A sus 87 años, el gran director británico tiene, entre sus proyectos, la historia de los hermanos Gibb, aquellos que lograron fama mundial con la música de "Fiebre de sábado por la noche". De todo eso habla con GQ
La presentación del colombiano, ambientada en la época romana, captó la atención online, generando reacciones humorísticas y convirtiéndose en tendencia en diversas plataformas digitales
La propuesta de matrimonio que hizo la figura de la Selección de handball dio la vuelta al mundo durante los últimos Juegos Olímpicos.Casi todos los integrantes de los planteles de handball y hockey sobre césped estuvieron presentes en la celebración.Mirá los videos.
Luego de 25 años desde el gran éxito que logró con "Gladiador", el cineasta desplegó una secuela que combina acción, drama y una apuesta personal por un galardón pendiente. La revista estadounidense Deadline hizo un análisis detallado sobre el flamante estreno
Para todos, siempre será Máximo. Pero también dejó su sello en filmes como "Una mente brillante" o "El informante"... De actor aclamado a figura polémica en películas de dudosa calidad. The Independent explora el descenso profesional de Russell Crowe y sus posibilidades de redención
Nutrida con groseros errores históricos, la película propone el acceso a Roma sólo por la espectacularidad hollywoodense que la reduce a estereotipos, luchas y pochoclos. ¿Cómo funcionaba realmente el sistema de "pan y circo"? Leer más
El ex capitán de la Selección Argentina jugó días atrás su último partido con SAG Villa Ballester.El repaso de un carrera fabulosa que se estiró mucho más de lo esperado. "No imaginaba que iba a jugar tanto. Pensé que iban a ser dos o tres años después de Londres 2012", reconoció.
Gladiador 2 ha tenido un buen desempeño en taquilla luego de su estreno, recaudando 87 millones de dólares en su primer fin de semana.
El 14 de noviembre fue el estreno de la película Gladiador II. A 24 años del histórico film, los directores de esta pieza cinematográfica se tomaron su tiempo para elegir a los personajes. En la trama, Marcinus, personificado por Denzel Washington, conspira en contra de los emperadores Caracalla y Geta en busca del poder absoluto.Al ser un film donde se prioriza la fuerza y el coraje de cada uno de los protagonistas, el actor Paul Mescal, quien tomó el rol de Lucio Vero, un joven heredero del trono de Roma, hijo de Lucila y Máximo Décimo Meridio, debió afrontar un desafío para amoldarse a las necesidades de los directores. Para ello, debió recurrir a especialistas que le armaron una rutina especial enfocada en trabajos musculares.Quien dio el primer paso para contactarse con Mescal fue Ridley Scott, director de la película, quien le ofreció el papel principal y le indicó qué debía hacer un reacondicionamiento físico si quería estar a la altura del protagónico del film. Al aceptar el desafío, el actor irlandés se contactó de inmediato con Tim Blakely, un preparador físico conocido por trabajar con figuras de renombre como John Boyega y Gerard Butler.En una entrevista que dio Blakely a la revista española GQ, se detalló paso a paso cuáles fueron los pasos a seguir para que Mescal pudiera incorporar rápidamente los conceptos y así mentalizarse en su personaje. "El objetivo era que ganara en tamaño y se pusiera más fuerte. No le interesaba el método Marvel de parecer caricaturesco; pensamos en un jugador de rugby de segunda línea; fuerte, en forma y ágil como un decatleta", indicó el preparador físico, quien añadió que el primer encuentro se dio en un hotel, donde se pusieron de acuerdo de manera rápida para no perder tiempo.A su vez, Blakely aseguró que el actor comenzó con una ventaja por tener un pasado como deportista de alto rendimiento. "Jugó al fútbol a un nivel bastante alto. Yo también jugué al rugby y la fuerza y el acondicionamiento no eran tan disciplinados como el de Paul, así que él ya venía con un cuerpo muy preparado para el entrenamiento", indicó sobre una preparación que comenzó hace tres meses, e incluyó una dieta alimenticia acorde para regenerar las energías después de los entrenamientos.Según el entrenador, Mescal trabajó intensamente seis días a la semana y empezó a obtener resultados de manera efectiva, sin lesionarse, ni sentir alguna molestia que retrase el objetivo inicial. Según su testimonio, el actor se focalizó en ejercicios de empuje y tracción, centrándose en repeticiones cortas e intensas.Con la intención de que Mescal se asemeje a un gladiador romano, el preparador físico celebró la iniciativa y, sobre todo, el compromiso del irlandés en asistir religiosamente a cada uno de los entrenamientos, adquirir rápidamente los conceptos y aplicarlos en la vida diaria."Siempre empiezo con la parte superior del pecho, porque creo que es más difícil de conseguir y la mayoría de los chicos necesitan más desarrollo de esa parte que de la inferior", explicó sobre uno de secretos del éxito.En cuanto a la alimentación, su plan estaba compuesto por la ingesta de huevos, pollo, carne y pescado que le proporcionó tenacidad en los músculos y perdida de grasa en los tejidos.Trailer oficial de Gladiador II
Las películas sobre la antigua Roma capturaron por su grandeza y conflictos.Estas 5 películas ofrecen una visión realistas de lo que paso en el Imperio Romano.
Tiene 28 años, es irlandés y todo el mundo habla de él. Convertido en el "Gladiador" de la próxima generación, Paul Mescal es dueño de una sensibilidad que contrasta con el estereotipo de sex symbol de camadas anteriores. Sabe lo que quiere, lo que no, y no duda en poner límites cuando la fama intenta meterse en ese mundo íntimo que tanto protege.A pesar de su corta trayectoria, el actor -que se hizo conocido por interpretar a Connell Waldron en Normal People- ya se ganó un lugar en la industria por sus personajes emocionalmente complejos. Es que, además de su exitosa interpretación en la adaptación homónima de Sally Rooney, el artista demostró su talento y versatilidad en el film La hija oscura, en Aftersun (papel que le valió una nominación al Oscar) y Todos somos extraños, entre otros trabajos.Mescal volvió la semana pasada a la pantalla grande para dejar huella con un nuevo reto: el género de acción con Gladiador 2, tanque que protagoniza junto con Pedro Pascal y Denzel Washington. "Después de ver la serie Normal People no pude dejar de pensar en Paul Mescal", aseguró el director Ridley Scott, quien no dudó en convocarlo para la secuela.Así como en pantalla entrega todo de sí, cuando las cámaras se apagan, este irlandés es uno más. Cuando en 2020 se transformó en el hombre más perseguido de Londres, Paul supo lidiar con esa exposición y marcar sus límites. "Si voy a hacer series como Normal People, está claro que van a despertar cierto interés por parte de la gente. De eso, un ochenta por ciento es agradable; el veinte por ciento restante es agobiante", confesó en una entrevista con Harper's Bazaar en 2023.Esta incomodidad que le genera hablar sobre su vida privada hizo que, a mediados de 2021, cierre sus redes sociales. "Tengo un perfil privado. Si la gente lo encuentra, estupendo. Así es como usaba las redes sociales antes de odiarlas. Sin la presión de tener un millón y pico de seguidores, solo fotos de mis amigos, que saco con mi móvil", advertía tras su decisión.Y si bien parece tener un master en esto de resguardar su intimidad, algunas de sus relaciones amorosas no pudieron escapar del ojo mediático debido al peso de los nombres de sus conquistas. "Siento que he llegado a un equilibrio a la hora de mantener privada una relación pública. Y eso está muy bien, porque significa que no tienes que estar ocultando tus movimientos a todo el mundo. Tampoco voy a profundizar nunca con nadie sobre lo que significa esa relación para mí o sobre cómo funcionamos juntos", expresó el galán, que tuvo un romance con Phoebe Bridgers, fue vinculado con Angelina Jolie y Natalie Portman y actualmente está viviendo un affaire con la cantante Gracie Abrams.Phoebe Bridgers: un coqueteo que comenzó en redesSi bien Paul Mescal no habla de su vida privada, uno de sus romances más comentados fue el que tuvo con Phoebe Bridgers desde mediados de 2022. Mientras que él se hacía popular por su rol en Normal People, ella estaba lanzando su segundo disco, Punisher. Todo comenzó en Twitter cuando la cantante le hizo saber que la serie la había dejado "triste y cachonda" y él reaccionó con un "estoy oficialmente muerto".Este ida y vuelta no pasó desapercibido para los seguidores de ambos y las especulaciones se pusieron en marcha. De hecho, tiempo después el actor contó que un amigo le regaló una foto enmarcada con el dichoso intercambio de tuits. La primera aparición juntos fue un año después, en la alfombra roja de LACMA Art+Film Gala oficial. "Ambos están enamorados. Su membresía en el sitio de citas de celebridades Raya es una cortina de humo para encubrir que están juntos", le decía por aquel entonces una fuente cercana a The Sun.Y era cierto. La confirmación llegó unos meses después, en diciembre de 2021, cuando Bridgers posteó la primera foto juntos. Vestidos de negro y con el mar de fondo, la cantante de 28 años sonríe a cámara mientras el galán le da un beso en la frente; una imagen que coleccionó una catarata de likes y comentarios a favor de este amor."Si lo hubiéramos contado desde un principio, la relación podría haberse visto afectada porque la gente lo habría sabido y habría hablado de ello... Pero ahora sabemos que, si siguiéramos actuando de esa manera, manteniéndolo todo en secreto, nuestras vidas serían peores. Una mier...", dijo Mescal en ese momento, justificando tantos meses de silencio.Durante los dos años que duró su relación, Paul se las ingenió para lograr un equilibrio entre su