento en que Milton Giménez, Kevin Zenón y Alan Velasco no lograban ponerse de acuerdo para saber a quién le correspondía ejecutar el quinto penal."Nos volvió locos para traer un arquero y cuando las papas quemaban puso a Brey, y él decía que estaba verde", se quejaron desde el Consejo. La dirigencia no tiene dudas de que fue Marchesin quien sugirió la variante y consideran que si Gago no estaba de acuerdo debió haber sostenido al ex futbolista de Lanús a pesar del pedido del arquero.En estas horas, la CD semblanteó a los referentes y detectó cierto desgaste en el vínculo con el DT. Algunos jugadores no están a gusto con las formas del entrenador y manifestaron, por ejemplo, que es demasiado autorrefencial a la hora de dar indicaciones -en especial sobre su etapa como jugador del Real Madrid- y que esas situaciones no caen bien en un grupo con pocos indios y muchos caciques.Mientras la situación de Gago se definía, desde el club se intentó postergar para el sábado el partido ante Rosario Central y ganar un día más de trabajo ante una hipotética salida del DT. Además, Mariano Herrón, el principal candidato a sucederlo -al menos de manera interina- se encontraba en Sante Fe, donde la reserva de Boca se enfrentará este jueves con la de Unión. El mismo Boca había elevado un pedido a la Liga para adelantar al viernes el encuentro con el Canalla, descontando que el equipo jugaría el miércoles siguiente la ida de la Fase 3 ante el vencedor de Deportes Iquique e Independiente Santa Fe, de Medellín.El trato de los hinchas para el DT será otro factor por tener en cuenta a la hora de tomar una decisión. En cuestión de horas, Gago se quedó sin el respaldo de Riquelme y de su Consejo, sin la banca de sus jugadores y sin el apoyo más importante: el de los hinchas. El DT había sido reprobado en los partidos anteriores y habrá que ver de qué manera responde el público frente a esta audaz decisión de Riquelme de sostenerlo un tiempo más en el cargo.Luego del cruce con Rosario vendrán dos semanas largas (Central Córdoba el 7/3, en Santiago del Estero, y Defensa y Justicia de local, el 16/3) y tras esos dos partidos habrá un parate de 15 días por Eliminatorias. La idea de Riquelme y compañía es que Gago llegue con vida al receso por fecha FIFA y aprovechar esas dos semanas sin fútbol para resolver los pasos por seguir. Eso sí: en caso de no ganar este viernes, es prácticamente un hecho que Gago no continuará.Mientras tanto, la dirigencia ya empezó a barajar opciones de posibles reemplazantes. Gabriel Milito, Gabriel Heinze y Gerardo Martino son tres nombres que gustan en el Consejo y que además se encuentran sin trabajo. La prioridad, ahora, es volver al triunfo en casa. E intentar apagar un incendio que amenaza con devorarse todo.
Los hinchas no tardaron en expresar su frustración con chistes y críticas dirigidas al técnico, al presidente del club, Edinson Cavani por el casi gol errado y al equipo en general.
Es un papelón. No hay otra vuelta de tuerca al asunto. Boca está en shock. Y Alianza Lima consiguió el milagro. Venció por 5 a 4 al gigante en la Bombonera, después del 2-1 xeneize en los 90 minutos, y avanzó a la Fase 3 de la Copa Libertadores. El elenco xeneize, despedido con silbidos, no jugará ni la Copa Libertadores ni la Copa Sudamericana.Para el conjunto peruano marcaron Paolo Guerrero, Gaibor, Trauco, Noriega y Lavandeira, mientras que para el Xeneize anotaron Rojo, Cavani, Alarcón y Giménez. Viscarra le desvió el remate a Velasco, el definitivo. Fernando Gago, el técnico, está contra las cuerdas. Juan Román Riquelme, el presidente, está más señalado que nunca. Agustín Marchesin, que pidió el cambio desesperadamente en el final del encuentro para que ataje los penales Leandro Brey, es otro de los hombres marcados en la derrota. Y hasta Edinson Cavani, que se perdió (una vez más) un gol increíble en el final. Cuando Boca estuvo a tiro del triunfo.Entre todos, el más cuestionado hoy, ahora mismo, es el joven conductor. "Es un golpe durísimo, era una ilusión que teníamos, trabajamos para esto. Esto es dolor, bronca... Merecíamos ganar, no se dio. Es un dolor, una tristeza muy grande en el vestuario. Era la ilusión que teníamos. Ahora hay que seguir trabajando y a partir de ahí, seguir creciendo", sostuvo el conductor, golpeado, luego de la durísima eliminación."Hay que seguir compitiendo en cada competencia que tenemos. Se viene el torneo, el Mundial de Clubes y seguir buscando por los próximos objetivos", comentó el DT, que intentó aclarar el cambio de arqueros en el último suspiro del partido. "Lo de Marchesin y el ingreso de Brey... todo se estudia, se trabaja. Lea, en las series anteriores, tenía muy buenos registros. Estaba hablado, podía suceder o no suceder, estaba en cierto punto hablado, pero se decidió en este momento", aclaró.Advirtió, al mismo tiempo, que está seguro, confiado. "Cien por ciento me siento con fuerzas, quiero tener revancha ya. Vamos a seguir trabajando, hoy el equipo me gustó, hasta el último minuto tuvimos situaciones", comentó el DT.Y dejó otras frases con su sello.Penales. "Le pregunté a todos quién se sentía más cómodo, todos estaban predispuestos y a Velasco le tocó el último penal".La gente. "No sirve de nada hablarme al hincha en este momento, el mensaje no sirve de nada. Da bronca, hay que hacerse responsable. Y debemos pensar en lo que viene".Ganar y perder. "Hay que estar convencido, en el fútbol se puede perder. Yo trabajo para ganar".
El Xeneize cayó en la definición por penales ante Alianza Lima por 5-4 en La Bombonera y en las redes no demoraron en aparecer las burlas.El equipo argentino ya no tendrá competencia continental y solo jugará a nivel doméstico, más el Mundial de Clubes.
