Desde la elección de Tusk como primer ministro, Varsovia se ha posicionado como un aliado de Bruselas después de años de enfrentamiento. Ahora el historiador euroescéptico amenaza con bloquear la agenda de su gobierno
Aplaudido con satisfacción en la extrema derecha, mirado con recelo por la Unión Europea. Así perciben al nuevo presidente de Polonia, el conservador Karol Nawrocki. Tras una carrera tensa y un margen de victoria estrecho, Nawrocki logró ganar con un 50,89% de los votos al liberal RafaÅ? Trzaskowski en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales celebradas el pasado domingo.Si en 2023 Polonia fue citada como un ejemplo de recuperación democrática cuando el partido centrista del primer ministro Donald Tusk logró desbancar a la ultraderecha del Partido Ley y Justicia, esto supone un cambio de timón. Y es un golpe a la agenda pro Unión Europea, pro reformista y más centrista de Tusk, algo que Nawrocki se propuso obstaculizar desde su nueva posición.Aunque el rol presidencial es principalmente protocolario, con influencia en la política exterior y de defensa, tiene una crucial potestad para vetas nuevas leyes, algo que solo puede frenar una mayoría del 60% en el parlamento, que Tusk y su coalición no poseen. Ya los líderes de extrema derecha en Europa acogieron con satisfacción la victoria de un político que no solo mira a la extrema derecha en el viejo continente, sino que recibe el apoyo directo del movimiento MAGA del presidente Donald Trump.Boxeador y hooliganNawrocki es originario de Gdansk, una ciudad portuaria en la costa del Báltico de Polonia. Se licenció en Historia en la Universidad de esa localidad en 2008 y se doctoró en 2013, además de contar con un MBA internacional de la Universidad Tecnológica de Gdansk.Nawrocki empezó a trabajar en el Instituto Nacional de Memoria (IPN) en 2009, organización encargada de investigar y procesar los crímenes nazis y comunistas entre 1917 y 1990. En ese tiempo, se encargó de preservar y difundir la narrativa histórica polaca, especialmente después de la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Fría y tras la caída del Muro de Berlín.Hizo una pausa de cuatro años, durante los cuales dirigió el Museo de la Segunda Guerra Mundial en Gdansk y en 2021, regresó al IPN como presidente. Durante la campaña presidencial sus críticos cuestionaron su papel dentro del IPN. En 2024 fue incluido en la lista de ciudadanos polacos buscados por el Ministerio del Interior ruso debido a su presencia en el desmantelamiento del Monumento a la Gratitud del Ejército Rojo en Glubczyce en 2022.No era una figura conocida en la política. Pero durante la campaña destacó y cultivó una imagen de tipo rudo, publicando videos de él sobre un ring de boxeo y haciendo gala precisamente de su pasado como boxeador aficionado. Además, también tiene un importante pasado como hooligan del Lechia de Gdansk, envuelto en peleas, y varios medios polacos le apuntan como enlace entre clientes del hotel en el que trabajaba de seguridad con mujeres prostituidas, según recoge el medio español ElDiario.es. Nawrocki negó casi todo, pero admitió las peleas cuando era joven."Make Polonia Great Again""Polonia será grande o no existirá", dijo tras obtener la victoria. No es una frase al azar. Sigue bastante la estela del presidente de Estados Unidos Donald Trump y "Make America Great Again" ("Hagamos a Estados Unidos grande de nuevo"), que además de un punto soberanista, marca una mirada contra lo exterior.Es, de hecho, fanático de Trump. Incluso voló a Washington durante la campaña electoral polaca para una reunión extremadamente breve y sacarse una foto con el presidente estadounidense en la Oficina Oval. El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, felicitó el lunes a Nawrocki: "El pueblo polaco se pronunció y apoya un ejército más fuerte y la seguridad de sus fronteras".Y Nawrocki tiene, cómo no, una línea similar a Trump y la extrema derecha europea en el tema migratorio. "Si llegan inmigrantes ilegales de un momento a otro, aniquilarán nuestra seguridad y nuestra sensación de bienestar en Polonia", dijo, si bien Polonia solo tiene un 1,5% de extranjeros frente al 25,9% de Alemania o el 12,9% de España.Es un firme defensor de la soberanía polaca dentro de la UE y no quiere que el país ceda más poderes a Bruselas. Además, se opone a las políticas climáticas y migratorias de la UE.Recortes a los refugiados ucranianosAlgo que