La acción de amparo fue interpuesta por un afiliado contra las prepagas YPF Obra Social y Organización de Servicios Directos Empresarios (OSDE) para que se declare la inconstitucionalidad de los artículos 267 y 269 del decreto 70/23.
Los pagos sin contacto continúan ganando terreno, y 5 de las 10 transacciones con tarjetas prepagas se realizaron mediante esta tecnología. Cómo se modifica su uso según las generaciones.
En las próximas horas se define de cuánto será la suba de las tarifas y las naftas.Si bien el dato oficial de la inflación de febrero se conocerá el viernes 14 de marzo, las consultoras prevén un dato cercano al 2,2% de enero.
En al menos cinco causas los jueces del fuero Civil y Comercial Federal se declararon incompetentes.La decisión dilata la respuesta al reclamo de las obras sociales de frenar el fin de la triangulación de aportes.En la causa de 2024 del Gobierno contra las prepagas el conflicto se había dirimido en el fuero Civil y Comercial.
Así lo expresó la abogada especializada en derecho de la salud, Fiorella Bianchi, quien luego añadió: "Aquellos afiliados que no hagan ninguna gestión, en 60 días derivarán automáticamente sus aportes a la prepaga que les presta servicio". Leer más
La reciente Resolución 1/2025 del gobierno puso fin a la triangulación entre obras sociales y prepagas. Esto significa que los aportes derivados de la seguridad social ya no tendrán que pasar por una obra social intermediaria antes de llegar a la prepaga.Hay que tener en cuenta que esta medida tiene implicaciones importantes para los afiliados de obras sociales y prepagas, y es fundamental entender qué significa para cada uno de ellos. Por un lado, la determinación es beneficiosa para aquellos afiliados que tenían obras sociales que no prestaban servicios de salud y solo actuaban como intermediarias. A partir de ahora el porcentaje que se quedaban las obras sociales se destinará integramente a la prepaga. Sin embargo, para aquellos que tenían doble cobertura de salud de su obra social y prepaga, esta medida podría ser perjudicial. Especialmente para personas con discapacidad, que dependen de las obras sociales para cubrir gran parte de las prestaciones.Es importante destacar que, para quienes no quieran pagar un costo adicional, las prepagas que reciban aportes de forma directa tendrán que actuar como si fueran "obras sociales", otorgando la cobertura del Programa Medico Obligatorio, cosa que hasta ahora no pasaba. En síntesis , la medida es un cambio significativo en el sistema de salud argentino, y es fundamental que los afiliados de obras sociales y prepagas entiendan qué significa para ellos y cómo pueden adaptarse a este nuevo escenario.De todas formas, para aclarar algunas dudas que puedan tener los afiliados, aquí daremos respuesta a las tres preguntas más frecuentes:- ¿A quiénes afecta la medida?A empleados en relación de dependencia, servicio doméstico, pequeños contribuyentes (monotributistas) y jubilados.- ¿Qué trámite tengo que hacer? Si el afiliado quiere mantener tu prepaga, no necesita hacer nada. Si quiere mantener su obra social, debe hacer un trámite en TAD dentro de los 60 días corridos desde el dictado de la medida.- ¿Es beneficioso o perjudicial para los afiliados?Depende de cada caso individual. Es beneficioso para aquellos que tenían obras sociales que no prestaban servicios de salud, pero puede ser perjudicial para aquellos que tenían doble cobertura de salud. Sería de gran ayuda que esta medida, que interviene con los costos de intermediación, genere una mejoría de los servicios por parte de los agentes de salud que se refleje en prestaciones de mayor calidad , menor demora en los turnos, mayor oferta de profesionales y retribuciones a los prestadores. En última instancia, la medida que pone fin a la triangulación es una oportunidad para repensar nuestro sistema de salud y para priorizar el bienestar de las personas. Abogada especialista en Salud
Las entidades de medicina prepaga comunicaron o les están comunicando a sus afiliados incrementos de entre 1,9% y 2,2%, que se aplicarán con las cuotas de marzo. Sin embargo, en algunos casos y tal como había anticipado LA NACION, las subas no tendrán un efecto en los bolsillos; esto será así en el caso de los "afiliados desregulados", que son quienes pagan una parte de la cuota a través de la derivación mensual de los aportes y contribuciones correspondientes a sus salarios.En estos casos, que son los impactados por el fin de la triangulación entre obras sociales y prepagas dispuesto recientemente por el Gobierno, se hicieron ajustes para que los montos a pagar en marzo resulten los mismos que los del mes actual, según explicaron en una entidad. En las últimas semanas hubo conversaciones de funcionarios con directivos del sector.Según pudo constatar este medio, en las cartas de OSDE dirigidas a los afiliados desregulados, por ejemplo, se consigna que se aplicará una actualización a partir de marzo del 1,9%, pero a continuación se comunica que el valor final a pagar "no registrará variación respecto de lo pagado en el mes anterior, como resultado de la resolución 1/2025 de la Unidad Gabinete de Asesores del Ministerio de Salud de la Nación".La mencionada resolución estableció la derivación directa a las prepagas elegidas por los empleados o monotributistas, de los aportes y contribuciones salariales. Hasta ahora, para que ese dinero se derivara a cubrir parte del costo de un plan de salud, existía la intermediación de una obra social, porque las prepagas no estaban habilitadas (hasta un cambio hecho ya en la actual gestión) para recibir directamente los recursos. En esa triangulación, según fuentes de la Superintendencia de Servicios de Salud, se quedaban unos $30.000 millones mensuales, ya que había comisiones de entre 2% y 4%, y bastante más altas en algunos casos. Esos recursos eran absorbidos, por tanto, en gastos burocráticos y no llegaban a las prestaciones.Efectos no linealesEn rigor, el efecto que el fin de la triangulación tiene sobre los montos a abonar por los afiliados que derivan aportes no es, en principio y lógicamente, algo lineal ni parejo (salvo que se hagan deliberadamente ajustes para que, por ejemplo, en todos los casos no haya variación respecto de lo pagado este mes, que es lo que el Gobierno comunicó hoy que estará pasando).