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El operativo deportó a 69 extranjeros en un vuelo chárter, entre ellos 49 ciudadanos colombianos, como parte del plan chileno para acelerar la salida de personas con antecedentes penales y procesos pendientes
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La playa de La Serena es el escenario de los operativos de búsqueda del adolescente argentino identificado como Alejandro Cabrera Iturriaga, quien desapareció en la costa chilena luego de arrojarse al agua junto a otros jóvenes de entre 12 y 20 años; todos fueron llevados por la marea y cuatro de ellos rescatados. La zona es muy ancha y amplia, y visitada tanto por turistas como por ciudadanos del lugar.Tal como indicaron medios locales como Diario de Cuyo, el lugar es descripto por las autoridades como ideal para deportes de tierra como caminar y correr, y para actividades como ver el atardecer. Sin embargo, enfatizaron en la importancia de tener cuidado ya que es una playa que tiene cambios abruptos de marea.Como muestran las imágenes, la zona del centro-norte del país tiene una extensión amplia de arena, en donde habitualmente se pueden ver personas practicando deportes, en bicicleta o bien pasando el día al sol. En el caso de los cinco jóvenes, se metieron al agua a la altura del área de la playa conocida como Cuatro Esquinas, en la ciudad de Coquimbo, una zona no apta para el baño. Cuatro de ellos lograron ser rescatados por un hombre que pasaba por allí y vio lo que ocurría, pero Alejandro Cabrera Iturriaga, de origen sanjuanino, fue arrastrado hacia adentro.Sigue el operativoLos operativos de búsqueda incrementaron su intensidad luego de varios días sin noticias del adolescente de 17 años. A modo de balance de la tercera jornada que se dio este miércoles, el capitán de Puerto de Coquimbo, Daniel Sarzosa, confirmó que las labores continuarán durante este jueves.Detalló que contemplaron "principalmente, las actividades efectuadas por los macheros del Sindicato de Pescadores de Peñuelas, quienes participaron con cerca de 25 embarcaciones, sin resultados positivos". "Mantuvimos el sobrevuelo con drones y el apoyo aéreo de una aeronave institucional. Continúan operativas dos patrulleras marítimas: la lancha de servicio general Coquimbo, utilizada como plataforma de buceo, y la lancha patrullera Arcángel, que funciona como plataforma para operar el robot submarino", detalló.Asimismo, Sarzosa indicó que los salvavidas voluntarios de ambas comunas realizaron un barrido por todos los pozones, desde la localidad de Punta Teatinos a la de Peñuelas, también sin resultados positivos. Hasta el momento, las condiciones meteorológicas fueron favorables para el desarrollo de las operaciones.También se sumaron los pescadores de la Caleta de Peñuelas y de la Asociación Gremial de Macheros con 28 botes y 56 buzos, quienes lograron abarcar todo el sector entre Punta Teatinos y la Caleta de Peñuelas. "Respecto al personal desplegado, entre la Armada, los municipios y los equipos voluntarios estamos hablando de más de 100 personas", subrayó Sarzosa.Según expresaron las autoridades, el operativo continuará mientras "exista una esperanza razonable de encontrar a la persona". "Esto dependerá de las condiciones meteorológicas, de la expectativa de los familiares y de la capacidad de las organizaciones para seguir proporcionando soporte logístico y de personal a las operaciones", indicaron.
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LA SERENA, Chile.- La búsqueda del adolescente argentino de 17 años que desapareció el lunes al mediodía en la Avenida del Mar seguía este miércoles con un despliegue que se amplió con el paso de las horas. Equipos marítimos y terrestres recorrían de manera constante el sector de Cuatro Esquinas, una playa muy concurrida que, fuera de la temporada estival y sin salvavidas oficiales, exige especial cuidado por sus corrientes.El episodio se desencadenó cuando cinco jóvenes argentinos ingresaron al mar en un área no habilitada para el baño. Una fuerte corriente los arrastró mar adentro en pocos minutos. Cuatro de ellos fueron rescatados con vida gracias a la intervención decisiva de dos residentes; entre ellos, el ciclista chileno Francisco Boldo, que se arrojó al agua al escuchar los gritos de una madre que pedía ayuda desesperadamente. Uno de los menores del grupo fue llevado por la marea y no volvió a ser visto.El trabajador de la construcción Josué Farías, que también se lanzó al agua, reconstruyó para LA NACION los minutos intensos del rescate. "Los gritos se escuchaban hasta la calle. El chico pedía ayuda con todas sus fuerzas. Me tiré sin pensar. Adentro era un caos: oleaje fuerte, viento, espuma", relató.En el agua encontró a Boldo asistiendo a una joven. "Me pidió que fuera por el más pequeño, pero la corriente te hundía. El chico se me aferraba de la desesperación. Me dijo que no sabía nadar", recordó.Boldo permaneció un largo rato dentro del mar. Primero encaminó hacia la orilla a uno de los adolescentes que se estaba hundiendo. Después nadó hacia otro de los chicos, que flotaba casi inconsciente; le dio maniobras de reanimación en medio del oleaje y lo sostuvo hasta que pudo llevarlo a una zona donde hiciera pie. También ayudó a la hermana de uno de ellos, antes de volver a internarse en el agua, donde vio por última vez al menor desaparecido. "Rescaté a cuatro; me faltó uno. Estaba solo y no pude hacer más", relató luego a la prensa local.La playa donde ocurrió el accidente no estaba habilitada para el baño. Las autoridades recordaron que la temporada oficial de guardavidas comienza el 15 de diciembre, aunque La Serena ya contaba con personal permanente y voluntarios que apoyaban las labores en el agua. Las banderas rojas advertían sobre el riesgo, pero, como reconocieron funcionarios municipales, muchos visitantes igual decidieron ingresar al mar.Desde la tarde del lunes, la operación quedó bajo coordinación de la Capitanía de Puerto de Coquimbo, que instaló un puesto de mando en el propio sector de Cuatro Esquinas. De acuerdo con los datos oficiales, en el segundo día de búsqueda se dispuso de 27 servidores navales, además de la lancha de servicio general Coquimbo, una moto acuática, un bote de goma, tres camionetas y una cuadrimoto.A ese despliegue se sumaron equipos municipales. La Serena aportó 20 funcionarios y tres camionetas, además de apoyo psicológico y social para la familia del adolescente. La Municipalidad de Coquimbo envió 22 personas, una lancha de rescate, dos rescatistas, una moto de agua, tres drones â??uno de ellos con visión nocturnaâ??, cuatro camionetas y personal para operar el puesto de mando. Pescadores de la caleta de Peñuelas colaboraron durante la madrugada con rastrillajes aprovechando la baja mar.Las condiciones del mar complicaron las tareas. El sector, según la propia autoridad marítima, presenta oleaje y corrientes cambiantes, con mayor intensidad desde Cuatro Esquinas hacia el norte, donde es habitual la práctica de surf. Esa dinámica obligó a ajustar una y otra vez los puntos de búsqueda. Tras una reunión de evaluación, parte del operativo marítimo se desplazó ligeramente hacia el sur, considerando el abatimiento previsto de la corriente y el viento, mientras que la búsqueda terrestre se extendió hacia Punta Teatinos.La operación se mantuvo oficialmente hasta el término de la luz natural, alrededor de las 20.30 del martes, con buzos, personal en tierra y unidades marítimas. Sin embargo, las autoridades resolvieron continuar el monitoreo durante la noche mediante drones y equipos terrestres, con vigilancia permanente en el borde costero. El miércoles, la búsqueda se reanudó a primera hora con la incorporación de un robot submarino para labores de rastreo en profundidad.En paralelo, la familia del adolescente se mantuvo en el sector sin despegarse del puesto de comando. La madre, que presenció el momento en que sus hijos fueron arrastrados por las olas, recibió acompañamiento psicológico y apoyo logístico por parte del municipio, que habilitó un espacio para que pudieran permanecer cerca de la zona de operaciones. Uno de los hermanos del menor, de 14 años, continuaba hospitalizado tras haber sido rescatado del mar.Durante la tarde de hoy, el Hospital de La Serena confirmó que el adolescente mostraba una evolución favorable. "Está recibiendo los cuidados y atenciones del equipo de salud, ha evolucionado bien y no presenta mayores complicaciones ni riesgo vital", indicó el centro asistencial. Los otros jóvenes involucrados en el incidente ya habían sido dados de alta y se encontraban con la familia.Quienes conocen al joven desaparecido lo describen como un chico alegre, extrovertido, aficionado a la música y un destacado guitarrista. La familia, originaria de San Juan, reside en la zona de Altovalsol y está radicada en Chile por sus abuelos. El adolescente cursa tercero medio en el Liceo Gabriela Mistral y comparte su tiempo entre los estudios, la música y la vida familiar junto a sus hermanos.En ese contexto, la presencia de los rescatistas civiles también volvió a cobrar protagonismo. Boldo regresó el martes y el miércoles al lugar del operativo. "Hoy el mar estaba muy correntoso. Igual me metí para ver si podía apoyar a los buzos, pero se hacía muy difícil", comentó, todavía con marcas en la piel por el esfuerzo del día del accidente. Varios turistas y deportistas que circulaban por la Avenida del Mar lo reconocieron como el hombre que se había quedado en el agua hasta el límite de sus fuerzas.El ciclista admitió que la escena del lunes seguía dando vueltas en su cabeza. "Uno no olvida esos gritos. Se te quedan acá â??dijo, tocándose el pechoâ??. Era desesperación pura. El chico estaba peleando por su vida. Eso no se borra". A pocos metros, una moto de agua regresaba desde el sector de Peñuelas, mientras los drones se preparaban para retomar el patrullaje aéreo.Explicó que volvió a la zona porque no quería que la familia sintiera que el caso quedaba en el olvido. "No pude sacarlo. Eso es lo que más me duele. Rescaté a cuatro, pero faltó uno. No quería que pensaran que acá la gente se desentendió. Por eso volví, por eso me quedé", señaló.Al cierre de esta edición, la búsqueda del adolescente argentino seguía activa, con la participación de personal naval, equipos municipales, voluntarios y pescadores. En la Avenida del Mar, entre vehículos de emergencia, drones y el ir y venir de los rescatistas, la familia y sus allegados continuaban en vigilia, aferrados a la expectativa: que el operativo permita, finalmente, encontrar al joven que no logró regresar a la orilla.
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Cuatro jóvenes sanjuaninos fueron salvados en La Serena tras ser arrastrados por la marea; un adolescente de 17 años sigue desaparecido y continúa la búsqueda.
Un grupo de cinco jóvenes argentinos fue arrastrado por la corriente marina este fin de semana en la playa La Serena, Chile, en una zona no habilitada para bañarse. Cuatro de los jóvenes fueron rescatados, pero uno permanece desaparecido, mientras que las autoridades chilenas mantienen un operativo de búsqueda para dar con su paradero.¿Qué se sabe del argentino arrastrado por el mar en Chile?Alejandro Cabrera Iturriaga, de 17 años, es el joven argentino que permanece desaparecido tras ser arrastrado por la corriente en la playa de La Serena. Es de origen sanjuanino, pero reside en Chile con su familia desde hace algunos años, según detalló el diario local El Tiempo.El suceso ocurrió cuando los jóvenes, originarios de San Juan, Argentina, ingresaron al mar en un área no permitida para nadar, pero debido a la fuerza de la marea, fueron arrastrados, provocando una situación de extremo riesgo.El operativo de búsquedaMás de 150 rescatistas participan en la búsqueda del adolescente desaparecido. Se utilizan drones y embarcaciones en un operativo coordinado por la Armada de Chile, mientras que personal municipal, Bomberos y pescadores artesanales de La Serena y Coquimbo se sumaron a la búsqueda.El capitán del puerto, Daniel Sarp Sosa, declaró a Radio Sarmiento que el grupo especializado de rescate utiliza drones y pescadores artesanales efectúan labores con redes. "Estamos desde Playa Blanca, que es aproximadamente dos kilómetros más al norte, hasta la caleta de Peñuelas, que queda específicamente a tres kilómetros. Y hacia el oeste con nuestros medios navales aproximadamente una milla", manifestó.El rescate de los jóvenes en ChileFrancisco Boldo, un obrero de la construcción chileno, rescató a cuatro de los jóvenes, ya que, al escuchar los gritos de auxilio, no dudó en lanzarse al mar."Nado desde chico y participé en campeonatos; cuando vi a esa madre desesperada no dudé en sacarme la ropa y meterme para ayudar", explicó el hombre a Radio Nihuil, según consignó Diario UNO. "Lo pesqué al primero de los chicos a unos 10 metros de la costa, volví por un menor de edad que ya estaba ahogado y le di primeros auxilios y lo reanimé", agregó. Luego, volvió al mar para rescatar a los otros dos jóvenes, pero lamentó no haber podido salvar al quinto joven. "El otro se me escurrió de las manos, se me salió de control...", dijo.Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA.
Este fin de semana, cinco jóvenes argentinos fueron llevados por la marea en una playa de Chile luego de meterse al agua en una zona que no estaba habilitada para el nado. Cuatro de ellos fueron rescatados, pero el quinto permanece desaparecido desde hace días y continúan los operativos de búsqueda para dar con su paradero. En las últimas horas se conoció el video del momento en que fueron salvados por un hombre y asistidos por un bote de rescate.El incidente ocurrió en la costa de La Serena, al norte del país vecino. Las víctimas â??jóvenes de entre 12 y 20 años oriundos de la provincia de San Juanâ?? se metieron al mar a la altura de la playa conocida como Cuatro Esquinas, en esa localidad de Coquimbo. Sin embargo, la marea en esa zona era muy fuerte y los arrastró hacia adentro. Tal como puede verse en las imágenes que se difundieron en redes sociales y medios locales, el hombre que los salvó aparece nadando con los jóvenes y se acerca a uno de los botes de Prefectura, que los asisten y ayudan a subir a bordo. El hombre que rescató a los cuatro argentinos fue identificado por los medios locales como Francisco Boldo, de nacionalidad chilena. Obrero de la construcción, relató que iba en bicicleta por la zona cuando escuchó los gritos de una mujer y vio a varias personas que, desesperadas, miraban hacia mar adentro. Ahí fue cuando frenó y entendió lo que estaba pasando"Nado desde chico y participé en campeonatos; cuando vi a esa mujer desesperada no dudé en sacarme la ropa y meterme para ayudar", explicó a Radio Nihuil, según consignó diario UNO. "Lo pesqué al primero de los chicos a unos 10 metros de la costa, volví por un menor de edad que ya estaba ahogado, y le di primeros auxilios y lo reanimé", explicó. Luego, volvió al mar para rescatar a los otros dos.Sin embargo no pudo alcanzar al último. "El otro se me escurrió de las manos, se me salió de control...", dijo y añadió que en los últimos meses ayudó a más de 10 personas a salir del mar luego de que el agua los arrastrara.El joven desaparecidoHasta este miércoles permanece desaparecido un adolescente de 17 años, identificado como Alejandro Cabrera Iturriaga, de origen sanjuanino y radicado con su familia en Chile desde hace algunos años. Según informó el diario local El Tiempo, más de 150 rescatistas lo buscan y utilizan drones para dar con su paradero.Bajo órdenes de la Armada de Chile trabaja personal municipal, Bomberos y también pescadores artesanales, tanto de La Serena como de la localidad de Coquimbo.
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Eran un grupo de cinco varones, familiares entre sí, de entre 12 y 22 años.El chico, que vivía en Chile, estaba con sus hermanos y primos, que habían ido de visita.La Armada chilena coordina un amplio operativo de búsqueda, en la zona de La Serena, en Coquimbo,
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Cinco jóvenes oriundos de la provincia de San Juan se encontraban en la playa de La Serena, en Chile, cuando decidieron meterse al mar en una zona no apta y fueron arrastrados por la marea. Cuatro de ellos lograron ser rescatados por un hombre, pero el quinto permanece desaparecido y continúa su búsqueda.Según consignó el Diario UNO, los jóvenes tienen entre 12 y 20 años; el que no pudo ser rescatado es un adolescente de 17 años. Hasta el momento, más de 150 rescatistas lo buscan y hasta utilizan drones para dar con el paradero.El diario local El Tiempo detalló que la víctima fue identificada como Alejandro Cabrera Iturriaga, de origen sanjuanino, radicado con su familia en Chile desde hace algunos años.Bajo órdenes de la Armada de Chile trabaja personal municipal, Bomberos y también pescadores artesanales, tanto de La Serena como de la localidad de Coquimbo, que se desplegaron en este lugar.El capitán del puerto del lugar, Daniel Sarp Sosa, relató a Radio Sarmiento que el grupo especializado de rescate utiliza drones mientras que pescadores artesanales están efectuando labores con redes. "Estamos desde Playa Blanca, que es aproximadamente dos kilómetros más al norte, hasta la caleta de Peñuelas, que queda específicamente a tres kilómetros. Y hacia el oeste con nuestros medios navales aproximadamente una milla", manifestó.Cómo fue el rescateEl hombre que rescató a los cuatro argentinos fue identificado por los medios locales como Francisco Boldo, de nacionalidad chilena. Obrero de la construcción, relató que iba en bicicleta por la zona cuando escuchó los gritos de una mujer y vio a varias personas que, desesperadas, miraban hacia mar adentro. Ahí fue cuando frenó y entendió lo que estaba pasando."Nado desde chico y participé en campeonatos; cuando vi a esa madre desesperada no dudé en sacarme la ropa y meterme para ayudar", explicó a Radio Nihuil, según consignó diario UNO. "Lo pesqué al primero de los chicos a unos 10 metros de la costa, volví por un menor de edad que ya estaba ahogado y le di primeros auxilios y lo reanimé", explicó. Luego, volvió al mar para rescatar a los otros dos.No pudo alcanzar al último. "El otro se me escurrió de las manos, se me salió de control...", dijo y añadió que en los últimos meses ayudó a más de 10 personas a salir del mar luego de que el agua los arrastrara.
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Analistas advierten que, pese al triunfo de Jeannette Jara en primera vuelta, el escenario sigue abierto por el avance de figuras outsider y la fragmentación de la derecha. Leer más
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Una encuesta publicada este lunes anticipa victoria de Kast (45%) sobre Jeannette Jara (35%) en la segunda vuelta del 14 de diciembre, con un 20% indeciso. Polarización post primera vuelta complica panorama, mientras derecha consolida avances parlamentarios. Leer más
SANTIAGO, Chile.- El resultado de la primera vuelta electoral en Chile reabrió las dudas sobre el ciclo político que llevó a Gabriel Boric a La Moneda. La posibilidad de que la comunista Jeannette Jara pierda ante José Antonio Kast â??y que el presidente deba entregar la banda a la derechaâ?? instaló un clima de cierre generacional.El domingo dejó algo más que un resultado ajustado. Instaló la posibilidad real de que Boric termine su mandato entregándole el poder a José Antonio Kast. Jara obtuvo un 26,84%, apenas por encima del 23,95% del líder republicano. Una diferencia mínima. Un mensaje severo. El oficialismo llegó al balotaje sin ampliar su base y sin romper el techo del 30%.Boric llegó al poder como rostro de la generación del 2011, acompañado por sus compañeros de militancia estudiantil Camila Vallejo y Giorgio Jackson, con la promesa de iniciar un ciclo nuevo en la izquierda chilena. Tres años después, esa generación hoy enfrenta su escenario más adverso. La derrota constitucional ya había sido un golpe, pero la opción real de entregar el poder a la derecha más conservadora instaló un clima de derrota.Saludo a todas y todos quienes acudieron masivamente a las urnas a ejercer el voto como derecho y como deber. También a Carabineros, las Fuerzas Armadas, PDI, Bomberos y tantas otras instituciones que resguardaron el desarrollo de este acto democrático. Y por supuesto, alâ?¦ pic.twitter.com/sfi4xq5zs1— Gabriel Boric Font (@GabrielBoric) November 17, 2025En la noche del domingo el zarpazo vino desde fuego amigo. El excandidato Marco Enríquez-Ominami â??amigo del expresidente argentino Alberto Fernández y quien quedó penúltimoâ?? lanzó la frase más demoledora de la noche: "Este no es solamente el fin de una candidatura ni de un ciclo. También es el fin de una época para el mundo humanista y progresista".Y remató: "Se cierra un paréntesis democrático. Durante 35 años intentamos reformar las estructuras políticas de la dictadura y las económicas. No se logró. No se quiso. No se pudo. Faltó convicción. Faltó coraje".Con el pasar de las horas, el crudo diagnóstico golpeó de lleno al oficialismo, que vio cómo Jara llegó a la segunda vuelta con una base estrictamente de izquierda, sin arrastre hacia el centro. La elección mostró un progresismo sin expansión territorial, sin conexión con las mayorías y con un proyecto que no logró sostener su impulso original."La derrota fue estrepitosa para el oficialismo, pues todo indica que solo votó por ellos el mismo 30% de apoyo duro que han sostenido durante todo el gobierno. Incluso menos de lo que sacó el Apruebo en el plebiscito de 2022. Es decir, no sumaron más adherentes a esta campaña", señaló a LA NACION Asunción Poblete, investigadora del Instituto IES.La académica profundizó en la dimensión interna del problema. "Dentro de esta base sí triunfó la facción de Boric. Eso dificultará tanto la autocrítica como la distancia del gobierno que debiese proyectar Jara para aumentar su caudal de votos en segunda vuelta. Este 'triunfo' relativo del partido del presidenteâ?¦ es un arma de doble filo. Boric seguirá liderando al progresismo", dijo.Y añadió un tercer límite para la candidata: "Jara podría haberse mostrado algo distinta al gobierno tras ganar la primaria, pero no lo hizo. Su coalición no le permitirá renegar ni del gobierno ni de sus raíces comunistas que generan anticuerpos en la población".El segundo eje del análisis se centró en la estrategia de balotaje. Ricardo Hernández, del Instituto Res Publica, afirmó que la candidata no logró resolver el dilema de arranque."Jara, siendo ministra en todo el periodo del presidente Boric y siendo naturalmente la continuidad del gobierno actual, debió distanciarse del oficialismo como estrategia de campaña dada la baja aprobación del sector en los sondeos. Ahora, con el resultado electoral, se confirma que los chilenos perciben la administración Boric y su legado como negativo", dijo Hernández a LA NACION.El tiempo también juega en contra. "El periodo de segunda vueltaâ?¦ solo dura un mes. Es muy difícil que Jara consolide el electorado más de izquierda y, en paralelo, salga a buscar votos al centro distanciándose aún más del actual gobierno", sintetizó Hernández.Otro tema con el que deberá lidiar el bloque es la cohesión interna del oficialismo. Para Roberto Munita, analista y director de Administración Pública de la Universidad Andrés Bello, la situación del presidente es especialmente compleja."Es complicado para cualquier mandatario no pasarle la banda presidencial a alguien de su mismo signoâ?¦ Sí se pone en cuestión el legado, pero hasta cierto puntoâ?¦ el entorno de Boric entiende que, si él quiere volver a La Moneda, le conviene que gobierne Kast y no Jara. Así que una eventual derrota de Jara no pone fin al boricismo, en ningún caso", afirmó.Sobre la estrategia de la abanderada, Munita añadió: "Jara ya ha comenzado a distanciarse y a ser crítica de su propio gobierno, y ahora debe extremar aún más ese argumento: Jara debe irse al centro y conquistar votos de personas de izquierda que no apoyan a Boric".Y concluyó con la lectura que más inquieta al oficialismo: "Este gobierno ya está terminando y no ha demostrado mucha cohesión. Se ven claramente dos almasâ?¦ Si el oficialismo pasa a la oposición, es probable que el bloque se fracture y surjan dos oposiciones muy distintas frente a Kast: una más dialogante y otra muy refractaria".El 14 de diciembre se definirá el próximo gobierno. Pero el domingo ya dejó otra certeza: el ciclo político que llevó a Boric a La Moneda â??la promesa generacional del 2011, la épica estudiantil, la expectativa de un país distintoâ?? enfrenta hoy su momento más frágil. Y quizá su punto de quiebre.