lo aleja de euroescépticos como el mandatario húngaro Viktor Orban o el primer ministro eslovaco Robert Fico es que él sí defiende que se respalde y se dé apoyo militar a Ucrania para defenderse de la invasión rusa. Aunque, en línea con estos, ha dicho que se opone a que el país se una a la OTAN y la UE durante la actual agresión de Rusia.La postura es el síntoma de la pérdida de interés o del apoyo de los polacos a los ucranianos, luego de que el país acogiera a más de un millón de refugiados del otro lado de la frontera. Además, Nawrocki dijo que quiere recortar las prestaciones a los refugiados ucranianos.Por su lado, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, declaró el lunes que esperaba "seguir manteniendo una fructífera cooperación con Polonia y con el presidente Nawrocki personalmente".Polonia es una economía en rápido crecimiento de 38 millones de habitantes con un papel destacado en la diplomacia internacional en torno a Ucrania. También es una ruta clave para el suministro de armas y ayuda a Ucrania. Además, Nawrocki respalda posiciones ultraconservadoras y tradicionales, además de oponerse al aborto y a la visibilidad o derechos de la comunidad LGTBIQ+.Nawrocki apoya la energía nuclear, pero sostiene que, hasta que Polonia tenga su propia planta nuclear, se debe seguir extrayendo y utilizando carbón.Respaldo de los líderes de la extrema derechaAl momento de ganar, los líderes de extrema derecha en Europa acogieron con satisfacción su victoria. "Felicitaciones al presidente Nawrocki por su fantástica victoria", publicó en sus redes sociales el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán. Añadió que estaba "ansioso por trabajar con él".También lo felicitó Marine Le Pen, la líder del partido ultraderechista Agrupamiento Nacional de Francia, quien remarcó que, además de ser una "buena noticia", la elección de Nawrocki marcaba un "repudio a la oligarquía de Bruselas" que intenta imponer sus "políticas autoritarias y ambiciones federalistas... desafiando la voluntad democrática".Si bien Europa ve con recelo la elección de Nawrocki, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo el lunes que estaba convencida de que la UE podría continuar su "muy buena cooperación" con Polonia.
Santiago Abascal celebra la victoria de Karol Nawrocki en Polonia, quien derrota al candidato apoyado por líderes europeos y españoles, defendiendo así la soberanía y libertad del país polaco
PARÍS.- Cabeza a cabeza es poco decir. A pesar de que las primeras encuestas de boca de urna daban la ventaja al alcalde de Varsovia, Rafal Trzaskowski, apoyado por el gobierno pro-europeo del primer ministro Donald Tusk, finalmente fue el historiador nacionalista Karol Nawrocki quien ganó la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del domingo en Polonia. Un revés para Europa, para el pluralismo social polaco y para Ucrania.Según los resultados publicados por la comisión electoral, el candidato nacionalista obtuvo 50,89% de los votos, mientras que Trzaskowski solo alcanzó el 49,11 %.El resultado fue tan ajustado que, en las primeras estimaciones, durante la noche, ambos candidatos reclamaron la victoria. Esto demuestra que los polacos tuvieron muchas dificultades para decidir en una elección presidencial cuyo resultado tendrá importantes implicaciones para el lugar de su país en Europa, pero también para el derecho al aborto y las personas LGBT+.RafaÅ? Trzaskowski, de 53 años, alcalde pro-UE de Varsovia que había llegado ligeramente primero en la primera vuelta, enfrentaba el domingo al nacionalista Karol Nawrocki, de 42 años, apoyado por el partido Ley y Justicia (PiS) del presidente conservador saliente, Andrzej Duda. Las encuestas predecían una votación particularmente ajustada y no se equivocaron. La tasa de participación superó el 71%, un récord para la segunda vuelta de una elección presidencial en Polonia.Pero, sobre todo, estos comicios determinarán en parte si Polonia se dirige hacia una vía inspirada por el presidente estadounidense Donald Trump y promovida por la oposición conservadora, o continúa en el camino pro-europeo trazado por el primer ministro y expresidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.Este lunes, Tusk anunció que se someterá a una moción de confianza próximamente, sin una fecha concreta, como respuesta al resultado electoral, pero rechazó las dudas sobre una posible dimisión. "Como primer ministro del gobierno