Se trata de aquellos pasajes de la Biblia que forman parte de la celebración religiosa del día
Se trata de aquellos pasajes de la Biblia que forman parte de la celebración religiosa del día
Se trata de aquellos pasajes de la Biblia que forman parte de la celebración eucarística del día
Se trata de aquellos pasajes de la Biblia que forman parte de la celebración religiosa del día
La Iglesia Católica comparte aquellos pasajes de la Biblia correspondientes al día
El Vaticano publica aquellos pasajes de la Biblia correspondientes al día
Consulta los pasajes de la Biblia que serán leídos en la celebración eucarística de hoy
El Vaticano da a conocer aquellos pasajes de la Biblia correspondientes al día
Se trata de aquellos pasajes de la Biblia que forman parte de la celebración religiosa del día
Consulta los pasajes de la Biblia que aparecerán en la eucaristía de hoy
El Vaticano da a conocer aquellos pasajes de la Biblia correspondientes al día
Se trata de aquellos pasajes de la Biblia que forman parte de la celebración eucarística del día
El Vaticano da a conocer aquellos pasajes de la Biblia correspondientes al día
Se trata de aquellos pasajes de la Biblia que forman parte de la celebración religiosa del día
El Vaticano publica aquellos pasajes de la Biblia correspondientes al día
Se trata de aquellos pasajes de la Biblia que forman parte de la eucaristía del día
Consulta los pasajes de la Biblia que serán utilizados en la Misa de hoy
Consulta los pasajes de la Biblia que serán leídos en la celebración eucarística de hoy
Se trata de aquellos pasajes de la Biblia que forman parte de la celebración religiosa del día
El respaldo estadounidense le aportó oxígeno a Milei, pero también le sumó exigencias y aumentó la incertidumbre sobre el día después de las elecciones
Autoridades de Puno arrestaron a dos extranjeras acusadas de integrar una banda que engañaba a transeúntes con supuestos rituales, logrando sustraer dinero y objetos de valor en zonas comerciales concurridas
Consulta los pasajes de la Biblia que serán utilizados en la Misa de hoy
¿Por qué "la humanidad es una ficción peligrosa" y su llegada suele venir precedida de "los asesinatos en masa"? ¿Acaso este fracaso es la clave para entender el auténtico peligro de la "deshumanización"? ¿Y por qué los instrumentos intelectuales para comprenderlo, a veces, solo circulan en "el mercado negro de ideas"? Luego de décadas de discursos sobre el fracaso de las viejas izquierdas para comprender y transformar el mundo actual, el turno para la composición de nuevas lamentaciones les ha llegado a las viejas derechas, hoy cautivas de lo que, bajo denominaciones como paleolibertarismo, multipolaridad o tecnofeudalismo, también marca el ocaso de su capacidad para asimilar el presente. En consecuencia, ya sea con matices progresistas o conservadores, nadie con curiosidad por las ideas sobre la realidad contemporánea debería pasar por alto el análisis de este "fracaso" hecho por autores tan distintos como el inglés John Gray (South Shields, 1948), el rumano Costica Bradatan (DrÄ?goieÈ?ti, 1971) o el esloveno Slavoj Žižek (Ljubljana, 1949).Ya desde el título de su ensayo, Los nuevos leviatanes, John Gray, con una mirada agria y melancólica sobre la decadencia del ideal liberal, se apoya en la erosión de la figura del Leviatán pensado por Thomas Hobbes en el siglo XVII como fundamento del poder del Estado para establecer que "a medida que las sociedades occidentales han ido desmantelando libertades liberales, ese destino hacia el que se suponía que el mundo estaba evolucionando ha desaparecido en las propias sociedades donde se originó esa idea", por lo cual debería aceptarse que "la historia no dibuja ninguna trayectoria definible, ni a la larga ni a la corta". Más allá de sus latitudes, esas "libertades liberales" que Gray considera desmanteladas se reconocen, en casi cualquier punto de Occidente, en el hecho de que las escuelas y las universidades, por ejemplo, solo inculcan una educación "en conformidad con la ideología progresista dominante" y empujan a quienes "discrepan con las ortodoxias" a ser borrados de la vida pública, como así también en que el arte se juzga, sobre todo, "en función del servicio que presta a los objetivos políticos aceptados". Desde ya, advierte Gray, esto no podría ocurrir sin el beneplácito de la sociedad civil, ¿pero no son las grandes corporaciones tecnológicas las que "ejercen potestades censoras" y "vigilancia policial" incluso sobre esa misma sociedad?Tal como advierten otros autores, el giro del modelo liberal tradicional hacia nuevos proyectos "hiperliberales", nutridos tanto por los mitos económicos-darwinistas de personajes como Friedrich Hayek y su "capitalismo de mercado" como por las fantasías políticas de Francis Fukuyama sobre el "capitalismo democrático", confluyen para Gray en un "fárrago de errores y falacias" que incrementan, día a día, el atractivo de alternativas antes impensadas. En este punto, se trate de la Rusia de Vladimir Putin o la China de Xi Jinping, a las que dedica un análisis pormenorizado, para el autor de Los nuevos leviatanes estamos ante la expansión de influencias ideológicas cuyo crecimiento se explica por "un Occidente iliberal".Pero, ¿y si este fracaso fuera parte del problema de no pensar con seriedad qué significa fracasar? Esta es la tesis de Costica Bradatan en Elogio del fracaso, quien a pesar de la sobrecarga constante de citas a veces irrelevantes y un tono por momentos demasiado aleccionador, apunta a que es el fracaso lo que "nos abre el mundo y nos revela algunos de sus secretos", lo cual otorga "una claridad de la visión que nos faculta para percibir la desnudez de las cosas". ¿Y qué se supone que debería percibirse a través de tal desnudez? Nada menos que la realidad del mundo y la nuestra. En favor de su argumento, Bradatan recorre entre la biografía y la crítica las ideas de personajes diversos como Simone Weil, cuyo acercamiento a la vida obrera y el cristianismo terminaron por agudizar los rasgos más inestables de su genialidad, o Mahatma Gandhi, cuyo asesinato ocurrió justo cuando creía que la independencia de India había encerrado al país en una sangrienta tragedia.En todo caso, el objetivo de Bradatan es iluminar el funcionamiento general del fracaso no tanto para anticipar el próximo paso en falso de la historia, la política o la cultura, sino más bien para explorar qué es lo que nos lleva a embarcarnos en lo que, con sus promesas de éxito, nos impide captar el próximo error. "Rodeados de objetos que se gobiernan solos, es poco lo que nos incita a pensar", escribe el rumano a propósito de los sueños de emancipación prometidos por cantos de sirenas actuales como los de la inteligencia artificial, y por eso "adiestrada, alimentada y cuidada de manera creciente por algoritmos, nuestra mente está desempleada en gran medida. Y cuando no hay costumbre de pensar, se atrofia y muere". ¿No son acaso estas cualidades las que mejor se ensamblan con el poder de las grandes corporaciones tecnológicas bajo la lupa de Gray?Dotado de su habitual capacidad para combinar ideas, lecturas y conflictos, incluso en esta nueva reedición de su viejo libro sobre la filosofía de Gilles Deleuze de 2004, Órganos sin cuerpo, Slavoj Žižek logra apuntar a las mismas cuestiones con el estilo agudo e inteligente que lo caracteriza. A dos décadas de distancia, de hecho, el célebre esloveno ya identificaba incluso en el "mercado negro de ideas", donde se cultivan los enjambres de pensamiento sexista y racista, el inevitable marco teórico de las nuevas derechas que hoy emerge como antagonista de la "cultura woke".Sin embargo, con la excusa de plantear un "encuentro" entre las obras de Deleuze y Jacques Lacan, en apariencia "dos campos incompatibles" pero abiertos a un "impacto traumático", Žižek vuelve a sus temas predilectos. Y es entre ellos que, bordeando el problema del fracaso, concede incluso que Deleuze, cuyas nociones sobre el deseo y las "máquinas deseantes" o el "rizoma" y la proliferación no jerarquizada de diversas conexiones tuvieron gran éxito en los sistemas académicos de las últimas décadas, sea acusado de ser "el ideólogo del capitalismo tardío" que mejor nutre a Silicon Valley.Entre el desencanto de Gray, la lucidez del fracaso en Bradatan y las ironías críticas de Žižek, tal vez lo que termina por unir a todos estos autores no sea una búsqueda destinada a recuperar la "humanidad", sino la indagación acerca de si su derrumbe no revela, en última instancia, el gran síntoma de nuestro tiempo: que pensar significa hacerlo entre las ruinas de toda promesa certera de sentido.Los nuevos leviatanesPor John GraySexto PisoTrad: Albino Santos Mosquera194 páginas$33.500Elogio del fracasoPor Costica BradatanAnagramaTrad: Antonio-Prometeo Moya333 págs.$40.500