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Jeannette Jara y José Antonio Kast se enfrentarán el 14 de diciembre de 2025 en una segunda vuelta, que definirá al próximo presidente de Chile
Lo que prevalece en el resultado de las elecciones presidenciales es una reacción al desempeño político más que un giro ideológico profundo. Estas elecciones deben leerse más como el fracaso de la izquierda que como el triunfo de la derecha.
El escenario de balotaje que se anticipa en Chile entre la candidata del Partido Comunista, Jeannette Jara, y el conservador José Antonio Kast, tras las elecciones del domingo abre la posibilidad para un nuevo giro político en el país, lo que podría a su vez consolidar una tendencia en la región. Ambos candidatos se enfrenarán en una segunda vuelta electoral el próximo 14 de diciembre, luego de que la candidata de la coalición gobernante se impusiera solo con un 2,9% de ventaja sobre el aspirante del Partido Republicano. Sin embargo, Kast ha sumado el respaldo de otros candidatos ideológicamente afines de cara a la segunda vuelta, dejándolo en una mejor posición para hacerse con la presidencia.De concretarse el giro conservador, Chile se convertiría en el sexto país sudamericano en elegir un presidente de derecha en los últimos años, siguiendo el camino de la Argentina, Paraguay, Perú, Ecuador y, más recientemente, Bolivia. "La única victoria que nos hará celebrar es cuando derrotemos al crimen organizado y al narcotráfico", sostuvo Kast en un mitin tras conocerse los resultados del domingo, antes de pedir la unidad de la derecha para "evitar la continuidad" del "peor gobierno que recordamos en la historia democrática de Chile".El candidato conservador apareció acompañado de los otros candidatos de derecha, Evelyn Matthei, abanderada de la derecha tradicional que se ubicó en el quinto lugar con un 12,59% de apoyo, y Johannes Kaiser, del Partido Nacional Libertario, que quedó en cuarto lugar con el 13,94% de los votos.En un contexto de alta polarización y preocupación de los chilenos por la delincuencia y la inmigración irregular, el balotaje de diciembre podría definirse en base a los votos destinados el domingo a Franco Parisi, el candidato del Partido de la Gente que se ubicó tercero, con el 19,63% de los sufragios. Por el momento, Parisi se abstuvo de endosar su apoyo a alguno de los candidatos al balotaje. "Van a tener que ganarse los votos en la calle", afirmó el candidato.Al mismo tiempo, una victoria de Kast reforzaría una dinámica ya visible en varios países de la región: el desgaste acelerado de los gobiernos en el poder, sin importar su signo político. En un contexto de alta inflación, desigualdad y crisis de representación, los oficialismos enfrentan cada vez mayores dificultades para sostener apoyos en el tiempo.Las elecciones del domingo, que convocaron a más de 15,7 millones de chilenos a las urnas, también eligieron 23 senadores y senadoras en siete regiones y 155 diputados y diputadas a nivel nacional.El giro a la derechaEn Perú, el flamante presidente interino José Jerí, conservador, asumió el poder en octubre tras la destitución de Dina Boluarte, acusada por la oposición de "incapacidad moral permanente". Aunque su llegada al poder confirma el alineamiento del país con la derecha, el cambio no fue tan abrupto: Boluarte había llegado al gobierno como vicepresidenta de una fórmula de izquierda, pero una vez en la presidencia cambió su discurso y sembró dudas sobre su verdadera orientación política, especialmente por sus alianzas con espacios de derecha.Jerí, de 38 años, llegó al cargo envuelto en polémica, con denuncias de corrupción y presuntos pagos irregulares durante su paso por el Congreso. Su breve gestión, que durará menos de diez meses, se centra en la promesa de librar una "guerra contra el crimen", mientras el país se encamina a nuevas elecciones en abril de 2026.El giro a la derecha en Ecuador comenzó durante el gobierno de Lenín Moreno (2017-2021), quien llegó al poder como heredero político de Rafael Correa y su proyecto de izquierda, pero rápidamente se distanció del correísmo para adoptar políticas más moderadas y liberales. Esa transición se consolidó con la llegada al poder del banquero Guillermo Lasso, en 2021, cuyo programa de apertura económica, reducción del gasto público y alineamiento con Estados Unidos marcó el fin del ciclo progresista iniciado más de una década antes.La orientación a la derecha se acentuó con la victoria de Daniel Noboa, en las elecciones extraordinarias de 2023. El joven empresario de 35 años, que sucedió a Lasso, mantuvo la línea liberal en materia económica y reforzó el discurso de "mano dura" frente a la inseguridad, una de las principales demandas de la sociedad ecuatoriana. Su triunfo sobre la candidata correísta Luisa González este año confirmó el retroceso del espacio político de Correa y terminó de consolidar a Ecuador como parte del nuevo bloque de gobiernos de derecha en la región.En la Argentina, el ascenso de Javier Milei es uno de los ejemplos más claros de los vaivenes ideológicos que atraviesan la región. El economista libertario, elegido en 2023 con casi el 56 % de los votos, canalizó el profundo descontento social y la crisis económica que habían erosionado al gobierno peronista de Alberto Fernández.Paraguay, en cambio, es la excepción a la regla. El país lleva casi siete décadas bajo el dominio del Partido Colorado, de orientación conservadora, salvo la breve interrupción del mandato de Fernando Lugo. La llegada al poder de Santiago Peña en 2023 no supuso un cambio de rumbo, sino la continuidad de una estructura política tradicional que ha logrado mantenerse al margen de los bruscos vaivenes ideológicos que atraviesan a la región.Los bastiones de izquierdaEn este escenario, Brasil y Colombia se erigen como los principales bastiones de la izquierda América del Sur, aunque ambos gobiernos atraviesan sus propias turbulencias y un creciente desgaste interno en la previa de elecciones presidenciales el año próximo.En Brasil, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva planea buscar la reelección en 2026. El líder del Partido de los Trabajadores, que volvió al poder en 2023 tras derrotar a Jair Bolsonaro, logró recuperar casi diez puntos de popularidad en los últimos meses gracias a su enfrentamiento con Donald Trump y su firme defensa del sistema democrático brasileño frente al intento de golpe por parte del bolsonarismo. Sin embargo, enfrenta el desafío de mantener la cohesión de su coalición y de reactivar una economía que crece con lentitud.En Colombia, el presidente Gustavo Petro intenta resistir el desgaste que afecta a la mayoría de los gobiernos de la región, aunque llega a esta etapa con bajos niveles de aprobación: las encuestas lo ubican con apenas un 30% de imagen positiva y más del 60% de desaprobación. Enfrentado al Consejo Nacional Electoral (CNE), que aún no definió la personería jurídica de su partido Pacto Histórico, Petro denunció "una acción dictatorial del uribismo" para impedir su participación en los comicios de 2026. Su futuro político, al igual que el de la izquierda regional, dependerá de su capacidad para mantener la gobernabilidad en un clima de creciente polarización y descontento social.Agencias AP, AFP y DPAEsta nota fue publicada originalmente el 20 de octubre de 2025 y actualizada el 17 de de noviembre.
El escenario electoral chileno quedó configurado para una segunda vuelta tras los comicios generales de este domingo. La candidata del oficialismo, Jeannette Jara, y el líder del Partido Republicano, José Antonio Kast, avanzaron al balotaje Chile 2025. El presidente Gabriel Boric confirmó los resultados y felicitó a ambos contendientes por su paso a la siguiente etapa.Cuándo será la segunda vuelta presidencial en Chile 2025El Servicio Electoral de Chile confirmó la fecha para la definición de la contienda. La segunda vuelta electoral entre la representante del Partido Comunista, Jeannette Jara, y el postulante del Partido Republicano, José Antonio Kast, se realizará el próximo domingo 14 de diciembre. El presidente chileno Boric felicita a Jara y Kast por avanzar a la segunda vuelta presidencialEse día, los ciudadanos chilenos volverán a las urnas para elegir al próximo mandatario del país. El presidente Gabriel Boric reconoció los resultados cuando la tendencia se volvió irreversible. "Felicito a Jeannette Jara y José Antonio Kast por su paso a segunda vuelta", expresó el jefe de Estado.Cómo fueron los resultados de la primera vueltaJeannette Jara obtuvo el 26,8% de los votos y se posicionó en el primer lugar. José Antonio Kast la siguió con un 23,9%, una diferencia de menos de tres puntos que los sondeos no anticiparon. Este margen estrecho generó un clima de euforia en la sede republicana. La victoria de Jara se percibió como semiamarga, pues su apoyo quedó por debajo del respaldo actual al gobierno.La sorpresa de la jornada fue el independiente Franco Parisi, del Partido de la Gente, quien se ubicó tercero con el 19,7% de los sufragios. El libertario Johannes Kaiser finalizó en la cuarta posición con un 13,9%. En el quinto lugar quedó Evelyn Matthei, candidata de la Unión Demócrata Independiente (UDI), con un desempeño del 12,5%, más débil de lo esperado. La suma de los votos de los cuatro principales candidatos de derecha y centroderecha alcanza el 70%, lo que deja a la izquierda en una clara desventaja para la votación de diciembre.Qué resultados se esperan para el balotaje de Chile 2025Jara enfrenta una segunda vuelta cuesta arriba. Los expertos señalan que carga con un doble lastre: su pertenencia al Partido Comunista, una fuerza que todavía genera resistencia en parte de la sociedad, y su rol como abanderada de un gobierno desgastado. El fracaso del proceso constituyente, la lentitud de la recuperación económica y la percepción de promesas incumplidas minaron su base electoral.La seguridad y la migración irregular dominaron el debate presidencial. El país llega a las urnas en un contexto de avance del crimen organizado y un aumento de los delitos violentos. Un estudio de la consultora Ipsos de octubre reveló que un 63% de la población mencionó el crimen y la violencia entre sus principales preocupaciones.KAST SUBIREn el plano económico, un 45% de los hogares declara que "no llega a fin de mes", mientras que un 72% mantiene algún tipo de deuda. El desempleo también es una inquietud para el 45% de los ciudadanos. En este escenario, el discurso de mano dura de Kast encontró una fuerte resonancia entre los votantes.Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA a partir de un artículo firmado por María del Pilar Castillo.
SANTIAGO, Chile.- La primera vuelta presidencial en Chile dejó un resultado más ajustado que el previsto y un reordenamiento mucho más profundo en el mapa político. Jeannette Jara, candidata del Partido Comunista (PC) y abanderada de Unidad por Chile, se impuso con un 26,85% de los votos, sin alcanzar del 30% que en el oficialismo consideraban un mínimo razonable. José Antonio Kast, del Partido Republicano, quedó a solo tres puntos, con un 23,92%, y salió de la jornada con algo que Jara no tiene: una derecha rápidamente alineada detrás de su nombre y un Congreso inclinado hacia la oposición al presidente Gabriel Boric. El tercer factor que complica todos los pronósticos es Franco Parisi, el candidato del Partido de la Gente (PDG), que trepó hasta el 19,71% -el doble de lo que le daban las encuestas- y desplazó tanto al libertario Johannes Kaiser (13,94%) como a la carta de la derecha tradicional, Evelyn Matthei (12,46%). Sus casi tres millones de votos, concentrados en el norte minero y en sectores muy distantes de la política tradicional, son ahora la llave más codiciada de la segunda vuelta del 14 de diciembre.Estas son las principales claves que dejó la primera vuelta en Chile:El difícil camino que enfrenta JaraEn el comando oficialista la noche empezó en tono de festejo y terminó con gestos serios. La exministra de Trabajo de Boric no logró capitalizar del todo el apoyo del gobierno ni de la amplia coalición de centroizquierda que la respalda, y su resultado quedó por debajo de la aprobación actual del presidente izquierdista. Peor aún: los análisis comunales muestran que tuvo su peor desempeño en las comunas de menores ingresos, donde bordea el 19%, y que su votación mejora a medida que crece el nivel socioeconómico. Es decir, a la izquierda le está costando convencer precisamente a los sectores populares que decía representar.De cara al balotaje, Jara enfrenta una ecuación compleja. Aun sumando a los votantes de los candidatos menores de centro e izquierda, no alcanza una mayoría sólida. Para acortar la distancia con Kast, necesita seducir una porción significativa del electorado de Parisi y, eventualmente, a votantes moderados que apoyaron a Matthei. Eso supondrá moverse hacia el centro, tomar distancia del gobierno con un tono más crítico y, al mismo tiempo, lidiar con el peso simbólico de ser una candidata comunista en un país donde seguridad, orden y costo de vida son las prioridades del electorado.En su discurso de la noche, Jara intentó dar esa señal: elogió propuestas de Parisi -como la devolución del IVA a los medicamentos- y abrió la puerta a incorporar demandas de otros programas. Pero dentro del oficialismo ya se multiplican las voces que piden cambios en el equipo de campaña y un replanteo profundo de la estrategia.La unidad en la derechaSi la izquierda salió golpeada, la derecha vivió su propia noche de reunificación. Pese a los roces durante la campaña, Matthei y Kaiser subieron al escenario del comando republicano para entregar un respaldo explícito. La imagen selló la unidad de un sector que, al sumar las tres candidaturas, supera el 50% de los votos.Kast agradeció esos apoyos con un mensaje que buscó ordenar el tono del balotaje: "Esas diferencias no tienen comparación alguna con lo que tenemos al frente. Necesitamos evitar la continuidad de un muy mal gobierno, quizás el peor de la historia democrática de Chile", afirmó, apuntando directamente al oficialismo.Muchas gracias Chile !! ð??¨ð??±ð???ï¸? Hoy hemos dado un gran paso para que el cambio llegue a Chile!!A trabajar con todo! Vamos a ganar!! pic.twitter.com/TJvtFWIUT2— José Antonio Kast Rist ð???ï¸?ð??¨ð??± (@joseantoniokast) November 17, 2025Su campaña â??centrada en la mano dura, el combate al crimen organizado y la reactivación económicaâ?? conectó con un electorado que ubicó precisamente la seguridad y el costo de vida como sus principales preocupaciones. Ese énfasis explica, en parte, por qué el votante castigó tanto al gobierno como a la derecha tradicional, y al mismo tiempo permitió a Kast capitalizar el malestar en amplias zonas del país.Un Congreso dado vueltaLa renovación del Congreso dejó un reequilibrio inesperado. Por primera vez desde el retorno a la democracia, la izquierda y la centroizquierda oficialista perdieron su histórica primacía en la Cámara de Diputados y quedaron reducidas a poco menos del 40% de los escaños. Unidad por Chile retrocedió en prácticamente todas sus fuerzas â??incluidos partidos que habían sido pilares de ese mundo durante décadasâ?? y el Frente Amplio sufrió una merma significativa, confirmando un debilitamiento que pocos anticipaban.En contraste, la derecha en sus distintas expresiones emergió fortalecida. Los partidos que respaldaron a Kast y a Kaiser â??agrupados en el pacto Cambio por Chileâ?? superaron en número a Chile Vamos, la coalición tradicional de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Renovación Nacional (RN) y Evópoli, a la que se sumaron Demócratas y Amarillos en esta elección. Juntos, ambos bloques opositores quedan cerca de la mayoría y podrían ampliarla si logran acuerdos con parte del Partido de la Gente. Ese nuevo mapa abre la puerta a una Cámara más fragmentada, más polarizada y con actores emergentes que reflejan el malestar ciudadano y la irrupción de figuras ajenas a la política tradicional.El enigma del voto ParisiEn este contexto, Franco Parisi se transformó en la variable más difícil de leer. Su 19,7% no solo lo instaló como tercero, sino que reconfiguró el mapa territorial: se impuso en buena parte del norte minero -Antofagasta, Atacama, Tarapacá- y capturó el voto de sectores emergentes, desencantados con el gobierno y con la oposición tradicional.Los estudios de la Universidad del Desarrollo (UDD) muestran que su votación se parece más a la del "Rechazo" en el plebiscito constitucional de 2022 que a cualquier candidatura presidencial clásica, y que su electorado mantiene correlaciones débiles o incluso negativas con casi todos los otros candidatos. En otras palabras, no es un "voto transferible".Parisi ya puso condiciones: no respaldará a nadie por adelantado y exige que tanto Kast como Jara "se ganen los votos". En 2021, buena parte de sus simpatizantes se quedó en la casa en la segunda vuelta. Y los que votaron, lo hicieron en mayor medida por Boric que por Kast, pese a que el candidato se había inclinado hacia el candidato de derecha, lo cual confirma su imprevisibilidad.Esta vez, con voto obligatorio, sus votantes estarán forzados a elegir: allí se jugará una parte importante del desenlace del 14 de diciembre.Un país partido en tresLa geografía electoral ayuda a entender la disputa que viene. El mapa regional quedó dividido en tres franjas muy nítidas. En el norte minero, Parisi se impuso con holgura, expresión de un electorado marcado por el rechazo a las élites políticas, el impacto de la migración, la inseguridad y la percepción de abandono del Estado. Ese voto, desanclado de los bloques tradicionales, se convirtió en uno de los factores más sorpresivos de la noche electoral.El eje central del país y el sur agrícola, en cambio, se inclinaron con claridad por Kast. En regiones como La Araucanía, Ñuble y Maule, el republicano superó el 30% y consolidó un cinturón conservador donde pesan la agenda de orden, la cuestión rural y un electorado evangélico cada vez más movilizado. Es la zona donde el discurso de mano dura encontró su mayor terreno fértil.La Región Metropolitana -donde se encuentra Santiago- y parte del sur urbano fueron, en cambio, los bastiones de Jeannette Jara. La candidata oficialista logró allí sus mejores resultados, superando el 30% en Santiago y en varios centros urbanos donde su mensaje conectó con un electorado más politizado, urbano y crítico del rumbo del país.El Biobío quedó como la gran región bisagra: Kast, Parisi y Jara quedaron prácticamente empatados, un anticipo de la competencia voto a voto que se asoma para el balotaje.Encuestas bajo la lupa y participación récordLas encuestas llegaron a la noche del domingo con dos aciertos y varios errores. Anticiparon correctamente que Jara y Kast serían los dos finalistas y dibujaron un escenario de segunda vuelta favorable al candidato republicano, una tendencia que se ratifica con la unidad de la derecha. Sin embargo, fallaron en la magnitud de la diferencia -mucho más estrecha de lo previsto- y, sobre todo, subestimaron la fuerza de Parisi, a quien situaban alrededor del 10% y terminó bordeando el 20%.Todo esto ocurrió, además, en el marco de la elección más masiva desde el retorno a la democracia: alrededor del 85% del padrón acudió a votar, impulsado por el régimen de voto obligatorio que rige desde 2022 junto a la inscripción automática. En 2021, cuando el voto era voluntario, había votado menos de la mitad del padrón (47%).La combinación de estas reglas llevó a votar a más de seis millones de ciudadanos que no habían participado en elecciones anteriores y que forman un electorado menos predecible y más volátil, un factor que terminó por desbordar los márgenes de error de las encuestadoras.
