La escultura había sido donada por el magnate al Hospital SAMIC en 2022. Comparó el echo con el retiro del monumento de Osvaldo Bayer. Leer más
EL CALAFATE.- El busto del expresidente Néstor Kirchner que se encontraba en el hall del ingreso principal del Hospital SAMIC de esta ciudad fue retirado ayer por personal del nosocomio. El establecimiento depende del gobierno nacional, aunque su administración es tripartita, junto con la provincia y el municipio. La estatua de homenaje había sido inaugurado el 27 de octubre de 2022, cuando se cumplieron 12 años de la muerte del expresidente y exgobernador santacruceño. El busto fue donado por Rudy Ulla, un amigo de los Kirchner. Cuando esta mañana los médicos, enfermeros y personal administrativo del hospital llegaron a trabajar se encontraron con el espacio vacío en el hall de entrada y confirmaron lo que algunos ya habían visto en el video que trascendió por redes sociales libertarias: el busto de Néstor Kirchner había sido retirado de allí. El hospital lleva el nombre de "Gobernador Jorge Cepernic-Presidente Néstor Kirchner", pero solo tenía el busto de Kirchner.El hospital pertenece a la Red de Servicio de Atención Médica Integral para la Comunidad, SAMIC, y fue inaugurado en 2015, por la entonces presidenta Cristina Kirchner, la entonces ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, y el entonces ministro de Planificación Federal, Julio De Vido.En ese momento se estableció un fideicomiso de administración por tres años y un gobierno tripartito entre la Nación, la provincia y el municipio. EN 2018 se había anunciado su traspaso a la provincia, pero no se concretó y la gestión sigue funcionando de forma tripartita, pero financiado principalmente por el presupuesto nacional y en menor medida por la provincia y el municipio.Desde su inauguración se convirtió en el principal centro de referencia en atención de salud de la provincia. Hasta aquí llegaron pacientes derivados de varias localidades, se realizaron intervenciones de alta complejidad y cuenta con 153 camas disponibles, sin embargo la administración del mismo nunca quedó exento a los vaivenes políticos. "Es casi lo mismo que pasó con el monumento a Bayer""Lo primero que se me ocurre decir es, como cuando Jesús estaba en la cruz: 'Perdónalos, señor, no saben lo que hacen", dijo Rudy Ulloa en declaraciones al diario La Opinión Austral, tras conocer el video que retiraban el busto del hospital SAMIC. "Voy a ser claro: no saben los que lo retiraron, pero sí saben lo que hacen los que mandaron a sacarlo, los que dieron la orden. Es casi lo mismo que pasó con el monumento de Osvaldo Bayer", dijo Ulloa, quien fue armador político de Kirchner en sus inicios. Hace dos semanas, la Dirección Nacional de Vialidad arrasó con el monumento de metal de Osvaldo Bayer que se encontraba en el ingreso a la ciudad de Río Gallegos, sobre la ruta nacional 3. El monumento del escritor que investigó sobre las huelgas rurales y el genocidio de los huelguistas, ya fue entregado a la Secretaría de Cultura de la provincia que está restaurando y definiendo cual será su nueva ubicación.
Se trata de una escultura que había sido donada por Ulloa al Hospital SAMIC en 2022.El cuestionado empresario K comparó este caso con el del monumento a Osvaldo Bayer.
En "Desde el canil" el periodista Franco Lindner retomó un aspecto del pasado del extinto expresidente en relación con los militares de la dictadura del '76. Leer más
Tras hacer efectivo el cambio de nombre a Palacio Libertad, Centro Cultural Domingo Faustino Samiento, ahora el Gobierno intervino el edificio.No está previsto colocar un cartel con la nueva denominación, confiaron fuentes oficiales a Clarín.
