La curcumina puede ayudar a la función del cerebro.Todo lo que tenés que saber sobre sus propiedades.
El temor a la obsolescencia laboral por la IA puede transformarse en una oportunidad para evolucionar y adquirir nuevas competencias
Un audiolibro reduce la carga visual, mantiene el entretenimiento gracias al tono y al ritmo y permite aprender mientras haces otras cosas
"Caminar es, en última instancia, el acto de caer hacia adelante, sostenido por la fe en que el suelo estará allí para recibirnos", escribió el periodista y viajero Paul Salopek. Y quizá por eso, en este siglo que corre más rápido que nuestros propios pasos, caminar ha vuelto a ser un refugio. No se trata de llegar antes ni de recorrer más: es el arte de avanzar con todos los sentidos abiertos, de escuchar el mundo sin que el ruido nos devore. En plazas, caminos costeros, senderos de bosque y avenidas, una tendencia se expande como una respiración profunda: mindful walking. Nacida en las tradiciones budistas, esta práctica invita a caminar con plena atención, sin prisa, observando cada sensación en el cuerpo y en el entorno. En monasterios zen, los monjes recorren círculos o líneas rectas, sintiendo el roce de la planta contra el suelo y el vaivén del cuerpo. El maestro Thich Nhat Hanh lo resumió en una frase que hoy atraviesa océanos: "caminar en paz es hacerlo por la vida".El alimento que tiene proteína, zinc y omega-3 y que todos están sumando a su dietaLa psicóloga clínica y profesora de neurociencia de la Universidad de Oxford, Margaret Collins, lo explica así: "se trata de llevar la conciencia plena a la acción de caminar: no sólo mover las piernas, sino observar el propio cuerpo, los sonidos, la temperatura, incluso los pensamientos que van y vienen, sin juzgarlos". Para ella, es como "abrir una ventana en medio del ruido y dejar entrar aire fresco", completa.Occidente lo abrazó en los años 90, cuando los programas de reducción de estrés basados en mindfulness comenzaron a incorporar caminatas guiadas. El cardiólogo James Whitmore, de la Universidad de Melbourne, recuerda que "los primeros estudios buscaban comprobar si la reducción de cortisol observada en meditadores podía replicarse con el cuerpo en movimiento, y la respuesta fue contundente: sí, e incluso con beneficios adicionales para la salud cardiovascular".En la última década, la investigación avanzó más. Un estudio de la Universidad de Kioto reveló que treinta minutos de caminata consciente, tres veces por semana, modifican la conectividad de la corteza prefrontal, clave para la toma de decisiones y la regulación emocional. "Lo más sorprendente fue que las mejoras en el estado de ánimo eran proporcionales al grado de atención sostenida durante la caminata, no a la velocidad ni a la distancia recorrida", afirma el neurobiólogo Hiroshi Tanaka, especialista a cargo de la investigación.Pero más allá de la evidencia médica, el auge responde a una necesidad cultural: en un mundo que exige correr, la caminata consciente propone avanzar a otro ritmo, con la mente descalza. Es un antídoto contra la prisa disfrazada de productividad. "Es un retorno a lo simple para descubrir lo extraordinario que habita en lo cotidiano", afirma Collins.Hoy, los parques de Berlín, las veredas porteñas y los jardines de Tokio ven cómo personas solas o en pequeños grupos caminan con paso deliberado, respirando hondo, con las manos sueltas o entrelazadas a la espalda. Algunos lo hacen descalzos sobre césped, otros en senderos de grava. Hay quien lo practica después de una reunión, como preludio al sueño o como pausa laboral. El denominador común es la atención plena: un modo de volver al cuerpo y al presente, allí donde estén los pies.El mapa de un hábitoMariana G. (42), arquitecta, casada, madre de dos hijos adolescentes, recuerda con una sonrisa el día que decidió caminar "de otra manera". "No fue que empecé a moverme más despacio â??cuentaâ??, sino que, por primera vez, presté atención a todo lo que pasaba mientras caminaba. Era como si las calles de siempre tuvieran otra luz". Aquel cambio comenzó por recomendación de su kinesiólogo, después de una contractura recurrente: treinta minutos de caminata consciente tres veces por semana. Lo que parecía una rutina más, pronto se volvió su ritual de equilibrio.El mindful walking no exige equipamiento ni lugares especiales, pero sí una actitud distinta. Según el fisioterapeuta y especialista en movimiento consciente Erik Johansson, de la Universidad de Lund, "el primer paso es decidir que la caminata no será un trámite: es un momento para estar con uno mismo y con el entorno".Los pasos básicos son sencillos: se comienza con una postura erguida pero relajada, se intenta sentir el contacto de los pies con el suelo en cada paso, mientras se coordina el ritmo de la respiración con el movimiento. Durante el paseo se observa lo que ocurre alrededor â??sonidos, colores, temperaturaâ?? sin evaluarlo. Cuando la mente se distrae, se procura volver suavemente la atención al paso siguiente.En ciudad, se recomienda elegir recorridos con veredas amplias y menor flujo de tránsito, aunque incluso en calles concurridas se puede entrenar la atención. En la naturaleza, el terreno irregular estimula el equilibrio y la percepción corporal. También existe la versión indoor: caminar lentamente en un pasillo o incluso en una habitación, práctica habitual en hospitales y centros de meditación.Un estudio conjunto de la Universidad de Stanford y el Instituto Karolinska mostró que esta práctica mejora la capacidad creativa hasta en un 60 % durante las horas posteriores al recorrido. "Caminar con conciencia cambia la forma en que el cerebro integra la información sensorial, lo que repercute en la memoria y la toma de decisiones", explica Johansson.En el plano físico, investigaciones de la Universidad de Toronto hallaron que la caminata consciente regular reduce la presión arterial y mejora la variabilidad cardíaca, indicador clave de salud cardiovascular. "La diferencia respecto a una caminata rápida convencional es que el cuerpo no sólo se beneficia del movimiento: también recibe un mensaje constante de calma que regula el sistema nervioso autónomo", detalla la cardióloga Isabelle Fournier, especialista a cargo del estudio. Mariana confirma, sin saberlo, esos hallazgos: "al mes, noté que no sólo estaba más relajada, sino que dormía mejor. Y lo más curioso es que comencé a recordar más detalles de mis días, como si todo se hubiera vuelto más nítido".El sosiego que transformaMartín L. (35), diseñador gráfico, soltero y fanático del running, confiesa que nunca imaginó que frenar su ritmo le traería tantos beneficios. "Cuando me hablaron de mindful walking, pensé que era sólo caminar lento. Pero descubrí que se trata de algo más profundo: aprender a observar lo que sucede dentro y fuera de uno, sin intentar cambiar nada", indica. Su primera experiencia fue tras un período de ansiedad y estrés laboral intenso, y desde entonces integró esta práctica en su rutina diaria.La psicóloga clínica y profesora de la Universidad de Toronto, Elena Ruiz, explica que "el mindful walking activa mecanismos neurobiológicos que disminuyen la producción de cortisol, la hormona del estrés. Además, favorece la regulación emocional y mejora la atención sostenida".Un estudio realizado en la Universidad de Harvard demostró que quienes practican caminatas conscientes al menos cuatro veces por semana presentan una disminución del 35% en los síntomas de ansiedad generalizada. "La atención plena durante la caminata ayuda a desconectar de los pensamientos obsesivos y a enfocarse en el presente", agrega Ruiz.Más allá del impacto mental, la práctica mejora la postura y el tono muscular. El fisioterapeuta Jorge Méndez, de la Universidad Nacional de Colombia, especialista que se ha dedicado a analizar esta nueva tendencia, señala que "caminar con conciencia corrige desequilibrios posturales comunes y fortalece los músculos estabilizadores, especialmente en la zona lumbar y la pelvis".Un ensayo clínico realizado en la Universidad de Sydney confirmó que participantes que incorporaron mindful walking a su rutina diaria mejoraron su alineación corporal y redujeron molestias musculares en un 40% después de seis semanas. "El cuerpo aprende a escuchar sus señales y ajustar la marcha de manera saludable", concluye Méndez.Martín, en su experiencia, valora esa armonía física y mental que ha encontrado: "Caminar así me conecta con mi respiración y calma mi mente, pero también me hace sentir más fuerte y presente en mi cuerpo. No es solo ejercicio: es un encuentro conmigo mismo".El paso que puede cambiar un díaSofía M. (29), periodista recién separada, descubrió el mindful walking cuando buscaba una forma de manejar la ansiedad que le provocaba la vorágine de la ciudad. "Comencé haciendo pequeños paseos conscientes camino al trabajo. Al principio parecía extraño, incluso inútil, pero con el tiempo se volvió un espacio sagrado en mi rutina diaria", confiesa.La caminata consciente puede incorporarse en la práctica cotidiana sin grandes cambios. "Caminar mindful no requiere horas ni un lugar especial -explica la terapeuta ocupacional Laura Kim, de la Universidad Berkeley de California-. Se puede practicar en el trayecto al trabajo, durante la pausa del almuerzo o en pequeños paseos al aire libre".Aprovechar la caminata hasta la parada del colectivo para sentir cada paso, el sonido del viento o el roce de las hojas. Usar la caminata como pausa consciente entre tareas o reuniones, son algunas de las alternativas que se pueden comenzar a poner en práctica. "No es cuestión de velocidad o distancia, sino de calidad de atención", destaca Kim.Entre los prejuicios más frecuentes está creer que mindful walking es "caminar lento sin sentido" y excusas como "no tengo tiempo para esto". El neurólogo Andrés Molina, de la Universidad de Barcelona, abocado a interpretar los beneficios de caminar, afirma: "la atención plena puede integrarse en pequeños momentos y no requiere largos períodos. Además, mejora la eficiencia mental y reduce el estrés, por lo que al final se gana tiempo y bienestar".Otro