polaco, no me detendré ni un momento en mi trabajo y en nuestra lucha común por la Polonia que soñamos", dijo.Continuar por el camino de Tusk podría provocar cambios sociales significativos, como la introducción de asociaciones civiles para parejas del mismo sexo y una flexibilización de la legislación sobre el aborto, hoy prácticamente prohibido. El presidente en Polonia, país de 38 millones de habitantes, tiene derecho de veto sobre las leyes y también es el jefe de las fuerzas armadas."Choque de civilizaciones"Debido a esas prerrogativas, una victoria de Trzaskowski habría permitido al gobierno de Tusk anular cantidad de reformas judiciales puestas en marcha por el PiS que â??según la Unión Europea (UE) y los opositores a las mismasâ?? han debilitado los controles y los equilibrios democráticos en ese país.La victoria de Karol Nawrocki fortalece sin duda al partido populista Ley y Justicia (PiS), que gobernó Polonia entre 2015 y 2023, y podría provocar nuevas elecciones parlamentarias. Muchos partidarios de Nawrocki quieren más restricciones sobre la inmigración y una mayor soberanía de su país dentro de la Unión Europea."Estas elecciones fueron un verdadero choque de civilizaciones" debido a las importantes divergencias políticas entre los candidatos, asegura la politóloga Anna Materska-Sosnowska.Ley y Justicia (PiS), que con el paso de los años se ha orientado hacia un nacionalismo sin complejos, es la principal formación de extrema derecha polacas, que acumulan cerca del 53% de los votos. Entre los jóvenes, el voto contestatario alcanza el 60%; 40% de los cuales son para la extrema derecha.Sin embargo, según los especialistas, más que una radicalización, esos resultados reflejan un profundo cansancio del duopolio que ha marcado la vida política polaca durante casi 25 años, entre el PiS de Jaroslaw Kaczynski y la Coalición Cívica del actual primer ministro, Donald Tusk. Nunca la suma de los resultados de estas dos formaciones ha sido tan baja: 60% en la población general, 22,7% entre los jóvenes."La bipolarización de la política polaca se está agotando y cada elección ve emerger una 'tercera fuerza'. La extrema derecha recoge los frutos de la transformación del estatus del PiS, partido antisistema hoy percibido como convencional, ya que ha permanecido ocho años en el poder. La izquierda, por su parte, sigue siendo igual de débil: alrededor del 10%", analiza Materska-Sosnowska.Un revés para KievFinalmente, y esta es sin duda la mayor paradoja de esta elección, todos los estudios sociológicos indican que la sociedad polaca, en su conjunto, se está liberalizando. En cuestiones como el aborto â??el país es uno de los más restrictivos de Europaâ?? o la separación de la Iglesia y el Estado, los polacos son cada vez menos conservadores. La secularización que han experimentado todas las sociedades occidentales - que va de la mano con el espectacular desarrollo económico en Polonia - avanza a grandes pasos. Y, en ese sentido, la victoria de Nawrocki es un auténtico revés.Como también lo es para Ucrania, país vecino que busca reforzar el apoyo diplomático internacional para sus difíciles negociaciones con Rusia. Nawrocki, admirador de Donald Trump, se opone a la adhesión de Kiev a la OTAN y ha pedido restricciones sobre los beneficios que reciben alrededor de un millón de refugiados ucranianos en Polonia. En las últimas horas de su campaña, el viernes, fue a colocar flores en un monumento dedicado a los polacos asesinados por nacionalistas ucranianos durante la Segunda Guerra Mundial."Fue un genocidio contra el pueblo polaco", declaró.Incluso los mercados reaccionaron negativamente este lunes al anuncio de los resultados. El índice de la Bolsa de Varsovia cayó más del 2% poco después de la apertura. El zloty, la moneda nacional, y los bonos del Estado también se vieron bajo presión.El desarrollo económico de Polonia "depende de reformas estructurales, de la estabilidad institucional y de una relación constructiva con la Unión Europea", afirmó Jakob Suwalski, de la agencia de calificación Scope Ratings.La polarización del panorama político y la perspectiva de las elecciones legislativas en 2027 podrían favorecer un aumento del gasto público y "retrasar la consolidación presupuestaria", según el experto. Polonia ha profundizado mucho su déficit en los últimos años, debido al impacto del gasto social y militar. Este año, se espera que el mismo supere nuevamente el 6% del PBI.