Hace más de cinco años que Juan Román Riquelme está al frente de la gestión de Boca, cuatro como vicepresidente de Jorge Amor Ameal y un año y dos meses como presidente. El ídolo xeneize enfrenta dos grandes desafíos y ninguno parece sencillo. El primero es deportivo: volver a alzar la Copa Libertadores de América. El segundo, probablemente tanto o más complejo que el anterior, es presentar un proyecto viable y finalmente materializar la ampliación de la Bombonera.El dato llamativo es que luego de 14 meses como presidente todavía no se conoce cuál es esa propuesta. Solo circularon trascendidos respecto a posibles soluciones, pero nada se sabe acerca de algún avance concreto. De hecho desde el club le dijeron a este diario que no hay "ni precisiones ni fechas" de algún anuncio al respeto.El proyecto oficialista parece guardado bajo siete llaves, y solo llegan señales que hacen sospechar que buscan ganar tiempo porque todavía no existe una propuesta definitiva. Solo un ejemplo son las recientes declaraciones del integrante del Consejo de Fútbol, Mauricio "Chicho" Serna, que en una entrevista realizada por El Canal de Boca dejó entrever que el anuncio del nuevo proyecto podría estar muy cerca de hacerse público. "Estoy seguro de que en cualquier momento Román nos va a dar la noticia. Lo noto muy ocupado con el tema de la ampliación. Él quiere que muchos más de nuestros hinchas puedan venir a la cancha", dijo el ex mediocampista sin brindar precisiones. Esa frase del exmediocampista, realizadas a comienzos de diciembre, entusiasmó a los fanáticos del Xeneize, que imaginaron que el esperado anuncio se realizaría el 12/12, el Día del Hincha. No sucedió.Durante la campaña electoral, en la que Andrés Ibarra como Jorge Reale (los otros candidatos) proponían la creación de un estadio nuevo, Riquelme fue contundente y confirmó que no estaba dispuesto a construir una cancha nueva y que la Bombonera, a la que denominó como "el patio" de su casa, seguirá funcionando en Brandsen 805. Por otro lado, afirmó que tras los comicios iba a cruzar la calle Del Valle Iberlucea y se comprometió a charlar personalmente con los frentistas para poder cristalizar el sueño de generaciones de hinchas y dirigentes."Después de ganar las elecciones voy a golpear la puerta de cada uno de los vecinos que tenemos. Ojalá que me atiendan, que me dejen tomar mate con ellos. Le voy a preguntar a cada uno si están dispuestos a vender su casa. Si todos están de acuerdo, agrandaremos la Bombonera. Vamos a hacer un estadio nuevo en el mismo lugar donde está porque esa es nuestra historia", dijo Riquelme, cuando todavía era vicepresidente, en los días previos a las elecciones que lo consagraron como mandamás del club hasta diciembre de 2027.Vecinos en alertaPero Riquelme es en la política parecido a lo que fue en la cancha donde sorprendía a sus rivales combinando cambios de ritmo con frenos que hacían difícil predecir su lógica. Poco tiempo después de asumir el control del club, volvió sobre sus pasos y dijo en una entrevista a ESPN: "Nosotros soñamos con que nuestra cancha sea más grande y que entre más gente. Pero en mi casa me enseñaron que uno no puede prometer algo si es de un vecino. Hasta me choca un poco golpearle la puerta a alguien para que se vaya de su casa. Me causa una rareza y no me pone muy bien".El cambio de frente dejó desconcertados a los vecinos que aguardaban que el presidente de Boca cruzara la calle y les presentara una propuesta concreta, algo que ninguno de los mandatarios anteriores hizo. "Estamos todos a la espera de una negociación que nunca llega. Yo estoy contento donde vivo y no tengo intención de mudarme, pero si mañana me hacen una oferta que me permita mejorar seguramente la acepte, y por lo que tengo hablado con otros vecinos estamos todos en la misma situación", le dice a LA NACION Daniel, que vive en Pinzón al 700 desde hace 30 años, durante un sondeo entre los vecinos que realizó este medio periodístico en febrero de 2025 y en el que se concluyó en que la mayoría de los propietarios están dispuestos a escuchar y evaluar una oferta aunque también manifestaron sentirse cansados de trascendidos que nunca se concretan."Los días de partido no puedo salir de mi casa porque más de un hincha me insulta y me dice que somos unos miserables porque no queremos vender. Es indignante no poder vivir tranquilo en tu propia casa porque ellos se creen los dueños del barrio", se apena María del Carmen, que vive en uno de los departamentos ubicados frente a los palcos del estadio de Boca desde hace 49 años y sostiene que la dirigencia del club nunca se acercó a hacerles una propuesta: "Nos responsabilizan a nosotros, dicen que somos ocupas, que no tenemos los papeles en regla y que no queremos vender. Es todo mentira".La espera continua y las especulaciones crecen porque el hermetismo de Riquelme solo ayuda a que aumente la incertidumbre, mientras que en la otra punta de la Ciudad de Buenos Aires River lleva más de 76 partidos oficiales consecutivos completando la capacidad del estadio Monumental, que supera los 84 mil lugares, lo que ubica a los millonarios como el club de mayor convocatoria entre los 3425 clubes que integran la FIFA de acuerdo al ranking elaborado por Transfermarkt y en el que Boca quedó lejos porque acumula una convocatoria de 55.790 espectadores promedio por partido.LA NACION accedió al detalle de información catastral recopilado por Rubén Lopresti, uno de los vecinos frentistas que llevó adelante numerosas gestiones y reuniones con el resto de los propietarios buscando unificar posiciones para hacer posible el proyecto de Fiori. "Tengo una carpeta firmada por cada uno de los propietarios en la que manifiestan su acuerdo para sentarse a escuchar una propuesta de compra por parte del club", le dice a LA NACION Lopresti, que además se ofrece para negociar en primera instancia y de esa manera dejar claro la voluntad de venta.Los 19 lotes que involucran 67 propiedades se alzan sobre una superficie de 5.195 metros cuadrados (m²) y totalizan 9.766 m² cubiertos de acuerdo con la documentación catastral a la que accedió LA NACION. A partir de la consulta realizada a la inmobiliaria Catanzaro Propiedades, que opera en la zona de Barracas y La Boca, se puede concluir que el valor promedio del m² cubierto en el área lindera al estadio oscila entre 1.000 y 1.100 dólares.A las viviendas, que son mayoría, se le suman tres locales comerciales de merchandising, una parrilla al paso, una pañalera y dos kioscos que seguramente incrementan el valor al que se hace referencia porque en estos casos el valor esta más relacionado con el llamado "fondo de comercio" y no solo con los m² involucrados. Pero una estimación del valor de las propiedades, solo teniendo en cuenta las superficie construida arroja una cifra de alrededor de US$ 11.000.000, un monto que por la magnitud del proyecto no parece un impedimento para avanzar, más allá de las trabas que seguramente se pueden presentar para materializar la compra.Un proyecto que no prosperaEl otro aspecto llamativo, más allá del cambio de opinión de Riquelme y de la falta de información respecto a la solución que estaría planeando, es el desinterés por la que parece ser una alternativa al menos atendible: el Proyecto Esloveno Plus."En enero de 2020, luego de que asume la nueva directiva les presento el proyecto en una reunión en la que estuvieron Jorge Ameal, Mario Pergolini y el arquitecto Carlos Navarro. Román llegó un poco más tarde y después de ver de qué se trataba me dijo apartado del resto: 'Fabi, este proyecto está buenísimo y quiero que sea mío, yo lo quiero llevar adelante'", le cuenta Fabián Fiori, el creador del Proyecto Esloveno Plus a LA NACION. "En ese momento le respondí que estaba dispuesto a ceder todos los derechos de registro por marca, diseño y patentes. No tengo interés de obtener ningún rédito, ni tampoco puse condiciones. Mi sueño es que se amplíe la Bombonera respetando el legado de los que la idearon", explica Fiori, que es empleado de Boca desde hace 27 años y que luego de acompañar al plantel de Primera en el rol de coordinador durante mucho tiempo, hoy cumple la misma función en la Reserva."En 2019 Daniel Angelici se molestó conmigo porque yo comencé a darle difusión a mi idea y el pretendía hacer un estadio nuevo. Por ese motivo me sacó de la Primera y me mandó al Predio de Ezeiza, donde se entrenaba la Reserva. "A Román lo conozco desde 1997 cuando hacía un poco más de un año que había llegado a Boca y yo recién me sumaba al club. Cuando llegó Carlos Bianchi me nombran coordinador del plantel de Primera y ahí nos conocimos en profundidad. Compartimos concentraciones, viajes, entrenamientos y durante mucho tiempo hice de asistente personal de Román, por lo que tenemos una relación de mucha cercanía", cuenta Fiori respecto al trato que aún mantiene con Riquelme.Luego del aislamiento por la pandemia, en 2022 Fiori volvió a presentarle