ACRE, Israel.- Siguen sonando sirenas, se intensifica la operación terrestre en el Líbano, la tensión no cede, pero aún hay algunos que apuestan a la convivencia pacífica en Israel. Una convivencia que, para muchos otros, que siguen en guardia y traumatizados después del horror del 7 de octubre, aparece como una utopía.El reconocido chef israelí Uri Jeremías, de 80 años y aspecto de "gurú", está entre quienes aún piensan que hay posibilidad de un futuro mejor, juntos. Hace 35 años le dio vida a "Uri Buri", un restaurante que no sólo es famoso por sus deliciosos y originales platos a base de pescado -hace unos años TripAdvisor lo puso entre los mejores 19 restaurantes del mundo-, sino que se ha vuelto un ejemplo concreto de convivencia.Desolación en la Ciudad Vieja de Acre, en el norte de Israel ð??®ð??±, patrimonio de la Humanidad de la Unesco, donde estuve con el famoso chef Uri Jeremias, que tiene un restaurante y un hotel que son símbolos de convivencia -en breve nota en @LANACION pic.twitter.com/S2fn7yOEnC— Elisabetta Piqué (@bettapique) October 4, 2024Desde siempre atiende su local con vista al Mediterráneo un equipo mixto de empleados árabes musulmanes, cristianos, judíos, beduinos y demás, todos con un pasado de dificultades, la mayoría no profesionales y con mucha antigüedad, que demuestran que sí es posible la convivencia. Uri incluso emplea a personal de todas las religiones y etnias en el hotel Effendi, un hotel boutique de lujo que levantó hace 20 años en un antiguo palacio de época otomana de la Ciudad Vieja de Acre, ciudad mixta del norte de Israel, habitada aproximadamente por un 70% de judíos y un 30 % de árabes (el 20% de la población de Israel es árabe-israelí).En 2021, cuando estalló una oleada de disturbios y violencia entre árabes e israelíes, el restaurante y el hotel de Uri -ambos símbolos de convivencia- fueron quemados. Pero su dueño, famoso por su barba blanca y ojos celestes, enseguida los reconstruyó y siguió adelante con sus emprendimientos y su equipo mixto formado por 86 personas. "Uno no puede escaparse de las situaciones, tiene que seguir y no tenía otra opción que volver a construir y seguir con mi equipo y mi restaurante, que no es un símbolo de convivencia, sino que es una prueba de que los pueblos debemos vivir juntos si queremos asegurar un buen futuro para las próximas generaciones", señaló a LA NACION.Aunque en tiempos normales "Uri Buri", que está en la Ciudad Vieja y a la vera del mar Mediterráneo, está repleto de gente -es más se aconseja reservar con anticipación-, desde el 7 de octubre pasado, cuando empezó la guerra, está semivacío. Se cuentan con los dedos de las manos a los clientes. Las cosas no van bien, pero Uri no se deprime. "Cuando hay tormentas, momentos malos, hay que agachar la cabeza y dejar que pasen", dice. "Optimista por definición", asegura que "por principio no tiene principios" y que piensa que deben tomarse las decisiones "día a día, en ruta, con flexibilidad, siempre del lado de la luz y la esperanza".En este momento de incertidumbre total, intensificación del conflicto y temor a una guerra total, Uri ve una ventana de oportunidad para un gran cambio en Medio Oriente. "Nosotros no somos enemigos del pueblo del Líbano, ni del pueblo de Irán, ni del pueblo palestino de Gaza y de Cisjordania", afirma. "Nosotros somos enemigos de aquellos extremistas que nos quieren eliminar, como Hamas, Hezbollah y otrosâ?