trabajo y cruzar el océano para visitar a su novia en Los Ángeles. "Hemos viajado por los Estados Unidos en un autobús, con nuestra perrita. Conseguí pasar más tiempo con Phoebe, con mi familia y con mis amigos cuando las restricciones por el Covid se relajaron. Fue, sinceramente, una época increíble", reveló, quien al principio de la relación tuvo que adecuarse a las restricciones de la pandemia.También acompañó a Bridges de gira un par de veces, y se encargaba de sacar fotos y subirlas a su Instagram secreto. De hecho, muchos recuerdan cuando se subió al escenario del festival Coachella y cantó "I Know The End" con ella. "Quedé absolutamente petrificado por la cantidad de público que había. Creo que nunca me había puesto tan nervioso", confesó por aquel entonces Mescal, que suele tocar el piano e interpretar covers junto con su hermana, Nell Mescal.A pesar de que el actor definía a la cantante como "un pilar" en su vida, los rumores de crisis comenzaron a sonar muy fuerte hacia fines de 2022. Y si bien ninguno de los dos salió a confirmar ni desmentir nada, lo cierto es que un nuevo tema, donde la artista hablaba de "estar sola", fue suficiente para dar cuenta que ya no estaban juntos. "Es lo personal lo que duele. Y eso, precisamente, no es asunto de nadie más. Ninguna persona debería opinar, porque hacerlo es inmoral y cruel. Sinceramente, me enoja... Es ese derecho a la información que la gente se cree que tiene lo que me saca de quicio", se quejó el actor cuando la ruptura llegó a las principales revistas del corazón.¿Admiración o romance?Si bien desde que es una figura pública el actor fue vinculado con muchas mujeres del medio, hubo dos nombres que llamaron la atención por su gran peso en Hollywood. La primera fue Angelina Jolie, quien en enero de 2023 asistió al Teatro Almeida de Londres para ver a Mescal en A Streetcar Named Desire, el clásico de Tennessee Williams dirigido por Rebecca Frecknall.Hasta ahí todo normal. Sin embargo, lo que llamó la atención fue lo que sucedió post función, cuando Jolie esperó al actor en la cafetería del teatro para felicitarlo por su desempeño sobre el escenario. Café de por medio y entre mesas vacías, los colegas charlaron amenamente durante un buen rato, aunque no estaban solos. Shiloh, la hija de 16 años que la actriz tuvo con Brad Pitt, también se encontraba en el lugar y se mostró muy interesada en la conversación de los mayores.Si bien las imágenes retrataban una simple charla entre colegas, este encuentro generó todo tipo de especulaciones ya que Mescal acababa de terminar su relación con Bridgers y Jolie se encontraba en pleno divorcio con Brad Pitt.Algo parecido sucedió en mayo de este año, cuando Paul fue visto muy cerca de Natalie Portman en un bar de Londres. Según las fotos publicadas por Daily Mail, se los ve muy entretenidos y cómplices mientras compartían un cigarrillo en la puerta del Bar 96 en Islington. Mientras él estaba soltero, ella acababa de divorciarse de su marido Benjamin Milledpied, por lo que todos los portales de noticias se hicieron eco de la noticia fantaseando con un posible affaire entre ambos.Si bien nunca trabajaron juntos, Portman y Mescal se conocieron el año pasado cuando compartieron el especial de entrevistas Variety Actors on Actors. En ese encuentro, el irlandés se confesó un gran admirador de la estrella norteamericano, definiéndola como una actriz "brillante". "Si mi yo de la escuela de teatro supiera que estaría hablando contigo, ¡me pellizcaría muchas, muchas veces!", le dijo en esa oportunidad. Por su parte, Natalie felicitó a Paul por sus escenas de sexo con Andrew Scott en Todos somos extraños, a las describió como "muy calientes, pero también muy tiernas".Ante el revuelo que generaron las imágenes, la protagonista de El cisne negro rompió el silencio. "Estoy muy asombrada por su talento", dijo en una entrevista con The Guardian cuando se le preguntó qué tipo de vínculo la unía al irlandés.Su nueva conquistaA pesar de que muchos fantaseaban con este romance, la relación entre Natalie Portman y Paul Mescal no pasó de la categoría de rumor. Es que, a las pocas semanas, el actor fue visto cenando en un restaurante de Londres con la cantante Gracie Abrams. "Se han estado viendo, aunque todavía se encuentran en una etapa temprana de su relación", le confirmó en junio pasado una fuente a People.Días después, unas nuevas imágenes viralizadas por Daily Mail confirmaban lo que ya era un secreto a voces. La joven pareja fue capturada paseando por la ciudad muy acaramelada. De hecho, en una de las tomas se la ve a Gracie mordiendo un dedo de la mano de Paul mientras él hace una mueca entre el dolor y la risa, demostrando cierta cotidianeidad entre ambos.Ahora bien, ¿quién es esta chica que logró conquistar el corazón del actor cool? Abrams tiene 24 años y es una cantante norteamericana. Actualmente se encuentra en un punto alto de su carrera, ya que fue telonera de Taylor Swift en The Eras Tour y también de Olivia Rodrigo, quien recientemente estuvo de gira por el mundo.Su segundo álbum de estudio, The Secret Of Us, incluye una colaboración con Taylor Swift y su éxito "I Love You, I'm Sorry". Antes de fin de año, la cantante iniciará su propia gira, en la que entre otras grandes ciudades se presentará en Madrid. Ahora, habrá que ver si el flamante Gladiador la acompaña, y si se anima a subir al escenario, como hizo en su momento con Phoebe.
Veinticuatro años después del estreno de la película que hizo popular a Russell Crowe, se estrenó 'Gladiador 2'. Como en 2000, Ridley Scott -hoy de 86 años- es el director de esta superproducción. En el primer día de proyección en Argentina, la película que protagoniza Paul Mescal se quedó con treinta mil entradas de las cuarenta y cinco mil que se vendieron el jueves. Leer más
En vísperas del estreno de Gladiador II, Paul Mescal admitió que siente una gran presión para que la película sea un gran éxito de taquilla."Siento la presión y el deseo de que esto genere dinero. La taquilla necesita un empujón, y si películas como Gladiador II no lo consiguen, sería muy preocupante. Digamos que me siento responsable", le dijo a la revista Variety durante una entrevista realizada horas antes de que la película llegue a los cines del mundo.En principio, el actor irlandés de 28 años no debería preocuparse mucho ya que las primeras reseñas de la crítica han calificado al largometraje como la "mejor película del año" y una "auténtica epopeya". También han elogiado las interpretaciones de Mescal y Denzel Washington. Además, la expectativa que ha generado esta secuela quedó en claro cuando el primer trailer del film alcanzó 128 millones de vistas online durante sus primeras 24 horas de publicación, convirtiéndolo en el segundo más visto de Paramount luego de Transformers: el despertar de las bestias, de 2023, que consiguió 238 millones en ese mismo lapso de tiempo.Gladiador II, secuela del largometraje protagonizado por Russell Crowe, Joaquin Phoenix y Connie Nielsen en el año 2000, narra la historia de Lucius Verus (Mescal), heredero del Imperio Romano, sobrino del emperador Commudus (Phoenix) e hijo de Maximus (Crowe) que se ve obligado a convertirse en esclavo y a luchar en el Coliseo para recuperar la gloria.Mescal reveló que al final de la película hay una escena en la que un cansado Lucius monta a caballo para perseguir a Macrinus (Washington). Para esa toma, el actor quería dar lo mejor de sí mismo, por eso entrenó "durante meses" para que unos días antes el director, Ridley Scott cambiara de opinión. "Dos semanas antes de la escena, Ridley me dijo: 'No vas a hacerla', y yo le dije: '¿Pero qué mierda...', y tuvimos una discusión", contó.Scott había decidido cortar la escena debido a algunos consejos de personas que trabajaban con equinos, los cuales había recibido en otra película. "Yo lo molestaba constantemente, y de repente, el día anterior me dijo: 'Ok, podés hacer la acrobacia, pero si te caés me tenés que comprar dos Bentleys". Finalmente, el protagonista consiguió hacerlo "en un par de tomas" y la destreza finalmente forma parte del film.Además de entrenar duro, Mescal se sometió a una dura dieta para su transformación física, ya que como gladiador debía mostrar su cuerpo musculoso.Una secuela muy esperada"Es arriesgado apostar por una secuela. Siendo tanto el éxito de la primera película son más las probabilidades de no alcanzar las expectativas", le comentó Scott a LA NACIÓN en una entrevista exclusiva días atrás. "Me tomé mi tiempo, 24 años, y logré hacer una mejor", disparó confiado y sonriente el legendario creador de 86 años en una charla vía Zoom.Allí, Mescal también habló de la presión de seguir los pasos de Crowe, que se consagró con la primera entrega de la saga. "Creo que la mayor distinción es que, si bien hay paralelismos entre Lucius y Maximus, hay también cuestiones aisladas y mi personaje existe desde una entidad completamente distinta. Hay una similitud genética porque son padre e hijo, pero desde mi mirada hay muchas diferencias. Maximus desplegaba su honor para recuperar el trono de Roma, en cambio Lucius, la mayor parte de la película quiere hacerse a un lado. Siento la responsabilidad de seguir con el éxito de la primera película pero también tuve claro que tenía que trabajar en esto de cero, como si no fuera un legado", aseguró.Según un artículo publicado por The Hollywood Reporter, el presupuesto de Gladiador II superó por mucho la inversión calculada y de los 165 millones de dólares que debía salir el film, fuentes internas aseguran que la producción gastó unos 310 millones aproximados. Ahora, con el producto ya en la calle, solo queda esperar unos días para ver si esta nueva entrega cumple con las expectativas del público y de la industria.