Consulta los pasajes de la Biblia que aparecerán en la eucaristía de hoy
La Iglesia Católica comparte aquellos pasajes de la Biblia correspondientes al día
La Iglesia Católica publica aquellos pasajes de la Biblia correspondientes al día
Se trata de aquellos pasajes de la Biblia que forman parte de la eucaristía del día
La Iglesia Católica da a conocer aquellos pasajes de la Biblia correspondientes al día
Se trata de aquellos pasajes de la Biblia que forman parte de la eucaristía del día
Se trata de aquellos pasajes de la Biblia que forman parte de la Misa del día
La aparición novelesca o casi milagrosa, apenas cuatro años atrás, de una valija con una serie de escritos de Louis-Ferdinand Céline (1894-1961) que llevaban perdidos ocho décadas -desde que huyó de Francia con el aliento de la Resistencia en la nuca-, reavivó un conflicto que hasta cierto punto se creía resuelto: el de tener que lidiar con la contradicción o más bien ambivalencia que provoca la tensión entre una pluma extraordinaria, de una voluptuosidad, una agudeza y un rigor poético pocas veces vistos, y la indisimulable repulsión que despierta el carácter antisemita y la furiosa militancia del odio que acaso llevó a ese hombre, en sus últimos días, a vérselas cara a cara con sus fantasmas.Londres es la segunda entrega de ese hallazgo todavía reciente -el primer volumen, Guerra, se publicó en español hace un par de años- , y alcanza con observar la austeridad de la solapa que el sello Anagrama le dedica a su autor para comprender el tamaño de la incomodidad que representa: la reseña biográfica de uno de los escritores fundamentales del siglo XX ocupa siete míseras líneas, y no hay en ella un solo adjetivo. Desde luego, en tiempos en que los celebrados y revolucionarios cambios de paradigma le dejaron también espacio a confusiones o tergiversaciones de toda clase, que incluso amenazaron con llevar a la hoguera las obras -por caso- de Nabokov o Hemingway, nadie se atreve a jugar innecesariamente con fuego.Al igual que su predecesora, Londres permite avistar los rasgos virtuosos de la prosa de Céline, quien hizo de la efervescencia interior un volcán que llegó a subvertir su lenguaLa novela es, entonces, la continuación directa de Guerra, el primer volúmen surgidos de aquel botín: aquí encontramos a su protagonista, Ferdinand -una de las perezosas máscaras de Céline, a las que suele maquillar de manera muy superficial para distanciarse de su propia vida-, quien luego de su experiencia traumática en las trincheras de la Primera Guerra y de purgar sus heridas en Francia se traslada, aproximadamente un año después -las marcas temporales siempre son difusas-, a Londres, con una licencia médica que le otorga cierta libertad y, en parte, siguiéndole los pasos a una prostituta de nombre Angèle, ya presente en la entrega anterior, que ahora vive con un militar rico y aún así deja un resquicio para el enamoramiento de Ferdinand, al menos hasta donde los protagonistas de Céline son capaces o tienen la convicción de enamorarse. Instalado de lleno en la capital inglesa, Ferdinand vive en una pensión ubicada no muy lejos de Trafalgar Square en compañía de una paleta de personajes que compiten en sordidez y extravagancia: el proxeneta Cantaloup -y las prostitutas que regentea-, cuya mujer Ursule también se prostituye y es quien en realidad maneja a las otras mujeres, por momentos con brazo de hierro; Borokrom, exiliado ruso militante de una causa unipersonal; y, entre otros, un tal Bijou, sospechado perpetuamente de ser soplón de la policía. Quizás este último ilustre, en su devenir inequívocamente perverso, la ambigüedad desde la que Ferdinand se relaciona con el mundo entero: por todos ellos siente afecto, pero también desprecio; a todos ellos desearía de a ratos ver muertos y, sin embargo, deja la piel por salvarlos.Al igual que su predecesora, Londres -escritas ambas en la primera mitad de los años treinta, en el instersticio que va de Viaje al fin de la noche y Muerte a crédito- permite avistar los rasgos virtuosos de la prosa de Céline, quien hizo de la efervescencia interior un volcán que llegó a subvertir su lengua, pero asimismo nos recuerda que se trata de versiones iniciales, progresivamente alejadas -a medida que el texto avanza y evidencia la falta de trabajo- de un estilo cuya fluidez no es otra cosa que una magistral impostura. Los escuetos títulos de ambas novelas, por cierto (Guerra y Londres), ponen de manifiesto esa instancia provisoria, a la que habría que sumar la preliminar Infancia, definitivamente extraviada.Sorprende, a propósito del destino incierto de los manuscritos de Céline, la insistencia de algunos especialistas en considerar Londres y Guignol's Band, su otra novela londinense publicada en 1944 (que tuviera una continuación póstuma), como cuerpos autónomos, cuando las coincidencias entre ambas son numerosas y del todo notorias. Lo natural, está demás aclararlo, es imaginar al propio Céline recreando y reconstruyendo en parte una novela perdida, cuya extensión además ameritaría en mayor medida aún la exhumación forzada.Con todo, lo circunstancial del título no lo vuelve arbitrario: Londres, la ciudad, es la otra gran protagonista de esta novela, en la que abundan las recorridas, el deambular accidentado de Ferdinand junto a sus compinches por sitios emblemáticos y también menos conocidos -y hasta inventados-, las descripciones precisas y bellas, dicho esto al margen de la batalla con la jerga en la que el traductor con frecuencia no logra salir del todo indemne ("No insisto. Colijo que los andobas se la han camelado. Que se la cepillen, me la pela").Más que eslabonarse, el argumento de Londres funciona desde la continuidad de ciertos hilos conductores (en particular la supervivencia de Ferdinand y su desesperación por no regresar al combate, así como el amor incompleto con Angèle), pero lo de Céline es ante todo la explosión de una lengua, o mejor una consciencia, suelta: alguien que procesa, a través de su narrador protagonista, todo con una intensidad apenas soportable.Esa voracidad, como se ha señalado, incluye a casi todos los seres vivos que lo rodean. Hay que recordar que las diatribas antisemita de Céline se disparan a partir de 1936, con su crisis y su infamia planfletaria -y nunca en sus novelas-, aunque los lectores no deberían intercambiar de todos modos tan a la ligera realidad y ficción. Aquí, en todo caso, el odio es contra todos, contra el mundo; incluso contra sí mismo.LondresPor CélineAnagrama. Trad.: R.M. Giráldez503 páginas, $ 45.000GuerraPor CélineAnagrama160 páginas, $ 35.500
Consulta los pasajes de la Biblia que aparecerán en la eucaristía de hoy
El Vaticano da a conocer aquellos pasajes de la Biblia correspondientes al día
El Vaticano da a conocer aquellos pasajes de la Biblia correspondientes al día
Consulta los pasajes de la Biblia que serán utilizados en la celebración eucarística de hoy
Se trata de aquellos pasajes de la Biblia que forman parte de la eucaristía del día
Consulta los pasajes de la Biblia que serán utilizados en la celebración eucarística de hoy
Se trata de aquellos pasajes de la Biblia que forman parte de la eucaristía del día
Consulta los pasajes de la Biblia que serán utilizados en la Misa de hoy
El Vaticano comparte aquellos pasajes de la Biblia correspondientes al día
En la capital provincial se desarrolló un nuevo capítulo de la tradicional Feria del Libro, la más importante del NOA argentino, por masividad, calidad y pluralidad de programación. Aquí los detalles. Leer más
Consulta los pasajes de la Biblia que serán leídos en la Misa de hoy
Consulta los pasajes de la Biblia que serán utilizados en la Misa de hoy
En un séptimo piso de Arthaus, Mondongo desplegó su obra "Paisajes", hecha de plastilina. Cuatro escritores leyeron textos inspirados en esas escenas naturales. Afuera, la Plaza de Mayo vibraba con la marcha de Ni Una Menos.