Este independiente sorprendió con un claro tercer puesto en las presidenciales del domingo.Sus votantes serán cruciales para inclinar la balanza hacia Jeannette Jara o José Antonio Kast el 14 de diciembre.
En las elecciones del domingo 16 de noviembre Jeannette Jara se impuso con un 26,81% de los votos de los votos ante 23,99% del candidato conservadorNinguno de los candidatos obtuvo más del 50% de los votos por lo que irán a balotaje.
Jeannette Jara ganó en Chile y se enfrenta en la segunda vuelta con José Antonio Kast. La candidata comunista y abanderada de la izquierda pasó al balotaje, seguida por el candidato del partido republicano con una diferencia de menos de 3 puntos. Con el apoyo clave de los otros candidatos de la derecha, el conservador llega al 14 de diciembre con una ventaja que le allana el camino hacia la presidencia.Comienzan los peritajes para determinar la causa del incendio en Ezeiza. Hasta ahora no hay personas identificadas ni señaladas como responsables y no se formularon imputaciones. Será fundamental el ingreso de peritos para determinar puntos de origen y propagación, examinar huellas térmicas y patrones de daño, y buscar trazas de acelerantes si correspondiera. La carátula del expediente sigue como "Incendio".Las expensas subieron 2,6% en octubre en la Ciudad de Buenos Aires. Acumulan un alza interanual de 36,9%, mientras que el IPC según el Indec había sido de 2,3%. El gasto promedio alcanzó poco más de los 303.000 pesos. El 17% de los inmuebles porteños registra alguna deuda.Aumenta hoy el boleto de colectivo en el AMBA. La suba es de 9,7% en las tarifas de los colectivos que circulan entre la ciudad y la provincia. El mínimo pasó a $495; el ajuste se da en el marco de la política oficial de reducción de subsidios y actualización gradual de las tarifas.Boca le ganó 2 a 0 a Tigre y se aseguró el primer puesto de la zona A del Clausura. Los xeneizes esperan al cierre de la fecha para conocer a su rival en octavos de final. River, que empató sin goles con Vélez, también clasificó a la siguiente instancia, pero no tiene su posición definida. Hoy se cierra la fecha 16 con 4 partidos.Qué es "Lo que hay que saber" y dónde lo podés escucharLo que hay que saber es un resumen de noticias que hace Brenda Brecher, y que se publica de lunes a viernes en dos ediciones, por la mañana y por la tarde; también tiene una edición de fin de semana. Lo encontrás en LA NACION y en Spotify, iTunes o Google Podcast, entre otras plataformas de audio. También está integrado en el Asistente de Google y en el de Amazon, Alexa, y es parte de la oferta de podcasts de LA NACION.
Se registró un alza en los valores del euro con respecto a la jornada anterior
Este es el comportamiento de la divisa estadounidense durante los primeros minutos de la jornada
La primera vuelta reconfiguró el mapa político chileno: la reinstalación del voto obligatorio incorporó a millones de nuevos electores y potenció el ascenso de Franco Parisi, el outsider que capitalizó el enojo social. Definirá la segunda vuelta en medio de la crisis de seguridad, el voto bronca y la desconfianza hacia el establishment. Leer más
SANTIAGO, Chile.- Franco Aldo Parisi Fernández, de 58 años, se consolidó como una de las figuras más disruptivas y controversiales en el panorama político chileno reciente. En las elecciones de este domingo, volvió a ser la sorpresa. No solo repitió su tercer puesto, sino que superó su voto de 2021, fue primera fuerza en todo el macro-norte de Chile y logró llevar al menos doce diputados al Congreso. Su base se fortaleció especialmente en Antofagasta, Arica y Tarapacá."Estuvimos a nada de pasar a segunda vuelta.... a nada, a nada, a nada", reivindicó, después de reunir el 19,7% de los votos, cuatro puntos menos que José Antonio Kast, el candidato de la derecha que quedó en segundo lugar, detrás de la comunista Jeannette Jara. Eso convierte a su electorado en un blanco a seducir por los dos candidatos que se disputarán el balotaje el 14 de diciembre.Economista con una sólida formación académica, Parisi supo transformar su perfil técnico en una plataforma populista, repitiendo el lema de que "Chile no es facho ni comunacho". Cofundador y líder del Partido de la Gente (PDG) desde 2019, Parisi ha intentado llegar a la presidencia en tres ocasiones: 2013, 2021 y nuevamente en 2025, demostrando una persistencia que desafía las convenciones políticas tradicionales.Su irrupción se cimentó mucho antes de sus aventuras electorales. Su base es netamente técnica: se graduó de ingeniero comercial en la Universidad de Chile y obtuvo un doctorado en Finanzas en la Universidad de Georgia, Estados Unidos. Llegó a ser vicedecano y decano interino en la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, además de decano de la Escuela de Negocios de la Universidad Andrés Bello. También se desempeñó como profesor visitante en universidades de Estados Unidos, como Rice y Georgetown. Esta pericia le permitió incursionar en la asesoría gubernamental en los años 90 y servir como consejero de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) entre 2010 y 2012.De la TV a la políticaNo obstante, su verdadera fama se disparó en la televisión. Junto a su hermano, protagonizó programas de radio y TV sobre economía, ganándose el apodo de "el economista del pueblo". Su programa Los Parisi: el poder de la gente (2012) le dio el rostro conocido que luego capitalizaría en la política.En 2013, Parisi se lanzó por primera vez a la carrera presidencial como independiente. Su discurso, fuertemente antipolítica, caló hondo en un electorado desencantado. Se presentaba como un outsider, "un vecino de la calle y un profe que quiere ser presidente".Su campaña de 2013 fue descrita como un "espectáculo de televisión". Entraba a los escenarios con la música de Queen y ofrecía soluciones directas, aunque delirantes o impracticables.Con este enfoque, logró un sorprendente 10,11% de los votos, quedando en cuarto lugar y capitalizando un voto de castigo al establishment.Tras un intento fallido de postularse al Senado en 2017 y un período de ostracismo, Parisi cofundó el Partido de la Gente (PDG) a fines de 2019, legalizado en 2021. Ese año, se convirtió en un fenómeno electoral inédito. Se presentó por el PDG y realizó una campaña 100% digital y desde el extranjero. El hito de esa elección fue su ausencia física en Chile, ya que tenía vigente una orden de arraigo por una millonaria deuda de pensión alimenticia con sus dos hijos. Esta situación le valió ser bautizado por la prensa como el "candidato fantasma" o "telecandidato".A pesar de no pisar suelo chileno, Parisi logró el tercer lugar con el 12,8% de los votos, superando a candidatos de coaliciones tradicionales y consolidando al PDG como una tercera fuerza. Su éxito se explica por su potente discurso anti-establishment y su conexión con un electorado sin posición política definida, que rechaza la política tradicional. PolémicasLa carrera de Parisi ha sido ineludiblemente ligada a polémicas. La más mediática, y la razón de su ausencia en 2021, fue la deuda de pensión alimenticia.La directora de Corporación Humanas, Lorena Fries, calificó la morosidad como "violencia económica de género". Parisi, tras las elecciones, argumentó ser víctima de persecución política. Finalmente, en 2022, llegó a un acuerdo judicial con su exesposa, reconociendo la deuda y renunciando a la patria potestad para que se levantara la orden de arraigo. Volvió a pisar Chile en 2023. Otras controversias incluyen acusaciones diversas.En 2016, una estudiante de Texas Tech University lo acusó de acoso sexual e inconductas durante un viaje, lo que resultó en su desvinculación de un puesto en la Universidad de Alabama. Parisi siempre negó estas acusaciones, y en una entrevista de marzo de 2025, declaró que el caso "quedó en nada".Qué pasa con sus votosTras su tercer lugar en 2021, el destino de sus casi 900.000 votos fue crucial para la segunda vuelta. Si bien Parisi y el PDG (tras una consulta interna) dieron su apoyo formal al candidato de derecha José Antonio Kast, los análisis posteriores demostraron que Gabriel Boric captó la mayor parte de los votos de Parisi, mientras que Kast obtuvo menos respaldo.Esto evidenció que, a pesar de su liderazgo, sus votantes no se disciplinaron ideológicamente.En marzo de 2025, anunció su tercera postulación presidencial, prometiendo esta vez un cambio radical en su estrategia: a diferencia de 2021, declaró que vendría a Chile el 3 de abril de 2025 para hacer "campaña en terreno" y recorrer el país con la gente del PDG. Parisi sigue siendo una figura que, con un perfil técnico pero una retórica de showman y populista, logró canalizar el profundo descontento ciudadano y la desconfianza hacia la clase política tradicional. En esta elección volvió a sorprender con un tercer puesto al cual llegó con más de 2 millones de votos. Votos que, como en 2021, ya son codiciados por Kast y Jara. Al respecto, Parisi advirtió: "Que trabajen por los votos. Que salgan a ganárselos".El presidente del PC, Lautaro Carmona, comentó esta tarde que "hay fenómenos que uno debe tomar en cuenta, por ejemplo, la votación que alcanza Franco Parisi (...) hay una influencia electoral que habrá que conversar". Por su parte, el presidente de Republicanos, Arturo Squella, deslizó la idea de una eventual conversación con Parisi para que respalde a José Antonio Kast. "Es natural que todos quienes estén actualmente en la oposición, y que lo hayan señalado de esa manera durante la campaña, van a tener que tomar una decisión, muchos de ellos ya la han adoptado, que es apoyar a quien pase segunda vuelta contra Jannette Jara", sostuvo.Agencia AFP y Emol/GDA
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SANTIAGO, Chile.- Esta vez las encuestas acertaron. La candidata del Partido Comunista (PC) y abanderada de la izquierda, Jeannette Jara, pasó al balotaje en primer lugar, seguida por José Antonio Kast, del Partido Republicano. Pero lo que los sondeos no anticipaban era una diferencia tan estrecha entre ambos, de menos de tres puntos. Por eso, en la sede republicana el clima era de euforia: con el apoyo clave de los otros candidatos de la derecha, el candidato conservador llega a la segunda vuelta con una ventaja decisiva y con el camino prácticamente allanado hacia La Moneda."Felicito a Jeannette Jara y José Antonio Kast por su paso a segunda vuelta", dijo el presidente Gabriel Boric cuando la tendencia ya era irreversible.El presidente chileno Boric felicita a Jara y Kast por avanzar a la segunda vuelta presidencialSin embargo, la victoria para la candidata oficialista, ha sido semiamarga: Jara obtuvo 26,7% de los votos, por debajo del apoyo con el que cuenta hoy el gobierno, mientras Kast superó las expectativas con 24,1%, en su tercera candidatura presidencial. "Muchas gracias por sus votos y darnos su confianza. [â?¦] La democracia hay que cuidarla", dijo Jara cerca de las 21, tras conocerse los resultados que la dieron primera por un margen mínimo. Aprovechó también para lanzarle un dardo a su rival: "Lamento que en los 16 años que estuvo de diputado nadie recuerde una sola ley que haya sacado por el bien del país".Jara promete control migratorio y exige que se levante el secreto bancario para combatir la delincuencia.Jara seguía hablando cuando Kast salió al escenario para dar su discurso en su búnker en el exclusivo barrio de Las Condes. "Podemos reconstruir nuestra patria", lanzó Kast, y aunque reconoció diferencias entre los candidatos de derecha, recalcó que "esas diferencias no tienen comparación alguna con lo que tenemos al frente", por lo que llamó a un frente de "unidad" para derrotar al oficialismo."Lo que necesitamos evitar es la continuidad de un muy mal gobierno, quizás el peor gobierno que recordamos de la historia democrática de Chile", Kast no estaba solo. En una postal contundente, lo acompañaba Evelyn Matthei, la candidata de la Unión Demócrata Independiente (UDI), de centroderecha, quien terminó quinta, con 12,6%, un desempeño más débil del esperado. También se sumó el libertario Johannes Kaiser, del ala más radical, que terminó cuarto, con 13,9%. "Vamos a respaldar la candidatura de Kast en segunda vuelta porque la otra alternativa es Jeannette Jara", dijo tras conocerse los resultados. Aun así, advirtió: "Vamos a velar porque no se abandone la sana doctrina de la defensa de los principios de la libertad en un eventual futuro gobierno".La sorpresa de la jornada la dio el independiente Franco Parisi, del Partido de la Gente, que con 19,5% se instaló en el tercer lugar. Parte de su electorado â??más cercano a la derecha liberalâ?? también podría inclinarse por el postulante republicano. Entre los cuatro candidatos sumaron 70%, lo que deja a la izquierda en clara desventaja.El clima festivo en el comando republicano se instaló desde las 19, apenas se conocieron los primeros resultados oficiales. Con tambores, banderas chilenas y música ensordecedora, los simpatizantes coreaban: "¡Se siente, se siente, Kast presidente!". Entre los dirigentes cercanos al dirigente, el clima pasó de la prudencia a la euforia de cara al balotaje. "El 14 de diciembre gana el cambio radical", dijo Mara Sedini, vocera de Kast, frente a un escenario donde se luego el candidato dio un segundo discurso frente a sus seguidores."La tercera es la vencida", comenzó Kast ese mensaje. "Lo que quedó claro es que la oposición derrotó a un gobierno fracasado", dijo, y enumeró algunas de sus promesas, como el cierre de las fronteras y la mano dura contra el crimen. "El cambio ya se ve venir", expresó en reiteradas ocasiones. "La elección del 14 de diciembre no es cualquier elección. Será la elección más importante de nuestra generación. Será un verdadero de plebiscito entre dos modelos de sociedad", dijo el candidato conservador. "Lo que tenemos que evitar es la continuidad de este gobierno que tiene nombre y apellido: Jeannette Jara es Gabriel Boric", lanzó, en medio de abucheos del público contra las figuras del oficialismo. "Si Jara llegara a ganar, Gabriel Boric seguirá gobernando. Si Jara gana, el Partido Comunista gana. Si Jara gana, el desorden gana", agregó, mientras sus seguidores gritaban "Fuera Boric"."Esta noche Chile sí despertó, pero despertó de verdad", dijo Kast, dando un nuevo sentido al cántico que representó el estallido social de 2019, y que derivó en la elección de Boric dos años después. "Luego de seis años de violencia, de ideología, de mediocridad, hoy millones de chilenos han decidido abrazar un proyecto que plantea la oposición a este gobierno fracasado, a este mal gobierno que le hizo daño a nuestra patria". "La unidad nos dará el triunfo", reiteró más tarde, después de agradecer nuevamente a Kaiser y a Matthei. Kast ya perdió dos elecciones: en 2017 quedó fuera en la primera vuelta y en 2021 cayó en el balotaje frente a Gabriel Boric. Esta vez, sin embargo, llega con un impulso distinto: su giro estratégico â??la moderación del tono, el abandono de la "batalla cultural" y un enfoque casi exclusivo en seguridad y economíaâ?? amplió su electorado más allá de la base dura del Partido Republicano.Además de elegir presidente, Chile renovaba este domingo la Cámara de Diputados y parte del Senado, cuyos resultados avanzan con mayor lentitud. La gran cantidad de listas â??cinco pactos oficialistas y opositores, seis partidos fuera de acuerdos y decenas de independientesâ?? ha ralentizado el recuento. A las 22, con el 36% de las mesas escrutadas, los resultados preliminares muestran que Chile Vamos, la coalición tradicional de la centroderecha, obtendría 19 escaños en el Senado, por debajo de los 25 que posee hoy (13 reelecciones y seis nuevas figuras). El pacto de Republicanos, Social Cristianos y Nacional Libertarios, que agrupa a fuerzas de la derecha dura y la ultraderecha, alcanzaría siete cupos. En tanto, la alianza Unidad por Chile, el bloque de izquierda que hoy comparte bancada con los Regionalistas Verdes, pasaría de sus actuales 22 escaños a 21.PrioridadesLa seguridad y la migración irregular se consolidaron como los ejes de esta campaña presidencial. Chile llegó a las urnas en medio de un avance sostenido del crimen organizado, un aumento de los delitos violentos y niveles de percepción de inseguridad en máximos históricos: ocho de cada diez chilenos creen que la delincuencia se agravó en los últimos meses. Según Ipsos, en octubre un 63% mencionó el crimen y la violencia entre sus principales temores. En el plano económico, un 45% de los hogares declara que "no llega a fin de mes" y un 72% mantiene algún tipo de deuda. El desempleo inquieta al 45%, reflejo de expectativas laborales deterioradas. En ese escenario, el discurso de mano dura de Kast penetró con fuerza.Estas fueron, además, las primeras presidenciales con voto obligatorio pleno: entre cinco y seis millones de chilenos que solían abstenerse debieron acudir a las urnas, ya que quienes no voten enfrentan multas de entre 30 y 100 euros. Para muchos analistas, este cambio favoreció a la derecha. "Son votantes de carácter bastante apolíticoâ?¦ que no responden a lógicas de derecha o izquierda, sino a una lógica más de bienestar individual", explica Rodrigo Arellano, vicedecano de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo (UDD). Con la inseguridad disparada y el mercado laboral estancado, "ese votante vota muy del termómetro político, y el termómetro marca que hoy un gobierno no ha cumplido". Por eso â??concluyeâ?? "el voto obligatorio beneficia a la derecha en este caso, y más aún el discurso de mano dura".La victoria de Jara es, en ese sentido, ambigua: pasó al balotaje, pero con un resultado menor al esperado y enfrentará una segunda vuelta cuesta arriba. Por la mañana, tras votar en el Liceo Federico García Lorca â??el mismo donde estudióâ??, fue recibida con abrazos y cánticos. Allí insistió en su disposición a dialogar si resulta electa. "Quien quiere gobernar tiene que tener la capacidad de gobernar con todos los sectores", afirmó. Y añadió que su mensaje se dirige "a la ciudadanía más que a los partidos políticos".El entusiasmo de sus seguidores contrasta, sin embargo, con un diagnóstico casi unánime entre los expertos: Jara carga con un doble lastre. Por una parte, representa al Partido Comunista, todavía resistido por parte de la sociedad chilena; por otra, es la abanderada de un gobierno desgastado. El fracaso del proceso constituyente, el avance del crimen organizado, la lentitud de la recuperación económica, las tensiones internas y la percepción de promesas incumplidas minaron la base electoral que necesita movilizar. "La izquierda venía con las promesas más grandes, y ese fracaso generó una desilusión tremenda", explica Gabriel Negretto, profesor de la Universidad Carlos III de Madrid.Las prioridades del país, coinciden los analistas, se han movido hacia otras urgencias. "Primero seguridad y después economía. Esa es la prioridad ciudadana, y quienes más partido le sacan son los candidatos de la derecha y la derecha radical", resume Gilberto Aranda, profesor titular de la Universidad de Chile.En ese contexto, Kast volvió a golpear al oficialismo. Dijo que "la continuidad no le hace bien al país" y criticó al Partido Comunista, donde milita su rival. Aseguró que esa fuerza "tiene una ideología muy marcada y no permite que se desarrollen todas las libertades como corresponde".