mito es que siempre hay que practicarlo en la naturaleza o solo. "Si bien los entornos naturales potencian la experiencia, esta es una práctica que puede hacerse en cualquier contexto y acompañado si eso facilita la constancia", añade Molina.Sofía confirma: "al principio creía que no podía hacerlo en medio del tránsito o la gente, pero aprendí a encontrar ese espacio interior donde nadie me interrumpe". En definitiva, el mindful walking invita a recuperar el tiempo fragmentado, a convertir cada paso en un acto de presencia y cuidado. No es una moda pasajera sino una invitación a caminar hacia el bienestar integral.Claves para una práctica consciente Dedicar un momento exclusivo. "Elegir un espacio en la agenda, aunque sea breve, es el primer paso para convertirlo en un hábito", afirma Margaret Collins, psicóloga clínica de Oxford. Reservar aunque sean 10 o 15 minutos al día, sin interrupciones ni urgencias, crea un espacio sagrado que fortalece la práctica. No es necesario esperar un día libre o un entorno ideal: la clave está en otorgarse ese permiso de pausa que, con la repetición, se vuelve indispensable para el bienestar.Empezar con una respiración profunda antes de dar el primer paso, para centrar la atención y preparar el cuerpo. "La respiración es el ancla que sostiene la mente en el presente", explica Erik Johansson, especialista en movimiento consciente. Respirar con intención activa el sistema nervioso parasimpático, responsable de la calma y la recuperación. Además, conectar la respiración con el ritmo de la marcha genera una armonía natural que facilita el flujo meditativo durante toda la caminata. Observar cada sensación corporal. El contacto del pie con el suelo, el movimiento de las piernas, el balanceo de los brazos. "El cuerpo es un mapa lleno de información valiosa si aprendemos a escuchar sin juzgar", señala Jorge Méndez, fisioterapeuta de la Universidad Nacional de Colombia. Al prestar atención a estas micro-sensaciones, se despiertan áreas cerebrales relacionadas con la propiocepción y el bienestar general. Esto ayuda a prevenir lesiones y a cultivar un vínculo más respetuoso con el cuerpo, fundamental para sostener la práctica a largo plazo. Integrar los sentidos en la experiencia. Sonidos, olores, temperaturas, colores. "Abrir los sentidos nos ayuda a estar más despiertos, más vivos en cada paso", dice Elena Ruiz, psicóloga. No se trata sólo de ver o escuchar, sino de sentir el aire en la piel, percibir los aromas del entorno y notar las variaciones térmicas. Esta multisensorialidad despliega una riqueza sensorial que amplifica la conexión con el presente y ayuda a reducir el ruido mental. Aceptar las distracciones sin frustrarse. La mente se irá y volverá muchas veces. "La paciencia es parte esencial de la práctica; el objetivo no es eliminar los pensamientos sino no engancharse en ellos", advierte Laura Kim, terapeuta ocupacional de Berkeley. Reconocer la distracción como parte del proceso evita la autocrítica y fomenta la compasión hacia uno mismo. Cada vez que la mente se dispersa y vuelve, se fortalece la capacidad de atención plena. Evitar el uso de dispositivos o música que interrumpan la atención plena. Aunque para algunos acompañar con sonidos suaves puede ser útil al inicio, "la verdadera experiencia se encuentra en el silencio interno y externo", recomienda Andrés Molina, neurólogo de la Universidad de Barcelona. La ausencia de estímulos externos facilita la observación de los procesos internos y la sincronía con el entorno natural, potenciando el efecto restaurador del mindful walking. Practicar en diferentes entornos para explorar nuevas sensaciones: naturaleza, ciudad, interiores. "Cada espacio ofrece un paisaje sensorial único que enriquece la práctica", asegura Margaret Collins. Cambiar de entorno obliga a la mente y al cuerpo a adaptarse y descubrir nuevas formas de atención, evitando la rutina y profundizando el contacto con el presente. Desde un parque silencioso hasta la vibración de una calle transitada, cada escenario invita a una experiencia diferente. No obsesionarse con la cantidad de pasos o la velocidad. "Los 10.000 pasos diarios son un número arbitrario; lo valioso es la calidad de la atención que brindamos al caminar", recuerda James Whitmore, cardiólogo de Melbourne. La meta no es alcanzar una cifra, sino cultivar la presencia en cada paso, independientemente del ritmo o la distancia. Esta actitud transforma un acto cotidiano en un acto de cuidado profundo. Incorporar pequeñas pausas conscientes durante el día para reencontrarse con el cuerpo y la mente. "Un minuto aquí y otro allá suma y transforma", dice Erik Johansson. En medio de jornadas laborales o tareas domésticas, detenerse un momento para sentir la planta del pie o respirar con atención puede ser suficiente para recomponer el equilibrio interno. Estas microprácticas favorecen la resiliencia emocional y la claridad mental.Mantener la constancia sin rigidez. "El mindful walking es una invitación amable, no una obligación; cada caminata es un reencuentro posible", concluye Margaret Collins. La flexibilidad para adaptarse al ritmo propio, sin expectativas rígidas, permite sostener la práctica como un acto de amor propio y no como una carga. Así, el camino se vuelve un espacio de libertad y sanación.
Diversos científicos advierten que permanecer despierto durante la madrugada altera los mecanismos que regulan las emociones y el autocontrol, incrementando la tendencia a conductas impulsivas, negativas o de riesgo
Diversos estudios observacionales sugieren que el consumo frecuente de edulcorantes artificiales podría relacionarse con alteraciones en la función cognitiva y el estado de ánimo
El consumo de probióticos específicos puede ayudar a reducir el estrés en el sistema digestivo y favorecer el bienestar emocional. Los últimos hallazgos de la ciencia
La madre de Josué Liu Lojo Cochachis denuncia que su hijo de 19 años sufrió maltratos en la escuela policial de San Martín y solicita al ministro del Interior su traslado urgente a Lima para que sea operado
A pesar de ser conscientes de la necesidad de encontrar un hueco para dedicarnos a nosotros mismos a lo largo del día, muy pocas veces conseguimos hacerlo porque no somos capaces de decir que no
El implante cerebral bidireccional logra que personas ciegas distingan formas y letras
Investigadores de la Universidad de California identificaron que ciertos patrones fisiológicos conectan sistemas corporales antes considerados independientes
La ciencia reLa actividad física previene enfermedades neurodegenerativas y contribuye a preservar la función cerebral, según nuevas investigaciones de médicos de Cleveland Clinic
El centro del estudio radica en el desarrollo de técnicas que buscan reflejar la forma en que las neuronas establecen vínculos dentro del cerebro humano
Expertos de la UNAM destacan que la escritura tradicional activa múltiples áreas cerebrales, mejora la retención de información y potencia habilidades cognitivas
Un estudio de la Universidad del Sur de California advirtió que, en personas mayores, puede generar los primeros cambios cerebrales vinculados a trastornos neurodegenerativos, incluso cuando los registros promedio parecen normales
La actualización del asistente de Apple, Siri, tendrá en su base un modelo desarrollado por Google que le permitirá ofrecer funciones más avanzadas de inteligencia artificial (IA), pero sin cambiar la interfaz de la compañía tecnológica.Para dotar de funciones de IA avanzadas a Siri, Apple barajó utilizar tecnología de compañías de terceros como Anthropic u OpenAI, aunque finalmente el acuerdo se ha cerrado con Google, que trabaja en un modelo personalizado basado en las capacidades de Gemini.Este modelo se ejecutará en los servidores de nube privada de Apple, pero no significa que los servicios de Google ni las características de Gemini actualmente disponibles en los dispositivos Android vayan a aparecer en Siri.Como explica el periodista de Bloomberg Mark Gurman en su boletín Power On, Siri mantendrá la interfaz de usuario de Apple, solo que sus nuevas funciones estarán impulsadas por el modelo.Se espera que el asistente de voz rediseñado llegue en la primavera boreal de 2026, mucho más inteligente y útil. También incorporará lo que se conoce como Apple Intents, la integración de Siri con otras aplicaciones y con capacidad para comprender el lenguaje natural para facilitar el control completo del dispositivo solo con la voz.Algunas de las funciones prometidas de Apple Intelligence
La neuropsicóloga Lucía Crivelli, en su columna de Infobae en Vivo, explicó en qué consiste la afección que dificulta la capacidad de identificar personas conocidas
Los déficits cognitivos relacionados con la edad comienzan muy temprano en la edad adulta. Para ello, es importante crear hábitos saludables que incluyen ejercicio, nuevas habilidades e interacciones sociales
La acumulación de habilidades y experiencias modifica la estructura sensorial y motora en la madurez
El cerebro puede estar activo unos segundos o minutos, y en ese intervalo se registran descargas eléctricas intensas similares a las que ocurren cuando recordamos algo muy vívido
El trabajo de Miranda Schwacke revela los desafíos y avances en la búsqueda de sistemas inteligentes más eficientes, inspirados en la biología, que transforman el futuro de la IA
La ciencia argumenta que guardar un secreto es una tarea que supone diversos conflictos, por lo que puede tener ciertos efectos en la persona.
La combinación de tecnología y movimiento muestra resultados positivos en la estructura cerebral de adultos.Una investigación reciente sugiere que esta práctica podría ralentizar el deterioro cognitivo y mejorar la memoria.
Un equipo científico identificó la función de ciertas anticipaciones neuronales que optimizan la ejecución de movimientos, abriendo posibilidades tanto para la rehabilitación como para el desarrollo de tecnología aplicada en neurociencia
El apertura de 38 años, además alcanzó un récord en los playoffs de la URBA.Con el título a cuestas, ahora el Cardenal jugará otra final: la del Nacional de Clubes.