¦ Y pienso que muchos en Gaza, en Irán y en el Líbano quieren que su régimen caiga", agrega.El 7 de octubre del año pasado, Uri y su equipo se pusieron a cocinar comidas especiales, sin gluten para celíacos, genuinas y sin grasas, para los soldados que enseguida fueron desplegados para la represalia e invasión de Gaza. ¿Cómo celebrará este año el primer aniversario de esa masacre, la peor jamás vivida por los judíos desde el Holocausto? "Vamos a seguir abiertos porque este restaurante es un lugar sano. Me parece que es tiempo de dejar atrás el luto. Pasó un año, tenemos que volver a la vida normal, porque si seguimos llorando, lamentando lo que pasó y hablando de la catástrofe del 7 de octubre -como sucede en la radio, la televisión, donde no hablan de otra cosa y nos torturan con eso-, es una victoria de los terroristas", opinó. "Y tenemos que hacer todo lo posible para que nuestros 101 rehenes vuelvan a casa. El gobierno tendría que haberlos cuidado", dice, al denunciar, por otro lado, que fue la cadena de "errores" que cometió Israel en los últimos 15 años, no sólo en Gaza, sino también en el sur del Líbano, la que hizo posible la situación actual de máxima complejidad y volatilidad."Ejército fuerte"Omer Nahary, un soldado de 39 años, opina distinto. Está de guardia en una de las entradas del moshav (comunidad agrícola) Ben Ami, también en el norte de Israel, cerca de la frontera con el Líbano. "Sólo puede haber coexistencia en Israel si tenemos un ejército fuerte", dice. "En caso contrario, vamos a desaparecer", advierte, en guardia. "Necesitamos un ejército fuerte porque si los judíos damos señales de debilidad, vamos a ser destruidos, incluso desde adentro", afirma.Casado y padre de tres hijos pequeños, desde el 7 de octubre Omer pasó de ocuparse de la administración agrícola de su comunidad -que vende paltas, papayas y fruta del dragón orgánicos- a ocuparse de la vigilancia y control del moshav en el que nació y donde viven unas 900 personas.Allí hay nueve refugios públicos y cada vivienda cuenta con un cuarto de seguridad, más que indispensable en este momento de ampliación del conflicto en esta parte norte del país. El "mamad" o cuarto de seguridad de su casa es de lo más sofisticado: tiene generador de electricidad, aire acondicionado, desfibrilador, computadora, víveres e incluso una barra de madera para poder cerrar el lugar desde adentro e impedir que, de irrumpir un terrorista, pueda ingresar, como le ocurrió el 7 de octubre pasado a varias familias que fueron masacradas en el sur de Israel.En el búnker, donde podría sobrevivir "algunos días", Omer tiene una vieja foto en blanco y negro donde se ven a sus abuelos. ¿Dónde? En Irán, hoy el país archienemigo de Israel, en tiempos del sha. "Mi abuelo había ido a dar clases de técnicas agrícolas y mi abuela había ido a visitarlo", cuenta, suspirando y aludiendo a la guerra directa en curso ahora. En el búnker Omer también guarda un machete "para el día D". ¿Piensa que es posible otro 7 de octubre? "Por un lado pienso que no es posible, pero por otro, estoy listo", contesta.También estuve hablando con este soldado que vive en el norte de ð??®ð??±, que me mostró el impresionante refugio-bunker de su casa, pensado para que nunca más pase lo del 7-10 pic.twitter.com/qDw1RlnRba— Elisabetta Piqué (@bettapique) October 4, 2024¿No tiene miedo? "No, para nada: cuando Israel nació, en 1948, mataron a 25.000 personas en ocho años. En 1942, antes del Holocausto, en Polonia mataron a 25.000 judíos en una semana, así que el precio que estamos pagando ahora es muy bajo en comparación. Y creo que Hamas cometió un gran error al atacarnos el 7 de octubre porque no lo hizo en forma combinada con Hezbollah, que habría sido muy problemático, sino solo. Y, al hacerlo, Hamas nos despertó. Ahora, un año después, los estamos destruyendo y estoy seguro de que vamos a ganar", asegura Omer, que no oculta su orgullo porque otro abuelo suyo combatió junto a [el exgeneral y expremier Arial] Sharon y su padre, en la primera guerra del Líbano. "Nosotros los israelíes, además, tenemos una segunda arma secreta. ¿Cuál? No tenemos ningún otro lado dónde ir", culmina.