SANTIAGO, Chile.- Jeannette Jara primera, José Antonio Kast segundo. La elección chilena dejó un resultado ajustado, con un final abierto. Una militante comunista y un representante de la derecha conservadora disputarán la presidencia en un balotaje en un país que hace años busca un centro que no logra consolidarse. Junto a ellos irrumpió un tercer actor inesperado: Franco Parisi (Partido de la Gente), que volvió a instalarse como fuerza relevante y alteró cualquier lectura tradicional del mapa político.El panorama exhibe una fractura evidente que la política evitó mirar de frente: los polos dominaron la primera vuelta, pero ahora deberán apuntar a lo que no tienen â??el centroâ?? si quieren gobernar. Chile aparece dividido en dos orillas nítidas, con un espacio moderado debilitado y una centroizquierda de capa caída e incapaz de articular una alternativa competitiva.Para Jara, el triunfo es relevante, le quita cierta presión, pero no definitivo. Ganar la primera vuelta no asegura nada. Su desafío recién comienza: ampliar su electorado más allá del oficialismo, atraer a votantes moderados y superar la desconfianza que genera el Partido Comunista en un sector amplio del país. La derecha ya definió ese flanco como su eje de ataque. Y lo hará sin matices.Kast llega a la final con un mensaje simple: él encarna el "orden" frente a un gobierno que no logró controlar la seguridad ni reanimar la economía. Su base es disciplinada y homogénea. Puede sumar con facilidad a la derecha liberal, a conservadores duros y a votantes que recurren al castigo. Pero enfrenta un límite evidente: el techo. La primera vuelta mostró que su apoyo es sólido, pero el desafío será ver cuánto logra seducir a los moderados.La sorpresa de la noche fue Franco Parisi. El abanderado del Partido de la Gente volvió a instalarse como tercera fuerza. Su propuesta â??una mezcla de populismo digital, antipolítica y discurso pro-emprendimientoâ?? volvió a capturar a una clase media cansada, desconfiada y cada vez más distante de los partidos. ¿Su fórmula? Su electorado no sigue órdenes, no acata endosos y decide en solitario. Parisi mantuvo el misterio: no comprometió apoyo a nadie. Ese caudal, volátil y decisivo, no será patrimonio automático de Jara ni de Kast.La centroizquierda quedó en un terreno particularmente incómodo. Sin candidato propio, sin estructura territorial sólida y sin conducción reconocible, deberá definir su postura. Pero su votante no es uniforme: abarca almas democratacristianas tradicionales, sectores "amarillos", profesionales moderados y quienes eligieron a Evelyn Matthei para evitar la polarización. Ese mundo â??determinante en todos los balotajes desde 1999â?? será disputado intensamente. Y es, al mismo tiempo, el que más recelo expresa frente a una candidata del Partido Comunista.Para Kast, la noche fue celebratoria. Su comando leyó la votación como la confirmación de su narrativa: la derecha logró instalarse como la alternativa clara frente al oficialismo. Para él, llegar segundo no es una derrota, sino una oportunidad. Su equipo ya empezó a posicionar la idea de que el balotaje será "una elección entre orden y desorden".Resultados parlamentariosLos resultados parlamentarios fueron aún más duros para el gobierno. La oposición logró un desempeño contundente en las senatoriales, ampliando su presencia en regiones clave y asegurando un contrapeso institucional de gran magnitud. Fue un segundo triunfo para la derecha: desde ahora, controla la mayoría del Senado y la Cámara de Diputados, un dato que condicionará cualquier agenda legislativa futura, gane quien gane la presidencial.En términos territoriales, Jara se impuso con claridad en Santiago, pero las regiones movieron la aguja. En zonas rurales, agrícolas y en buena parte del sur, como la conflictiva Araucanía, el voto se inclinó mayoritariamente hacia la derecha. El contraste vuelve a mostrar un patrón que se repite desde hace años: la izquierda domina la capital, pero no logra equilibrar su desempeño más allá de ella. El votante del medio â??ese que no milita ni se identifica con ningún bloqueâ?? será el territorio más codiciado. Parisi, con su discurso antipolítico y aspiracional, volvió a captar a profesionales jóvenes, emprendedores y trabajadores independientes que rechazan las etiquetas ideológicas. Y ese electorado no se transa. No aceptará instrucciones ni pactos entre cúpulas. Decidirá solo.En ese tablero desequilibrado, la segunda vuelta no se jugará solo en el voto urbano. La disputa será en comunas que han definido elecciones anteriores por diferencias inferiores al 2%. Ahí, en esos márgenes mínimos, se resolverá la presidencia.
Luego de que Jeannette Jara y José Antonio Kast quedaran a dos puntos de diferencia en las elecciones presidenciales de Chile 2025, ambos candidatos deberán ir a balotaje el próximo 14 de diciembre.Este domingo 16 de noviembre, los chilenos vivieron una jornada clave, dado que fue la primera elección obligatoria en su historia. Debido a que ninguno de los ocho candidatos a presidente obtuvo la mayoría absoluta de los votos (lo que significa conseguir más de la mitad de los sufragios válidamente emitidos) los dos que más puntos obtuvieron deberán medirse en segunda vuelta.En esta primera vuelta, Jara, la candidata oficialista y primera militante comunista en liderar una coalición de izquierda y centroizquierda en una elección presidencial, alcanzó el 26,76% de los votos. En tanto, Kast, candidato de la derecha conservadora, que se presenta a su tercera carrera presidencial, quedó segundo con el 24,02%. Ambos aspirantes a suceder a Gabriel Boric se medirán nuevamente en las urnas en un mes.Cuándo es el balotaje presidencial de Chile 2025El balotaje de Chile 2025 para elegir al próximo presidente del país vecino es el domingo 14 de diciembre.Quién es Jeannette Jara y cuáles son sus propuestasJeannette Jara, militante del Partido Comunista, emerge como la candidata única de los partidos oficialistas que respaldan al gobierno de Gabriel Boric en Chile. La política busca ser la primera presidenta comunista desde el retorno a la democracia.Abogada de origen humilde, nacida en Conchalí y proveniente de una población, su ascenso político se consolidó como ministra del Trabajo en la actual administración. Durante su mandato, fue clave en la promulgación de leyes significativas, como la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales y el avance en la reforma previsional. Estos hitos la posicionaron prominentemente en el panorama político chileno actual.En materia económica, Jara plantea preservar y profundizar los beneficios impulsados durante la administración de Boric. Su propuesta principal es establecer un ingreso vital de 750.000 pesos chilenos (unos 795 dólares) para los trabajadores, con el objetivo de garantizar una base económica mínima más robusta. La ampliación de estos programas sociales se presenta como un componente central de su plataforma.Por su parte, busca impulsar el levantamiento del secreto bancario con el objetivo de trazar una ruta del dinero ilícito. También tiene como iniciativa el control de armas para reducir el poder de fuego de bandas criminales y la implementación de un registro biométrico.Quién es José Antonio Kast y qué piensaJosé Antonio Kast se presenta a su tercera carrera presidencial (tras 2017 y 2021) como el líder del Partido Republicano, apoyado también por el Partido Social Cristiano. En 2021 ganó la primera vuelta, pero fue derrotado en el balotaje por el actual presidente Gabriel.Es abogado y fue diputado. En el escenario político, es un referente de la derecha conservadora.Kast propone convertir la migración irregular en un delito y busca impulsar expulsiones masivas.Otro de los temas centrales en la campaña de Kast fue la seguridad pública, donde propone el Plan Implacable para frenar el crimen organizado. Este plan incluye la instalación de cárceles de máxima seguridad con aislamiento total para cabecillas narcos y el endurecimiento de penas para miembros de las bandas criminales.Una de sus propuestas destacadas es la revisión de la aplicación de la legítima defensa, buscando el "fin de la criminalización de víctimas que se defienden". Pese a su enfoque de mano dura, el conservador manifestó su oposición a la pena de muerte, considerando la cadena perpetua como la pena más dura.En la economía, el candidato republicano provocó críticas al proponer un recorte fiscal de 6000 millones de dólares en 18 meses. Si bien no detalló la fórmula, planea reducir gastos eliminando funcionarios que consiguieron sus puestos por acomodo y regulando la entrega de licencias médicas.
SANTIAGO, Chile.- Esta vez las encuestas acertaron. La candidata del Partido Comunista (PC) y abanderada de la izquierda, Jeannette Jara, pasó al balotaje en primer lugar, seguida por José Antonio Kast, del Partido Republicano. Pero lo que los sondeos no anticipaban era una diferencia tan estrecha entre ambos, de menos de tres puntos. Por eso, en la sede republicana el clima era de euforia: con el apoyo clave de los otros candidatos de la derecha, el candidato conservador llega a la segunda vuelta con una ventaja decisiva y con el camino prácticamente allanado hacia La Moneda."Felicito a Jeannette Jara y José Antonio Kast por su paso a segunda vuelta", dijo el presidente Gabriel Boric cuando la tendencia ya era irreversible.El presidente chileno Boric felicita a Jara y Kast por avanzar a la segunda vuelta presidencialSin embargo, la victoria para la candidata oficialista, ha sido semiamarga: Jara obtuvo 26,7% de los votos, por debajo del apoyo con el que cuenta hoy el gobierno, mientras Kast superó las expectativas con 24,1%, en su tercera candidatura presidencial. "Muchas gracias por sus votos y darnos su confianza. [â?¦] La democracia hay que cuidarla", dijo Jara cerca de las 21, tras conocerse los resultados que la dieron primera por un margen mínimo. Aprovechó también para lanzarle un dardo a su rival: "Lamento que en los 16 años que estuvo de diputado nadie recuerde una sola ley que haya sacado por el bien del país".Jara promete control migratorio y exige que se levante el secreto bancario para combatir la delincuencia.Jara seguía hablando cuando Kast salió al escenario para dar su discurso en su búnker en el exclusivo barrio de Las Condes. "Podemos reconstruir nuestra patria", lanzó Kast, y aunque reconoció diferencias entre los candidatos de derecha, recalcó que "esas diferencias no tienen comparación alguna con lo que tenemos al frente", por lo que llamó a un frente de "unidad" para derrotar al oficialismo."Lo que necesitamos evitar es la continuidad de un muy mal gobierno, quizás el peor gobierno que recordamos de la historia democrática de Chile", Kast no estaba solo. En una postal contundente, lo acompañaba Evelyn Matthei, la candidata de la Unión Demócrata Independiente (UDI), de centroderecha, quien terminó quinta, con 12,6%, un desempeño más débil del esperado. También se sumó el libertario Johannes Kaiser, del ala más radical, que terminó cuarto, con 13,9%. "Vamos a respaldar la candidatura de Kast en segunda vuelta porque la otra alternativa es Jeannette Jara", dijo tras conocerse los resultados. Aun así, advirtió: "Vamos a velar porque no se abandone la sana doctrina de la defensa de los principios de la libertad en un eventual futuro gobierno".La sorpresa de la jornada la dio el independiente Franco Parisi, del Partido de la Gente, que con 19,5% se instaló en el tercer lugar. Parte de su electorado â??más cercano a la derecha liberalâ?? también podría inclinarse por el postulante republicano. Entre los cuatro candidatos sumaron 70%, lo que deja a la izquierda en clara desventaja.El clima festivo en el comando republicano se instaló desde las 19, apenas se conocieron los primeros resultados oficiales. Con tambores, banderas chilenas y música ensordecedora, los simpatizantes coreaban: "¡Se siente, se siente, Kast presidente!". Entre los dirigentes cercanos al dirigente, el clima pasó de la prudencia a la euforia de cara al balotaje. "El 14 de diciembre gana el cambio radical", dijo Mara Sedini, vocera de Kast, frente a un escenario donde se luego el candidato dio un segundo discurso frente a sus seguidores."La tercera es la vencida", comenzó Kast ese mensaje. "Lo que quedó claro es que la oposición derrotó a un gobierno fracasado", dijo, y enumeró algunas de sus promesas, como el cierre de las fronteras y la mano dura contra el crimen. "El cambio ya se ve venir", expresó en reiteradas ocasiones. "La elección del 14 de diciembre no es cualquier elección. Será la elección más importante de nuestra generación. Será un verdadero de plebiscito entre dos modelos de sociedad", dijo el candidato conservador. "Lo que tenemos que evitar es la continuidad de este gobierno que tiene nombre y apellido: Jeannette Jara es Gabriel Boric", lanzó, en medio de abucheos del público contra las figuras del oficialismo. "Si Jara llegara a ganar, Gabriel Boric seguirá gobernando. Si Jara gana, el Partido Comunista gana. Si Jara gana, el desorden gana", agregó, mientras sus seguidores gritaban "Fuera Boric"."Esta noche Chile sí despertó, pero despertó de verdad", dijo Kast, dando un nuevo sentido al cántico que representó el estallido social de 2019, y que derivó en la elección de Boric dos años después. "Luego de seis años de violencia, de ideología, de mediocridad, hoy millones de chilenos han decidido abrazar un proyecto que plantea la oposición a este gobierno fracasado, a este mal gobierno que le hizo daño a nuestra patria". "La unidad nos dará el triunfo", reiteró más tarde, después de agradecer nuevamente a Kaiser y a Matthei. Kast ya perdió dos elecciones: en 2017 quedó fuera en la primera vuelta y en 2021 cayó en el balotaje frente a Gabriel Boric. Esta vez, sin embargo, llega con un impulso distinto: su giro estratégico â??la moderación del tono, el abandono de la "batalla cultural" y un enfoque casi exclusivo en seguridad y economíaâ?? amplió su electorado más allá de la base dura del Partido Republicano.Además de elegir presidente, Chile renovaba este domingo la Cámara de Diputados y parte del Senado, cuyos resultados avanzan con mayor lentitud. La gran cantidad de listas â??cinco pactos oficialistas y opositores, seis partidos fuera de acuerdos y decenas de independientesâ?? ha ralentizado el recuento. A las 22, con el 36% de las mesas escrutadas, los resultados preliminares muestran que Chile Vamos, la coalición tradicional de la centroderecha, obtendría 19 escaños en el Senado, por debajo de los 25 que posee hoy (13 reelecciones y seis nuevas figuras). El pacto de Republicanos, Social Cristianos y Nacional Libertarios, que agrupa a fuerzas de la derecha dura y la ultraderecha, alcanzaría siete cupos. En tanto, la alianza Unidad por Chile, el bloque de izquierda que hoy comparte bancada con los Regionalistas Verdes, pasaría de sus actuales 22 escaños a 21.PrioridadesLa seguridad y la migración irregular se consolidaron como los ejes de esta campaña presidencial. Chile llegó a las urnas en medio de un avance sostenido del crimen organizado, un aumento de los delitos violentos y niveles de percepción de inseguridad en máximos históricos: ocho de cada diez chilenos creen que la delincuencia se agravó en los últimos meses. Según Ipsos, en octubre un 63% mencionó el crimen y la violencia entre sus principales temores. En el plano económico, un 45% de los hogares declara que "no llega a fin de mes" y un 72% mantiene algún tipo de deuda. El desempleo inquieta al 45%, reflejo de expectativas laborales deterioradas. En ese escenario, el discurso de mano dura de Kast penetró con fuerza.Estas fueron, además, las primeras presidenciales con voto obligatorio pleno: entre cinco y seis millones de chilenos que solían abstenerse debieron acudir a las urnas, ya que quienes no voten enfrentan multas de entre 30 y 100 euros. Para muchos analistas, este cambio favoreció a la derecha. "Son votantes de carácter bastante apolíticoâ?¦ que no responden a lógicas de derecha o izquierda, sino a una lógica más de bienestar individual", explica Rodrigo Arellano, vicedecano de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo (UDD). Con la inseguridad disparada y el mercado laboral estancado, "ese votante vota muy del termómetro político, y el termómetro marca que hoy un gobierno no ha cumplido". Por eso â??concluyeâ?? "el voto obligatorio beneficia a la derecha en este caso, y más aún el discurso de mano dura".La victoria de Jara es, en ese sentido, ambigua: pasó al balotaje, pero con un resultado menor al esperado y enfrentará una segunda vuelta cuesta arriba. Por la mañana, tras votar en el Liceo Federico García Lorca â??el mismo donde estudióâ??, fue recibida con abrazos y cánticos. Allí insistió en su disposición a dialogar si resulta electa. "Quien quiere gobernar tiene que tener la capacidad de gobernar con todos los sectores", afirmó. Y añadió que su mensaje se dirige "a la ciudadanía más que a los partidos políticos".El entusiasmo de sus seguidores contrasta, sin embargo, con un diagnóstico casi unánime entre los expertos: Jara carga con un doble lastre. Por una parte, representa al Partido Comunista, todavía resistido por parte de la sociedad chilena; por otra, es la abanderada de un gobierno desgastado. El fracaso del proceso constituyente, el avance del crimen organizado, la lentitud de la recuperación económica, las tensiones internas y la percepción de promesas incumplidas minaron la base electoral que necesita movilizar. "La izquierda venía con las promesas más grandes, y ese fracaso generó una desilusión tremenda", explica Gabriel Negretto, profesor de la Universidad Carlos III de Madrid.Las prioridades del país, coinciden los analistas, se han movido hacia otras urgencias. "Primero seguridad y después economía. Esa es la prioridad ciudadana, y quienes más partido le sacan son los candidatos de la derecha y la derecha radical", resume Gilberto Aranda, profesor titular de la Universidad de Chile.En ese contexto, Kast volvió a golpear al oficialismo. Dijo que "la continuidad no le hace bien al país" y criticó al Partido Comunista, donde milita su rival. Aseguró que esa fuerza "tiene una ideología muy marcada y no permite que se desarrollen todas las libertades como corresponde".
SANTIAGO, Chile.- Jeannette Jara, militante del Partido Comunista (PC) desde los tiempos en que el comunismo estaba lejos del poder, llegó a esta primera vuelta como la favorita del oficialismo y terminó confirmándolo con una distancia menor de la prevista. Su victoria era esperada, pero desde este lunes enfrenta un escenario distinto: su filiación será el eje del ataque opositor y necesitará ampliar apoyos en un país donde buena parte del electorado todavía mira con recelo al PC.Su estilo directo le permitió conectar con sectores populares, pero no alcanza para todos. No es solo el empresariado el que la observa con distancia; también un Chile socialdemócrata golpeado por el estallido y cansado de un gobierno que no cumplió las reformas prometidas. Ese bloque, decisivo en todas las elecciones recientes, aún no define si la ve como una continuidad moderada o como un riesgo.A eso se suma un equilibrio delicado: calibrar su relación con Gabriel Boric. Durante la campaña marcó distancia sin romper, pero ahora deberá decidir cuánto espacio darle al presidente saliente. Acercarse demasiado la expone al desgaste del gobierno; alejarse en exceso puede debilitar su propia base. Será uno de los cálculos centrales del balotaje.Su biografía es parte de su identidad política. Nació en Conchalí en 1974, la mayor de cinco hermanos, en una casa estrecha y con responsabilidades tempranas. Pasó parte de su infancia en la mediagua de su abuela, cambió varias veces de colegio y egresó del Liceo Isaura Dinator. Luego probó Derecho en la Universidad Católica, pero terminó en Administración Pública en la Universidad de Santiago de Chile (Usach), convirtiéndose en la primera persona de su familia en recibirse de la universidad.A los 19 años se casó contra la voluntad de su madre. Dos años después enviudó, un golpe que definió su carácter. Más tarde volvió a formar pareja y, a los 33, tuvo a su hijo, hoy estudiante de teatro. Antes de llegar al gabinete de Boric, fue funcionaria del Servicio de Impuestos Internos, dirigente sindical y figura activa en organizaciones laborales.Su trayectoria pública como ministra de Trabajo incluye reformas emblemáticas del actual gobierno: la jornada laboral de 40 horas, la ley contra el acoso laboral y negociaciones previsionales que marcaron al gobierno. Ese currículum la proyectó como una figura disciplinada y pragmática, aunque no disipó completamente los temores que su militancia genera en sectores moderados.La comparación con la expresidenta Michelle Bachelet surge cada cierto tiempo, sobre todo por su vínculo con mujeres de sectores medios y populares. Pero la equivalencia se quiebra rápidamente. Bachelet venía de la tradición socialdemócrata; Jara llega desde el Partido Comunista, un sello que sigue generando resistencia en parte del electorado que decide elecciones.FantasmasAdemás carga con un fantasma instalado por sus adversarios: América Latina. A lo largo de la campaña la asociaron con experiencias como Venezuela o Nicaragua, pese a que toda su carrera se ha desarrollado en el Estado chileno y dentro de márgenes institucionales. El ataque seguirá. Para ella, la dificultad no es responder, sino convencer a votantes que reaccionan más a percepciones que a argumentos.Dentro del oficialismo tampoco hay un camino despejado. El Frente Amplio, de Boric, espera un rol protagónico en la campaña; la ex Concertación -de centroizquierda- ofrece apoyo, pero sin cheques en blanco; y el PC buscará capitalizar el resultado sin ceder espacio. Jara deberá administrar esas presiones sin quedar atrapada por ninguna facción.Su desempeño electoral también mostró límites. Ganó con claridad en zonas urbanas y retuvo apoyos en sectores populares. Pero retrocedió en comunas rurales, en territorios marcados por la inseguridad y en zonas agrícolas donde la izquierda ha perdido influencia. Esa geografía será clave.El factor económico tampoco es menor. Sus reformas laborales entusiasmaron a trabajadores, pero generaron inquietud en gremios empresariales que temen una agenda más intervencionista y temen un aumento del Estado. Jara afirma que su proyecto es compatible con estabilidad, pero aún no convence a todos los actores que deberá sentar a la mesa si quiere gobernar.El clima social también será determinante. Aunque la participación aumentó por el voto obligatorio, sigue habiendo un electorado desmovilizado, volátil y dispuesto a castigar más que a respaldar. Ahí se jugará una parte importante del balotaje.Con todo, Jara llega a la final con un triunfo claro, pero con un techo todavía incierto. Lo que consiguió en la primera vuelta la instaló en la disputa. Lo que haga en las próximas cuatro semanas definirá si puede ampliarse y si la desconfianza hacia su partido termina siendo más fuerte que su ventaja inicial.