Esta semana se estrenó la secuela de "Gladiador".La decisión ha generado múltiples reacciones y especulaciones en redes sociales.Todos los cuestionamientos e interrogantes de la película dirigida por Ridley Scott.
Este jueves llegó a los cines Gladiador 2, la secuela de la icónica película que protagonizó Russell Crowe en el 2000. Si bien Paul Mescal, Pedro Pascal y Denzel Washington están al frente de la nueva producción, los fanáticos de la franquicia aún tienen muy presentes a los actores que participaron en la primera entrega. Algunos de ellos regresaron a Roma para esta producción, mientras que otros quedarán por siempre en la memoria de los personajes que interpretaron hace 24 años.Russell CroweEl nombre de Russell Crowe es más que conocido en Hollywood. Su personaje en Gladiador fue, para muchos, el mejor de su carrera y el que le permitió llevarse un premio Oscar. A los 60 años, el protagonista de El informante y Una mente brillante se mantiene activo y cosecha éxitos: acaba de estrenar la película de terror El exorcismo y ya tiene varios proyectos en agenda.Gladiator Official Trailer Paramount Movies - Paramount Movies (1080p, H264, Youtube)Joaquin PhoenixJoaquin Phoenix tenía 26 años cuando interpretó al despiadado emperador Cómodo. Tras este papel, tuvo destacados personajes en la pantalla grande: protagonizó Walk the line, Her y Joker, por el cual ganó un Oscar. En 2023 se puso en la piel de Napoleón Bonaparte y este año el actor de 50 años volvió a interpretar al Guasón. Sin embargo, la película no tuvo el mismo reconocimiento que la primera.Connie NielsenEn el 2000, la actriz dinamarquesa se puso en la piel de Lucille, la hija del emperador Marco Aurelio, y recibió aplausos y elogios. En los últimos 24 años sumó a su curriculum títulos como Retratos de una obsesión, La cosecha de hielo y Mujer Maravilla 1984. A su vez, es una de las actrices de la primera entrega de Gladiador que aparece en la secuela que también dirigió Ridley Scott.Spencer Treat ClarkSpencer Treat Clark interpretó, con 13 años, a Lucius, el hijo de Lucille y sobrino de Cómodo. Tras su exitosa actuación en Gladiador, estuvo en Mystic River, The Last House on the Left y Glass. Si bien estudió Ciencias Políticas y Economía en la Universidad de Columbia, a los 37 años continúa inmerso en el mundo del cine y la televisión.Djimon HounsouEn Gladiador, Djimon Hounsou fue Juba, el compañero de batalla de Maximus. En la última década, el actor, que en la actualidad tiene 60 años, trabajó en importantes proyectos cinematográficos, entre ellos Diamante de sangre, Guardianes de la Galaxia y Aquaman. Este año estrenó Un lugar en silencio: Día uno y al igual que Connie Nielsen, volvió a estar dirigido por Ridley Scott en Gladiador 2.Tommy FlanaganEn el 2000, Tommy Flanagan le dio vida a Cicerón, un aliado de Maximus. Además de trabajar en Gladiador, el actor de 59 años trabajó en Sleeping Dogs -donde volvió a compartir elenco con Russell Crowe- y entre 2008 y 2014 protagonizó la popular serie Sons of Anarchy.Ralf MoellerOtro de los gladiadores del film fue Hagen. Si bien al principio no era el mejor amigo de Máximo, terminó convirtiéndose en su fiel aliado en el Coliseo. El papel estuvo a cargo del actor alemán Ralf Moeller. Tras salir de Roma, trabajó en El rey escorpión y Conquistadores y aunque su vida transcurre delante de las cámaras, también disfruta del deporte y de su carrera como fisicoculturista.Derek JacobiUn personaje clave en Gladiador fue el del senador Graco, el cual estuvo interpretado por Derek Jacobi. Tras cubrir roles en proyectos como The Crown, El discurso del rey y Vicious -la cual protagonizó con Ian McKellen- este año el intérprete británico volvió a Roma para sumarse al elenco de Gladiador 2.Giorgio CantariniCuando participó en Gladiador como el pequeño hijo de Máximo, el actor italiano Giorgio Cantarini ya era una cara conocida en Hollywood por su papel de Giosué Orefice en La vida es bella. Hoy tiene 32 años y aunque no volvió a tener el mismo reconocimiento que cuando era niño, se mantiene activo con diversos proyectos audiovisuales y una vida que divide entre Roma y Nueva York.Tomas AranaDavid Schofield
Washington se reúne con Ridley Scott en la secuela de Gladiador después de haber trabajado en la película American Gangster de 2007.
Gladiador II (Gladiator II, Estados Unidos-Reino Unido/2024). Dirección: Ridley Scott. Guion: Peter Craig y David Scarpa. Fotografía: John Mathieson. Música: Harry Gregson-Williams. Edición: Claire Simpson y Sam Restivo. Elenco: Paul Mescal, Denzel Washington, Pedro Pascal, Connie Nielsen, Joseph Quinn, Fred Hechinger. Duración: 148 minutos. Distribuidora: UIP. Calificación: apta para mayores de 13 años. Nuestra opinión: buena.No solo por invocación o deseo de los fans la memoria de Gladiador está presente todo el tiempo en esta secuela tantas veces anunciada y largamente demorada. Hay una voluntad expresa de Ridley Scott de llevar la acción todo el tiempo hacia el recuerdo de la historia original y no solo por cuestiones de sangre. Los paralelismos se extienden a otros personajes y también al contexto, como si la mirada de Scott sobre el mundo de la Antigua Roma se mantuviese fija a lo largo del tiempo.El director nos dice que en el apogeo (el momento triunfal del emperador Marco Aurelio, narrado en el comienzo del film que ganó el Oscar en 2001) y la decadencia (todo lo que vino después, incluyendo esta segunda parte) tiene un destino marcado por la corrupción, la traición y la tragedia. Los mismos impulsos representados por nuevos personajes, con alguna excepción de continuidad entre una película y otra.Lo que también se mantiene es la espectacularidad visual que desde hace mucho tiempo es marca de fábrica de Scott. Con una vitalidad y una energía admirables para un hombre que está por cumplir 87 años, es capaz de montar una serie de escenas monumentales en las que mezcla despliegue humano y tecnológico para decirnos, entre otras cosas, que todavía es posible reproducir "a la antigua" relatos de época solo para que nos asombremos de lo que el cine todavía es capaz de hacer. Toda una invitación para ver esta película en la pantalla más grande posible. De otra manera, la experiencia se devalúa muchísimo.También como es costumbre en buena parte de la irregular carrera de Scott, detrás de esa imponencia no queda mucho. Lo mejor es el prólogo: el sitio que el ejército romano establece desde el mar al último bastión de resistencia contra el Imperio en África. Allí, después de la cruenta batalla, es tomado prisionero un guerrero que se hace llamar Henno y que en realidad es Lucius, a quien conocimos en el primer film como el pequeño hijo de Lucilla (la retornada Connie Nielsen), la hija del emperador Marco Aurelio, y su amante Máximo (Russell Crowe).Pasaron casi 25 años del film original y también de aquellos hechos. Henno (Paul Mescal, con un physique dû role muy propicio para el temperamento bravío e indómito de su personaje) niega su origen y repite la deriva paterna al transformarse en un gladiador que debe luchar por su vida y conquistar así su libertad. Tiene en el astuto y escurridizo Macrinus (Denzel Washington, liberado de cualquier atadura para divertirse con un papel de villano histriónico, desalmado y amoral) a su mentor, el hombre que le permitiría vengarse del valeroso y leal general romano Acacio (Pedro Pascal, excelente como siempre), cuya conducta es una copia perfecta de la que tenía Máximo al comienzo de la película original.Los ecos del primer Gladiador también aparecen en la repetición de varias frases del primer film recitadas con suficiente solemnidad como para que quede claro que tienen destino de trascendencia. Y una cantidad de detalles inverosímiles que no le temen al ridículo, y que van desde peleas con rinocerontes, tiburones (en medio de la insólita transformación del Coliseo en una arena flotante) y bichos espantosos salidos de alguna película de ciencia ficción hasta el retrato caricaturesco de un megalómano Caracalla, a quien la historia real le brinda un veredicto mucho más favorable a pesar de su conducta fratricida. El rigor histórico habrá que buscarlo en otro lado.En términos conceptuales, Scott entiende a Gladiador II como el equivalente cinematográfico de una ópera. Quiere que miremos todo el tiempo esta secuela en el espejo de la original con la intención de cerrar todos los conflictos que quedaron abiertos un cuarto de siglo atrás. Pero esta continuidad pierde todo el tiempo frente al rigor y la profundidad dramática que ofrecía, aun con la ligereza de una adaptación hollywoodense, el trágico arco de conflictos desarrollado en el capítulo inicial.También falta Crowe, dueño de un carisma insustituible al servicio del personaje más poderoso de toda esta breve saga. Al resto no le queda otra cosa que ponerse a la zaga y por más esfuerzo y talento que todos sean capaces de mostrar (Washington es el que más se luce y se divierte en medio de un elenco muy aplicado) no hay manera de igualar, y menos superar, la evocación de la película original.Todo esto no impide que Gladiador II pueda verse con agrado desde lo mejor que puede ofrecer: un gran espectáculo visual que entre otras cosas consigue que un arsenal inacabable de efectos digitales se ponga en buena parte de sus dos horas y media (jamás agobiantes) a la altura de una escala humana. Estamos frente a un relato monumental, pero en sus mejores películas Scott no necesitó tanto alarde para alcanzar la grandeza. Este no es el caso.