¿Por qué no habría un efecto lineal? Ocurre que, según explican en el sector, el monto que se paga de bolsillo es la diferencia entre el precio del plan y lo que le llegó a la entidad como fruto del traspaso de aportes. Ese importe depende cada mes del valor de la cuota, pero también del monto de las remuneraciones (que determina de cuánto son los aportes). A partir de ahora, como desaparecen los costos de intermediación para desregular, las prepagas recibirán en forma directa mayor cantidad de recursos que antes y, en consecuencia, se reduce la parte de la cuota que los empleados y monotributistas pagan de sus bolsillos.Así, la medida establecida por el Gobierno sobre el fin de la triangulación tiene efecto directo para un grupo de afiliados. Dado lo explicado, no afecta las cuotas de quienes pagan el plan 100% con dinero de bolsillo, que son quienes sí afrontarán las subas de entre 1,9% y 2,2%, que se ubican algo por debajo o en línea con la inflación de enero, según lo informado por el Indec. En el caso de los llamados "planes corporativos", que son aquellos en los que la empresa empleadora asume los costos, se produce, por el fin de la triangulación, una disminución de los costos empresarios.Según hicieron trascender desde el Gobierno, OSDE, Swiss Medical, Galeno, Medifé y OMINT son algunas de las entidades en las que no habrá variaciones en los montos a pagar por parte de los afiliados desregulados. Según pudo saber LA NACION, algunas de esas empresas aún no mandaron cartas a sus afiliados.En el caso del Hospital Italiano, el Hospital Alemán y el Cemic, por caso, se enviaron ya avisos con subas de 2,2%, 1,9% y 2,2%, en cada caso.La medida sobre el fin de la triangulación no tiene impacto para las jubilaciones, en lo que se refiere a la derivación a una prepaga de un monto vinculado con el aporte al PAMI. Por eso, para los afiliados a prepagas que son jubilados sigue rigiendo la triangulación, aunque son pocos casos en los que se acepta esta modalidad. Esto último depende de que la entidad prepaga tenga un convenio con una obra social, algo que ocurre solo en algunos casos. Por lo general, los jubilados que tienen prepaga deben abonar toda la cuota, al no tener posibilidad de darle a su aporte otro destino que no sea el PAMI.Anteayer, el Gobierno dispuso, a través del decreto 102 publicado en el Boletín Oficial, la eliminación de una restricción que regía para el aumento de cuotas. En virtud de esa decisión, ahora las prepagas pueden aplicar diferentes porcentajes de subas a los planes que ofrecen y que varían en cuanto a los prestadores disponibles y a las coberturas superadoras del Plan Médico Obligatorio (PMO). El impedimento para distinguir alzas de los precios había sido dispuesto un año atrás por el Gobierno, mediante el decreto 171, reglamentario del DNU 70 de diciembre de 2023, que liberó las subas de precios.
"Tras los cinco días que las empresas tienen para confirmar sus subas luego de la publicación del IPC, las entidades de medicina prepaga más importantes del país no aumentaron sus cuotas, por primera vez en años", explicaron fuentes oficiales
Con el fin de la triangulación, los aportes de los trabajadores de enero ya no pasaron por las obras sociales.Estas entidades reclaman por prestaciones que brindaron el mes pasado y que ahora no podrían costear.La Justicia Civil y Comercial Federal recibió en las últimas horas tres amparos para frenar la resolución del Gobierno.
Hasta ahora, las empresas debían implementar el mismo procentaje de suba a todos sus afiliados.
Los planes de salud comercializados por una misma prepaga podrán aumentar desde ahora en diferentes porcentajes, según las características de cada contrato. Es algo que hasta ahora, pese a la desregulación de precios dispuesta en el inicio de la actual gestión, las entidades no podían hacer, dada una limitación aprobada el año pasado. La nueva modificación en la política de precios del sector fue dispuesta por el decreto 102, publicado hoy en el Boletín Oficial.La medida, anticipada días atrás por LA NACION, indica que el valor de las cuotas de los planes para las personas de mayor edad no podrá superar el triple del precio que tengan los contratos para el grupo de los más jóvenes. También establece que los planes para la última franja etaria (de mayor edad) deberán estar disponibles sin límites de edad máxima, "ya sea para la admisibilidad de nuevos usuarios o la permanencia de los existentes". Es decir, no puede rechazarse a personas en razón de su edad.En rigor, el límite para la brecha entre los planes ofrecidos según la edad de los afiliados existe ya desde la vigencia de la ley 26.682, que regula la actividad de las prepagas y que fue aprobada en 2011.La nueva norma ratifica que las entidades de medicina prepaga "podrán establecer libremente los valores de las cuotas", y agrega que "el porcentaje de ajuste podrá variar según las características específicas de cada plan de salud que comercialicen". Hasta ahora, debían aumentarles a todos los afiliados por igual, más allá de cómo fuera el plan en cuanto al listado de prestadores y a las prácticas cubiertas por arriba del Plan Médico Obligatorio (PMO).En diciembre de 2023, con el DNU 70, el Gobierno de Javier Milei liberó las subas de las prepagas, que hasta entonces estaban sujetas a la aprobación de las autoridades del área. Dos meses después, el decreto reglamentario 171 determinó la imposibilidad de diferenciar los aumentos entre los contratos vendidos por una misma entidad. Concretamente, se dispuso entonces que las subas, para las que ya no se exigía una autorización del Gobierno, deberían "respetar la misma proporción para todos los afiliados de la entidad, tanto respecto del valor de cuota pura como de los valores adicionales por preexistencia".Esa disposición siguió los lineamientos de la ya mencionada ley 26.682 que había establecido que "la diferenciación de la cuota por plan y por grupo etario sólo podrá darse al momento del ingreso del usuario al sistema". De todas maneras, hasta diciembre de 2023 no solo subían en igual porcentaje las cuotas de los diferentes planes de una prepaga, sino las de todo el sistema, ya que se aplicaba el aumento máximo autorizado por los funcionarios del área, aumento que, a los ojos de las entidades prepagas, siempre resultaban insuficiente frente a un alegado retraso de los precios de cara al alza de costos.Liberación parcialMeses después del decreto 171 y por la resolución 2155 de la Superintendencia de Servicios de Salud, las prepagas habían quedado ya habilitadas para diferenciar las subas de sus precios, pero de manera limitada: podían aplicar diferentes porcentajes según se tratara de contratos con o sin copagos (montos de dinero que paga el afiliado al asistir a una consulta o realizar una práctica médica), y según el lugar del país donde se dieran los servicios.De acuerdo con las autoridades del área de Salud, lo que se busca con lo dispuesto por el nuevo decreto es dar "un paso más" en el camino por el que había avanzado aquella normativa de septiembre, y el objetivo es que haya más competencia en el mercado, impulsada por las estrategias para fijar precios.Los funcionarios consideran ahora que el impedimento de diferenciar los precios establecido en 2024 perjudica a los usuarios de planes más económicos, "que terminan financiando a los más caros". Entre los argumentos para quitar la restricción se menciona que "los planes tienen pirámides de costos bien diferentes", que serían mayores en los contratos más caros (el ritmo del encarecimiento, sin embargo, podría no ser siempre más alto en estos planes).El fin de la triangulación