El Vaticano publica aquellos pasajes de la Biblia correspondientes al día
El Vaticano comparte aquellos pasajes de la Biblia correspondientes al día
El mecanismo dependiente del Ministerio de Sanidad urge a los pacientes diabéticos a comprobar las lecturas de sus sensores de control de glucosa
Consulta los pasajes de la Biblia que serán utilizados en la eucaristía de hoy
En pleno proceso judicial por la publicación de las fotografías junto al entonces príncipe danés, la empresaria ha decidido poner tierra de por medio y marcharse temporalmente a México
Se trata de aquellos pasajes de la Biblia que forman parte de la celebración eucarística del día
Consulta los pasajes de la Biblia que aparecerán en la eucaristía de hoy
Se trata de aquellos pasajes de la Biblia que forman parte de la celebración eucarística del día
Consulta los pasajes de la Biblia que serán leídos en la Misa de hoy
La Iglesia Católica da a conocer aquellos pasajes de la Biblia correspondientes al día
El Vaticano comparte aquellos pasajes de la Biblia correspondientes al día
El Vaticano comparte aquellos pasajes de la Biblia correspondientes al día
Se trata de aquellos pasajes de la Biblia que forman parte de la Misa del día
Consulta los pasajes de la Biblia que serán utilizados en la Misa de hoy
Consulta los pasajes de la Biblia que aparecerán en la celebración eucarística de hoy
29 de diciembre de 1999En relación a no tomar Zoloft, dije que durante unas horas después de tomarlo me hacía sentirme como si hubiera perdido mi principio organizador, como si me hubiera tomado un planters' punch antes de comer en el trópico. Dije que había intentado analizarlo, porque racionalmente sabía que no podía ser cierto, puesto que el vademécum decía que incluso el doble de la dosis no tiene ningún efecto durante varias horas y alcanza el pico después de entre tres y cinco días de dosis continuada. Me di cuenta de que tenía una idea muy calibrada de mi bienestar físico, que me daba mucho miedo perder el control, que mi personalidad giraba en torno a cierto nivel de movilización o ansiedad.Después dije que había intentado reflexionar sobre la ansiedad que había expresado en nuestra última sesión. Dije que a pesar de que la había expresado en términos laborales (la reunión en Los Ángeles, etcétera) me di cuenta al discutirla contigo de que estaba centrada en Quintana.«Por supuesto que sí», dijo él. Entonces hablamos sobre mis angustias respecto a Quintana. Básicamente consistían en que se deprimiera hasta el punto de estar en peligro. La premonición catastrofista, la llamada en mitad dela noche, tratar de tomar su temperatura emocional en cada llamada de teléfono. Dije que en algunos casos parecía justificado y que en otros era injusto con ella, porque debía de notar nuestra ansiedad del mismo modo que nosotros notamos la suya. «Sospecho que ella nota muy particularmente su ansiedad», dijo él.¿Cómo lo hacen la mayoría de los niños?, pregunté. -Crecen.¿En qué momento?, pregunté. ¿Cómo?-Confianza. Llegan a confiar en que sus padres confían en ellos.Dije que eso parecía. No solo nos lo había dicho a nosotros, sino que también se lo había contado al doctor Kass. Era yo y no tú quien ella quería que fuera a un psiquiatra. Él dijo que daba por hecho que ella detectaba la ansiedad en los dos, pero que algo en ella y mi relación con ella la hacía sentir la mía de forma más aguda, hacía que ella se enganchara a la mía. -Las personas con determinados patrones neuróticos se enganchan las unas a las otras de un modo que las personas con patrones de comportamiento saludables no lo hacen. Claramente hay una dependencia muy poderosa en ambos sentidos entre usted y ella.Quería saber cuántos años tenía Quintana cuando llegó, los detalles de la adopción. Hablamos sobre eso en bastante profundidad, y le dije que yo siempre había temido que la perderíamos. Viendo las ballenas. La supuesta serpiente de cascabel en la hiedra de Franklin Avenue. Él dijo que de la misma manera que todos los niños adoptivos tienen un temor profundo de que los volverán a abandonar, todos los padres adoptivos tienen un temor profundo de que les quiten el niño. Si uno no se enfrenta a esos miedos cuando aparecen, los desplaza, se obsesiona con peligros que puede controlar -la serpiente en el jardín- en lugar del peligro que no puede controlar.-Obviamente, usted no se enfrentó a este miedo en su momento. Lo apartó. Ese es su patrón. Usted avanza, va tirando, controla la situación a través de su trabajo y su capacidad. Pero el miedo está todavía ahí, y cuando descubrió este verano que su hija corría un peligro que usted no podía gestionar o controlar, el miedo atravesó sus defensas.Dije que era posible que hubiera sido sobreprotectora, pero nunca creí que ella me viera de ese modo. De hecho, una vez me describió, como madre, como «un poco distante». Doctor MacKinnon: «¿No cree que ella percibía su distanciamiento como una defensa? ¿Ella misma no usa el distanciamiento como defensa? ¿No me lo acaba de decir? ¿Que ella nunca mira atrás?».En ese momento hablamos de Quintana y Stephen, Quintana y Dominique. Me preguntó si me opondría a que él discutiera ciertas cosas que salían en nuestras sesiones con el doctor Kass, puesto que tenía la sensación de que podrían ser útiles en sus sesiones con Quintana. Dije que le animaba a compartir cualquier cosa que creyera que podía ser de ayuda.No se trata de usted y su madre, ¿no le parece? ¿Acaso no se trata de resolver cómo se relacionan usted y su hija la una con la otra? Todos tenemos en la mente pequeños fragmentos de nuestras madres y nuestros padres, ¿no es posible que haya estado reproduciendo alguno de esos patrones con su hija?Volviendo a la cuestión de por qué mi ansiedad era más problemática para Quintana que la tuya:-Hay algo en usted (y es muy anterior al nacimiento de su hija) que la hace pensar que no merece cosas buenas. Estoy seguro de que usted pensó que era muy afortunada cuando le dieron a Quintana, y también estoy seguro de que pensó que no la merecía, que de algún modo se merecía perderla. Es un patrón de pensamiento anormal, y es lo que hace que su muy comprensible ansiedad en esta situación sea más severa que la de, digamos, su marido. Va más allá de lo que es. Se remonta a otra cosa. Usted creció, por la razón que sea, esperando que sucediera lo peor. No espera que sucedan cosas buenas. De algún modo, creció sin el gen de la negación. [...]5 de enero de 2000El doctor MacKinnon dijo que no estaba al tanto de que yo conocía a Hillary Califano, esperaba que no me hubiera molestado verla allí. Le dije que no me había molestado, pero que me ha hecho preguntarme qué estaban haciendo allí dos mujeres ya adultas, dos mujeres que vivían en el mundo y tenían sistemas de defensa, para bien o para mal, bastante funcionales. -La mayor parte del tiempo -dijo él-. Pero a veces pasan cosas en nuestras vidas que toman al asalto incluso las defensas mejor construidas.Dije que eso me llevaba a algo que él había dicho la semana anterior que me había resultado interesante: que yo había usado antes mi trabajo y mi capacidad como una defensa contra el miedo a perder a Quintana. Dije que se me había ocurrido que mis ansiedades por el trabajo y el dinero -las cuales se volvieron más pronunciadas a medida que el verano daba paso al otoño- eran hasta cierto puntoâ?¦ (me interrumpí).-Un síntoma -dijo-. Sin lugar a dudas.-Pero no era un síntoma del todo -dije-. Parte de mi preocupación se basaba en cosas reales.-Por supuesto. El mundo está cambiando. Diferentes valores se vuelven comercializables.