El miércoles por la noche en la ciudad de Londres se llevó a cabo la premier mundial de la esperada película "Gladiador 2â?³, una secuela directa del galardonado film del año 2000 protagonizado por Russel Crowe. Entre diferentes invitados y personalidades, los pilotos de Fórmula 1 Charles Lecrerc y Carlos Sainz, y el actor protagonista del largometraje, Paul Mescal, se hicieron virales por un hilarante intercambio en donde compararon la "fuerza y honor" de los gladiadores con la de los pilotos de carrera de Fórmula 1.Mientras los deportistas de la escudería Ferrari eran entrevistados en SkySports, de repente Mescal los sorprendió por sus espaldas y se sumó a la entrevista. "¡Aquí está el verdadero gladiador!", lo recibió el periodista, luego de un afectuoso saludo entre el actor de Hollywood y los pilotos.La primera pregunta giró en torno al encuentro que mantuvieron los tres hace casi un mes en la previa del Gran Premio de Austin, celebrado en Estados Unidos, el cual fue coronado por Lecrerc y segundado por Sainz. "¿Qué tan valioso fue eso para ti? ¿Pudiste haber usado el deporte para entrar en la mente de un gladiador?", se le preguntó, y respondió: "Sí, jugué mucho fútbol gaélico mientras crecía, así que entiendo algo de la mentalidad deportiva. Estar en el paddock de Austin fue genial, y espero haber sorprendido a los chicos con algunas preguntas. Me encanta estar en contextos deportivos y ver detrás de la cortina".En ese sentido, se reconoció como un férreo seguidor de la F1 y aseguró que está "muy al día" de las noticias de ese deporte y Sainz recordó que la prensa tuvo que interrumpirlos para hablar con ellos: "Teníamos tantas preguntas que hacernos mutuamente". "Les pregunté sobre sus configuraciones para una carrera, y ellos, sobre lo que implica filmar una producción tan grande", agregó Mescal."Esta es una película importante en tu carrera. ¿Es como ir a Ferrari y tratar de emular a Michael Schumacher después de la actuación de Russell Crowe hace 24 años?", le preguntó el periodista a Mescal, quien respondió: "No lo sé. Creo que nunca piensas realmente en el pasado o en el futuro, solo en tu propio legado y en el camino que quieres forjar. La gente de afuera piensa en eso, pero yo me concentro en mi propio terreno".Más tarde, consideró que apoyará a los pilotos de Ferrari en el próximo Gran Premio, en Las Vegas, y que nuevamente asistirá para acompañarlos. "¿Crees que esta mentalidad de gladiador puede ayudar a los deportistas, como hizo la primera película que inspiró a cientos de ellos?", le preguntó el periodista sobre el final. "Sí, creo que sigo siendo un deportista en el fondo, y no puedo deshacerme de esa parte de mi cerebro. Creo que si eres fanático del deporte, esta película es para ti", sostuvo el actor. "Fuerza y honor", añadió el piloto español.Antes de la aparición del actor estadounidense, Lecrerc comentó que hasta hace cuatro días no había visto "Gladiador 1â?³, mientras que Sainz comentó que la vio por primera vez de joven y hasta un "par" de veces más. "Para mí, es una película legendaria. Cuando la volví a ver hace dos o tres días para recordarla antes de venir aquí, te das cuenta de lo buena que es. Estoy interesado en ver qué sucede en la número dos y si pueden hacer un trabajo tan bueno como ese".En ese sentido, el español de 30 años se refirió al peligro de su deporte y trazó un paralelismo con los gladiadores del Imperio Romano. "Poniendo las cosas en perspectiva, estoy muy contento de no haber sido un gladiador en aquellos tiempos. Me alegra vivir en la época en que vivimos y no tener que hacer ese tipo de cosas para el espectáculo, sino solo las carreras para el deporte. Pero sí, nosotros también asumimos nuestros propios riesgos; también es un deporte arriesgadoâ?³, dijo.El piloto nacido en Mónaco coincidió con su compañero: "Estoy de acuerdo con Carlos. Pone las cosas en perspectiva. En aquel entonces, era obvio que enfrentaban riesgos mucho mayores que nosotros hoy en día. Aun así, nuestro deporte es arriesgado, y a veces tenemos que ser valientes para tomar ciertas curvas a la mayor velocidad posible. Pero lo hacemos desde niños, y amamos lo que hacemos".
A 24 años del filme que ganó el Oscar, el director de "Alien" estrena este jueves la secuela.Y defiende más al streaming que al cine: "Me pagan demasiado", dice.
En Hollywood, la producción de películas y programas de televisión es la actividad principal, la industria que moviliza a toda una ciudad y a un colectivo de artistas que la hacen posible. Claro que para que la usina funcione sin pausa se necesita algo más que talento, buenas ideas e inversiones millonarias. Muchas veces para que un proyecto llegue a buen puerto se precisa de altas dosis de diplomacia, buena gestión y algo de manipulación. El fin, dicen en los pasillos de los estudios, justifica los medios. Y cuando se trata de lidiar con actores temperamentales, inseguros y ciclotímicos, la dieta cotidiana en Hollywood, el riesgo de que toda iniciativa se derrumbe siempre está presente. El ejemplo más reciente de ese tipo de debacle lo protagonizó Joaquin Phoenix en agosto pasado, cuando cinco días antes de comenzar el rodaje de la nueva película de Todd Haynes (Lejos del paraíso, Carol) decidió renunciar al proyecto, que él mismo coescribió, en el que se contaba la historia de amor de dos hombres en los años treinta. Con el equipo listo para comenzar a filmar en Guadalajara, México, el actor decidió retirarse y con él lo hicieron también los inversores que solo habían decidido poner su dinero bajo la condición de que Phoenix participara en el proyecto. De hecho, Haynes había dicho unos meses antes que el film había sido impulsado por el actor, interesado por llevar al límite el relato del vínculo amoroso en el centro del relato que iba a protagonizar junto al actor Danny Ramirez (Top Gun: Maverick). El escándalo que dejó a todo un equipo de filmación sin trabajo podría derivar en una demanda por incumplimiento de contrato para el intérprete.Claro que no es la primera vez que Phoenix pone en riesgo una película en marcha. "Estaba vestido con el traje del príncipe diciendo: 'No puedo hacerlo'. Yo no lo podía creer y Russell (Crowe) le dijo que era 'terriblemente poco profesional'", contó Ridley Scott en una entrevista reciente con The New York Times, recordando las dificultades que tuvo para filmar Gladiador en las vísperas del estreno de su secuela que llegará a los cines el jueves. Según explicó el director, para convencerlo de que se quedara en el film se vio obligado a ponerse en el rol de "hermano mayor o padre". El esfuerzo dio sus frutos: Phoenix fue nominado al Oscar al mejor actor de reparto por su papel de Commudus en Gladiador. La sociedad entre el intérprete y el realizador resultó lo suficientemente satisfactoria para que años después Scott lo eligiera como su protagonista en Napoleón. Y, una vez más, Phoenix intentó "escaparse" de la película. Lo único que evitó su renuncia fue la intervención de otro de sus directores afines, Paul Thomas Anderson. "Tommy estaba haciendo Licorice Pizza y al mismo tiempo me estaba aconsejando sobre Napoleón. Nos juntamos los tres y la verdad es que nos divertimos mucho. Gritábamos de la risa trabajando en el guion", explicó Scott que resumió como positiva su experiencia trabajando con el actor de Guasón. De hecho, hace unos años el intérprete contó su lado de la historia."Siempre estoy nervioso antes de cada película, pero creo que la situación más intimidante para mí fue Gladiador porque fue la primera vez que participé de un rodaje de ese tamaño. Parecía que el set se extendía por kilómetros, había camiones por todos lados, cientos de extras y múltiples cámaras. De repente la escala me impactó y me sentí superado por todo lo que veía a mi alrededor. Creí que no iba a poder superarlo. Se lo dije a Scott. 'No puedo hacerlo, es imposible'. Y él fue muy inteligente porque de alguna manera me convenció, pero durante cuatro horas 'filmó' mis escenas pero sin poner película en la cámara. Él sabía que me iba a llevar un tiempo darle algo que le sirviera y no quería desperdiciar nada", contó Phoenix en una entrevista con el sitio Collider, en 2018. Claro que, como demostró su debacle más reciente, lejos de haber aprendido algo de aquella experiencia y sin que el paso del tiempo ni el Oscar como mejor actor principal que ganó por su peripatética interpretación en Guasón ayudaran a calmar sus nervios, contar con Phoenix en el elenco puede ser, alternativamente, la mejor y la peor noticia que un director puede recibir.