Desde noviembre de 2022, cuando el Chat GPT irrumpió de forma masiva en la sociedad, todos los niveles educativos se vieron revolucionados por la nueva tecnología. Y el nivel superior no fue la excepción. La primera reacción de algunas universidades fue la prohibición, pero hoy pareciera haber una mirada común enfocada en aprender a usar la inteligencia artificial correctamente para integrarla a la vida académica.Así, más de 140 organizaciones de educación superior, administradores, investigadores y profesores de 48 países lanzaron una Guía para estudiantes sobre cómo desenvolverse en la universidad en la era de la inteligencia artificial. El trabajo, coordinado por la Universidad de Elon, en Carolina del Norte, Estados Unidos, y adaptado en la Argentina por la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES), establece siete principios esenciales para orientar la utilización de IA en las aulas universitarias. Estos son:Conocé y seguí las reglas de tu institución: tu institución y profesores han establecido políticas y expectativas de IA diseñadas para optimizar tu aprendizaje y crecimiento. Comprendé estas políticas y tené en cuenta que pueden cambiar con el tiempo. Si no estás seguro, consultá.Aprendé sobre la IA: el éxito profesional y personal futuro de todos se verá influenciado por los sistemas de IA. Aprendé cómo funcionan. Comprendé sus fortalezas y debilidades. Hacé preguntas, sé curioso, probá cosas nuevas, compartí lo que sabés y aprendé de los demás.Hacé lo correcto: aprendé a usar la IA de forma ética. Asegurate de que el trabajo que envíes sea realmente tuyo. Citá adecuadamente cómo utilizás el contenido generado por IA. Profundizá tus habilidades de pensamiento crítico y tu capacidad para evaluar el contenido generado por IA y detectar información errónea, sesgos e imágenes, videos y audios falsos.Pensá más allá: la IA reúne conocimientos de todas las disciplinas. Desarrollá una mentalidad multidisciplinaria y explorá temas de una amplia gama de materias. Desarrollá habilidades en el uso, análisis y comunicación de datos y considerá obtener certificaciones relacionadas con IA.Aprendé permanentemente: estamos apenas al comienzo de la revolución de la IA. Continuamente surgirán nuevas herramientas y usos de la IA. Mantenete siempre atento a lo que viene. Trabajá en colaboración con tus compañeros y profesores. Adoptá una mentalidad de aprendizaje continuo.Priorizá la privacidad y la seguridad: recordá que los sistemas de IA no son privados; vos tenés un control limitado o nulo sobre cómo se utilizarán tus datos. Utilizá únicamente plataformas de confianza, comprendé los términos del servicio y compartí la menor cantidad posible de información tuya o de los demás.Cultivá tus capacidades humanas: profundizá tu empatía y tus habilidades sociales. Concentrate en construir relaciones sólidas y prosperar en el mundo no digital. Ejercitá tu creatividad sin aplicaciones. Mantené tus talentos humanos únicos en forma en un entorno lleno de interacciones de IA.Principios esenciales"Esta guía busca dar pautas genéricas que puedan aplicarse en todas las universidades y sintetizar no tanto el cómo se utilizan las distintas IA, sino los elementos a tener en cuenta a la hora de utilizarlas", dijo Gustavo Adamovsky, profesor y decano de la UCES.Silvia Andreoli, directora del Centro de Innovaciones en Tecnología y Pedagogía (Citep) de la Universidad de Buenos Aires (UBA), sostuvo que en las investigaciones que llevó a cabo el organismo se revela que tanto los docentes como los estudiantes no solo manifiestan un creciente interés en el uso de aplicaciones de Inteligencia Artificial Generativa (IAGen), sino que ya las utilizan habitualmente en sus trabajos.Sin embargo, advirtió, estamos ante un fenómeno "complejo y relacional" que no se limita al mero uso de la tecnología."Esta adopción también viene acompañada de inquietudes y de una profunda reflexión. Los docentes no solo identifican potencialidades, sino que también reconocen el valor de la mediación y la necesidad de guiar el proceso de aprendizaje. Lo que estamos