-Exacto. Pero el mundo siempre ha sido cambiante, y siempre he lidiado con ello. Pero este verano, quizá por primera vez en mi vida, empecé a sentirme incapaz de lidiar con ello. Pensé que era la edad. En parte sin duda lo era. No obstante, esta ansiedad era muy, muy exagerada. En cuanto a lo que tiene que ver con el dinero, tenemos una nueva película, y hay otras po- sibilidades más allá de eso. Y en cuanto a lo que tiene que ver con mi otro trabajo, el único problema de verdad es encontrar el tiempo para hacerlo, pero estaba aterrorizada.-Esa era la depresión.-Que vino de la situación con Quintana este verano.-Exacto.Dije que habíamos tenido un fin de semana problemático al respecto. Parecía que estaba bien, había venido de visita una buena amiga de fuera de la ciudad que estaba al tanto de su situación, incluso bromeamos, cuando tuve que ira urgencias a causa de una infección en el ojo, sobre que pasábamos todas las fiestas importantes en urgencias, aunque esta vez no era por ella. Entonces recibimos esa llamada el domingo, sobre las 12.30. Le conté cuando fuimos a su apartamento.-¿Qué dijo ella que había pasado? -preguntó.Se lo conté. Preguntó si ella tuvo que ir a la policía. Le dije que no. Tú le habías preguntado a Quintana dónde estaba su comisaría y ella dijo que no lo sabía. Dije que los dos habíamos evitado hacerle demasiadas preguntas, porque parecía demasiado alterada para arriesgarnos a lo que podría haber pasado por un interrogatorio.-No querían que pareciera que la estaban acusando -dijo él. Exactamente, dije yo. No estábamos seguros, pero ambos pensamos que había estado bebiendo.Él preguntó si olimos a alcohol. Dije que no lo creía pero que las ventanas estaban abiertas. Era difícil de saber, ella se repetía pero no arrastrabalas palabras.-¿Tiene una hipótesis alternativa? -preguntó él.Dije que si tenía que pensar en una y comprender las contradicciones de la situación, si sería que ella se había separado de sus amigos temprano, había ido a un bar y había conocido a alguien que había terminado golpeándola, ya fuera en el bar o en la calle o en su apartamento.-¿Dónde estaba la sangre? -preguntó él.Dije que estaba en el suelo entre los pies de su cama y el baño.-No en la parte de delante del apartamento, entonces-dijo él.Comprendí adónde quería llegar.Luego dije que una de las cosas que nos preocupaban tanto a ti como a mí de Alcohólicos Anónimos -no Alcohólicos Anónimos como idea, sino Alcohólicos Anónimos en su modo más intransigente- era que este tipo de fracasos histriónicos parecía intrínseco. Es todo o nada. Tienes ganas de beber y recaes, pero no acabas con una resaca y remordimientos como pasaría en la vida real, acabas en la cuneta, o en un bar ligando con alguien que te pega.-Usted da por hecho que tiene que ver con la bebida-dijo él.No, dije. No creo que tenga que ver con la bebida. Ahí quiero llegar.Dije que tú y yo habíamos hablado de esto y queríamos hablar con Quintanas sobre ello. Pero se presentaron una serie de impedimentos. Estaba ocupada, o no quería salir dos noches seguidas, así que en realidad no podíamos verla antes del fin de semana, y entonces no me hubiera sorprendido que hubieran aparecido más impedimentos. Entre tanto, por teléfono, ella parecía bien, un torbellino de eficiencia: hoy mismo he recibido un cheque de reembolso de gastos médicos con todo el papeleo debidamente subrayado, listo para presentarlo. Así que ahora no sabía. ¿Sería provechoso o contraproducente sacar el tema después de tantos días?-Obviamente, tendrá que tantearlo. Es una cuestión de lo que ella espera que usted haga. Algunos hijos adultos, y creo que se trata de uno de esos casos, tienen la capacidad de poner a sus padres en situaciones virtualmente imposibles. Si los confrontas, su inconsciente les dice que nunca has confiado en ellos, así que para qué molestarse, por qué no hacer lo que quieren y mentir al respecto. Si no los confrontas, el mismo inconsciente les dice que eso prueba que no los quieres, no te preocupas por ellos. Como los niños pequeños. Me ves jugando en la calle y no te importa si me atropella un coche, dicen, pero si corres a la calle tras ellos, dicen que nunca los dejarás crecer. Me pregunto qué idea tiene ella de cómo usted y su padre le expresan su amor: ¿necesita que usted la sobreproteja? ¿Necesita que usted la acuse, quela regañe? ¿Es esa su única idea de ser amada? Los niños a menudo piensan así, pero en un desarrollo normal llega un punto en que lo superan.»Estoy al tanto de que una de las cosas que el doctor Kass está intentando hacer con Quintana (y una de las razones por las que él quería que viniera a verme) es romper este patrón en que ella la provoca para que reaccione de un modo determinado y usted lo hace.»Así que pienso que usted podría hablar con ella de manera indirecta. Creo que podría decirle que se pregunta cómo piensa ella que usted expresa su amor por ella. Porque si ella piensa que usted expresa su amor reprendiéndola, o acusándola, o protegiéndola, usted debería hablarlo, y ella debería hablarlo con el doctor Kass. Ese es el patrón que sospechamos que hay y es el patrón que debemos romper.¿Cómo lo hacen la mayoría de los niños?, pregunté. -Crecen.¿En qué momento?, pregunté. ¿Cómo?-Confianza. Llegan a confiar en que sus padres confían en ellos.[...]12 de enero de 2000Dije que al final de la sesión de la semana anterior él había dicho algo sobre la confianza o la falta de confianza entre madres e hijas -que sentir la confianza era la clave para la separación, para crecer- que yo había descartado como irrelevante, como no significativo para mí.Dije que a pesar de ello se me había quedado en la cabeza, y más tarde esa noche o al día siguiente me había acordado de una nota que había tomado cuando estaba preparando las notas para mi última novela. La había escrito un tiempo después de que mi padre muriera -la muerte de mi padre era parte de la motivación de esa novela en particular-, pero no trataba sobre mi padre sino sobre mi madre. La busqué, y era interesante porque parecía apuntar a alguna clase de desconfianza o malentendido entre mi madre y yo.Le enseñé la nota. Bueno, sí, dijo él. Ahí lo tiene. Qué extraordinaria perspicacia.Extraordinaria o no, dije yo, no es de mucha ayuda para seguir adelante. Si tenemos en cuenta que mi madre tiene ochenta y nueve años, es incluso contraproducente. No resolveremos nada si la confronto con esto.No se trata de usted y su madre, ¿no le parece? ¿Acaso no se trata de resolver cómo se relacionan usted y su hija la una con la otra? Todos tenemos en la mente pequeños fragmentos de nuestras madres y nuestros padres, ¿no es posible que haya estado reproduciendo alguno de esos patrones con su hija?Dije que de hecho se lo había mencionado a ella mientras cenábamos el otro día. Se había interesado, pero la conversación se alejó de lo personal y devino en una discusión sobre las posturas políticas de los años cincuenta.No obstante, fue un buen comienzo, dijo él. Podría retomarlo en otro momento. Cuánto más hablen la una con la otra, más cerca estarán de resolver esto.Dije que ahora mismo no sabíamos realmente dónde estábamos en nuestra relación con ella. Tras dejar de beber había parecido muy abierta durante un tiempo, pero ahora parecía haberse cerrado de nuevo, reticente. Una vez, por ejemplo, me había pedido que fuera con ella a una reunión de Alcohólicos Anónimos y lo hice. Fuimos a la iglesia y luego a la reunión y después comimos contigo y fue un día muy bueno, muy abierto. Después llegaron las fiestas, y ella estaba ocupada, y cuando hace poco le pregunté si podía acompañarla a otra reunión se mostró reticente. Dijo que en realidad no era buena idea llevara personas de fuera. Sinceramente ni siquiera sé si ella misma estaba yendo.