Es un arte elegir gladiadores. Lo sabían los romanos y â??vaya si lo sabeâ?? el director Ridley Scott. Si las secuelas tienen mala prensa, eso no desanimó a Scott. Estaba dispuesto a embarcarse en la titánica tarea de dirigir una segunda parte de Gladiador, si lograba afinar tres pilares con precisión: el guion, el diseño de producción y la selección de un protagonista capaz de estar a la altura de la leyenda."Es arriesgado apostar por una secuela. Siendo tanto el éxito de la primera película son más las probabilidades de no alcanzar las expectativas", le comentó LA NACION a Scott. "Me tomé mi tiempo, 24 años, y logré hacer una mejor", disparó confiado y sonriente el legendario creador de 86 años que conversó junto a Paul Mescal, Denzel Washington, Connie Nielsen y Fred Hechinger con este medio vía Zoom, previo al estreno de Gladiador II que en la Argentina tendrá lugar el 14 de noviembre.Scott ignoró a conciencia que las posibilidades de que Gladiador II alcanzara el mismo éxito que su antecesora eran pocas. No apresuró el proceso: comprendió que tanto el cine como la escritura, al igual que la cocina y otras tantas maravillas de la vida, solo logran enriquecerse bajo sus propios tiempos. Para alcanzar la grandeza, la segunda entrega debía encontrar su cauce y Scott emprendió la búsqueda del heredero de Russell Crowe con serenidad. Más de dos décadas después de que Gladiador se alzara con el premio de la Academia de Hollywood a la mejor película, Scott encontró cómo darle forma a una segunda parte de la historia.La secuela está centrada en Lucius (Mescal), el sobrino del emperador Commudus -interpretado por Joaquin Phoenix en la primera entrega- e hijo secreto de Lucilla (Connie Nielsen) y Maximus. Veinte años después de que el gladiador lo salvara de las garras de su tío, Lucius vive en paz junto a su esposa e hijo en una ciudad costera de Numidia, una de las últimas civilizaciones que existían fuera del control de Roma hasta que los emperadores (interpretados por Joseph Quinn y Fred Hechinger) ordenan su invasión del territorio al norte de África.Los encargados del diseño de producción hicieron un proceso de investigación exhaustivo: examinaron modelos de los buques de guerra en el Museo Británico de Londres, materiales del Museo de los barcos romanos de Fiumicino, del Museo de Atenas y de los laboratorios de conservación de Pompeya. Sin embargo, el anclaje real con el Imperio Romano no fue excluyente, Scott también se guió según su imaginación y buscó nuevas formas de sorprender a los espectadores con montajes épicos como la escena en la que el Coliseo lleno de agua y con tiburones se convierte en el escenario de un combate sin precedentes. Ni el guion, ni la producción presentaron tanta expectativa como la de encontrar al protagonista adecuado y esa tarea el director se la encomendó, inesperadamente, a Paul Mescal. Ambos conversaron con LA NACION. El desafío de un nuevo protagonista¿Quién podría encarnar y asumir la responsabilidad del gladiador de la nueva era? El ojo de Scott una vez más sorprendió. Asertivo, el director mira donde pocos pueden ver y apostó por Paul Mescal, que se asienta como un acertado heredero de Russell Crowe.â??¿Qué observaste en Paul Mescal que te hizo pensar que era el indicado para protagonizar Gladiador II?Ridley Scott: â??Necesitaba una buena historia, así que miraba televisión hasta muy tarde para inspirarme. Empecé a mirar cosas que no era común que yo viera y caí en la serie irlandesa de televisión Normal People. La historia enseguida me atrapó, estaba muy bien hecha pero además estaba muy bien protagonizada por sus dos personajes principales. Paul Mescal y Daisy Edgar-Jones me parecieron muy interesantes y estaban muy bien en sus interpretaciones. Me conquistaron y a medida que seguí viendo la serie descubrí en Paul (Mescal) algo de Richard Harris y de Albert Finney que me cautivó. En ese momento todavía estaba puliendo el guion de Gladiador pero pensé: ¡Es él!. Sin dudarlo se lo ofrecí y acá estamos.Paul Mescal: â??¡No me puedo imaginar a Ridley Scott viendo Normal People!â??¡Lo que no se puede imaginar es cómo a partir de tu personaje en Normal People, que es suave y dulce, te figuró como gladiador...P.M.: â??Es parte de su genialidad. Ridley se destaca en cada elección de su casting y es porque lo que busca no es lineal. Es un tipo específico de épica. La razón por la que la primera película funcionó,y por la que esta segunda también funciona, es porque además de un set espectacular y escenas épicas Scott sabe que necesita actores que sean capaces de profundizar en el lenguaje emocional de los personajes. Está perfecto buscar a alguien que sea capaz de pelear en las batallas de espadas y en la arena pero eso es sólo una porción de la película. Ridley respeta profundamente a los actores y sabe cómo sacar lo mejor de ellos.â??Estamos acostumbrados a verte interpretando otro estilo de personajes. ¿Alguna vez te imaginaste la posibilidad de encarnar este tipo de rol?P.M.: â??Cuando empezás esta carrera, la gente asume que tu perfil se encuadra dentro de un cierto color y un cierto tipo de personaje. Al principio, a uno como actor le interesa cada buena oportunidad y muchas veces los primeros personajes que te ofrecen tienen cierta literalidad con tu aspecto. A medida que uno crece profesionalmente, espera poder mostrar otros aspectos de su personalidad en otro tipo de personajes. Yo crecí haciendo mucho deporte. Creo que adentro mío habita una especie de animal, un ser humano competitivo: cuando me ofrecieron el rol de gladiador supe que ese era un mundo posible y accesible que también latía dentro de mí.â??¿Cómo cargás con la responsabilidad de ser el nuevo gladiador, el sucesor de Russell Crowe?P.M.: â??Creo que la mayor distinción es que si bien hay paralelismos entre Lucius y Maximus, hay también cuestiones aisladas y mi personaje existe desde una entidad completamente distinta. Hay una similitud genética porque son padre e hijo, pero desde mi mirada hay muchas diferencias. Maximus desplegaba su honor para recuperar el trono de Roma, en cambio Lucius, la mayor parte de la película quiere hacerse a un lado. Siento la responsabilidad de seguir con el éxito de la primera película pero también tuve claro que tenía que trabajar en esto de cero, como si no fuera un legado.R.S.: Es imposible mantener el secreto de que Lucius es el hijo de Maximus, quise hacerlo y proteger eso de la prensa al principio, pero fue imposible y me di cuenta que eso solo es la ventana. El verdadero desafío de este protagonista no es que sea el hijo de Maximus sino cómo hacer que eso evolucione.La incorporación: Denzel WashingtonDenzel Washington se pone en la piel de Macrinus, un ambicioso comerciante de armas que tiene sus propios gladiadores. "La película se llama Gladiador, se trata de Lucius. Yo, desde mi personaje simplemente trato de acompañar a Ridley y a los gladiadores", le detalla Washington a LA NACION. Sobre la participación del galardonado actor en la secuela, muchos críticos ya lo señalan como un sólido candidato en la categoría de mejor actor de reparto para los próximos premios Oscar.â??Debés seleccionar con mucho cuidado tus proyectos ¿Qué te llevó a aceptar formar parte de Gladiador II?Denzel Washington: â??A esta altura de mi carrera se trata más del director que de otra cosa. Tuvo más que ver con mis ganas de trabajar con Ridley Scott. Ya habíamos trabajado juntos en Gángster americano y tenía ganas de trabajar con él de nuevo.â??Tu personaje es muy ambicioso. ¿A dónde crees que el poder puede conducirte?D.W.: â??¡Mirá adónde lo condujo a él!â??