Su enorme capacidad visual le permite detectar a depredadores a kilómetros de distancia, lo que se une a otras características que reúne y que lo convierten en una de las especies más curiosas
La autora de 'Mente calma' conversa con 'Infobae España' sobre rumiaciones mentales, sus efectos en la salud física y mental y algunas técnicas para aliviarlas
Especialistas proponen rutinas diarias y cambios de hábitos para potenciar el enfoque y la agudeza mental a cualquier edad
Investigadores de la Universidad Otto von Guericke comprobaron que ciertas áreas, como la corteza sensorial, pueden expandirse y reforzar sus conexiones en adultos mayores. El hallazgo, publicado en Nature Neuroscience, redefine la visión tradicional del envejecimiento cerebral
La amígdala y el hipocampo son las regiones del cerebro encargadas de activar el sistema nervioso ante una situación terrorífica
La senadora y precandidata aseguró que el Estado colombiano no tuvo responsabilidad en el exterminio de la UP, pese a que la Cidh así lo estableció
Una investigación del MIT identificó conexiones inesperadas entre el descanso insuficiente y los procesos que influyen en el rendimiento mental y corporal
La herramienta digital permite observar con precisión la evolución de regiones y células clave durante las primeras etapas de la vida. Los detalles publicados en Nature Communications
Al llegar la madurez, el cerebro necesita estímulos para ralentizar el deterioro cognitivo
Hay un momento en el que uno se da cuenta de que lleva veinte minutos leyendo titulares sobre guerras, crisis, catástrofes o escándalos, sin haber aprendido nada nuevo. Ese impulso de seguir deslizando â??aun cuando el cuerpo pide pararâ?? tiene nombre: doomscrolling.El término combina doom (fatalidad) y scrolling (desplazarse) y describe la tendencia a consumir de forma compulsiva información negativa o alarmante. Lo hacemos por curiosidad, ansiedad o la sensación de que necesitamos "estar al tanto", pero lo que en apariencia es información, en realidad activa circuitos cerebrales similares a los de una adicción.Cómo funciona el cerebro durante el doomscrollingEl cerebro humano tiene un sesgo de negatividad: procesa con mayor intensidad la información amenazante que la positiva. En contextos digitales, donde abundan titulares diseñados para captar atención, ese sesgo se amplifica y dispara una respuesta automática de alerta. Estudios de neurociencia (Harvard Medical School) explican que al consumir noticias negativas, la amígdala cerebral se activa y libera cortisol, la hormona del estrés, mientras la corteza prefrontal â??encargada del control racionalâ?? reduce su actividad.A la vez, un estudio realizado por la University Hospotals, demostró que cada nueva noticia o publicación desencadena una pequeña liberación de dopamina, la misma sustancia que interviene en los mecanismos de recompensa. Es decir: aunque la experiencia sea desagradable, el cerebro la asocia con "algo nuevo" y quiere más. Con el tiempo, esos circuitos se refuerzan por repetición: cuanto más se doomscrollea, más automático se vuelve el gesto de abrir el teléfono y buscar lo negativo (Freedom Research Lab).Doomscrolling: lo que muestran los estudiosUn análisis publicado en Personality and Individual Differences examinó a más de 800 adultos y encontró que el doomscrolling está asociado con mayor ansiedad, depresión y menor bienestar subjetivo. Otra investigación, de la Universidad de Oklahoma, observó que las personas con alta intolerancia a la incertidumbre son más propensas a caer en este patrón de consumo, mientras que la resiliencia psicológica actúa como factor protector.Por otro lado, un estudio de 2024 sobre los efectos cognitivos del uso excesivo de pantallas encontró que la exposición constante a estímulos fragmentados deteriora la atención sostenida y la memoria de trabajo, fenómeno que algunos investigadores ya vinculan con el concepto popular de brain rot. Por su parte, un trabajo del Journal of Media Psychology advirtió que las personas que dedican más de una hora diaria a consumir noticias negativas reportan un aumento del 30% en síntomas de ansiedad frente a quienes se informan solo una vez al día.Cómo impacta en la salud mentalMás allá de lo que ocurre en el cerebro, el doomscrolling deja una huella clara en la manera en que pensamos, sentimos y nos vinculamos con el entorno. Las personas que lo practican con frecuencia describen una mezcla de agotamiento emocional, irritabilidad y una sensación de estar siempre "al borde" de algo. Ese estado de alerta crónica puede generar lo que los psicólogos llaman fatiga informativa: una saturación mental que vuelve difícil procesar datos nuevos o distinguir lo relevante de lo accesorio.Diversos estudios señalan que esta exposición constante a lo negativo alimenta pensamientos catastrofistas y una visión distorsionada del mundo. Cuando las noticias más visibles son tragedias, conflictos o escándalos, el cerebro termina asumiendo que la realidad entera funciona bajo esa lógica. Esa percepción incrementa la ansiedad y puede derivar en un círculo de desconfianza o desesperanza que, paradójicamente, nos empuja a buscar aún más información.También se observan efectos conductuales: dificultades para desconectarse, alteraciones del sueño y una marcada reducción del bienestar subjetivo. No se trata solo de estrés; es un tipo de cansancio emocional más profundo, donde la mente se siente saturada y el cuerpo, inquieto. Algunos trabajos incluso vinculan el doomscrolling con una menor capacidad de disfrutar experiencias cotidianas, ya que la atención permanece anclada en la próxima actualización o en la próxima alarmaQué podés hacer para cortar el cicloFijar horarios para informarte. Limitar el consumo de noticias a momentos concretos del día reduce la exposición constante.Evitar leer titulares negativos antes de dormir. La excitación emocional nocturna interfiere con la calidad del descanso.Curar tus fuentes. Seguir medios confiables y evitar portales sensacionalistas disminuye el sesgo de negatividad.Alternar con contenidos positivos o educativos. Equilibrar el feed ayuda a recalibrar la percepción del mundo.Practicar pausas sin pantalla. Leer en papel, caminar o simplemente dejar el celular lejos por unos minutos restablece el control atencional.Entrenar la resiliencia emocional. Estudios muestran que la meditación y el mindfulness fortalecen la tolerancia a la incertidumbre.
Investigadores de la Universidad McGill comprobaron que dedicar solo media hora al día a ejercicios mentales potencia la agilidad y la función cognitiva
Healthday Spanish
Andrea Genazzani, referente mundial en endocrinología ginecológica y neuroendocrinología, destacó el rol neuroprotector de la terapia hormonal de la menopausia, descartó mitos y afirmó que, bien hecha, es segura."Está totalmente subutilizada", afirmó la especialista Rita Caro.
Con un solo pensamiento se activan más de un millón de neuronas que liberan la hormona que puede activar la mente
El médico italiano Carlo Giacomini desarrolló en el siglo XIX una técnica única para conservar cerebros humanos y cuestionó las teorías que vinculaban la forma del cerebro con la criminalidad
Un equipo del UT Southwestern Medical Center descubrió cómo neuronas presentes en el reloj biológico neuronal impulsan este comportamiento. Claves para evitar el exceso de peso en quienes tienen horarios atípicos
Científicos españoles explorarin cómo este líquido podría convertirse en una herramienta clave para detectar de forma temprana patologías oculares y neurodegenerativas
Especialistas del Instituto Karolinska de Suecia analizaron datos de más de 27.000 adultos y confirmaron que las rutinas nocturnas pueden reflejarse en un envejecimiento prematuro del cerebro
la revisión internacional liderada por la university of melbourne revela que la mayoría de los síntomas digestivos atribuidos a este componente tienen causas distintas y pueden requerir enfoques personalizados
Una revisión presentada por The Menopause Society analizó resonancias magnéticas y halló que la disminución hormonal durante esta etapa reduce el volumen de la materia gris, lo que puede explicar los olvidos, la dificultad para concentrarse y los cambios en el ánimo que muchas mujeres experimentan
Un hallazgo del Brigham and Women's Hospital revela que ciertas áreas cerebrales permanecen en alerta mientras dormimos, sugiriendo un delicado equilibrio entre el descanso y la capacidad de captar señales externas
Un nuevo estudio hace foco en la relación entre hábitos de descanso y salud cognitiva.
Médicos, consultados por Self, señalan que ciertas rutinas cotidianas pueden acelerar el deterioro cerebral, y destacan estrategias simples para mantener la mente saludable
Healthday Spanish
En La Fórmula Podcast, el biólogo y divulgador científico Fabricio Ballarini, analizó cómo las conductas humanas en el cortejo comparten rasgos con las de otras especies. Explicó el papel de la saliva en la elección de pareja y reveló qué sucede en el cerebro durante los primeros meses de enamoramiento. Además, reflexionó sobre la influencia de los factores culturales en la ciencia y cómo los vínculos sociales favorecen el bienestar
El experto en nutrición desvela a través de sus redes sociales cinco consejos para llenar el carro de la compra de forma efectiva y saludable
El senador estadounidense lo había tratado de "payaso" en un mensaje previo, publicado en redes sociales. El presidente colombiano le contestó
Durante un Consejo de Ministros televisado, el presidente cambió la agenda inicial con su gabinete para responder de forma directa a sus críticos en Estados Unidos por su política antidrogas
Un diario de Nueva York hizo la revelación cuando estaba en campaña por la presidencia.Robert F. Kennedy Jr. habría tenido una larva de tenia porcina, según especularon varios médicos.
Por primera vez, científicos lograron medir diminutas pulsaciones en microvasos cerebrales en personas vivas y determinaron los vínculos que comparte este patrón con el deterioro cognitivo
La inactividad física favorece el deterioro de la memoria, la pérdida de masa muscular y eleva el riesgo de enfermedades crónicas. Cómo empezar a ejercitarse y prevenirlas
Los investigadores describieron la escena como una de las más impactantes que hayan vivido en los últimos años.El asesino usó un cuchillo y una sierra. Cómo sigue el caso.