¿Quiere saber cómo hacer que ella vaya?, preguntó él. Vaya usted a las reuniones de Al-Anon más de una vez. Tiene que encontrar un grupo con gente de su nivel intelectual y socioeconómico, pero eso no será un gran problema en Manhattan. Si ella se entera de que usted está yendo, es un noventa por ciento más probable que vaya. Y yo creo que ella necesita un programa. La psiquiatría solo no bastará.Dije que yo tenía un problema con Al-Anon.-Claro, y ella tiene un problema con Alcohólicos Anóni- mos -dijo él-. Y ahora va a decir que la alcohólica es ella, no usted. Y yo voy a decirle que usted es la madre de una alcohólica, y ella no va a quedarse en el programa si cree que usted desconfía de él. Incluso podría decir que por supuesto tiene un problema con Al-Anon, usted tiene un problema con los grupos, no confía en ellos, no sabe cuál es su agenda. ¿Esto le recuerda en algo a su madre?Dije que me parecía que había un trecho, pero que lo pensaría.-Le voy a poner deberes -dijo él-. Comencé haciendo análisis freudiano clásico, escuchando nada más, como los resultados no me satisficieron, incorporé algunas técnicas conductistas. Los conductistas utilizan las tareas para acortar el proceso. Aquí tiene sus deberes. Enséñele a su hija la nota que me ha enseñado a mí. No le hable de ella, enséñesela, por- que es un documento notable. Cuéntele que me la ha enseñado a mí. Y si le pregunta qué dije, cuéntele que yo le pregunté si la desconfianza de su madre hacia otras personas se reflejaba en su desconfianza en Al-Anon. Fíjese en qué dice ella. Creo que le sorprenderá lo que esto desencadena.Dije que vería.-Creo que oigo en su voz exactamente lo que usted oye en la de su hija cuando le pregunta por Alcohólicos Anónimos.Entonces le dije que también quería enseñarle un poema que Quintana había escrito cuando tenía unos seis años en la playa. Se quedó muy impresionado por la forma en que se expresaba, como si fuera «una escritora nata». Dije que la soledad del poema me había impactado, porque nunca se veía estando cara a cara con ella. Ocultaba sus sentimientos incluso entonces.-Debía de tener alguna razón extraordinaria para hacerlo. Dije, usted se refiere a la adopción, pero hubo otras cosas que podrían haber sido traumáticas para ella, en especial la muerte de Juan Carlos, sobre la cual no hablaba nunca, pero tras la cual soñaba que un espectro venía a llevársela «pero yo me agarraré de la valla». Le conté nuestra visita a Nueva York con Quintana y Rosie el otoño después de la muerte de Juan Carlos y que Rosie se fue a casa y que Quintana quedó al cuidado de una agencia de servicio doméstico. Más adelante ella mencionó que la señora Nosecuantos había sido mala con ella, y le pregunté por qué no me lo había contado en el mo-mento, y ella dijo: «Pensaba que tu trabajo era trabajar para el señor Preminger y el mío era que se ocupara de mí la señora Nosecuantos».-Así que en algunos aspectos ella no pensaba en sí misma como una niña -dijo él-. Ella se veía a sí misma como alguien con responsabilidades de adulto reales.Dije que eso suponía, y también que suponía que era natural, o tan natural como puede serlo en una situación relativamente inusual: los dos trabajábamos en casa, ella era hija única, no nos planteábamos que los adultos estaban en un lado y los niños en otro, estábamos todos juntos.Dije que fue a su primera reunión, en la agencia William Morris, cuando tenía tres años. Le conté el desenlace.-Estaba preocupada por el dinero -dijo él-. Estaba preocupada por algo en lo que no podía influir, algo que era un asunto de adultos.Pregunté si estaba diciendo que había habido una separación insuficiente entre ella y los problemas de nuestras vidas diarias. Dije que eso era algo que nos gustaba de nuestra vida familiar: estábamos los tres juntos en todo.-Dada la situación -dijo él-, me aventuraría a decir que probablemente estuvo expuesta a más de lo que podía manejar. Era una niña, ustedes eran adultos, sin embargo, está claro que alguna parte de su mente ella empezó a sentirse responsable de ustedes.
Consulta los pasajes de la Biblia que serán utilizados en la Misa de hoy
La Iglesia Católica comparte aquellos pasajes de la Biblia correspondientes al día
Se trata de aquellos pasajes de la Biblia que forman parte de la celebración religiosa del día
Se trata de aquellos pasajes de la Biblia que forman parte de la celebración religiosa del día
El Vaticano da a conocer aquellos pasajes de la Biblia correspondientes al día
El Vaticano da a conocer aquellos pasajes de la Biblia correspondientes al día
El Vaticano publica aquellos pasajes de la Biblia correspondientes al día
Toda identidad determina un límite: ser una persona o una cosa con características concretas. Quizá por eso la literatura ha imaginado a lo largo del tiempo historias de ruptura en las que un personaje, de un momento a otro, deja de ser quien solía para volverse alguien nuevo. Cuanto más intempestivo el pasaje, más interesante es lo que despierta. Con esa premisa como punto de partida las dos nuevas novelas de Juan José Becerra (Junín, 1965), Dos mujeres y Un hombre, componen un díptico, ya que procuran trazar un dibujo total sobre la transformación radical como tema, solo que al mismo tiempo narran historias independientes una de la otra. Lo único que anuda ambas novelas es un encuentro casual: las dos protagonistas de una de las novelas caminan por la calle y se cruzan con el personaje central de la otra historia, que conduce un Cadillac rojo de colección. El evento es absolutamente intrascendente en ambos relatos. Sin embargo, basta avanzar un poco en la lectura para descubrir que existe una corriente subterránea mucho más poderosa que los argumentos, una pulsión que guía las peripecias del hombre y las mujeres hacia una vida alejada de las aspiraciones materiales, acaso más verdadera. Por un lado, Un hombre sigue la historia de un coleccionista de autos antiguos que construye un taller para guardarlos en el fondo de su mansión, y así descubre otro tipo de belleza. A partir de ese momento deja de ser el coleccionista para volverse "El ingeniero", "El Mecánico", "El ladrón", en una serie de acciones que lo alejan drásticamente de quién solía ser. Parece no querer ser alguien en especial: hay algo del mundo material que lo hastió. Por su parte, Dos mujeres comienza cuando la narradora queda fascinada con María Isabel Di Pierro, una desconocida que le habla a los gritos a la Casa de Gobierno: precisamente grita que no quiere ser nadie. Las dos caminan por Buenos Aires durante toda una noche, conversan y la deriva les propone una intimidad distinta. María Isabel dejó todo atrás, renunció a su familia, a sus bienes y su mundo conocido para tener una experiencia sin posesiones. Tanto que ni siquiera su tiempo es suyo, lo dona para causas altruistas como ayudar a las personas con un pie a conseguir zapatos, o mendigar para repartir a otros mendigos. En el fondo, María Isabel es una poeta que puede acercarse a las cosas sin pensamientos, y ahí radica "el secreto de su fuerza ambulante", que las lleva a un recorrido casi filosófico como flâneurs involuntarias de un mundo obnubilado por las cosas. María Isabel es heredera de "Wakefield", el cuento de Nathaniel Hawthorne en el que un hombre común, de buenas a primeras, deja su casa, a su familia y a todos sus conocidos, y se muda a la casa a otra casa del barrio para observar qué pasa en su ausencia. De un modo similar, María Isabel, de tanto en tanto, observa a sus hijos mellizos y a su marido, a