¡Sin spoilers!D.W.: â??La ambición puede llevarte a la cima o al fondo de las profundidades. Mi personaje le vende el alma al diablo. Su suerte está sellada y está dispuesto a ser lo que sea a quién sea para obtener lo que quiere.â??Hay una línea de tu personaje que lo representa: "La violencia es el idioma universal" ¿Crees que es así?D.W.: â??Creo que él piensa eso. Obviamente nuestro mundo también refleja eso. Rezo para que la paz sea el idioma universal, pero siempre va a haber envidia, siempre va a haber un lado oscuro. En lo personal, no pienso que la violencia sea el idioma universal, soy un hombre de fe, creo que Dios es el idioma universal. Pienso que el amor y la fe son el idioma universal y que deberíamos luchar por eso. Es lo que intento cada día.â??¿Qué es lo que más disfrutaste de este proyecto?D.W.: â?? ¡Todo fue muy divertido! Hubo batalles muy grandiosas y gigantes creadas con CGA (Adaptador de Gráficos de Color). Hay muchos efectos visuales impresionantes que nosotros pudimos ver recién después del rodaje y de la posproducción. ¡Cuando ves cómo queda eso, la sensación es realmente increíble! Las escenas en el Coliseo son maravillosas Ma-ra-vi-llo-sas.Esperados regresos y nuevas apuestasLucille, el personaje interpretado por Connie Nielsen, marca la línea del film; es el personaje central para conectar la primera y la segunda película. Además del desafío de darle continuidad al mismo personaje que encarnó hace 24 años, Nielsen se destaca como la única protagonista femenina dentro de un universo masculino, repleto de sangre y batallas."Recibí un regalo como actriz y como persona: volver a actuar en una de las películas más grandiosas de todos los tiempos. Tener la posibilidad de hacer eso dos veces en tu carrera y en tu vida es muy raro. Desde el principio me di cuenta que era una bendición. Incluso me parecía muy divertido pensar en que mi primer hijo era un niño pequeño cuando yo rodé la primera entrega y que fue ahora mi hijo más pequeño el que jugaba mientras grababa esta", comentó risueña Nielsen en diálogo con LA NACION.â??¿En qué cosas Lucille es también una "gladiadora"?Connie Nielsen: â??Ella lucha con sus ideas, con la psicología. Ella sabe que los emperadores mantienen cautivo a su rehén pero que la necesitan porque no tienen legitimidad y no cuentan con el apoyo del pueblo. Es una mujer astuta políticamente y busca convertir a Roma en un lugar de libertad y legitimidad.â??¿Te inspiraste en alguna mujer de la vida real para interpretar a Lucille?C.N.: â??Sí, en varias mujeres que trabajan en pos de gobiernos transparentes. Hay mujeres maravillosas, como Margrethe Vestager, una comisionada europea por Dinamarca o Carla Del Ponte que me inspiraron. Creo que se necesitan más mujeres en los espacios políticos.Fred Hechinger fue otra de las grandes apuestas del casting de Scott. El joven actor interpreta a uno de los emperadores que sosegado por la ambición y la locura impulsa situaciones de violencia extrema en Roma. Respecto a la notable interpretación de Joaquin Phoenix como el emperador de la primera película Hechinger, le comentó a LA NACION: "Creo que inevitablemente me inspiré en él, simplemente porque su interpretación es completamente inspiradora, pero este personaje existe desde un lugar completamente distinto. Hubo que tomar cierta distancia y alimentarse de otras ideas y de otros personajes. Cuando interpreto al emperador Caracalla tengo en claro que es un personaje de muchos excesos, que tiene mucho poder y que no repara en la responsabilidad que eso conlleva en los demás".Las posibilidades no estaban a su favor. Nunca lo estuvieron. Pero Scott, con un presupuesto de 250 millones de dólares, una producción sin precedentes y un casting prometedor confía en que Gladiador II romperá el hechizo de las malas secuelas.
La saga de Gladiador, la épica película de Ridley Scott de 2000, ganadora de cinco premios Oscar se estrena a mediados de noviembre. Las proyecciones privadas han generado buenas respuestas en los críticos, pero los historiadores la han defenestrado, calificándola como una "tontería" por la cantidad de inexactitudes en lo que se refiere a la vida en la antigua Roma que plantea el film, situada temporalmente dos décadas después de la muerte de Máximo.Por qué Gladiador II es una tonteríaEn diálogo con The Hollywood Reporter, el Dr. Shadi Bartsch, profesor de clásicos en la Universidad de Chicago con posgrados en Princeton, Harvard y UC Berkeley y autor de varios libros sobre la antigua Roma, no ha dudado en sentenciar que Gladiator II es una "porquería total de Hollywood". Para sustentar su crítica, el especialista describió una serie de escenas "innecesarias", que nublan y tergiversan la comprensión histórica del período.Según el especialista, la película tiene una escena donde puede verse el Coliseo inundado y lleno de tiburones. Si bien cuenta que los romanos realmente inundaban el Coliseo para realizar batallas navales, señala que difícilmente tuvieran idea de lo que es un tiburón.Junto a ese detalle sobre la fauna marina conocida en la época, Bartsch planteó sus reparos por otra escena, en este caso protagonizada por rinocerontes. "Martial escribió un poema en el año 80 d.C. sobre un rinoceronte lanzando un toro al cielo" afirmó el catedrático, dando veracidad a ese aspecto del film. Sin embargo, según el especialista, se trataba de animales con un cuerno, no dos como aparecen en la película de Scott. Además, señala, que no existe evidencia de que los gladiadores los montaran, como muestra la película.Finalmente, el lugar número 1 en la lista de inexactitudes que generaron la indignación del estudioso se encuentra una escena donde se puede ver a un noble romano bebiendo té en un casa de café, mientras lee el periódico de la mañana. La escena muestra un periódico 1.200 años antes de la invención de la imprenta, detalla Bartsch.El experto explica que los romanos obtenían las noticias del día a través de las Actas diurna populi romani, que se grababan en tablones de madera pintados con cal o en tablones encerados. Estos documentos se exhibían en diversos puntos de acceso público, bajo vigilancia militar. "Tenías que ir a leerlas a los lugares donde estaban, no podías leer en un café. Además, ¡no tenían cafés!", subraya Bartsch.¿Qué pensará Ridley Scott?Si bien el director del film no ha respondido a las críticas, todos recuerdan lo duro que fue con quienes marcaron los errores históricos de su film anterior Napoleón. En aquel momento, frente a los reparos de un especialista en la historia de Francia, el director planteó: "Búscate una vida", durante una entrevista con The New Yorker.Solo resta esperar para saber si Scott refutará a los historiadores en esta ocasión o, simplemente, dejará pasar el momento. La película llegará a los cines a mediados de noviembre y su principal desafío será alcanzar el éxito y maestría de la historia de 2000, brillantemente protagonizada por dos gigantes como Russell Crowe y Joaquin Phoenix.La sinopsis oficial de la película detalla que el film "continúa la épica saga de poder, intriga y venganza ambientada en la Antigua Roma. Años después de presenciar la muerte del venerado héroe Máximo a manos de su tío, Lucio se ve obligado a entrar en el Coliseo después de que su hogar sea conquistado por los tiránicos emperadores que ahora dirigen Roma con puño de hierro. Con la rabia en el corazón y el futuro del Imperio en juego, Lucio debe mirar a su pasado para encontrar la fuerza y el honor que devuelvan la gloria de Roma a su pueblo".Gladiator II: Una película de Ridley Scott. Reparto: Paul Mescal, Pedro Pascal, Joseph Quinn, Fred Hechinger, Derek Jacobi, May Calamawy. Con Connie Nielsen y Denzel Washington.