presenciando es una búsqueda colectiva de cómo integrar la IAGen de manera ética, responsable, creativa y pedagógicamente significativa en la educación superior", dijo Andreoli.En ese sentido, la especialista identificó seis principios esenciales para el uso de IAGen en la universidad:Dimensión ética y transparencia: generar oportunidades para que tanto estudiantes como docentes reflexionen sobre los posibles sesgos de los algoritmos, la privacidad de los datos y los riesgos de la automatización.Colaboración y expansión al usar la IAGen: pensar la sinergía en el diseño de la enseñanza y los procesos de aprendizaje de los estudiantes.Integridad académica: reflexionar sobre el plagio y el uso indebido de la IA, garantizando que las herramientas se utilicen para potenciar el aprendizaje, no para evadirlo.Capacitación continua y alfabetización digital: recibir información continua sobre cómo usar la IA de manera informada, crítica y creativa.Equidad y accesibilidad: implementar la IA de de forma que no amplifique las brechas educativas existentes, asegurando que todos los estudiantes puedan acceder a sus beneficios de manera equitativa.La experimentación crítica: exploración activa de estas herramientas, no solo para aprender sobre ellas, sino para construir criterios propios y asumir una posición de responsabilidad en la formación de los futuros profesionales en un escenario de rápido cambio tecnológico.Andreoli aclaró que, dado el rápido avance de las tecnologías, desde el Citep no buscan crear una guía estática, sino "dinamizar el debate continuo en una comunidad de práctica integrada por los distintos actores de la universidad para crear de manera dinámica y flexible espacios de reflexión".Por su parte, Adriana Baravalle, profesora y miembro de la Iniciativa de Inteligencia Artificial de la Universidad Austral, coincidió con sus colegas: los chicos ya usan IA en la universidad, por lo que el desafío es cómo gestionar de manera responsable este nuevo actor en el aula."En el día a día del aula hay infinidad de nuevas herramientas y las nuevas generaciones ya las traen muy incorporadas. Entonces el desafío como docentes es estar preparados para responder a los interrogantes que llegan, que son para qué sirve, cuál es la mejor para cada cosa, cómo la uso. Lo que hacemos es poner el foco en cómo funciona cada modelo y cada rama dentro de la IA", dijo Baravalle.En la Universidad Austral, sostuvo Baravalle, cada unidad académica tiene su plan de acción, pero todas comparten un enfoque holístico enfocado en la prudencia -"porque tienen siempre un margen de error"-, formar el juicio crítico para interpretar los resultados, concientizar sobre los pros y contras y la capacitación constante para formar profesionales íntegros."Es decir, asumir un rol activo frente a la IA. La tecnología no es ni buena ni mala, el tema es el cómo y para qué se la use", dijo.Los desafíos actuales: la honestidad y los métodos de evaluaciónEn cuanto a los desafíos que presenta pensar cuál es la mejor forma de usar la IA, los especialistas consultados coincidieron en la pregunta por la honestidad de los trabajos y, a su vez, la necesidad de revisar las metodologías de evaluación."Hay una preocupación latente por la autenticidad del trabajo de los estudiantes, lo que está llevando a una revisión de las estrategias de evaluación y a un debate continuo sobre la honestidad y responsabilidad académica", sintetizó Andreoli.De acuerdo con Adamovsky, no se trata de nuevos interrogantes, sino de desafíos que ya existían, pero adecuados a esta era. "¿Cómo pueden la universidades velar por el cumplimiento de las reglas? Ese es el gran desafío, previo a la IA, incluso. Antes, si el alumno quería, buscaba información en Rincón del Vago, la copiaba, pegaba y usaba. El gran desafio es metodológico, cómo utilizar IA en los sistemas de evaluación. Si se evalúa una monografía, probablemente lo hagan con IA. Entonces tenés que cambiar las metodologías. Si interactuás con el alumno y ves que aprendió, tuvo sentido", dijo."Las universidades se enfrentan a la necesidad de