a Riquelme el proyecto, que a esa altura había evolucionado y que ya tenía las características con las que se lo conoce hoy. "Le gustó mucho la propuesta y me volvió a decir que esa era la idea que quería llevar adelante. Le ofrecí regalarle la maqueta 3D que había mandado a diseñar, pero me dijo que la conservara, que nadie la iba a cuidar como yo. En ese momento le insistí con mi intención de renunciar a todos los derechos y me lo agradeció. Después de eso nunca más me volvió a hablar del tema y me cuesta entender el motivo que lo lleva a este silencio incómodo porque tenemos la suficiente confianza para que me diga lo que piensa hacer", sostiene Fiori, que afirma que nunca recibió apoyo económico y que todo el desarrollo lo costeó de su propio bolsillo. "Boca y particularmente la Bombonera son mi pasión. Tengo muchísima información, archivos, revistas y documentación que heredé de mi bisabuelo Ludovico Dollenz, que fue miembro de la comisión directiva fundadora, presidente e historiador del club. Mi único interés es que se respete el legado histórico que representa el estadio y creo que el Proyecto Esloveno Plus es la mejor manera de hacerlo", dice Fiori, enfático. View this post on Instagram A post shared by PROYECTO ESLOVENO® OFICIAL (@esloveno_oficial)El Esloveno Plus es la versión mejorada del Proyecto Esloveno original presentado en 2018 que también fue ideado por Fiori. La propuesta es muy similar al de Bombonera 360, idéntico al diseño original de 1933, que replican las tribunas ubicadas del lado de las vías en el actual sector de palcos. La clave de esta iniciativa, y que la diferencia del 360, es que no requiere la compra de la totalidad de las propiedades ubicadas a un costado del estadio. Alcanza con la primera y segunda línea de casas para alzar las nuevas tribunas que darían la espalda a la calle Del Valle Iberlucea sin modificar la fisonomía del estadio y aumentando significativamente su capacidad. Por otro lado, la idea contempla la posibilidad de mantener la calle haciendo un desvío lo que permitiría mantener comercios, e inclusive ampliarlos instalándolos debajo de la estructura de las tribunas, y de esa manera ofrecer una alternativa a los vecinos frentistas que hoy tienen negocios."El Proyecto Esloveno Plus respeta la historia de la Bombonera y sencillamente es finalizar la obra que inició Viktor Sulcic. El estadio pasa a tener lugar para 90.000 espectadores y se transformaría en el más grande de Latinoamérica; es técnicamente viable y los vecinos ya manifestaron que están dispuestos a escuchar una propuesta del club. Me cuesta entender este silencio porque está todo dado para ir adelante", sentencia Fiori.Algunas de las preguntas que surgen al analizar el andar de Riquelme en referencia a la potencial ampliación del estadio no tienen respuesta: ¿Por qué Riquelme no manifiesta públicamente cuál es su plan? ¿Por qué cambió de parecer respecto a su voluntad de dialogar con los vecinos? ¿Por qué en estos 14 meses desde que asumió como presidente de Boca no cruzó la calle Iberlucea para hablar con ellos, tal como había prometido en campaña?El mundo Boca está expectante esperando una nueva jugada de Román, confiando en que la maestría con la que se manejaba en una cancha de fútbol se repita en su rol dirigencial. Por ahora la solución no llega, los silencios y las dudas se multiplican mientras que los hinchas aguardan ansiosos a que el 10 se decida a explicar cómo planea hacer crecer a la Bombonera.
La dura derrota en el repechaje de la Copa Libertadores dejó al equipo contra las cuerdas.El martes 25 deberá dar vuelta la historia en la Bombonera, para pasar de fase.El presidente se plantó como ya lo hizo con los DTs anteriores, de Russo a Martínez.
El mediocampista rechazó en un principio la posibilidad de volver, pero su salida de Villarreal y una negociación clave terminaron sellando su regreso.
Será el primer argentino en estrenar cuando enfrente a Alianza Lima por la fase previa 2 y con la intención de alcanzar la fase de grupos.Las lesiones castigan la seguidilla que tuvieron los equipos en el arranque del torneo Apertura.
El máximo dirigente del club de la Ribera evitó hablar de las deudas que tenía juan roman riquelme.
Luego de un par de meses sin hablar con la prensa, Juan Román Riquelme rompió el silencio y dio una extensa entrevista en la que tocó todos los temas sobre el presente de Boca. El presidente del Xeneize se refirió a su actual gestión, pero también habló sobre el frustrado pase de Leandro Paredes al club, una de las novelas del verano en este último mercado de pases."Él tiene las puertas abiertas de nuestro club. Sabe todo lo que lo quiero. Nosotros siempre vamos a tener la ilusión de contar con él. Pero renovó con la Roma, entonces... ¿Cómo voy a pensar si puede pasar algo en junio si renovó? Deseo que esté bien y su familia también, si en algún momento se da de tenerlo en el club, seremos muy felices", aseguró en diálogo con DSports.En ese sentido, el ídolo recordó una anécdota del tiempo que compartió plantel con el actual volante de la Roma: "Tuve la suerte de tenerlo de compañero cuando él debutó, cuando me tocó irme, que se decía quién iba a venir a Boca y yo declaré que confíen en él y que le den la oportunidad".Por su parte, en medio de un irregular comienzo de temporada, Riquelme respaldó a Fernando Gago como director técnico del club: "Él está en su casa, está contento. Creo que le pasa lo mismo que a todos los entrenadores del fútbol argentino. Está tratando de competir al máximo, encontrar la forma de jugar y resolver a quién le da descanso o no. Se lo ve contento, disfruta mucho de estar acá, es su club. Más que nadie quiere que el equipo juegue cada vez mejor".Con solo ocho puntos en cinco partidos jugados en lo que va del Torneo Apertura, la máxima autoridad del Xeneize dio su punto de vista sobre el rendimiento del equipo. "Creo que hay partidos en los que Boca tiene momentos buenos y otros que le está costando. Pero cuando vos te ponés a mirar a los otros partidos pasa lo mismo. Son muchos partidos seguidos. Es el comienzo de la temporada y es lógico que esté pasando eso, pero tenemos mucha ilusión. Sabemos que tenemos mucho que mejorar y estamos convencidos de que así será", aseguró.A menos de una semana del duelo por la Fase 2 de la Copa Libertadores ante Alianza Lima -el próximo martes, en Perú, se jugará el primer partido-, esta tarde se confirmó una pésima noticia para el mundo Boca: Edinson Cavani sufrió una lesión lumbar que, si bien no es grave, lo hará perderse el encuentro de ida.Pese a su difícil momento con las lesiones -ya lleva seis desde su llegada al club-, el mandamás se deshizo en elogios hacia el uruguayo, al que calificó como "el mejor extranjero en la historia del fútbol argentino" y dio sus razones: "Una cosa es ser extranjero, venir a Argentina e irte a Europa y volver. Lo han hecho muchas estrellas y, gracias a Dios, hemos disfrutado de muchísimos. Pero no recuerdo que una súper estrella venga de Europa directamente a jugar acá. Está entre los diez goleadores más grandes de todos los tiempos. Tener la suerte de verlo con la camiseta de nuestro club, en la Bombonera, es maravilloso y nos da mucha felicidad", destacó.Además, recordó cómo logró convencer al 'Matador' para que vista los colores xeneizes: "Él quería vivir esta experiencia. Durante cuatro años lo molesté bastante. Él creo que lo ha dicho, quería festejar como festejaba el Manteca Martínez los goles. Lo tenía en su mente. Cuando hablamos por teléfono siempre tuvo la ilusión de venir acá. Nos pone contento a nosotros que está disfrutando mucho... A veces nos repite que por momentos piensa por qué no vino antes. Nos da felicidad", indicó.Su evaluación sobre su gestiónEn el comienzo de su segundo año como presidente de la institución -anteriormente fue vicepresidente de Jorge Ameal-, el ex mediocampista hizo una evaluación sobre su actual gestión y apuntó contra la anterior Comisión Directiva, liderada por Daniel Angelici."Los 'intelectuales' nos dieron el club con deuda y el año pasado hemos entregado el mayor superávit en la historia de nuestro club. Estamos felices desde que La Bombonera esté cada día más linda y de que el Predio (ubicado en Ezeiza) esté tan hermoso como lo está ahora", afirmó.Además, destacó la labor de las inferiores del club y puso como ejemplos a Alan Varela (Porto), Cristian Medina (Estudiantes), "Equi" Fernández (Al-Qadisiyah F. C) y Valentín Barco (Racing de Estrasburgo), quienes debutaron en su anterior gestión."Alan Varela ha hecho el camino correcto, jugó más de 100 partidos con la camiseta de nuestro club y alternó momentos buenos y malos, pero hoy está en Porto y en la mira de grandes clubes de Europa. Medina ha jugado bastante con la camiseta de nuestro club. Equi Fernández y Barco no han jugado tanto y espero que se puedan adaptar de la mejor manera posible al fútbol europeo cuando les toque", concluyó.