El congresista de EE. UU. arremetió nuevamente contra el presidente colombiano, cuestiona su salud mental y liderazgo tras declaraciones cruzadas sobre la política internacional y el expresidente Donald Trump
Vivimos tiempos donde el cansancio mental, la distracción constante y el estrés crónico se volvieron casi parte del paisaje. Pero lo que muchas personas no saben es que la neurociencia actual y el biohacking ofrecen herramientas prácticas y comprobadas para revertir ese deterioro. Podemos entrenar al cerebro para que no solo no envejezca antes de tiempo, sino para que funcione mejor con los años. El próximo 1° de noviembre voy a estar compartiendo una experiencia única en el Bienestar Fest, el festival que organiza LA NACION junto a Osde en el Hipódromo de Palermo. Daré una conferencia donde la ciencia, la mente y el cuerpo se encuentran para despertar algo mucho más profundo: la posibilidad de tener un cerebro que dure 100 años funcionando en plenitud.En esta charla no vas a escuchar solo teoría. Vas a vivir una experiencia en tu propio cuerpo. Vamos a movernos, respirar, enfocar la mente, activar los sentidos y reprogramar la biología desde adentro. Vas a experimentar en primera persona qué sucede cuando combinamos respiración, atención plena, estimulación cerebral y movimiento consciente.Conseguí tus entradas para el Bienestar Fest haciendo clic acá.Porque el cerebro no se rejuvenece leyendo sobre él. Se rejuvenece activándolo, desafiándolo, oxigenándolo y emocionándolo.Cada práctica que vamos a compartir está respaldada por estudios científicos y años de trabajo con miles de personas alrededor del mundo. (Lidero la comunidad más grande de bienestar de habla hispana con más de 14 mil personas suscriptas abocadas a potenciar el bienestar en sus vidas).Desde ejercicios simples para mejorar la memoria y la concentración, hasta técnicas para aumentar la producción de BDNF (la proteína que estimula nuevas neuronas) y regular el cortisol, la hormona del estrés. View this post on Instagram A post shared by MARCOS APUD â?¢ PSICOÌ?LOGO â?¢ BIOHACKER (@marcosapud_ok)La conferencia va a ser también un viaje de autoconocimiento. Vas a descubrir cómo tu mente puede ser tu mayor aliada o tu principal saboteadora, y cómo reprogramar esos circuitos con herramientas que podés aplicar todos los días, sin depender de dispositivos ni laboratorios. Solo con tu cuerpo, tu respiración y tu conciencia.Hacé clic acá para conseguir entradas para el Bienestar FestVamos a explorar cómo cuidar ese órgano maravilloso de un kilo y medio que determina todo: tus pensamientos, tus emociones, tus decisiones, tu longevidad. Vas a comprender que la salud cerebral no es una cuestión genética, sino el resultado de cómo dormís, cómo respirás, cómo te movés, qué pensás y cómo te alimentás.El objetivo es simple pero poderoso: que salgas de esa conferencia con una sensación de claridad, energía y propósito, sabiendo que tenés en tus manos la posibilidad de extender la juventud de tu cerebro y, con ella, la de tu vida entera.No se trata de vivir más años, sino de vivirlos con lucidez, foco y vitalidad. Porque la verdadera longevidad comienza en la mente, y el futuro pertenece a quienes aprenden a entrenarla. Nos vemos en Bienestar Fest para vivirlo juntos, una experiencia donde la ciencia se vuelve cuerpo, y el conocimiento, energía.El autor es psicólogo, biohacker, wellness coach y especialista en neurolongevidad.
Investigadores de Alemania presentan un mecanismo novedoso que posibilita responder de manera adaptativa ante desafíos emocionales, equilibrando funciones fisiológicas en presencia de estados emocionales intensos o restrictivos
Saber cuidarse y dedicar esfuerzo consciente a la mente, fortalece los vínculos que creamos con nuestros seres queridos, pero, sobre todo, nos enseña a priorizarnos y a ponernos en primer lugar
El presidente debe retractarse de sus declaraciones de manera pública en un consejo de ministros y en un plazo de cinco días hábiles
De acuerdo a los hallazgos del RIKEN Center for Brain Science, durante el descanso nocturno más intenso se optimizan procesos internos que favorecen el aprendizaje y la protección de las funciones mentales al día siguiente
"Leer es una gran manera de expandir nuestro horizonte de experiencias". Así lo explicó Raymond Mar, doctor en psicología de la Universidad de York, en Canadá, quien estudió el comportamiento del cerebro cuando una persona lee. Y es que leer la historia de un personaje en una novela es casi igual a vivirla, según estudios sobre la actividad cerebral.Pero este es solo uno de los descubrimientos de los científicos sobre el enigmático funcionamiento del órgano más complejo del humano y su relación con la lectura. BBC Mundo entrevistó a tres investigadores que estudiaron qué pasa en nuestro cerebro cuando leemos.Cerebro versus menteSi hay algo que los científicos destacan desde un principio es la diferencia entre cerebro y mente. "Con el fin de entender lo que hace el cerebro, tenemos que entender lo que hace la mente. No podemos hablar del cerebro por sí solo", señaló Keith Oatley, profesor emérito de Psicología Cognitiva de la Universidad de Toronto, Canadá."No es el hecho de saber simplemente si un área particular del cerebro se activa cuando leemos, sino en conocer cómo funciona la mente en ese proceso", coincidió Mar.Fotos en la menteUna de las primeras reacciones que provoca leer es crear fotos en la mente. "Hay evidencia de que cuando se lee, la mente crea o recuerda objetos que se asemejan a la descripción", afirmó Mar a BBC Mundo."Básicamente, si lees una rica descripción de una escena, podrás ver la activación cerebral en la corteza visual. Hay similitudes entre percibir y leer acerca de la percepción", añadió.¿Vivimos lo que leemos?Oatley y Mar concluyeron que el cerebro, al parecer, no distingue claramente entre leer sobre la experiencia de un personaje de ficción y vivir esa actividad en la vida real. "Aparentemente hay similitudes en la forma en que el cerebro reacciona a leer sobre algo y experimentarlo", explicó Mar.Según el especialista, cuando una persona lee que un personaje ficticio está realizando determinada actividad, las áreas del cerebro que se activan son las mismas a las que esa persona utiliza para llevar a cabo esa acción. "Como sabemos, cuando leemos una historia cuyo protagonista enfrenta una situación peligrosa o temerosa, nosotros sentimos miedo", ejemplificó Mar.Y esto está claramente relacionado con la empatía, el sentimiento de identificación con algo o alguien. "Se descubrió que hay áreas del cerebro que se pueden supervisar para saber si la gente es empática en la vida cotidiana, y esas regiones son las mismas que se activan cuando se está leyendo acerca de los personajes, porque el proceso psicológico es similar", advirtió Oatley a BBC Mundo.MovimientosSi leemos un verbo que denota actividad, ¿el cerebro interpreta que la estamos haciendo? "Las regiones motoras en el cerebro que se activan cuando leemos en silencio una palabra de acción, están muy cerca de las regiones que se activan cuando se lleva a cabo el movimiento", señaló Véronique Boulenger, investigadora en Neurociencia Cognitiva del Laboratorio de Dinámicas de Idioma en Lyon, Francia.Si se lee una acción realizada con la pierna como patear, caminar o correr, el cerebro activará la región motora, según la investigadora. "De alguna manera, el cerebro simula la acción que lee", añadió Boulenger a BBC Mundo.CompeticiónPero, ¿qué pasa si leo un verbo de acción e intento hacer un movimiento al mismo tiempo? "En un estudio pedimos a los participantes que simultáneamente lean los verbos de acción en una pantalla y tomen un objeto. Descubrimos que la concreción de los movimientos eran más lentos que llevarlos a cabo sin estar leyendo", explicó Boulenger.Esto sucede porque existe una "interferencia o competición" en el cerebro por la utilización de los mismos recursos de dicho órgano, agregó la investigadora.Literal o idiomáticoEn otro estudio con imágenes por resonancia magnética funcional (IRMf), que rastrea la actividad cerebral en tiempo real, Boulonger analizó la lectura de frases literales o idiomáticas que incluían un verbo de acción relacionados con el brazo o la pierna."Para ambos tipos de frases, además de la activación de regiones cerebrales del idioma (frontal inferior y la corteza temporal), se observó la activación de regiones cerebrales motoras y pre motora", describió.Según la especialista, las flechas muestran que las frases relacionadas al brazo activan la zona del cerebro motora que representa el brazo, mientras que las oraciones con piernas provocan la activación motora de una zona del cerebro distinta. Esto responde a la somatotopía de la corteza motora del cerebro, que es la organización en la cual las diferentes partes del cuerpo están representadas en distintas sub-regiones de la corteza motora.ParalelismoTambién existe una superposición entre las regiones cerebrales que parecen estar involucradas en el proceso de comprensión de historias y las que utilizamos para entender a otras personas. Entonces, al leer y sentir empatía con personajes de ficción ¿se puede entender mejor a las personas en la vida real?Así lo cree Mar. "Esto puede significar que podríamos aprender algo o mejorar nuestra capacidad para entender a otras personas si frecuentemente leemos y nos involucramos en historias y personajes dentro de ellas", analizó."Por ejemplo, puede que nunca sepamos cómo es como vivir como una persona con discapacidad", dijo y añadió: "Pero podríamos acercarnos a entender esa experiencia si leemos un relato muy bien escrito que nos pone en el lugar de la persona que lo está viviendo".Por Analía Llorente
Descubre hábitos simples y efectivos respaldados por la ciencia que ayudan a proteger la memoria, estimular la mente y retrasar los efectos del envejecimiento cerebral, sin importar la edad
En cinco días, el mandatario deberá retractarse por esa y otras polémicas frases dichas en un Consejo de Ministros: una ciudadana lo entuteló para proteger el derecho a la igualdad y la dignidad de las mujeres
El impacto sorprendente de los alimentos en el rendimiento escolar
El cantante madrileño ha acudido como invitado al espacio de Antena 3 para promocionar su película documental, 'Hasta que me quede sin voz'
Este mineral contribuye a equilibrar las emociones, reducir la ansiedad y mejorar la calidad del sueño, jugando un papel clave en el bienestar mental
El neurocirujano destacó que la interacción social es clave para que el principal órgano del sistema nervioso funcione de buena forma
El evento tecnológico reúne a líderes y startups de más de 180 países, destacando implantes cerebrales, edición genética y simuladores cuánticos como las grandes promesas del futuro médico y digital
Un estudio de la University of Western Australia desafía la creencia popular de que las capacidades cognitivas se ven mermadas conforme envejecemos
Frente a líderes del encuentro empresario, Federico Lauría, de la productora Dale Play, apeló a la sensibilidad del sector privado y reclamó colaboración para potenciar a la generación de artistas argentinos que logró trascender fronteras, con un mensaje enfático sobre el impacto global de su trabajo
Este pasatiempo funciona como un ensayo de distintas conductas de la vida adulta.Una investigación demostró que el juego también activa el llamado pensamiento social.