SANTIAGO.- Dice que, si pudiera elegir un compañero de karaoke entre los políticos, "traería de la muerte" al expresidente estadounidense Ronald Reagan. Tiene sentido: quizá no compartan el gusto musical â??José Antonio Kast ha contado que le gusta Ricardo Arjonaâ??, pero sí una larga lista de afinidades políticas e ideológicas. Ambos encarnan un conservadurismo optimista, la idea de un país que debe "recuperar su grandeza" y una fe casi doctrinaria en el libre mercado.También comparten valores tradicionales â??familia, patria, religiónâ?? y un relato moral que delimita con claridad al adversario: para Reagan fue el comunismo soviético; para Kast, la izquierda radical que, sostiene, desvió a Chile de su rumbo.La promesa de restaurar el orden es otro puente evidente. Aunque la "guerra contra las drogas" había sido declarada en los años 70, fue Reagan quien la endureció al multiplicar el presupuesto, elevar penas y expandir el encarcelamiento masivo. Kast recoge ese registro, pero lo adapta a los desafíos actuales de Chile: propone endurecer sanciones penales, militarizar las fronteras y enfrentar al crimen organizado y la migración irregular como amenazas centrales para la seguridad nacional.Ese discurso lo impulsó nuevamente al balotaje este domingo, tras obtener alrededor de 24% de los votos, y quedar apenas dos puntos debajo de la candidata oficialista, Jeannette Jara, con el 62% de los votos escrutados. Como ninguno alcanzó la mayoría absoluta, ambos se enfrentarán en una segunda vuelta el 14 de diciembre.Viento a favorTodo indica que el escenario del balotaje favorece a Kast. Si los votos de los otros candidatos de derecha â??Johannes Kaiser, del Partido Nacional Libertario, con 13,9%, y Evelyn Matthei, de la Unión Demócrata Independiente (UDI), de centroderecha, con 13%â?? terminan confluyendo en su candidatura, Kast llegaría con una ventaja considerable para convertirse en el próximo presidente de Chile.No es la primera vez que compite en segunda vuelta. En 2021 perdió con claridad frente a Gabriel Boric, en un país marcado por las heridas del estallido social y por un electorado que entonces priorizaba las demandas de cambio. Hoy el clima es distinto: la seguridad desplazó a la agenda social, el avance del crimen organizado redefinió prioridades y el desgaste del proceso constituyente debilitó la épica transformadora de 2019. En este nuevo escenario, su mensaje de firmeza encuentra un terreno mucho más fértil.Su ascenso, sin embargo, no comenzó ahora. En 2017 se postuló por primera vez a la presidencia y no pasó al balotaje, pero aquella campaña â??frontal, anti-establishment y marcada por la "batalla cultural"â?? sirvió para instalar su nombre a nivel nacional. Desde entonces construyó un espacio propio dentro de la derecha y fue comparado con Donald Trump, Jair Bolsonaro o Javier Milei por su estilo directo y su retórica polarizante.A lo largo de ese crecimiento político, Kast también cargó con una de las polémicas más persistentes de su trayectoria: su postura frente a la dictadura militar. Aunque evita hablar de "reivindicación", ha defendido aspectos del régimen de Augusto Pinochet, especialmente en materia económica y de orden público, y ha cuestionado lo que considera "una mirada sesgada" sobre las violaciones a los derechos humanos. En 2021, por ejemplo, declaró que "si Pinochet estuviera vivo, votaría por mí", una frase que generó un fuerte rechazo entre organismos de derechos humanos y sectores de centroizquierda. También ha sostenido que en Chile "no hubo una dictadura típica latinoamericana" y que la izquierda "ha exagerado cifras".Estas afirmaciones, que sus detractores interpretan como una validación del pasado autoritario, lo han acompañado en cada campaña y siguen siendo una de las aristas más controvertidas de su figura pública.Con el tiempo, Kast suavizó la versión más dura de sí mismo. Si en sus primeras campañas se presentaba como un cruzado de las guerras culturales, en esta elección decidió reposicionarse: dejó atrás los temas más ideológicos y el tono confrontativo, y se concentró en ofrecer respuestas a preocupaciones duras â??economía, seguridad, orden público, migraciónâ?? que hoy dominan la agenda chilena. Ese giro le permitió ampliar su base más allá del votante conservador y acercarse a sectores de centro y clase media que buscan certidumbre.Su carreraKast comenzó su carrera política a inicios de los años 90, recién egresado de Derecho en la Universidad Católica, en pleno período de transición democrática. Ingresó a la UDI, fundada por Jaime Guzmán â??a quien Kast suele citar como una de sus mayores influenciasâ??, y rápidamente escaló posiciones: fue dirigente juvenil, concejal en Buin y luego diputado durante cuatro períodos consecutivos.Allí se consolidó como un político disciplinado, conservador y cercano a las bases territoriales.La ruptura con la UDI en 2016 marcó un punto de inflexión: decidió construir un proyecto propio, convencido de que la derecha tradicional "había perdido sus convicciones".El candidato proviene de una familia con presencia sostenida en la vida pública. La figura más influyente fue Miguel Kast, su hermano mayor, uno de los economistas clave de los años 80 y miembro de los "Chicago Boys". Fue ministro de Planificación, presidente del Banco Central y un actor central en las reformas de mercado de la dictadura. Otros miembros también han tenido roles públicos: Christian Kast fue concejal en Buin, Pablo Kast participó en iniciativas comunitarias, y Felipe Kast, su sobrino, es hoy uno de los referentes de la centroderecha liberal.La historia familiar también ha estado marcada por controversias. Su padre, Michael Kast Schindele, llegó a Chile en los años 50 tras haber servido en la Wehrmacht, las fuerzas de la Alemania nazi.Documentos del archivo federal alemán revelaron su afiliación al Partido Nacionalsocialista en 1942, un antecedente que reaparece en cada ciclo electoral. Kast ha sostenido que su padre "fue un soldado que siguió órdenes" y "no un nazi activo", intentando separar el contexto histórico de la biografía personal.Más allá de esa sombra histórica, los Kast se integraron rápidamente en Chile. La familia se estableció en Buin, donde Michael Kast abrió una fábrica de embutidos, y se vinculó estrechamente con la comunidad, la parroquia local y el movimiento de Schoenstatt. En ese entorno católico, austero y disciplinado creció José Antonio Kast, el menor de diez hermanos.Ese arraigo familiar sigue siendo parte central de su identidad pública. Está casado con Pía Adriasola y es padre de nueve hijos. Uno de ellos, José Antonio "Toño" Kast Rist, se postula este año como diputado, lo que consolida la continuidad del clan en la política chilena.Ya en un plano más personal y político, Kast buscó explicar cómo imagina un eventual gobierno suyo. En una entrevista reciente con LA NACION, lo resumió con una frase que refleja su intento de proyectar pragmatismo y urgencia: "Este futuro gobierno es un gobierno de emergencia. Y que todas aquellas materias que nos dividan las vamos a dejar de lado para enfrentar aquellos problemas sociales urgentes. Estamos mirando hacia el futuro".
Sin desconocer que un triunfo en primera vuelta de sus candidatos favoritos era poco menos que una misión imposible, el gobierno de Javier Milei apostaba este domingo al ingreso en la segunda vuelta electoral de Antonio Kast o de Johannes Kaiser, ambos de buena sintonía con el líder libertario, en las elecciones presidenciales de Chile.Con los resultados provisionales a la vista -un triunfo ajustado de la candidata del presidente socialdemócrata Gabriel Boric, Jeannette Jara, sobre Kast, con ambos ingresando en el ballotage- todo fue optimismo en el gobierno argentino. En medio de la resignación del kirchnerismo, que esperaba una mejor performance de la postulante oficialista, en la Casa Rosada había consenso: el próximo presidente de Chile será Kast, un viejo conocido del Presidente, sumando de ese modo otro país de signo político afín al Gobierno en el continente. "Hay un cambio de signo que puede adjudicarse a una gestión anodina de Boric, que no le ha sumado ningún apoyo extra", analizaba una alta fuente diplomática nacional. El explícito apoyo que Kast recibió, en la misma noche del domingo, de Kaiser y Evelyn Matthei, candidata de la derecha moderada, representaban para el Gobierno la certeza de que Kast será el nuevo presidente chileno, previo triunfo en la segunda vuelta, prevista para el próximo 14 de diciembre.En el Gobierno y la Cancillería esperaban los resultados finales antes de emitir un comunicado oficial. A pesar de tratarse de una primera vuelta, Milei felicitó días atrás a Rodrigo Paz Pereira y Jorge "Tuto" Quiroga, en la noche en la que ambos pasaron al ballotage que terminaría definiendo al primero de ellos como presidente de Bolivia. "Estamos abiertos a conversar con el que gane. Pero Jara no va a ganar", explicó, con ironía, otra alta fuente diplomática nacional, intentando no mostrar un apoyo por adelantado pero sin esconder que el Gobierno ya apuesta todas sus fichas a una futura gestión de Kast para comenzar un nuevo vínculo con Chile, y tener un nuevo interlocutor afín, como Santiago Peña en Paraguay, Paz Pereira en Bolivia o Daniel Noboa en Ecuador. En su tercer intento por la presidencia-fue derrotado en las dos anteriores, la primera por Sebastián Piñera, en la última por Boric-en el Gobierno recordaron que Kast prometía, en caso de ganar, hacer énfasis en la seguridad, dar batalla (al igual que los libertarios) contra la cultura woke, y efectuar recortes del gasto público, al "estilo Milei", aunque marca diferencias con el Presidente con un estilo más "institucional", de "consenso" y una buena relación con los medios de comunicación, como lo expresara en una entrevista reciente con LA NACION.En relación a Kaiser -asiduo asistente a las cumbres de la Cpac y fundador del Partido Libertario chileno- el Gobierno apostaba a él como primera opción, dada la cercanía ideológica con Milei. Pero también reconocía que, en caso de llegar a un ballotage con Jara, el porcentaje de ventaja sería menor que si el candidato fuera Kast o incluso Matthei. Luego del cambio de régimen en Bolivia, el Gobierno apuesta ahora a un relanzamiento del vínculo bilateral con Chile, pensando en lo político pero también en el intercambio económico, que podría aumentar-especulan-de llegar al poder un presidente más cercano a las ideas liberales.Los datos de intercambio comercial son concluyentes y favorecen a la Argentina. En 2024, las exportaciones argentinas a Chile sumaron U$S 6321 millones, mientras las importaciones sólo alcanzaron U$S 776 millones. "Con Chile tenemos más superávit comercial que con cualquier otro país del mundo. Desde el punto de vista del ingreso de dólares netos, la relación es muy importante para el país", afirmó a este diario el experto en comercio exterior, Marcelo Elizondo.Así las cosas, el presidente Boric terminará su mandato en marzo próximo sin feeling ni encuentros bilaterales con su par y vecino argentino, quien no logró que el chileno se pusiera de pie para saludarlo en la reciente cita de La Paz y sumó así un nuevo desencuentro entre ambos líderes.Desde la vereda de enfrente, en la oposición al Gobierno abundaron el silencio y la resignación por el resultado. "Es probable que una coalición de partidos de derecha una sus votos y lleve a Kast a la presidencia en la segunda vuelta de diciembre. Las segundas vueltas fueron siempre un obstáculo complejo para los las alternativas popular democráticas", afirmó, antes de la finalización del conteo y en sus redes sociales el consultor Artemio López, enrolado en el peronismo kirchnerista.
Jeannette Jara ganó la primera vuelta en las elecciones presidenciales de Chile 2025, al alcanzar más del 26% de los votos. A pesar de su victoria, los resultados no fueron suficientes y deberá ir a balotaje contra José Antonio Kast, quien quedó segundo con el 24%.Este domingo 16 de noviembre, los chilenos vivieron una jornada clave, dado que fue la primera elección obligatoria en su historia.En esta elección también se renovó una parte de las cámaras legislativas del país. En este sentido, además del máximo cargo del Poder Ejecutivo, se renueva la totalidad de las 155 bancas de la cámara de diputados y 23 de los 50 escaños del Senado.Para ganar en primera vuelta, el candidato debe obtener la mayoría absoluta de los votos, lo que significa conseguir más de la mitad de los sufragios válidamente emitidos, algo que ninguno de los aspirantes para suceder a Gabriel Boric logró. De este forma, Jara â??candidata oficialista y primera militante comunista en liderar una coalición de izquierda y centroizquierda en una elección presidencialâ?? deberá medirse contra Kast â??candidato de la derecha conservadora, que se presenta a su tercera carrera presidencialâ?? el próximo domingo 14 de diciembre, jornada en el que está pautado el balotaje.Los resultados de las elecciones en Chile 2025Escrutadas el 77,79% de las mesas, el porcentaje de los votos en las elecciones en Chile para elegir al próximo presidente se distribuye así:Jeannette Jara (Partido Comunista/ Unidad por Chile): 26,69% de los votosJosé Antonio Kast (Partido Republicano): 24,15%Franco Parisi Fernández (Partido de la Gente): 19,32% Evelyn Matthei (Partido Unión Demócrata Independiente /Chile Vamos): 12,79%Johannes Kaiser Barents-Von Hohenhagen (Partido Nacional Libertario): 13,94% Harold Mayne-Nicholls Secul (Independiente): 1,27% Marco Antonio Enriquez-Ominami Gumucio (Independiente): 1,18%Eduardo Antonio Artes Brichetti (Independiente): 0,66%Quién es Jeannette Jara y cuáles son sus propuestasJeannette Jara, militante del Partido Comunista, emerge como la candidata única de los partidos oficialistas que respaldan al gobierno de Gabriel Boric en Chile. La política busca ser la primera presidenta comunista desde el retorno a la democracia.Abogada de origen humilde, nacida en Conchalí y proveniente de una población, su ascenso político se consolidó como ministra del Trabajo en la actual administración. Durante su mandato, fue clave en la promulgación de leyes significativas, como la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales y el avance en la reforma previsional. Estos hitos la posicionaron prominentemente en el panorama político chileno actual.En materia económica, Jara plantea preservar y profundizar los beneficios impulsados durante la administración de Boric. Su propuesta principal es establecer un ingreso vital de 750.000 pesos chilenos (unos 795 dólares) para los trabajadores, con el objetivo de garantizar una base económica mínima más robusta. La ampliación de estos programas sociales se presenta como un componente central de su plataforma.Por su parte, busca impulsar el levantamiento del secreto bancario con el objetivo de trazar una ruta del dinero ilícito. También tiene como iniciativa el control de armas para reducir el poder de fuego de bandas criminales y la implementación de un registro biométrico.Quién es José Antonio Kast y qué piensaJosé Antonio Kast se presenta a su tercera carrera presidencial (tras 2017 y 2021) como el líder del Partido Republicano, apoyado también por el Partido Social Cristiano. En 2021 ganó la primera vuelta, pero fue derrotado en el balotaje por el actual presidente Gabriel.Es abogado y fue diputado. En el escenario político, es un referente de la derecha conservadora.Kast propone convertir la migración irregular en un delito y busca impulsar expulsiones masivas.Otro de los temas centrales en la campaña de Kast fue la seguridad pública, donde propone el Plan Implacable para frenar el crimen organizado. Este plan incluye la instalación de cárceles de máxima seguridad con aislamiento total para cabecillas narcos y el endurecimiento de penas para miembros de las bandas criminales.Una de sus propuestas destacadas es la revisión de la aplicación de la legítima defensa, buscando el "fin de la criminalización de víctimas que se defienden". Pese a su enfoque de mano dura, el conservador manifestó su oposición a la pena de muerte, considerando la cadena perpetua como la pena más dura.En la economía, el candidato republicano provocó críticas al proponer un recorte fiscal de 6000 millones de dólares en 18 meses. Si bien no detalló la fórmula, planea reducir gastos eliminando funcionarios que consiguieron sus puestos por acomodo y regulando la entrega de licencias médicas.
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La candidata del oficialismo y el líder del Partido Republicano, de la centro derecha, fueron los más votados en la primera vuelta electoral de este domingo. Escrutados el 50% de los votos, la candidata del oficialismo obtiene el 26,45% y el principal opositor de la derecha, el 24,46. Leer más
La candidata del oficialismo se impuso en las primarias de la centroizquierda y desplazó al sector más moderado.Ahora enfrenta un desafío mucho más complejo para poder llegar a la presidencia.
El líder del Partido Republicano perdió contra Gabriel Boric en el balotaje de 2021. En 2017 había logrado un magro 8%.Ahora ganó impulso con un discurso de mano dura contra la delincuencia y la inmigración ilegal.
Balotaje en diciembre
Por primera vez en la historia del país sudamericano, la votación es obligatoria. Esto quiere decir que, excepto aquellos que cumplan ciertos requisitos, todos los ciudadanos del país deben acercarse a las urnas para elegir al próximo presidente.
Mientras el país avanza hacia el cierre de las urnas, previsto para las 18, los primeros conteos del voto chileno en el extranjero comienzan a dibujar un panorama preliminar: Jeannette Jara, del oficialismo, obtuvo ventajas en España, Australia y Nueva Zelanda, mientras que José Antonio Kast, de la derecha conservadora, y Johannes Kaiser, de la derecha radical, se impusieron en distintos puntos de Asia.Desde La Moneda, la vocera Camila Vallejo destacó el desarrollo normal y la alta participación registrada a lo largo del día. Además, adelantó que el presidente Gabriel Boric entregará un mensaje durante la tarde para referirse al avance de las elecciones. "Es un día para celebrar la democracia y las instituciones que la sostienen", señaló.Johannes Kaiser votó en el barrio de Providencia, donde fue recibido por simpatizantes al grito de "Viva Chile". En un breve intercambio con la prensa, aseguró que, de no pasar al balotaje, respaldará a cualquier candidatura que no sea la de Jeannette Jara, subrayando su compromiso con la unidad del bloque de derecha.José Antonio Kast votó en Paine y se mostró optimista sobre su desempeño en esta primera vuelta. Afirmó que su campaña presentó "una buena propuesta" valorada por la ciudadanía y, consultado sobre un eventual escenario sin su presencia en el balotaje, adelantó que apoyaría a cualquier candidatura opositora al gobierno.Janette Jara, candidata de la izquierda y favorita para liderar la primera vuelta de las presidenciales chilenas, llamó este domingo a la ciudadanía a emitir "un voto informado" para evitar lo que definió como "el regreso a tiempos oscuros de la dictadura".Primera militante comunista en liderar una coalición de izquierda y centroizquierda en una elección presidencial, Jara llegó pasadas las 13 al Liceo Federico García Lorca, en Conchalí, donde concurrió a votar acompañada de su pareja.Chile vive este domingo una crucial jornada electoral para definir la presidencia, diputados y senadores en siete regiones. Según datos del Servicio Electoral (Servel), están habilitados 15.779.102 electores, de los cuales 15.618.167 votan en Chile y 160.935 en el extranjero.La mañana dejó postales conocidas: calor intenso, embotellamientos en los ingresos y varias filas que rodeaban cuadras enteras. Todos los candidatos ya emitieron su voto, lo que abrió paso a estas horas decisivas, cuando el país se acerca al cierre de mesas con una afluencia que supera las expectativas incluso del Servel.En la región de Antofagasta se registraron extensas filas de personas que buscan justificarse por no participar en estos primeros comicios con sufragio obligatorio. La mayoría corresponde a votantes que se encuentran a más de 200 kilómetros de su local asignado, una de las excepciones previstas por la ley, aunque deben presentarse en una comisaría para evitar multas que pueden alcanzar los 100 dólares. También están exceptuados quienes se encuentren enfermos, tengan una discapacidad o cuenten con una pensión por invalidez; en caso de enfermedad, se exige certificado médico.Chile abrió este domingo una jornada electoral decisiva para elegir al próximo presidente, con dos favoritos claros: la izquierdista Jeannette Jara y el ultraderechista José Antonio Kast. Más de 15,7 millones de electores â??dentro y fuera del paísâ?? están convocados a votar por candidaturas a la Presidencia, el Senado y la Cámara de Diputados, en los primeros comicios con voto obligatorio para los mayores de 18 años en su historia. Las mesas abrieron a las 8 y cerrarán a las 18 (hora local, la misma que en Argentina), con resultados oficiales previstos para alrededor de las 20.La votación ocurre en un clima dominado por el temor a la delincuencia, un tema que buena parte del electorado vincula con la migración irregular. Aunque Chile sigue siendo uno de los países más seguros de la región, la percepción de inseguridad se transformó en el eje de una campaña polarizada. El avance del crimen impulsó especialmente a Kast y a la extrema derecha, que proponen deportaciones masivas y un enfoque de "mano dura". Jara, en contraste, plantea reforzar la prevención, modernizar a las fuerzas de seguridad y abordar las raíces sociales del fenómeno.