El jueves 14 se estrena en la Argentina Gladiador II, continuación del éxito y múltiple ganador del Oscar de 2001, aquel que casi -casi- le da el premio de dirección a Ridley Scott, director de grandes clásicos -ahí están sus primeras películas, Los duelistas, Alien y Blade Runner- pero al que no se le da. Aquella vez, bajo producción de Steven Spielberg, el hombre tuvo todas las de ganar, pero el premio se lo llevó Steven Soderbergh por Traffic. De todos modos, el que salió triunfador fue Russell Crowe por interpretar a Maximus Decimus Meridius, comandante de las tropas del norte, general de las legiones Félix, leal servidor del verdadero emperador, Marco Aurelio; padre de un hijo asesinado, marido de una mujer asesinada, y que alcanzaría su venganza. Para quien no la haya visto (el público, se sabe, siempre se renueva; la película está disponible en Prime Video) no diremos si fue en esa vida o en la otra. Por lo menos sí sabemos que el nombre de la película tuvo otra vida y ahí está, pronto a estrenarse. Veremos. Por lo pronto, es buen momento para recordar que Gladiador despertó un fugaz pero intenso interés por las togas y los gladios, que habían formado parte intensa del paisaje cinematográfico en los años 50 y 60. Gladiador era, en última instancia, el aggiornamiento de aquellos peplum que fueron tanto películas de enorme presupuesto -incluso con múltiples Oscar- como baratas producciones clase B que reciclaban escenografías y vestuarios. Como todo, aquella época imperial del cine tiene su explicación.No por nada coincidieron con la Guerra Fría y con el anticomunismo creciente de la era Eisenhower; no por nada coincidieron con el crecimiento de la TV en los hogares estadounidenses. Hollywood se enfrentaba a dos problemas: el primero, la competencia de la pantalla chica, que los grandes estudios decidieron resolver agrandando el espectáculo hasta los setenta milímetros del CinemaScope, y las tres horas de duración a todo color. El segundo, volver a valores tradicionales, a un mundo donde el poder de la fe -esas películas romanas se vinculaban explícitamente al nacimiento del cristianismo, por lo menos las más importantes- era necesario para frenar al comunismo ateo. Claro que el espectáculo piadoso no era lo único y que el regreso a los valores familiares que se intentó imponer en los años 70 generaría no solo el baby-boom, sino una olla a presión que estallaría finalmente en los 70 con la revolución sexual, la efervescencia política, la discusión sobre Vietnam y más conflictos tras la crisis de los misiles de 1962 y el asesinato de Kennedy en 1963. Mientras tanto, las togas tuvieron su época dorada.La mayoría de esas películas eran pan de cada día en los fines de semana de cine continuado en la TV argentina y lograban su mayor difusión en Semana Santa. Ahí podían verse El manto sagrado, de Henry Koster (primer film en CinemaScope, protagonizado por Richard Burton); El cáliz de plata (casi una copia, debut en la pantalla de Paul Newman); la repetidísima Quo Vadis?, con su gran Peter Ustinov como un Nerón sacadísimo (modelo del Calígula semi porno de Malcolm McDowell veinte años después) y la más "cristianas" Rey de reyes (aún la mejor película sobre los evangelios, gran film de Nicholas Ray). Estos títulos se mezclaban con otros que apelaban al hecho de que la antigüedad grecorromana funcionaba -diríamos, funciona- como el "había una vez", el tiempo transformando la historia en territorio de fantasía. Ahí podíamos disfrutar, por ejemplo, de la ópera prima de Sergio Leone, El coloso de Rodas; de la poco recordada Helena de Troya, de Robert Wise -unos años antes de que el realizador triunfara con La novicia rebelde, vaya giro-; o de otras producciones aún más itálicas, como Hércules, Sansón y Ulises (pastiche increíble de Giorgio Capitani) o la muy poética Ulises, gran adaptación de Mario Camerini del poema homérico con excelente protagónico de Kirk Douglas. O, por qué no, cosas más baratas como La rebelión de los pretorianos. Todo este desfile de togas y sandalias era el pan nuestro de cada sábado. Muchos de estos títulos se pueden encontrar en YouTube. También, si quiere, Calígula, que fue "la de romanos" de la era porno e inició otra moda en el triple X. Pero, como diría Kipling, esa es otra historia.Aunque algunos títulos no llegaban a la televisión porque eran repuestos frecuentemente en el cine, por lo menos hasta la revolución del VHS. Algunos de ellos sí pueden verse en los streamings que supimos conseguir. En principio, Ben-Hur (Max), de William Wyler, que es como el manual de estilo que reúne absolutamente todo lo que el género podía dar, y además se llevó doce Oscar (es la película más ganadora de esos premios junto con Titanic y El señor de los anillos: el retorno del rey). Tiene como protagonista a una gran estrella, Charlton Heston, que había protagonizado los megaéxitos -cada una ganadora del Oscar a mejor película- de Cecil B. De Mille El espectáculo más grande del mundo y Los diez mandamientos, cima del cine religioso. Tenía una duración enorme (tres horas y media), batallas de todo tipo, melodrama, a Jesús dando vueltas por el marco histórico y la secuencia de acción tremenda de la carrera de cuádrigas. Algo para cada tipo de espectador, y además estaba basada en un best seller (que equivale a una franquicia instalada), además de ser la remake espectacular de un mega éxito del cine mudo. De hecho, es el gran modelo de Gladiador, con su príncipe hebreo caído en desgracia, transformado en esclavo, corredor de cuádrigas, en busca de su familia y finalmente redimido. Las inexactitudes históricas son menos importantes que la espectacularidad del marco, pero surgen de pensar que el Imperio Romano es perfecto para plasmar la mezcla de gigantismo y peligro. Y además es el monstruo (político) contra el que se recorta el surgimiento de una religión democrática -el cristianismo naciente tal como lo pensaba Hollywood; no hay consideración teológica en esto. Imposible ver algo así en la televisión, por cierto. La idea base: el Imperio Romano es necesariamente un espectáculo para el cine en la pantalla más grande posible, y los siglos que nos separan permiten cualquier licencia narrativa.La otra película que está detrás de la primera Gladiador -de hecho los personajes son casi los mismos y alguno habló de "plagio"- es La caída del Imperio Romano (YouTube), de Anthony Mann. Mann fue el último gran creador de westerns en el cine clásico y sus personajes están, siempre, roídos por dudas y manías, algo que puede verse en sus obras maestras El hombre del Oeste y Winchester '73. La caída del Imperio Romano en realidad cuenta algo que sucede tres siglos antes de que los bárbaros entrasen en Roma: el final del reinado de Marco Aurelio, la proximidad de su muerte, la espera tensa de la guerra en un puesto fronterizo entre personajes que en realidad preferirían no ser parte de la historia.El "Máximus" de este film se llama Livio (Stephen Boyd, que venía de ser el "malo" de Ben-Hur), la mujer (amante de Livio) es Sofía Loren, Marco Aurelio es Alec Guinness y Commodus está interpretado (mejor que Joaquin Phoenix, así son las cosas) por Christopher Plummer. La producción no fue un lecho de rosas entre Mann y el productor Samuel Bronston, que dominó parte de estos años con sus películas de gran presupuesto hechas en España -especialmente Rey de reyes y 55 días en Pekín, dos obras importantes de Nicholas Ray- y creía en el gigantismo. Mann creía en el drama. Apenas le presta atención a los enormes decorados ordenados por Bronston. Finalmente, la película fue un fracaso enorme de taquilla aunque muchos fueron a verla: era tan cara que no podía recuperar su inversión. Bronston quebró, aunque más tarde haría algunas películas más. Mann sobrevivió al fracaso, aunque falleció prematuramente en 1967. La caída del Imperio Romano sigue siendo el intento de entender en un marco épico las contradicciones del poder: está mucho más cerca del Shakespeare de Julio César que de las cuádrigas de Ben-Hur (aunque también hay carreras, business is business). La caída del Imperio Romano también implicó el cierre del tema para Hollywood, aunque es menos su culpa que la de otra película.Pero antes de llegar a ella, es necesario mencionar la más subversiva de todas: Espartaco (Max) de Stanley Kubrick. Digamos que en realidad el creador de 2001 llegó después. Era un proyecto querido por su estrella, Kirk Douglas, que ya había sido Ulises en Italia, y que combinaba la moda de togas y sandalias con la política pura y dura, algo que entonces -ya- parecía la preocupación iluminada de la primera generación de estrellas con conciencia social. Para Douglas, además, era una revancha personal: había hecho lo imposible por tener el protagónico de Ben-Hur y quedó herido cuando su amigo William Wyler eligió a Heston. Lo de Wyler se entiende: una película de ese tamaño necesitaba una garantía de recupero y Heston era la estrella de esos años. Douglas le ofreció la película a varias personas hasta que, finalmente, logró concretarla. Mann comenzó a dirigir: estuvo poco más de dos semanas y o renunció o lo echó el propio Kirk (las fuentes confirman lo segundo). Y contrató a Kubrick, con quien había hecho La patrulla infernal.La película de drama físico que reflejaba un drama interior desapareció y Kubrick hizo algo diferente: un film político, de diseño, donde además lograba colar temas imposibles en el cine de entonces, fiel a su fama de iconoclasta. No hay dudas de la homosexualidad latente en la relación entre Tony Curtis y Laurence Olivier; y por lo demás hay muchas alusiones a la caza de brujas y el macartismo (el guión es de Dalton Trumbo, uno de los célebres perseguidos de Hollywood), posibles porque al mismo tiempo aquella Roma del levantamiento de esclavos era tan lejana como para manipularse a gusto, y tan cercana al gusto del espectador de entonces como para comunicar ciertas ideas. Las anécdotas de rodaje son infinitas, pero la que mejor demuestra lo obsesivo que era Kubrick es que se levantaba por la mañana, muy temprano, y marcaba en el campo donde iba a filmarse la batalla final dónde debía caer cada extra. Uno por uno. El film se llevó cuatro Oscar, uno de ellos para el gran Charles Laughton, ya en el final de su carrera.Pero el clavo definitivo en esta era romana del cine hollywoodense fue Cleopatra (Disney+), de Joseph L. Manckiewicz. Necesitamos una extensión del tamaño de este número para narrar cómo esta película, que iba a ser de presupuesto modesto, dirigida por Rouben Mamoulian y protagonizada por Joan Collins. Collins se cansó de esperar que se iniciara el rodaje y renunció; la Taylor no tenía la menor gana de hacerla y, para que le dijeran que "no", le pidió a Walter Wanger, el productor un millón de dólares de los años 60. Y le dijeron que sí. En el medio se enfermó, se filmó poco, se arruinaron escenografías, y a los seis meses de rodaje solo tenían diez minutos inútiles. Taylor hizo lo posible para que contrataran a Manckiewicz (lo conocía de De repente en el verano) y finalmente entró Richard Burton. La relación entre Liz y Richard fue un escándalo (que duró décadas, dicho sea de paso) y la producción fue larguísima. Por los seguros y los retrasos, Taylor terminó cobrando siete millones verdes (¡de los sesenta!). Cleopatra fue el raro caso de enorme producción que, a pesar de ser un éxito de público global (está número 46 en la historia, con recaudación actualizada por inflación) tardó más de un año en recuperar su costo. Fue comidilla de la prensa durante varios años, pero al mismo tiempo de las producciones más accidentadas de la historia. Sin embargo, es, como las buenas obras de Manckiewicz -La malvada, La condesa descalza- un cuento sobre una mujer con poder en un mundo de hombres demasiado ambiciosos. Y fue, además, una película sobre el sexo y el poder.Roma no se construyó en un día ni parece haber desaparecido del todo. Dictadores, gladiadores e intrigantes siguen funcionando como espejo o metáfora en tiempos donde la palabra "imperio" está prohibida pero sigue funcionando debajo de no pocas demagogias: ¿de dónde creen que viene aquello de "pan y circo"?