La jornada electoral más intensa y reñida desde 1990 también ha sido la que ha obtenido el mayor número de participación
VARSOVIA.- El candidato proeuropeo Rafal Trzaskowski se impuso ligeramente hoy en la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Polonia, decisivas para el futuro del actual gobierno, según un sondeo a boca de urna. Trzaskowski, de la centrista Coalición Cívica (KO) y apoyado por el 30,8% de los votantes, se enfrentará en la segunda vuelta al candidato nacionalista Karol Nawrocki, que habría obtenido el 29,1% de los votos, según el Instituto IPSOS.Se esperan los resultados oficiales para el lunes o martes, de una elección que contó con el 66,8% de participación. Trzaskowski, un liberal aliado con el primer ministro Donald Tusk, y Nawrocki, un historiador conservador sin experiencia política previa que cuenta con el apoyo del partido nacional conservador Ley y Justicia, han sido los principales candidatos entre una lista de 13 postulantes.El balotaje abre una ceñida pugna que será determinante para decretar si Polonia se mantiene en la senda proeuropea marcada por el primer ministro polaco, Donald Tusk, o se acerca a los nacionalistas admiradores del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.La votación no es solo decisiva para el futuro del actual gobierno proeuropeo, sino también para la ley del aborto y los derechos de las minorías sexuales, en un momento delicado para Europa por la continuidad de la guerra en Ucrania, el auge de los partidos de extrema derecha y los tensos lazos con Washington.Trzaskowski, alcalde de Varsovia y un político cercano a la UE, llegó a esta elección como favorito. "Este resultado demuestra lo fuertes que debemos ser, lo decididos que debemos estar", dijo a sus seguidores en un estadio cubierto de la histórica ciudad de Sandomierz, en el este de Polonia. "Vamos a por la victoria. Dije que estaría cerca y lo está", afirmó a sus partidarios. "Hay mucho, muchísimo, trabajo por delante y necesitamos determinación".Por su parte, el candidato nacionalista dio las gracias a sus votantes, afirmando que su victoria en la segunda vuelta del 1 de junio impediría que la actual coalición "monopolice" todo el poder en Polonia. Además, pidió a los partidarios de los candidatos de extrema derecha que lo apoyaran para "salvar Polonia".Los candidatos de extrema derecha Slawomir Mentzen y Grzegorz Braun obtuvieron casi un 22% en conjunto, una puntuación históricamente alta.Braun, que en 2023 utilizó un extintor para apagar las velas de Hanukkah en el Parlamento del país, un incidente que causó indignación internacional, obtuvo el 6,2% de los votos según el sondeo a pie de urna.Lo que está en juego en la elecciónAunque el primer ministro y el parlamento de Polonia tienen la autoridad principal sobre la política interna, la presidencia tiene un poder sustancial. El presidente actúa como comandante de las fuerzas armadas, juega un papel en la política exterior y de seguridad, y puede vetar legislación.El presidente conservador saliente, Andrzej Duda, ha utilizado repetidamente ese poder durante más de un año para obstaculizar el programa de Tusk, por ejemplo bloqueando nominaciones de embajadores y vetando leyes, muchas de las cuales estaban destinadas a revertir los cambios judiciales y mediáticos realizados durante el tiempo de Ley y Justicia en el poder desde 2015 hasta finales de 2023.Para algunos votantes, una victoria de Trzaskowski es la oportunidad de terminar con este estancamiento. "Espero que estas elecciones completen el cambio", afirmó Hubert Michalowski, un trabajador autónomo de 50 años.Trzaskowski prometió apoyar reformas en los tribunales y los medios públicos, que según los críticos fueron politizados bajo los mandatos de Ley y Justicia. Los opositores de Tusk dicen que él también politizó los medios públicos.Visiones diametralmente opuestas La campaña giró en gran medida alrededor de cuestiones de política internacional y centró el debate sobre el lugar que debe ocupar Varsovia entre la Unión Europea y Estados Unidos, cuya alianza parece más en entredicho que nunca durante el segundo mandato de Trump."Son unas elecciones muy importantes, que oponen dos visiones diametralmente opuestas de Polonia: por un lado, una Polonia democrática, europea, abierta, segura y honesta, y por otro, todo lo contrario", declaró a la AFP Marcin Woloszynski, economista de 42 años, tras votar en Varsovia.Además de los asuntos geopolíticos, los temas sociales también desempeñaron un papel importante en los debates de otro país cuya sociedad está dividida. Las autoridades polacas informaron de intentos de interferencia extranjera durante la campaña, incluidos ciberataques a partidos de la coalición de Tusk y acusaciones de un instituto de investigación estatal de que algunos anuncios políticos en Facebook fueron financiados desde el extranjero.Agencias AFP y AP