quienes abandonó años atrás. Resulta difícil pensar en un cambio más radical que ese. En cambio, la transformación del protagonista de la otra novela parece responder menos a las ideas, y más a una sucesión de acciones que van determinando en quién se convierte. Así y todo a él también se le nota un aire a ilusiones cansadas, ya que tiene todo lo que quiere y eso parece no alcanzarle. Es decir, el hombre no muestra una decisión premeditada, más bien el devenir de los hechos lo va llevando a ser una multiplicidad de hombres. Se nota que la forma elegida por Becerra dialoga con el fondo de lo que narra. En tanto una identidad es insuficiente para contener una experiencia vital, un libro tampoco basta para contener una historia. De hecho, algo de su lenguaje también se sale de los moldes, por momento es coloquial, casi oral, y por otros, alcanza giros poéticos que rozan ese sentido profundo de la revelación. "La primera vez que se va al mar es la segunda. La primera es mental y sucede cuando escuchás la palabra 'mar'. Es una necesidad de regreso". La idea del díptico es peculiar, pero no resulta la primera vez que un autor explora secuencias de novelas que, sin compartir personajes ni trama, integran una obra total. Habría que nombrar la célebre Trilogía de Nueva York, de Paul Auster, integrada por las novelas autónomas Ciudad de cristal, Fantasmas y La habitación cerrada, que en su conjunto componen una obra maestra singular, capaz de hablar, entre otras cosas, del modo en que la identidad se diluye en una gran ciudad. A esa serie se agrega el más reciente Cuarteto estacional, de la escocesa Ali Smith, compuesto por cuatro novelas -Otoño, Primavera, Invierno y Verano- que narran historias autónomas, en las que cada tanto algún protagonista de una, se vuelve el personaje secundario de otra, y en su conjunto, resultan uno de los mejores retratos de la actualidad sociopolítica de la Gran Bretaña del Brexit. Con una vocación más humilde, el díptico de Becerra encarna una mirada crítica sobre las aspiraciones de nuestro presente, y con una ironía cristalina despliega vidas alternativas, de hombres y mujeres que procuran esquivar el imperativo de época que se disfraza muchas veces como la única opción.Un hombrePor Juan José BecerraSeix Barral101 páginas, $ 26.265Dos mujeresPor Juan José BecerraSeix Barral82 páginas, $ 26.265
Se trata de aquellos pasajes de la Biblia que forman parte de la celebración eucarística del día
Consulta los pasajes de la Biblia que aparecerán en la Misa de hoy
Se trata de aquellos pasajes de la Biblia que forman parte de la celebración eucarística del día
Consulta los pasajes de la Biblia que serán utilizados en la eucaristía de hoy
La Iglesia Católica da a conocer aquellos pasajes de la Biblia correspondientes al día
¿Cuáles son las probabilidades de que se editen casi en simultáneo dos ensayos sobre un mismo tema de autores tan disímiles como el italiano Roberto Calasso (1941-2021) y el canadiense Jordan B. Peterson (1962)? ¿Y cuáles son las probabilidades de que ese tema sea el Antiguo Testamento? Pero las coincidencias insondables del tiempo y el espacio se agotan ahí, porque no es difícil descubrir desde sus primeras páginas que El libro de todos los libros, publicado por Calasso en su idioma original en 2019, y Nosotros que luchamos con Dios, publicado por Peterson en 2024, son muy distintos.Acerca de la trayectoria de Calasso, un erudito que consagró su obra (Las bodas de Cadmio y Harmonía, Ka, La Folie Baudelaire) a pensar la dinámica social, histórica y cultural de la mitología, la literatura, las religiones y el arte, sería justo decir que es uno de esos escasísimos escritores sobre los cuales cualquier celebración de contratapas resulta verídica. Por lo tanto, describirlo -como lo hace la faja de la edición de Anagrama- como "intelectualmente emocionante y poseedor de una especie de ironía empírea que lo hace diferente a cualquier otra cosa" es acertado.Y esta amplia lectura sobre La Torá, los reyes Saúl y Samuel, David y Salomón o la salida de Moisés de Egipto no es una excepción.La trayectoria de Peterson, psicólogo, influencer y educador online, como él se presenta en la plataforma de la Academia Peterson, está ligada a las redes sociales y al éxito de libros de autoayuda para adolescentes con un ligero miedo a las mujeres, como 12 reglas para vivir. Peterson es un auténtico bestseller, si bien su semblante y su salud no volvieron a ser los mismos luego de que él propusiera, llevase adelante y saliera vergonzosamente derrotado de un "debate" con el filósofo esloveno Slavoj Žižek en 2019, donde en representación nada menos que del conservadurismo capitalista, el canadiense no logró explicar dónde existía el "marxismo cultural" que asegura combatir.Sin duda, la formación y el modo en que Calasso y Peterson piensan no podrían volverlos más distintos y entretenidos para el lector a la hora de analizar los fundamentos de la Biblia. "El acto de leer no formaba parte de la teología, sino que era su presuposición", escribe Calasso, mientras que para Peterson al leer "percibimos de acuerdo con nuestro fin". Pero, ¿qué distingue a estas lecturas de la historia de Dios? ¿Y cuáles son sus fines?En este punto, lo que ambas perspectivas puedan revelar en términos incluso simpáticos sobre los méritos y las carencias de una inteligencia lectora no pueden escapar del contexto de la realidad: leer la historia bíblica de Dios, los judíos e Israel significa discutir, inevitablemente, el fundamento de lo que Israel y los judíos, invocando el nombre de Dios, llevan adelante desde hace años en Palestina. Y es entonces cuando, tanto lo que se lee como lo que se omite leer, se traduce en formas de iluminar u oscurecer lo que la Corte Internacional de Justicia o Amnistía Internacional, por ejemplo, han calificado de genocidio en Gaza.Calasso, cuyo conocimiento de la historia universal y los dioses no tiene remilgos, empieza El libro de todos los libros mencionando el dilema "a veces visible, a veces casi imperceptible", entre las dinastías reales y el carácter sagrado de los líderes de Israel, y subraya el modo en que tal dilema se traduce en la Biblia en llamados divinos a terribles masacres y sacrificios. Yahvé, explica Calasso, le recordó al rey Saúl lo que debía hacer frente al primer pueblo que los judíos enfrentaron en el desierto, los amalecitas, y su líder, el rey Agag: "Derrotarás a Amalec y decretarás el anatema sobre todo lo que posee: no tendrás piedad de él y matarás a hombres y mujeres, niños y lactantes, bueyes y carneros, camellos y asnos".Para los informados, estas palabras, "que resonarán durante siglos en los oídos de los judíos", remarca Calasso, describen lo que el lenguaje moderno de la guerra llama "limpieza étnica", y son las mismas a las que el Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, aludió en varias ocasiones para comparar la lucha contra Hamas como una lucha contra Amalec y a los soldados de Israel como "parte de un legado de 3000 años".Avanzando en su lectura, sin embargo, Calasso también escribe: "Las palabras decisivas contra el sacrificio, las que marcan una cesura con respecto a cualquier época precedente y concepción sacrificial, las dijo Jesús citando a Oseas: 'Si supierais lo que significa 'Misericordia quiero y no sacrificios', jamás habríais condenado a inocentes'". Una vez más, una lectura seria del Antiguo Testamento no puede hacerse evitando las discusiones serias. Y Calasso añade algo más: "Todos los rasgos de Amalec -el parentesco con sus enemigos, el nomadismo, el ataque insidioso desde los puntos de menor resistencia, el