Un estudio analizó distintas habilidades psicológicas y planteó cuándo los atributos vinculados a la toma de decisiones, la responsabilidad y la estabilidad emocional llegan a su punto más alto
La voz materna es reconocida como un estímulo excepcionalmente potente y fundamental para el desarrollo del bebé. Así lo determinó un reciente estudio liderado por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad Stanford, el cual demostró su importante efecto neurológico: la exposición regular a la voz de la madre no solo fortalece el vínculo afectivo, sino que favorece directamente la maduración de las vías cerebrales asociadas al lenguaje en los recién nacidos, un hallazgo relevante para el tratamiento de bebés prematuros.La investigación, publicada en la revista especializada Frontiers in Human Neuroscience, se centró en un grupo de 46 bebés prematuros -nacidos con más de ocho semanas de antelación- que permanecían hospitalizados en centros médicos de Estados Unidos afiliados a Stanford Medicine. Según trascendió, el equipo de expertas en pediatría dispuso que las madres se grabaran mientras leían un capítulo de El Oso Paddington en su idioma nativo. Luego, aquellas grabaciones fueron reproducidas para sus hijos durante la noche, en lapsos de diez minutos, con el objetivo de alcanzar un total de 160 minutos diarios a lo largo de las semanas previas al alta.El estudio fue liderado por Katherine Travis, quien era profesora en Stanford Medicine al momento de la investigación y hoy es académica de la Facultad de Medicina Weill Cornell y el Instituto Neurológico Burke; junto a Melissa Scala, profesora de pediatría y neonatóloga en el Hospital Infantil Lucile Packard de Stanford, y Heidi Feldman, especialista en Pediatría del Desarrollo y del Comportamiento."Aspiramos a que estos resultados les proporcionen sosiego y la certeza de que, a pesar de la distancia, su voz ejerce una incidencia real y favorable en la evolución de sus hijos", sostuvo Scala sobre la experiencia de muchos padres, quienes se sienten incapaces de acompañar a sus hijos en estas circunstancias. El objetivo principal del estudio era darles a los bebés prematuros el momento que se estaban perdiendo. Como tienen que quedarse semanas o meses en el hospital, escuchan mucho menos la voz de mamá, lo que les genera una falta de estímulo auditivo clave.Para probar el método, el equipo esperó a que los chicos estuvieran bien y los pasaran de la terapia intensiva neonatal a cuidados intermedios (solo participaron los que no tenían problemas graves de nacimiento). Al finalizar el periodo de exposición, los bebés recibieron resonancias magnéticas como parte de los controles habituales antes del alta.Los resultados determinaron que el fascículo arqueado izquierdo -esa autopista cerebral clave para que podamos hablar- se desarrolló mucho más en los bebés que oyeron las grabaciones de sus mamás. El lado derecho, que tiene menos que ver con el lenguaje, no mostró tantos cambios, algo que ya esperaban los científicos."Esta es la primera prueba de que escuchar el habla realmente ayuda al desarrollo del cerebro a una edad tan, pero tan temprana", dijo Travis, la autora principal de la investigación. Mientras que Scala expresó: "Es increíble que algo relativamente pequeño parezca tener un efecto tan grande".Cabe recordar que esto tiene una base biológica importante. El oído del bebé se activa a partir de la semana 24 de gestación y, a medida que el embarazo avanza, los sonidos â??incluida la charla de mamáâ?? llegan perfecto dentro del útero."Esta es la primera evidencia causal de que la experiencia del habla contribuye al desarrollo cerebral a esta temprana edad", completó Travis.
Una investigación internacional examinó más de 12 mil resonancias magnéticas para determinar cómo progresa la reducción del volumen cerebral en ambos sexos y si hay relación con la enfermedad
Loren, una experta que habla de estos temas en TikTok (@neuroloren), ha explicado lo motivos
El ascensor tarda. La fila del supermercado es eterna. El subte llegó lleno. Mi jefe me manda demasiados mensajes. Este bar es muy ruidoso. Qué aburrido estar en silencio. Me duele el cuerpo por entrenar. Odio el invierno pero no soporto este calor. Estoy cansado porque hice muchos planes o deprimido porque no me vi con nadie en toda la semana. Internet siempre falla. Uso demasiado el celular. El café está un poco frío o demasiado caliente. Sin darnos cuenta, muchos pasamos el día haciendo un inventario de quejas. Las nombramos, las socializamos, las pensamos y repensamos obsesivamente. Las volvemos a nombrar y a socializar. Aunque cada una tenga su cuota de razón, con frecuencia lo que empieza como una válvula de escape se transforma en un hábito nocivo: filtrar la realidad a través de lo que falta, lo que irrita. Lo que siempre podría estar mejor, en lugar de apreciar lo que sí funciona, lo que tenemos, lo que está bien. El sesgo negativo, dicen los expertos, es una herencia evolutiva intrínsecamente ligada a la supervivencia: "Detectar amenazas y problemas, históricamente, tuvo un mayor valor adaptativo que notar lo que funciona", explica Macarena Gavric Berrios, psicóloga clínica especializada en trastornos de la personalidad y del desarrollo (M.N. 72601). "Por eso los sistemas atencionales de memoria humanos privilegian lo negativo y se focalizan en las carencias, molestias y peligros". Hoy, sin embargo, ese radar defensivo que en su momento -y de a momentos- resultó y sigue resultando funcional, parece estar encendido 24/7, incluso cuando no hay un peligro o problema real. Por otro lado, se ha demostrado que la práctica de la gratitud -el mecanismo inverso de la queja- tiene múltiples beneficios en la salud, tanto a nivel físico como mental. Beneficios de practicar la gratitud A través de los años, la gratitud obtuvo el reconocimiento de filósofos, políticos, escritores, poetas, monjes y artistas de distintas procedencias y con distintos intereses. Algunos ejemplos incluyen a Jean Baptiste Massieu, que habló de ella como "la memoria del corazón", o Cicerón, que la definió como "la madre de todas las virtudes". Séneca aseguró que es "el antídoto definitivo para la amargura y la envidia" y Goethe admitió nunca haber conocido a alguien realmente inteligente y desagradecido. Por su parte, Charles Dickens instó a reflexionar sobre las bendiciones presentes -de las cuales todo hombre tiene muchas- en lugar de sobre las desgracias pasadas, de las cuales todos los hombres tienen algunas.Qué es la "hustle culture": el hábito en el que todos caemos sin darnos cuentaDependiendo del contexto, el significado de la palabra "gratitud" varía. Un ensayo publicado en los National Institutes of Health (NIH) propone una definición clínica práctica: la gratitud es la apreciación de lo que es valioso y significativo para uno mismo; es un estado general de agradecimiento y/o aprecio. Entre los múltiples beneficios constatados de la práctica de la gratitud, los especialistas hacen hincapié en los siguientes:1) Entrena los circuitos neuronales "buenos" En términos científicos, la relación entre la gratitud y el bienestar ha sido demostrada a través de estudios e investigaciones. A nivel neurológico, Alejandro Andersson, director del Instituto de Neurología Buenos Aires (INBA), explica que su práctica sostenida activa distintas áreas del cerebro:Corteza prefrontal medial. Relacionada con la regulación de emociones y la toma de perspectiva. El aumento de la actividad de este área, a su vez, ejerce un control inhibitorio sobre la amígdala, clave en la respuesta al miedo y la ansiedad.Corteza cingulada anterior. Asociada con el desarrollo de la empatía y la integración de experiencias emocionales.Núcleo accumbens y estriado ventral. El circuito de recompensa, responsable, en gran parte, por el establecimiento de hábitos.Ínfula. Asociada con la conciencia interoceptiva y la conexión emoción-cuerpo. "Son los mismos circuitos neuronales que se activan en las experiencias vinculares y de altruismo", señala Andersson, y agrega que el impacto de la práctica sostenida de la gratitud también se visualiza en el aumento de dopamina y serotonina, hormonas ligadas a la motivación y a la estabilidad emocional. "Al igual que sucede en prácticas de meditación o con experiencias de conexión social positivas, se modula el eje mesolímbico dopaminérgico y el sistema serotoninérgico del rafe".2) Reset psicológicoCynthia Zaiatz, neuropsicóloga y jefa de salud mental del Sanatorio Modelo de Caseros (M.N. 60.105), señala que múltiples factores psicológicos y sociales inciden y potencian la tendencia humana hacia el foco negativo. Entre ellos el miedo a la vulnerabilidad, el sentido de derecho exacerbado en personas con rasgos narcisistas o materialistas, y la falta de habilidades sociales cultivadas en la crianza. También hace énfasis en que a diferencia de la queja -que surge casi automáticamente- la gratitud requiere una reorientación atencional deliberada que cuesta más y tarda más en volverse hábito. "Las exigencias del día a día y de una sociedad hiperactiva hacen que la gente naturalice y pierda de vista las cosas buenas (como tener un techo, ropa o comida); practicar la gratitud demanda un esfuerzo cognitivo y habilidades que no siempre están entrenadas", advierte la psicóloga.En síntesis, la práctica deliberada de la gratitud consiste en entrenar la atención hacia estímulos positivos y hacia lo que sí se tiene, interrumpiendo los ciclos de rumiación y estrés. Esto, explica Gavric Berrios reduce la disponibilidad de interpretaciones catastrofistas o negativas y