SANTIAGO, Chile.- El nombre de Javier Milei resuena con fuerza en estas elecciones presidenciales de Chile. En las calles, cuando se lo menciona, algunos reaccionan con simpatía; otros directamente se agarran la cabeza. El presidente argentino se convirtió en un referente inevitable del debate político local, celebrado por sectores de la derecha y observado con recelo por la izquierda.Ese magnetismo político se refleja con especial claridad en el sector más duro de la derecha chilena. Tanto José Antonio Kast, del Partido Republicano (PR), como Johannes Kaiser, del Partido Nacional Libertario (PNL), han expresado abiertamente su admiración por el presidente argentino."Milei es una inspiración y un modelo a seguir para sacar a Chile del estancamiento", afirmó Kast, favorito de la derecha para pasar al balotaje â??y respaldado por un 20% de los votantes según la última encuesta Cadem del 26 de octubre.La influencia del mandatario incluso traspasa a la centroderecha tradicional. Evelyn Matthei, candidata de la Unión Demócrata Independiente (UDI), expresó: "Lo que han hecho en Argentina, la verdad, es que nos tiene inspirados a todos".En comicios anteriores â??2021 y 2017, esta es la tercera vez que se presentaâ?? Kast era comparado con figuras como Milei, Donald Trump, Jair Bolsonaro o Marine Le Pen, debido a su retórica incendiaria, su énfasis en la confrontación ideológica y su crítica frontal a la "casta política". Pero, a diferencia de aquellos años en los que irrumpió como un actor más disruptivo, hoy llega a la contienda más constituido, con mayor trayectoria pública y un perfil político más definido. Analistas coinciden en que el líder republicano adoptó un tono más moderado y relegó la llamada "batalla cultural" a un segundo plano.Ese desplazamiento abrió espacio para que Johannes Kaiser se convirtiera en el postulante que hoy encarna, con más fuerza, el estilo político asociado a Milei. Cristóbal Bellolio, académico de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), lo resume así: "(Kast) le regaló de alguna manera esas sagas que van a lo más excéntricoâ?¦ el antivacunas, el que no cree en el cambio climático, el que se quiere salir de la ONU o de la Agenda 2030. El que habla del marxismo cultural, todo ese mundo que en la Argentina conocen también, se lo regaló a Kaiser. Y en un comienzo se pensó que ese era un mundo marginal, pero resulta que Kaiser comenzó a subir, comenzó a transformarse en una verdadera amenaza para Kast y para Matthei".Esa popularidad creciente alimentó aún más las comparaciones entre Kaiser y Milei. El candidato libertario combina un discurso confrontativo, un abierto desafío al "establishment" y posiciones ultraliberales en lo económico con un estilo incisivo en redes sociales, rasgos que lo llevaron a cosechar un electorado propio dentro de la derecha. Y esa proyección se hizo visible también en la jornada electoral.El elogio de KaiserEste domingo, mientras millones de chilenos acudían a las urnas para definir quiénes avanzarán a la primera vuelta â??no se espera que nadie obtenga mayoría absolutaâ??, Johannes Kaiser llegó a votar pasadas las nueve de la mañana al Liceo 7 de Providencia, rodeado de cámaras y escoltas. El trámite fue rápido: a esa hora la escuela estaba casi vacía, aunque con el correr del día los centros de votación de todo el país terminaron saturados por el aumento del padrón tras la introducción del voto obligatorio.Consultado por LA NACION sobre si mantiene contacto con Milei, el candidato negó cualquier vínculo directo y explicó que "la conducción de las relaciones internacionales de nuestro país está en manos del presidente de la República. Yo, como diputado de la República, no puedo pasar por encima del presidente". De todos modos, fue elogioso respecto del mandatario argentino y añadió: "Estamos aplaudiendo muchas de las medidas que ha tomado allá, entre otras cosas porque el crecimiento económico argentino significa también para Chile una oportunidad económica".El mensaje de JaraA varios kilómetros de allí, en Conchalí, la candidata del Partido Comunista (PC) y abanderada de la izquierda, Jeannette Jara â??favorita para pasar primera al balotaje con un 28% de intención de voto según los últimos sondeosâ?? votó cerca de las 13 horas, acompañada de su familia, en el Liceo Poeta Federico García Lorca, el mismo al que asistió de niña. La escena contrastó por completo con la de Kaiser: un mar de simpatizantes la rodeó durante todo el trayecto, entre abrazos, besos y una interminable fila de selfies.Consultada por LA NACION y Cadena 3 sobre su visión del vínculo con Milei, Jara señaló que "es importante mantener relaciones diplomáticas con el pueblo argentino; somos vecinos, y si bien pienso muy distinto, muy distinto políticamente de Milei, voy a hacer todos los esfuerzos para que la relación diplomática se lleve por la vía que corresponde".La mención al presidente argentino provocó abucheos inmediatos entre los asistentes, pero Jara continuó: "No podemos dejar tirados a nuestros compatriotas exiliados en Argentina ni a los argentinos que están acá, pero evidentemente: ni cercanos, ni amigos, ni nada. Una relación diplomática, que es lo que corresponde". Y cerró con un mensaje contundente: "Sobre lo que planteaba en relación a la realidad argentina, yo le quiero decir que en nuestro país, por suerte â??y aun cuando la derecha y la ultraderecha chilenas han tratado de instalar que Chile se está cayendo a pedazosâ??, la verdad es que la inflación está controlada, los fondos han ido subiendo, el crecimiento está avanzando. Nos falta, es verdad, sobre todo combatir la desigualdad, pero no somos un país que está en el piso, como algunos quieren instalar".Las referencias se inscriben en un momento particularmente frío entre Santiago y Buenos Aires. Basta recordar el desaire del presidente Gabriel Boric, que saludó sentado a Milei durante la reciente asunción del boliviano Rodrigo Paz, un gesto que generó controversia en ambos países y que incluso generó críticas dentro de la propia izquierda chilena. Incluso Jara cuestionó públicamente la actitud de su presidente.
Más de 15 millones de chilenos votan este domingo para elegir presidente. Dos candidatos aparecen como favoritos, pero no alcanzarían el 50% de los votos y habría segunda vuelta. Todas las novedades, minuto a minuto, en Clarín.
Los referentes del sector conservador llegan a una elección presidencial y parlamentaria atravesada por una fuerte polarización, con el oficialismo disputando el voto frente a ocho aspirantes al Ejecutivo. A las 8 de la mañana abrieron las mesas, que seguirán habilitadas hasta las 6 de la tarde. Leer más
SANTIAGO, Chile.- Las primeras horas del domingo transcurrieron con una inusual calma en Santiago: calles casi vacías, estaciones de metro con movimiento tenue y apenas algunos grupos dispersos rumbo a sus centros de votación. Con el paso de los minutos, el ambiente empezó a animarse: poco a poco se veía a más personas acercándose a sufragar en una jornada que ordenará el escenario presidencial de cara a una segunda vuelta â??ya que no se espera que ningún candidato obtenga la mayoría absolutaâ??. Además, el país renovará por completo la Cámara de Diputados y elegirá a parte del Senado.El país enfrenta este domingo su primera elección con sufragio obligatorio pleno en más de una década, tras la reforma de 2022 que estableció multas de entre 34.000 y 103.000 pesos chilenos para quienes no concurran a votar sin justificación. La participación masiva es, por tanto, un elemento central de una jornada marcada por una fuerte polarización entre los proyectos de izquierda y derecha.La mañana comenzó con cierta lentitud operativa: a las 8, el Servicio Electoral (Servel) informaba que apenas el 27,54% de las mesas estaba constituido. Pero el proceso se aceleró rápidamente y, para las 9.30, ya se había instalado el 96,14% de ellas, lo que permitió que la jornada comenzara a fluir sin mayores contratiempos.La competencia presidencial tiene ocho aspirantes: Jeannette Jara (Partido Comunista), José Antonio Kast (Partido Republicano), Evelyn Matthei (UDI), Johannes Kaiser (Partido Nacional Libertario), Franco Parisi (Partido de la Gente), Marco Enríquez-Ominami (independiente), Harold Mayne-Nicholls (independiente) y Eduardo Artés (PC Acción Proletaria). Las encuestas oficiales más recientes â??como la de Cadem de octubre, previa a la vedaâ?? ubicaban a Jara con alrededor del 27%, seguida de Kast (20%) y Kaiser (14%), con Matthei en 13% y Parisi cerca del 11%.Pero en los últimos días circularon encuestas extraoficiales que sugieren un panorama aún más competitivo: Jara alcanzaría el 29%, Kast el 22% y Kaiser el 18%. Más atrás se ubican Matthei (14%), Parisi (13%), Mayne-Nicholls (2%), Artés (1%) y Enríquez-Ominami (1%). Considerando el margen de error, el límite inferior de Kast (20%) coincide con el límite superior de Kaiser (20%), lo que refuerza la idea de una disputa muy ajustada por el segundo lugar. Pese a ello, un 35% de los consultados cree que Kast será el próximo presidente â??un punto menos que en la medición anteriorâ?? y solo un 28% proyecta que lo será Jara.En plena Alameda, Verónica, una enfermera de 64 años, camina con decisión rumbo a su mesa. No tiene dudas: votará por Kast. "Este gobierno del loco maniático de Boric se robó todo y Jara es peor", dice convencida a LA NACION. La obligatoriedad del sufragio no la inquieta: siempre ha votado, asegura, porque lo considera un deber y un derecho.A pocos kilómetros de allí, en la estación Baquedano, Teresa (45), cuidadora, toma el metro hacia su local. Ella está convencida de que la próxima presidenta será Jara. "Ella es una mujer bajada a tierra que quiere lo mejor para los trabajadores, los otros son ricos y no quieren que los demás lo seamos", lanza antes de seguir su camino.La elección funciona también como una gran primaria de la derecha. Ese sector no hizo un proceso interno para definir a un único abanderado, mientras que la izquierda sí realizó primarias: Jara derrotó allí a Carolina Tohá, exalcaldesa de Santiago y exministra del Interior del gobierno de Gabriel Boric. Esa definición ordenó al oficialismo detrás de la candidata comunista, mientras la derecha llega fragmentada y compitiendo entre sí.La presencia de varios postulantes en la derecha introduce un matiz particular en la contienda. Aunque compiten entre sí y dividen parte del electorado, la suma de las preferencias de Kast, Matthei, Kaiser y también Parisi â??quien corre fuera de los partidos tradicionales pero atrae mayoritariamente voto del mismo sectorâ?? continúa situando al bloque por encima de la izquierda. Ese cuadro ayuda a explicar por qué distintos analistas creen que el candidato de derecha que pase a la segunda vuelta llegará con ventaja relativa, un escenario en el que Kast aparece hoy como el nombre con mayor impulso.De hecho, las simulaciones de segunda vuelta que circulan en estos días también dibujan un panorama complejo para la candidata oficialista. Según estas estimaciones extraoficiales, Jara caería por 11 puntos frente a Kast (35% vs. 46%) y por 12 ante Matthei (34% vs. 46%). Frente a Kaiser la brecha se acorta, aunque igualmente desfavorable (36% vs. 42%), mientras que contra Parisi el escenario aparece casi empatado, con apenas un punto de diferencia (34% vs. 35%).En Providencia, Santiago, un comerciante de 55 años llega a votar con su perro al Liceo 7. "No puede ganar el comunismo", dice tajante a LA NACION. Minutos después llega a ese mismo local el candidato Johannes Kaiser. Rodeado de periodistas, cámaras y escoltado por carabineros, avanza hacia su mesa. Muchos lo comparan con Javier Milei por su estilo confrontativo, su discurso disruptivo y su énfasis en la batalla cultural. Al igual que el presidente argentino, Kaiser combina un fuerte cuestionamiento al "establishment" o "casta" con posiciones ultraliberales en lo económico y un tono incendiario en redes sociales, donde construyó parte de su popularidad.Consultado por LA NACION, aclara: "No he estado en contacto con el presidente de la República Argentina. La conducción de las relaciones internacionales de nuestro país está en manos del presidente de la República. Yo como diputado de la República no puedo pasar por encima del presidente". Aun así, ofrece elogios a Milei: "Estamos aplaudiendo muchas de las medidas que ha tomado allá, entre otras cosas, porque el crecimiento económico argentino significa también para Chile una oportunidad económica".Seguridad y economíaLos chilenos llegan a las urnas en un clima dominado por la preocupación por la seguridad y la economía. Según datos de Ipsos de octubre, el 63% menciona el crimen y la violencia entre sus principales temores. En el plano económico, un 45% de los hogares declara que "no llega a fin de mes" y un 72% mantiene algún tipo de deuda. La inquietud por el desempleo alcanza el 45%, reflejando el deterioro de las expectativas laborales.Desde Punta Arenas, el presidente Gabriel Boric acudió a votar acompañado por su hija Violeta. Allí llamó a la ciudadanía a ejercer su derecho: "No solo porque es obligatorio, sino porque es un deber cívico con nuestra democracia, con nuestro país". Y añadió: "No importa dónde haya nacido, no importa cuánto dinero tenga en la billetera, no importa sus ideas políticas, todos valemos lo mismo". View this post on Instagram Pero el desencanto con su gobierno también pesa. Ana, una diseñadora de 27 años que antes votó por Boric, ahora optará por Matthei, "que de la derecha es la más moderada". "Después del estallido pensábamos que las cosas iban a cambiar, iban a ser más justas, pero la verdad es que no se hizo nada", lamenta.Para Cristóbal Bellolio, académico de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), la herencia del estallido social de 2019 es un lastre decisivo. "El que defienda al estallido social no tiene ninguna posibilidad de ganar. Porque hubo cansancio con el proceso y esos temas evidentemente tampoco están resueltos". Y agrega: "Hubo una lectura errónea de la izquierda de que el estallido fue un momento anticapitalista o contra el modelo neoliberal. Pero el tiempo demostró que también había demandas que no eran ideológicas, sino una rebelión plebeya contra las élites políticas y económicas, sin importar su signo".Rodrigo Arellano, vicedecano de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo (UDD), apunta a otro factor: la incorporación de 5,5 millones de nuevos votantes con la obligatoriedad. "Son votantes de carácter bastante apolíticoâ?¦ que no responden a lógicas de derecha o izquierda, sino a una lógica más de bienestar individual", explica. Y advierte: "Con las cifras de desempleo y la inseguridad, ese votante vota muy del termómetro político, y el termómetro marca que hoy un gobierno no ha cumplido". Por eso, concluye, "el voto obligatorio beneficia a la derecha en este caso, y más aún el discurso de mano dura".Mientras avanza la jornada, Chile vota dividido, inquieto y expectante. Ningún candidato tiene asegurada la presidencia, pero la magnitud del cambio dependerá de quién logre conectar mejor con un electorado frustrado y sobre todo preocupado por la seguridad.
El mandatario recordó cuando acompañaba de niño a su padre a votar y dejo un mensaje de unión al país. Su partido lleva a Jeanette Jara de candidata, y hay expectativa sobre si los derechistas José Kast, Johannes Kaiser y Evelyn Matthei llegarán a un ballotage. Leer más
El nuevo sistema de voto obligatorio movilizará a 5 millones de jóvenes de clase media, media-baja y baja que votarán por primera vez en estos comicios. Son de las generaciones milenial y Z (18 a 41 años), caracterizados por ser "antisistema", con una alta volatilidad e ideológicamente desestructurados. Es la clave para desequilibrar cualquier predicción. Las últimas encuestas siguen ubicando a Jeannette Jara, la candidata oficialista de izquierda, como la ganadora de la primera vuelta, seguida del líder de la derecha chilena, José Antonio Kast. Leer más
La plataforma más popular de videos tiene presencia en 104 países y alrededor de cada minuto se suben a la plataforma 500 horas de contenido
El extécnico del Club Universidad Nacional se encontraría a un paso de iniciar una nueva etapa con el Audax Italiano
La seguridad ciudadana y la migración irregular son los temas centrales de la campaña, con propuestas que incluyen expulsiones de extranjeros irregulares y control de fronteras
El Consulado de Chile recordó que solo podrán votar quienes figuren en el padrón exterior, por lo que pidió verificar la habilitación en el Servel antes del 16 de noviembre
Es probable que la derecha gane la presidencia en una segunda vuelta y que obtenga mayoría en el Parlamento.Las claves de un proceso que se inició con el estallido de 2019 y podría marcar un giro.
El áspero saludo entre ambos durante la asunción de Rodrigo Paz Pereira como presidente de Bolivia fue más que indicativo. El presidente de Chile, Gabriel Boric terminará su mandato en marzo próximo sin feeling ni encuentros bilaterales con su par y vecino argentino, Javier Milei, quien no logró que el chileno se pusiera de pie para saludarlo en la reciente cita de La Paz. En este contexto de frialdad apenas disimulada, el gobierno libertario apuesta, sin retaceos, a un triunfo de la derecha en las elecciones presidenciales de este domingo. Elecciones en las que al menos dos de los candidatos-Antonio Kast y Johannes Kaiser-tuvieron y tienen sintonía con el presidente libertario, y aspiran a llegar a una segunda vuelta contra la candidata de Boric, Jeannette Jara, una dirigente del Partido Comunista que aglutina a toda la coalición de centroizquierda que hoy gobierna Chile."Estamos abiertos a conversar con el que gane. Pero Jara no va a ganar", explicó, con ironía, una alta fuente diplomática nacional, intentando no mostrar un manifiesto apoyo pero sin esconder que el Gobierno apuesta a Kast o a Kaiser para comenzar un nuevo vínculo con Chile, y tener un nuevo interlocutor afín, como Santiago Peña en Paraguay y el boliviano Paz Pereira. Sin presencias adicionales en el comicio-estará sí el embajador Jorge Faurie, como parte de su misión diplomática-el Gobierno apuesta en primer lugar al vínculo personal de Milei con Kaiser, fundador del Partido Libertario en Chile y habitual participante (al igual que su hermano Axel) de las cumbres de la organización ultraderechista internacional Cpac. Más ubicado en la derecha tradicional, Kast es tal vez la segunda opción entre las preferencias del núcleo duro libertario, aunque sus chances-según las encuestas locales-lo muestran como el candidato derechista mejor posicionado para llegar a una segunda vuelta contra Jara. "Están muy parejos, aunque Kast tiene más chances, Kaiser está subiendo mucho en las encuestas pero hay que ver si le alcanza para entrar al ballotage. En una segunda vuelta, que Jara venga del comunismo le va a jugar en contra" es el análisis de otra fuente de la diplomacia nacional, al tanto de los detalles de las elecciones del domingo.En su tercer intento por la presidencia-fue derrotado en las dos anteriores, la primera por Sebastián Piñera, en la última por Boric-Kast promete, en caso de ganar, hacer énfasis en la seguridad, batalla (al igual que los libertarios) contra la cultura woke, y efectuar recortes del gasto público, al "estilo Milei", aunque marca diferencias con el Presidente con un estilo más "institucional", de "consenso" y una buena relación con los medios de comunicación, como lo expresara en una entrevista reciente con LA NACION.En el oficialismo chileno no se dan por vencidos. Creen que si Jara-que viene en un paulatino camino hacia la moderación política-lograra más del 30 por ciento de los votos, será "competitiva" en el eventual ballotage del 14 de diciembre contra Kast, Kaiser o Evelyn Matthei, candidata de la derecha moderada. Relación complicadaLa elección de un nuevo presidente en Chile termina con dos años de relación bilateral complicada, al menos en lo más alto del poder. Boric dio un primer paso y asistió a la asunción de Milei en diciembre de 2023 en Buenos Aires, aunque no consiguieron superar las diferencias ideológicas que los separan. De hecho, el Presidente sólo llegó a territorio chileno por unas horas y para un encuentro empresarial promovido por su ex jefe, el empresario Eduardo Eurnekian, sin contacto alguno con su par chileno. Meses antes Milei había respaldado a su ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, quien había tildado a Boric de "comunista que está hundiendo a su país". La frase mereció una carta de protesta, entregada por el secretario general de Política Exterior de Boric, Rodrigo Olsen, al embajador Faurie, quien al igual que el embajador chileno en Buenos Aires, José Viera-Gallo, han tratado de encarrilar el vínculo bilateral más allá de los roces entre los presidentes.Distanciados por su postura sobre el conflicto entre Israel-aliado del gobierno libertario-y los palestinos en la franja de Gaza, Boric y Milei también polemizaron en varios foros internacionales, como el G20 del año pasado, en Río de Janeiro. Allí Boric, su par de México, Claudia Sheinbaum; el anfitrión Luiz Inácio Lula da Silva y el presidente de Colombia, Gustavo Petro, mantuvieron un encuentro en el que discutieron iniciativas regionales para la integración de América Latina bajo un enfoque progresista, ya tomando distancia de Donald Trump, que asumiría meses después la presidencia de Estados Unidos. Ni Milei (que decidió no ir a la próxima reunión del G20 este año, en Sudáfrica) ni el presidente de Paraguay, Santiago Peña participaron en aquel encuentro.Más de un año después, y luego del cambio de régimen en Bolivia, el Gobierno apuesta a un relanzamiento del vínculo bilateral con Chile, pensando en lo político pero también en el intercambio económico, que podría aumentar-especulan-de llegar al poder un presidente más cercano a las ideas liberales. Los datos de intercambio comercial son concluyentes y favorecen a la Argentina. En 2024, las exportaciones argentinas a Chile sumaron U$S 6321 millones, mientras las importaciones sólo alcanzaron U$S 776 millones. "Con Chile tenemos más superávit comercial que con cualquier otro país del mundo. Desde el punto de vista del ingreso de dólares netos, la relación es muy importante para el país", afirmó a este diario el experto en comercio exterior, Marcelo Elizondo.