y la definición de las cuotasUna de las últimas novedades normativas para el sector llegó a fines de enero, cuando se dispuso por decreto el fin de la triangulación de los aportes hechos por los trabajadores dependientes y de monotributistas, que era necesaria hasta ahora para poder aplicar esos recursos al pago de la cuota de una prepaga.La intermediación por parte de una obra social fue una práctica muy común en las últimas tres décadas, ya que la desregulación de principios de los 90 no les permitía a las empresas privadas acceder de manera directa a los aportes y contribuciones. El dinero de esa fuente sí podía destinarse desde aquel entonces a pagar un plan privado, pero solo si antes pasaba por una obra social que, a su vez, tenía un convenio con la prepaga.Según las autoridades de la Superintendencia de Servicios de Salud, esos contratos de intermediación implicaban últimamente un costo de $30.000 millones mensuales, que no se volcaban a prestaciones. En los últimos días, tras haber tomado la comentada decisión, los funcionarios se reunieron con directivos de las principales entidades, para expresarles que "esperan que bajen las cuotas".Según directivos del sector, la medida en sí no genera una caída de los precios. Sí provoca, en rigor, una reducción del importe a pagar cada mes por un grupo de afiliados (los "desregulados") que, con dinero de su bolsillo, deben completar la diferencia entre el precio del plan y el monto de los aportes. Esa baja del importe a pagar ocurrirá porque las entidades recibirán más dinero por esos aportes, ya que no estarán en el medio las comisiones cobradas por obras sociales intermediarias.El decreto publicado hoy -que lleva las firmas de Milei, del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y del ministro de Salud, Mario Lugones- ratifica otra disposición ya aprobada en 2024. Es la referida a la obligación que tienen las entidades de informar en detalle a sus afiliados las subas de las cuotas dentro de los cinco días posteriores a la publicación, por parte del Indec, del último Índice de Precios al Consumidor (IPC). A la vez, el vencimiento de la obligación de pago debe llegar no antes de los 30 días corridos tras esa notificación. Es una regla que rige desde diciembre pasado.De hecho, entre hoy y mañana las entidades que aún no lo hicieron definirán sus incrementos para marzo, tras conocerse el jueves último que la inflación de enero fue de 2,2%. Ese porcentaje aplicará a sus cuotas, según ya informó, el Hospital Italiano, en tanto que algunas entidades prevén aumentos levemente por debajo de esa cifra.
La medida se reglamentó a través del Boletín Oficia. Hasta ahora, las empresas tenían la obligación de aumentar el mismo porcentaje a todos sus afiliados
La medida tiene implicaciones importantes para los afiliados, y es fundamental entender qué significa para cada uno de ellos
Las prepagas entraron en etapa de definición de sus cuotas de marzo y el Gobierno las observa con especial atención. Luego de la difusión del dato de inflación publicado este jueves, las empresas tienen hasta el martes inclusive para comunicar si finalmente bajarán el precio de sus cuotas, tal cual espera el Ejecutivo, como consecuencia del fin de la triangulación con obras sociales.Distintos jugadores del sector confirmaron a LA NACION que las actualizaciones de las cuotas de marzo estarán por debajo de la inflación o serán de un porcentaje equivalente a ese dato. Es decir, habrá un aumento porque los costos también subieron. Sin embargo, esta situación no impactará en todos los afiliados por igual, ya que un grupo pagará en la práctica menos dinero que este mes.Esta diferencia se debe a que, tal cual explicaron en el sector, existen tres tipos de afiliados. Uno es el "socio directo", que paga la cuota del servicio de medicina privada 100% de su bolsillo. Este tendrá un incremento en su cuota, que en varios casos y según lo que pudo conocerse hasta ahora, estará por debajo de la variación de 2,2$ que tuvo en enero el Índice de Precios al Consumidor que mide el Indec.Distinto es el caso del denominado "socio desregulado", que sentirá un impacto positivo en el bolsillo, como consecuencia del fin de la triangulación, que implicaba un costo de entre 2% y 10% en gran parte de los contratos. Su cuota sube lo mismo que la del "socio directo", pero a la suma se le restará lo que antes triangulaba. Por eso, pagará menos, aunque el efecto definitivo no es lineal, ya que dependerá tanto del valor del plan como del salario que, en particular, cobre por este mes.Un tercer tipo de afiliado es el llamado "corporativo", al que su empleador le abona el 100% del servicio de salud. En este caso, es la empresa o entidad empleadora la que verá reflejada la reducción de costo.Varias prepagas aún están definiendo los números de las cuotas de marzo, aunque adelantaron que el panorama encontrará entre sus ganadores a las empresas que pagan planes corporativos y a los afiliados que derivan aportes y abonan lo que resta hasta cubrir el plan contratado.Todo esto ocurre después de reuniones que las autoridades de la Superintendencia de Servicios de Salud mantuvieron con los representantes de Swiss Medical, Omint, Medifé, Medicus, Sancor Salud y de las entidades Osde, Hospital Italiano, Hospital Británico y Hospital Alemán. Tal cual informaron fuentes oficiales y del sector privado, los funcionarios del Gobierno les comunicaron que "esperan" que bajen sus precios, tras el fin de la triangulación de aportes, un mecanismo que rigió durante décadas para que los aportes salariales de los empleados llegaran a las prepagas previo paso por una obra social, que cobraba una comisión por la intermediación."Sin duda, esta modificación va a generar un impacto financiero positivo en las entidades de medicina prepaga", resumieron en un despacho oficial sobre esta última medida. Evitaron mencionar un porcentaje en el que esperan que reduzcan las cuotas. Por eso, la próxima decisión de las prepagas pondrá a prueba su relación con el Ejecutivo y las autoridades del área de Salud, encabezadas por el ministro Mario Lugones.Según números difundidos por el Gobierno, el circuito de intermediación absorbía $3 billones al año, es decir, unos $252.000 millones mensuales. De ellos, $180.000 millones son los aportes, $30.000 millones estaban asociados a un porcentaje que las obras sociales les retenían a las prepagas por derivarles lo fondos y, en algunos casos, hacer otras tareas (esta es la cifra que impactará en las cuotas de marzo), y la porción restante estaba en subsidios erogados por el Estado, con recursos recaudados entre los trabajadores."Nos acusaron de cartelizarnos y ahora quieren que bajemos todas juntas", lanzaron irónicamente en una de las firmas que participó de esas reuniones. Independientemente de la polémica, en el sector de la salud privada reconocieron que, luego de los conflictos de 2024, la relación con el Gobierno mejoró y se sienten en una "sintonía parecida".