reestructurar su currículum, sus sistemas de evaluación y acreditación. La velocidad con la que la IAGen puede generar y procesar información desafía los ciclos tradicionales de actualización curricular, exigiendo una mayor flexibilidad y adaptabilidad en los programas académicos. Además, las instituciones deben reconsiderar sus políticas de integridad académica y abordar las implicaciones éticas y sociales a largo plazo en un contexto donde la línea entre la producción humana y la asistida por IA se vuelve cada vez más difusa", dijo Andreoli.Adamovsky también mencionó el desafío de aprender a distinguir la información real de la irreal. "La habilidad más importante es aprender a filtrar, a detectar cuándo la información está mal o sesgada. Para eso hay que ir a las fuentes, preguntar y chequear de dónde vienen los datos", dijo.Los cambios que trae la IA en el nivel superior"El cambio más importante es el acceso inmediato a información de distintas fuentes y la reducción de tiempos que eso implica. Para los alumnos, pero los profesores también le pueden sacar mucho provecho porque la IA trae cosas que no tenías en tu radar, arma planes de trabajo, patrones comunes de errores, entre otras cosas", dijo Adamovsky.Por su parte, Baravalle consideró que, "bien usada", la IA potencia muchísimo la educación superior. "Ayuda a reducir tiempos de búsqueda, eficientiza y automatiza procesos. El desafío está en conocer la tecnología, formarse y hacer un uso responsable de ella. Está aportando un cambio tan acelerado que al cerebro humano le puede costar un poco entender hacia dónde va", dijo.Para Andreoli lo que estamos atravesando es una "redefinición de los procesos de enseñanza y aprendizaje" a partir de la cual "la personalización del aprendizaje, una estrategia anhelada, se está volviendo una realidad tangible con esta tecnología".Sin embargo, la especialista recalcó que la interacción humana, la colaboración y el intercambio entre docentes siguen siendo fundamentales. "Quizás el cambio más significativo es la reconsideración fundamental de las competencias necesarias para los futuros profesionales, la redefinición del rol del docente, los desafíos en la evaluación de la integridad académica y en la gestión de la producción intelectual. Los docentes de la UBA están en una búsqueda constante por actualizar sus propuestas pedagógicas. Ya no se trata solo de formar a los estudiantes en sus disciplinas específicas, sino de prepararlos para un mundo profesional en constante evolución. Esto implica desarrollar capacidades integrales que les permitan no solo adaptarse, sino también liderar en un futuro incierto", dijo.
Un documento reciente propone revitalizar valores democráticos y fomentar un crecimiento económico justo. Actores políticos y sociales son invitados al diálogo para alcanzar consenso
Pilar Alegría resalta el papel de CEAPA y CANAE en la mejora educativa y el bienestar emocional, enfatizando la importancia de la salud mental y la colaboración en las aulas
La relación entre humanos y perros es un tema que siempre despertó mucho interés dado que, desde tiempos inmemoriales, estos animales ocuparon roles destacados en la civilización. Su domesticación, que se remonta a más de quince mil años, proporcionó una evolución conjunta en la que los perros adaptaron su comportamiento a las necesidades humanas. Hoy en día, su rol evolucionó significativamente, y son vistos principalmente como compañeros que aportan alegría y consuelo, lo que estimula investigaciones más profundas sobre su influencia en nuestra salud.Esta evolución de la relación fue compleja y multifacética. Desde la Edad de Piedra, los perros colaboraron con los humanos en actividades como la caza y la protección. Con el paso del tiempo, se forjó una relación más íntima y personalizada. Durante la Edad Media, el incremento de la población urbana permitió que más personas mantuvieran perros no solo por sus funciones utilitarias, sino también como compañía. Esta tendencia perduró hasta la actualidad y consolidó a los perros como integrantes verdaderos de muchas familias.Esta