Había sido retirado por el Gobierno el 12 de febrero antes de que se realizará un recital. La gigantografía reproduce un momento simbólico de la gestión de Néstor Kirchner en materia de derechos humanos Leer más
La militancia entró en un estado de emoción intensa con las palabras, los gestos y la firma de Néstor Kirchner. Era el año 2006 y el expresidente había decidido sacarse de encima al Fondo Monetario Internacional pagándole todo lo que el país le debía.El hecho, de dudosa conveniencia financiera en aquel momento, pero de altísimo rédito en términos de propaganda política, encerraba un secreto bien guardado de cara a la opinión pública. En la práctica, Kirchner no sacó plata de su bolsillo de Presidente girando recursos del Tesoro, sino que obtuvo el dinero del Banco Central.A cambio, le puso una Letra Intransferible, un lastre de utilidad nula que le quitó al organismo monetario poder de fuego para pelear contra el dólar cuando resultara necesario, como siempre pasa en alguna ocasión en la Argentina.La denominación Letra Intransferible era desconocida para el público menos familiarizado con las finanzas nacionales, hasta ahora. Javier Milei la puso en boca de una audiencia más amplia porque la mencionó en el decreto que someterá al Congreso para convalidar el nuevo acuerdo con el FMI.Es la filosofía circular de la deuda. La Casa Rosada usará parte del dinero que le dará el Fondo Monetario para pagarle al Banco Central el dinero que alguna vez le pidió prestado Kirchner para pagarle al propio organismo internacional. El juego de la deuda se enmarca en un eterno retorno de préstamos que se pagan con préstamos hasta que la cadena se rompe y la Argentina entra en crisis.La ayuda externa llega en el momento indicado. El viento a favor que empujó al alza a las acciones y bonos argentinos el año pasado cambió en la primera parte de 2025 por un rojo derivado de problemas internacionales que también hicieron crecer el riesgo país.El acuerdo con el Fondo vendrá con otros panes bajo el brazo. Se espera que haya nuevos recursos de más organismos internacionales, como el BID y el Banco Mundial, que faciliten la salida del cepo cambiario y, tan importante como eso, les muestren a quienes empiezan a dudar que el gobierno argentino tiene herramientas para administrar expectativas de devaluación.Hay algo que se rompió en el último tiempo. El denominado dólar futuro, que anticipa el valor de la divisa norteamericana para adelante según la previsión del mercado, está para diciembre más más caro que la proyección del dólar oficial que sugiere el Gobierno. Eso no pasó en la última mitad de 2024. Hay motivos para pensar que el mundo le pondrá más presión a ese pronóstico negativo, más allá de las mejores intenciones de la Casa Rosada.En el reverso de esa tensión se encuentra la discusión con el FMI. El Fondo no pide una devaluación, pero sí que se acumulen reservas. Muchos ven en ese reclamo al Gobierno un posible deslizamiento cambiario.Anteayer se escuchó en el establishment el eco de las palabras de Ricardo Arriazu, un economista que en general coincide con el modelo económico de Luis Caputo, fue ponderado por Javier Milei y tiene larga ascendencia en el establishment.Según Arriazu, el Gobierno no va a devaluar, pero deslizó que hay diferencias en el centro del poder sobre el futuro esquema cambiario. Milei se inclinaría por un modelo de flotación, mientras que el dúo Caputo-Santiago Bausili, presidente del BCRA, buscarían un esquema más rígido. En medio de estas discusiones, la entidad monetaria debió vender una cifra récord de dólares anteayer.El miércoles fue un día difícil de digerir para Techint y Aluar, dos gigantes de la industria argentina. Desde las 00:00 comenzaron a regir los aranceles del 25% para las exportaciones de acero y de aluminio que se enviaban a Estados Unidos.Más allá de la preocupación que puede generar para sus timoneles, Paolo Roca -tiene, además, plantas en México, otro país afectado por los aranceles- y Javier Madanes Quintanilla en cada caso, es un problema serio para la Argentina.La empresa de Madanes, por ejemplo, volcaba cada año 180.000 toneladas de aluminio a Estados Unidos, que representan