predispone al optimismo y la resolución. "La activación repetida de emociones positivas -como gratitud, serenidad y satisfacción- compite con estados afectivos negativos como la ansiedad y la tristeza", sostiene la psicóloga. "Con el tiempo, los patrones afectivos positivos se vuelven más accesibles y frecuentes, alterando la línea base emocional de la persona".Este reset mental, a su vez, desarrolla y potencia la resiliencia psicológica y facilita el atravesamiento de conflictos y adversidades. "Al favorecer y ampliar la percepción de recursos positivos, emocionales y cognitivos, aumenta la motivación para buscar apoyo y adoptar un tipo de afrontamiento más activo", plantea Gavric Berrios. En definitiva, la gratitud actúa como un antídoto, desviando la atención de lo que está mal a lo que está bien, resume Zaiatz: "Al reflexionar sobre las cosas buenas, la perspectiva cambia naturalmente hacia el optimismo, haciendo que los factores estresantes sean percibidos como más manejables". En cuanto a la relación entre la gratitud y la depresión, desde su experiencia clínica, las especialistas coinciden en que, si bien las intervenciones que fomentan y cultivan el sentimiento de gratitud no son una cura por sí mismas, sí contribuyen a la reducción de síntomas en cuadros depresivos y al incremento del bienestar subjetivo en las personas a nivel general.La ciencia las respalda: Un metaanálisis publicado en los NIH reveló que desarrollar sentimientos y realizar actos de gratitud está relacionado con más emociones y estados de ánimo positivos, con una mayor sensación de aprecio, optimismo y satisfacción con la vida, con una conducta más prosocial, con menos preocupaciones y dolor psicológico, menos síntomas de ansiedad y depresión y, en definitiva, con una mejor salud mental.3) Otros indicadores fisiológicosEn cuanto a procesos fisiológicos medibles, Andersson asegura que la práctica de la gratitud está vinculada con una mayor actividad de células NK y linfocitos T (glóbulos blancos que destruyen células infectadas y enfermas, como las cancerosas, especialmente en las etapas iniciales); con mejoras en la variabilidad de la frecuencia cardíaca, y con menores niveles de proteína C reactiva (marcadores de inflamación crónica de bajo grado) y de cortisol."Esto es relevante porque la inflamación persistente está en la base de muchas enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas y metabólicas", resalta el director del INBA.A su vez, menciona que existe una relación con el sueño. "Las personas que realizan prácticas de gratitud antes de dormir reportan mejor calidad y duración del sueño", cuenta, y trae a colación estudios con polisomnografía, que han reportado menos despertares y más sueño profundo. "Probablemente porque disminuyen las rumiaciones y preocupaciones", argumenta el neurólogo.4) Mejora las relaciones humanasTrascendiendo el plano individual, la gratitud también podría transformar las relaciones interpersonales, de acuerdo con Sol Candotti, health coach especializada en Mindfulness. "Cuando agradecemos a alguien de manera sincera, la otra persona se siente reconocida y valorada y eso fortalece la intimidad y la confianza en un vínculo", señala.En lo laboral, mejora la comunicación y baja las tensiones dentro de los equipos", propone la especialista. Considerando que la conexión social es un pilar crucial en la salud -en niveles equiparables a la alimentación o el ejercicio-, todas las acciones que incidan positivamente en su cultivo, suman significativamente. Lo nocivo de la queja 24/7 Para poder comprender la importancia del agradecimiento cotidiano es preciso comprender las consecuencias que -en distintas medidas- supone la queja crónica. Andersson lo sintetiza de la siguiente manera: "Es como entrenar al cerebro para ver solo lo negativo". Estos son algunos de los efectos de este hábito masivamente estandarizado, a nivel físico y mental: Activa las partes "malas" del cerebro: "Quejarse todo el tiempo activa repetidamente los circuitos cerebrales de la amígdala, la ínsula y el sistema límbico, que procesan la amenaza y el malestar" explica Andersson. Este refuerzo de circuitos dopaminérgicos "en clave negativa" hace que la queja se convierta en un hábito con una recompensa emocional momentánea, aumentando el cortisol (hormona del estrés, asociada al aceleramiento del degeneramiento de áreas del cerebro relacionadas con el aprendizaje y la memoria).Menos plasticidad cerebral, más trastornos: Además de aumentar el cortisol, la actividad de estas áreas del cerebro genera un aumento en la tensión cardiovascular, reduciendo la plasticidad cerebral (haciendo que el cerebro se vuelva menos flexible para generar respuestas positivas o creativas) y predispone a la ansiedad, depresión y trastornos del sueño. Normaliza el pesimismo y sentimiento de "inutilidad": Este sesgo de atención hacia estímulos aversivos, explica Gavric Berrios, incrementa la percepción subjetiva de malestar y disminuye la capacidad de regulación emocional. "La persistencia en la queja interfiere en la construcción de recursos de afrontamiento adaptativos, generando una sensación de indefensión que limita la percepción de autoeficacia". 3 formas fáciles de practicar la gratitud Practicar la gratitud no requiere grandes gestos ni cambios drásticos. Lo indispensable es la voluntad para hacer el switch. Para quien nunca lo intentó, lo más difícil suele ser dar el primer paso. "La primera reacción suele ser la sensación de que es algo forzado o poco natural", admite Candotti. Para vencer este prejuicio inicial, los especialistas consultados por LA NACION propusieron algunas acciones fáciles de implementar en la diaria, incluso para quien lleva una agenda colmada. Escribir en un diario de gratitud. "Antes de dormir, anotá tres cosas que salieron bien durante el día. No hace falta que sean grandes logros, porque el logro está también en encontrar lo positivo en las cosas simples y cotidianas. Lo importante es el hábito de registrarlo", dice Gavric Berrios. La neurociencia respalda la eficacia de esta costumbre. "Ciertos estudios de neuroimagen con intervenciones de journaling de gratitud han mostrado un incremento en la conectividad funcional entre la corteza prefrontal y regiones límbicas, y cambios en la densidad de la materia gris y en la eficiencia de redes cerebrales ligadas a la regulación emocional", comparte Andersson.Concientizar lo automático. "Prestá atención al momento presente y a las cosas buenas que te rodean", dice Zaiatz. "Cuando hagas cosas rutinarias pensá en que tenés suerte de tener la capacidad de estar haciéndolo. Puede ser solo durante unos segundos, pero empezá a concientizarlo", agrega Gavric Berrios.Expresar la gratitud en voz alta. "Verbalizá el agradecimiento", resume Zaiats. Puede ser por escrito o en voz alta, a personas importantes en tu vida, o a quienes te hayan ayudado. "Podés empezar agradeciendo un favor, un gesto amable, una sonrisa", propone Gavric Berrios. Sin ir más lejos, Candotti dice que pequeñas acciones como, al despertar, decir en voz alta, "gracias por este nuevo día", o antes de acostarnos "hablar sobre algo que salió bien durante la jornada", puede marcar la diferencia. "Estudios realizados en Reino Unido han mostrado que intervenciones tan sencillas como estas mejoran la salud psicológica y aumentan la sensación física de vitalidad en pocas semanas", comenta Candotti.Agradecer no es sinónimo de negarConviene aclararlo: practicar la gratitud no significa tragarse el enojo ni negar lo que duele. De hecho, quejarse es humano y la represión emocional también ha demostrado tener contratiempos físicos y mentales: aumenta los niveles de estrés y enferma el cuerpo silenciosamente, entre otros. La diferencia, observan los investigadores, está en el momento posterior a la queja. Y la clave, en mantenerse consciente de las situaciones negativas, pero aceptarlas y elegir responder dentro de un marco positivo. "Requiere más esfuerzo, indiscutidamente, pero trae más beneficios, definitivamente", reconoce Andersson."La gratitud es entrenar la mirada, progresivamente, hacia lo que sí funciona, hacia lo que sí tenemos", dice Gavric Berrios. "Con el tiempo, el reconocimiento de las cosas valiosas de nuestra vida se vuelve un hábito fácil, natural y automático y mejora la calidad de nuestra percepción cotidiana".A modo de conclusión, podría decirse que la gratitud no es una pócima mágica o secreta; tampoco una negación del malestar. Es una práctica deliberada que sirve para equilibrar la mirada y "mejorar" la interpretación y aceptación de todas esas cosas que nos pasan y conforman eso a lo que definimos vida. Lejos de pretender la erradicación de la queja, la práctica de la gratitud apunta a evitar que esta se convierta en el único lente con el que analizamos los eventos. Porque reconocer lo que está bien â??por más arbitrario que parezcaâ?? tiene un impacto significativo en el cuerpo y en la mente. Aunque el origen de la queja puede no ser nuestra culpa, la posibilidad de hacer algo al respecto sí es nuestra responsabilidad. "No es la felicidad la que nos vuelve agradecidos, sino la gratitud la que nos vuelve felices". Lo dijo David Steindl-Rast, lo puedo internalizar yo, vos y, en realidad, cualquiera.
El periodista Diego Borinsky accedió al círculo más íntimo del hombre nacido en Pujato para escribir la biografía oficial del hombre que guió a Messi a ganar el Mundial.Los orígenes del apellido, los días felices de la infancia, el recuerdo de la milanesa Maryland de su abuela Lucía y la construcción del equipo campeón del mundo.