Una de las empresas líderes no aplicará subas el mes próximo a los usuarios que derivaban aportes. Cómo se instrumentará el cambio de sistema y el nuevo decreto que impulsa el Gobierno.
La reducción, aseguran, se da en sintonía con las expectativas del Gobierno y luego de que se eliminara intermediación de las obras sociales. Ayer se supo que un decreto autorizará subas diferenciadas a cada uno de sus planes
Comenzó el "día D", tal cual definieron en una de las prepagas más grandes del país. En realidad, no será un único día sino que puede extenderse hasta cinco jornadas dicha etapa de definición, en la que las empresas de medicina privada deben actualizar y comunicar a sus clientes el precio de las cuotas, tal cual se resolvió en la Justicia luego del conflicto por los aumentos en los primeros meses de 2024.El Gobierno demostró que este es uno de los temas que más le interesa. Apenas comenzada la gestión de Javier Milei cuestionó aumentos que consideró desmedidos e impulsó un expediente contra las prepagas por presunta cartelización en la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia. Casi un año después, el precio de las cuotas continúa en el centro de la discusión aunque esta vez con ribetes diferentes.La semana pasada las autoridades de la Superintendencia de Servicios de Salud mantuvieron una serie de reuniones con los representantes de Swiss Medical, Omint, Medifé, Medicus, Sancor Salud y de las entidades Osde, Hospital Italiano, Hospital Británico y Hospital Alemán. Tal cual informaron fuentes oficiales y del sector privado, los funcionarios del Gobierno les comunicaron que "esperan" que bajen sus precios, tras el fin de la triangulación de fondos entre los afiliados, obras sociales y prepagas."Sin duda, esta modificación va a generar un impacto financiero positivo en las entidades de medicina prepaga", resumieron en un despacho oficial. Evitaron mencionar un porcentaje en el que esperan que reduzcan las cuotas. Sin dudas, la próxima decisión de las prepagas pondrá a prueba su relación con el Ejecutivo.Según números del Gobierno, el circuito de intermediación absorbía $3 billones al año, es decir, unos $252.000 millones mensuales. De ellos, $180.000 millones provienen de aportes, $30.000 millones estaban asociados a un porcentaje que las obras sociales les retenían a las prepagas por derivarles un cliente y la porción restante son subsidios erogados por Salud."Nos acusaron de cartelizarnos y ahora quieren que bajemos todas juntas", lanzaron irónicamente en una de las firmas que participaron de las reuniones. Independientemente de la polémica, en el sector de la salud privada reconocieron que, en algunos casos, los números van a mejorar, pero que en otros la situación puede ser distinta, ya que existen obras sociales que deben plata a prepagas por prestaciones con pagos retrasados.En medio de la puja, una observación técnica. El fin de la triangulación impacta en empleados en relación de dependencia y sus grupos familiares. Es decir, excluye a quienes pagan la cuota sin ninguna intermediación, ya que su situación laboral es diferente. Por ese motivo, una posibilidad que plantearon desde una de las entidades es, al menos, no aumentar.Tal como publicó LA NACION, una estadística que llevan en el sector privado indica que entre diciembre de 2019 y ese mes de 2024, las cuotas subieron un 1939%, pero el costo del Plan Médico Obligatorio (PMO) que deben dar las entidades avanzó bastante más, un 2692%, y la inflación general fue de 2611%. En tanto, los aranceles de los prestadores (sanatorios, clínicas, centros de diagnóstico, entre los cuales los hay de las propias prepagas y los hay independientes) se reajustaron bastante por debajo: en un 1663%.En paralelo a estas definiciones, el Gobierno cuenta con un "as bajo la manga". Fuentes del Ejecutivo aseguraron que evalúan modificar un decreto del año pasado con el objetivo de que las prepagas puedan diferenciar los aumentos de cuotas de cada uno de los planes que ofrecen. En las filas del oficialismo definieron a esto como "un paso más hacia la desregulación" del sector.