US$500 millones. Es una cifra importante para un país que busca aumentar las ventas al exterior para sostener un peso fuerte que permita bajar la inflación y mejorar los salarios. Hoy, esas ventas están completamente paralizadas y se arrumban unas 15.000 toneladas por mes a la espera de definiciones.El problema comenzó con la noticia. En función de la incertidumbre comercial que provocaron las conductas de Trump, desde hace días se frenó el comercio de aluminio con Estados Unidos. Es decir, se trata de un cimbronazo despiadado para el sector productivo argentino, con capacidad de contagiar otras áreas más allá de la que dominan los barones del metal. Cabe preguntarse qué pasaría, por caso, con las bodegas argentinas si los vitivinícolas norteamericanos cuelan un reclamo de mayor protección.El sector privado está empujando para que se conforme una comitiva integrada por funcionarios de la Cancillería (Gerardo Werthein), el Ministerio de Economía (Luis Caputo) y ARCA (Juan Pazo) que viajen a Estados Unidos en las próximas tres semanas. El objetivo es participar de una mesa de negociación para discutir aranceles recíprocos.El optimismo es menos que moderado. Quienes desde el sector privado manejan una parte importante de la economía se ven miniaturizados frente a las discusiones que está atravesando el Norte con otros países. Descartan que sus inquietudes serán consideradas después de las urgencias que presentan Canadá y México. Tampoco creen que la Argentina vaya a tener un trato preferencial por la cercanía de Javier Milei con Donald Trump.De manera que al problema endémico de la Argentina para conseguir divisas se le suma la adversidad del proteccionismo norteamericano. El socorro financiero del FMI y otros bancos se hace, entonces, cada vez más importante, porque es el puente para administrar el precio del dólar mientras continúa el proceso de baja de inflación.Todo el proyecto libertario está atado a la desaceleración de los precios. A esta altura no sólo es la principal propaganda política que tiene Javier Milei en el año electoral, sino también la condición sobresaliente para la vuelta del país hacia cierta normalidad de cara a 2027. Hay un laboratorio en marcha con todo esto que involucra al sector de servicios públicos.Daniel Vila, José Luis Manzano y Mauricio Filiberti son los dueños de Edenor, la distribuidora de electricidad que mejor transitó la semana de apagones que puso de malhumor al área metropolitana de Buenos Aires en la última ola de calor. Sus terminales le hicieron llegar al Gobierno un mensaje entusiasta: creen que pueden alcanzar hacia el final del mandato de Milei la mejor calidad del servicio desde que se hizo la concesión, a principios de los años 90. Sería saldar una deuda con la sociedad de las últimas dos décadas.La clave para que mejore es que las empresas le cobren más a los usuarios por el servicio que les dan. El Gobierno encontró la fórmula para que los ajustes que en el pasado convulsionaron al poder político hoy sean tolerables para la población. Se trata de aplicar una suba mensual de entre uno y dos puntos por encima de la inflación.El ministro de Economía administró esa cuenta en el pasado. Cuando había mayor presión sobre el IPC, frenó las subas. Luego, las reanudó. Entre noviembre y febrero pasados, Edenor y Edesur recibieron periódicamente los aumentos esperados. Y a partir de abril comenzará a regir un esquema quinquenal que, de cumplirse, podría marcar un cambio en la relación de los argentinos con la denostada electricidad. Eso depende de que siga bajando la inflación para no ir a buscar en el congelamiento de tarifas, lo que otros precios no dan.La normalización del país en un sentido más amplio que la economía obligará al Gobierno a tomar algunas decisiones que aún no tiene resueltas. Tras los cortes de luz de febrero, las empresas del sector esperan que el año próximo esté hecho el proyecto denominado AMBA I para reducir el stress del sistema. Daniel González (coordinador de Energía) y María Tettamanti, secretaría del área, consideraron la propuesta, que fue finalmente vetada por Santiago Caputo.El poder del integrante del triángulo de hierro que se completa