Todos buscamos la fórmula mágica para ser más productivos, más creativos y tener una memoria infalible. Compramos aplicaciones y libros, y asistimos a talleres esperando que llegue el momento en el que se optimice nuestra mente. Pero la verdad es que la mayoría de las veces, la clave no está en lo que añadimos a nuestra rutina, sino en los hábitos destructivos que permitimos que la saboteen.Nuestro cerebro es una máquina increíble que consume el 20% de nuestra energía y lucha constantemente contra siete poderosos enemigos internos. Son siete pecados capitales del rendimiento cognitivo. Se trata de costumbres perniciosas, sutiles y cotidianas, que nos impiden alcanzar nuestro máximo potencial. Identificarlos es el primer paso para lograr nuestros objetivos de agudeza mental.Pereza digital, el enemigo del enfoqueLa adicción a la gratificación instantánea nos mantiene entretenidos en el scroll sin fin en redes sociales, en el consumo pasivo de contenido o en saltos constantes entre tareas. Este pecado destruye la capacidad de concentración profunda. El cerebro se acostumbra a breves ráfagas placenteras, volviéndose impaciente e incapaz de sostener la atención en tareas complejas, esenciales para el aprendizaje y la resolución de problemas. Para revertir la pereza digital, debemos cultivar el enfoque profundo. Para ello podemos diseñar bloques de tiempo específicos (por ejemplo, 45 minutos) para trabajar en una sola tarea, dejando el teléfono celular en modo avión. Nuestra capacidad de atención se fortalece ejercitándola diariamente.Apetito por el estímulo: la gula que sobrecarga la menteLa multitarea y el consumo excesivo de información son permanentes. Sentimos que debemos estar al tanto de todo, y así escuchamos un podcast mientras respondemos correos y planificamos la cena. Y en realidad, la multitarea es un mito, y solamente estamos haciendo cambios rápidos de tarea. Esto agota nuestra memoria reciente (el espacio limitado donde procesamos la información) ya que, al forzarla, reducimos la calidad de nuestro trabajo, ralentizamos la toma de decisiones y aumentamos la probabilidad de cometer errores. Si deseamos mejorar este aspecto de nuestro bienestar cognitivo, debemos ejercitar nuestra atención selectiva. Debemos cerrar pestañas en nuestra laptop y silenciar las notificaciones en el teléfono. Prioricemos la relevancia, no la cantidad. Y recordemos que un cerebro relajado asimila mucho mejor.Avaricia del sueño, el robo a la memoriaLos profesionales de la salud lo recalcan: la privación crónica de sueño (dormir menos de 7 u 8 horas) es un intento equivocado de "ganar tiempo". El sueño no es un lujo, sino que, durante el sueño profundo, nuestro cerebro consolida los recuerdos del día. Cuando lo evitamos, saboteamos nuestra memoria, nuestra regulación emocional y nuestra creatividad. Un cerebro cansado funciona con una niebla constante. El sueño debe ser una prioridad no negociable. Debemos establecer un horario regular y crear un ritual nocturno (evitando las pantallas, sobre todo).Ira crónica: el cerebro se quemaEl mantenimiento constante de altos niveles de preocupación o ansiedad es perjudicial para la salud de nuestro cerebro. El estrés prolongado afecta las regiones del cerebro que gestionan la memoria y el aprendizaje y nos mantiene en "modo supervivencia", desviando recursos de las funciones cognitivas superiores. Para neutralizar sus efectos debemos fortalecer nuestra regulación emocional, incorporando prácticas de descanso consciente, tales como la meditación, los paseos en la naturaleza o la respiración profunda. Recordemos que el reposo y las pausas para descansar la mente son tan importantes como el desafío cognitivo para un cerebro saludable.Soberbia del conocimiento, la rigidez mentalLa creencia de que ya lo sabemos todo o la negativa a aprender habilidades nuevas son nocivas para nuestro bienestar cognitivo porque pude conducirnos a la rigidez mental. Nuestro cerebro administra su energía y -cuando nos quedamos en nuestra zona de confort, deja de formar nuevas conexiones neuronales (nuestra plasticidad cerebral se ve afectada). La rutina monótona y la falta de retos intelectuales nos llevan al estancamiento cognitivo. Para contrarrestar las consecuencias de este pecado, debemos estimular nuestra curiosidad y nuestro aprendizaje continuo. Debemos desafiar a nuestro cerebro con lo novedoso y difícil: aprender un idioma, tocar un instrumento musical, resolver un crucigrama complejo o inicia un hobby que requiera coordinación mano-ojo. Esto garantiza que nuestra red neuronal permanezca densa y flexible.Lujuria del sedentarismo, el oxígeno perdidoEl ejercicio no es solo para el cuerpo; es el mejor abono para el cerebro. La actividad física aeróbica aumenta el flujo sanguíneo y la oxigenación cerebral, y estimula el crecimiento de nuevas neuronas. No es necesario que seamos atletas de alto rendimiento, sino que debemos asegurarnos una rutina de actividad física regular y evitar pasar la mayor parte del día sentados. Busquemos 30 minutos de actividad moderada cada día. Caminar rápido, bailar o trabajar en el jardín son suficientes para mejorar nuestro estado general, nuestro ánimo, nuestra concentración y nuestra memoria.Envidia nutricional: la dieta pobreUna dieta alta en azúcares, grasas saturadas y alimentos ultra procesados, deja al cerebro desnutrido. La falta de nutrientes adecuados afecta directamente las funciones cognitivas, resultando en baja energía mental y niebla cerebral. Debemos alimentarnos de tal manera que protejamos nuestros vasos sanguíneos y nuestras neuronas: los especialistas recomiendan alimentos ricos en Omega 3, antioxidantes y grasas saludables para asegurar a nuestro cerebro el combustible que necesita para un rendimiento óptimo.Un cerebro virtuosoNuestro cerebro es nuestro capital más valioso. Combatir estos siete pecados no es una tarea de un día, sino una disciplina diaria de pequeñas elecciones. Al abrazar las virtudes opuestas, dejamos de sabotearnos pasivamente y nos convertimos en los responsables activos de nuestra propia agudeza mental. Cada uno de nosotros debe reconocer el "pecado" que necesita y desea corregir a partir de hoy.
Una investigación de Radboud University revela que la mente humana ajusta el tono y el ritmo del habla en función del interlocutor, mostrando una flexibilidad sorprendente en la comunicación
El emprendedor lidera OpenAI y desafía los límites de la inteligencia artificial con una estrategia de apertura y colaboración global. Tras una carrera marcada por éxitos en Silicon Valley y una rivalidad con Elon Musk, ahora apuesta por Argentina con una inversión histórica en infraestructura tecnológica. Leer más
El tiktoker ha compartido un estudio que revela la importancia de un descanso pleno
Ingeniera de profesión y madre de tres hijos, Machado comenzó su camino político en 2002.En su país, despierta un sentimiento casi religioso.
Detectarla y tratarla adecuadamente podría prevenir más del 4% de los casos. En este sentido, la terapia, el apoyo social y el cuidado de la salud mental son fundamentales.
Una investigación encuentra una relación entre los niveles de ciertas hormonas y el aumento del tejido cerebral o la reducción del líquido cefalorraquídeo, entre otras
La actriz aseguró que espera descubrir la fórmula para "acompasar" ambos órganos, como afirmó el mandatario
Un experimento realizado por la Universidad de Montreal, y citado por Scientific American, advierte que la exposición prenatal a diferentes lenguas influye en la organización de las redes neuronales y en cómo el recién nacido procesa los sonidos desde las primeras horas de vida
Identificar figuras conocidas en escenas cotidianas constituye una función neurológica beneficiosa, según recientes investigaciones. Desde nubes hasta diversas manchas, cómo funciona este mecanismo
Incorporar acciones cotidianas como caminar, usar casco o cuidar el sueño puede reducir significativamente el riesgo de deterioro cognitivo y enfermedades como la demencia, según The New York Times
La propuesta que los investigadores le hicieron a un grupo de adolescentes era sencilla: que chequearan en sus celulares cuánto tiempo pasaban conectados. El resultado los dejó helados."Muchos se sorprendieron. Hay chicos que están 14 horas por día solo en redes sociales: a eso hay que sumarle el resto de las pantallas", cuenta Fabricio Ballarini, biólogo e investigador del Conicet, al referirse a una serie de encuestas que con su equipo le hicieron a estudiantes de distintas escuelas.Si bien su área de trabajo está centrada en la neurociencia y en la búsqueda de estrategias cognitivas para mejorar el aprendizaje, Ballarini recuerda que después de la pandemia una inquietud empezó a repetirse en los colegios: "Muchos directivos y asesores escolares nos decían que notaban algo distinto en la salud mental de los chicos, que estaban más ansiosos, nerviosos y que comenzaban a ver más casos de autolesiones".A partir de una investigación sobre cómo los jóvenes percibían su salud mental, su equipo comenzó a detectar una tendencia: niveles cada vez más altos de ansiedad, alteraciones del sueño y síntomas depresivos."Al principio pensamos que era un efecto pospandemia â??cuenta Ballariniâ??. Pero los datos se mantuvieron igual con el paso del tiempo. Entonces cruzamos los resultados con el uso del celular y empezamos a ver una correlación: quienes usaban más redes sociales se sentían más ansiosos y deprimidos".Atrapados En Las Redes; Con Fabricio Ballarino, Investigador Y Divulgador CientíficoEn promedio, las encuestas arrojaron que los adolescentes pasan seis horas diarias conectados, principalmente en redes sociales. "Eso equivale a 77 días de consumo seguido: es como agarrar el celular en Año Nuevo, en el brindis, y dejarlo recién a mediados de marzo", grafica Ballarini, para poner en perspectiva un fenómeno cuyas consecuencias no son inocuas. El biólogo fue uno de los especialistas que participaron en Atrapados en las redes. Cómo convertirnos en los principales referentes que los chicos necesitan, la segunda edición del evento virtual y gratuito organizado por Fundación LA NACION, con el apoyo de UNICEF Argentina.El encuentro, transmitido por lanacion.com.ar y el canal de YouTube de LA NACION, reunió a destacados referentes que reflexionaron sobre los nuevos desafíos que plantean las pantallas y la inteligencia artificial.Volvé a mirar el evento haciendo click acá"El celular gana siempre"En su cuenta de Instagram, donde lo siguen más de 260 mil personas, Ballarini logra traducir hallazgos complejos de la neurociencia en explicaciones simples, cercanas y con humor. Desde allí comparte datos y reflexiones sobre cómo funciona el cerebro, el aprendizaje y el impacto de la tecnología en la vida cotidiana.Durante el evento organizado por Fundación La Nación, el divulgador científico contó cómo las investigaciones que realizaron en escuelas mostraron que el consumo del celular y las redes sociales aumenta progresivamente con la edad: los alumnos de primer año del secundario pasan en promedio tres horas diarias frente al teléfono; los de segundo, cuatro; los de tercero, cinco. A los 16 o 17 años, el promedio alcanza las seis horas diarias solo en redes sociales. Y en los extremos, aparecen casos de adolescentes que pasan más de 12 o 14 horas conectados.Ese patrón se traduce en múltiples consecuencias. Los estudiantes que más tiempo usan redes sociales duermen peor, reportan más ansiedad y muestran signos de aislamiento. "Vemos una correlación entre el uso intensivo y un deterioro del bienestar emocional", señala el investigador.El fenómeno afecta especialmente a las chicas: "Las mujeres jóvenes reportan niveles de ansiedad significativamente más altos que los varones", detalla Ballarini.Por otro lado, agrega que cuando los adolescentes pasan las seis horas y media diarias de uso, aparecen conductas problemáticas vinculadas al celular: necesidad constante de tenerlo cerca, ansiedad si no está, dificultades para desconectarse. A eso se suman los efectos físicos que registran las investigaciones en todo el mundo, desde los problemas de postura hasta en la vista. Pero lo que más preocupa a Ballarini es algo menos visible: la pérdida de motivación."Se llama anhedonia. El celular le compite al resto de las actividades y siempre gana â??advierteâ??. Para muchos adolescentes, unas vacaciones o un cumpleaños ya no resultan tan atractivos como quedarse frente a la pantalla. Eso lleva al aislamiento y a la desconexión con el entorno y con los otros".Menos conexiones neuronales Para entender la magnitud del fenómeno de la hiperconectividad, Ballarini invita a mirar lo que ocurre dentro del cerebro."Desde que nacemos, el cerebro tarda muchos años en desarrollarse completamente. Durante la infancia y la adolescencia ocurren dos podas neuronales, procesos en los que elimina las conexiones que no usa para volverse más eficiente", explica.Y agrega: "Recién podemos decir que un cerebro está desarrollado después de los 20 años aproximadamente. Por eso, lo que hagamos en esos años tiene un impacto directo en su desarrollo".La exposición temprana a las pantallas puede alterar el crecimiento de ciertas áreas cerebrales. "En los chicos de entre tres y seis años, se observó que cuanto más tiempo pasan frente a una pantalla, menos conectividad neuronal se registra. Es un costo altísimo para el cerebro en formación", advierte.Las pantallas, agrega Ballarini, están diseñadas para ser intuitivas, rápidas y gratificantes, lo que las vuelve muy atractivas incluso para los niños pequeños. Pero ese acceso inmediato tiene un precio: cuanto menos tiempo pasamos explorando el mundo real, más se empobrece la red de conexiones neuronales.Nuevas adiccionesA todos estos riesgos se suman otros fenómenos que todavía se hablan poco en la Argentina, entre ellos la adicción a la pornografía desde edades muy tempranas."En países como Estados Unidos o algunos europeos, es un debate central, pero acá todavía no tenemos datos. Hay que entender que es una adicción más, con el mismo circuito cerebral que la que produce el alcohol o el juego", señala Ballarini. Y cuando eso ocurre en cerebros que aún se están formando, las consecuencias pueden ser mucho más gravesEl científico subraya que ninguna aplicación es neutra: son muy intuitivas, fáciles de usar y todas están diseñadas para captar la atención y fomentar el regreso constante del usuario."Están gamificadas, usan estímulos y recompensas, y fueron pensadas para adultos con pensamiento crítico. En manos de niños y adolescentes, sin ese control, pueden ser muy peligrosas", advierte.Smartphone Free Childhood US - atrapados en las redes SUBInteligencia artificial y pensamiento críticoEl investigador plantea además un desafío reciente: el impacto de la inteligencia artificial."La IA puede potenciar la creatividad, pero también puede usarse para hacer bullying o crear contenido violento o sexualizado. En adolescentes, donde el pensamiento crítico todavía se está desarrollando, eso puede ser muy riesgoso", concluyó el científico. En esa línea, Fundación LA NACION elaboró una guía práctica sobre "Chicos y pantallas", con recomendaciones basadas en evidencia científica y en el diálogo con expertos.Algunas son:Poner límites de tiempo y crear momentos libres de pantallas (por ejemplo, durante las comidas o antes de dormir).Acompañar, no controlar: mirar juntos lo que consumen, conversar sobre lo que ven y generar confianza.Evitar el multitasking: fomentar que los chicos hagan una cosa por vez, para mejorar la concentración.Dar el ejemplo: los adultos también deben regular su propio uso del celular.Promover el aburrimiento: permitir tiempos sin estímulos digitales ayuda al desarrollo de la creatividad.