El Gobierno tiene en carpeta modificar un aspecto clave de un decreto de 2024, para permitir que las prepagas diferencien los aumentos de cuotas según cada uno de los planes que comercialicen. Es decir, se busca que las entidades de salud dejen de estar obligadas a aplicar el mismo porcentaje de subas a sus diferentes tipos de contratos.Al tiempo que se conoce el proyecto por fuentes oficiales y luego de reuniones en las cuales funcionarios les dijeron a directivos del sector que "esperan" que bajen los precios, hoy mismo, viernes 14, las prepagas pueden comenzar a comunicar a sus afiliados qué ocurrirá con las cuotas en marzo. Desde diciembre, las notificaciones de las alzas solo pueden ser enviadas dentro de los cinco días posteriores a la difusión del dato de inflación por parte del Indec.La restricción que no permite diferenciar las subas fue establecida por la actual gestión a través del decreto 171 de febrero de 2024, reglamentario del decreto de necesidad y urgencia 70 de diciembre de 2023. Entre otras cuestiones, aquel DNU, que marcó el inicio del gobierno de Javier Milei, liberó los precios de la medicina privada, al derogar todos los artículos de las normativas referidas a la intervención del Estado para definir los porcentajes de las subas.El artículo 17 del mencionado decreto reglamentario especifica que las entidades pueden "establecer libremente aumentos durante la vigencia del contrato", pero que deben hacerlo respetando "la misma proporción para todos los afiliados de la entidad, tanto respecto del valor de cuota pura, como de los valores adicionales por preexistencia". Es una limitación que había sorprendido a algunos referentes de la actividad.Más allá de esa definición, algo establecido por la ley de prepagas de 2013 y que sigue vigente es que pueden fijarse precios iniciales de los planes que sean diferentes según las edades de los afiliados, pero no debe existir una brecha de más de tres veces entre el precio de la primera y el de la última franja etaria.Por copagos o por regiónDesde septiembre último, las entidades quedaron habilitadas a reajustar las cuotas de manera diferenciada, pero solo según dos variables, especificadas en la resolución 2155 de la Superintendencia de Servicios de Salud. Así, pueden diferenciarse las variaciones de cuotas, dentro de una misma prepaga, según se trate de un plan con o sin copagos (montos de dinero que paga el afiliado al asistir a una consulta o realizar una práctica médica), y según la región del país en la cual se da el servicio. De acuerdo con las autoridades, ahora se busca dar "un paso más" en el camino por el que había avanzado aquella normativa, y el objetivo es que haya más competencia en el mercado y mejores precios.Los funcionarios consideran ahora que impedir que se diferencien las actualizaciones es algo que perjudica a los usuarios de planes más económicos, "que terminan financiando a los más caros". Entre los argumentos para quitar la restricción dispuesta por el propio Poder Ejecutivo, consideran que "los planes tienen pirámides de costos bien diferentes" que serían mayores en los contratos más caros (el ritmo del encarecimiento, sin embargo, podría no ser siempre más alto en estos planes).Liberación de preciosHasta diciembre de 2023, mientras regía una fórmula que definía el porcentaje máximo de subas de cuotas, lo usual era que todos los contratos y todas las prepagas incrementaran los valores en igual porcentaje. Y eso tenía un motivo en la práctica: en el sector se advierte hace años sobre la existencia de un retraso en los precios y, en ese contexto, los índices topes para aumentar siempre resultaron insuficientes a los ojos de las entidades.Ese retraso aún no fue resuelto, pese a la desregulación dispuesta por la actual gestión, cuyos efectos fueron interrumpidos durante varios meses en 2024 (hubo un período en el que el Gobierno dispuso cómo debían definirse las subas, en un conflicto que escaló y llegó a la Justicia, hasta que en julio volvieron a liberarse los precios).Según una estadística que llevan en el sector privado, entre diciembre de 2019 y el último mes de 2024, las cuotas subieron un 1939%, pero el costo del Plan Médico Obligatorio (PMO) que deben dar las entidades avanzó bastante más, un 2692%, y la inflación general fue de 2611%. En tanto, los aranceles de los prestadores (sanatorios, clínicas, centros de diagnóstico, entre los cuales los hay de las propias prepagas y los hay independientes) se reajustaron bastante por debajo: en un 1663%.El fin de la triangulaciónA fines de enero último, el Gobierno dispuso por decreto el fin de la triangulación de los aportes de los trabajadores bajo relación de dependencia y de monotributistas, para poder derivarlos al pago de una prepaga. Esa práctica fue algo muy común en las últimas tres décadas, ya que la desregulación del sector establecida a principios de los 90 no les permitía a las empresas privadas acceder de manera directa a los aportes y contribuciones. En rigor, el dinero de esa fuente sí podía destinarse a pagar un plan privado, pero solo si antes pasaba por una obra social que, a su vez, tenía un convenio con la prepaga y que en la mayoría de los casos no ofrecía servicios.Según las autoridades de la Superintendencia de Servicios de Salud, esos contratos de intermediación implicaban un costo de $30.000 millones mensuales, que no se volcaban a prestaciones. En los últimos días, tras haber tomado la comentada decisión, los funcionarios se reunieron con directivos de las principales entidades, para expresarles que "esperan que bajen las cuotas".Más de un ejecutivo explicó que, en rigor, la medida en sí no genera una caída de los precios, "porque los costos siguen en alza y las cuotas, retrasadas", pero sí provoca, en todo caso, una reducción del importe a pagar todos los meses por muchos afiliados (no todos), que con dinero de su bolsillo deben completar la diferencia entre el precio del plan y el monto de los aportes. Esto ocurrirá porque las entidades recibirán más dinero por esos aportes, ya que no estarán en el medio las comisiones cobradas por las obras sociales que actuaban como intermediarias.
En la actualidad, las empresas tienen la obligación de aumentar el mismo porcentaje a todos sus afiliados. Esperan que la medida haga reducir los planes más económicos
Hay tres máximas económicas que no siempre van de la mano de la batalla cultural de los liberales libertarios. Han sido, sin embargo, las fórmulas del éxito de la gestión de Javier Milei, que hoy se mantiene en las encuestas con niveles de popularidad tan altos como al comienzo de su mandato. Eso sí, para sostenerlas, el Gobierno prueba que está dispuesto a ir más allá de los manuales de la ortodoxia económica y hasta embarrarse en discusiones públicas, apelando a las tácticas de guerrilla mediática que tan bien supo dominar el kirchnerismo.Una de esas máximas es la batalla contra la inflación. Este jueves, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dio a conocer el dato de enero, que se ubicó en 2,2%, el valor más bajo en cuatro años. La cifra, que estuvo en línea con lo esperado por la media de los economistas privados, envalentona al Gobierno en su apuesta de llegar a las elecciones con una inflación mensual de 1% o menos. En el corto plazo, sin embargo, en pos de ese fin cabe esperar medidas no precisamente ortodoxas. Según confirmaron al menos tres fuentes del Gobierno, está al salir un decreto que limitará hacia adelante los aumentos de las empresas de medicina prepaga. Ya los aumentos, dirá la norma, no serán generalizados para todos los afiliados de una misma compañía, sino que se deberá discriminar por planes. Así, por caso, los valores que se le cobren al último segmento etario, los adultos mayores, no podrán