Giorgian De Arrascaeta, futbolista del Flamengo, contó cómo fue el encuentro con el Loco para jugar en su selección.El rosarino le puso como ejemplo su relación con el ídolo de Boca, que se quedó afuera del Mundial 2002."Si Riquelme no jugaba, yo estoy en el horno", dijo el uruguayo.
El presidente de Boca, Juan Román Riquelme, había prometido como una de sus propuestas de campaña al momento de las elecciones la ampliación del estadio "La Bombonera" y parecería indicar que el proyecto estaría encaminado.
Es 9 de mayo de 2012 y en el estadio Santa Laura, a dos horas del inicio del partido, ya no cabe un alfiler. Tras caer por 2-1 en Buenos Aires, Unión Española recibe al Boca de Julio Falcioni en el partido de vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores. Sin embargo, la ilusión de todo un pueblo dura solo unos minutos. Majestuoso como la Cordillera, Juan Román Riquelme firma una de sus actuaciones más descollantes con la camiseta azul y oro. Con dos asistencias y un golazo inolvidable, el ídolo mete a Boca entre los ocho mejores de América y alcanza a Martín Palermo como el máximo anotador xeneize en la historia de la competencia. Detrás de uno de los arcos, Carlos Palacios disfruta en vivo y en directo de una clase magistral del ídolo, por quien eligió la posición de enganche y al que intenta emular cada fin de semana con los colores de la camiseta naranja de la Escuela Recoleta Chacabuco, en las afueras de Santiago de Chile, donde dio sus primeros pasos. Casi 13 años después, el exdelantero de Colo Colo convirtió su primer gol con los colores de Boca y, fanático del 10, colocó sus manos detrás de sus orejas y emuló el famoso festejo del Topo Gigio de frente al palco donde se encontraba el presidente. Ovacionado por la hinchada, el chileno vivió una soñada noche en la Bombonera y mostró credenciales de jugador distinto cuando Boca más lo necesitaba. ¿Nace un idilio con el hincha?Carlos Alonso Enrique Palacios Núñez nació el 20 de julio del 2000 en el humilde barrio de Renca, en la zona norte de Santiago. Criado en un hogar de bajos recursos, hijo de un albañil, Carlos, y de Jacqueline, ama de casa, el hermano menor de Valerie Carlos supo desde muy chico que deseaba jugar al fútbol. Y aunque creció hincha de Colo Colo, en tiempos de Matías Fernández y Jorge Valdivia, fue Riquelme, un argentino, su espejo y modelo a seguir.Jaime Carreño es quien más conoce al actual delantero de Boca. Formador y descubridor de talentos, fue quien llevó a Carlos a Unión Española tras un frustrado paso por las juveniles de la Católica. El Pastor, como lo apodan en Chile, da fe de la idolatría de Palacios por Román: "Cuando lo traje al club, a sus 13 años, él ya tenía cosas de Román. Y siguiendo de cerca sus movimientos asimilé que él imitaba los movimientos de su ídolo. Tenían maneras muy parecidas de jugar. Carlos era un poco remolón, quizás no tenía el despliegue físico que uno espera para un volante, pero lo suplía con su técnica para pisar la pelota. La ponía debajo de la suela y la cubría como Román. Y le pegaba muy bien en los penales y los tiros libres, con una calidad tremenda. Hacía todo lo que hacía Riquelme", cuenta Carreño en charla con LA NACION.Palacios llegó a Boca justamente por pedido de Román, quien le echó el ojo en los duelos entre el Xeneize y Colo Colo por la fase de grupos de la Libertadores 2023. Guapo, encarador y con grandes aptitudes técnicas, el exInter y Vasco da Gama se ganó rápidamente un lugar entre los 11."LA DEL DEBUT ME LA PIDIÓ ROMÁN APENAS TERMINÓ EL PARTIDO". Carlitos Palacios habló luego de la victoria con golazo incluido vs. Huracán y reveló un detalle con Riquelme. ð??¹ @ElCanaldeBoca pic.twitter.com/LGwTAV9eqW— SportsCenter (@SC_ESPN) February 3, 2025"Carlos fue siempre un chico muy callado, muy introvertido. Haber compartido plantel con jugadores como Arturo Vidal o Bryan Cortés (histórico arquero del Cacique) hizo que forjara la personalidad que hoy día demuestra en Boca. En otro momento hubiese sido impensado que festejara un gol haciendo el Topo Gigio. Porque él amaba a Riquelme, pero no lo vociferaba, se lo guardaba para él pese a que lo decía todo con su juego. Me pone muy feliz que Carlos logre cumplir sus sueños. El hincha de Boca lo va a disfrutar. Futbolísticamente, tiene la esencia de Juan Román Riquelme", apunta Carreño.En su paso por Colo Colo, Palacios se potenció físicamente e incorporó nuevas herramientas a su amplio espectro de cualidades. Dirigido por Jorge Almirón, el chileno por el que Boca invirtió 4,8 millones de dólares le agregó dinámica y velocidad a su juego y se transformó con el tiempo en jugador de toda la cancha, inteligente para hallar los espacios y dueño del equipo y de las pelotas paradas.Ante Huracán se vio la mejor versión en Boca del atacante de 24 años, en especial en la segunda mitad, cuando convirtió uno de los goles más lindos de las primeras fechas del Apertura: dejó correr para Merentiel, recibió el pase del uruguayo y definió de primera al palo más lejano del arquero Galíndez.El golazo de Palacios en Boca vs. Huracán"Román me llamó y me molestó un poco por el tema del gol, me dijo que había sido de suerte", contó Palacios después del partido. "Veía cuando Román hacía los goles en Boca y celebraba de esta manera, así que cuando pasó la euforia miré hacia arriba y le hice el Topo Gigio. Él luchó mucho para que yo esté acá, creo que más de un año. Estoy muy agradecido de jugar en el club más grande del mundo y él fue quien lo hizo posible", contó el 8 que juega de 10.A los 15 años, Palacios estuvo a punto de dejar el fútbol porque el técnico de su categoría no le daba los minutos que deseaba. Finalmente, el apoyo de su familia lo empujó a intentarlo una vez más. Fue un momento duro, porque los vicios y las malas juntas estaban literalmente a la vuelta de la esquina. Su espíritu de supervivencia lo llevó a volver al club y a los 17 debutó en Primera. Alternó buenas y malas y buscó continuidad en Porto Alegre, pero tampoco la logró. Y tras un muy buen semestre en Vasco retornó al Cacique para afianzarse definitivamente.Aplausos de la gente en La Bombonera para el chileno Carlos Palacios.ð??ºð??¦ð??· ESPN Premium | Suscribite al Pack Fútbol -> https://t.co/WWEUah1DBPpic.twitter.com/z7xgHbg8Fr— ESPN Argentina (@ESPNArgentina) February 3, 2025"Carlos tuvo algunos bajones al comienzo, pero nunca bajó los brazos. Cuando no era considerado en el plantel superior metía de a dos o tres goles por partido y enseguida se ganaba otra chance. Y entonces ponía en problemas a los técnicos de turno", recuerda su mentor, quien le ve condiciones para triunfar en el Xeneize: "Por características y por su amor por Riquelme, es un jugador para Boca; no para River ni para ningún otro equipo".Palacios se metió rápidamente en el 11 ideal y se convirtió en una pieza clave para el esquema del Xeneize, que puso fin a su racha negativa y se acomodó en la tabla gracias al tanto del chileno frente a Huracán. Palacios, dijo, guardará de recuerdo la camiseta de su primer gol. La del debut ante Argentinos fue a parar al museo de Riquelme, por expreso pedido del presidente. Del ídolo que le cumplió el sueño de gritar un gol en la Bombonera.