con Karina Milei y el propio Presidente es cada vez más destacado. Aunque convive con Luis Caputo, el ministro de Economía, su despliegue en ese territorio se expande. No sólo puede sugerir un aumento de la intervención en los dólares financieros según las necesidades políticas del calendario o influir en la manera en que se concesionarán las rutas, sino también bajarle el pulgar a la recomendación de funcionarios de perfil más técnico sobre temas de infraestructura. Tanto es así que González, Tettamanti y sus equipos están buscando alternativas para anunciar en las próximas semanas un plan alternativo que permita licitar ese proyecto estratégico para que haya luz para los porteños sin lacerar los mandamientos libertarios.La obra pública también puede incomodar a la Casa Rosada por otros motivos. Javier Milei está abiertamente en contra del financiamiento con recursos estatales de proyectos que, según su mirada, deberían estar solventados por el sector privado. Considera que son ciénagas donde crece el dengue de la corrupción. Pero el propio ejercicio del poder coloca al Gobierno en una situación que no está contemplada en los libros. Un buen ejemplo es lo que pasó en Bahía Blanca.Diversos especialistas consideran que la inundación se debió a la falta de obras que solo el Estado estaría interesado en hacer. Hasta el expresidente Mauricio Macri, quien tiene una idea comparable con la de Milei sobre el manejo de la economía, está de acuerdo con esa mirada de la cosa pública.Nadie podría cuestionarle seriamente a este Gobierno la falta de infraestructura que lleva años, pero sí hacerle algunas preguntas sobre el letargo de algunos recursos.Números oficiales del tercer trimestre de 2024, los últimos disponibles, muestran que el Fondo Fiduciario para Infraestructura Hídrica tenía $53.593 millones disponibles. Se nutre de impuestos sobre determinadas operaciones con las naftas y con el GNC. Entre sus usos específicos está la mitigación de inundaciones.La misma documentación pública indica que $47.831,8 millones de ese monto están colocados en la línea Inversión Financiera. La información oficial no da más detalles. Podrían estar en el banco o en bonos de deuda pública. En cualquier caso, es dinero sin gastar que ayudó al Gobierno a mostrar un resultado fiscal positivo.La Casa Rosada creó su propio antídoto político para combatir críticas antipáticas cuando dispuso una ayuda extraordinaria de $200.000 millones para asistir de manera directo a los damnificados de Bahía Blanca. Es una concesión generosa para una administración que prioriza el equilibrio en las cuentas. Es, también, la evidencia de que las necesidades del contexto cuestionan el proceso de ahorro que permitió la baja de la inflación. El otro puntal de la desaceleración de los precios es valor del dólar. Por eso es necesario que vengan más.
La Secretaría de Derechos Humanos retiró una gigantografía de Néstor Kirchner en el Colegio Militar, donde se lo veía ordenando la remoción del cuadro de Jorge Rafael Videla. La decisión, tomada previamente, se ejecutó horas antes de un recital en la ex ESMA. Leer más
Ayer, SanCor Cooperativas Unidas Limitada (CUL), una de las históricas empresas lácteas de la Argentina, solicitó la apertura de su concurso preventivo de acreedores. La firma enfrenta una deuda cercana a 250 millones de dólares y atraviesa una crisis profunda desde 2017. Durante los últimos años, intentó sin éxito reestructuraciones, acuerdos con inversores, venta de activos y reducción de personal. A esta compleja situación se suma un problema que arrastra desde hace más de una década: un millonario pago que el gobierno venezolano nunca habría realizado por la compra de leche en polvo."Venezuela le quedó debiendo a SanCor a hoy US$18 millones y con ningún gobierno se logró cancelar", aseguraron fuentes de la empresa. Según pudo reconstruir este medio, se trata de una operación por exportaciones que surgió en paralelo a un acuerdo firmado en 2006 con el gobierno de Hugo Chávez, después de que el expresidente Néstor Kirchner impidiera la asociación de la cooperativa con Adecoagro, un grupo entonces con predominancia del magnate George Soros. En su