superar el triple del valor que se les cobre a los más jóvenes. Todos los planes deberán estar disponibles para la tercera franja etaria, conformada por los adultos mayores, sin límite de edad, ya sean nuevos afiliados o los que ya forman parte de la compañía. Control de precios para una industria que el Gobierno considera que hace años se mueve de forma cartelizada. O, en el lenguaje libertario, una medida para "garcas" y "soretes", como catalogó hace apenas meses el presidente Milei al dueño de Swiss Medical, Claudio Belocopitt.Las reservas del Banco Central no se recuperan ni con la ayuda del oroDetrás de la norma, está claro, también pesa la necesidad de aceitar el vínculo del Gobierno con una clase media que es la que en 2024 cargó sobre sus espaldas gran parte del ajuste. Ni hablar el segmento de los jubilados, que mansamente acataron el sinceramiento que hizo el Gobierno de un sistema previsional quebrado. Aunque también puede actuar como un incentivo para que aquellos adultos mayores de buen poder adquisitivo que se mantenían en PAMI, la obra social estatal que atiende a 5 millones de jubilados y pensionados, puedan incorporarse al sistema de salud prepago. Según difundió el Indec este jueves, en la canasta de precios relevada, pocos ítems subieron por encima del 2,2%, entre ellos, los servicios (vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles), que aumentaron el 4%, y la salud, 2,4%. A los primeros, Economía les puso un coto la semana pasada, cuando decidió limitar los aumentos de electricidad a la variación mensual de la inflación. Por la salud, la idea es seguir avanzando, lo mismo que en una mejora relativa de los precios de los medicamentos. También el Gobierno espera que la desaceleración de la tasa de devaluación -crawl, en la jerga-, que este mes pasó del 2 al 1% mensual, empiece a surtir efecto.Pero la de la inflación no es la única máxima que enarbola el oficialismo. El ancla cambiaria es otra de las claves. "No vamos a devaluar", dijo insistentemente Milei en todas sus últimas entrevistas públicas. En pos de sostener su punto, el Presidente no dudó en difamar a economistas como el exministro Domingo Cavallo, quien al comienzo de la gestión fue uno de sus aliados: se tomó el trabajo de mirar el plan de Caputo antes de que lo viera el mercado e incluso se ocupó de hacerle de head-hunter para cubrir puestos como fue en su momento el del cordobés Osvaldo Giordano en la Anses o el del actual secretario de Hacienda, Carlos Guberman. En el diccionario libertario, disentir, no ajustarse al sentir o parecer de alguien, tal cual lo define la Real Academia Española, es lo mismo que traicionar, conspirar o fallutear. No hay matices.En el board del Fondo Monetario Internacional (FMI), sin embargo, la cuestión cambiaria fue motivo de discusión. Inobjetables fuentes reconocieron que así sucedió al menos en la reunión informal que los representantes de los países miembro del G7 llevaron a cabo el mes pasado para discutir el caso argentino. Aunque el board no forma parte de las negociaciones, sí le marca a la línea técnica del organismo algunas pautas sobre las cuales avanzar. En tal sentido, si bien habría vocación de darle dinero fresco al país -entre US$10.000 millones y US$15.000 millones- entre otros postulados, los principales accionistas del FMI habrían estado de acuerdo en que alguna concesión la Argentina debiera hacer. Allí surgió como alternativa la posibilidad de aplicar bandas cambiarias, sosteniendo una tasa del crawl mensual. También la idea de que el cepo -pese a la postura argentina- deba ir levantándose gradualmente. "El FMI no quiere que pase como con Massa, que le dieron la plata y después no hizo nada de lo que prometió. También reconoce que hay un problema en las cuentas externas, y no quiere financiar la salida de las empresas que tienen utilidades acumuladas", explicó la fuente. A diferencia de lo que sucedió durante el mandato de Alberto Fernández, durante el cual la Argentina tenía completamente vedado el financiamiento externo y tenía fuertes vencimientos de deuda con el organismo de crédito, en el board del FMI creen que no hay tanto apuro por sellar un acuerdo. "Antes, el Fondo tenía que cerciorarse de que algo iba a cobrar. Ahora no hay grandes vencimientos en 2025 -suman US$2652 millones en el año-, y encima el Banco Central ya probó en enero que, si quiere, tiene línea de crédito con bancos internacionales", explicaron.De cualquier modo, la llave para acelerar los tiempos la tiene el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Ya en la época de Mauricio Macri quedó en evidencia que la política es más fuerte que la teoría en el organismo multilateral de crédito. Habrá que ver si el viaje de Milei a Washington, que tiene previsto dar un discurso el 22 en la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), hace magia. Hasta ahora, según reconocieron diversas fuentes al tanto de la política del FMI, no ha habido cambios por parte del gobierno de Estados Unidos en la estrategia que aplicó hasta enero la gestión demócrata.La tercera máxima económica, pero no necesariamente la menos importante, es el ordenamiento fiscal. La batalla cultural en este ámbito está ganada. Al menos, ya no hay quién, si quiera en la oposición, que se anime a cuestionarla. Mérito absoluto de Milei. Ahora, en pos de sostenerla en un año electoral, es posible que el Gobierno deba avanzar con algunas medidas incómodas y otras imprescindibles. Las privatizaciones de las empresas públicas son unas de ellas. El Gobierno no se ha manejado con demasiada gracia en la primera licitación pública importante, la de la Hidrovía. El proceso ha estado plagado de cuestionamientos de actores vinculados con el negocio, e incluso recibió serias críticas por parte de la Procuraduría de Investigaciones Administrativas, que depende del Ministerio Público Fiscal. El Gobierno respondió esta semana declarando nula la licitación, en la que hubo una sola oferente, la belga Deme, -pese a que había por lo menos 4 que habían manifestado real interés- e iniciando una investigación sobre la única empresa que se presentó. Una historia que por ahora no cierra. De todas maneras, tiene la oportunidad para redimirse. El negocio de la Hidrovía es monumental, por esa vía circula el 80% de las exportaciones agroindustriales argentinas. Para el sector privado, el potencial es evidente. Acaba de cerrarse, de hecho, la venta de Atria Logística -ex Ultrapetrol- al fondo de private equity Rocktree. Atria, que es la empresa líder del mercado como proveedora de servicios de logística fluvial en la hidrovía, era desde 2014 del fondo Southern Cross. Aunque no trascendieron los detalles de la transacción, se cree que Rocktree pagó cerca de US$300 millones. Es dinero fresco que entra al país. Entre las multinacionales poco a poco empiezan a ver la Argentina como una alternativa de mediano plazo. Incluso algunas que tenían cartel de venta, como una empresa de telefonía o un banco internacional, están revisando sus planes. Otras, caso de los chilenos dueños de Cencosud, que acaban de comprar el mayorista Makro, están dispuestos a avanzar fuerte: la próxima apuesta será reactivar su histórico proyecto en Béccar, San Isidro, que le requerirá eventualmente una inversión de unos US$200 millones.Se espera que la semana que viene, en línea con lo que sucedió con el Belgrano Cargas, se publique el decreto para lanzar la privatización de Intercargo; un poco más adelante, será el turno de Aysa. El Gobierno no debiera desaprovechar la oportunidad de captar buenos nombres. Con la Hidrovía tiene la opción de demostrar que es tan vehemente en el control de la transparencia como lo es en la lucha contra la inflación, la estabilidad cambiaria o el ordenamiento fiscal.