SANTIAGO, Chile.- Al adentrarse en el estrecho Pasaje 17 Sur de la comunidad Lo Espejo, Johnatan (43) pide guardar el celular, acelerar el paso y seguir sus indicaciones. "Esta zona es bomba", dice a LA NACION. Señala a una camioneta blanca estacionada a pocos metros y dice: "Ese es un punto". Se refiere a un lugar de venta de drogas, dónde está ocurriendo un intercambio. Jonathan se conoce todos "los puntos" de memoria. Nacido y criado en Lo Espejo, los recorría una y otra vez en los años en que consumía drogas y delinquía, un camino que finalmente lo llevó a pasar 12 años en prisión. Pero logró rehabilitarse: encontró sustento en la fe, hoy estudia tecnicatura en enfermería y colabora como voluntario en un comedor comunitario.Se detiene en una esquina donde un pequeño altar con fotos recuerda a un joven: fue acribillado por la banda local Los Marchat en un ajuste de cuentas, lamenta. Más adelante señala un gran parche de cenizas y basura. "Ahí queman cobre; lo roban de los cables y lo funden para venderlo", explica, mientras avanza por un recorrido que revela la violencia cotidiana en uno de los barrios más picantes de esta capital.Jonathan saluda a todos y todos lo saludan. Pero, admite, cada vez ve más caras nuevas. En el barrio se han instalado en los últimos años grupos y familias de venezolanos, haitianos y colombianos."Desde que llegó toda esta gente extranjera hija, están matando por un teléfono. Acá las balaceras están a la orden del día. Aquí hay dos, tres colegios alrededor. Y resulta que hay balacera y todos los niños al suelo, y toda la gente corriendo con sus guaguas (bebés). Y ya están acostumbrados a eso. Es terrible. Y enemigos con enemigos se encuentran y no les importa que los chicos anden jugando a la pelota allá afuera, que las niñas estén en la placita sentadasâ?¦ no les importa", dice a LA NACION Priscila (52 años), que vive en situación de calle y espera su turno para comer en un centro comunitario de Lo Espejo.Asegura que no votará este domingo en las elecciones presidenciales. "No voy a perder mi tiempo en algo que para mí es pura pérdida. Que sea gobierno de izquierda o de derecha da lo mismo: acá son todos una basura", afirma.Isabel (52), presidenta de la junta vecinal, también apunta a "la llegada del extranjero" como una de las causas del deterioro de la seguridad. Asegura que muchos andan armados y que, en las ferias libres, algunos colombianos operan como prestamistas informales. Cuenta el caso de un vecino al que le prestaron dinero y "se tuvo que arrancar" (irse). "Y otra amiga igualâ?¦ ella se quería matar porque pidió un millón de pesos y ya debía diez millones por no pagar", relata.La seguridad y la migración irregular se han convertido en los ejes centrales de la campaña presidencial. Chile llega a las urnas este domingo en medio de una crisis marcada por el avance del crimen organizado, el aumento de los delitos violentos y una percepción de inseguridad en máximos históricos: ocho de cada diez chilenos cree que la delincuencia se agravó en los últimos meses.Campañas bajo presiónEn ese clima, los candidatos presidenciales compiten con propuestas cada vez más duras. La derecha -José Antonio Kast, del Partido Republicano (PR); Evelyn Matthei, de la Unión Democrática Independiente (UDI) y Johannes Kaiser, del Partido Nacional Libertario (PNL)- lleva la delantera en este terreno, capitalizando el malestar ciudadano y la demanda de respuestas rápidas frente al deterioro de la seguridad.Kast, referente de la derecha conservadora, apuesta por un enfoque de "tolerancia cero" articulado en sus planes Implacable y Escudo Fronterizo, inspirados en modelos de mano dura. Propone ampliar las facultades de Carabineros, crear una cárcel de alta seguridad para líderes de organizaciones criminales, acelerar las expulsiones de migrantes con antecedentes y permitir el despliegue de las Fuerzas Armadas en zonas críticas.Matthei, de centroderecha, propone una reforma profunda a Carabineros centrada en profesionalización y tecnología, además de la persecución financiera al crimen organizado. En migración, plantea un cierre "real" de fronteras en el norte con infraestructura y vigilancia aérea, y promete agilizar tanto la regularización como la expulsión de quienes viven en situación irregular. El libertario Kaiser presenta la agenda más extrema del abanico opositor. Propone declarar "zonas de emergencia" en comunas críticas, militarizar las fronteras, flexibilizar el uso de la fuerza policial y aplicar expulsiones exprés. Entre sus iniciativas más polémicas está su idea de alcanzar un acuerdo con Nayib Bukele para enviar a delincuentes extranjeros a las megacárceles de El Salvador.Chile va a las urnas en unas elecciones marcadas por la inseguridad Incluso la candidata de izquierda, Jeannette Jara, del Partido Comunista (PC), se vio empujada a endurecer su discurso. Aunque su programa prioriza la prevención, reconoció que Chile enfrenta "un problema grave con el crimen organizado" y que las expulsiones de extranjeros que delinquen deben realizarse "con mayor celeridad". El deterioro de la seguridad y el aumento de la migración irregular se mezclaron en el debate público hasta volverse casi inseparables. Esa narrativa, repetida en campañas y redes sociales, terminó alimentando discursos de corte xenófobo y generó un clima donde la nacionalidad pasó a percibirse como un factor de riesgo.Wilmer (29), un venezolano que trabaja en una aplicación de delivery, cuenta a LA NACION que la situación se ha vuelto insoportable. "A uno ya lo miran mal por andar con la bici y la mochila. Una vez le dije a una señora que no somos mala gente por ser de Venezuela", dice antes de salir a hacer un pedido en Providencia.La irrupción del crimen organizadoEn la última década, Chile vivió uno de los procesos migratorios más acelerados de su historia: pasó de tener poco más de 400.000 extranjeros en 2014 a más de 1,9 millones en 2023, de los cuales 336.984 estaban en situación irregular, según datos oficiales. La gran mayoría llegó en busca de estabilidad y oportunidades, sin ningún vínculo con la delincuencia. Pero en esos flujos masivos también se colaron organizaciones criminales transnacionales -entre ellas células del Tren de Aragua- que aprovecharon la permeabilidad de la frontera norte. "Chile se había mantenido al margen de la peor dinámica criminal que azotaba gran parte del resto de Sudamérica. Esto significaba que los contenedores y el tráfico marítimo procedentes de Chile atraían menos la atención de las fuerzas del orden que los que salían de Colombia. Por ello, Chile resulta atractivo para las organizaciones de narcotráfico. Además, es uno de los países más ricos de la región. Esto lo ha convertido en un destino atractivo para los migrantes. Estos migrantes han sido explotados y víctimas de delincuentes venezolanos, como los del Tren de Aragua, quienes han traído violencia a Chile", explica a LA NACION Jeremy McDermott, codirector y cofundador de Insight Crime. Pablo Zeballos, consultor e investigador de campo en crimen organizado chileno, suma en diálogo LA NACION que la combinación de factores institucionales y coyunturales abrió espacio para la expansión delictiva. A su juicio, "la retracción del Estado durante el estallido social redujo la presencia policial y debilitó capacidades de control territorial, generando espacios percibidos como zonas de menor riesgo operativo. La pandemia profundizó ese escenario: el foco sanitario, la sobrecarga policial y la presión en las fronteras generaron rutas migratorias irregulares que facilitaron la entrada de actores criminales sin mayores controles".Las cifras acompañan ese diagnóstico. Según el Indicador Nacional de Crimen Organizado elaborado por el Centro de Estudios en Seguridad y Crimen Organizado (Cescro) de la Universidad San Sebastián, Chile enfrenta un avance sostenido y territorialmente desigual del crimen organizado. El informe muestra que entre 2022 y 2023 los delitos asociados a este fenómeno aumentaron un el 8,4%, alcanzando una tasa nacional de 775,49 delitos por cada 100.000 habitantes, con un fuerte predominio del tráfico de drogas y otros mercados ilícitos. Las regiones más afectadas -Tarapacá, Arica y Parinacota y Antofagasta- concentran tanto la mayor frecuencia como las tasas más altas por habitante.A esto se suma que la irrupción de organizaciones criminales extranjeras aceleró la mutación del ecosistema delictivo local. "La llegada de grupos criminales extranjeros apresuró la transformación cualitativa que ya estaba en gestación en la criminalidad chilena. Introdujeron métodos violentos inéditos, como los secuestros extorsivos cortos, la explotación sexual coercitiva y los descuartizamientos como mensajes disciplinarios. Su presencia también elevó la profesionalización del delito local, extendiendo el uso de armas de guerra, tácticas tipo comando y nuevos modelos de negocio ilícito. En pocos años, Chile pasó de enfrentar delincuencia local fragmentada a convivir con un ecosistema criminal híbrido, donde actores nacionales y extranjeros compiten, cooperan o se subcontratan en economías ilícitas de alto valor", explica Zeballos.Algunos casos recientes ilustran ese cambio abrupto. El hallazgo en mayo de 2023 de los cuerpos de dos hombres enterrados vivos bajo el piso de concreto de unas casas de tortura operadas por Los Gallegos -facción disidente del venezolano Tren de Aragua- reveló un nivel de brutalidad prácticamente desconocido hasta entonces en Chile. Otro episodio que marcó un punto de inflexión fue el secuestro y asesinato del exmilitar venezolano Ronald Ojeda, ocurrido en 2024, cuya ejecución fue atribuida a estructuras criminales transnacionales. El propio presidente Gabriel Boric reaccionó con dureza: afirmó que "uno de los principales sospechosos es el mismo régimen del dictador Nicolás Maduro" y advirtió que "las dictaduras cruzan fronteras para imponer el miedo".MiedoLa irrupción del crimen organizado generó un nivel de pánico nunca antes visto en la población. Y aunque la tasa de homicidios bajó desde su pico de 6,7 cada 100.000 habitantes en 2022 â??y sigue siendo mucho menor que la de otros países de la regiónâ??, la paranoia ya está instalada. Pese a que Chile mantiene una cifra relativamente baja de asesinatos (en 2024 se registraron 1207 homicidios, una leve caída frente a 2023), el temor persiste porque otros delitos siguen golpeando con fuerza. Según la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (Enusc) 2024, elaborada por el INE y la Subsecretaría de Prevención del Delito, un 38,5% de los hogares fue victimizado en los últimos 12 meses. A nivel individual, el 28% de las personas declaró haber sido víctima de algún delito en el mismo periodo.La percepción se refleja también en las encuestas. Un informe publicado en octubre por la Fundación Paz Ciudadana halló que un 23,8% de los consultados considera "bastante o muy probable" ser víctima de un homicidio en los próximos 12 meses, mientras que un 21,3% cree que podría ser secuestrado. Ese miedo se nota en la calle. "Empecé a tener muchísima precaución. Hoy día cuando uno ve un joven en moto ya sabe que se puede subir a la vereda, y si estás con el celular en la mano se lo va a llevar. Entonces tú andas mucho más pendiente", cuenta Adriana, una ejecutiva de 58 años, mientras pasea a su perro por el Parque Forestal.El aumento de la percepción de inseguridad también impulsó un boom del sector privado. En Chile funcionan hoy 5651 empresas de seguridad, un rubro que creció el 350% en la última década, según la Cámara Nacional de Comercio (CNC). A esto se suma un fuerte salto en los servicios de protección individual. Werner Ossandón, director de Negocios y Tecnología de Biat Defense, explica a LA NACION que entre 2023 y 2025 el blindaje vehicular creció entre el 25% y el 35% anual, según cifras de importadores, talleres certificados y aseguradoras. Los servicios de seguridad preventiva, escoltas y guardaespaldas aumentaron más del 40%, especialmente entre empresas que buscan protección con menores costos operativos. Y, en períodos electorales, la demanda se dispara entre el 12% y el 18%, impulsada por candidatos, autoridades regionales y compañías que temen un repunte de violencia o sabotaje.En Las Condes, uno de los barrios más exclusivos de la capital, una madre que acaba de dejar a su hijo en el Colegio Alemán de Santiago â??el mismo al que asistió de niño José Antonio Kastâ?? y que pide no dar su nombre, asegura que la situación es "terrible" y que muchos de sus amigos fueron víctimas de robos. "Me da mucha pena decirlo porque hay mucha gente extranjera buena, pero la verdad es que antes había inseguridad, pero no era tan así", afirma.Esa sensación no es exclusiva de los sectores altos. En un pequeño almacén de Lo Espejo, Patricia dice que ya casi no sale de su casa. "Estamos todos guardados", resume.
En la guerra por el streaming, las series de televisión se han convertido en un elemento importante para Disney+, que busca seguir gustando a los usuarios
El país se prepara para elegir al sucesor de Gabriel Boric en una contienda signada por la seguridad, la inmigración y la crisis económica. Ocho candidatos buscan llegar a La Moneda, pero las encuestas anticipan un escenario de balotaje entre la izquierdista Jeannette Jara y el derechista José Antonio Kast. Leer más
Se vota este domingo. Entre los ocho candidatos a la presidencia, sólo cuatro tienen posibilidades. La oficialista Jeannette Jara ganaría en primera vuelta, pero sería derrotada por la derecha en el balotaje. La duda: quién quedará en el segundo puesto.
A lo largo de su historia, Chile ha reportado diversos terremotos que han dejado muertos, heridos y daños materiales
Las plataformas de streaming han permitido a los usuarios escuchar este tipo de productos auditivos cuando deseen y cuantas veces quieran
Debido a su ubicación geográfica, Chile está expuesto a sufrir constantemente de este tipo de eventos sísmicos
Una consultora salió a desmentir un supuesto sondeo que daba por ganador al ultraderechista Johannes Kaiser.El equipo de la oficialista Jeannette Jara también debió aclarar que era falso un video de una supuesta prima de la candidata.
Hace seis años, un estallido social en Chile tenía como una de sus principales demandas cambiar la Constitución que había dejado como legado la dictadura de Pinochet. Este domingo, un candidato que fue señalado por reivindicarla tiene grandes chances de pasar a la segunda vuelta y quedarse con la presidencia. En ese lapso, Chile parece haber comprendido que, en esta parte de la historia, encender la chispa es la parte fácil de las revoluciones y que lo difícil es concretar las demandas en transformaciones reales, una lección que ya habían aprendido los jóvenes de las "primaveras árabes" y que están empezando a sentir en carne propia las protestas de la Generación Z, que ya hicieron caer tres gobiernos y se convirtieron en uno de los fenómenos políticos globales del año.¿Qué quedó de ese estallido que parecía haber llegado para transformar a Chile para siempre? ¿Chile se despertó y cuando vio lo difícil que era cambiar volvió a dormirse?El analista Cristóbal Bellolio, profesor de Teoría Política de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez, cree que Chile todavía no logró descifrar qué fue exactamente lo que pasó. "El estallido nunca terminó de ser adecuadamente codificado", dice a LA NACION.Había demasiadas demandas, demasiados dolores, demasiados actores y ninguna voz en común. Cada uno interpretó a su manera aquel octubre de 2019. "Hay muchas hipótesis en competencia â??resumeâ??. Si no tenemos claridad respecto del fenómeno, es difícil saber por qué no cristalizó ni se cumplió lo que supuestamente se pedía, si es que nunca supimos bien qué se pedía".Para Bellolio, el problema no está en el estallido mismo, sino en cómo se lo quiso leer. Durante un tiempo prevaleció la idea de que los chilenos habían salido a la calle para derribar el modelo neoliberal, herencia de la dictadura y sostenido durante 30 años por la clase política. Bellolio tiene otra opinión. "Yo siempre sostuve que no fue un momento socialista ni anticapitalista, sino un momento populista", explica. Un estallido contra las élites, más que una revolución ideológica. Una furia que no distinguía colores políticos: "El estallido sentó en el banquillo a la élite chilena por secuestrar los beneficios del progreso".Esa rabia, dice, no tenía coherencia ideológica. En las calles convivían las pancartas por la justicia social con reclamos por el precio del combustible. "El dolor podía ser muy variopinto, pero el villano era el mismo: la élite política y económica chilena". Por eso, cree Bellolio, el estallido envejece mal solo si se lo analiza con la lente socialista. En cambio, bajo la hipótesis populista, sigue vivo: "El ethos plebeyo del estallido no ha desaparecido; solo cambió de vehículo. Muchos que en su momento apoyaron el estallido hoy votan por candidatos de derecha porque es su manera de mandar el poder a la mierda".Otras hipótesis que circularon sobre el origen del estallido son la frustración material de los jóvenes sin trabajo ni estudios, la crisis de representación política y la tesis del "estallido delictivo", esgrimida por actores de la derecha, que lo interpretaban como una conspiración de agentes internos y externos. Todas estas teorías, dice Bellolio, dependen de la lectura inicial que uno haga del fenómeno. Si se lo vio como revolución, su fracaso se explica por la imposibilidad de cumplir la promesa. Si se lo vio como rebelión populista, su espíritu todavía recorre la política chilena.Lo que vino después del estallido fue una montaña rusa política extenuante. "Chile cometió la estupidez de adelantar la pandemia seis meses", ironiza Bellolio. El toque de queda, las calles vacías, la sensación de encierro: todo eso llegó antes del coronavirus. Y cuando finalmente apareció la pandemia real, el país ya estaba agotado. Luego vino el proceso constituyente convocado por Sebastián Piñera, un intento de canalizar todo ese descontento de manera institucional y mantener el orden público. Pero el texto nacido de ese impulso, según Bellolio, "rabioso, plebeyo y adversarial contra las élites", fracasó. La llamada "constitución más progresista del planeta" terminó desconectada de gran parte de la población. El segundo intento, dominado por la derecha, también fue rechazado. Y el propio Gabriel Boric, emergente él mismo de una protesta estudiantil, no tardaría en descubrir que era más fácil movilizar gente para corear consignas contra el gobierno que convertirlas en políticas concretas sentado en La Moneda."Hicimos todo el gasto y nos quedamos con las manos vacías", resume Bellolio. En ese desgaste emocional sin recompensa está el saldo más duro del estallido. "La promesa implícita del estallido no se cumplió y lo que queda hoy es un cuadro de frustración emocional", concluye Bellolio.El desencanto asomaMenos tiempo está tardando en chocarse con los desafíos de impulsar transformaciones reales la llamada ola de protestas de la Generación Z que ha sacudido varios países de Asia, África y América Latina durante 2025.Con distintos disparadores que encendieron la chispa, casi todas estas protestas tienen elementos comunes: una generación de nativos digitales frustrados por la corrupción y la desigualdad, que rechaza la política tradicional y organiza movimientos sin líderes. Su descontento se amplifica a través de plataformas digitales como TikTok y Discord, y encontró como poderoso símbolo la bandera pirata del anime One Piece (una calavera con un sombrero de paja), ya convertida en un emblema global de resistencia que se ha visto desde Katmandú hasta Lima.Las protestas demostraron tener fuerza suficiente para derrocar tres gobiernos, pero la historia de sus levantamientos, inspirados unos en otros, muestra una paradoja: tienen el poder de iniciar un cambio, pero no de controlarlo ni de asegurar que mejore sus vidas. En varios países, la furia tomó caminos muy distintos a los que sus organizadores desearon.Nepal se convirtió en la "referencia simbólica" de estas revueltas. La protesta comenzó el 8 de septiembre de 2025, encendida por el intento del gobierno de censurar las redes sociales para ocultar el lujo de la élite política, en un contexto de desempleo y corrupción. La movilización se transformó rápidamente. En apenas 48 horas, se convirtió en un levantamiento popular y violento, donde el Parlamento, la Corte Suprema y numerosas oficinas gubernamentales fueron incendiados o saqueados. El primer ministro no resistió la presión y renunció.Lo que siguió fue calificado como un hecho sin precedentes: los jóvenes activistas eligieron por la plataforma Discord a una nueva primera ministra interina, decisión incentivada y aceptada por el Ejército. Pero, conforme pasaron los días, lo que parecía una utopía digital empezó a desdibujarse. Los manifestantes empezaron a reclamar que habían dejado de ser consultados por la nueva gobernante. El lunes pasado la policía de Nepal informó que unas 423 personas fueron arrestadas en los últimos dos meses por su vinculación con el levantamiento.En Madagascar, donde más de la mitad de la población tiene menos de 30 años, las manifestaciones fueron inicialmente provocadas por los cortes de agua y electricidad crónicos. La represión dejó 22 muertos y más de 100 heridos.Las protestas forzaron al presidente a disolver su gobierno y posteriormente huir del país, para luego ser destituido por el Parlamento. Pero la crisis política tomó un rumbo muy distinto al que esperaban los jóvenes. Un coronel del Ejército, Michael Randrianirina, se unió primero a los manifestantes y luego aprovechó el caos para liderar un golpe de Estado y asumir como nuevo presidente. Anunció que el país quedaría bajo un consejo militar de 18 meses a dos años antes de que se celebren elecciones. "No permitiremos que secuestren nuestra protesta", dijeron los jóvenes manifestantes, pero los analistas ya se preguntan si el levantamiento fue simplemente aprovechado por los militares para tomar el poder.Perú, que tuvo siete presidentes en la última década, también es un ejemplo de la distancia que hay entre movilizaciones y cambios políticos. Las protestas convocadas por la Generación Z se intensificaron en septiembre y octubre de 2025, motivadas inicialmente por el rechazo a una reforma previsional y, sobre todo, por la ira ante el aumento de la inseguridad.La presión en las calles forzó al Congreso a destituir, el 10 de octubre, a Dina Boluarte, conocida hasta ese día como "la presidenta más impopular del mundo". El Congreso, que ejerce el poder real, designó inmediatamente a uno de sus líderes, José Jerí, como presidente interino. La jugada aseguró que la coalición autoritaria que sostenía a Boluarte mantuviera el control. Un cambio para que nada cambie.A pesar de que Jerí ha adoptado un estilo de "mano dura" contra el crimen, imitando a líderes como Nayib Bukele, los jóvenes de la Generación Z lo califican de "populista" y las protestas continúan. Una frustración común a otros países de la región, destinada a persistir mientras no se atiendan problemas estructurales de fondo como la desigualdad, la ausencia de oportunidades, la inseguridad y la falta de representación política.Steven Feldstein, experto del Carnegie Endowment for International Peace en el papel de la tecnología en los movimientos sociales, dijo a The New York Times que estas revueltas se inscriben en un patrón global más amplio. Si bien las redes sociales son muy eficaces en la "primera fase" de los movimientos â??movilizar a la gente a las protestasâ??, han tenido menos éxito a la hora de crear "una estructura política estable a largo plazo".La confirmación más contundente de esta hipótesis es la "primavera árabe". Quince años después de que un vendedor ambulante se inmolara en Túnez y prendiera una chispa inimaginada, los sueños de democratización de los millones de jóvenes que se jugaron la vida saliendo a las calles a desafiar regímenes despiadados siguen esperando. El experimento democrático del islamista Morsi duró un suspiro y el antiguo régimen volvió en Egipto; las dramáticas caídas de Khadafy y Saleh convirtieron, al día de hoy, a Libia y Yemen en Estados fallidos, y después está Siria.Lo que empezó como una revuelta prodemocrática contra Al-Assad desembocó en una de las más sangrientas guerras civiles del siglo XXI, con un éxodo migratorio que redefinió el mapa político europeo. El sacrificio de toda una generación por más libertades terminó con un ex líder de Al-Qaeda en el poder, que el lunes pasado completó su rehabilitación internacional en el mismísimo Salón Oval, codeándose con el líder del mundo libre.