rechazo a la confrontación bélica frontal- son aplicables a los judíos en los términos descritos por los antisemitas. La matriz de los argumentos contra los judíos se encontraba en lo que la Biblia había dicho de Amalec".Leídos por Peterson en Nosotros que luchamos con Dios, los mismos asuntos resultan muy distintos. Al describir la partida de los judíos y Moisés al desierto y compararlo con Harry Potter (por "la línea genealógica dual del héroe") y Obi-wan Kenobi (por "la vara mágica de su autoridad divina"), apenas se alude de forma aséptica a "una amenaza seria, los amalecitas", que "los israelitas vencen". Lo que a Peterson le importa es presentar a Moisés como modelo de una masculinidad capaz de entrar en "el dominio del potencial mismo", una prédica previsible de la autoayuda en clave bíblica que invita, una y otra vez, "al liderazgo" y a lo sagrado, que es "lo que nos conmueve cuando lo encontramos". Pero, ¿y si eso que encontramos está habitado por alguien más?Forzado a tomar posición tras el ataque de Hamas en octubre de 2023, Peterson escribe: "Un Dios justo y misericordioso, ¿ofrecería una tierra ya ocupada a un pueblo nuevo? La respuesta, quizás, es ésta: los que se organizan ellos mismos, psicológica y comunalmente, en una jerarquía de orden adecuadamente divino, triunfarán inevitable y finalmente sobre quienes no lo hacen".Peterson evita explicar demasiado su argumento ambiguo cuando añade a esto "los sacrificios adecuados" que constituyen "el ser social productivo" de quienes "luchan con Dios". En todo caso, habitué de las entrevistas complacientes con Netanyahu, Peterson fue menos ambiguo cuando le pidió desde X al Primer Ministro israelí que "les diera el Infierno" a los palestinos. Y, por eso mismo, la mayor revelación que las lecturas de Calasso y Peterson ofrecen del Antiguo Testamento es que cada generación encuentra en sus páginas la excusa precisa para discutir o celebrar su violencia.El libro de todos los librosPor Roberto CalassoAnagramaTrad: Pilar González Rodríguez491 páginas, $33.750Nosotros que luchamos con DiosPor Jordan B. PetersonPlanetaTrad: Juan J. Estrella González670 páginas$40.900
Consulta los pasajes de la Biblia que serán utilizados en la celebración eucarística de hoy
El Vaticano comparte aquellos pasajes de la Biblia correspondientes al día
Se trata de aquellos pasajes de la Biblia que forman parte de la celebración eucarística del día
El Vaticano da a conocer aquellos pasajes de la Biblia correspondientes al día
Hoy, la rutina en el subte porteño fue un poco distinta: la Línea D se transformó en un gran vagón de lectura compartida. La iniciativa, organizada por Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) junto a la booktuber Cecilia Bona (@porqueleerok), invitó a los pasajeros a celebrar el Día del Lector viajando con un libro en la mano. Esta tarde, la Fundación Internacional Jorge Luis Borges adelantó el festejo por el nacimiento del autor y, en el marco de sus jornadas anuales, hizo el tradicional corte de torta con velitas. Este domingo Borges cumpliría 126 años. ¿Cuál es el cuento más importante de la literatura argentina del siglo XX?"¡Arriba los libros!", fue el grito que marcó el inicio de este viaje diferente. Minutos después de las tres de la tarde, más de trescientas personas se subieron al subte en la estación Catedral con una misión poco habitual: recorrer todo el trayecto hasta Congreso de Tucumán leyendo. La propuesta, bautizada Vagón de lectores, pronto desbordó el coche designado: a medida que avanzaba la formación, cada vagón se iba poblando de páginas abiertas y miradas concentradas. Se podía observar una gran variedad de títulos, desde clásicos hasta historietas, pasando por literatura juvenil.Los vagones avanzaban colmados de lectores. En cada asiento, en cada rincón, alguien sostenía un ejemplar abierto. Quienes subían sin saber de la convocatoria se quedaban perplejos: miraban alrededor y preguntaban en voz baja qué estaba pasando, sorprendidos de ver a cientos de pasajeros leyendo al mismo tiempo. El viaje, que tantas veces se vive con ruido y apuro, se volvió un corredor de silencio compartido, apenas interrumpido por murmullos cómplices: conversaciones espontáneas sobre autores, tramas y libros que saltaron de mano en mano entre desconocidos."¡Mi cuadro favorito es mejor que el tuyo!": por qué la cultura es un espacio de competencia ferozDetrás de la escena también se notaba el cuidado en cada detalle. La actividad estuvo prolijamente organizada: desde la convocatoria en redes hasta la coordinación de los accesos en Catedral, todo funcionó de manera aceitada y sin sobresaltos. Trabajadores del evento guiaban a los participantes, y la propia Bona acompañaba con entusiasmo el recorrido, logrando que la experiencia fluyera de manera natural en medio de la multitud.Al llegar a la estación Congreso de Tucumán, la gente no se dispersó: se quedó para participar del evento final, conducido por Cecilia Bona. Muchos permanecieron de pie y otros se acomodaron en los almohadones dispuestos en el piso. En ese clima se organizó una suelta de libros con ejemplares de lo más variados. También hubo sorteos de más de diez títulos, intercambio de ejemplares entre desconocidos y una participación entusiasta del público, que compartió sensaciones sobre el viaje.Algunos admitieron que les costó concentrarse en sus propias páginas porque les resultaba irresistible espiar qué estaban leyendo los demás. Otros destacaron la experiencia como una forma de descubrir nuevas lecturas. "Nos encanta leer y nos pareció genial esto del intercambio de libros. Siempre siento que los libros se tienen que leer más de una vez, y es especial poder compartirlos con otros lectores", contó Delfi, una chica de aproximadamente 20 años que participó junto a su amiga Brisa. Ambas llevaron ejemplares con la idea de intercambiarlos: "Si a alguien le gustan los nuestros, no tenemos problema en canjearlos".También había quienes vivían la jornada con un vínculo personal con el mundo de los libros, como fue el caso de Karina, dueña de una librería en Belgrano: "La propuesta me encantó y no dudé en venir con mi hija. Me emocionan estos eventos donde cada uno lee y donde hay suelta de libros. Todo espacio en el que podamos leer me parece mágico. Yo me crié en el mundo del libro y sé lo mucho que convoca y lo que genera compartirlo, por eso quise venir con mi hija, para que viera lo que se produce con la lectura".Entonces tomó la palabra Cecilia Bona, impulsora de la propuesta. Agradeció la convocatoria y recordó que el Día del Lector se celebra en homenaje al nacimiento de Jorge Luis Borges. En su memoria, leyó un fragmento de El Aleph y luego compartió sus impresiones con LA NACION: "Fue muy emocionante, no podíamos imaginar cuánta gente iba a venir. Llegaron casi 400 personas y fue más que un vagón: ocupamos todo el tren", resaltó Bona. "Eso es lo lindo: los lectores tenemos que hacernos cargo del espacio público, porque también nos pertenece. Al manifestar la lectura como un acto colectivo, contagiamos a otros y nos encontramos con nuevos lectores. Tal vez alguien que no sabía que podía leer en comunidad, desde hoy lo descubrió. Por eso estos espacios se tienen que repetir".Aunque estaba ansiosa antes de empezar, Bona confesó que la magnitud de la convocatoria la sorprendió: "El espacio me ponía un poco tensa porque nunca se sabe qué puede pasar, pero salió hermoso. Fue lo más, y siento que realmente salió todo muy bien".
La Iglesia Católica publica aquellos pasajes de la Biblia correspondientes al día
¿Es posible imaginar un mundo sin ficción literaria?