momento, SanCor había pactado con esa firma la creación de una sociedad anónima en la que controlaría el 62,5% y la cooperativa retendría el 37,5%, a cambio de un pago de 120 millones de dólares.Sequía: con la leve mejora en los precios y la baja de las retenciones hubo un muy parcial recorte de las temidas pérdidasTras la negativa del gobierno argentino a esa operación, SanCor firmó un acuerdo con el Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela (Bandes), que le otorgó un adelanto de 80 millones de dólares a cambio del suministro de leche en polvo y tecnología por 15 años. Con esos fondos, la cooperativa canceló parte de su deuda con entidades financieras como CFI, Rabobank, Citibank, HSBC, Banco Nación, Credicoop, Supervielle y Santa Fe. En ese momento, el pasivo total de la empresa ascendía a 200 millones de dólares, de los cuales 170 millones estaban en manos de bancos nacionales e internacionales.El acuerdo preveía el envío escalonado de leche en polvo, comenzando con 3000 toneladas cada seis meses y aumentando hasta alcanzar 8000 toneladas al finalizar el convenio en 2022. SanCor cumplió con las entregas antes de lo previsto debido al incremento del precio internacional de la leche. Además de los envíos, la empresa brindó asesoramiento tecnológico a Venezuela, en un contexto donde el país importaba más de 45.000 toneladas de lácteos argentinos y había adquirido 2000 vacas Holando Argentino para fortalecer su producción.La deudaSi bien SanCor canceló los envíos pactados, por otra parte concretó ventas adicionales de leche en polvo a empresas controladas por el gobierno venezolano dentro del fideicomiso comercial entre la Argentina y Venezuela. Según fuentes cercanas a la empresa, cuando Venezuela entró en default, dejó de pagar, acumulando una deuda que superó los 50 millones de dólares en su punto máximo. Con el tiempo, parte de ese saldo fue cancelado, pero aún quedan 18 millones de dólares pendientes de cobro.SanCor intentó recuperar esta deuda y realizó múltiples gestiones ante distintos gobiernos argentinos para que intervinieran en el reclamo. Sin embargo, esos intentos nunca dieron resultado y, en el actual contexto, las posibilidades de cobrar el monto adeudado se reducen aún más. A los problemas financieros que enfrenta la empresa se suma la mala relación entre el gobierno de Javier Milei y la administración venezolana de Nicolás Maduro, lo que dificulta aún más una resolución favorable.La empresa atraviesa una situación sumamente compleja. Actualmente, tres de sus seis plantas casi no operan, la cooperativa despidió a 500 empleados y su planta en Balnearia perdió el suministro eléctrico por falta de pago. Su producción cayó a 180.000 litros diarios, lejos de los 4 millones que procesaba en su mejor momento, lo que pone en duda su viabilidad a futuro.En este contexto, ayer se presentó en concurso. Su caso fue asignado al Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial de la Cuarta Nominación de Rafaela, que comenzará a evaluar la solicitud y ordenará las primeras diligencias administrativas. Aunque no se informó la nómina de acreedores ni el monto exacto de la deuda, se estima que el pasivo asciende a 250 millones de dólares.Sequía: con la leve mejora en los precios y la baja de las retenciones hubo un muy parcial recorte de las temidas pérdidas"SanCor evaluó diferentes alternativas y mantuvo negociaciones con un grupo empresarial interesado en desarrollar un fideicomiso, pero luego de dos años esa iniciativa no prosperó", detallaron desde la empresa en un comunicado ayer.Además, el conflicto con la Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea Argentina (Atilra), que se extendió por 10 meses, agravó la situación de la cooperativa al reducir drásticamente su operatoria y su presencia en el mercado. Pese a esto, SanCor continúa en la búsqueda de inversores para garantizar su continuidad. No obstante, antes de avanzar con cualquier iniciativa concreta, debe resolver los problemas derivados de su deuda."Aunque los resultados de esta medida no pueden preverse con certeza, la cooperativa confía en que las partes involucradas llegarán a un entendimiento", señaló en el comunicado.