Hace más de tres décadas, solía ser titular en el lateral izquierdo de la defensa. Durante casi cuatro años, Carlos Mac Allister se destacó en Boca y estuvo cerca de llegar al Mundial de Estados Unidos 1994. Tras su retiro, se dedicó a la política; fue diputado nacional del PRO por La Pampa, y secretario de Deporte durante la gestión de Mauricio Macri. Este jueves, en declaraciones a radio Rivadavia, el 'Colo', como se lo conoce a Mac Allister, cargó con todo contra Juan Román Riquelme, el actual presidente de Boca."Creo que Boca ha vendido todas las joyas y se ha quedado con jugadores grandes. Me parece que, de todos los libros de pases que hizo Riquelme, éste es el mejorcito. Pero los libros de pases anteriores fueron muy malos. Me parece que Riquelme fue sin duda el mejor jugador de la historia de Boca, pero en la historia que conozco, de 1992 para acá, ha resultado ser el peor presidente", destacó Mac Allister en declaraciones a La Oral Deportiva. "Como jugador, Riquelme ganó todo, fue decisivo, tuvo un papel preponderante. Pero como presidente, si vinieron 40 jugadores (al club), en los primeros 30 le erró. Y es muy fuerte para cinco o seis personas (en alusión al Consejo de Fútbol) que han jugado tanto al fútbol. Creo que se vendieron los mejores jugadores, de 20 o 21 años que le podían dar un montón a la institución, que se fueron con 10 o 15 partidos en primera, y nos quedamos con jugadores grandes. Eso fue muy malo para el club. Ahora, este libro de pases ha sido el mejorcito", remarcó el exlateral.Mac Allister destacó que "los presidentes que entienden de dirigencia no suben a los micros. Las cosas se hablan antes o después", en alusión a una ocasión en la que Riquelme, durante la gestión del DT Sebastián Battaglia, interrumpió la salida de los jugadores en el ómnibus para hablar con ellos después de un partido. "Los dirigentes toman decisiones cuando se abren y se cierran los libros de pases, es en esos momentos. Una cosa es cuando sos futbolista, y otra cosa es ser dirigente. Me tocó ser Secretario de Deporte de la Nación, con 400 personas a cargo, y yo sabía que debía tener determinadas formas, determinados manejos, tomar decisiones, saber comunicar", insistió.En la misma charla Mac Allister dijo que "estar preparado no significa ir a la universidad. Hay que saber rodearse de gente que sepa en su sector. No hay que ser necio, hay que ser abierto, responsable, saber escuchar. A veces uno llega a un determinado lugar y no sabe absolutamente todo, pero sí escucha a los que están hace 20 o 30 años, se rodea de los mejores y eso es fundamental para pensar en una institución grande". "La realidad de Boca hoy es que se ha quedado en el tiempo, con lo cual retrocede, porque el mundo avanza a mucha velocidad, y nosotros estamos en el mismo lugar hace ocho años. En ese lapso River hizo un estadio a nuevo, un predio, ganó títulos internacionales. Es la realidad. Tenemos que cambiar. Queremos otra vez ser el mejor club del mundo en el ranking FIFA, como lo hemos sido", señaló Mac Allister, de 56 años, es además padre de tres futbolistas, Alexis -campeón del mundo en Qatar-, Francis y Kevin. Alexis, antes de emigrar a Europa -actualmente juega en Liverpool-, también jugó en Boca.Carlos Mac Allister surgió en Argentinos Juniors y en agosto de 1992 llegó a Boca, donde fue campeón del Torneo Apertura de ese año y también ganó la Copa de Oro Nicolás Leoz un año después. Salió del club cuatro temporadas después, meses antes del debut en primera de Riquelme, a fines de 1996. Y en este contexto, recordó: "Vino (Carlos) Bilardo y me dijo una mañana que no me tenía en los planes y a la tarde fui y rescindí el contrato. Hoy digo qué boludo que fui, más allá de que después pude jugar en Racing y en Ferro. Porque Fabra esperó, estuvo un año y medio sin jugar, y ahí está, de nuevo es titular".
Defensa y Justicia goleó por 5-0 a Aldosivi como visitante, en un partido de la jornada 2 del Torneo Apertura. Para el Halcón de Florencio Varela los goles fueron marcados por Aarón Molinas (a los 4, 49 minutos), Gastón Togni (a los 25 minutos), Juan Miritello (a los 68 minutos) y Abiel Osorio (a los 84 minutos). El resultado sorprendió y fue un golpe para el Tiburón, que disputaba ante sus hinchas el primer partido como local luego de su regreso a la máxima categoría del fútbol argentino. Además, fue la segunda caía de Aldosivi en el certamen, ya que en el debut había perdido ante Central Córdoba por 1-0, en un encuentro polémico en Santiago del Estero, porque le anularon mal un gol por una supuesta mano que no existió.La gran figura del partido fue Aaron Molinas. El enganche surgido de las divisiones inferiores de Boca jugó un partido completo y anotó dos goles. Curiosamente, respondió a uno de los pedidos de Juan Román Riquelme cuando estaba en la Ribera."La figura fue el equipo. Me sentí bien y siempre es bueno convertir goles, pero me voy contento porque todo el equipo jugó bien. Conseguimos una victoria que vinimos a buscar y nos da ánimo de cara a lo que viene", dijo Molinas tras el partido en Mar del Plata.Lo mejor del partido"Aaron tiene muchas condiciones, pero nosotros le exigimos que pise más el área y que patee más al arco. Le tiene que agregar gol a su juego", había dicho más de una vez el actual presidente xeneize, sobre todo cuando Molinas tenía sus primeras experiencias como titular de la mano de Sebastián Battaglia.Mientras estuvo en Boca, Molinas jugó 47 partidos (21 de ellos como titular) pero no pudo convertir goles, más allá de destacarse con buenas jugadas con sus socios de ese momento, Exequiel Zeballos y Luis Vázquez. "Agradecerles a todas las personas del club... me llevó muchos amigos a los que quiero mucho. Me voy feliz de haber disfrutado mucho, de poder cumplir el sueño de debutar y jugar en la Bombonera con la camiseta de Boca. Seré un bostero más alentado desde donde esté", publicó en sus redes sociales en enero de 2024. Molinas este jueves fue la gran figura del Halcón y jugó como le exigía Riquelme: pisó el área atacando el espacio como centrodelantero y convirtió el 1-0 resolviendo con un toque de primera un centro desde la izquierda de Alexis Soto, lateral izquierdo de Defensa y Justicia. Iban apenas 4 minutos de la primera etapa.Pero su mejor gol lo convirtió en el segundo tiempo. La jugada nació de un saque de arco largo de Enrique Bologna, Molinas recibió como volante izquierdo, tiró una pared con Togni, que le devolvió la pelota de taco, con un gran gesto técnico y Molinas sacó un remate desde 24 metros que venció la resistencia del arquero Carranza.Aaron Molinas fue clave en la negociación por el pase de Lautaro Blanco a Boca Juniors. El Consejo de Fútbol xeneize consiguió el pase del lateral izquierdo que provino de Elche, de España, a cambio del 50% del pase del enganche. Eso se resolvió en los primeros días de enero de 2024.Molinas ya había mostrado sus cualidades en un golazo que le hizo también con un remate dede afuera del área a Boca, el 21 de julio pasado, en Florencio Varela.Otro que se destacó en el 5-0 de Defensa ante Aldosivi fue Gastón Togni, con una media vuelta de derecha (pese a ser zurdo) y desde muy lejos a los 24 minutos de la primera etapa que sorprendió a Jorge Carranza para poner el partido 2-0.Cada error fue aprovechado luego por el visitante, que tras sentirse frustrado en el debut ante Banfield por la derrota por 1-0 (gol de Nasif y además penal que Sanguinetti le había desviado a Juan Miritello) se pudo recuperar con un resultado muy abultado. Incluso el 9 pudo tomarse revancha y anotarse en el marcador: anotó el 4-0 con una arremetida sobre el punto penal.El último gol lo convirtió Abiel Osorio, exdelantero de Vélez. El local tuvo un par de chances para convertir en la primera etapa, pero respondió bien Bologna.