profunda conexión entre humanos y canes fue objeto de estudio en múltiples disciplinas, que incluyen a la psicología, la medicina y la terapia ocupacional. Investigaciones recientes en Veterinary Record Open demostraron que las interacciones positivas con perros tienen un impacto significativo en el bienestar emocional y físico de las personas, lo que resalta la importancia del vínculo creado con estos animales.Por ejemplo, sobre la salud física, estudios en Estados Unidos revelaron que pacientes que habían sufrido infartos y convivían con mascotas mostraban tasas de supervivencia superiores en comparación con quienes no tenían mascotas.Además, tener un perro implica una rutina de cuidados que generalmente incluye paseos diarios. Este hábito fomenta un estilo de vida más activo, lo que combate el sedentarismo, un conocido factor de riesgo para múltiples problemas de salud. Un estudio reciente en el Journal of Environmental Research and Public Health encontró que los propietarios de perros tienen un 60% más de probabilidades de cumplir con las recomendaciones de actividad física que aquellos que no tienen mascotas.Para la dimensión mental, un informe mostró que las personas que conviven con perros tienden a experimentar menores niveles de ansiedad y depresión, y reportan una disminución significativa en sus niveles de estrés.También, los perros no solo enriquecen la vida personal de sus dueños, sino que actúan como facilitadores sociales. Un estudio de la Universidad de Belfast encontró que las personas que poseen perros son percibidas de manera más favorable en entornos sociales, lo que potencia las oportunidades para establecer nuevas amistades y conexiones. Los perros actúan como un "rompehielos" efectivo durante los paseos, especialmente las razas consideradas amistosas.Además, según estudios realizados por la Universidad de California, la presencia de un animal en el hogar puede mitigar los sentimientos de soledad, ya que ofrecen amor y apoyo incondicional, lo que permite establecer una conexión emocional profunda. Las mascotas también generan un ambiente de calma y serenidad, y proporcionan a sus dueños un sentido de propósito a través de la rutina del cuidado diario.Y la calidad de vida de los adultos mayores también se ve modificada. En este sentido, tener una mascota ofrece beneficios particulares para el envejecimiento saludable. Por fuera de la compañía, las mascotas pueden ser especialmente beneficiosas para personas mayores con enfermedades a largo plazo como el Alzheimer y la demencia.Qué precauciones hay que tomar para que los perros no afecten la saludAunque los beneficios de tener una mascota son significativos, es crucial adoptar medidas de precaución específicas para minimizar los riesgos de salud que pueden surgir con la tenencia de perros. Como cualquier otro animal, pueden portar enfermedades zoonóticas y exhibir comportamientos que potencialmente podrían causar daño a los humanos.Consultas veterinarias: Se recomienda pedir consejo al veterinario sobre cómo mantener saludable al perro. Un perro sano es menos probable que transmita enfermedades.Higiene personal rigurosa: Es crucial lavarse las manos y educar a los niños a que lo hagan después de interactuar con perros o después de limpiar sus desechos. Esta simple acción puede reducir significativamente el riesgo de infecciones.Control de parásitos: Es importante tratar regularmente al perro contra pulgas y gusanos, preferiblemente con productos recomendados por un veterinario. El ambiente también debe tratarse para eliminar huevos y larvas de parásitos.Prevención de mordeduras: Es beneficioso socializar y entrenar al perro desde cachorro para reducir la posibilidad de comportamientos agresivos. Enseñarles a interactuar pacíficamente con una variedad de personas y situaciones es esencial.Cuidados especiales para grupos de riesgo: Las personas con sistemas inmunitarios comprometidos, como aquellos con cáncer o que recibieron trasplantes, deben tomar precauciones adicionales como usar guantes al manipular animales y evitar juegos bruscos con perros.