Los testimonios difundidos por Punto Final revelan que tras la caída de 'El Jorobado', Jhon Jairo Arancibia tomó el control operativo de la red criminal liderada por Erick Moreno, alias 'El Monstruo', y expandió su poder en Lima Norte
"Hemos descubierto que dormir mal al menos tres noches por semana se asocia con un envejecimiento del cerebro cercano a tres años y medio". Esta afirmación, que circuló recientemente en los medios, sintetiza un dato inquietante: la calidad del sueño no es un capricho del descanso, sino una variable clave para la salud cerebral a largo plazo.Como neuropsicóloga cognitiva, me preocupa la desatención que aún hoy se le da al sueño como pilar del bienestar mental.En esta columna quiero reflexionar sobre cómo el mal dormir actúa como acelerador silencioso del envejecimiento cerebral, y proponer estrategias fundamentadas para restaurar un sueño reparador y combatir el insomnio.La idea de que dormir mal envejece el cerebro no es mera metáfora: estudios recientes en neuroimagen muestran que las personas con patrones persistentemente deficientes de sueño exhiben un "cerebro biológico" más viejo del que les correspondería cronológicamente. Se observó en sujetos de mediana edad que dificultades como despertarse temprano, insatisfacción con la calidad del sueño o despertares nocturnos se asocian con un envejecimiento cerebral adicional de casi tres años.Otra línea de trabajo (más focalizada en restricción de sueño aguda) encontró que una noche entera sin dormir hace que el cerebro "parezca" entre uno y dos años mayor según modelos predictivos basados en resonancia magnética funcional.Un estudio adicional sugiere que el insomnio crónico â??definido como manifestaciones de déficit de sueño al menos tres noches por semana durante mesesâ?? se vincula con una aceleración estimada de 3,5 años de envejecimiento cerebral, junto con un riesgo aumentado de deterioro cognitivo leve y demencia.Estos resultados no pretenden afirmar una relación simple de causa-efecto (es decir, dormir mal produciría envejecimiento cerebral de modo directo), sino demostrar una correlación fuerte que no puede ignorarse. El sueño insuficiente y fragmentado parece actuar como un "multiplicador de daño": emisiones inflamatorias, estrés oxidativo, deterioro de mecanismos de limpieza cerebral, cambios en conectividad funcional, reducción de volumen en regiones vulnerables (como el hipocampo), pérdida de integridad de la sustancia blanca, entre otros efectos.Desde una perspectiva neuropsicológica, esto tiene implicancias directas: memoria deteriorada, menor plasticidad sináptica, más errores en atención ejecutiva y ralentización en el procesamiento cognitivo â?? efectos que, sumados en el tiempo, pueden acelerar la aparición de envejecimiento cognitivo patológico.Los mecanismos implicados incluyen:1. Reducción de la función del sistema glinfático: durante el sueño profundo, el cerebro elimina productos de desecho metabólitos. La privación interfiere con esa limpieza.2. Aumento de estrés oxidativo e inflamación: la falta de sueño favorece la producción de radicales libres y respuestas inflamatorias crónicas.3. Alteraciones en plasticidad sináptica: el sueño promueve equilibrado "ensayo y poda" de conexiones neuronales; sin él, las sinapsis pueden saturarse o disfuncionar.4. Fragmentación del sueño y microdespertares: aún cuando la duración total no sea muy corta, interrupciones frecuentes (despertares breves) degradan la eficiencia del sueño y reducen su efecto restaurador.No es raro ver pacientes con quejas cognitivas leves (olvidos ocasionales, "mente en blanco", desconcentración) que, al evaluarlos, revelan un patrón de sueño deficiente crónico como uno de los factores modificables más pronunciados.Estas recomendaciones pueden marcar la diferencia:1. Higiene del sueño rigurosa y consistenteâ?¢ Horario fijo de acostarse y despertarse: la regularidad refuerza los ritmos circadianos y optimiza la secreción hormonal (melatonina, cortisol).â?¢ Crear rituales previos al sueño: lectura ligera, respiración lenta, baños tibios â??para indicar al cerebro que la transición hacia el sueño comienza.â?¢ Evitar pantallas y luz azul al menos 60 a 90 minutos antes: la exposición a luz intensa inhibe la melatonina y retrasa el inicio del sueño.â?¢ Optimizar el ambiente: que esté oscuro, silencioso, fresco (aproximadamente entre 18-20 °C) y sin estímulos distractores (ruidos, dispositivos).â?¢ Cuidar la cama: reservarla solo para sueño o intimidad (no trabajo ni ver series), lo que condiciona la vinculación entre cama y dormir.2. Regulación de estímulos fisiológicos y ambientalesâ?¢ Limitar cafeína y estimulantes después de media tarde.â?¢ Consumir cenas suaves y con moderación, evitando comidas pesadas muy cerca de la hora de dormir.â?¢ Actividad física regular, de ser posible en la mañana o primeras horas de la tarde; evitar ejercicio vigoroso justo antes de acostarse.â?¢ Cuidado con alcohol o sedantes: aunque pueden inducir sueño, fragmentan el sueño profundo y empeoran la calidad general.3. Técnicas conductuales y cognitivas adaptadasâ?¢ Control de estímulos: si tras 20-25 minutos de quedarse despierto no aparece sueño, levantarse, ir a otro ambiente tranquilo y solo volver cuando aparezca somnolencia, evitando frustrarse "mirando el reloj".â?¢ Restricción de sueño gradual (técnica de terapia cognitivo-conductual para insomnio, TCC-I): acortar temporalmente el tiempo en cama al mínimo tolerable y expandirlo progresivamente según mejora la eficiencia del sueño.â?¢ Registro de sueño (diario): anotar cuándo uno se acuesta, despierta, despertares nocturnos y calidad subjetiva ayuda a identificar patrones y progresos.â?¢ Terapia cognitiva breve: trabajar pensamientos disfuncionales ("no voy a dormir nunca", "mañana va a ser un desastre") y reemplazarlos por rumiaciones más neutrales o preparatorias del descanso.â?¢ Relajación / técnicas de respiración / mindfulness: ejercicios de respiración diafragmática, relajación progresiva muscular, visualización guiada, o prácticas de atención plena antes de dormir pueden reducir activación mental y favorecer la transición al sueño.4. Uso estratégico de ayudas auxiliaresâ?¢ Melatonina exógena (dosis bajas, usada de modo temporal bajo supervisión médica) puede ayudar a reordenar el ritmo circadiano en fases iniciales de transición (no como sedante crónico).â?¢ Luz brillante en la mañana: exponerse a luz natural o lámparas blancas intensas temprano fortalece la señal circadiana de vigilia.â?¢ En casos más resistentes, consultar con especialista en sueño para evaluar trastornos asociados (apnea del sueño, síndrome de piernas inquietas, estado depresivo subyacente).5. Monitoreo cognitivo y seguimiento neuropsicológicoComo neuropsicóloga, recomiendo complementar las intervenciones del sueño con ejercicios cognitivos estructurados â??memoria, atención, procesamientoâ?? y evaluaciones periódicas.Esto no solo sirve para medir el impacto del sueño sobre función cerebral, sino también para motivar adherencia al tratamiento.
El Test de Lüscher y otras técnicas similares son cuestionadas por su falta de estandarización y objetividad, aunque algunos especialistas las consideran útiles para explorar aspectos subjetivos difíciles de verbalizar
Evitar guardar resentimiento puede traer ventajs a la salud neurológica
Casos documentados en neurología evidencian que esta condición no solo altera la percepción del peligro, sino que modifica la sociabilidad, la toma de decisiones y la adaptación a los desafíos de la vida cotidiana
Un reciente estudio internacional en el que participaron investigadores argentinos señala qué experiencias pueden retrasar el envejecimiento cerebral hasta cinco años.
En La Fórmula Podcast, el especialista explicó que el verdadero desafío en la actualidad no son las enfermedades en sí, sino la tensión crónica y su impacto en el organismo. Analizó cómo el cerebro puede convertirse en nuestro mayor aliado o en el peor enemigo, influyendo en procesos de inflamación, y destacó a los hábitos ancestrales como herramientas clave para ganar resiliencia emocional
La ciencia revela cómo los mecanismos neuronales impulsan el deseo constante por lo dulce