El volante de la Roma quiere zanjar las diferencias económicas y retornar ahora al "Xeneize". Con la venia del jugador, ahora desde la Ribera deberán acordar con los italianos.
El mediocampista debe resolver su situación en el club italiano, donde juega como titular.Ya habló con Román y el deseo de volver está pero cuesta llegar a un acuerdo.El libro de pases se extendió algunas semanas y hay tiempo para seguir negociando.
La Academia acordó el pase con San Telmo y Peñarol, donde jugó la última mitad del 2024.Ya se hizo la revisión médica y este lunes estampa la firma.
Luego de la goleada por 5 a 0 ante Argentino de Monte Maíz por la Copa Argentina, Boca presentó a sus refuerzos. Y Juan Román Riquelme descubrió en sociedad a uno de los primeros que llegó para esta temporada. Se trata de Carlos Palacios, que arribó a fines del 2024, pero recién pudo debutar este año. El chileno se mostró ansioso por jugar y contó cuál es el sueño suyo y de todos los futbolistas del plantel.El Xeneize había informado a través de sus redes la llegada del futbolista de 24 años el 14 de diciembre último. Sin embargo, recién para el inicio de esta temporada comenzó a tener acción. Boca pagó US$4.800.000 dólares por el volante, el 50% de esa suma fue para Colo Colo y el restante para Vasco Da Gama, dueño de la otra mitad.Palacios habló en conferencia de prensa y expresó lo que significa jugar en el Xeneize. Pero primero fue presentado por Juan Román Riquelme, que mencionó: "Estoy muy feliz de que el señor al fin va a jugar con la camiseta de Boca, para mí es maravilloso, hemos intentado más de un año y podemos estar contento, él quería jugar en este club, hizo mucha fuerza para estar acá y deseo que disfrute muchísimo y que la gente de Boca lo pueda disfrutar".Tras la palabra del ex N° 10, llegó el turno del chileno, que contó todo lo que tuvo esperar para llegar a su nuevo equipo: "Fue largo todo, pasaron dos mercados en los que tenía ansias de cosas nuevas, de proyectos nuevos y quería venir a jugar acá. Es algo inolvidable, que no tiene precio, por suerte puedo jugar acá y los dos primeros partidos me sirvieron muchísimo y ya estoy disfrutando"."JUGAR ACÁ ES ALGO INOLVIDABLE, ALGO QUE NO TIENE PRECIO"Carlos Palacios mostró su alegría de llegar a Boca #Suscribite y viví el Torneo Apertura 2025 por TNT Sports ð??? https://t.co/rq6sQOrFik pic.twitter.com/iNINhyLdPE— TNT Sports Argentina (@TNTSportsAR) January 23, 2025Sobre el significado de actuar en el estadio de Boca, se mostró ansioso de poder cumplir con ese deseo: "Maravilloso. Nunca pude entrar como jugador a la Bombonera, me tocó ir el último partido con Independiente que fui a ver y fue una locura, ayer estaba ansioso por jugar y espero jugar el domingo por primera vez y quedarnos con los tres puntos que es lo más importante".Desde que era chico Palacios sigue a Boca y reveló una intimidad: "Tengo un sobrino argentino fanático de Boca. Él me presionaba para que viniera, ahora se quiere venir a vivir conmigo". Luego, agregó: "Íbamos al estadio cuando Boca jugaba en Chile, yo era chico, yo tenía 11 o 12 años".El jugador comenzó a vivir lo que es el Mundo Boca y contó qué fue lo que más lo sorprendió: "La gente. La locura que traspasa Boca no tiene precio. A veces llego a las siete y media de la mañana al entrenamiento y hay 30 personas afuera y es una locura. Lo que vivimos en San Nicolás y Santa Fe, también. Eso me tocó porque había muchos niños, todos tienen el mismo sueño, el de vernos campeones. Y mi sueño es ganar la Libertadores y con el grupo que hay no está tan lejos".Por último, manifestó cuál es el gran objetivo que tienen como plantel: "Todos tenemos el sueño de ganar la Copa Libertadores, creo que es lo máximo que hay acá en América, todos vivimos con ese sueño y tenemos las ansias de empezar a jugar y de obviamente hacer el mejor papel posible", cerró.Quién es Carlos PalaciosCasi una prioridad, en el pase de Palacios a Boca había un filtro algo más difícil que superar por parte del dirigente y su Consejo de Fútbol: Fernando Gago, el entrenador que eligieron hace pocos meses y el cual ostenta una forma de trabajo en la que evidencia querer tener injerencia para decidir los refuerzos. Pese a esto, le pusieron el nombre sobre la mesa y, muy conforme, dio el visto bueno de su arribo. Por eso, la directiva desembolsó U$S 4.800.000.Carlos Alonso Enrique Palacios Núñez nació el 20 de julio del 2000 (24 años) en Renca, una comuna perteneciente a Santiago. Como manifestó en la conferencia de prensa, Boca fue el equipo fuera de su tierra que más lo desveló. De hecho, en medio de este revuelo azul y oro, empezaron a filtrarse perlas de su pasado: una foto junto a Agustín Orion (arquero boquense de 2011 a 2016) en una de las excursiones coperas del club en Chile. Y las cosas que tiene el destino hicieron que, en ciertos puntos de su momentáneo recorrido, protagonistas de la entidad de la Ribera le aparecieran y fueran clave.A los 12 años llegó a Unión Española, su primera experiencia. Se formó y allí produjo su debut, en febrero de 2018: nada menos que Martín Palermo, el máximo goleador en la historia xeneize y el entrenador de aquel tiempo, le dio la posibilidad en la primera categoría. Tras tres temporadas en las que su crecimiento fue notorio (le valió, al mismo tiempo, una sorpresiva convocatoria a la Copa América 2021), el fútbol brasileño se interesó, aunque fue todo para el olvido.Primero, Internacional, de Porto Alegre, se arrimó tímido y pidió una cesión de un año, pero aun haciéndolo participar alternadamente y con puñados de minutos, creyeron conveniente comprar su ficha. Algo debía tener esa "Joya", su apodo de hace años. Sin embargo, a los pocos meses, se arrepintieron y lo transfirieron a Vasco da Gama. Parecía una nueva posibilidad, pero llegar a un club que estaba en la Serie B -incluso- no facilitó apariciones más frecuentes: participó de 59 encuentros entre ambos clubes, pero acumuló un total de 2.323 minutos (contra 5.310), apenas un gol y cuatro asistencias.Boca es todo un desafío, entonces. Ir al extranjero y lucirse como lo hizo en Chile es una cuenta pendiente para Palacios. Es que, a comienzos de 2023 (apenas seis meses después), Colo Colo fue a rescatarlo, aunque con la misma modalidad de, primero, analizarlo: un préstamo de un año que, finalmente, se transformó en la compra de una parte de su pase para ser socios junto a los cariocas. Se soltó. En 2023 tuvo más minutos que en su año y medio en Brasil y recuperó el nivel: trece tantos y cinco pases para el gol, con el adicional de ser campeón de la Copa chilena.Para comenzar este año se encontró con un nuevo entrenador: Jorge Almirón, poco después de perder la final de la Copa Libertadores en Boca, le dio más protagonismo, fue su figura y potenció lo que venía insinuando. Convirtió en 13 ocasiones y asistió en otras once en 42 compromisos. Juntos, en el último noviembre, metieron un doblete: el campeonato local y la Supercopa de Chile ante Huachipato.