Una unidad de convivencia se define como el grupo de personas que viven juntas en el mismo domicilio, unidas por matrimonio, pareja de hecho o parentesco hasta el segundo grado
El Presidente encabezó durante la semana dos encuentros claves con diputados y senadores aliados, con el objetivo de avanzar en una agenda legislativa conjunta. La proximidad del Presupuesto hace que el oficialismo esté dispuesto a negociar los armados territoriales y hasta a deponer candidatos en algunas provincias a cambio de apoyos legislativos.Pese a los esfuerzos del jefe de Estado, no todo fueron victorias. El primer rechazo a un DNU crea un precedente inquietante. Leer más
No hables con extraños (Speak No Evil, Estados Unidos/2024). Dirección: James Watkins. Guion: James Watkins, Christian Tafdrup, Mads Tafdrup. Fotografía: Tim Maurice-Jones. Edición: Jon Harris. Elenco: James McAvoy, Mackenzie Davis, Scoot McNairy, Aisling Franciosi, Alix West Lefler, Dan Hough, Kris Hitchen. Distribuidora: UIP. Duración: 110 minutos. Nuestra opinión: buena.En su película Speak No Evil (2022), los daneses Mads y Christian Tafdrup elaboraron una cruel radiografía de las formas de convivencia en las sociedades contemporáneas. Entre la sátira de costumbres y terror de la angustia, demostraron que bajo una fina capa de civilidad siempre aguarda lo más primitivo del ser humano.Nada que otros directores como el austríaco Michael Haneke en Funny Games (1997), o el sueco Ruben Östlund en El triángulo de la tristeza (2022), no intentaran revelar, aun con más premios y pretensiones. Ahora bien, esta remake que lleva el mismo título Speak No Evil (bautizada aquí como No hables con extraños), relocalizada en Reino Unido luego de un breve prólogo vacacional en la Toscana, modera su exégesis de las tensiones sociales en la Europa actual para decantar en un thriller mucho más agresivo, pese a sus momentos de comedia, y plantea un choque moral y cultural más explícito cuyo único destino posible es la confrontación.Esta vez los protagonistas son una familia de norteamericanos residentes en Londres, batallando todavía con su integración en el nuevo país, y otra de pobladores de la campiña inglesa, con un hijo mudo y cierto aire de rusticidad prefabricada. La premisa es similar a la de la película original: un encuentro casual en Italia, la invitación para compartir un fin de semana juntos. Con menos interés en la ironía costumbrista que en el festín violento, No hables con extraños dibuja su rumbo de manera más evidente. De hecho, el Paddy de James McAvoy, recién salido del gimnasio y en pose de macho alfa, parece gritarnos a cada instante sus veladas intensiones. Pese a ello, los únicos que no parecen anoticiarse son Ben (Scoot McNairy) y Louise Dalton (Mackenzie Davies), burgueses culposos con una hija púber en constante crisis de ansiedad. Ella, vegetariana, sobreprotectora y con conciencia ambiental; él, un varón desvirilizado, temeroso del engaño marital y el fracaso laboral.Los mejores logros de la película están en el inicio del fin de semana compartido por las dos familias en el rústico caserón del bosque modelado por Paddy y Ciara (Aisling Franciosi) como una trampera. Aun ante lo evidente del engaño, el clima es opresivo, sostenido en un choque de sensibilidades escrito con énfasis pero efectivo en su incomodidad. A medida que la película se prepara para la revelación del juego, los resortes del terror se hacen más visibles, la estrategia de hallazgo-silencio-escapatoria se pone en marcha, y queda poco para sostener el suspenso más allá de la angustiosa espera de lo inevitable. La productora Blumhouse confía en su estilo, en sus guiños y complicidades con un espectador "cool" -por ejemplo en el uso de "Eternal Flame" de The Bangles como broma musical-, pero el deber con el muestrario ortodoxo del género termina evitando cualquier desvío con cierta originalidad.McAvoy actualiza el prototipo de villano confeccionado bajo las órdenes de M. Night Shyamalan en Fragmentado (2016) - más autoconsciente allí en el despliegue de arquetipos a modo de improvisación teatral- y consigue hacer de su masculinidad intensa y expansiva un arma de alerta y de perturbadora seducción. En el juego de provocación que idean Paddy y Ciara, la relación con sus invitados es decididamente ambigua, despertando en ellos la inquietud por esa forzada sociabilidad al mismo tiempo que un constante replanteo de sus roles dentro del matrimonio y la estructura familiar. Cuando la película establece su sintonía con el thriller, los malos resultan muy malos, y los mediocres, nuestros héroes posibles.
Goethe-Institut en colaboración con Fundación Medifé, Artlab Academy y la Delegación de la Unión Europea proponen un festival que está diseñado para explorar la sinergia dinámica entre estos campos críticos y comenzar a armar una caja de herramientas y conocimientos necesarios para que quienes participen se larguen a navegar por este nuevo paisaje en constante evolución.
Riesgo país, realidad microeconómica y el valor de las divisas fueron algunos de los temas que tocó el funcionario que lidera el Ministerio de Economía.