El sismo se registró a las 03:34 horas a 50.0 kilómetros de distancia de Huasco y tuvo una profundidad de 38.0 kilómetros
Todas las encuestas proyectan que triunfa la candidata del oficialismo, la comunista Jeannette Jara, pero que habrá segunda vuelta, ya que es muy difícil que alcance el 50% más uno de los votos, como marca la Constitución. El balotaje es complejo y se temen sorpresas: hay un fuerte ascenso en intención de votos del libertario Johannes Kaiser, quien le restó votos al segundo, el derechista José Antonio Kast, y le arrebató el tercer lugar a Evelyn Matthei, que representa a la "derecha moderada". Leer más
Netflix se ha convertido en un fuerte competidor en la guerra por el streaming
La última encuesta de Atlas Intel muestra a Jeannette Jara en primer lugar, pero sin los votos necesarios para evitar una segunda vuelta, en un escenario marcado por el avance de la extrema derecha y el desgaste del gobierno de Boric. Leer más
SANTIAGO, Chile.- El 72 % de los chilenos desconfía de los partidos políticos y un 68 % cree que el país "va por mal camino", según la última encuesta de la consultora CEP.Con algunas huellas del estallido social todavía visibles â??las calles pintadas del centro de Santiago y la remodelación permanente de Plaza Italiaâ?? las cifras reflejan un cansancio profundo con la política tradicional y configuran un contexto particular para las elecciones presidenciales y parlamentarias que se realizarán este domingo.En ese escenario, la figura de Javier Milei ha comenzado a aparecer en los discursos locales. No como un programa articulado ni como una copia literal, sino como una manera de plantear que "todo debe cambiar", combinando antisistema, reducción del Estado y guerra cultural."Las candidaturas de centroderecha y de derecha citan con relativa continuidad lo que se está haciendo en materia de reducción del tamaño del Estado en Argentina", señala Gustavo Campos, investigador del Centro Democracia y Opinión Pública de la Universidad Central."Hay que reconocer que un tema que ha ocupado un lugar importante en la discusión política chilena puede ser heredado del gobierno de Milei, y tiene que ver con esta idea del Estado ineficiente, de los trabajadores y funcionarios públicos que no hacen su trabajo y la necesidad de achicarlo, lo cual nos recuerda un poco la idea de la motosierra", añade Campos.Desconfianza institucionalEl episodio más comentado de las últimas semanas â??el saludo frío entre Javier Milei y Gabriel Boric en Asunciónâ?? reforzó esa discusión. El gesto, que en redes sociales circuló sin pausa, fue leído en clave ideológica: arrogancia para unos, coherencia para otros."El efecto de Milei ha generado cierta sintonía con el malestar ciudadano exhibido en Chile. En la actualidad, se observan altos niveles de desconfianza institucional y anti-élite política tradicional. Este contexto claramente favorece el surgimiento de discursos que rompen con lo convencional", puntualiza de Gonzalo Espinoza, académico de la Escuela de Ciencia Política de la UDP.En ese marco, algunos temas instalados por el gobierno argentino han encontrado eco en Chile. Y si bien en distintos sectores de la derecha, esa idea ya era parte del repertorio, la práctica argentina la volvió más visible."La presencia del presidente Milei y su mileísmo, si está presente, es más bien de manera inconsciente o parcial en algunas de las propuestas. La motosierra ha sido asumida como una discusión más bien técnica, necesaria, que ha encontrado eco en la opinión pública, pero que, en definitiva, no se atribuye tanto a Milei, sino que más bien se observa a su gobierno como que es posible ejecutar esas medidas", agrega Espinoza."Estamos en un contexto de bajo presupuesto y, por lo tanto, la frase 'no hay plata', con la que asumió, probablemente la escuchemos, sea cual sea el color político del próximo gobierno que asuma", complementa el académico, a propósito del actual contexto económico chileno.En cuanto a los actores más cercanos al mileísmo, Espinoza identifica dos polos. "Entre los que claramente están alineándose con ese repertorio se encuentran Johannes Kaiser, desde su espacio libertario, quien ha promovido la reducción del tamaño del Estado y discurso de libertad individual. En su sustento ideológico se encuentra Axel Kaiser, su hermano".Dentro del análisis académico, también hay voces que piden cautela. Para Asunción Poblete, investigadora del Instituto de Estudios de la Sociedad, la influencia de Milei debe leerse en un marco más amplio y previo. "No creo que el mileísmo haya permeado tanto en el debate público chileno, debido a que el contexto de desafección ciudadana viene desde bastante más antes", comenta.Candidatos antisistema"Estos nuevos liderazgos antisistema no necesariamente son libertarios. Las mismas nuevas derechas en Chile, de hecho por los problemas que tenemos en nuestro país que son distintos a los de Argentina, abogan por un Estado más fuerte (seguridad, migración y crimen organizado)", dice Poblete, que diagrama el panorama."Los demás candidatos de oposición no son libertarios. Kast en un conservador, Matthei encarna a una centroderecha tradicional, y Parisi tiene tendencias populistas y antisistema", explica.La penetración del mileísmo en Chile, de igual modo, también tiene una dimensión intelectual. El abogado Axel Kaiser, hermano del candidato presidencial Johannes Kaiser, se ha convertido en uno de los principales difusores del credo libertario. A partir de reuniones con el ministro Luis Caputo hasta visitas a la sede de la Fundación Faro en Buenos Aires, su influencia llegó al corazón del proyecto de Milei.Por otra parte, el candidato Johannes ha sido taxativo desde lo ideológico para enaltecer la figura del exdictador Augusto Pinochet. Incluso, ha defendido públicamente al brigadier Miguel Krassnoff, condenado por múltiples violaciones a los derechos humanos durante la dictadura militar.En entrevistas, incluso, lo ha descrito como "un patriota injustamente perseguido" y en su cierre de campaña abordó el tema. "Resulta que los derechos humanos nos interesan solamente cuando afectan a un sector, y no cuando afectan a otros sectores".Por parte de José Antonio Kast, el candidato de la derecha con mayores posibilidades de llegar al balotaje, el mileísmo se ha enquistado en la crítica al exceso de regulación y al poder de los organismos internacionales, aunque evita el libertarismo extremo.El éxito de las nuevas derechas en la región se debe más que nada a la "crisis de las izquierdas, que no han sabido hacerse cargo de los desafíos de cada uno de estos países. Por eso surgen estas nuevas derechas, cada una con sus distintos énfasis. Por supuesto que hay redes, entre ellas se retroalimentan, pero la verdad es que no es un fenómeno coordinado, es una correlación", sentencia Asunción Poblete.
SANTIAGO, Chile.-Chile se prepara para una jornada electoral crucial este domingo que determinará el próximo ocupante del Palacio de La Moneda. La contienda presidencial convocó a múltiples figuras políticas, destacando entre ellas a Franco Parisi, Harold Mayne-Nicholls, Marco Enríquez-Ominami, Eduardo Artés, José Antonio Kast, Jeannette Jara, Johannes Kaiser, y Evelyn Matthei.Pese al amplio abanico de postulantes, la lucha por pasar a la segunda vuelta se concentra principalmente en cuatro figuras: la representante de la derecha tradicional, Evelyn Matthei; el líder de la derecha conservadora, José Antonio Kast; el fenómeno libertario, Johannes Kaiser y la candidata del oficialismo y militante comunista, Jeannette Jara. La disputa se presenta intensa, y los sondeos previos a la veda electoral sugirieron que Jara, Kast, Matthei y Kaiser son los principales contendores, con un escenario de segunda vuelta que parece inevitable.José Antonio KastJosé Antonio Kast se presenta a su tercera carrera presidencial (tras 2017 y 2021) como el líder del Partido Republicano, apoyado también por el Partido Social Cristiano.Abogado y exdiputado, Kast es considerado un referente de la derecha conservadora.Tras ganar la primera vuelta en 2021 y ser derrotado por el actual presidente Boric, Kast ha optado en esta ocasión por moderar su discurso en temas sensibles como el aborto y el matrimonio igualitario, aunque sin abandonar su postura de línea dura.Su campaña se ha centrado en el concepto de "Gobierno de Emergencia", enfocándose en el combate a la delincuencia y la migración irregular, los cuales son las principales preocupaciones ciudadanas, y ha evitado temas complejos como las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura de Augusto Pinochet.En materia de Seguridad Pública, Kast propone el Plan Implacable para frenar el crimen organizado. Este plan incluye la instalación de cárceles de máxima seguridad con aislamiento total para cabecillas narcos.Además, busca endurecer las penas para miembros de bandas criminales, poner fin a los "narcofunerales" y crear una fuerza de tarea dedicada a recuperar zonas bajo control del narcotráfico. Una de sus propuestas destacadas es la revisión de la aplicación de la legítima defensa, buscando el "fin de la criminalización de víctimas que se defienden". Pese a su enfoque de mano dura, el ultraconservador ha manifestado su oposición a la pena de muerte, considerando la cadena perpetua como la pena más dura.Respecto a la Migración, Kast propone convertir la migración irregular en un delito y busca impulsar expulsiones masivas. Una idea llamativa es el financiamiento de unos 2000 vuelos para deportar a migrantes indocumentados a sus países de origen, con un costo estimado de 300 millones de dólares. En la Economía, el candidato republicano ha provocado críticas al proponer un recorte fiscal de 6000 millones de dólares en 18 meses. Si bien no ha detallado la fórmula, planea reducir gastos eliminando funcionarios que consiguieron sus puestos por acomodo y regulando la entrega de licencias médicas. Evelyn MattheiEvelyn Matthei, economista e hija de un general de la dictadura de Pinochet, es la candidata presidencial de Chile Vamos, la coalición que agrupa a los partidos de la derecha tradicional.Con más de tres décadas de carrera política, Matthei se postula por segunda vez a La Moneda (la primera fue en 2013) y ha desempeñado cargos como alcaldesa de Providencia, ministra del Trabajo y Previsión Social (durante el primer gobierno de Piñera), senadora y diputada. Matthei ha intentado posicionarse en el centro, recibiendo el respaldo de partidos centristas como Demócratas y Amarillos por Chile.Su campaña se ha centrado en la Seguridad y la Economía. En seguridad, ha alertado sobre la crisis que afecta al país, señalando que "llegó la hora de poner mano durísima con los delincuentes". Sus medidas incluyen aumentar la presencia policial con 10.000 nuevos efectivos y la aplicación de tecnología como drones y cámaras inteligentes.En Economía, la candidata apunta a un fuerte recorte fiscal de 8000 millones de dólares en cuatro años, enfocándose en "gastos insuficientes" como licencias médicas y burocracia estatal. Su meta económica es ambiciosa: lograr un crecimiento del 4% anual (frente al 2% actual), la creación de 800.000 nuevos empleos formales y la implementación de 800.000 soluciones habitacionales. Propone bajar el impuesto corporativo al 23%, con la meta de alcanzar el 18% en 10 años. También promete crear una oficina presidencial para destrabar inversiones en sectores estratégicos.En Migración, Matthei busca frenar la inmigración irregular con un cierre completo de la frontera durante su primer año. Sus propuestas incluyen la creación de una Policía Militar Fronteriza y tipificar el ingreso irregular como delito. Planea la expulsión de 3000 presos extranjeros y 10.000 inmigrantes irregulares con orden vigente.Jeannette JaraJeannette Jara, militante del Partido Comunista, es la candidata única de los partidos del oficialismo que respaldan al Gobierno de Gabriel Boric, y busca ser la primera presidenta comunista desde el retorno a la democracia. Abogada de origen humilde (nacida en Conchalí y proveniente de una población), se instaló como presidenciable gracias a su gestión como Ministra del Trabajo en el actual Gobierno. Durante su mandato, fue clave en la promulgación de leyes importantes, como la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales y el avance en la reforma previsional. En la carrera presidencial, enfrentó un complejo panorama, ya que los sondeos indican que podría ser derrotada en una segunda vuelta por cualquiera de los principales postulantes de la derecha. Para mitigar las críticas, buscó distanciarse de las posturas más controversiales de su partido, por ejemplo, criticando a los gobiernos de Cuba y Venezuela, calificando a este último de "dictadura". Incluso, prometió que, de ser elegida, "lo más probable es que suspenda o renuncie" a su militancia comunista.En Economía, Jara busca mantener y expandir los beneficios obtenidos durante el Gobierno de Boric. Su propuesta central es la imposición de un ingreso vital de 750.000 pesos (795 dólares) para los trabajadores.En cuanto a Seguridad, Jara se diferencia de la oposición enfocándose en la ruta del dinero ilícito, buscando impulsar el levantamiento del secreto bancario. Otras iniciativas incluyen el control de armas para reducir el poder de fuego de bandas criminales, la implementación de un registro biométrico, el uso de tecnologías como drones e inteligencia artificial, y el fortalecimiento de la seguridad municipal y privada. En Migración, su programa evita las deportaciones masivas. En su lugar, propone el fortalecimiento del Sistema Nacional de Migraciones con programas de ordenamiento migratorio laboral y convivencia intercultural. Impulsa un empadronamiento biométrico nacional temporal acotado a un máximo de 6 meses, con la advertencia de que quienes no se sometan a este proceso serán expulsados del país.Johannes KaiserJohannes Kaiser, diputado y abanderado del incipiente Partido Nacional Libertario (fundado en febrero de 2024), irrumpió en la recta final de la carrera presidencial disputando la hegemonía de la derecha con José Antonio Kast.Descrito como "profundamente anti totalitario," Kaiser no ha dudado en declarar que volvería a respaldar un golpe militar si se dieran las mismas circunstancias de 1973. Su ascenso en las encuestas lo ha instalado en un expectante tercer lugar, convirtiéndose en una posible sorpresa electoral. Kaiser, quien vivió su juventud entre Chile y Austria desempeñando diversos trabajos (como camarero, obrero de la construcción y vendedor de automóviles de segunda mano), se catapultó a la política tras su éxito en YouTube con el programa "El Nacional Libertario". Su discurso es frontal, rechazando el rótulo de radical. Su programa de gobierno dedica una parte significativa (más de 200 páginas) a la "batalla cultural".Propone medidas para abolir el lenguaje inclusivo y rechazar la "intromisión del Estado" en la crianza y educación. Aboga por reafirmar el valor del matrimonio religioso y la "autoridad" de los padres. Defiende la vida desde la concepción y busca "desinstalar la ideología de género". Un punto polémico de su plan es la revisión de la oferta literaria en bibliotecas para "eliminar el sesgo ideológico," con el fin de descatalogar libros para niños y adolescentes con "contenido ideológico, sexual y corrompido". Además, su militancia defiende el indulto a uniformados condenados por violaciones a los derechos humanos durante el estallido social.En Economía, el plan de Kaiser busca liberalizar aún más la economía y reducir el Estado al mínimo (proponiendo llevar los 25 ministerios a solo nueve). Propone rebajar drásticamente los tiempos para obtener permisos empresariales y la eliminación del impuesto territorial (contribuciones) tanto para viviendas como para locales comerciales. En materia tributaria, promete una reducción del impuesto corporativo del 27% al 20%, con la meta de alcanzar el 10% a futuro; para las pequeñas empresas, la reducción sería del 25% al 12,5%. En Seguridad, sus propuestas son consideradas radicales. Propone el fortalecimiento de la labor policial y de las Fuerzas Armadas, una reforma judicial y la mejora del sistema penitenciario. Además, plantea la reactivación del Servicio Militar Obligatorio, la reintegración de personal policial retirado y el endurecimiento de acciones de seguridad en la Macrozona Sur. Kaiser se ha manifestado a favor de la aplicación de la pena de muerte (derogada en 2001) para crímenes como la violación y el secuestro con resultado de muerte, así como para el sicariato. En Migración, no permitirá el ingreso irregular y apoya la expulsión masiva de migrantes sin papeles, incluyendo niños. También deslizó la opción de alcanzar un acuerdo similar al de Estados Unidos con El Salvador para expulsar a extranjeros vinculados al crimen organizado a cárceles en el exterior.Agencia AP y diario El País
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Los chilenos definen a su próximo presidente este domingo 16 de noviembre y aquellos ciudadanos que residen en la Argentina y desean saber cómo votar para presidente, podrán hacerlo si siguen una serie de pasos para sufragar en esta jornada electoral decisiva.Este domingo, además del máximo cargo del Poder Ejecutivo, se renueva la totalidad de las 155 bancas de la cámara de diputados y 23 de los 50 escaños del Senado. Según las previsiones oficiales, hay 15 millones de votantes en condiciones de asistir a las urnas.Elecciones en Chile: cómo votar desde la Argentina para presidenteDe acuerdo a la información oficial del consulado chileno, en estos comicios podrán sufragar los chilenos mayores de 18 años que tengan su domicilio electoral en el extranjero. El voto es presencial y voluntario, y solo se aplica para la elección presidencial y eventual segunda votación presidencial.Según consta en el cronograma electoral, el domingo 16 de noviembre, en el extranjero, funcionan en los horarios indicados para cada ciudad y país que determine el Consejo Directivo del Servicio Electoral.Quienes residen fuera del país, podrán recibir información sobre las elecciones consultando el consulado más cercano a su domicilio.Claves para votar desde el exterior en las elecciones de Chile 2025Los chilenos que voten en el extranjero, deben hacerlo de manera presencial, esto es, en un local de votación, con lápiz y cédula electoral que les sean entregadas en la Mesa Receptora de Sufragios, es decir, de la misma forma que ocurre en Chile.¿Quiénes pueden votar desde el extranjero?Pueden votar los electores habilitados para sufragar que estén incluidos en el padrón de electores en el extranjero determinado por el Servicio Electoral.¿Cómo votar en el exterior?El voto en el exterior se realiza de la misma manera que en Chile. Esto es, los chilenos que voten en el extranjero deben hacerlo de manera presencial, al concurrir al local de votación en el exterior determinado por el Servicio Electoral, y marcar su preferencia en la cédula electoral por la Mesa Receptora de Sufragios.Revisar los datos electoralesCon el RUN (Rol Único Nacional), que es el número de identificación único para las personas físicas, ingresar a Consulta de Datos Electorales.Quiénes son los candidatos a presidente en ChileA continuación figuran los ocho candidatos presidenciales, con sus respectivas agrupaciones políticas o pactos, que compiten el 16 de noviembre:Jeannette Jara (Partido Comunista/ Unidad por Chile)José Antonio Kast (Partido Republicano)Evelyn Matthei (Partido Unión Demócrata Independiente /Chile Vamos)Franco Parise Fernández (Partido de la Gente)Marco Antonio Enriquez-Ominami Gumucio (Independiente)Johannes Kaiser Barents-Von Hohenhagen (Partido Nacional Libertario)Eduardo Antonio Artes Brichetti (Independiente)Harold Mayne-Nicholls Secul (Independiente)