En el país de los campeones del mundo, una de las grandes fábricas de futbolistas de Argentina no recibe visitas de fanáticos, colegios ni público en general. Tampoco ofrece experiencias exclusivas para grupos de turistas. A la vera del Camino Presbítero González y Aragón, en medio de una zona de bosques, lagunas y reservas forestales, un modesto portón de rejas azules da la bienvenida al Centro de Entrenamiento Boca Juniors, más conocido como "Boca Predio", el famoso complejo del partido de Ezeiza donde nacen, crecen y se desarrollan muchos de los talentos del fútbol argentino. En 2014, su construcción demandó una inversión de 9,5 millones de dólares. Solo en 2024, el club embolsó ocho veces esa cifra gracias a las ventas de cinco juveniles de la cantera. LA NACION tuvo acceso VIP al sitio donde Boca realiza su pretemporada de verano y donde cientos de chicos alimentan cada día el sueño de llegar a Primera.Una bandera argentina, otra de Boca y una tercera con la insignia de AFA flamean en lo alto del ingreso principal, donde decenas de hinchas y periodistas aguardan desde muy temprano por la llegada de los futbolistas. Es que, a partir de 2021, el plantel profesional xeneize dejó de entrenarse en Casa Amarilla para instalarse definitivamente en el predio, con la idea de que los más grandes sean un reflejo para los más chicos y los técnicos de Primera sigan de cerca a las principales promesas de la cantera. Además, se busca instrumentar una misma metodología de trabajo en todas las categorías que se entrenan allí. Al inicio de la gestión, por caso, Juan Román Riquelme ordenó que cada una de las divisiones debían jugar con un enganche."No es casualidad que tres de los cinco técnicos que trajo Román hayan tenido un paso por inferiores", destaca Diego Soñora, cuatro veces campeón con Boca (Recopa 1990, Copa Master y Apertura 1992, y Recopa 1993) y coordinador adjunto de las juveniles del Xeneize. Sebastián Battaglia, Hugo Ibarra y Diego Martínez fueron los técnicos elegidos por Riquelme que dieron sus primeros pasos como DT de las inferiores, mientras que Fernando Gago, el entrenador actual, llegó a Boca con 9 años e hizo todo el camino en el club hasta su ansiado debut en Primera. Gago también está involucrado en el proyecto: en sus primeros días al frente del plantel visitó a los chicos de la novena división y les prometió una camiseta firmada por los jugadores en caso de que ganaran su partido por tres goles de diferencia.La recorrida por el predio incluye varias paradas obligadas. Las 13 canchas (12 de césped natural y una artificial), los vestuarios, el jacuzzi, el comedor del primer piso y la moderna sala de prensa donde se graba el contenido para las redes del club y se presentan algunos refuerzos. Lindero al Aeropuerto Internacional de Ezeiza, el complejo está construido en su totalidad sobre una superficie de 40 hectáreas, de las cuales la mitad corresponden únicamente a los campos de juego. El Boca Predio es un 50% más grande que La Masía y tres veces más grande que el River Camp. Cuenta además con consultorio médico, sala de nutrición, gimnasio de última generación, SUM, sala de reuniones, administración y oficinas para directivos, videoanalistas y miembros del Consejo de Fútbol. A su vez, se está construyendo un 14º campo de juego y un gimnasio más modesto exclusivo para las categorías menores, ya que, entienden en el club, puede resultar contraproducente que un chico de 14 o 15 años tenga las mismas comodidades que un jugador de Reserva o Primera División.El lugar tiene su historia y deja en evidencia la tirantez que existe desde siempre entre el macrismo y Juan Román Riquelme. El 11 de junio de 2014, un mes después del último partido del ídolo con la camiseta azul y oro, Daniel Angelici y Carlos Tevez presentaron el comienzo de las obras sobre el terreno que le fuera concedido al club por 30 años, extendible a diez más. A esas alturas, las diferencias entre el capitán y el presidente de Boca parecían conducir al abismo. Y si algo faltaba para tensar la relación entre ambos eso fue que Angelici eligiera al Apache, otro ídolo del Xeneize, para anunciar la colocación de la piedra basal. Poco después, el 10 rechazó la oferta de renovación del presidente y acordó su retorno a Argentinos, donde jugaría hasta fin de año. En 2017 fue inaugurado, y si bien la idea inicial era que se lo bautizara como Predio Mauricio Macri, fue el propio exdirigente quien pidió evitar ese reconocimiento, "para evitar el personalismo y los mesianismos". Finalmente, en 2019, el trinomio Ameal-Pergolini-Riquelme arrasó en las elecciones en Boca y Román edificó su propio imperio en el complejo deportivo de Ezeiza.Caminar por el predio es como sumergirse en el túnel del tiempo: a cada metro que se avanza, la presencia de una gloria permite revincularse con las mejores épocas del club. Juan Román Riquelme, Blas Giunta, Diego Soñora, Walter Pico, Marcelo Delgado, Mauricio Serna, Antonio Barijho, Raúl Cascini, Juan Clemente Rodríguez, Pablo Ledesma y Daniel Díaz son algunos personajes centrales de la historia del club que se entremezclan entre el pasado y el presente, unidos por un destino común. View this post on Instagram A post shared by Boca Juniors (@bocajrs)El primero en llegar al predio es justamente Soñora, coordinador adjunto de las inferiores del club. "Chiche tiene las llaves", bromea Blas Giunta, el coordinador general. Con Riquelme como supervisor general, la otra pata de la mesa es Diego Cinello, quien se encuentra a cargo de la coordinación de los preparadores físicos. Cinello también tiene su historia con Boca: fue empleado del club en tiempos de Alfredo Altieri, discípulo de Julio Santella que trabajó exitosamente en la recuperación de Martín Palermo cuando se cortó los ligamentos cruzados en 1999, previo a su regreso triunfal ante River. Cinello integró además el cuerpo técnico de Raúl Cascini y el Chelo Delgado en Los Andes, durante la corta estadía de los exBoca en el banco de suplentes milrayitas.La grilla de entrenadores de inferiores la completan Silvio Rudman, Matías Giménez, Joel Barbosa, Martín Andrizzi, Matías Arce, Mauro Navas y Enrique Álvarez (el único que no jugó en el club), mientras que otros dos exBoca dirigen en infantiles: Nahuel Fioretto y Claudio Benetti, aquel volante cordobés que se ganó un lugar en el corazón de los hinchas por su gol a San Martín de Tucumán que valió el título del Apertura 92. Entre los exfutbolistas del Boca Predio suman más de mil partidos en el club, más de 100 goles, y casi 40 vueltas olímpicas.Los jueves de cada semana uno de ellos brindan una charla explicativa en la sala de prensa en las que cuenta el trabajo realizado en los entrenamientos y jugadas específicas de los partidos, apoyando su presentación con imágenes editadas en video. Con LA NACION como invitado, esta vez es el turno del Chipi Barijho, que se divierte en su rol de docente y hace chistes ante los presentes antes de exponer frente a Giunta, Soñora y el resto de los entrenadores y ayudantes del campo. La camaradería es palpable: uno de los que escuchan pide volver a poner la imagen para que todos miren cómo el Chipi, al costado del campo de juego, sigue toda la acción a la par y termina celebrando el gol como un hincha más. Todos lanzan una carcajada."Para los chicos es clave convivir con exjugadores como el Chipi, el Cata (Díaz) o Clemente (Rodríguez), que ganaron todo con este club. Si bien la mayoría somos muchachos grandes, ellos te buscan en Internet y al toque te sacan la ficha", destaca Giunta. "Siempre les digo a los chicos: '¿saben lo que hubiese dado yo por haber tenido todo esto? Disfruten de estar acá porque