Según argumentan desde el Poder Ejecutivo, las empresas de medicina prepaga deberían reducir sus costos por el fin de la triangulación de pagos con obras sociales.
Según explicaron en el oficialismo, el fin de la "triangulación" permitirá a las empresas de medicina prepaga recibir unos 180 mil millones de pesos extras, que antes iban a entidades gremiales. Y el Gobierno confía en que "eso se note en las cuotas". Leer más
Luego decretar el fin de la triangulación entre prepagas y obras sociales, que se quedaban con un porcentaje de aportes de empleados, el Gobierno mantuvo ayer un encuentro con las empresas de medicina prepaga y, con el objetivo de mantener la inflación mensual a raya, les reclamó que bajen el valor de las cuotas. El ministro de Salud, Mario Lugones, se reunió con los representantes de Osde, Swiss Medical, Omint, Medife, Medicus, Sancor Salud, Hospital Italiano, Británico y Alemán. A casi un año del fuerte enfrentamiento por el aumento de cuotas de inicios en 2024, el Gobierno volvió a recibir a Claudio Belocopitt, al titular de Swiss Medical, y por entonces presidente de la Unión Argentina de Salud (UAS), la confederación que nuclea a la mayoría de las compañías de medicina privada.La reacción fue dispar ante el pedido oficial de moderar o incluso bajar el valor de las cuotas mensuales. Mientras en el Gobierno expresaron su confianza, ya que percibieron que hubo "buen diálogo", en el sector empresario hubo quienes prefirieron no hacer comentarios sobre el encuentro con el ministro de Salud y otros que indicaron que no saben si bajarán los valores de las cuotas, pero adelantaron que el viernes de la semana próxima será "el día D".¿Por qué? Porque, tras la resolución judicial que tuvo el conflicto del año pasado, las prepagas deben informar el valor de sus cuotas a la Superintendencia de Servicios de Salud y a sus clientes con un plazo de hasta cinco días posterior a la fecha de publicación de la inflación que mide el Indec. Ese dato de enero se dará a conocer el jueves 13 de febrero, razón por la que a partir de esa fecha empieza a correr el reloj para saber si el pedido del Gobierno de hoy a las empresas tuvo efecto.El Ejecutivo considera que las prepagas tienen margen para bajar sus cuotas, como consecuencia del fin de la triangulación. Según sus números, el circuito de intermediación absorbía $3 billones al año, es decir, unos $252.000 millones mensuales. De ellos, $180.000 millones provienen de aportes, $30.000 millones estaban asociados a un porcentaje que las obras sociales les retenían a las prepagas por derivarles un cliente y la porción restante son subsidios erogados por Salud."Sin duda, esta modificación va a generar un impacto financiero positivo en las empresas de medicina prepaga", resumieron en un despacho oficial. Evitaron mencionar un porcentaje en el que esperan que reduzcan las cuotas.Del otro lado del mostrador no piensan lo mismo. En el sector de la salud privada reconocieron que, en algunos casos, los números de las empresas van a mejorar, pero que en otros la situación puede ser distinta, ya que existen obras sociales que deben plata a prepagas por prestaciones con pagos retrasados.Más allá de los cálculos que comenzaron a hacer en cada una de las empresas de medicina prepaga para decidir si hacen o no lugar al pedido del Gobierno de bajar sus cuotas, lo que sí se registró es malestar. "Nos acusaron de cartelizarnos y ahora quieren que bajemos todas juntas", lanzaron irónicamente en una de las firmas.En medio de la puja, una observación técnica. El fin de la triangulación impacta en empleados en relación de dependencia y sus grupos familiares. Es decir, excluye a quienes pagan la cuota sin ninguna intermediación, ya que su situación laboral es diferente. Por ese motivo, una posibilidad que plantearon desde una de las empresas es, al menos, no aumentar.Si bien las prepagas están obligadas a informar sus subas, tal cual estipuló el Gobierno en la Resolución 2155 de la Superintendencia de Servicios de Salud, no existe ninguna normativa vigente que regule sus precios. De hecho, con excepción a la medida dictada por el Ministerio de Economía que ocasionó que las empresas retrotrajeran sus aumentos de principios del año pasado, el DNU 70 le dio libertad a las compañías a fijar el valor de sus cuotas.
En un extenso posteo, el ministro de Desregulación analizó los cambios implementados en el sector salud y reconoció que "las reformas no son automáticas". "Uno hace una parte, se demoran las reglamentaciones, por momentos el sector privado no acompaña (espera a ver qué onda), se producen extorsiones varias... Lo importante es perseverar", aseguró. Leer más
Los afiliados a las empresas de medicina prepaga ya enfrentan aumentos por encima de la inflación, que se estima en un 2% para el primer mes del año, mientras que las prepagas ya anunciaron incrementar los precios entre 2,9% y 3,7% para febrero. Leer más
El Gobierno publicó hoy una resolución que eliminó la intermediación que se implementó en los 90. ARCA derivará ahora el dinero directamente a las empresas de medicina privada.
Se espera el impacto de varios aumentos en el segundo mes del año. Además de las tarifas, suben los salarios de empleadas de casas particulares y los servicios de telefonía y cable. Aquí viene el recorrido de todo lo que va a subir en febrero. Leer más
La medida rige desde este viernes. Los trabajadores que quieran continuar derivando sus aportes a la obra social y desde allí a las prepagas tendrán que manifestarlo.