Hay películas que logran consagrarse como clásicos de la pantalla grande, tanto es así que terminan convirtiéndose en las favoritas de distintas generaciones. Eso sucedió con Gladiador, una de las producciones más importante de todos los tiempos. La obra maestra de Ridley Scott logró que sus personajes quedaran en el corazón de muchos y que, inevitablemente, al verlos, se recuerde su gran labor; Lucius es uno de ellos. Por eso, a pocas semanas del estreno del Gladiador 2, la secuela que seguirá la historia y tendrá al sobrino de Cómodo como protagonista, el actor que le dio vida al pequeño volvió a estar en boca de todos.La continuación de la producción de Ridley Scott del año 2000 tendrá como eje central de su historia a quien fue tan solo un pequeño curioso hace dos décadas; pero, lo que más sorprendió a todos, es que no será interpretado por el mismo Spencer Treat Clark, sino por Paul Mescal.Al conocer la noticia, muchos quisieron conocer el motivo por el que Clark no fue convocado. Según se pudo saber, el cambio se produjo luego de que el director quedara impresionado por la actuación de Mescal en Normal People, la serie dramática que protagonizó en 2020. "Vi Normal People. No es mi tipo de programa, pero vi cuatro episodios seguidos: boom, boom, boom. Estaba pensando: '¿Quién diablos es este Paul Mescal? Y luego vi toda la serie. Y luego, de repente, apareció Gladiator 2, porque el guion estaba funcionando bastante bien. Y seguí pensando en Paul. Y eso fue todo", se sinceró el cineasta en diálogo con Total Film.Pero, ¿qué es de la vida de Clark? Tras la interpretación en Gladiador que lo catapultó a la fama, protagonizó El protegido (2000) junto a Bruce Willis y Samuel L. Jackson, donde se puso en la piel de Joseph Dunn, el hijo del personaje de Willis, papel que lo convirtió en una promesa de Hollywood y con el que volvió en 2019, en la secuela, Glass.Sin embargo, su éxito no solo se pudo ver en cines, sino también en pantalla chica, con participaciones con las que demostró como su talento para la actuación continuó desarrollándose. Estuvo en Agents of S.H.I.E.L.D. (2013) y Animal Kingdom (2016), series que tuvieron varias entregas y con las que mostró su versatilidad para adaptarse a distintos géneros. Pero, sin lugar a dudas, se destacó su colaboración con Daniel Radcliffe, el protagonista de la saga de Harry Potter, en Weird: La historia de Al Yankovic (2022).A los 36 años, Spencer también es muy activo en las redes sociales. En su cuenta de Instagram, donde tiene poco más de 30.000 seguidores, el actor comparte parte de su trabajo. El último posteo que realizó fue hace tres semanas, cuando promocionó su participación de la nueva película de la plataforma de streaming Max. "Vení a vernos. La nueva película original de Max #SalemsLot ya está en streaming, exclusivamente en Max", sostuvo, junto al tráiler.Todo lo que tenés que saber de Gladiador 2Fecha de estreno en Argentina: el 14 de noviembre de 2024. Duración: 2 h 30 min.Sinopsis: años después de presenciar la muerte del admirado héroe Máximo en manos de su tío, Lucius se ve forzado a entrar en el Coliseo tras ser testigo de la conquista de su hogar por parte de los tiránicos emperadores que dirigen Roma con puño de hierro. Con un corazón desbordante de furia y el futuro del imperio en juego, Lucius debe rememorar su pasado en busca de la fuerza y el honor que devuelvan al pueblo la gloria perdida de Roma.Reparto:Paul Mescal como Lucius VeroDenzel Washington como MacrinusConnie Nielsen como LucilaDerek Jacobi como Senador GracoDjimon Hounsou como JubaJoseph Quinn como Emperador GetaFred Hechinger como Emperador CaracallaTim McInnerny como ThraexPedro Pascal como Marcus AcaciusRiana Duce como HyacinthiaChidi Ajufo como GladiadorAlfie Tempest como Lucius Vero (joven)Lee Charles como The GothChi Lewis-Parry como PhoebusMikhail Basmadjian como Senador romano
Un nuevo hallazgo descolocó al campo de la arqueología a nivel mundial, luego de que un grupo de especialistas en la materia desenterrara en Selcuk, Turquía, la tumba de un gladiador romano del siglo III d.C. Según los datos preliminares, correspondería a Eufrates, un hombre que hasta el momento pasó desapercibido en la historia local. Lo cierto es que el hito más llamativo de la campaña sucedió cuando abrieron el sarcófago y se encontraron con algo inesperado.Los exterritorios del Imperio romano cuentan con amplios vestigios de lo que fue su poderío, desde estatuas hasta anfiteatros y palacios que todavía resisten el paso del tiempo. Sin embargo, bajo tierra todavía hay un mundo incierto, que gracias al trabajo de los arqueólogos, poco a poco sale a la luz.Eso es lo que sucedió en los límites de la basílica bizantina de San Juan, cuando un grupo de expertos turcos recató el sepulcro de un gladiador hasta ahora desconocido.Sinan Mimaroglu, profesor asociado del Departamento de Historia del Arte de la Universidad Hatay Mustafa Kemal, fue la persona a cargo de la expedición en Selcuk. Según describió la revista virtual de National Geographic, la tumba habría sido utilizada en el siglo V d.C, ya que al retirar la tapa del sarcófago, los arqueólogos se encontraron con los restos óseos de 12 personas.El sarcófago tenía "tres estructuras sepulcrales" y los individuos en su interior indicarían que se usó en un entierro colectivo. Según los investigadores, el cajón fue tallado por dentro en el siglo V, mientras que los diseños de la tapa se agregaron en los siglos VII y VIII."Sabemos por la inscripción de la tumba que fue utilizada por primera vez por gladiadores", explicó el profesor Mimaroglu en diálogo con la revista Live Science.La tumba se descubrió bajo las ruinas de una iglesia abandonada en la colina de Ayasuluk, en la provincia occidental de Ä°zmir, que formó parte de la antigua ciudad griega de Éfeso. El medio Turkey Today indicó que además de las inscripciones y diseños de la tapa del sepulcro, se encontraron cruces cristianas talladas, similares a las de tipo imperial que se repitieron en otras partes de Turquía y Siria.En tanto, el equipo expedicionario investigará el origen de estas cruces y las comparará con otras ya existentes, para conocer la religión de las personas que las diseñaron.Acerca del resto de los huesos que se rescataron, Mimaroglu dijo: "Los entierros dentro de la iglesia probablemente pertenecen a la clase alta o al clero, ya que es poco probable que una persona común sea enterrada de manera tan meticulosa dentro de una iglesia".A pesar de que se sabe poco sobre el gladiador Eufrates, sí se conoce el origen del túmulo donde se ubicaron sus restos óseos. Esta se creó hace 3.000 años. Para Mimaroglu, el hallazgo es de suma importancia, porque guarda registros de la antigua Éfeso, entre ellos, cerámicas de la Edad del Bronce Temprano, Medio y Tardío.Otros hallazgos cerca de la tumba del gladiadorAdemás del sarcófago de este combatiente destinado a entretener al público, los investigadores localizaron la existencia de un antiguo canal de agua. Cabe recordar que los romanos se caracterizaron por ser grandes ingenieros y desarrolladores de acueductos para proveer de agua potable a las poblaciones lejanas a las vertientes naturales.Junto al canal, delimitaron un sistema de drenaje, mosaicos y diversas sepulturas, a tan solo 20 centímetros debajo de la basílica. Este edificio fue modificado por el emperador romano de oriente Justiniano I, que transformó el techo a uno abovedado durante su reinado, entre los años 527 y 565 d. C.Las excavaciones de esta basílica comenzaron en 1921-1922 bajo la dirección del arqueólogo griego Soteriou y ahora continúan bajo la dirección de Mimaroglu.
La esperada secuela de Ridley Scott tendrá su primera gran gala el 13 de noviembre en Londres
Paul Mescal y Pedro Pascal protagonizan el segundo avance de la esperada película de Ridley Scott, que llega a cines el 14 de noviembre
El octogenario director reveló que las ideas que le han surgido para esta cinta están fuertemente influenciadas por "El Padrino Parte II"