no existe otro club que les dé estas comodidades'. Por algo son tan buscados los jugadores que surgen del club. Cuando yo dirigía en la B y cuando me ofrecían un chico de Boca, enseguida decía que sí, ni siquiera lo dudaba", agrega.El predio comienza a poblarse a partir de las 8. Chicos de diferentes edades y puntos de Buenos Aires arriban en autos particulares, combis y micros con recorridos fijos que Boca pone a disposición para aquellos que no tienen la posibilidad de trasladarse por sus medios. Allí, además de con sus amigos, compartirán la mañana con estrellas mundiales como Edinson Cavani, Marcos Rojo, Sergio Romero y el propio Gago.Familiares y representantes de jugadores tienen prohibido el acceso a las prácticas. Sí, en cambio, se les permite ingresar en los días de partido. Para brindarles mayor comodidad a los padres mientras los chicos se entrenan en el predio, el club proyecta unificar las dos tribunas de la cancha principal y construir debajo una confitería. Y también habrá más dormis (hoy hay ocho, utilizados mayormente por los empleados) para quienes viajen desde el interior del país a realizar alguna prueba. Y se barajó la posibilidad de sumar una escuela, pero entendieron que no era sano para los chicos permanecer tanto tiempo en el predio.Desde la asunción de Riquelme como directivo, a 40 juveniles de entre 17 y 21 años se les hizo realidad el sueño de debutar en Boca. En números, uno más que en los ocho años de Angelici, pese a que 13 de esos juveniles fueron promovidos a causa del aislamiento obligatorio del plantel profesional, tras la pelea cuerpo a cuerpo con jugadores de Atlético Mineiro, luego la eliminación por penales en los octavos de final de la Copa Libertadores 2021. Joaquín Ruiz, volante de 18 años, fue el primero en sumar minutos bajo la conducción técnica de Fernando Gago; en tanto que Camilo Rey Domenech, mediocampista que jugó el Sudamericano Sub 17 de 2024, realiza la pretemporada con Primera.El reconocimiento es internacional. En noviembre de 2024, el observatorio de fútbol del Centro Internacional de Estudios del Deporte (CIES) destacó a las inferiores de Boca como una de las más prestigiosas del mundo. El organismo con sede en Suiza evaluó la cantidad de futbolistas en actividad formados por clubes que participan de las 49 ligas más relevantes del planeta, y ubicó al Xeneize en el segundo lugar de ese ranking (93 jugadores), muy cerquita del líder Benfica (94). Casualmente, ambos clubes se cruzarán en la etapa de grupos del próximo Mundial de Clubes."Cuando vemos jugar a los chicos lo primero que evaluamos es la técnica individual. Aunque sean flaquitos o chiquitos de estatura, sabemos que físicamente se los puede potenciar. Lo más difícil de encontrar, y más en estos tiempos, en que todo es más mecanizado, son jugadores con buena técnica", sostiene Giunta. "El objetivo de los captadores y los entrenadores es descubrir y formar jugadores talentosos. Tiempo atrás se le prestaba mucha atención a las condiciones físicas de los futbolistas. Si un defensor medía 1,80 y le pegaba de punta y para arriba, superaba cualquier prueba. Hoy el fútbol cambió. Todos atacan y todos defienden. Y entonces todos deben saber jugar y también desenvolverse en la marca. Román hace mucho hincapié en ese sentido: para jugar en Boca el jugador tiene que ser talentoso", añade Soñora.A pocos metros del ingreso al predio se encuentra la sala de Nutrición, a cargo de la licenciada Florencia Minghetti. La alimentación es un factor fundamental para el desarrollo del futbolista. Como muchos chicos provienen de hogares humildes, el primer paso es adaptarlos nutricionalmente al peso y la contextura física propia de sus edades. Eso se logra con un plan personalizado, dietas especiales y suplementos para aquellos casos en los cuales los chicos no llegan con una base sólida. Una vez que alcanzan la condición adecuada, el acompañamiento nutricional es acorde a sus edades, ya que aún continúan en etapa de crecimiento.Mientras los chicos de la séptima categoría hacen fila ante la oficina de Minghetti para retirar su suplemento personalizado y su hidratación, pasa Barijho, su DT. Los mira, se ríe y grita: "Estos no son mis chicos, ¡son mis guerreros!", y sigue su camino.El 100% de los jugadores desayuna y almuerza en el club, junto a los coordinadores, cuerpos técnicos y ayudantes de cada categoría. De un tiempo a esta parte, y por iniciativa de Riquelme, una vez que los chicos desalojan el salón los empleados del predio reciben la misma vianda y comen en el mismo lugar que los jugadores de inferiores, y de manera gratuita.Doce DT, seis preparadores físicos, dos nutricionistas, cuatro médicos y un psicólogo conforman la base del fútbol juvenil de Boca. Y a ellos hay que sumarles el staff de videoanalistas y quienes ayudan a los juveniles a realizar sus tareas escolares. "La formación de los chicos va mucho más allá de lo que sucede en el campo de juego, la preparación es integral en todos los aspectos", detalla Soñora. Chiche es una de las cabezas del proyecto que tuvo su punto cumbre entre julio y septiembre de 2023, con la obtención de la Copa Libertadores y la Copa Intercontinental Sub 20, con jugadores hoy profesionales como Lautaro Di Lollo, Mauricio Benítez y Jabes Saralegui.Todo se sostiene desde los números. En 2024 Boca vendió a cinco jugadores de inferiores por más de 72 millones de dólares: 10 por Valentín Barco al Brighton de Inglaterra, 21 por Aaron Anselmino al Chelsea de la Premier, 20 por Ezequiel Fernández al Al-Qadisiyah de Arabia, 6,8 (más 500 mil en bonos) por el 80% de Luca Langoni al New England Revolution de Estados Unidos y 15 por la partida de Cristian Medina a Estudiantes de La Plata, vía el grupo empresario del estadounidense Foster Gillett. Si bien Boca suele invertir fortunas en jugadores grandes y con poco escaso de reventa (Facundo Roncaglia, Juan Ramírez, Chiquito Romero, Darío Benedetto, Cristian Lema, Gary Medel, Lucas Janson, entre otros), lo cierto es tal vez el mayor buque insignia de la gestión deportiva de Riquelme.Hace pocos días, el lateral derecho Dylan Gorosito (18 años) y el volante central Milton Delgado (19) fueron confirmados por Diego Placente como parte del plantel argentino que debutará a fines de este mes en el Sudamericano Sub 20 de Venezuela. A la Sub 17, en tanto, fueron citados el arquero Valentín Perroud, el zaguero Matías Satas (participó además del Sudamericano Sub 15 de Bolivia) y los delanteros Joaquín Piñeyro y Román Ferreira.El sol cae en Ezeiza y las luces del predio comienzan a encenderse. Allí arriba, en el primer piso del edificio central, el Consejo de Fútbol trabaja en la búsqueda de refuerzos para el plantel profesional, y también los técnicos y profes de inferiores analizan videos y diagraman en conjunto los ejercicios de pretemporada.El 12 de junio pasado, el club aprobó una inversión de $11.696.000.000 (alrededor de 11.500.000 de dólares) para la construcción de un hotel de concentración en Ezeiza que pueda ser utilizado por la Primera y también, eventualmente, por algunas categorías de inferiores. Un toque de distinción para un predio que se sustenta año a año con su propia materia prima.La visita de LA NACION se cierra en el lugar más exclusivo: el vestuario del plantel profesional. Allí queda a la vista el tratamiento que se les da a los jugadores que defienden la camiseta cada fin de semana, para que no les falte nada y estén solamente enfocados en entrenarse.En una pizarra blanca se destaca una frase escrita con fibrón negro y que resume la filosofía del club, obligado, por historia y por jerarquía, a ser protagonista: "Ganar. Campeones siempre".