Se trata de aquellos pasajes de la Biblia que forman parte de la celebración religiosa del día
La Iglesia Católica publica aquellos pasajes de la Biblia correspondientes al día
Consulta los pasajes de la Biblia que serán utilizados en la celebración eucarística de hoy
Consulta los pasajes de la Biblia que aparecerán en la Misa de hoy
El 11 de agosto, como todos los años, se celebró en nuestro país el Día del Nutricionista en honor a Pedro Escudero (1877-1963), médico y docente argentino que impulsó la creación de un área médica específica dedicada a la nutrición. El hecho de que esta disciplina sea de aparición reciente -tanto aquí como en el resto del mundo- no significa que el acto alimentario humano no haya despertado interés desde tiempos inmemoriales. Es que, mientras que la mayor parte de los seres vivos que cohabitan la Tierra tienen una dieta relativamente acotada y estable (lo que ha llevado a la muerte por inanición a numerosos individuos y a la extinción a especies enteras), los humanos han sido capaces de modificar su alimentación a lo largo del tiempo en función del contexto e, incluso, por simple gusto. Dos libros recientes pueden ayudarnos a apreciar la complejidad de este fenómeno desde dos perspectivas diferentes: la histórica y la filosófica.En La invención de la comida, Ezequiel Arrieta (médico y doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad Nacional de Córdoba e investigador del Conicet) arriesga que "si logramos comprender el fenómeno de comer mediante la historia de nuestra especie, entonces quizás logremos también lo opuesto: comprender nuestra especie a través de la comida". El texto sigue un estricto orden cronológico, desde el origen de la vida en la Tierra hasta nuestros días, y expone con detalle y precisión los diversos cambios en la alimentación predominante en cada etapa histórica en función de las modificaciones climáticas, de los diferentes modos de organización social y, sobre todo en los últimos tiempos, de los cambios en la producción y el consumo. Por su parte, Matías Bruera (sociólogo y profesor en la UBA y la Universidad Nacional de Quilmes) en su libro Comer y ser comido. Indicios para una fenomenología de la incorporación aborda el tema de la alimentación desde un enfoque problemático. Con un profuso manejo de citas, el autor apela a intelectuales provenientes de la filosofía, como Platón, Hume, Deleuze o Agamben, de la psicología, como Freud, Lacan o Jung, o de la antropología, como Lévi-Strauss, para analizar desde esa diversidad de miradas la complejidad del acto alimentario humano. Así, en el capítulo "La comida y el pensamiento", Bruera afirma que "hemos recubierto lo dado con el verbo de la misma manera que las salsas han atenuado el verismo natural de los alimentos. La sensibilidad se ha vuelto signo, la delectación fue dejando paso al consumo [â?¦]. La cultura resulta cada vez más industrial y la industria cada vez más cultural". En otro de los capítulos, "La comida y lo animal", aborda la toma de distancia que se produce en la actualidad entre el origen de los productos -particularmente los de origen animal- y la mesa del comensal y, citando al escritor español Vazquez Montalbán, afirma que cuando el ser humano "trocea el cadáver, lo marina, lo adereza, lo guisa y se lo come, su crimen se convierte en cultura y merece memoria, libros, disquisiciones, teoría, casi una ciencia de la conducta alimentaria". En la misma línea, sostiene con Derrida que los discursos culinarios hacen lugar a un "matar no criminal: con ingestión, incorporación o introyección del cadáver. Operación real, pero también simbólica cuando el cadáver es 'animal' (y ¿a quién haremos creer que nuestras culturas son carnívoras porque las proteínas animales serían irreemplazables?)". Un importante punto de encuentro entre ambos textos tiene lugar en la consideración de nuestro presente. Ambos manifiestan su preocupación tanto por las diferencias en la alimentación provocadas por las disparidades económicas como por el agotamiento de recursos naturales agravado por la intensificación de la explotación. Siguiendo a Guattari y Rolnik, Bruera plantea que en la actualidad "todo se fabrica, no solo productos sino deseos, no solo relaciones humanas sino sus representaciones inconscientes, incluidas las que involucran la alimentación". Para el autor, nuestra época es la del "colonialismo comunicativo" que acentúa la uniformización alimentaria producida por la industria: "Todos los bienes materiales, en tanto significantes del gusto y del estilo de vida, se consumen más como comunicadores que como bienes de uso". En tal sentido -fundamentalmente en los sectores acomodados- el alimento es consumido como un medio tanto para conservar la salud, como para mantener la juventud o afianzar un paradigma estético corporal. Al mismo tiempo, un importante sector de la sociedad debe conformarse con comer lo que pueda, simplemente para sobrevivir. "El hambre -enfatiza el autor, siguiendo a Amartya Sen- caracteriza a personas que no tienen suficiente alimento para comer, y no una situación en la que no hay suficiente alimento disponible". También Arrieta, en su texto, intenta alertar sobre el efecto nocivo de las diferencias socioeconómicas en la alimentación de la población y en la orientación sesgada de la industria alimentaria: "De continuar con la tendencia actual, el impacto ambiental de la agricultura y la ganadería será terrible, y tendrá consecuencias sobre los ecosistemas y la biodiversidad. En paralelo, las personas seguirán eligiendo los alimentos sabrosos pero de mala calidad que ofrece la industria alimentaria [â?¦]. La Tierra será un planeta enfermo lleno de personas enfermas". Para afrontar esta situación, el autor postula la necesidad de políticas que alienten la disminución del consumo de alimentos de origen animal -que podrían ser sustituidos por legumbres, cereales y frutos secos-, la eliminación de desperdicios y la regulación de la venta de ultraprocesados, entre otras medidas. Hace poco menos de un siglo, Pedro Escudero dio a conocer sus célebres leyes de la alimentación, destinadas a orientar la labor de nutricionistas y el diseño de políticas de salud pública, que podrían sintetizarse diciendo que la alimentación debe ser suficiente, completa, armónica y adecuada. Textos como La invención de la comida y Comer y ser comidos contribuyen a apreciar por qué la propuesta de Escudero, aún siendo tan razonable, resulta todavía hoy tan difícil de llegar a concretarse.La invención de la comidaEzequiel ArrietaEl Gato y la Caja 248 páginasComer y ser comidoMatías BrueraFondo de Cultura Económica333 páginas
Se trata de aquellos pasajes de la Biblia que forman parte de la eucaristía del día
La Iglesia Católica publica aquellos pasajes de la Biblia correspondientes al día
Se trata de aquellos pasajes de la Biblia que forman parte de la celebración religiosa del día
Consulta los pasajes de la Biblia que aparecerán en la celebración eucarística de hoy
Se trata de aquellos pasajes de la Biblia que forman parte de la eucaristía del día
La Iglesia Católica da a conocer aquellos pasajes de la Biblia correspondientes al día
La Iglesia Católica da a conocer aquellos pasajes de la Biblia correspondientes al día
Consulta los pasajes de la Biblia que aparecerán en la Misa de hoy
El Vaticano comparte aquellos pasajes de la Biblia correspondientes al día
El programa, organizado por la Revista Be Cult, explora cómo los libros influyen en la creatividad de destacados escritores del país.Participan, entre otros, Matilde Sánchez, Liliana Heker, Daniel Guebel y Claribel Terré Morell.Los lunes de agosto, de 17 a 19, gratis, en Fundación Medifé.
Consulta los pasajes de la Biblia que serán leídos en la eucaristía de hoy
En Archipiélago -el libro que Ampersand publica por estos días y del que se anticipan aquí algunos pasajes- Mariana Enriquez reconstruye los fragmentos de su formación lectora. Y lo hace bajo la figura de una serie de islas conectadas entre sí. Libros favoritos, otros de un deslumbramiento pasajero, descubrimientos más ligados a las canciones de rock, las revistas under y el nomadismo callejero que a las bibliotecas escolares, siempre en la búsqueda de una temprana identificación generacional.
El Vaticano comparte aquellos pasajes de la Biblia correspondientes al día