"Cuando deja de poder pagar la cuota de la prepaga, que es mucho mayor que lo que daba a la obra social, automáticamente se queda sin cobertura", advirtió el extitular del PAMI. Leer más
Lo hizo mediante una resolución de la Superintendencia de Servicios de Salud. Ya no habrá obras sociales que cobren comisiones para triangular los servicios. Ahora los aportes de trabajadores y empresas irán directamente a las prepagas. Leer más
La reciente regulación introduce un modelo directo que evita la triangulación y elimina a los intermediarios. Los beneficiarios cuentan con 60 días para decidir dónde se destinarán sus aportes
El Gobierno decidió que sea obligatorio el traspaso directo de los aportes y contribuciones a la prepaga por la cual, eventualmente, haya optado un asalariado, a menos que el propio trabajador exprese su voluntad en contrario. De esta manera, los funcionarios buscan terminar definitivamente con el sistema de triangulación, por el cual el dinero destinado a pagar parte de un plan de salud pasa, primero, por una obra social."Dispónese la derivación directa de los aportes y contribuciones de los trabajadores bajo relación de dependencia", comienza la resolución 1/25 del Ministerio de Salud -publicada este viernes en el Boletín Oficial- con la cual se materializa la decisión. Para el afiliado, esto significa que el dinero irá directo a la prepaga, sin la intermediación de una obra social, a menos que exprese lo contrario. Para el Gobierno, es "el golpe final contra un negocio histórico de la casta", tal cual describieron en un despacho oficial.Con la medida, la Superintendencia de Servicios de Salud dice que da por terminado el triángulo que a comienzos de 2024 se propuso romper, del que participan trabajadores en relación de dependencia que contratan prepagas, las propias empresas de medicina privada y las obras sociales. ¿Cómo funciona el esquema? Los empleados tienen una obra social asignada en su formulario de alta de sus empleos. El empleador derivaba los aportes al fisco, que luego los direcciona a las obras sociales; a su vez, estas entidades tienen contratos o convenios con las empresas, que reciben fondos. Y en el medio, un porcentaje de entre 3% y 10% es retenido por la obra social, según explican fuentes oficiales del área de Salud.Esta triangulación impactaba en 1.380.000 afiliados titulares. El circuito de intermediación absorbía $3 billones al año, es decir unos $252.000 millones mensuales, según estimó el Gobierno. ¿De dónde surge esa cifra? De acuerdo con lo informado por fuentes de Salud, se nutre de tres fuentes de financiamiento. La primera son los aportes y contribuciones que totalizan $180.000 millones mensuales. Luego se ubican los subsidios automáticos que recibían estas obras sociales, independientemente de brindar o no la prestación. Estos representaban una erogación de $42.000 millones. Y en tercer lugar, el costo de la triangulación, que vendría a ser el contrato o convenio entre la obra social y la prepaga, que insumía unos $30.000 millones al mes.Este último ítem es lo que se ahorra el titular, dado que el costo de intermediación desaparecerá. Representaba un promedio mensual de $21.739 por cada uno de ellos. En simultáneo, tal cual explicaron fuentes oficiales, los aportes continuarán, pero serán direccionados sin intermediación y los subsidios automáticos podrían seguir, en caso de que las obras sociales no actúen como intermediarias y brinden servicios y/o prestaciones de salud.Si el trabajador deseara continuar vinculado al esquema de triangulación, tiene 60 días para expresarlo a través del trámite "Voluntad de Permanencia en Obra Social", que el Gobierno habilitará a raíz de esta Resolución. Si decidiera abandonar la intermediación, esto implicaría un mayor flujo de dinero que irá directo a la prepaga. Por este motivo, el Ejecutivo espera que las empresas de medicina privada "no solo no aumenten, sino que bajen su cuota los próximos meses".Esta medida se trata de una crónica con final anunciado, ya que en octubre el Gobierno había obligado a las empresas de medicina privada a inscribirse en un padrón para que los usuarios con derivación de aportes tuvieran la opción de abandonar la triangulación. Es decir, el cliente debía realizar un trámite para dejar el esquema de intermediarios. Ese rasgo optativo cambió y ahora el trámite se debe hacer en caso que se quiera continuar bajo el mismo sistema.A propósito de las medidas anteriores, en octubre último, desde una de las obras sociales más grandes del país habían comentado que "lo que va a pasar es que las que no dan un servicio van a desaparecer". En otra entidad cuestionaron la desaparición del sistema de triangulación ya que, según argumentaban, las obras sociales permitían a los afiliados acceder a prepagas con tarifas más benévolas. "¿Cuánto tenés que ganar para pagar la cuota de salud privada sin los convenios que tenemos con ellas?", cuestionaron.En aquel entonces, del otro lado de la orilla, desde una prepaga redoblaron la apuesta. "Al estar todo unificado, sin intermediación, el servicio va a ser mejor y más eficiente", retrucaron.A propósito de los números de la triangulación, de acuerdo a cifras oficiales, Swiss Medical posee 264.595 afiliados que ingresaron con una obra social como intermediaria, OSDE tiene unos 238.939 y Galeno, 105.464. Estas entidades son de las que más titulares agrupan bajo este sistema.En Swiss Medical, 85.523 titulares llegaron triangulando con la Obra Social del Personal de Dirección de Acción Social de Empresarios (ASE), y 55.002 con la Obra Social del Personal del Organismo de Control Externo (Ospoce), entre otros convenios.Un zoom sobre el número de OSDE permite ver que 84.571 se afiliaron a través de la Obra Social de Comisarios Navales, 40.890 con la Obra Social de los Inmigrantes Españoles y sus Descendientes Residentes en la República Argentina, y 32.911 con la Obra Social de Técnicos de Vuelo de Líneas Aéreas, entre otras.Y en Galeno, 24.814 llegaron a través de la Obra Social del Personal del Automóvil Club Argentino; 19.726, con la Obra Social de Mandos Medios de Telecomunicaciones en la República Argentina y Mercosur, y 12.460, con ASE.
Una resolución de la Superintendencia de Servicios de Salud derivará todos los aportes de trabajadores y empresas directamente a las prepagas. Ya no habrá obras sociales que cobren comisiones para triangular los servicios.
La mayor parte de los servicios privados experimentarán saltos por encima de la inflación esperada. La incógnita de las tarifas de luz y gas y el valor del combustible. Leer más
Las compañías de salud incrementarán los precios entre 2,9% y 3,7% los valores en el segundo mes del año.